lunes, 12 de diciembre de 2011

La herencia de ZP


Como a la protagonista de la película Goodbye Lenin, una mujer a la que su hijo intenta ocultar la caída del socialismo en la RDA, a Zapatero la realidad le ha dado un buen disgusto. Parece claro que los tiempos que corren no acompañan a los socialdemócratas que abrazaron el neoliberalismo. El sueño de ZP y su partido se vino abajo con el estallido de la burbuja: ya no podían desarrollar sus políticas sociales y a la vez gestionar la economía al más puro estilo neoliberal.


Si recordamos, fueron las movilizaciones sociales, que culminaron con las protestas espontáneas contra las mentiras del gobierno de Aznar sobre el 11M, las que propiciaron que Zapatero se convirtiera en el presidente más votado de la democracia española y en la nueva esperanza de gran parte de la izquierda europea. “No nos falles” fue el lema que gritaron cientos de simpatizantes del PSOE la noche de la victoria electoral.

Sin embargo, ZP no entró a las cuestiones de fondo. Bajaban los sueldos pero el consumo crecía. Aumentaba la precariedad pero disminuía el desempleo. Daba igual que la economía se basara en la construcción infinita y en el endeudamiento generalizado. Daba igual que unos se estuvieran forrando y otros hipotecándose. No digamos ya el despilfarro de recursos naturales y el ataque a las costas ¡Los socialdemócratas nunca fueron ecologistas! Políticas sociales como la legalización del matrimonio homosexual o la promesa de la Ley de Dependencia iban de la mano de rebajas fiscales a las rentas altas, pérdida de poder adquisitivo de los salarios, precarización galopante del empleo y cero control del mundo financiero y las cajas de ahorro. En vez de plantar cara a la burbuja inmobiliaria y a sus beneficiarios, la represión se desató contra el movimiento de jóvenes de V de Vivienda. Nada podía estropear la fiesta, y es que según Zapatero estábamos entrando en la “Champions” de los países ricos, lo que sin duda le sirvió para aumentar los votos y revalidar la presidencia en 2008.

Y entonces llegó la crisis. Primero hablaron de desaceleración y después pusieron el acento en las causas internacionales. Más tarde, y para ir cambiando el sistema productivo, implementaron medidas para incentivar la construcción y el consumo de coches. Para los bancos un fondo de rescate de 90.000 millones de euros. La patronal aceptó la ayuda a los parados sin prestación a cambio de una rebaja en las cotizaciones a la Seguridad Social para las empresas. Finalmente, ZP tuvo que tragarse el buenrrollismo y acabar poniendo en marcha un paquete de medidas antisociales con reforma laboral y aumento de la edad de jubilación incluidas. Hasta aquí la crónica de una debacle anunciada: la retirada por la puerta de atrás de Zapatero y el hundimiento electoral del PSOE.

Pero, ¿qué hay detrás de la incapacidad del gobierno socialista para gestionar el ciclo alcista y la crisis de otra manera? ¿Cómo es posible que la socialdemocracia no haya propuesto un mínimo programa de medidas frente a la rapiña financiera? En los últimos treinta años, los partidos socialdemócratas europeos no han defendido los intereses de las mayorías. Han acatado los presupuestos de la economía neoliberal, con todas sus mentiras, hipocresías y pensamiento único incluido: desregulación financiera, reformas laborales, privatización de empresas públicas, precarización del empleo, externalización de los servicios públicos, deducciones fiscales a rentas altas y productos financieros, etc. Se mantuvieron a la defensiva como “contraparte” de algo peor, la derecha. Pero lo cierto es que ni siquiera el programa socialdemócrata de pleno empleo, ciudadanía nacional y propiedad pública es útil en nuestros días.

Cuando las elites económicas están más interesadas en los beneficios financieros que en el crecimiento económico de los países, levantar la bandera del pleno empleo es derrotista y poco creíble, también cuando lo hacen los sindicatos mayoritarios o los partidos a la izquierda del PSOE. El empleo se ha vuelto precario y el nivel de los salarios no se corresponde con las labores socialmente útiles. La fórmula salario-empleo no reconoce muchas de las actividades que generan riqueza como los cuidados, el trabajo doméstico, la formación o la producción cultural siempre colectiva y difusa. El PSOE, sin embargo, ha utilizado la zanahoria del pleno empleo para echar a perder los derechos laborales. Pero la cuestión fundamental no es el pleno empleo a cualquier precio, sino la distribución de la riqueza (mayor que nunca) mediante una fiscalidad que asegure el acceso a renta y servicios públicos para todos.

En cuanto a que los derechos de las personas estén adscritos a una determinada nacionalidad, cuando los movimientos financieros no son regulados por el Estado-nación, no deja de ser una burla al sentido común. En estos tiempos, los derechos de ciudadanía no deben ser una cuestión nacional, sino universal. Por último, para la socialdemocracia, la propiedad pública siempre ha sido estatal: el gobierno decidía y legislaba sobre lo público sin contar con los interesados, nunca se ha promovido una gestión social de lo público. Sin alternativas al modelo neoliberal, los líderes socialdemócratas han bailado la canción de inversores y expertos, no sin beneficio personal en forma de pensiones vitalicias y consulting millonarios. Ni siquiera la victoria de la democracia, la ley y la sociedad civil sobre el terrorrismo de ETA le vale a Zapatero para guardar un buen recuerdo en el ideario general. Unas memorias dentro de 15 años que hablen de estos 7 últimos, explicarán con perspectiva, muchas cosas.

Los políticos “socialistas”, asentados en su papel de “contraparte progresista”, los “menos malos” de la desregulación y la burbuja, dando pinceladas sociales a un modelo insostenible, cuando llegó la crisis, acataron las órdenes del mercado. ¿Refundar el capitalismo? El PSOE argumentaba que la culpa no era suya, sino del crash mundial, pero las movilizaciones de mayo le dejaron sin coartada. El gobierno podía cambiar la ley electoral, ayudar a los hipotecados, perseguir a los políticos corruptos y empresarios enriquecidos ilegalmente. También podía revocar la ley 15/97 que permite la privatización de la sanidad o acabar con los conciertos educativos. Pero no hicieron nada. Sólo adelantaron las elecciones, en uno de los mayores gestos de derrota política nunca vistos. Era el turno de la rotación bipartidista: el PSOE le cedía el puesto a sus compañeros populares. Durante la campaña electoral, ni el interesado acercamiento al 15M, ni la evocación del miedo a la derecha, ni las patéticas críticas a los banqueros, ni las cínicas promesas de subir los impuestos han sido creíbles.

A partir de ahora, el PSOE intentará recuperar protagonismo apuntándose a las movilizaciones contra las políticas de austeridad que aplique el gobierno de Rajoy. También tratará de hacerse un lifting político mediante la celebración de un congreso. Pero ya no estamos en 2004, la nueva ola de movilizaciones ha desplazado a la avanzadilla cultural del PSOE. Los progres, que desde la Transición monopolizaban la “Cultura”, han quedado retratados con su apoyo a la SGAE y la ley Sinde. La inteligencia colectiva, la que tomó las plazas e interactúa en forma de red, ha desbordado el discurso autocomplaciente de la progresía sobre la democracia que “tanto ha costado en este país”. Mucha gente queremos una democracia real y siete años después de la victoria de ZP tienen claro que el PSOE es parte del problema. En 2011, ya no hay nadie a quien esperar. Sencillamente, casi todo está por inventar.

martes, 6 de diciembre de 2011

¿Qué se supone que celebramos hoy?


viñeta por Manuel Fontdevilla

Hoy 6 de diciembre, se conmemora la aprobación por vía de referendum de la Constitución que artículo todo el período conocido por muchos como Transición. Hace 33 años que esta en vigor un texto legal, cuya vida útil tendria que haber sido de unos 20 años, tiempo que debería haber sido suficiente, para en otro proceso constituyente nuevo, poner a España en vías de una democracia real, europea, avanzada y del siglo XXI, dando así a las reformas y medidas necesarias para garantizar todos los derechos y deberes, y construir con un pacto social en el que toda la ciudadanía tomará las decisiones por consenso para llevar a cabo el cambio que el país necesita.

Todo eso no se ha producido. Seguimos anclados en una transición continuista de la dictadura franquista y en materia política la constitución que hoy se vanagloria con la derecha hegemónica y liberal en la Zarzuela pertenece a un país en blanco y negro; a un país en el que todo quedo "atado y bien atado" por el regimen opresor.

Podríamos hablar de muchas cosas que no se cambiaron hace 33 años y que siguen vigentes, y que ya no necesitan una revisión o actualización, sino que piden, y a gritos, en las calles, un nuevo texto legal. El modelo de estado alejado de la realidad federalista, y que malvive en base a organizaciones administrativas territoriales conocidas como Comunidades Autonómas cuyo mayor avance es concederse un Estatuto cada cierto tiempo, complejo e inocuo. Es Hispanistán, el país de los 17 parlamentos autonómicos. Sobran diputaciones provinciales, el Senado. La jefatura del Estado en manos de una familia bochornosa y abochornante que por fin, ya empieza a constituir un obstáculo en el normal funcionamiento de un país, que hasta hace bien poco veia tan bien la monarquía, dando igual si al actual lo pusiera un dictador, o fuera un memo como Fernando VII o tantos otros. La ley electoral, la situación de la justicia o los apartados de calado social y económico como vivienda o trabajo digno y seguro son cada día pisoteados, convirtiendo nuestra constitución, en una jovén de 33 años con estudios, que vive con sus padres y que malvive entre el paro y el trabajo basura.

En todo este tiempo sólo obtuvo el maquillaje de una reforma insultante y aberrante que consagra nuestro modelo político y nuestro tratado social al neoliberalismo más egoísta, recalcitrante y despota, todo ello sin paso por referendum o consulta popular, por lo que claramente, es anticonstitucional. Tal apelativo, se lo ahorran con unos tribunales absolutamente politizados. Pero ahí la tenemos de tiros largos, recibiendo saludos y prebendas en un momento, en el que una parte importante (por peso numérico, pero sobretodo por simbólico, interesante y sugerente por lo informado y motivados que estamos) de la población ya no estamos contentos con esta falsa democracia y salimos a las calles, desde internet a pedir democracia real ya.

Se ha llegado a este punto en el que una crisis económica nos lleva a toda una generación, y a nivel global, a vivir en peores condiciones que nuestros progenitores y a tener unas expectativas, futuro y sueños recortados y recortables. Es esta crisis, esta estafa absoluta y salvaje lo que nos ha sacado a la calle y lo que nos tiene en pie de lucha y aumentando el número. No hay nada que celebrar, señores. Esta Constitución no vale. NO valdría en una situación económica y social de paz, mucho menos en un momento de indignación y toma de las riendas por parte de los ciudadanos, ante la total inoperancia y mayor sinvergoncería de la clase dirigente y el poder económico y financiero, decididos a sangrar más a las clases medias (realmente siempre hemos sido clases oprimidas) y bajas para mantener sus privilegios.

Las soluciones anti crisis se ponen de manera democrática. No soluciones capitalistas, porque recordemos el capitalismo, el egoísmo y la falta de ética y política nos ha llevado aquí. Medidas como la nacionalización de la banca, una reforma fiscal, el salario mínimo o la pensión mínima, o que se paralicen los procesos en los que la gente pierde sus viviendas siempre que demuestren que no tienen ingresos. Todas esas medidas se pueden hacer con la constitución en la mano.

La Constitución que hoy se celebra, que ampara una transición, son ambas, constitución y transición una estafa. Cada día se cumplen artículos enteros como el 31 sobre la progresividad de la fiscalidad, el de los convenios colectivos… Todo el Título VII sobre economía y hacienda es algo que se incumple totalmente, el tema de la herencia a la corona, el de la adhesión a la Comunidad Europea, lo de la OTAN… Y eso sin entrar en la adhesión trasnochada, con alevosía y agosticidad de la carta magna, se supone garante de las libertades, derechos y deberes de la ciudadanía, al neoliberalismo recalcitrante, sin ni siquiera preguntar al pueblo. El tope de gasto o el escudo antimisiles, han acabado por separar al psoe de sus bases, pero más aún, a una ciudadanía del siglo XXI de un libro que no dice nada.

De entre las cosas a cambiar, o cuando menos a debatir, esta el tema de la monarquía. Aquí se puso un rey, al que se le permite todo, sanidad y educación, gratuitas y sin ningún tipo de limite ni ideológico ni económico, como base de la igualdad y del progreso y crecimiento de la sociedad, son algunos de los retos, de los ataques que sufre el pueblo a través de sus falsos representantes, que en realidad son marionetas de un sistema caprichoso, arbitrario, llamado capitalismo, y que sólo sirve para mantener al 90% de la población oprimida, y a un 10% viviendo lujosamente. Se va a acabar.

Es hora de que la ciudadanía coja su destino, y nos ganemos la democracia. La real y viva, no la que tenemos y que hoy al encender el televisor las mismas caras con los mismos discursos se encargan de celebrar. Esta democracia, que hoy nos aplasta, no nos representa, es anticuada y falaz, y es en este momento es en el que el pueblo español tiene que dejarla de lado, por regalada, y ganarse una democracia plena, que garantice una serie de derechos, libertades y déberes, que día tras día, en Hispanistán, son meados.

jueves, 24 de noviembre de 2011

El urbanismo político


No he podido menos que postear este artículo del escritor Luisgé Martín en el que utilizando la arquitectura como símil y con una precisión que sólo da la experiencia y el tener los ojos abiertos ante la sociedad que ante uno se presenta. La lucidez, claridad y el análisis exacto son de una precisión quirúrgica sublime. Disfrutadlo y reflexionar.





El Flatiron es uno de los edificios más célebres del mundo. Se encuentra en Nueva York, en la confluencia de la Quinta Avenida con Broadway, y fue terminado de construir en 1902. Le debe la fama a su forma de planta triangular, que, si se mira con una determinada perspectiva, hace concebir el efecto óptico de que es un simple muro con ventanas. El empresario George Fuller compró el solar y le encargó la construcción al arquitecto Daniel Burnham. Si a Burnham le hubieran dado una finca grande y vacía habría hecho sin duda otro edificio, seguramente más cómodo y funcional para quienes fueran a ocuparlo. Pero aquello era Nueva York y ese cruce unía dos avenidas privilegiadas, una de ellas oblicua. Todo el genio arquitectónico de Burnham debía expresarse en las dimensiones de ese espacio. Debía adaptarse a ese espacio.

Que un país como España cargue todas las culpas en su clase política es más que siniestro y sainetero
El urbanismo es siempre así: se construye partiendo de la ciudad preexistente. En política es exactamente igual: se construye siempre sobre lo que existe, no hay otra posibilidad. Pero una buena parte de la izquierda orgánica y social parece empeñada en ignorarlo, a pesar de que incluso el padre Marx lo dejó escrito: "Los seres humanos hacen su propia historia, aunque bajo circunstancias influidas por el pasado". Es decir, si tienes un solar triangular en el esquinazo de la Quinta con Broadway puedes construir el Flatiron u otro edificio de planta triangular, más alto o más bajo, con cornisas o sin ellas, pero no puedes construir el Empire State.

El fundamento de cualquier acción política ha de ser el conocimiento minucioso del solar que se posee. No debe resultar extraño, por eso, que partidos de la misma familia ideológica establezcan discursos y prioridades completamente distintos en países que también lo son. La izquierda norteamericana puede hacer bandera de su lucha por la sanidad pública, dado que hay 50 millones de estadounidenses sin seguro médico, pero sería absurdo que hiciera lo mismo el partido laborista de Noruega, donde toda la población, sea cual sea su adscripción política, suscribe la cobertura sanitaria universal como uno de los derechos sociales irrenunciables. En ese sentido, y estirando la paradoja, muchos estadounidenses de izquierdas estarían felices de ser gobernados por el partido conservador noruego.

La pregunta que cabe hacerse ahora es si conocen bien los españoles de izquierdas el solar que hay disponible para edificar. O en otras palabras: en qué medida han castigado al PSOE por lo que ha hecho deliberadamente y en qué medida por loque ha hecho ineludiblemente. Es evidente que los votantes de este espacio ideológico rechazan con indignación la preeminencia de los mercados sobre la política, pero ninguno de ellos ignora -sin mala fe o sin analfabetismo económico- que dar la espalda abiertamente a esos mercados habría supuesto entrar en quiebra y atravesar un desierto aún más árido que el que estamos cruzando. Esos votantes rechazan también el capitalismo basado en la especulación y en el beneficio rápido, que consiente los paraísos fiscales y otorga un poder sobrehumano a los directivos de las grandes empresas, pero saben bien que esos problemas desbordan el ámbito nacional y no pueden ser afrontados en solitario.

Una solución a todos estos desmanes del mundo sería abandonar el euro y la Unión Europea y convertir a España en un reino casi medieval, con contactos comerciales restringidos, como si, hartos de solares estrechos y deformes, decidiéramos irnos a la selva y construir una ciudad nueva al estilo de Brasilia. No parece, sin embargo, que esta opción cuente con el apoyo de muchos españoles, teniendo en cuenta que ni siquiera los seguidores del 15-M proponen asaltar el Palacio de Invierno, sino únicamente refundar el sistema para que permita a todos los ciudadanos encontrar un trabajo digno y desarrollar un proyecto de vida decoroso. Esta es la causa más probable de que un 22% de los votos que pierde el PSOE se vayan a la abstención y solo un 17% a IU, que sigue defendiendo un inédito modelo anticapitalista en el que no creen ni siquiera muchos de sus simpatizantes. Los votantes trasvasados, así, parecen dar su apoyo a la coalición en el convencimiento de que no tendrá nunca posibilidades reales de gobernar, pero sí de amarrar al PSOE a la izquierda.

Siempre hay que pedir cuentas políticas por lo que pudo ser hecho y no se hizo, no por las ensoñaciones de un mundo justo. Oponerse a una realidad que tiene alternativas es rebeldía; oponerse a una que no las tiene es simplemente inmadurez. Ya se ha dicho muchas veces que gobernar no es tener la capacidad de imaginar una sociedad perfecta, como hacen los adanistas, sino tomar decisiones concretas en circunstancias históricas concretas. Joseph Brodsky lo describió con humor: "La vida, tal y como es realmente, no consiste en una batalla entre el Bien y el Mal, sino entre el Mal y el Peor". Podemos llamar a esto pragmatismo o realpolitik, pero es solo urbanismo: en un solar triangular puede levantarse exclusivamente un edificio de planta triangular.

No es solo importante el solar, sino también los materiales de construcción con que se cuenta. La calidad del hormigón, la firmeza de las vigas y la solidez de los cimientos. Y a este respecto, hay un mensaje electoral en el que han coincidido todos los partidos nacionales, desde el PP hasta IU: España es un gran país, dinámico, imaginativo, laborioso y capaz. Yo miro a mi alrededor y no encuentro ese país por ningún lado. Encuentro un país ruidoso, gritón y bastante beato. Un país con una sociedad civil anémica y una capacidad asociativa lastimosa. Un país insolidario en el que muchos de sus ciudadanos defraudan a la Hacienda pública, creando una de las mayores bolsas de fraude europeas. Un país en el que los medios de comunicación son charangueros y sectarios. En el que la casta intelectual y artística languidece con mediocridad. En el que la clase empresarial no innova demasiado, prefiriendo el ladrillo a la tecnología. En el que la profesionalidad laboral, que nunca fue modélica, se deteriora gravemente, volviendo a los tiempos de la pandereta y la chapuza. Un país, en fin, que no es Alemania ni Noruega ni Francia.

Que un país así le cargue todas sus culpas a la clase política que lo gobierna no solo es siniestro y sainetero, sino que conduce al peor escenario para la izquierda: la negación de las lacras que deben ser corregidas. Si la única regeneración de la que hablamos es política, y no social, tendremos garantizado el fracaso de todos, pero sobre todo el de aquellos que aún confían en cambiar poco a poco el mundo. Porque para lograr que el Flatirion sea hoy ese edificio hermoso y fascinante que los turistas fotografían en Nueva York, fue necesario antes que el arquitecto tuviera claro cuáles eran el perímetro de su terreno y las limitaciones de su obra.
Luisgé Martín es escritor, autor entre otros libros de Las manos cortadas.

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lunes, 21 de noviembre de 2011

Dicen que ayer hubo elecciones

Una pequeña reflexión de las elecciones de ayer. La primera, y para mi la más importante. Casi 10 millones de abstentes, una opción que más allá de los "a-políticos" que ni sienten ni padecen, nos dejan una cifra, en torno a los 3 millones (7 fueron los millones de abstentes en las elecciones generales de 2008) de gente que ha seguido al 15M en estas elecciones. Las otras opciones se cernían a IU, Izquierda Anticapitalista y Equo. Pero no equivocarse. Lo de ayer son unas elecciones justas como tales, pese a casos indignantes y molestos, y el resultado ha de respetarse. Pero no fue una gran jornada para la democracia, que digamos, en el que a la tercera tentativa, Rajoy llega a la Moncloa, no porque su labor en la oposición haya sido certera y acertada, sino más bien por los errores de Zapatero y el PSOE. Es decir, ayer supuso una gran victoria de la derecha, sobretodo motivada por el cataclismo de la socialdemocracia europea, la especulación y la corrupción del capitalismo. De los 4 millones de votos perdidos por el PSOE, IU sólo pudo rascar 700.000 (lo que curiosamente y por tan escasa cifra le lleva a formar grupo parlamentario más o menos numeroso). Mientras el voto de los ciudadanos no sea igual, tanto en su opción política tomada, como en la circunscripción o provincia en la que es ejecutada, las elecciones en este país tendrán un problema.


Viendo el recuento de ayer, nadie puede decir que en este país, aparte de la estafa que llaman crisis económica, también existe un problema (y muy grave) de representación y confianza en el sistema democrático de este país, y a parte de la manida crisis y evitar el desmonte del estado de bienestar y de los derechos que como trabajadores (y ciudadanos) nuestros padres, abuelos y bisabuelos consiguieron el siglo pasado, no menos importante, sino capital, resulta la regeneración democrática, total y absoluta, tanto en personas, ideas como administraciones y sistémica, de la democracia española. El ejemplo islandés es más que valido, necesario y trascendente.

La segunda: Con menos votos que Zapatero en 2008, Rajoy disfrutará de una mayoría absolutísima. Esto quiere decir que el PSOE ha perdido 4 millones y medio de votos, y el PP sólo ha sido capaz de arañar 500.000 votos. Es decir, el PPSOE, el bipartidismo ha perdido 4 millones de votos. Eso nos lleva a tres cosas claras: La primera que es una elección democrática, y como tal es respetable. La segunda que no es un cheque en blanco para desmontar el estado de bienestar español, y aplicar más neoliberalismo egoísta y clasista a la sociedad española. Y la tercera, heredera de la anterior, que hay mucha gente, molesta y que seguimos indignados, incluso ya cabreados. Los cambios en este país ya son imprescindibles y se van a seguir exigiendo como no podía ser de otra manera.

Que la derecha de este país no vota, sino que ficha, y no sufre una dispersión de votos en partidos de su espectro ideológico, que si que sufre la izquierda, ya se ha hablado. Por las cenizas del PSOE pasamos del bipartidismo al monopartidismo, en el que el PP concentra la mayoría absoluta en el gobierno central, la práctica totalidad de las CC.AA e infinidad de ay-untamientos. No habrá oposición, más que la que se planteé desde el 15M y desde las calles, además de voces muy necesarias en nuestra política, como las de IU o Equo. La otra oposición, la tiene Rajoy y sus "insidiash", envenenada en la hija de puta de Esperanza Aguirre y en Angela Merkel, que como buena conservadora y neoliberal, va a lo suyo.

En el caso del PSOE, el gran error de Zp estuvo en que quizo hacer políticas progresistas en el gasto público, sin hacer políticas progresistas en la recaudación, es decir, no se hizo la necesaria y justa política retributiva progresiva (y progresista) para que los ricos pagasen más. Si a eso le sumamos su giro al neoliberalismo desde mayo de 2010, tornaba como inevitable lo sucedido ayer. Muchos creemos que Rubalcaba sacrifico su cuerpo político, una vez más, para no quemar a uno de los jóvenes candidatos socialistas.

Comentando un poco el resto de resultados dos pequeñas reflexiones. Una, que volveremos a sufrir el chantaje de la burguesia catalana y vasca en el parlamento. Sobretodo de los primeros, que se llenan la boca con la independencia para seguir viviendo muy bien, maximizando y pervirtiendo la ley, y seguir obteniendo jugosos réditos a costa de las otras opciones políticas en Cataluña y de la convivencia y solidaridad entre comunidades Estos tios de CIU no quieren la Independencia de Cataluña, eso les acabaría con el chollo y les haría trabajar para conseguir cosas y solventar los problemas de Cataluña, y sobretodo, se les acabaría la excusa que emplean para denigrar a los pobres allí. Es muy triste que en el siglo XXI valores como nacionalismo o la patria, sea cual sea, siga atrayendo tantos votos.

Dos, del resultado de Amaur no me molesta como dice, falsamente, los mass media de la ultraderecha, "que ETA entre en el parlamento" (no es por nada, pero con proceso de paz por medio, no esta de más), sino me molesta, igual que los resultados sobretodo de CIU, que con tan "pocos" votos obtengan tal resultado en número de escaños. Por qué cojones, si las elecciones son generales, el recuento no es nacional, en vez de local, provincial o autonómico. Y más cuando existe un Senado. Aunque ya sabemos lo inútil que es, o mejor dicho para lo que sirve el Senado. Ni siquiera dejan, que se yo, un número de 50 o 60 diputados de libre suscripción para paliar estas injusticias electorales. Pero claro es un arma gloriosa del bipartidismo.

Evidentemente las instituciones y el sistema por el que llegar a ellas (Ley d'hont y suscripciones de carácter provincial) fomentan la desigualdad, la desproporción en los resultados electorales, y que efectivamente, no todos los votos valgan lo mismo. Esa es la primera piedra de la reforma total y absoluta que necesita y requiere la democracia en España (también en Europa).

Aquí ya sabemos que el Borbón fue puesto a dedo por el dictador. La constitución se gestó bajo amenaza de ruido de sables. Y el sistema de representación está diseñado para favorecer el bipartidismo y mantener el negocio de los partidos nacionalistas. El 20N no es el fin del 15M, sino un punto de inflexión. El bipartidismo y el sistema político (y social, con todo lo que conmueva la clase política española) han sido puestos en tela de jucio, primero por el 15M, y ahora ya van a ser probados en total y absoluta trascendencia.

Cada paso recortando, denigrando libertades, coartando, usando la violencia, apretando la tuerca del neoliberalismo exarcebado, depredador y egoísta es una muesca más en el rodillo que mata la transición española, y de ahí van a surgir un nuevo sistema, en el que los ciudadanos tomen el testigo, la palabra y entre todos se pueda construir un país más justo, democrático y libre. En definitiva, auguro una legislatura "corta" y caliente, el momento en que España, definitivamente madure, gracias a que este país empezarán a tomar decisiones ciudadanos y políticos que no conocieron la dictadura, y que saben qué democracia quieren.


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viernes, 18 de noviembre de 2011

Razones para no votar ni al PP ni al PSOE


El bipartidismo es una forma de gobierno caracterizada por la alternancia de dos grandes partidos. El caso más acentuado es sin duda EEUU, donde demócratas y republicanos se turnan en el poder cada cierto tiempo sin que exista otra alternativa y donde la abstención ha llegado al 50%. El bipartidismo típico de los países europeos se basa en la aparente oposición izquierda/derecha, pero las políticas económicas de progresistas y conservadores durante los últimos treinta años han estado dirigidas a fomentar la desregulación de las finanzas, reducir la presión impositiva sobre los que más tienen y precarizar las condiciones de trabajo. España es un claro ejemplo de bipartidismo: Partido Popular y Partido Socialista se alternan en el gobierno pero se apoyan para sacar adelante lo que llaman “políticas de Estado”.

Cuando acaba un ciclo político cambia el partido en el poder, pero siempre están de acuerdo en determinadas cuestiones que afectan sobremanera a los ciudadanos. En los últimos años, PP y PSOE se han entendido en cuestiones claves: la ley Sinde contra el intercambio de archivos en internet; la ley 15/1997 que autoriza la participación de empresas privadas en la gestión del sistema sanitario; las leyes de extranjería que dejan sin derechos de ciudadanía a miles de personas; la falta de voluntad  de ambos partidos —por no hablar de la connivencia directa— para perseguir la corrupción; la reforma de la ley de cajas para poder convertirlas en bancos; el cierre en falso de la subcomisión sobre la reforma electoral; la votación conjunta contra la dación en pago, una solución que haría desaparecer la deuda hipotecaria después de entregar las llaves de la vivienda al banco; y la reforma constitucional express aprobada el septiembre pasado sin referéndum.

Si echamos un vistazo a los años de “bonanza” previos a la crisis, podemos constatar la coincidencia de ambos partidos en las políticas económicas. Y lo que es más importante, descubrimos que el desequilibrio social y económico palpable desde el pinchazo de la burbuja, es una tendencia que comenzó durante los años del boom inmobiliario.

Entre 1994 y 2006 el salario medio perdió un 2,4% de poder adquisitivo y la deuda de las familias creció seis veces (225%) más rápido que sus rentas disponibles (39%). En contraste, entre 2002 y 2005, años en los que gobernaron tanto el PP como el PSOE, el segmento del 10 % más rico de la población incrementó su patrimonio cerca de un 50 %. En el año 2005, en plena fiesta del ladrillo, las empresas que más ganaron en bolsa fueron las cinco líderes del sector constructor-inmobiliario.

La crisis ha traído un nuevo consenso entre PP y PSOE, ambos sitúan el problema de la economía española en el déficit público, la deuda de las familias y el mercado laboral. El debate electoral versa sobre quién recortará menos, pero ninguno de los grandes partidos ha cuestionado la necesidad de ajustes. Tampoco hemos escuchado cómo van a reducir las cifras de paro y las tasas de temporalidad en el empleo, ambas de las más altas de la Unión Europea gracias a las sucesivas reformas laboral promulgadas por el rodillo bipartidista.

En relación a la necesidad imperiosa de recortes sociales, es necesario indicar que España es el país de Europa que menos gasta en bienestar social por habitante. Este dato es más llamativo si tenemos en cuenta que el tipo máximo impositivo ha bajado 13 puntos entre 1995 y 2010, la mayor bajada de la Unión Europea. La concentración de riqueza es una de las más marcadas de la OCDE: el 10% de población posee el 58% de la propiedad y el 1% con mayor renta es dueña del 18% de la propiedad.

Sobre el problema de acceso a la vivienda, nada de un plan de alquiler social, ni dación en pago para acabar con la deuda de las familias. Según los últimos datos, en estos momentos hay 300 desahucios al día y en los próximos dos años se espera que la cifra aumente hasta los 500 diarios. Los bancos españoles verán incrementado su ya enorme patrimonio inmobiliario y muchas familias quedarán endeudadas de por vida.
Los que siguen ganando con la crisis no sufren ningún recorte. Los bancos españoles son propietarios del 52% de la deuda española. Su negocio es sencillo: reciben préstamos del Banco Central Europeo al 1% de interés, y después compran bonos públicos del Estado español que les reportan una rentabilidad en torno al 6%. No es de extrañar que algunos ciudadanos hayan decidido votar directamente en sucursales bancarias.

Si todavía estás dudando entre las dos opciones mayoritarias, si eres de los que crees que el PP creará empleo, si eres de los que opta por el mal menor, si sientes el deber de votar al PSOE por miedo a la derecha, si confías en el cambio que traerá el PP… esperamos que este artículo consiga cambiar tu opinión. Una cosa es segura, la crisis es una estafa, como ya lo venía siendo el boom inmobiliario. Nosotros no votaremos a quien nos engaña. Nosotros confiamos en la gente que tampoco lo hará, personas de abajo que seguirán con ganas de cambiar las cosas el día después de las elecciones.

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martes, 15 de noviembre de 2011

Una racha histórica





La semana pasada para el equipo de baloncesto femenino del Perfumerías Avenida de Salamanca, actual campeón de Europa y de Liga, se dibujaba como clave, importante y que debía de servir como listón y guía de por donde anda el equipo este año. Hasta el lunes pasado, lo hecho hasta el momento ya resulta histórico, con un comienzo inmaculado, que ha servido para conseguir al calor de Würzburg y la Marea Azul, inasequible al desaliento afición salmantina, las dos supercopas, de Europa y España, venciendo respectivamente a las israelíes del Eliztur Ramla, y al Rivas Ecópolis. Además la marcha por la liga europea, transcurría con un 4-0, y con un 6-0 en la liga doméstica, con muchos partidos apabullando al rival, en base a brillantez, acierto e intensidad, y en otros con un juego más atascado, con la experiencia (de eso, van sobradas) y el tesón suficiente para sacar los partidos adelante.

Lo cierto es que los dos envites, además lejos de "la catedral del baloncesto femenino en España", el pabellón de Würzburg ponían exigencia máxima ante dos equipos, quizás no máximos favoritos en la respectiva competición para el cetro final, pero a los que ganar en su pinta se antojaba complicado y díficil. Pero este equipo sorprende. Esta formado por personas, amantes del deporte, de la competitividad. Y no temen al más díficil todavía. El maratoniano viaje para llegar a Orenburg, en la frontera con Kazahistan, y el frío extremo que recibió a la expedición salmantina, no se tornaron más allá de anecdótas y no supusieron ningún problema para lograr el 5-0 en la Euroliga al doblegar al Nadezha Orenburg, en un partido, uno más, en las que las charras demostraron que con intensidad, empuje y ese baloncesto sencillo y a la vez dinámico y espectacular al que estamos acostumbrado, con el que consiguen que cualquier rival se vuelva pequeño ante ellas,  y pese a algunos problemillas para cerrar el partido ante la categoría de las Verameyenka, Katie Douglas o Brunson, Avenida venció  (65-69). Como ejemplo ilustrativo, decir que la defensa salmantina dejo a a la MVP del último europeo, Danilochkina, sin anotar.

Vuelta a España, desandar el camino, mismo maratón pero a la inversa, para llegar en la noche del jueves a Madrid, y morar en Rivas durante dos días antes del partido con las madrileñas. Entrenamiento el viernes (de agradecer el gesto de Rivas permitiendo al equipo utilizar las instalaciones) y visita de la Tv pública que quería hacerse eco de la increíble racha salmantina. Y el sábado por la mañana, el partido. Y otra exhibición de concentración, y esa palabra que me viene a la cabeza cuando pienso en el Perfumerías Avenida de Lucas Mondelo: INTENSIDAD.

En una primera mitad para enmarcar. Avenida despliega multitud de recursos ante el Campeón de Copa (mermado por las bajas de Valdemoro y Sliskovic), tanto adelante como atrás y asi dejar el partido sentenciado al descanso (20-41). El empuje de Jones, Carson o Dublijevic solo sirve para maquillar el resultado, puesto que la victoria nunca corrió peligro de no venirse para Salamanca, para regocijo de la Marea Azul, desplazada en masa a cualquier desplazamiento del equipo por España, e incluso Europa. Resultado final 63-78 y victoria consecutiva número 37.

Y si, léis bien. Digo 37. Perfumerías Avenida de Salamanca, lleva 37 partidos oficiales consecutivos sin perder. Una racha iniciada tras perder en semifinales de Copa ante el equipo ripeño el 8 de enero, que duró toda la temporada pasada hasta conquistar liga femenina, y el subidón de la Euroliga, dejando tardes y noches gloriosas y épicas, y lanzando a las calles a una afición entregada que necesitaba ya de estos éxitos y de la recompensa mayúscula de un título europeo. Racha que como decía antes ha continuado durante lo que llevamos de esta.


37 partidos sin perder, son un hito en el baloncesto femenino europeo y en el deporte español. Ni el Barça de Guardiola, ni el Athletic o la Real históricos de los 80, ni el madrid de la Quinta del Buitre. Ni el Barça de Xavi Pascual en ACB, ni el de balonmano de Valero Rivera. Ni los Lakers de Chamberlain (record NBA con 33 victorias seguidas). Sólo supera esta racha los 87 partidos que la Universidad de Connecticut, las Huskies, estuvieron imbatidas entre los años 1971 y 1975.

El orgullo con el que sentimos toda la afición de Avenida, este momento, esta racha es inmenso. Nos hemos acostumbrado a un baloncesto de muchísimos kilates. Lucas Mondelo, con la ayuda de Alberto Miranda como segundo y el resto del cuerpo técnico son los artífices. Un baloncesto de máxima implicación y compromiso. Presión en líneas de pase, ayudas colectivas hasta la extenuación que hacen un uso de la plantilla total y racional en la que todas aportan. Y en ataque un juego rapido y sencillo, baloncesto de cortes y apariciones, movimiento, pasar y jugar. Buscar la ventaja y mucha confianza en cada jugadora, con sistemas para que toda jugadora se sienta importante.

Es Mondelo el genio creador y motivador de este equipo. Jugando entre dos vertientes, por un lado "no dejando pasar ni una" máximo exigente para garantizar la máxima intensidad; y por otro, manteniendo un espíritu de cordialidad y buen rollo, no exento de profesionalidad que hacen que tod@s se sientan a gusto y por supuesto importantes. Ese es el secreto para que un equipo, que de un año a otro sólo pueda continuar con 3 jugadoras de las 12 con las que ganaron todo, y que sigan ganando, sin una transición nada brusca, lo necesario para mantener la costumbre para ganar. No todos los equipos, ni todos los directivos, ni todos los entrenadores son capaces de seguir compitiendo, y menos ganando, despúes de las bajas que ha tenido Avenida, además de convertirse en el rival a batir por sus éxitos del año anterior. Pero en los despachos el tandém Recio y Méndez ha vuelto a funcionar para traer viejos sueños, como una motivada Marta Fernández, o hasta el momento más desafortunada Vadja; jugadoras reconocidas y profesionales con mayúsculas como Antoja, Luci Pascua, Feaster, o jóvenes talentos como Freixanet. Y una americana Dewana Bonner, que pese a la polémica inicial, ha demostrado estar comprometida y confirmar también la tremenda clase que tiene.

Junto a las nuevas, las ya veteranas que ayudan, ¡y de qué manera! a la convivencia y a la transición de un equipo con Lyttle, Montañana, de Mont, Snell, Torrens o Silvia Domínguez a otro distinto, pero que siga acumulando éxitos. Hablamos en primer lugar de la capitana y veterana, Isa Sánchez, peazo de profesional, es la guía en persona por el club y ciudad, de las nuevas, extremando el buen ambiente, y convirtiendo el equipo en un grupo humano unido, genuino y con un mismo objetivo, sin perder esa esencia de equipo profesional deportivo. Su casta y tesón, y ese esfuerzo cuando ya parecía desahuciada para convertirse en imprescindible y hacernos a todos los aficionados en imprescindibles para ella, no tienen precio. Recuerdo que no fue un fichaje bienvenido por mi parte, pero nunca me ha resultado tan grato comerme unas palabras, con el recuerdo de la simpatía, coraje y la clase de la andaluza.

Continúa también la pivot brasileña Erika de Souza que había dejado hace mucho tiempo, y bien claro su compromiso y deseo por estar en Salamanca, y que ya con un año de experiencia lo ha refrendado con sus actos. Sin parar de jugar (temporada europea, WNBA hasta la final, Panamericanos) ya esta de vuelta y reforzando mucho más el equipo.

Y por último, y no menos importante, la tercera que continúa. Marta Xargay. O lo que es lo mismo futuro. Es la palabra que la define. El epíteto sería: El cielo es su el límite. Físico de 2-3, poderosa y profesional máxima a partes iguales. A unas condiciones genuinas buenas para la defensa y el tiro, le ha seguido una evolución salvaje durante los dos últimos años. Es una defensora excelsa, capaz de secar a cualquiera, asfixiar a cualquier base jugando a toda cancha y de no sufrir ante jugadoras más grandes o expertas. Ha mejorado su tiro (gracias a una mejora en la mecánica) y donde la evolución ha sido más notable ha sido en su lectura y juego como base, mejorando desde su dribbling de avance, hasta su lectura de la defensa rival, o de la ventaja del ataque, sabiendo encontrar sus tiros y también a sus compañeras. Una auténtica crack que me hace ilusionar y mucho, no sólo con Avenida, sino también con la selección nacional, donde ya es innegable e irrenunciable el paso de testigo de la vieja guardia a todas estas chicas que se han hartado a ganar campeonatos de formación.

Este es el Avenida de las 37 victorias. Las grandes tardes y noches de victorias en la Final Four; el partido con el Spartak en Wurzbug, con el Wisla en la eliminatoria de Euroliga, los playoffs de liga española, con ese partido de semis, levantado por el público... Eso ya no nos lo quita nadie. Un equipo en su expresión más certera. Pura profesionalidad en todos los estamentos del club en el deporte del siglo XXI, y en una ciudad pequeña, alejada de los centros económicos, y en una disciplina, el baloncesto femenino, comunmente ignorada por los medios y anunciantes. Esta es la crónica de un sueño, de una ilusión hechas realidad, para alegría y entusiasmo de una afición, de una ciudad y de unos protagonistas, verdaderos héroes y heroínas de una gesta histórica y que esperemos se ampliando el autonúmerico de los partidos de Avenida durante mucho tiempo.

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