martes, 26 de marzo de 2019

¿Es Forjado a Fuego el mejor programa del momento?

De un tiempo a esta parte, mientras se confirma cada día más la absoluta agonía de la televisión como medio de comunicación, paso algunas horas enganchado a la misma, viendo eso sí lo más estimulante, divertido y auténtico que ofrece ahora mismo: Forjado a Fuego.
El programa aparecido hace cuatro años por la versión estadounidense del canal Historia servía así para que el ya longevo canal temático se sumergiese en el mundo de los concursos y la telerrealidad, haciéndolo por una destreza y artesanía, hecha con pasión y trabajo.
Forge in Fire no deja de ser un reallity show, un concurso de habilidades y destrezas en el que 4 armeros tienen que ir pasando las pruebas que les proponen primero para “forjar una hoja de facturación propia en nuestra forja” y después “enviaros a vuestras forjas a forjar un arma histórica que os pidamos”. En cada fase eliminan a uno de los concursantes, mientras se suceden las ráfagas de trash metal, mezclando grandes angulares, con primerísimos planos, tiempo real, con slowmotion en un montaje vivo y alucinante que es pura adrenalina televisiva.
Chispas, llamaradas, martillazos, sudor, hollín, cortes, hachazos se suceden durante todo el programa, en el que -gran acierto- se desarrolla toda la competición con principio, desarrollo y final en menos de 40 minutos. Así se le dota de agilidad y un ritmo vertiginoso que hace que te claves al sillón, sabiendo que te puedes ir a la cama conociendo quien es el ganador en poco más de media hora.
En la primera fase, a parte de las herramientas de la forja, se les dispensa material (un rodamiento, una palanquilla, una ballesta de coche, una hoja de motosierra, etc.), y tres horas para entregar una hoja templada (endurecida) cumpliendo los parámetros marcados por el programa.
Al final, uno de ellos es eliminado y los tres que continúan tienen que encalar el arma, es decir, darle acabado con un mango funcional y seguro que permita pasar las pruebas de dureza (golpes a bloques de hielo, cocos, costillares de vaca, bambú, etc.) y filo (cortes a sacos terreros, salmones,…).
Una vez comprobada la fiabilidad y pericia de las armas presentadas, otro armero queda eliminando, pasando dos a la gran final. Allí, se les enviará a sus forjas, donde tendrán 5 días para forjar un arma de recreación histórica, que es presentada con su contexto histórico, geográfico y social, sus reminiscencias culturales tanto en su origen como en la actualidad en el cine o en los videojuegos, así como sus peculiaridades técnicas y características funcionales.
A su vuelta al plató, los dos finalistas verán como sus recreaciones de armas históricas serán puestas a prueba tras maravillarse con sus acabados y líneas. Porque la funcionalidad esta por encima del aspecto. Se comprobará su dureza y fiabilidad golpeándola contra escudos, bloques de madera, toneles,…; su filo será puesto a prueba cortando jabalíes, costillares, más sacos terreros. Y llegará la prueba de muerte en la que se comprobará la letalidad de las armas presentadas donde se harán jirones los maniquíes de balística o piezas de animales.
Con Forjado a Fuego te ocurre que pasas los dos primeros minutos preguntándote qué cojones estás viendo, para después que te atrape absolutamente el programa ser capaz de discernir cuando una hoja está con la temperatura adecuada para el temple, qué es la espiga oculta, diferenciar entre un afilado convexo y un modelado con avanatador, o ser un experto en el Damasco. Te sientes tan ducho en la materia porque has hecho un intensivo de formación profesional de armería viendo a los distintos armeros (y armeras) pelearse con el acero, darle forma, forja y convertirlo en un arma funcional. Durante el programa se explica de forma didáctica y muy amena las distintas técnicas, procesos, materiales, características, herramientas, y los tipos de cuchillos y hojas que se fabrican así como su historia y trascendencia. Aprendes divirtiéndote comprobando como son capaces de crear algo, de manera artesanal, sin casi variaciones con respecto a como se hacía hace decenas de siglos, y vibrando con un espectáculo televisivo, que siendo viril, no es ni machista, ni misógino, ni doctrinario.
Buena parte del éxito del programa también recae sobre los hombros de su conductor, Will Willis un ex-ranger del ejército americano, y de su trío de jueces. Doug Marcaida como especialista en el manejo de armas blancas y que ya nos ha dejado para la posterioridad sus célebres memes deEsta hoja corta” o la versión más extrema “Su arma mata” y que maravilla con su destreza para el manejo e infringir daño con lo que le pongan en las manos. David Lean Baker, armero de Hollywood y especialista en armas antiguas, que con su elegante y afilado estilo recuerda al coronel sureño que retaba a duelo a Homer Simpson. Y J. Neilson o Jason Knight armeros de la American Bladesmith Society y que se turnan para jugar el papel de “poli malo”. Pero ninguno de los tres cae en el cinismo o la falta de respeto, y a través de la educación, las correcciones que siempre se presentan como constructivas poniéndose sobre la mesa el reconocimiento al valor de lo presentado, por el mismo hecho artesano de su producción y quizás también, por la valía y valentía de perdurar este oficio tan apasionante.
Pero tampoco se puede menospreciar a los concursantes, los armeros que tratan de conseguir el título de Campeón de Forjado a Fuego y el cheque de 10.000$ que lo acompaña. Frente a otras propuestas donde se palpa la tensión, la violencia verbal (y a veces no tan verbal), el enfrentamiento enconado o la competitividad mal entendida, en Forjado a Fuego, tenemos camaradería, rivales, pero sobretodo compañeros en la forja y la artesanía, ayudándose, dándose la enhorabuena y asumiendo la derrota con deportividad y propósito de enmienda y aprendizaje. Conductas que ya de por sí imprescindibles en la vida, se muestran en este caso por televisión como una rareza, por lo que ya añaden al programa los adjetivos de responsable y recomendable.
Nombres como los de Shane, Mareko, Kelly y su maravillosa Falcata, Neil Kamimura, etcétera, etcétera se hacen ya reconocibles y un ejemplo de pasión por un oficio, de talento en su desarrollo y destreza y de comportamiento ante el reto que plantea el programa, la propia competición así como con la vida.
Cansados de programas de televisión que escupen la vida privada de miserables y el formato de concursos de cantantes y cocineros, tener Forjado a fuego, es una suerte para esas noches aburridas, que se transforman en vibrantes y certeros tajos a golpe de martillo y fuego.
Bowies, Kukris, Kpinga, el Hacha Vikinga, los cuchillos mariposa japoneses, la navaja española, el gladio romano, el Tabar-Shishpar, la Zweinhander, el Khanda, el Khopesh, el Chakram,… todas armas históricas y emblemas del arte de la forja, la artesanía del temple, y que sirven de excusa para sentarse frente a la tele, abrir una cerveza y ponerse a disfrutar.




miércoles, 20 de marzo de 2019

El problema de Castilla



Bajo el título Castilla como problema la editorial Destino reunió en 2001 tres novelas de Miguel Delibes. Las ratas, El tesoro y El disputado voto del señor Cayo. En ellas el autor vallisoletano nos descubre y redescubre la identidad de Castilla la vieja con sus defectos y virtudes; problemas y soluciones; olvidos y abandonos.
De un tiempo a esta parte como búsqueda del espacio físico, el escenario, en el que desarrollar una vida, con su sentido orientado hacia la plenitud, la seguridad y el hedonismo, viajo cada vez más a la España rural, a la España vacía y a la España vaciada.
A veces cojo el coche y nos perdemos por carreteras secundarias. Paramos y comenzamos a caminar por caminos y veredas, donde escuchar la naturaleza. Sus silencios y diálogos. Y donde aprender también con las gentes que mantienen vivos por momentos pueblos y territorios. Las anécdotas, las leyendas, las historias, las recetas, las rutas, las piedras marcan y orientan más el camino que las señales de tráfico y los postes de orientación.
En otras ocasiones viajo desde el sofá, con un café o un té, devoro páginas que valoran y dan empaque a la vida rural, al sector primario, al pueblo, al bosque y a la naturaleza. La literatura me regala kilómetros de camino y presenta realidades tan lejanas y a la vez cercanas. Atrás queda el Walden y me siento más confortable con La España vacía de Sergio del Molino y con Los Asquerosos de Santiago Lorenzo. Me identifico con personajes y situaciones y crece en mi la sensación y las ganas de dedicarme a vivir lejos de ciudades, centros comerciales, coches, ruidos, estreses, tensiones y presiones.
Así y ahora he cumplido con otra muesca, en realidad dos, de mi lista de lecturas pendientes, volviendo a Delibes que hace de conductor a través de Castilla, que como siempre le duele, apasiona y fustiga.
En Las ratas y El tesoro, Delibes nos trae la Castilla y la vida rural más arcaica, dura e intransigente. En ambas obras las ideas se clavan en el subconsciente de todos los personajes rurales a hierro y fuego. Sus intereses y emociones bajo el paradigma de la tradición se mantienen frente a las injerencias e intenciones provenientes de la urbe, o del pueblo de al lado y el inevitable conflicto se resuelve por la vía de la violencia, con la naturalidad de quienes viven junto a la violenta vida en la naturaleza.
Ambas obras presentan como no podía ser de otra manera los grandes ejes de la escritura de Delibes, tanto en su estilo, abierto, cargado de términos y argot propio del mundo rural con fuertes localismos, y sobretodo un altísimo ritmo narrativo para desmitificar la tranquilidad de los pueblos y quitar la razón de los que piensan que no pasan cosas dónde no pasa nada. El autor se muestra crudo y en ocasiones áspero con las condiciones de vida de los habitantes de los distintos pueblos protagonistas de las historias. Y también crítico con el estado de las cosas en el mundo rural, que él ya profetizaba en clara regresión hacia el abismo de la despoblación y la pobreza hace 30 o 40 años.
Pero es sin duda El disputado voto del señor Cayo la novela más estimulante de las tres que componen el volumen. Primero por el contexto, el de la campaña electoral de las primeras elecciones democráticas. Luego por el escenario: Un pueblo de montaña, perdido en la dimensión temporal y en el espacio geográfico. Y después por el mensaje de trascendencia que un Delibes brillante carga a la obra.
Funcionando como una road movie, o mejor dicho como una novela de carretera, El disputado voto nos presenta el idealismo urbano plagado de modernidad y optimismo frente a la vida y las dificultades, enfrentado a la experiencia, el sosiego y la terquedad rural. Y no sale bien parado todo lo que representan los visitantes en campaña porque la sabiduría popular, como bagaje cultural, social y económico de nuestros pueblos se muestra poderoso, vivo y sobretodo trascendente pese a estar en posesión, de un octogenario, al que preveían viejo, cansado y analfabeto.
Al final de la novela el joven diputado, borracho, cansado pero sobretodo lúcido se pregunta cómo puede convencer del voto al señor Cayo, cuando en un mundo en el que sólo quedarán ellos dos vivos, él necesitaría para vivir al señor Cayo, y sin embargo, el viejo podría vivir y morir en soledad sin necesidad del joven político urbanita.
Vuelvo a hablar del problema de la España vaciada, como el verdadero y trágico problema territorial de nuestro país, un problema, que como tantos otros, cae una vez más en el olvido. Nadie enarbola las banderas de los pueblos y los campos que se despoblan y se mueren. Nadie ve riqueza, futuro y posibilidades más allá de la última nave, del último polígono de la capital de provincias que se quiera. Y mientras los jóvenes y no tan jóvenes de los pueblos los abandonan llevándose consigo futuro y un acervo cultural enorme.
Para Delibes Castilla, la Castilla la vieja, es la tragedia de eso que llaman España. Despojada, parasitada, abandonada, olvidada, quebrada es la ruda tierra que en su día aglutino a las demás y hoy, y desde hace demasiado tiempo, se ve envejecida, envilecida y desvencijada. Sin futuro viaja por el tiempo desangrándose, perdiendo vida a cada paso, moneda de cambio de caciques, burgueses, nobles, reyes y reinas.

viernes, 15 de marzo de 2019

Emergencia Climática: Todos en vanguardia en lucha contra el cambio clmático





Doce días después de escribir esto hemos tenido la misma climatología, salvo un día de lluvia. Once días anticiclónicos, con variedades térmicas de más de 15º entre la noche y el día llegando a máximas por encima de los 20º. Prácticamente no llueve, menos nieva, y la situación empieza a trasladarse a los hospitales donde la gente ya está un mes antes en las consultas de alergología y atención primaria.
Los incendios forestales vuelven a asolar las resecas montañas asturianas y cántabras en pleno invierno. Mientras en Estados Unidos han sufrido una sucesión de borrascas alimentadas por frío artíco que ha desplomado las temperaturas a sus índices más bajos desde que hay registros. Los tifones e inundaciones se suceden por el sudeste asíatico y en Australia sufren las temperaturas más altas de la historia, superándose semana a semana.
Estas noticias del tiempo ponen negro sobre blanco y una vez más, la evidencia palmaria del cambio climático como proceso derivado del calentamiento global y el efecto invernadero provocados por el hombre y su actividad económica y productiva. Es el uso de hidrocarburos para alimentar el comercio global de transportes de personas y mercancías el principal causante del calentamiento global, con las decisiones políticas en clara línea para mantener su supremacía en el sistema económico que tampoco se discute en términos de sostenibilidad ambiental. Las ganancias de comisionistas, especuladores, lobbistas, sátrapas e inmorales de todo pelaje y condición están por encima del bienestar de las personas y del entorno en el que vivimos.
El uso y abuso de pesticidas y fertilizantes de procedencia química e industrial. Los procesos de deforestación para generar pastos, macro granjas y explotaciones mineras. El predominio de plástico como material de referencia en las relaciones humanas que acaba en los ecosistemas y hábitats, especialmente en el marino. Hábitos de consumo masificados e irracionales. Políticas nulas, entregadas a las empresas privadas, en materia de reciclaje y reutilización. Individualismo exacerbado. Desfilparro del agua dulce… todas ellas son hechos que también degradan el medio ambiente, terminando con incontables especies vegetales y animales en las últimas décadas y poniendo en grave peligro a otras muchas actualmente.
La ONU ha advertido de que la situación se está volviendo irreversible por momentos, que urge ya tomar medidas drásticas para tratar de revertirla y ha aportado datos tanto científicos como sociológicos del impacto que la contaminación provoca en nuestras vidas y en nuestro bienestar, cifrando en más de 800.000 muertes las producidas en España por la contaminación desde el año 1990. 9 millones cada año en todo el mundo.
Por eso, desde hace un tiempo está creciendo la indignación ante no sólo la falta de acción política y empeño en llevar a cabo la Agenda 2030 de la ONU de lucha contra el cambio climático (entre otros muchos temas que vendrían a mejorar la convivencia en nuestro mundo), sino también hacia los pasos atrás de negacionistas, imbéciles como Trump y especuladores con claros intereses económicos que reniegan del cambio climático, doblan apuesta por la quema de hidrocarburos en vez de marcar una agenda de energía verde y además lanzan multitud de mensajes para convencer a la población de que no existe tal emergencia.
En este blog ya he hablado en alguna que otra ocasión de la desazón que me produce ver a la juventud parada, ausente en las disputas y luchas que como clase trabajadora y como colectivo social debemos emprender para mejorar la situación y garantizar un futuro próspero donde la justicia social no sea sólo retórica. Huérfana de liderazgo tras el 15M y los movimientos Occupy del año 2011 hasta que una joven sueca de 16 años llamada Greta Thumberg ha levantado la voz para con aplomo, conciencia y coherencia llamar la atención sobre la problemática del cambio climático y la necesidad de como sociedad, exigir acción política y económica para revertirlo y paliar sus efectos.
El movimiento Fridays for future, nace con un único mandato político, exigir la actuación de las autoridades contra el cambio climático. Pero a su vez en estas semanas a su primera gran movilización global, éste viernes 15 de marzo, ya ha conseguido dos hitos que anticipan el que será su gran e inmediato éxito: Poner el tema medioambiental y la lucha contra el cambio climático en la agenda de los partidos, los medios y las administraciones políticas.
Esos dos hitos a los que me refería son dejar en evidencia a la derecha capitalista negacionista y también a las nuevas posiciones “verdes” dentro del capitalismo como ya han hecho los chalecos amarillos en Francia con Macron y su revisionismo liberal.
Científicos, sociedades y las propias administraciones están demostrando como la mayoría de las emisiones de gases de efecto invernadero (hasta un 63%) las hacen 90 multinacionales por todo el mundo, llegando en Europa hasta un 60% por sólo 5 de ellas. Así se hace incomprensible, además de inmoral, querer hacer que sean las clases trabajadoras a base de impuestos las que paguen la transición ecológica de los emporios empresariales y financieros que se benefician de actividades económicas, efectuadas sin ninguna responsabilidad medioambiental, ni ética.
Por eso es una gran noticia que la juventud se haya levantado con conciencia y sentido de pertenencia por la lucha contra el cambio climático. Esta toma de responsabilidad, éste empoderamiento, es vital para que todos juntos, nos sumemos sin distinciones de bandera a un gran movimiento que a través de la exigencia de políticas contra el cambio climático, conseguir mejorar y dar mayor empaque democrático y de justicia social a las sociedades en las que vivimos.
Con una plataforma como es Fridays for future se puede y se debe lanzar ideas como la nacionalización de la red de transportes, la exigencia de la transición hacia energías verdes, renovables, un mayor reparto equitativo de la tierra, mejorar hábitos de consumo con una educación que favorezca tanto el autoconsumo, como el consumo de cercanía. La reducción de los plásticos. La eliminación y persecución de las prácticas capitalistas de obsolescencia programada. Un urbanismo más racional. Perseguir el abuso del uso del coche privado cuando existen medios de transporte colectivos garantizados por la administración…
Son tantas las medidas y tan necesarias que es una emocionante y magnífica noticia que la juventud se haya erigido en vanguardia por su lucha. Ya vemos como el poder, la oligarquía, no va a hacer nada si no le ponemos en su sitio y se lo exigimos. De hecho, no tienen problemas en negar la palabra a una joven de 16 años en el Europarlamento como pasaba el otro día. Ningunean la convocatoria en sus medios de comunicación. Y siguen cuidándose de lanzar proclamas en clave negacionista o de que ya se están haciendo cosas en la materia.
Frente al conglomerado capitalista que se beneficia de un sistema económico desigual, irracional, hiper financiado y contaminante está la sociedad civil ya en marcha por su futuro y por la sostenibilidad y la salud del planeta. No podemos más que sumarnos y participar activamente, de una vez por todas y conseguir que la lucha contra el cambio climático se convierta en el principal problema que tenemos, porque si no lo paramos ya, millones de personas seguirán muriendo, el dolor y el sufrimiento también llegará a donde nunca había llegado, y el futuro que dejemos a las siguientes generaciones, no será tal porque nos habremos cargado nuestro hogar.

lunes, 11 de marzo de 2019

La Reacción de la Reacción



Necesitábamos, como izquierda y también como sociedad, un chute de optimismo y activación como el que el pasado viernes, 8 de marzo Día Internacional de la Mujer Trabajadora, los millones de mujeres (y también hombres) que salieron a las calles a clamar por la igualdad, a defender lo ya conseguido y a juntarse para avanzar en progreso y prosperidad. Veníamos de unos meses desalentadores; de una semanas agoreras; de un tiempo con un tufo rancio a carcoma y a podredumbre. Y ante esa reacción a la revolución latente e imperecedera que necesita éste país y todo el sistema capitalista, le ha seguido la reacción de quienes saben que no tienen nada que perder.
Ya sabíamos que el movimiento feminista en España es muy potente y que puede presumir de aunar a mujeres de toda condición, especialmente en lo referente a la edad, en una lucha inter generacional sin parangón. Pero la demostración de fuerza, solidaridad y cooperativismo con la que han salido a gritar por el fin del machismo y el patriarcado ante el advenimiento de un proceso reaccionario y de extrema derecha no sólo es un toque a la ilusión por el cambio revolucionario del estado de las cosas; es también, la constatación de que el discurso está en la calle y en un lugar del espectro ideológico, muy a la izquierda de lo que convencionalmente se viene a defender (o atacar) en los medios de comunicación.
Esa demostración de fuerza, empuje y cohesión en materia de derechos, igualdad, conciliación y futuro para todas las mujeres independientemente de sus condiciones han vuelto a pillar a toda la derecha con el pie cambiado. Es la demostración de nuevas generaciones de mujeres que quieren y saben un mundo mejor y con futuro es posible, inevitable, y que saben y quieren que serán todas juntas, desde las más mayores y veteranas hasta las más noveles como se conseguirá. Especialmente alentador me parece el recuerdo y la lucha para las mujeres que viven en el entorno rural, porque de su mejora en igualdad y condiciones vendrá la mejora de nuestro campo y del gravísimo problema territorial que tenemos.
Unidos Podemos y el PSOE han sabido sumarse a tiempo a la ola que puede, y debe, traerles buenos resultados en las próximas convocatorias electorales, pero la derecha, tanto política, como económica sale trasquilada.
PP y Vox desde la extrema derecha quedan como machistas en su calculo de que hay mucho reaccionario anti-8M y anti liberalización de la mujer, siguiendo dictados de una Iglesia católica española particularmente beligerante con éste tema. Ojo, no les falta razón, existen significativos sectores reaccionarios frente a la igualdad entre hombres y mujeres, pero les vamos a dejar sin argumentos y están abocados a la extinción.
Y luego esta Ciudadanos que tratando de bailar en medio de la ciénaga sin marcharse se inventa un cínico “feminismo liberal” en el que el mismo día 8, Albert Rivera presenta acompañado de 5 mujeres pero sin darles la palabra. El liberalismo ya es en sí una opresión y todo ello tratando de conjugar con su plan para legalizar la prostitución o sobre los vientres de alquiler. Parece ser que “feminismo liberal” es esclavizar a las putas con alta de autónomos y poner a parir como conejas a las mujeres sin recursos.
No desentonan en Ciudadanos con algunas de las reacciones que la convocatoria del 8M habían provocado. Mientras para la CEOE la brecha salarial entre hombres y mujeres no se explica por la opresión de los primeros sobre las segundas, las nulas políticas de conciliación familiar y de educación reproductiva y social, sino con frenología, en no pocos medios de comunicación se lanzaba un mensaje de perfil bajo sobre la convocatoria, tratando de desprestigiarla y desmovilizarla desde arriba. Curiosamente, ante el éxito de la jornada, los medios del capital han olvidado estos mensajes. Todo ello mientras la justicia se convierte en cómplice del machismo, del abuso, de la violencia y de la opresión de todas las mujeres.
Pero si estas reacciones han demostrado algo es que la lucha de las mujeres trabajadoras no sólo son justas, inaplazables, sino además de buen provecho e interés general. Comprobar el miedo, el pánico desatado, en las cúpulas empresariales, en los altos despachos de las redacciones de los medios convencionales y en las direcciones de los partidos del tripartito de extrema derecha español, es a su vez, confirmar que valoran la importancia de los cambios a conseguir y que están decididos a combatirlos e impedirlos.
Una ola femenista como la que ya está instalada en España y en buena parte del globo es trascendente. Y vital. Ante el avance de posiciones fascistas se hace necesaria un empoderamiento colectivo como el demostrado el pasado 8 de marzo. Y formar parte de él apoyando sin querer ser protagonista a mi pareja, a mi madre, a las mujeres del mundo, me enorgullece. Porque las protagonistas son ellas.
Porque el feminismo no excluye. No es sectario. Sólo se excluye el que quiere. Por eso se llenaron hasta reventar plazas, calles y avenidas el pasado viernes. Y mientras se maten mujeres por el hecho mismo de serlas; se torturen a mujeres por ser consideradas propiedad de los hombres seguirá siendo necesaria la lucha feminista desde un punto de vista libertario e igualitario.
Y quiero remarcar el carácter trabajadora del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, porque las mujeres no cobran menos porque tengan menos educación, o porque voluntariamente trabajen en sectores con contratos a tiempo parcial en sectores precarios y mal pagados. Si las mujeres cobran menos y soportan más precariedad que les impide tener vidas con mayor y mejor dignidad es porque existe el machismo y porque además es un gran negocio para el capital.

Por eso el formato de huelga es tan importante. Huelga de cuidados para dejar claro que sin la labor, casi siempre no remunerada, de las mujeres, el sistema capitalista se detendría porque siempre están listas y dispuestas a realizar tareas que el propio capitalismo no cubre, porque no las considera rentables. Huelga de consumo, porque hay que hacer daño en los ingresos que las patriarcales patronales contabilizan. Y huelga laboral. Sobre la que siempre caen los lugares comunes y equívocos interesados para ponerla en jaque, pero que subyace como fundamental para demostrar la pujanza de la mujer en la economía y su trabajo como pilar del sistema, del que infravalorándolo sacan jugosas cuantías los opresores.
Soy hombre y por lo tanto, aunque no quiera, machista. Tengo dejes patriarcales, convenciones mentales y sociales que favorecen comportamientos de pensamiento, palabra y acción que me avergüenzan y contra los que lucho cada día. Y si para poder vencerlos, domarlos y erradicarlos frente a una cultura de dominación del hombre sobre la mujer, me tengo que declarar feminazi, lo hago, como ha hecho Iñaki Gabilondo, sin ningún tipo de pudor ni alergia. Las buenas personas solamente con ver quien está en cada bando saben dónde situarse y desde dónde ayudar y aportar.

lunes, 4 de marzo de 2019

Buen tiempo o mal tiempo



Marzo ha empezado con temperaturas diurnas, de media 12 grados superiores a lo habitual -con topes de hasta 17 grados, para llegar a los 30 en Valencia ayer domingo-. Febrero marcó esta senda durante los 28 días que duró. Y también enero tuvo una amplía mayoría de días soleados con una amplitud térmica (diferencia entre la temperatura máxima diurna y la máxima nocturna) superiores a los 10 grados de media (casi 5 más de lo habitual).
En total desde que comenzó el invierno en el centro peninsular ha habido 40 días predominantemente de sol, dejando sólo en seis los días lluviosos y con un balance de temperaturas entre 7 y 8 grados superiores de media a lo marcado desde que se recogen registros.
Y las nevadas, tan necesarias e importantes, no han hecho su aparición ni siquiera en alta montaña. A menos de que en las próximas semanas ocurra otro hecho extraordinario en la climatología de nuestro país, y bajen las temperaturas y haya precipitaciones, como para que nieve en marzo o abril, lo que no ha nevado en enero y febrero, nos encontraremos a las puertas del verano con los pantanos muy por debajo de la media. Y todo ello, mientras se riega y no se trabaja desde las administraciones para controlar el consumo de reservas hídricas.
Lo más acojonante de todo es que me veo en la necesidad de escribir para denunciar la falta de escrúpulos, sensibilidad y ética periodística de quienes ante un panorama como el que tenemos emplean expresiones como “buen tiempo” para describírnoslo, mientras hacen conexiones a playas y terrazas atestadas de gente.
En una llamada al consumismo, los medios del capital lanzan sin reservas el mantra de que con sol y veinte grados, independientemente del momento del año, es “buen tiempo”. Si llueve y hace frío es “mal tiempo”.
No se analiza si estamos en verano o invierno, si el agua de lluvia o nieve es necesaria o si vamos sobrados -nunca nos sobra el agua-. Si que en febrero ya haya frutales ya floridos, o que en marzo los insectos reaparezcan porque las temperaturas son peligrosamente altas. No se estudia si estos cambios climáticos, fruto del calentamiento global y del antropocentrismo que lo ha provocado, puede ser muy negativo en un corto plazo de tiempo, contra más al medio o al largo.
El simplismo del mensaje es tan contundente que no haría falta sumar imágenes de un puerto de montaña en pleno temporal de nieve o de playas llenas de gente en febrero, o de terrazas sirviendo cervecitas bien frías. Pero por si acaso, por si fuera necesario, podemos mandar a una becaria, con un gorrito mono al puerto de Pajares o al de Navacerrada hacer una conexión en directo, mientras nieva, o ver el espesor alcanzado mientras trata de sacar la pierna en una conexión absolutamente irrelevante.
Pero NO. Buen tiempo no es que en invierno tengamos una sucesión de días con más de 20 grados y sin caer una gota. De hecho, es muy mal tiempo y es un aviso grave para que nos tomáramos en serio el cambio climático y las acciones y actitudes que tenemos a la hora de consumir, de desplazarnos, de vivir.
Ya sabíamos que no se puede esperar nada de los medios del capital, y particularmente de los informativos televisivos, pero un poco de rigor y contextualización sobre lo que nos viene encima no estaría de mas.
Hablar, hoy, 4 de marzo, de buen tiempo cuando hace 16º en Toledo, cuando lleva sin llover más de un mes, y cuando ayer, se alcanzaban los 22º es sinónimo o de estupidez, o de cavar en el subconsciente del ciudadano la idea de que hay que desear esta sucesión de días anticiclónicos por encima del necesario frío y la imprescindible lluvia para el buen funcionamiento del planeta. Por no hablar de la total ausencia de heladas durante este año en el centro penínsular, fenómeno de singular belleza paisajística y de dramática importancia climática. Por un lado prohíben la aparición de insectos y plagas en las cosechas (aunque sin son muy severas o continuadas pueden provocar daños en esas mismas cosechas). Y por el otro lado ayudan a regular los procesos hídricos en los ecosistemas, garantizando de entrada, la permanencia del agua dulce en estado sólido, en nieve o hielo, durante más tiempo, favoreciendo así la permanencia de las reservas.
Sin agua y sin frío en su momento los ciclos naturales de los ecosistemas y biotipos se alteran hasta límites insospechados; hacía zonas oscuras en las previsiones y datos científicos. Imaginemos por un instante que a la temprana proliferación de insectos le sigue una época más fría, por la que no terminan de desarrollarse en la cantidad necesaria para la polinización de los campos, de los que depende la alimentación humana y el sustento de no pocas familias. Ni que decir tiene que a éste buen tiempo, de paseos por la playa y de sobremesas en terrazas, le seguiría una época de terribles sufrimientos, quizás cambios productivos, algaradas, disturbios y por qué no revoluciones. Y si se alargarán de continúo en el tiempo, estos cambios climáticos traerían un cambio en la vida del planeta, y no tiene vista de que fuera positivo para la raza humana.
Me gustaría que está humilde entrada sirviera de llamamiento para los periodistas y las redacciones que lanzan mensajes tan simples y a la vez equivocados sobre nuestro hábitat. También, a nosotros mismos, como consumidores de estos espacios para reflexionar sobre lo que nos dicen, en todos los ámbitos, pero especialmente en lo que atañe a la climatología, la ecología y el bienestar de nuestro planeta.
Puede parecer infantil creerse un mensaje de buen tiempo o mal tiempo, pero es nuestro deber conocer cómo funciona nuestro planeta; cómo son los ciclos de la vida, del mismo, empezando por el del agua; adquiriendo la conciencia crítica para discernir sobre mensajes tan simplistas; y también consiguiendo hacer nuestros los hábitos, tanto de consumo, como reivindicativos para defender, con un nuevo modelo, el bienestar de nuestro planeta y las condiciones que han permitido la vida tal y como la conocemos.
De ello depende, el futuro pero cada vez más, el presente.



El Manifiesto Comunista. Comentario

  Introducción En 1848 se publicaba el documento político-ideológico y filosófico más trascendental de la Historia de la Human...