domingo, 24 de diciembre de 2006

Duele Amar

Duele amar a alguien y no ser correspondidos, pero lo que es más doloroso es amar a alguien y nunca encontrar el valor para decirle a esa persona lo que sientes. Tal vez Dios quiere que nosotros conozcamos a unas cuantas personas equivocadas antes de conocer a la persona correcta, para que al fin cuando la conozcamos, sepamos ser agradecidos por ese maravilloso regalo. Una de las cosas más tristes de la vida es cuando conoces a alguien que significa todo y solo para darte cuenta que al final, no era para ti y lo tienes que dejar ir. Cuando la puerta de la felicidad se cierra, otra puerta se abre, pero algunas veces miramos tanto tiempo a aquella puerta que se cerró, que no vemos la que se ha abierto frente a nosotros. Es cierto que no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos, pero también es cierto que no sabemos lo que nos hemos estado perdiendo hasta que lo encontramos. Darle a alguien todo tu amor nunca es un seguro de que te corresponderán, pero no esperes que te correspondan; solo espera que el amor crezca en el corazón de la otra persona, pero si no crece sé feliz porque creció en el tuyo. Hay cosas que te encantaría oír que nunca escucharás de la persona que te gustaría que te las dijera, pero no seas tan sorda(o) para no oírlas de aquel que las dice desde su corazón. Nunca digas adiós si todavía quieres tratar. Nunca te des por vencida(o) si sientes que puedes seguir luchando. Nunca le digas a una persona que ya no la amas si no puedes dejarla ir. El amor llega a aquel que espera, aunque lo hayan decepcionado; a aquel que aun cree, aunque haya sido traicionado; a aquel que todavía necesite amar, aunque antes haya sido lastimado; y a aquel que tiene el coraje y la fe para construir la confianza de nuevo. El principio del amor es dejar que aquellos que conocemos sean ellos mismos, y no tratarlos de voltear con nuestra propia imagen, porque entonces solo amaremos el reflejo de nosotros mismos en ellos. No vayas por el exterior, este te puede engañar; no vayas por las riquezas porque aun eso se pierde; ve por alguien que te haga sonreír, porque toma tan solo una sonrisa para hacer que un día oscuro brille. Espero que encuentres a aquella persona que te haga sonreír. Hay momentos en los que extrañas a una persona tanto que quieres sacarla de tus sueños y abrazarla con todas tus fuerzas. Espero que sueñes con ese alguien especial. Sueña lo que quieras soñar; ve adonde quieras ir; se lo que quieras ser; porque tienes tan solo una vida y una oportunidad para hacer todo lo que quieras hacer. Espero que tengas; suficiente felicidad para hacerte dulce; suficientes pruebas para hacerte fuerte; suficiente dolor para mantenerte humana(o); suficiente esperanza para ser feliz y suficiente dinero para comprar regalos. Las personas más felices no siempre tienen lo mejor de todo; solo sacan lo mejor de todo lo que encuentran en su camino. La felicidad espera por aquellos que lloran, aquellos que han sido lastimados, aquellos que buscan, aquellos que tratan. Porque solo ellos pueden apreciar la importancia de las personas que han tocado sus vidas. El amor comienza con una sonrisa, crece con un beso y muere con una lágrima. La brillantez del futuro será basada en un pasado olvidado. No puedes ir feliz por la vida hasta que dejes ir tus fracasos pasados y los dolores de tu corazón. Cuando naciste, tu llorabas y todos alrededor sonreían, vive tu vida de forma que cuando mueras tu sonrías, y todos alrededor lloren.

sábado, 16 de diciembre de 2006

Esperanza y Miedo

Se cumplieron las previsiones y desde la última vez que escribí sobre ti y lo que me pasa contigo, no había tenido el alimento de tu imagen y tu forma de comportarte en mis ojos y en mi cabeza.

La vivencia de este tiempo ha sido “feliz” o cuando menos más indolora que anoche cuando huí de ese palacio que os habéis buscado, y que a todas os queda pequeño, y en el que te vislumbramos una personalidad distinta a la habitual y a la anterior, quien sabe si la real, o quien sabe si la fantástica.

Estos días y sobre todo estas noches, había planeado, había intuido como vivir esta situación y cómo hallarle una solución. También había crecido la esperanza. Una esperanza mucho menor a la que en ocasiones anteriores me había alimentado pero que quizás pudiera ser la más verdadera, ya que, aunque, sin alardear de ello, me consta que había tenido cierto éxito en el campo pasional, nunca antes había provocado en alguien las reacciones que en ti había leído, y que anoche también volví a leer.

Después de estar con personas que en un período corto de tiempo han pasado de desconocerme completamente, como yo a ellos, y que ahora me conocen y me valoran, como yo a ellos; os busque a todos y a todas porque sois ya parte de mi alma y algunos de vosotros, ya sabéis quien, habéis vivido mis aciertos y mis errores.

Llegue ante vuestra presencia y la turbación se apoderó de nuevo de mi. Clavaste tu mirada en mí, mientras yo trataba de quitarle hierro y esquivarla. Me amparaba en que realmente estaba muy contento, alegre incluso puedo decir, porque me había divertido y porque estaba donde quería y con quién quería. Tus ojos me buscaban y yo encontraba en las sonrisas ajenas y en cómplices compañías la evasión del sufrimiento.

Pero todo torno oscuridad, cuando visitamos ese palacio, esa parroquia que desvela secretos y parte máscaras, y de la que ya guardo infausto recuerdo.

No sufro por mí. No te quiero, no estoy enamorado de vos. Y no creáis que es un sentimiento reciente o que miento y hablo desde el dolor. Me reitero en que lo único que había sentido por ti era una factible felicidad y realización. El dolor no erradicaba en que esta noche no quisieras buscarme, ni que tampoco lo quisieras por el resto de noches. Eso me daba igual. El dolor era de pena por ti, por ser tan vacía e insulsa. Lo que me atrae de ti y me había invitado a esa posible felicidad, en ese maldito lugar, provoca en mi odio y rabia.

Ahora ya me da igual, como en realidad seas. Quien es Jeckill y quien Mr. Hyde. No me importa, y te aseguro que el sueño va a seguir llegando a mis parpados con su habitual puntualidad.

Mi corazón se calienta y mi cabeza quiere desvelar esa incógnita que alimenta la curiosidad. En 3 horas no me dejaste indagar, y en el tiempo de prolongación de la noche tampoco me permitiste saber lo que de verdad ocurre.

Este ha sido tu error, y aunque mi actitud no va cambiar y tienes las puertas abiertas para desvelarme lo que sucede, ya nunca nada será igual a lo que podría haber sido.

Y si el día posterior a una noche tan tortuosa suele ser un camino plagado de espinas y barro; en esta ocasión, fui rescatado por un auténtico héroe. Hermano, nunca me alegre tanto de que en batalla nocturna tan encarnizada tuviera como fiel aliado, a sangre de mi sangre. Tu me has convencido de que lo que mis ojos habían visto y mi cabeza cavilado, era algo real, no producto de la desesperación, el desamor, y el tiempo de búsquedas extenuantes e infructuosas; y también me has ayudado a comprender que no debo volverme loco por una situación que yo no he buscado y que una vez encontrada es tan extraña que increíbles hacen mis relatos.

Gracias por estar ahí, y por estar junto a mí siempre.

También a esa amiga especial. Encontrada entre unos y ceros, que reside más allá del horizonte, y que tal y como es ella, es el horizonte de mis sueños. Gracias a ti también, por saber ilustrarme y atenderme. Un beso.

Por último decir, que lo que no te mata te hace más fuerte, y que cuando se pierde la esperanza y el miedo se ahoga, la vida vuelve a su cauce normal, aunque ya nunca más pueda volver a confiar en alguien en particular.

domingo, 3 de diciembre de 2006

Enamorado de Maggie Fitzgerald

Los domingos son días duros. Amaneces la mayoría de ellos con resaca, dolor de cabeza, la cartera vacía y el alma quebrada. Transcurre tortuosamente, con llamas que queman las paredes, y relojes que se deshacen en tu mente. Si no te propones darle vida, el domingo te la quita y la devora, como si se tratara de un pastel. El aburrimiento gana terreno y crece la desesperación de ver pasar los segundos como si se tratarán las horas, y entonces es cuando tenemos una idea.

En este domingo, pleno de tedio y soledad (no como el de la semana pasada, del que sus mayores consecuencias hablé en la anterior entrada) encontré algo en lo que vencer al infesto día de descanso.

Me senté en el salón y decidí volver a ver Million Dollar Baby, la excepcional película de Clint Eastwood, ganadora de 4 Oscars.



La primera vez que la vi, fue en el cine. Creo que fue sobre enero de 2004. El impacto fue inmediato. Recuerdo que esperaba ver una gran película, pero lo que mis ojos vieron fueron, en mi opinión, la película más grande jamás filmada. No era una cinta sobre el boxeo, deporte plenamente integrado y habitual en el cine, ni tampoco sobre su acepción femenina. Era y es, porque siempre estará viva, una película sobre la vida, sobre como es esa lucha interior contra los fantasmas y los miedos, y de cómo la esperanza constituye el pegamento de nuestros días.

Frankie Dunn, personaje interpretado por Clint Eastwood, es el padre que todos quisiéramos tener. Scrubs, al que da vida Morgan Freeman es el amigo que todos deberíamos ser. Pero el personaje principal y el alma del film, es Maggie Fitzgerald, encarnada por la mejor actriz del momento, y me arriesgo a decir, quizás la mejor de la historia: Hillary Swank.

Tener un sueño es un tesoro. Y tener la valentía para llevarlo a cabo es la mayor fuerza que jamás correrá por la Tierra. Cada puñetazo al saco, cada golpe al puching, la acercaba a su sueño, a su plena vida. La lucha y el esfuerzo no son solo en el gimnasio. Para gente como Maggie, empiezan con el sonar del despertador, más aún desde el mismo momento en que nacen. No hay cansancio, no hay pesadumbre; el miedo no lo conoce y su sonrisa ilumina el día más negro dentro del lúgubre agujero en el que vive.

Maggie Fitzgerald es de ese tipo de personas que caminando por la calle no las ves. Puedas olerlas, pero nunca las oirás porque jamás se quejan, jamás claman contra la injusticia que nos rodea. Simplemente buscan su oportunidad, y a alguien que les abra su corazón para poder cumplirlo.

Imagino lo que se debe sentir al conocer a alguien así. Admito que es una película, un guión que quizás solo sea una quimera pero no puedo quitarme de la cabeza, lo afortunado que sería si en mi vida apareciera una persona que transmitiera esa vitalidad, esa fortaleza, y aunque suene paradójico, esas ganas de vivir.

Quizás ya la conozca, y tal vez no haya sido capaz de escucharla y de comprenderla, en definitiva de conocerla. Estas ideas me turban y seguro que me quitarán el sueño, pero cuanto cambiaría el mundo si más personas así pisarán con sus pies el mundo, y fijarán más allá del horizonte sus objetivos sin importarle la dificultad, la vejez, la juventud, la fuerza o la flaqueza.

Y si, digo enamorado, porque no conozco a nadie que no fuera capaz de amar y respetar a una persona como Maggie. La vida puede dar grandes cambios y deparar momentos insospechados que seguramente serán mejores que los que se nos sirven enlatados cada día, y que casi con total certeza los facilitarán este tipo de personas. Amaría con tal locura a alguien que me aportará felicidad, esperanza, fuerza y ganas de vivir, que me encerrarían bajo losas de hormigón; pero aún así, seguiría tan feliz que se me oiría gritar su nombre más allá de cualquier cemento o cualquier celda.

Ya por último, amar sus ganas de vivir, que incluyen todos sus recuerdos, su pasado, porque cada segundo de la vida de alguien es lo más valioso que hay en el mundo. No hay nada que lo pueda comprar y más si este segundo es pleno en satisfacciones y alegrías. Y también su presente, y como no su futuro. Porque si un futuro no ofrece luz, y la esperanza se apaga, una vida ya no vale nada.

Se dice que las lágrimas y las sonrisas son lo más caro que existe. Estoy de acuerdo. Pero cuando se siente lo que se siente viendo esta película, no importa derramar alguna de ellas en favor de una luchadora, de un alma de extrema fortaleza, tratada siempre desde la injusticia y cuyo final hace pensar en como podemos permitir un mundo con tanto sufrimiento.
Pero parte de esas lágrimas también se vierten por Maggie, por darme esperanza cuando no la hay y por hacer que mi corazón sienta su llama.

Amigos y amigas. Si no habéis visto Millon Dollar Baby, verla. Y si la habéis visto, volverla a ver. Con el corazón abierto y expuesto a sensaciones y sentimientos que apagados volverán a encenderse.

martes, 28 de noviembre de 2006

Un alma sin dolor, es un alma sin vida

La noche no es solo aquel momento posterior y previo al día; únicamente no es un paréntesis en la monotonía de nuestras vidas, ni tampoco una excusa para creernos que somos libres y vivimos. Es la morada de nuestros pensamientos. Es donde repasamos nuestras vivencias y nuestros sentimientos.

En mi caso, siempre es algo más que un espacio de tiempo. Es el momento en el que "archivo" un día más, una vivencia más.

Esta personal noche, no entiende de horas, de claridad o de interruptores para ver. La luz esta en mi interior, y puede ser una luz blanca, cenital y certera; o una luz roja, intensa, con un foco en el interior que no llega a todos los rincones de mi cuerpo y que esconde dudas. Da igual lo que marque el reloj. Se que mañana necesitare pensar en ti, en que me pasa y en cómo puedo conseguirte.

Cuando solo nos encontramos vemos con más claridad que nos afecta y porque. Planteamos problemas y buscamos soluciones. Conocemos nuestras virtudes y valores, y vislumbramos nuestros miedos y temores.

Llegar a casa después de un día excepcional, y ver que las sabanas, estuvieron, estan y estarán fría, es un dolor sin causa, y sin fácil remedio. Pero casi peor es pensar que la turbación que me provocas lo que calentará será mi almohada, porque mil ideas plantean el abordaje a mi cabeza, y no tengo más salida que pensar en ti.

Busco salida escribiendo unas palabras, pero lo que me ahoga y me invade no es una certeza, y es algo que nadie nos enseña.

No estoy seguro. Es lo único cierto que puedo decir, a día de hoy. Cuando te he visto marchar he calculado cuanto tardaré en volverte a ver. Casi tres semanas ha sido la respuesta; es mucho tiempo cuando se alimenta un amor con una sonrisa, porque eso es algo que se vive, que no se puede guardar en una caja, en una memoria.

Después del último fin de semana, había encontrado seguridad y comodidad; no atisbe en ti algo que me hiciera ilusionar, que me ayudara a soñar. Era féliz. Pero volverte a ver, y sobre todo volverte a ver con esa actitud tan deliciosa, crea en mi alma un deseo, que intento aplacar en mi cabeza.

Tengo una idea razonada, que me dice mi mente, mi experiencia y también el miedo. Es una verdad estructurada, razonada y lógica. Sin embargo tengo un sentimiento; algo visceral y rojo como la sangre, que crece en mi corazón, que no tiene rigor y al que le faltan argumentos.

Mis dudas radican en que apenas te conozco, en que nunca te he visto sola, en tus intenciones y en mis capacidades. Pero también hay temor por el futuro, porque nos habéis dado vida, después de la muerte, y no quiero estropear lo que crece entre nosotros. Pero tengo que sacar fuerzas de flaqueza y mostrar poderío, porque necesito conocer en primer lugar, lo que siento y después, y sobre todo, lo que tu sientes y lo que tu quieres.

Tengo miedo de que mis temores te hagan huir, cambies mis miradas esquivas, por sonrisas cómplices y busques en otro lo que yo no puedo darte, por inseguro y cobarde.

No puedo decir hoy que te quiero, que te amo, o que estoy enamorado de ti, pero no se si es la duda o es que ya caigo hechizado, pero cada segundo que pasa estoy más sumido en la desesperación y en el temor.

Anhell

Y recuerda:

El amor de los jóvenes no esta en el corazón sino en los ojos
William Shakespeare

miércoles, 22 de noviembre de 2006

Sed Todos Bienvenidos

Hola!!!

Bienvenidos a esta humilde morada. Morada de sueños y tragedias, de palabras y pensamientos. No tengais miedo de lo que aquí podráis encontrar, más siempre entrar con la mente abierta, y mostrando una sonrisa.

Mi intención es que todos, los que queráis, tengáis aqui una dirección donde expresaros, pero también una fuente de inspiración aplicable a cualquier campo de la vida.

Periódicamente, cuando pueda y me acuerde, colgare nuevos artículos, nuevas vivencias y todo aquello reseñable que suceda y me afecte, y también crea que pueda afectaros a vosotros, mis fieles lectores.

Quien me conoce algo, sabe cuales son mis pasiones, cuales mis deseos y cuales mis debilidades, y todas ellas tendrán su espacio, en la bitácora. La vida, la filosofía, los recuerdos... pero también mis pasiones, como el baloncesto, la literatura, la música y también cualquier tema de actualidad política y social, siempre desde posiciones de izquierda y de justicia social.

Gracias amigos y amigas, por dedicar unos valiosos minutos de vuestro tiempo, y de antemano por los que me podráis prestar, y espero que en algo os ayude. Recordar aquello de, sonreir siempre, incluso en los peores momentos, pues nunca sabes quien se puede enamorar de vuestra sonrisa.

Un abrazo. Agur, y nos vemos en los bares.

Anhell

El Manifiesto Comunista. Comentario

  Introducción En 1848 se publicaba el documento político-ideológico y filosófico más trascendental de la Historia de la Human...