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miércoles, 9 de abril de 2025

Qué sabe Google de ti

Imagen extraída de un portal de recursos gráficos libre.

 

No hay día en que no dejemos nuestros datos o huella digital en la red. Queramos o no hacerlo. Nos hayamos conectado a Internet de forma consciente, o si ha sido inconscientemente (muchas más veces de las que piensas). Y con esos datos las empresas poseedoras de las infraestructuras de recopilación, organización y publicación hacen su negocio. Recuerdo aquí que los datos son propiedad de cada individuo, del usuario, no de las empresas por mucho que faciliten las herramientas de acceso y uso de Internet.

Por lo tanto, se hace perentorio ser consciente de qué datos estamos dejando en la red. Para qué son empleados, qué duración tiene su vigencia y qué derechos nos amparan con respecto a ellos. Y en este camino se puede empezar por un interés por escapar de la cada vez más invasiva publicidad, pero rápidamente en cuanto se empieza a investigar un poco se acaba tomando conciencia en cuanto al estado de la democracia y el bienestar común.

Y es que nuestras libertades civiles se están evaporando delante de nuestros ojos.

Es fundamental protegernos en Internet de los rastreos de datos. Todas las compañías desde las redes sociales hasta las suministradoras de red, tanto móvil particular, como en espacios wifis, las empresas que aportan las infraestructuras físicas y lógicas para el mantenimiento y ampliación de Internet, y de manera especial, con respecto a la mayor prestadora de servicios en red: Google.

Cuando hacemos una búsqueda a través de sus buscadores (a veces directamente, o a través de webs y apps que emplean la api de google), usando gmail, o android en nuestro teléfono, y actualmente y de manera muy especial cuando vinculamos el terminal físico y la tarjeta de teléfono con su número al sistema operativo, cuando usamos el servicio de ubicación GPS en el dispositivo. Y cuánto más sabe de ti, de nosotros, más afina la empresa tu perfil para poder ofrecerte publicidad más personalizada, que es su principal línea de negocio, y poder “venderte” como un cliente más cerca de comprar y consumir.

Podemos pensar en lo más básico. Edad, sexo y orientación sexual, estudios, lugar de residencia o intereses generales que consiguen cuando nos damos de alta en algún servicio de google o en cualquiera de estas empresas. Pero no debemos olvidar que con cada búsqueda en sus buscadores va rellenando nuestro perfil con más y más datos sobre nuestros intereses.

Por si esto no fuera poco, se han demostrado ya, y e instituciones como gobiernos o la Unión Europea han actuado en consecuencia, cómo google y otras compañías “encienden” la cámara, la ubicación o el micrófono de nuestros dispositivos para recabar más datos, evidentemente sin nuestro consentimiento, y poder así rellenar los huecos que pueda ir dejando nuestras búsquedas y nuestro uso digamos consciente. Sin duda, una práctica abusiva, de la que solo teníamos una sospecha fundada atendiendo al funcionamiento de las baterías o a las sugerencias que se ofrecían. No seríamos los primeros a los que nos ofrecerían “paellas” porque “nos han grabado” hablando de paellas.

Si usas goolge analytics o trends, u otro tipo de herramientas profesionales del sector del marketing online y el desarrollo web, sabrás perfectamente como la compañía cubre todo lo relacionado con la actividad online de los distintos usuarios. Si no te has dedicado a este mundo, te puedo asegurar que google es capaz de segmentar hasta el último aspecto de nuestra vida en la red, y de monetizarla, dándole el formato y empleo que más práctico sea para los profesionales del sector. Y por supuesto, para google mismo.

Con la ubicación y la posibilidad de poder georreferenciarte en tiempo real, google, y otras compañías son capaces de extraer mucha información de nuestra actividad en internet, pero también en la vida real, física. Y de esta manera, acaparar datos muy valiosos que sirven para ofrecerte anuncios y publicidad de manera más personalizada, lo que podría acarrear mayor convertibilidad en ventas y visitas. Un negocio perfecto. Si quieres probarlo, puedes ver en este enlace, el historial que hasta este momento google ha registrado de tu ubicación, y que ofrece de cara al usuario. No tenemos seguridad de que no haya hecho más sondeos y registros de nuestro día a día sin nuestro conocimiento y/o permiso.

Los historiales de búsqueda en el buscador o en youtube, son fuente inagotable que suministra datos a nuestro perfil y con el cual pueden afinar aún más la publicidad, convirtiéndonos en paquetes de datos más interesantes, y que por lo tanto cuestan más, para las empresas que contratan su publicidad a través de google (prácticamente la totalidad dada la posición monopolística de la compañía). Aquí puedes comprobar tu historial en youtube, y en este otro enlace, el de tus búsquedas en google.

Todos estos datos, así como los aspectos físicos (dispositivos, tecnologías, formatos, aplicaciones, software, etc.) se cruzan y re-cruzan, una y otra vez, actualizándose en el tiempo y ofreciéndose en tiempo real para su dominio y comercialización. Por eso es importante comprobar qué permisos sobre tus dispositivos y las aplicaciones que usas has concedido y sobre los que están recopilando datos. Se puede solicitar un informe sobre el volumen total de datos, exportar esa información, desautorizar su empleo por parte de terceros, e incluso, por parte de la propia google, desactivando tu perfil (o perfiles) en la plataforma.

Y es que la publicidad genera muchas ganancias cada segundo. Por lo que como vemos, todo vale.

Liberarse de google requiere de varias estrategias:

Compartimentar, es decir evitar en la medida de lo posible las herramientas facilitadas por google y otros gigantes tecnológicos. Y si no hay más remedio que emplearlas, no utilizar todas.

De hecho, la segunda estrategia sería Diversificar las herramientas y las empresas con las que trabajamos y de las que formamos parte como usuarios (realmente nos convertimos en sus clientes).

La tercera estrategia es Restringir la información. Quién y qué ve y usa en cada momento y con cada aplicación.

 

Alternativas:

  • En cuanto a los navegadores están Firefox, Chromiun y Tor.

  • Otros motores de búsqueda más allá de google: DuckDuckGo y Qwant.

  • Alternativa a twitter: Mastodon, como red social descentralizada en forma de federación, donde cada usuario o grupo puede constituirse como fuente de autoridad. Permite un control total de los datos proporcionados por los usuarios ya sea consciente o inconscientemente. Aunque yo ya estoy comprobando en vivo, que la mejor alternativa es no usar redes sociales.

  • Una alternativa al uso de youtube: Peertube.

  • OpenStreetMaps o QwantMaps alternativas a google street view o google maps.

  • Lineage, Sistema Operativo alternativo al uso de Android en dispositivos móviles. Como todas estas herramientas, se trata de un sistema libre y de código abierto.

  • BigBlueBotton, una alternativa a skype o zoom como servicio de videollamadas.

  • Moodle, entorno de educación de software libre.

  • Signal, sistema de mensajería instantánea alternativo a uso de Whatsapp.

  • Y por supuesto, es necesario, vital en el actual contexto, promover el empleo de VPNs.

En este enlace dejo una completa lista de alternativas al uso de las herramientas que facilita google.

Tenemos que saber qué datos compartimos, en su totalidad, y cuál es el uso que las empresas hacen de ellos y el beneficio que consiguen. De hecho, los datos y los metadatos se venden a otras empresas que se convierten en dueñas de los mismos, reproduciendo el modelo una y otra vez. Recordemos una vez más, que si algo es gratuito, es porque tú (o tus datos y metadatos) eres el producto o servicio.

En este sentido, es preciso concienciar al público general que la cultura gratuita de Internet es falsa. Porque los equipos de hardware, las redes, los protocolos y los desarrollo de software cuestan dinero. Y si no se están solicitando pagar por su uso de forma directa, implica que esas empresas poseedoras de estos medios, están usando tu información para hacer negocio. Y eso es muy peligroso, sin entrar a valorar lo ético o justo de tal planteamiento.

Por ejemplo, se hace necesario recordar el control de las élites sobre Internet y cómo censura y controla nuestras vidas. Un caso paradigmático es todo lo que tiene que ver con el periodismo, la disidencia y las denuncias ciudadanas ante situaciones de opresión o corrupción. La persecución a todo lo que tiene que ver con Wikileaks es el ejemplo.

Los periodistas y los ciudadanos empoderados y conscientes de su poder y de sus responsabilidades cívicas, tenemos que emplear herramientas que permitan cumplir nuestra labor y hacerlo con la máxima seguridad. Por ejemplo, el uso de sistemas operativos portables como Tards, o emplear ordenadores “vírgenes” que nunca se hayan conectado a Internet y que nunca lo vayan a hacer. O emplear redes seguras y descentralizadas como SecureDrop.

Es necesario también concienciar en el empleo de sistemas de encriptación, especialmente en el caso del correo electrónico, como los sistemas PGP.

Recordemos que Internet está conectado a las grandes empresas, a los lobbies y a los gobiernos al más alto nivel, es decir, los gobiernos detrás de los gobiernos y sus equipos de seguridad, espionaje y contra disidencia o insurgencia. Por lo tanto, Internet no es un espacio de libertad.



Por último, ya sé que esto es un blog de blogger, es decir de google!!! Estoy en interés y en camino de liberar el tiempo suficiente para poder cambiarlo.

martes, 26 de diciembre de 2017

2017. Otro año que se va dejando un canon digital

Ahora que acaba el año y es tiempo de resúmenes y valoraciones de lo ocurrido estos últimos meses, me veo en la necesidad de retomar un tema que ha sido recurrente todos estos años en mi bitácora. La Propiedad Intelectual, la piratería, las descargas y la neutralidad de la red.
El pasado julio entraba en vigor un Nuevo Canon Digital que venía a enmendar el anterior denunciado y rechazado por las instancias judiciales europeas en 2010. Tres legislaturas (cuatro si contamos la fallida), 3 gabinetes y dos partidos que han venido a trabajar para satisfacer sólo a una parte de todo el conflicto de la piratería: El lobby de las asociaciones de gestión de contenidos como la SGAE.
El Decreto que el Gobierno aprobó hace 6 meses supone un cambio de posición histórico. Hasta la primera legislatura de Rajoy teníamos el canon digital, que permitía que las entidades de gestión repartieran bastante dinero entre autores y editores. Se gravaban los soportes, por ejemplo los CD’s, y trajo no poca polémica. Primero porque no se sabía bien cómo se repartía ese dinero —algunas lo hacían mejor, como DAMA y AISGE, y otras peor, como SGAE— y segundo porque se presuponía intencionalidad al usuario que adquiría un soporte o un cachibache tecnológico, susceptible de compensación en favor de las entidades de gestión. A M.Rajoy, en aquel momento en la oposición, el canon tampoco le gustaba.
En octubre de 2010 el Tribunal Europeo dictó la sentencia conocida como Padawan, que establecía que la aplicación indiscriminada del canon por copia privada no era conforme a la Directiva 2001/29. La Audiencia Provincial de Barcelona falló en contra de SGAE y el PP, que para entonces había ganado las elecciones de 2011, empeñado en llevarle la contraria al PSOE, decidió que lo mejor era hacer la compensación por copia privada aún más indiscriminada, así que la asignó a los Presupuestos Generales del Estado para que la pagáramos todos con nuestros impuestos. Esto no había quien lo entendiera y generó más crispación aún pero se aprobó debido a la mayoría absolutísima salida de las elecciones de 2011.
Aquí hago un alto en el camino para recordar a modo de fustigamiento que aquel resultado electoral vino tras el Movimiento 15M que hay recordar, que empezó a fraguarse en contra de la Ley Sinde que el Gobierno del PSOE trataba de imponer desoyendo a la totalidad de asociaciones de consumidores y usuarios de Internet. Si no querías sopa, toma dos tazas.
Había que solucionar esto como fuera, así que se decidió que había que volver al punto de partida, pero con menos dinero, que los tiempos son duros. Como si no hubiera pasado nada.


Pero sí pasa, señores del Gobierno. Han pasado muchas cosas. Lo primero, justo es decirlo, es que le deben mucho dinero a las entidades de gestión y a través de ellas a los autores, editores y tenedores de derechos de autor en este país. Podemos estar o no de acuerdo en la legitimidad de esa “deuda” adquirida por el Estado español con entidades, algunas de ellas, imputadas o en franca disolución por gestiones chapuceras y corruptas.
Lo segundo y me parece lo más reseñable es que el mundo ha cambiado mucho, y proponer en 2017 otro canon digital como si estuviéramos en 2007 es una injusticia pero sobretodo es un error porque los usos y costumbres, las plataformas y soportes, los usos sociales de la cultura, la creación, producción, distribución y la forma en la que disfrutamos de los “productos” culturales han cambiado.
A través del móvil, la tablet o la Smart TV llegamos a Spotify, HBO, Netflix, Amazon Video y cientos de aplicaciones y portales de emisión de contenidos que no requieren en sus licencias compensaciones por copia privada, ya que carecen del totem físico, el disco, el dvd o el BlueRay en el que se soporta el contenido ya que éste se encuentra en Internet disponible a quien tiene un perfil, una cuota y una línea debidamente dada de alta y pagada.
Mira que hay otras formas de poder pagar a los creadores de cultura ya sean músicos, guionistas o productores, por su obra y la difusión que adquiere, pero no puede ser que se aplique una tasa indiscriminada que a parte de injusta, acusa a todo usuario de soportes digitales de pirata. Así a bote pronto se me ocurre aplicar una tasa específica a los proveedores de red (otra cosa es fijar lo que cuesta éste suministro, como el resto, en éste país) o poner una casilla cultural en la Declaración de la Renta.
Uno de los mantras que se lanzan desde la industria de creación y publicación de contenidos y desde el Gobierno -sin importar el color- y tenemos que soportar es eso de que España es uno de los países donde más se piratea. Así, sin más, sin números, sin contexto. Todo ello sin entrar a valorar que hay 30 países con más población que España y que ocupamos el puesto 20 en el ránking de países por implementación y uso de líneas de banda ancha.
Así partiendo de una mentira, o cuando menos una media verdad sin verificar nos llaman a todos piratas y nos exigen con la complacencia del gobierno que acoquinemos un impuesto revolucionario, un canon en cualquier soporte físico y cacharro informático o electrónico que adquiramos, sin contar el posterior uso que se le vaya a dar.
Quienes nos llaman piratas no han tenido ningún problema, ni ningún reparo para gestionar el total del canon digital que en sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de octubre de 2010 fue declarado ilegal y posteriormente protegido por el gobierno del PP vía Boletín Oficial del Estado (Real Decreto 1657/2012, de 7 de diciembre) para que no fuera devuelto. Recuerdo en este punto que a través de las memorias anuales de 2010, 2011 y 2012 de las entidades de gestión de la propiedad intelectual (SGAE, CEDRO y cía.) suman más de 225 millones de euros. Dinero que el gobierno que se supone debe proteger el interés general ha dejado que gestionen entidades privadas que han actuado como lobbies como la SGAE con Teddy Bautista a la cabeza y quien hoy está imputado por toda suerte de delitos. Esas cantidades es evidente que no han acabado en la promoción de la música, el arte y la cultura en nuestro país.


Nadie discute hoy en día en que la gratuidad de los contenidos no puede ser. Sin embargo la certeza de que la cultura es la riqueza de la sociedad y de que tiene que ser accesible para toda la población es ninguneada en éste debate. Generar formulas que permitan a los creadores vivir con dignidad de sus obras debería ser el objetivo de la industria y el gobierno, y sin embargo, los vemos implicados en sangrar a la población para pagar los vicios de sujetos que llevan viviendo de un éxito años y años.
El Gobierno -PP + PSOE + Cs y + sectores de Podemos- pactan y dialogan con las entidades, los lobbies y hacen oídos sordos a los organizaciones de consumidores, internautas o profesionales del sector de la informática o la investigación. Tampoco se escuchan a muchos creadores de contenidos que si están a favor de potenciar la difusión a través de Internet de sus obras y que no sólo no entran en los repartos de la SGAE y similares, sino que además son perseguidos y acosados por no querer formar parte de un entramado que se ha demostrado corrupto y amoral.
Vayamos al fondo del asunto. Es inconcebible y habla muy mal de todos nosotros como sociedad -y un aspecto más para calificar la inoperancia de nuestros políticos- que tras 15 años de debate sobre la piratería en Internet, no hayamos sido capaces de dar con una solución al problema de la sostenibilidad de la cultura. Es decir, que sea posible dedicarse a la cultura con derechos, dignidad y una remuneración justa (no que te aseguren la mansión en Miami, Alejandro Sanz).
Hoy huérfanos de representación los trabajadores de la cultura, en cualquiera de sus escalafones y acepciones, son precarios y carecen de cualquier tipo de seguridad hacia sus proyectos vitales y artísticos. No son distintos al resto de la clase trabajadora, pero además, cuando valoramos la expresión artística y cultural añade que esta sea de baja calidad, alienadora del poderoso y las élites, nada contestataria, zafia, ruin y miserable. Y esto es un problema social.


Y todo esto con el telón de fondo del debate sobre la neutralidad de la red, es decir, la velocidad y difusión de un contenido que dejaría de ser libre para depender de los criterios de las grandes distribuidoras de ancho de banda que conseguirían un poder colosal sobre Internet, cambiándolo para siempre y volviéndolo más elitista.
Y no menos importante, en clave nacional es la persecución a la disidencia y los ataques a la libertad de expresión que en España están sufriendo cientos de miles de internautas y asociaciones de toda índole que bajo Leyes Mordaza y autos judiciales están viéndose acosados y perseguidos por fuerzas de opresión del estado y jueces y fiscales al servicio de las élites que han planteado el saqueo de la sociedad.


Como siempre he defendido gracias a la piratería, servidor se ha gastado mucho más en música. He ido a más conciertos y adquirido más merchandising -y pagado por ellos- porque he tenido acceso a la música de más grupos de los que siempre están en los mass media. Lo mismo con el cine o las series. Y también con el totem del disco, como obra de arte y objeto coleccionable.
Muchos queremos una cultura libre, accesible y de calidad. También que los autores y autoras reciban un pago justo por su trabajo cultural y su talento. Lo que no queremos es un gobierno que da pábulo a las teorías del lobby discográfico para penalizar e insultarnos constantemente y que además sirve de coladero para minar Internet como herramienta de conocimiento y progreso y para aplicar mordazas y represión sobre la disidencia.

domingo, 17 de julio de 2016

Salvemos la neutralidad de la red en Europa


Esta petición para salvar la neutralidad de la red en Europa viene de una persona muy especial: Tim Berners-Lee.

Puede que no conoczas ese nombre, pero la verdad es que estás leyendo estas palabras gracias a esa persona. Tim Berners-Lee está considerado como el “padre” de la Web, que el pasado diciembre cumplió 25 años.
Fue él quien implementó un método para que un cliente pidiese una página web a un servidor, y este a su vez tenía que entregársela; de esta manera nació el protocolo HTTP, que seguro que te suena porque esas siglas aparecen al principio de todas las direcciones de páginas web. También fue el creador de la primera página web de la Historia.

Tim Berners-Lee, el creador y defensor de la Web

La aportación de Tim Berners-Lee a la historia de la computación es inmensa e incalculable; por eso es perfectamente comprensible que, cuando Tim Berners-Lee ve que su creación está en peligro, haga todo lo posible por actuar.
La petición pública publicada hoy de su puño y letra es una súplica para salvar la neutralidad de la red, que está en serio peligro después de las nuevas reglas en las que está trabajando la Comisión Europea.
Estas nuevas reglas se acordaron el año pasado y fueron bastante polémicas. Aunque la Comisión Europea asegura que estas reglas se encargarán de salvaguardar la neutralidad de la red frente a los deseos de las compañías, la realidad es muy diferente, y abren la puerta a serios abusos en Internet.
Las nuevas reglas giran en torno a una cuestión semántica, dividiendo el “Internet Abierto”, que la mayoría usamos a diario y en el que todo el tráfico tendrá que ser tratado igual, con el “Internet especializado”, en el que será posible la discriminación de tráfico dependiendo de las necesidades de las compañías.
El interés de las compañías por saltarse la neutralidad de la red quedó patente esta misma semana, cuando las principales operadoras europeas “secuestraron” el desarrollo de 5G hasta que la Unión Europea implementase las leyes que ellas consideran mejores para el mercado.

Por qué la neutralidad de la red está en peligro

Según Tim Berners-Lee, las reglas propuestas por la UE incluyen serias lagunas que las compañías pueden aprovechar para no cumplir la neutralidad de la red; en concreto, Berners-Lee ha detallado cuatro puntos que la UE tiene que arreglar con carácter urgente.
Con las llamadas “vías rápidas”, una operadora podría ofrecer una velocidad y una calidad de línea superior a aquellos servicios y webs que pagasen una cuota. Por lo tanto, si visitamos una página que no ha pagado, notaremos una mayor lentitud respecto a las que sí han pagado.
La innovación sufriría un duro golpe con las vías rápidas, ya que las startups que estén empezando, los pequeños negocios, o simplemente ciudadanos normales que quieran montar una web o servicio estarían en desventaja respecto a las grandes empresas.
Las reglas europeas prohíben las vías rápidas en Internet, pero los llamados “servicios especializados” son una excepción. Por lo tanto, según Berners-Lee la UE debería modificar el texto para aclarar que los “servicios especializados” nunca podrán referirse a la navegación normal por Internet, y revisar periódicamente qué se considera un servicio especializado y qué no.



El zero rating

El zero rating consiste en que una operadora puede elegir no contar los datos que consume una app para el cómputo mensual. Por ejemplo, si una compañía elije dar zero rating a Whatsapp, no nos cobrará los datos que consumimos con esa app.
El zero rating es similar a las vías rápidas, en el sentido de que las operadoras elijen a quién benefician y a quién no, y también pueden beneficiarse a si mismas fomentando sus propias apps y servicios frente a la competencia.
Las reglas europeas afirman que el zero rating puede ser dañino para la industria, pero no lo prohíben explícitamente; en vez de eso, dejan en manos de cada país la decisión de prohibir o permitir el zero rating. Por lo tanto, la UE debería incluir una prohibición de esta práctica en todo el mercado europeo.

Discriminación de tráfico

Las reglas europeas incluyen una previsión de lo que está permitido en caso de que exista una congestión en la red; en ese caso, las operadoras pueden categorizar el tráfico en clases y dar prioridad a un tipo de clase por encima del resto, pero sólo como último recurso.
Berners-Lee está de acuerdo con esta previsión, pero cree que, como el texto no incluye ninguna prohibición explícita a categorizar el tráfico cuando no hay congestión, las operadoras podrían aprovechar esa laguna para decidir qué tipo de tráfico quieren fomentar y cuál quieren perjudicar.
La solución sería establecer reglas generales para la gestión de tráfico, aunque no haya congestión.

Protección del acceso a Internet

Si una empresa te ofrece un servicio aparte de la conexión a Internet, las reglas europeas le permiten usar una parte de nuestro ancho de banda para hacerlo funcionar. Por ejemplo, si contratas una línea de 200 MB y contratas televisión por Internet, ese servicio se “comerá” parte de los 200 MB.
Todos los servicios adicionales ofrecidos deberían incluir su propio ancho de banda, no coger el que ya hemos contratado. Eso es porque son dos productos diferentes, y de hecho las leyes europeas ya existentes especifican que los servicios adicionales no pueden reducir la calidad del servicio principal que hemos contratado. Si la UE no corrige esta parte, estaría contradiciéndose a si misma.

Cómo puedes ayudar a salvar la neutralidad de la red

Tim Berners-Lee pide tu ayuda para hacerle ver a los reguladores europeos que están cometiendo un error. Afortunadamente, estas reglas aún no son finales y pueden ser modificadas, pero no queda mucho tiempo.
El próximo 18 de julio a las 14:00 CEST se cerrará el periodo en el que la ciudadanía europea puede opinar sobre las nuevas reglas de la neutralidad de la red. Para ello, podemos usar páginas como https://www.savenetneutrality.eu/es/ y https://www.savetheinternet.eu/es/ para enviar un mensaje a nuestros representantes políticos.
En ambos casos es muy fácil, sólo tienes que rellenar una plantilla, introducir tu nombre (puede ser opcional o requerido dependiendo de la web), tu dirección de correo y tu país. Opcionalmente, puedes escribir un mensaje por tu cuenta, o puedes aprovechar la plantilla que ya está escrita.
Quedan pocos días para que nuestra opinión se haga notar.

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martes, 24 de mayo de 2016

Me declaro Ministérico


Anoche TVE emitía el último capítulo de la segunda temporada de la serie El Ministerio del Tiempo. Lo hacía sin haber confirmado la posible renovación de una tercera temporada, extremo éste, en el que tampoco los creadores, guionistas o actores de la serie se mojaban. Aunque si lo hacían de manera disimulada con un hastag #SayonaraMdT para expertos puesto que ninguna referencia cultural y freak del capítulo se aproximaba al universo Terminator (suceso que en otros capítulos si ha ocurrido). Y ya conocemos la traducción del japonés de “Sayonara”.
Al mismo tiempo las redes sociales respondían al llamamiento con otro hagstag #RenovaciónMdT pidiendo que el ente público contratará una tercera temporada de la serie, cumpliendo así lo que parece la intención de los creadores de la serie en su génesis hace un año. Curiosamente ambas etiquetas se han mantenido dentro de las tendencias más seguidas de Twitter desde la hora de emisión del capítulo hasta bien avanzado el día de hoy.
Y es que en las redes sociales, y particularmente en twitter, El Ministerio del Tiempo, ha podido exhibir músculo y mantener una posición de fuerza por su supervivencia, frente a las audiencias televisivas y su modo de medir el éxito o fracaso de un espacio televisivo. Mientras estas audiencias se siguen recabando por un método notoriamente arcaico, fácilmente manipulable, twitter ha demostrado la fuerza de una legión de seguidores, los ministéricos, que hemos participado, junto al notable equipo de redes sociales de la serie, comentando y compartiendo los mejores momentos de cada capítulo, generando una comunidad que va más allá del televidente pasivo que degluta cualquier contenido que le pongan delante sin la más mínima capacidad de intervención, ni de crítica hacia los productos subversivos que le pongan delante.
Frente a este tipo de espectador, tenemos por contra un espectador, el fan del siglo XXI, que va a visualizar su serie favorita, cuando quiera, basándose en las oportunidades que las nuevas tecnologías le otorga. Un aficionado que no va a tener ningún reparo en mostrar sus conclusiones y sentimientos antes, durante y tras el visionado. Y que además es más proclive a adquirir productos oficiales de mercadotecnia. Todo ello ya tuvo su recompensa, porque para la primera temporada ante la indecisión aparente de una TVE gestionada como un cortijo particular en el siglo XVIII, la actuación y presión de los fans de la serie garantizo la supervivencia de la misma, con la renovación.
Por eso el que haya existido un producto de tan alta calidad en su concepción, originalidad en sus planteamientos. Que sea netamente español, e incluso víctima de plagios por las veneradas ficción estadounidense o británica, y que haya creado toda una legión de freaks convencidos y activos en su defensa, promoción y critica es una fantástica noticia para la tv en nuestro país, para las profesiones de la narración cinematográfica y también por supuesto, para nuestra sociedad.
Motivos para la serie hay muchos y todos ellos buenos:
  • Por sus historias. Si te gusta la Historia está es tu serie. Y si no te gusta, te acabará gustando. Y es que el Ministerio del Tiempo se define como una serie inteligente y así trata al espectador. Lo hace sin caer en el elitismo. Historia para todos, con veracidad, rigor (muy interesantes los documentos anexos a cada capítulo conocidos como “Los Archivos del Ministerio”) y también con un proceso de humanización y acercamiento del personaje y el hecho histórico a la audiencia, con sus anécdotas y quehaceres diarios. Así desde recurrentes como el Spinola de Ramón Langa o un fantástico Velázquez artista con todo lo grande de la palabra, agente del ministerio, a un Lope de Vega mujeriego y pendenciero y un Cervantes y un Cid por los que sentir empatía en sus búsquedas de inmortalidad. Todo ello creando un producto arriesgado en su propuesta pero reforzado, entre otras cosas, por una cuidada ambientación y unos guiones, que más allá de ciertas licencias de la física, resultan en su componente histórico y humano, redondos. Y es que cuando las cosas se hacen con mimo, con tiempo y sobretodo con talento, el resultado es algo a lo que estamos tan poco acostumbrados en nuestro país, que hace que nos vengamos arriba en su defensa y promoción.
  • Ciencia ficción, ¿en España?. Si. Y de la buena. Adaptando la vasta literatura del género y de la física al género (con las licencias democráticas del saber necesarias), tenemos por obra y gracia de la pluma de los hermanos Olivares un “Doctor Who” a la española y con personajes de varias épocas distintas adaptando tanto su vestuario como su sentir y expresividad a momentos históricos diversos. Todo esto genera el clima perfecto para al dramatismo de la situación poder añadir toques de humor, condicionados por la cultura popular, la más absoluta realidad política y social de la idiosincrasia española, que componen una de las características más apreciadas de la serie: Ironía y sarcasmo de buen gusto. Inteligencia también para hacer reír y fidelizar al público en base a la calidad. Y junto a ello, no falta la crítica social, a veces indisimulada, siempre de las más ferviente actualidad mostrando una empatía por parte de los guionistas y creadores y de todo el elenco, con las clases populares, su sufrimiento y esa historia de España plagada "de grandes soldados y nefastos jefes".
  • Por las interpretaciones. Siempre he sido un gran defensor de los y las interpretes españoles. Pero es que los registros en los que se mueve esta serie son de la más pura excelencia. El elenco protagonista funciona a la perfección con una gran química. Desde una suerte de personajes arquetipos, han sabido llevar al espectador a empatizar e incluso identificarse con ellos, axioma que parecía harto complicado conseguir para una serie nacional. Aura Garrido da vida a Amelia Folch, una de las primeras universitarias en nuestro país. Es inteligente, decidida y líder de la patrulla. Rodolfo Sancho es Julián un enfermero del SAMUR en Madrid que tras perder a su mujer encuentra de casualidad el Ministerio del Tiempo y en él una nueva ilusión para continuar, entre otras cosas, visitando a su amada. Es socarrón, ágil de mente y de lengua y da soluciones creativas pero plenamente funcionales. Quizás resulta el personaje menos evolucionado, quizás porque vive en su época y aún siente reciente su pérdida personal. Nacho Fresneda interpreta a Alonso de Entrerríos, un soldado de los Tercios de Flandes, leal y corajudo como pocos. El más alejado temporalmente de su época sufre con cada innovación tecnológica, referencia cultural y avance social. Es el hombre de acción del grupo, y personalmente el actor que más me gusta como desarrolla su personaje.
También interesante aunque sin salir del todo en su régistro ya encasillado, Hugo Silva, interpretando varios capítulos a Pacino, un policía del Madrid de los 80 que entra a formar parte de la plantilla en lugar de un Julián exiliado en su búsqueda de redención.
Sus superiores son Irene, interpretada por Cayetana Guillén Cuervo, a quien el papel de lesbiana, empoderada, empancipada del patriacardo, dueña de su vida y resolutiva le sienta como anillo al dedo; y Juan Gea quien interpreta a Ernesto, un clásico ya del Ministerio para quien el rigor y la seriedad llevan el camino de una vida dedicada a la rectitud del trabajo, pero a la que el avanzar de capítulos nos descubren curvas. Y por encima de ellos un soberbio Jaime Blanch, como Salvador Martí, Secretario del Ministerio, máxima autoridad del mismo y directamente vinculado con presidencia que pone en la dirección, humanidad a raudales en forma de fino humor y critica social en la exigencia a sus subordinados.
  • Por su fenómeno fan. Partiendo de mi caso particular, atraído por una idea sugerente y original (aunque no innovadora ya que los viajes en el tiempo son un subgénero dentro del género de aventuras), me encontré con una serie que no me trataba como un estúpido, sino que lo hacía con inteligencia y respeto. Los recursos como el humor, la ironía, la denuncia político-social, las múltiples referencias a la historia pero sobretodo a la cultura pop y la ingeniosa y atrevida puesta en escena de las distintas historias han atraído a personas de todas las edades y condición que se sienten, nos sentimos, integrados dentro del denominador común de los Ministéricos.
Cuando ves un capítulo del Ministerio del Tiempo, a las historias troncales que ya conoces, se le añade el desarrollo de una historia genérica del capítulo que es la misión en la historia a la que se enfrenta la patrulla protagonista. Pero si algo me ha parecido más innovador y arriesgado es sortear en cada capítulo el planteamiento de la historia, desde un género cinematográfico distinto. Así hemos tenido capítulos desarrollados a modos de Western (el del Lazarillo), bajo la intriga y el suspense, el género de Aventuras, el terror y la fantasía (La Vampira del Arrabal), el drama (el capítulo de HImmler en Montserrat con Hitler y Franco departiendo en un tren en Bayona), la comedia o incluso el vodevil amoroso (Un Napoleón genialmente interpretado por Fernando Cayo en un monasterio de Tordesillas).
Todo un riesgo y un acierto, que unido a lo anterior han compuesto un retrato de audiencia muy hetereogéneo, y como decía más arriba activo incluso en la defensa de la continuidad de la serie, tanto en este momento como al finalizar la primera temporada ante los rumores de no renovación por parte de una siempre dubitativa, acomplejada y temerosa TVE.
Así unos cuantos números para documentar tal fenómeno: Más de 70.000 seguidores en twitter. 35.000 en facebook. Miles en instagram y tumblir. Foros míticos del internauta español (meneame.net, ACB.com, elotrolado.net, etc.) con hilos temáticos sobre la serie con miles de posts al día. Blogs dedicados. Videos y gifs creados por la audiencia.
Y cuando llega la emisión estandar en televisión del capítulo de turno, el fenómeno se convierte en TT incluso mundial, con más de un 95% de comentarios positivos, haciendo también tendencia a los personajes históricos que aparecen en la trama.
Y para rematar con un número de visionados en la plataforma de RTVE en torno a los 600.000 de media por capítulo de una serie brillante.
Y el capítulo final 
Pero la más absoluta brillantez la alcanzó anoche con el capítulo final de esta segunda temporada, titulado “Cambio de tiempo”, un auténtica obra maestra para seriéfilos. Siguiendo el compromiso con la línea de creatividad que en todo momento ha tenido la serie, anoche ofrecieron un giro más, este dentro del subgénero de los viajes en el tiempo, como representan las líneas paralelas y las paradojas basándose en una interpretación de los mundos múltiplesde Everett (existen infinitos universos posibles que pueden ocurrir simultáneamente y a los que se accede a través de cambios en un punto común).
Así mientras la patrulla protagonista viajaba a la Guerra de Independencia para poner a salvo a Argüelles y con él el germen del constitucionalismo en España, en la línea del tiempo “que es, el que es”, Felipe II era informado de la derrota de la Armada Invencible, y en ese momento pretende usar el Ministerio del Tiempo para cambiar la historia, ganando la batalla. Hasta aquí el spoiler. Lo que sucede después sólo puedo animiar a que lo disfrutéis. La trama del capítulo se desarrolla como una realidad totalmente paralela, en la que los tres protagonistas de vuelta se ven en fuera de juego, pese a que sus propias intrahistorias encajen perfectamente con sueños y anhelos. La resolución volverá a ser el dilema entre el deber y el placer.
Y todo ello paladeando un guión ingenioso, estimulante y divertido; una dirección ágil y una ambientación sensacional. Y unas interpretaciones de vértigo, tanto de los protagonistas, recurrentes, como de los invitados, con un Carlos Hipólito en el papel de Felipe II, soberbio.

Lo único seguro es que el Ministerio del Tiempo va a pasar a la posteridad primero como un hito en cuanto a la generación del fenómeno freak en España, con lo que conlleva hoy en día en cuanto a participación, critica y feedback entre creadores y espectadores. Pero en parte por ello mismo, y por la propia idiosincrasia del producto creado, tal y como he venido explicando durante esta entrada, también será una obra de culto. Un auténtico rubicón en cuanto a la ficción televisiva en nuestro país.


Por todo esto y más, y sobretodo por lo que pueden descubrir y redescubrir, les invito a que vean y se pongan al día con el Ministerio del Tiempo. Al final harán como yo, campaña para la renovación de la serie por una temporada más con las cuotas de libertad creativa y expositiva que hasta el momento han tenido creadores, guionistas y directores. #RenovaciónMdT.


domingo, 5 de febrero de 2012

WWW: World War Web. Por el control de Internet


Estamos viviendo unos días revueltos en el mundo online. El control de Internet es el objetivo de industria y gobiernos, lo que está provocando desde hace tiempo una serie de acciones legales, policiales y judiciales. Movimientos que entran en conflicto con usuarios y la propia filosofía de gratuidad a la que estamos acostumbrados en Internet, que están generando movilizaciones y protestas sociales, junto a varios ataques virtuales, que a buen seguro serán recordados en el futuro como un momento clave en el devenir de la red de redes.

En un marco de inestabilidad económica mundial, la industria del contenido lleva tiempo presionando sobre la necesidad de
regular Internet con nuevas reglas que permitan crear las herramientas necesarias para tener controlada la web. En este sentido y bajo el impulso de Estados Unidos, a través de mecanismos como el tratado internacional ACTA o el informe anual Special 301, varios países de todo el mundo han ido creando o adoptando normativas antipiratería como la ley Hadopi en Francia, la ley Sinde en España, así como los actuales proyectos, SOPA y PIPA en Estados Unidos, Ley Doring en México o Ley Lleras en Colombia. Todos ellos están creando un nuevo espacio de protección internacional de la propiedad intelectual que amenaza con afectar de forma definitiva a la neutralidad de Internet.

La neutralidad de la Red es un principio que describe que el tratamiento del tráfico que circula a través de Internet debe estar libre de restricciones. Este principio de neutralidad es uno de los fundamentos sobre los que fue diseñada la Red de Redes por sus creadores y que ha permitido hasta la fecha que se convierta en una importante plataforma de comunicación y desarrollo social. Alrededor de este principio y del sentido en que se entiende Internet por parte de los usuarios, se ha ido generando un conflicto entre dos posturas bien encontradas, que tras las últimas acciones llevadas a cabo por partidarios y detractores, han logrado subir el nivel de intensidad hasta empezarse a escuchar el término "World War Web".

Entre los partidarios de respetar la neutralidad en Internet encontramos quien defiende la Red de Redes como un espacio abierto, donde libertades como la expresión o la información den sentido a este universo virtual. Con ello se busca el fomento del desarrollo o la innovación y se aboga por el autocontrol sobre los contenidos que deben o no deben ser aceptados, y la necesaria tutela judicial para poder intervenir una comunicación. Este colectivo recuerda que regímenes dictatoriales como el de China o Corea del Norte disponen ya de mecanismos de control del acceso Internet. No obstante, dentro de este grupo de partidarios, también hay quien aprovechando los "vacios" que genera un espacio de libertad ha logrado convertirse en multimillonario a costa del trabajo de los demás, creando modelos de negocio por los que lucrarse con productos que otros se esfuerzan en crear.

Por su parte, entre los detractores de la neutralidad, están quienes defienden que existe la necesidad de controlar Internet para evitar contenidos censurables, ataques de ciberterrorismo o violaciones de derechos como el propiedad Intelectual que conduzcan hacia la degeneración de Internet como un espacio de impunidad y anarquía. Con todo, se busca regular el mundo online para no dar pie a cualquier acción u opinión. No obstante, dentro de este grupo también está quien aprovechando estos argumentos pretenden convertir a la Red en una plataforma controlada por gobiernos y grupos de presión, interesados de hacer una plataforma a su medida que les permita llevar a cabo sus interés políticos y económicos, desvirtuando lo que hasta el momento conocemos como Internet.

De forma paralela a estos movimientos ha surgido varios grupos internacionales de ciberactivistas que han llevado a cabo diversas acciones tratando de llamar la atención de la comunidad mundial sobre la importancia del momento en que vivimos y la fuerza del colectivo a la hora de presionar para que sus intereses sean tomados en cuenta.

Secuencia de lo sucedido

Los acontecimientos que han ido sucediendo en los últimos tiempos han puesto en primera plana la importancia del momento en que vivimos para el futuro de Internet.

  1. Estados unidos inicia en 2010 la operación cierre de dominios Operation In Our Sites con el objetivo de cerrar todas aquellos sites que violen las leyes de copyright norteamericanas. Como resultado de la anterior campaña son bloqueados numerosas webs como rojadirecta.org, exvagos.es, channelsurfing.net o hq-stream.com, muchas de las cuales encuentran mecanismos para seguir con sus actividades.

  2. Las autoridades norteamericanas impulsadas por grupos de presión como RIAA consideran endurecer y ampliar las medidas dirigidas para el control de Internet que les permita cerrar aquellas webs consideradas "piratas". El clima de crisis económica mundial que agrava las pérdidas de la industria alrededor de los autores y la aparición de varios conflictos sociales que usan Internet como herramienta de difusión y coordinación de su acción, invita a Estados Unidos a ver como "buenas" las medidas para el aumento de control de Internet.

  3. A finales de octubre de 2011 es presentado en el Congreso de los Estados Unidos a través del senador Lamar Smith un nuevo marco legal llamado Stop Online Privacy Act (SOPA) que incrementa las herramientas para combatir la piratería y que unido al proyecto The Protect IP Act (PIPA) presentado en mayo del mismo año pretenden modificar lo que hoy conocemos como Internet en aras de una protección de la industria norteamericana. Los proyectos SOPA y PIPA permiten:

    • forzar a las compañía proveedoras de Internet a monitorizar comentarios, imágenes y vídeos.

    • bloqueo de cualquier website que enlace con un contenido considerado pirata sin que sea necesario que lo ofrezca directamente, incluso aunque este se encuentre fuera de las EEUU y su actividad no sea considerada ilegal en su país.

    • aumento de los mecanismos en poder de un titular de derechos de propiedad intelectual, y por tanto de la industria de contenidos, de forma que pueda instar el cierre un sitio web infractor con una menor carga en la presentación de evidencias de violación y sin el debido proceso garantista que respete los derechos potencialmente perjudicados.

    • medidas de ahogo económico dirigidas a hacer insoportable la actividad de las compañía que permitan el acceso a contenidos con copyright sin la oportuna licencia.

  4. Tras algunas voces en protesta, un importante grupo formado algunas de las principales compañías de Internet (Google, Yahoo!, Amazon.com, eBay, o Wikipedia) apoyados por algunas de las voces con mayor peso intelectual en la Red, entre los que destacan Vint Cerf (considerado como uno de los padres de Internet) o Jim Gettys (redactor de la especificación HTTP/1.1), se posicionan en contra de SOPA y PIPA.

  5. Tras varios días en los que van creando las condiciones apropiadas, en buena parte por la labor de difusión llevada a cabo por redes sociales como Twitter o Facebook, Jimmy Wales, el fundador de Wikipedia logra movilizar el pasado día 18 de enero a una parte de la comunidad de Internet contra la ley SOPA y PIPA, en la que es considerada la mayor protesta online conocida hasta la fecha.

  6. El día 19 de enero (al día siguiente) el Departamento de Justicia norteamericano da a conocer una operación internacional que logra el cierre de Megaupload, la mayor página de intercambio de archivos, así como la detención de sus máximos responsables.

  7. Como represalia por esta acción el grupo Anonymous lleva a cabo la operación Megaupload, todavía abierta, con ataques de denegación de servicio (DdoS) contra las webs del Departamento de Justicia de EEUU, la página del FBI, la de la asociación cinematográfica norteamericana y la de la industria discográficas de EEUU, así como la de otros agentes en varios países considerados promotores de la llamada lucha antipiratería, en uno de los mayores ataques informáticos que se recuerdan.

  8. La presión llevada a cabo por los opositores a la normativa antipiratería logra romper el consenso de las autoridades legislativas norteamericanas que anuncian la cancelación de la votación de los dos proyectos de ley (SOPA y PIPA).

Pese a la paralización de las votaciones los impulsores de la reforma han señalado que existe una firme voluntad por parte de las autoridades legislativas norteamericanas de llevar a cabo un cambio en el marco legal que establezca mecanismos de control capaces de frenar la piratería. Esta situación unido a que el grupo de detractores parece tomar conciencia de la fuerza que tienen cuando están unidos promete dar que hablar en la que algunos ya han bautizado como World War Web.

Camareros: Necesarios, degradados y precarios. Una experiencia personal

Ahora que ya está aquí el veranito con su calor plomizo, pegajoso y hasta criminal, se llenan las terracitas para tomar unas...