Imagen tomada de ultimahoranoticas.es
Ayer decenas de miles de personas, bajo el manifiesto de Democracia Real Ya!, se manifestaron en cincuenta ciudades de España, siendo Madrid la más multitudinaria, en contra de la degradación democrática. Otra cosa es que quizas no te lo creas porque probablemente no lo hayas visto en los informativos. Pero ocurrió, créeme, y aquí tienes la crónica de The Washington Post como prueba.
Fue una concentración nacida y difundida en blogs y redes sociales. Durante varias semanas fue lo más comentado y discutido en Twitter, pero ningún medio de comunicación se hizo eco de ello. Parece que las cyber protestas sólo son de interés para el lector español cuando se producen en África.
Al final, quizá por culpa de la cobertura de The Washington Post, los diarios españoles acabaron reflejando las manifestaciones en sus páginas. El País, que fuera diario independiente de la mañana antes de ser diario global en español, incluso lo colocó en portada, justo debajo de la mamada frustrada del FMI. Es díficl pensar en que mundo vive la RTVE pública que ni siquiera en su magazine estrella, España Directo, dió el directo de lo que estaba sucediendo. Una revolución en las calles de Hispanistán, como las de Túnez, Libia o Egipto, pero aquí contra un sistema del que los medios de comunicación claro esta que son cómplices interesados. La historia más o menos debe de funcionar así: Mientras aquí se pueden ver las manifestaciones en los países árabes y ellos las tienen censuradas; las movilizaciones en España se pueden ver en el Magreb, pero aquí son silenciadas. Sin entrar a valorar que muchas de las fotos con las que adornan sus crónicas, tienen dueño y el que estén en Twiter o Facebook (por cierto, la red social que esta limpiando cada actualización que se hace o linka del acontecimiento), no implica que un medio de comunicación con interés ecónomicos (publicidad) la haga suya sin ni siquiera pedir permiso. Pero volviendo a la TV pública, era mejor sin duda retransmitir una casa que se cae, las comuniones, quizás alguna que otra fiesta popular o como se prepara un guiso de champiñones con presa de cerdo ibérico. Lamentable que funcione un sistema que mantiene los marcadores al minuto de los partidos de fútbol, pero que fuera imposible estar al tanto de lo que sucedía en el resto de ciudades. Increíble que una manifestación de gente, de ciudadanos cabreados y ninguneados, lo fueran también en los medios y sobretodo en los que pagamos todos. Una vez más, lamentable.
Los medios ubicados más a la derecha vieron en las concentraciones la abortista y atea mano de la extrema izquierda, esa panda de depravados que lo mismo votan a los Verdes que a los antitaurinos, enemigos de España, de Cristo y de la familia como Dios manda.
Con la corrupción campando a sus anchas, sin transparencia, sin listas abiertas. Con paro, servicios sociales denigrados y desmontándose como si fueran los culpables, o los fueramos nosotros, clase obrera, de la situación. Continúas nacionalizaciones. Un Plan Bolonia que estrangula la educación pública superior, un ejemplo más de la compromisos electorales inclumplidos, que me hacen afirmar seguro y rotundo que ayer os votamos confiados, pero ahora y en adelante, ya no me engañareis. Sin laicismo y sin acofesionalidad del estado siquiera, los impuestos del pueblo pagan los lujos de la clase política, los banqueros y los empresarios inconscientes que hipotecan el futuro de todo un país por especular con lo básico. Viven los borbones y la retrógrada iglesia mientras se permiten dictar sentencias y moralidades vacías, interviniendo en la vida pública del país en materías en las que no tienen ni voz, ni palabra. La justicia politizada y convertida en un lujo, no en un servicio, y en el que el malechor obtiene tan fácil premio. Mentiras y chulería. No más mafia. Ya está aquí la ciudadanía movilizada. Es nuestra hora. La movilización ha empezado y habrá huelgas y palos. No es un camino fácil pero es el inevitable, el justo y social, pero sobretodo el humano. Es un paso para construir un mundo mejor donde las mentiras globales se destierren, la justicia no sea algo tan arcaico y la paz tan de quita y pon.
Y yo he estado por supuesto, en la concentración de Salamanca. Allí había gente de plataformas ecologistas y de plataformas contra el racismo, republicanos, niños, jóvenes no tan jóvenes, estudiantes, becarios, trabajadores con trabajo y trabajadores en paro, había autónomos, fotógrafos aficionados, camareros, informáticos, mecánicos y escritores, sindicalistas, feministas, republicanos, los de Anonymus, independentistas, perroflautas y pijoprogres. Sin banderas ni pancartas, solo personas que sentimos que la democracia española se desangra, violada y humillada, por nuestros representantes políticos y los grupos mediáticos que les ríen las gracias. Empezó a las 6 de la tarde en la Plaza de los Bandos. Y allí primera demostración de quienes defienden la libertad y la democracia: Desde la carpa del PP (¿quién la pagará?) intentaron boicotear nuestro acto subiendo a todo volumen su asquerosa melodía justo cuando se comenzaba con la lectura del comunicado de las plataformas convocantes. Una vergüenza. Para quemarles el chiringuito. ¿Esta es la democracia que quieren? ¿esto es lo que nos venden? Atajo de sinvergüenzas.
Continuó la marcha (Calle Zamora, Avda. de Mirat, Plaza España, Gran Vía para acabar en la mal llamada Plaza de la Constitución). Y si, me sorprendí. Y muchos también. Porque no esta mal que en una ciudad de tan racio carácter, costumbres y acostumbrada a la sempiterna derecha, que 2000 personas aproximadamente, nos reunieramos para cantarle las 40 a este sistema es más que un buen comienzo. Seguro que algún policia, llamo a central, pidiendo refuezos, -"Oye que dijisteis que serían 40 o así, y aquí ya hay por lo menos 400"... La marcha de carácter reivindicativo y también festivo, no tuvo ningún conato de violencia, más allá del ya reseñado por la provocación pepera. Los lemas erán y son claros:
"Si somos el fúturo, por qué nos dais por culo"
"PP y PSOE la misma mierda son"
"No hay pan para tanto chorizo"
"Bipartidismo = Dictadura"
"Me sobra mes para llegar a fin de sueldo"
"Qué pasa, Qué no tenemos casa"
"Queremos un pisito, como el del principito"
"Menos bodas reales, más gastos sociales"
"Aquí está, este es. El estado de Malestar"
"Qué no, Qué no. Qué no nos representan"
"Con este sistema vamos de culo"
"Si seguís así os hacemos la islandesa"
"No nos mirés, ¡Únete!"
"Te están robando y te quedas sentado"
Lo que ocurrió ayer en 50 ciudades españolas puede ser una anécdota, pero también, vete tú a saber, puede ser el principio de algo. A lo mejor es que a esta joven democracia por fin le empiezan a salir los dientes de leche. Y con ellos la capacidad crítica, el carácter y el punto de mala hostia, para quejarse, molestarse, indignarse y rebelarse. No dejar que nos sodomicen con dormidera, le pongan el yugo a la mayoria de la población para que los de siempre sigan controlando el tinglado.
Todos estamos reunidos, con nuestras diferencias y distintas ideologías. Pero unidos por un sentimiento de rebelión alimentado por una crisis, que no es una crisis, es una estafa a nivel mundial en el que el rescate de países es un negocio redondo, y donde los culpables no sólo han salido directos a prisión, sino que se reparten bonus multimillonarios, pagados con las pensiones, las becas, la sanidad y la educación pública, derechos todos que deberían garantizarse, pero que sólo han servido para ser vilipendiados, arruinando la vida a millones de familias, destrozando los sueños de generaciones enteras. Había banderas, afiliaciones y creencias diversas, pero no había ni mucho menos división. Las decenas de miles de personas que ayer salimos a la calle somos completamente distintas entre nosotras. Pero nos une algo. No les vamos a votar. Ya no.
El próximo domingo la mayor parte de los españoles votará con la nariz tapada al PSOE, al PP, a CiU o al PNV, las siglas de la degradación. Votarles, eso pensamos muchos, supone avalar la corrupción, la codicia, la sumisión a las corporaciones y la mordaza a la libertad de expresión. Pero ojo. No quiere decir esto que la lucha acabe. Todo lo contrario. Las generaciones mejor preparadas de este país, no nos vamos a callar, por que nuestro peso electoral sea escaso o menor al del resto de población, cuya capacidad intelectual y cultural practicamente debería de prohibirles firmar un contrato de telefonía. NO. No podemos dejar que nos ningunen, que se salten cualquier ética y moral, con unos votos que valen más que otros. Esto se ha acabado ya. Las reformas, profundas e íntrinsecas han de ponerse en marcha. Tanto a nivel político como social, este país ha de desperezarse y construirse porque ya se ha acabado la fiesta. La Revolución esta en marcha.
Lo más díficil se ha conseguido que es romper el hielo. Ahora todos saben que hay una movilización masiva en marcha y ha llegado la hora de hacerla madurar, hacer que más gente se apunte, montar campañas, charlas y seguir con las manifestaciones.
Es la hora de que los indignados de Hessel pasemos a la acción y tratemos y hablemos y actuemos. En la calle, en las fábricas, oficinas, en el campo y la mar, en los mercados. Es la hora de que todos nos demos cuenta y nos unamos como pueblo y ciudadanía convencidos de que este sistema tiene que cambiar, este país ha de progresar y salir de la falsa transición a la democracia, que sólo ha servido para tapiar los servilismos de siempre y mantener a la población en un letargo de fútbol y crónicas rosas. La democracia real ha llegado y va a derogar esta maniquea Ley electoral que hace que el voto de muchos este secuestrado por la falacia del miedo y el voto útil.
Como ya he dicho, en ocasiones en el blog, hay muchisimas cosas a mejorar este país, y bajo plataformas como Anonymus y su lucha contra la Ley anti piratería y el control de internet, Democracia Real Ya, No les Votes, Ciudadanos en Blanco, o Malestar.org, entre otras muchas y por supuesto particulares, sobretodo personas, la mecha está prendida.
Como dijo otro lema de la manifestación: "EL PUEBLO UNIDO JAMÁS SERÁ VENCIDO"
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