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¡Qué miedo me da ver a la derecha y a la izquierda (centro) de este país que acuerden algo!. Me da miedo porque son más de lo mismo y sus alianzas aunque en el transfondo son lo mismo, cuando pierden la decencia dan pena. Y me acojona porque siempre que los conservadores en este país se han sentado en una mesa a dialogar y salen con la palabra acuerdo, quiere decir que algo se cobrarán... No sabemos el qué, ni cuándo, y simplemente aventuramos el por qué, pero que sea debido a las gracietas de gente como Alejandro Sanz, la ministra de cultura o Teddy Bautista es de peli de terror mala, pero no barata.
La noticia ha saltado hoy. PPSOE salta a la palestra para proclamar a los cuatro vientos su amor de convenencia en apoyar la Ley Sinde. El PP dice que se suma al consenso porque han conseguido meter una disposición para que el cierre de webs se produzca bajo una orden judicial. Es un avance. Teórico pero avance. Avance porque por lo menos alguién, no se sabe representante de quién, pero de los internautas y consumidores seguro que no se ha sentado a dialogar y han dialogado. Teórico, porque aunque un juez dictamine el cierre de un alojamiento web por contener enlaces de descarga de material "cultural" protegido por los derechos de autor, está disposición siempre quedará tumbada en los tribunales de segunda instancia, en los recursos a la primera decisión judicial. Y es que la fina línea que divide y organiza los derechos siempre los derechos personales y no por el lado económico. Ya es hora de ponerse manos a la obra (revolucionaria) en este país y este puede ser un buen motivo. Si se cierra una web en España por albergar enlaces de desarga, es decir, si se corta la libertad de expresión de un individuo en aras de decisiones económicas se va a armar. A ver quien es el primer juez que se atreve a prevaricar, visto como le van las cosas a Garzón, por mucho derecho a la propiedad intelectual y mucho pacto PPSOE que se tercie.
La libertad individual debe prevalecer sobre los derechos y privilegios económicos ya sean de multinacionales ancladas en el jurásico del analógico o de artistas de medio pelo, que por del azar ya están forrados hasta los pendientes y que encima se permitan el lujo de dar lecciones desde la hipocresía. Y es que si ya me caía mal el amigote Alejandro Sanz, si ese que no cotiza en España y que cobra de un impuesto nacional como es el canon, pues al impresentable le da por compararse con los niños africanos que mueren de hambre o SIDA porque resulta que la pasada semana le dió por visitar Zimbabwe. Si el personaje supiera aquello de informarse antes de hablar (y cagarla) comprendería (o no, porque tiene pinta de ser un zote) que el verdadero problema del SIDA en Africa viene de las patentes de la industria farmaceútica que transforman en prohibitivos los tratamientos retrovirales para los pobres, o la investigación de posibles curas o vacunas por laboratorios externos. Sigamos con el tema, que me desvío aunque ya volvere a este bocazas.
Lo cierto es que el día de hoy internet, internautas y España, que todos somos una, pero ni grande ni pequeña, ni mucho menos libre, ha estallado en un hervidero de noticias, reacciones, contra-noticias, posts, tweets, compartidos (que miedo se le tiene a esta palabra) en el que todo el mundo ha dado su opinión (si porque esto joder, aunque no lo parezca, es una democracia) y en el que las respuestas ante tal despropósito no van a quedar atrás. Los internautas que celebramos compartir opiniones, frikismos, ideas, diálogos, debates y cultura, no vamos a tolerar otro atropello. Si en las calles no hay manifestaciones, y si las hay tienen sus perros domésticados para morder la mano que les da de comer (esto va por todas las manifestaciones aplacadas por las "fuerzas de seguridad" y su tecnología del control de masas) no van a callar mi router, mi pc, mis discos duros, ni mi libertad. No podemos permitir que vengan a cortarme una ventana al mundo, una ventana para saber lo que pasa. Cercionar la libertad, el entendimiento, la discrepancia y dejarnos el mundo en una mirilla en la que les sea muy fácil controlar la realidad y lo que queremos ver, conocer y pensar. Se acabó. Por aquí no vamos a pasar.
Y ahora que hay jurisprudencia comunitaria sobre el manido canón digital e ilegal que yo ya sé que jamás nos van a devolver y con el que tanta gentuza sin talento y sin oficio y con beneficio se ha lucrado y que ha hecho que este país tenga tan díficil eso de cambiar el modelo de producción, entre otras cosas. Ya estamos hartos de tanta inmoralidad y de un ministerio de cultura que en vez de promover la cultura funciona inversamente al revés, en favor de unas multinacionales y de unos personajillos que perseguien el beneficio económico lo que es sinónimo de minimizar el acceso a la cultura a gran parte de la población. Se van ganando rounds pero la batalla continúa y se acerca el momento final. Que ante el atropello de hoy gente como el presidente de la Academia de cine, Alex de la Iglesia, tenga gestos así, no sólo anima la esperanza de que la libertad y el sentido común prevalecerán, sino que además le dignifica.
No ha querido el señor de la Iglesia sentarse y esperar. Ha visto la injusticia y la demagogía y se remango con ganas de solucionarla. Se sentó con todos los actores, escucho a los internautas y al resto de partes en conflicto. Comprendió y entendió de que se hablaba, y la inviabilidad y locura de legislar en favor de un sistema productivo desligado no ya del futuro, sino del presente. Anunciar su dimisión tras el pacto por el que nacerá esa aberración llamada Ley Sinde, es un gesto político de alguién que no tiene nada de político, y que le honra. Por fortuna no es la única voz desde el mundo de la cultura que apela por la lógica y la decencia. En un país donde el acceso a internet tiene poco de competitivo y en el que la industria cultural vive a golpe de subvención.
Como tenemos por costumbre nunca sabremos la verdadera naturaleza del pacto alcanzado. En esta pseudo democracia que tenemos en este país no se nos permite pensar, preguntar y por supuesto la veracidad y la verdad estarán bien enterradas. Siempre seguiremos ciegos a menos que nos levantemos, y este es el momento, y este un buen motivo:
Ayer, 24 de enero de 2011, se vivió en España una de las jornadas políticas más bochornosas de la historia del país. Y es que, como la mayoría ya sabréis y os fuimos contando al minuto, finalmente la aberración conocida popularmente por el nombre de “Ley Sinde” —tumbada en el Congreso en diciembre— fue revivida en el Senado gracias a un acuerdo entre PSOE, PP y CIU.
Concretamente estos tres partidos pactaron una enmienda de modificación a la “Ley Sinde” (o disposición final segunda) para rescatarla que básicamente no modifica nada de lo esencial del texto original e incluso lo empeora. Por ejemplo el prestigioso abogado David Bravo, especialista en los temas que nos ocupan, comentaba que “la enmienda es un desastre”, y párrafos de la disposición final segunda como el que pondré seguidamente —que no sirven más que para quitarle funciones a los jueces y dejarlas en manos de órganos administrativos— se pasan por alto en la propuesta de modificación:
La sección podrá adoptar las medidas para que se interrumpa la prestación de un servicio de la sociedad de la información que vulnere derechos de propiedad intelectual o para retirar los contenidos que vulneren los citados derechos siempre que el prestador, directa o indirectamente, actúe con ánimo de lucro o haya causado o sea susceptible de causar un daño patrimonial
Pero por el momento, dejemos de lado el tema puramente judicial (los análisis serios sobre eso llevan su tiempo, a lo largo del día de hoy publicaremos alguno aquí aunque partes importantes de los ya realizados siguen siendo válidas) y centrémonos en otras cuestiones vitales a mi parecer.
Por un lado lo primero que creo es de justicia recalcar es que el Partido Popular se ha reído de todos nosotros. Por que sí amigos, esta fuerza política que ayer apoyó al Gobierno y su “Ley Sinde”, es la misma que hace aproximadamente un mes techaba a la ministra Ángeles González-Sinde de “La gran hermano de Internet” y nos prometía el oro y el moro.
Además dicho partido tenía en su mano la solución al conflicto: terminar definitivamente con la disposición final segunda, con lo que se podría haber comenzado un nuevo proceso de debate entre todas las partes para confeccionar mediante consenso una normativa equilibrada y efectiva. En vez de eso han optado por unirse al Gobierno y agachar la cabeza ante las presiones externas declinando la oportunidad de hacer política de la de verdad.
Por otro lado hay que dejarles meridianamente claro a los políticos que la futura puesta en marcha de la “Ley Sinde” no va a servir para absolutamente nada (o nada bueno mejor dicho). La industrialización de la piratería seguirá y a mayores surgirán nuevos problemas derivados de la norma que hasta hoy no existían (por ejemplo están criminalizando los enlaces, que son pilar fundamental de Internet).
¿Y ahora qué hacemos? Pues la verdad es que contestar la cuestión no es nada fácil, pero lo que tengo claro es que entre todos tenemos que empezar a pensar fórmulas para dinamitar tanto la “Ley Sinde” —que en no mucho será aprobada irremediablemente y después de eso empezará a aplicarse— como a todos los actores políticos que la han promovido (respecto a esto último muchos están apoyando ya una petición de dimisión de Ángeles Gónzalez-Sinde).
Así que para cerrar, os paso el testigo a vosotros los lectores: ¿qué acciones podemos emprender los ciudadanos contra la disposición final segunda y sus promotores políticos? Si hay varias interesantes me comprometo a recopilarlas todas en un nuevo post y darles la mayor difusión que me sea posible.
(esto al hilo de que al señorito le permiten sacar la basura en un periódico de tirada nacional)
Alejandro, yo no te conozco personalmente. Como no me gusta tu música, nunca me he descargado una canción tuya, ni legal, ni alegalmente, sin embargo esos políticos que tanto te repugnan, me han obligado a pagarte a lo largo de estos años, más que una de tus fans quinceañeras, a través del canon digital de mis cacharros informáticos y del 30% de cada CD que he quemado. Pues bien, no contento con esto, tengo que encontrarme contigo en un artículo de El Pais donde me llamas, entre otras lindezas, “talibán”, “proxeneta”, “pirata”, “fascista” y ladrón, por el simple hecho de que he ejercido mi libertad de expresión dentro de una campaña emails a nuestros partidos políticos, que es parte de la normalidad democrática en el país en el que tú vives, pero no en el reino cocotero de Hispanistán y me pregunto ¿Por qué tengo que aguantarle a este tipo semejante pandemonio de insultos, falacias, mentiras, manipulaciones, y lugares comunes, aliñados con la misma chabacanería y la misma hipocresía del pendenciero de paso de cebra y de los políticos, a los que él critica?
¿Hipócrita? ¿Qué por qué eres un hipócrita? Todo tu artículo destila un cinismo posiblemente digerible por los estómagos de tus fans, pero no hecho para el del “talibán” medio de internet. ¿Pero como eres tan sinvergüenza como para presentarte como un “trabajador de la industria musical”? ¿Insinuas que eres tan descamisado como el técnico de sonido o a la inmigrante que limpia los váteres de la multinacional discográfica de la que si no eres socio, poco te debe faltar? Porque cuando oigo la palabra “trabajador de la industria X”, me viene a la cabeza alguien que se come entre 8 y 10 horas de curro diarias por un sueldo que no le llega a fin de mes. Cuando te han preguntado a lo largo de tu vida “¿A qué te dedicas?” ¿Cuantas veces has contestado “Soy trabajador de la industria musical”. Puestos a usar terminología socio-laboral, yo te veo más como “empresaurio del negocio musical”, o sea, explotador del “trabajador de la industria musical”. Y tienes la cara dura de salir a hablar de los puestos de trabajo de los demás. Pero si a ti, todo lo que no sea la cuenta de resultados de Alejandro Sanz S.A., te importa una mierda. Si te importaran nuestros puestos de trabajo, estarías pagando tus impuestos en Hispanistán y no en Miami (donde casualmente te salen más baratos).
También eres un irresponsable indecente cuando usas alegremente términos como “talibán” para agredir a los que discrepan de tus posiciones. Demuestra que a Alejandro Sanz, el sufrimientos de la población (y especialmente de las mujeres) de uno de los países más pobres del mundo bajo un régimen atrasado y sanguinario, le parece comparable a una miserable disputa económica sobre los metros de eslora de un yate, siempre que dicho yate sea el de Alejandro Sanz ¡Tiparraco execrable!
Me llamas “dictador” y “fascista” porque he expresado con un email mi opinión a nuestros representantes políticos. Pero ¿A qué colegio te mandaron de pequeño? ¿O eres cretino congénito? Hasta los seres más básicos saben que el fascista no necesita mandar emails de protesta para lograr sus objetivos, pues habla mafiosamente con el presidente de turno para que le saque leyes que conserven sus prebendas por la fuerza y que a los dictadores no hay cosa que más les joda que el control judicial independiente sobre las acciones de sus gobiernos (vamos vuestra Ley Sinde). Vamos, que si aquí hay algún adlater de algún dictador fascista, ese no soy yo. Debe ser entonces Alejandro Sanz.
También llamas “proxeneta” en una analogía de una catadura moral similar a la del “talibán”. Si quien se baja tu música gratis fuese por ello tu “proxeneta”, entonces tú deberías ser “su puta” (siguiendo con tu ocurrente juego de palabras “su fusa”). Sin embargo esas personas no te obligan a vender tu música, ni luego te piden una parte de tus beneficios para lucrarse ¿es que también quieres equipararte a una “mujer sexualmente explotada”? Si continuas con esta escalada de cinismo, acabarás hablándonos en nombre de los inmigrantes o de los niños hambrientos del mundo.
Aquí nadie te roba tus canciones hombre, que mientes como una fusa (puta y corta). El que se intercambien tus canciones te hace publicidad gratis. No te deja a ti sin tu canción y sin la posibilidad de que se la vendas a una adolescente (seguramente privada de su criterio musical por la revolución hormonal), sino que te ayuda a que otros las escuchen y eventualmente vayan a tus conciertos. Vamos que te hace un favor, pero como eres un ávido insaciable, con eso no te basta. Además quieres que te pague una parte, para el o ella importante, de sus mil euros mensuales, de modo que tú puedas cambiarlos a dólares que paguen tus caros vicios miameros.
Porque te gusta gritar con mayúsculas ¡¡¡DERECHOS!!! ¿Tu derecho a yate? ¿Los derechos de los cuatro privilegiados a los que representa la SGAE? En Hispanistán hay derechos conculcados mucho más básicos que los tuyos como por ejemplo el derecho a una vivienda digna y el derecho a un trabajo digno, explicitados en la Constitución y que nunca se han cumplido ni se van a cumplir ¿Y quieres poner de tu parte a alguien con dos dedos de frente, a base de pedir justicia? Anda y que te den, basura.
Siento tener que pararme en cada frase de tu remedo de libelo, pero es que pone los pelos de punta ver a alguien que casi no sabe ni hablar, ondear el estandarte de la cultura en plan salvapatrias, tomándonos de paso a los que lo leemos por gilipollas. Antes de permitirte ofrecer consejos hipócritas sobre cualquier aspecto del futuro de Hispanistán, quédate en aquí a pagar impuestos, porque en el siglo XXI, lo que no sea patriotismo fiscal, es patrioterísmo de falsete. Además, oirte hablar en nombre de la cultura es como oír hablar al de la oficina de prensa de Macdonalds en nombre de la gastronomía. La Cultura, como El Arte, mata a sus hijos de hambre, porque está hecha además de talento y de trabajo, de coherencia sin concesiones y no de trapicheos políticos y comerciales. En lo sucesivo confórmate con hablar en nombre “del mundo de las canciones comerciales”, que ahí cabe de todo y no nos castigues con la próxima sarta de memeces que se te ocurra.
Por cierto y por último: Al presidente de la Asociación de Internautas lo eligen los socios de la Asociación de Internautas ¿Eres socio de la Asociación de Internautas? ¿Sabes en qué consiste una Asociación? ¿Quien está detrás de la publicación de la carta de un cretino con ínfulas en un periódico de tirada nacional? ¿Sabes que tener el ordenador más caro del mercado no te convierte en internauta? Tú no eres un internauta, eres una enorme fusa.
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