Hay que decirlo claro:
Israel está ejecutando un genocidio sistemático y planificado sobre la población de Palestina.
Es así. Está probado. Es un hecho. Como también lo es la actitud tolerante con este crimen contra la humanidad de buena parte de la Comunidad internacional, y dolorosamente de los representantes políticos occidentales que deberían ser los primeros en denunciarlo y combatirlo.
Nethanyahu tiene que ser encarcelado y juzgado como criminal de guerra y genocida. De hecho no tengo ninguna duda de que así será. El sionismo violento y genocida debe ser luchado y contrarrestado con solidaridad, verdad y democracia. Y los cómplices como gobiernos occidentales y empresas de armas y tecnologías también tienen que ser juzgados y erradicados.
Y por último, la indiferencia también tiene que ser combatida. No puede ser una opción. Los seres humanos no podemos quedarnos indiferentes y tolerar este genocidio. Con todo lo que sabemos que pasó y que ha habido en el pasado.
No se puede tolerar y tenemos que ser beligerantes con quienes ejecutan, permiten y hasta alientan que Israel asesine a millones de personas en Gaza y en Cisjordania.
Esto no es una guerra. Cuando se cortan los suministros básicos de alimento, agua, electricidad y medicinas a la población civil no estamos hablando de operaciones militares o búsqueda de rehenes y terroristas. Cuando se permite y se provoca que miles de niños mueren de hambre y enfermedades erradicadas ya en el primer mundo lo que tenemos delante no es una guerra sino una política diseñada bajo parámetros racistas y fascistas. Algunas fuentes hablan de 30 niños al día desde el inicio de la invasión por lo que esto no es una guerra. Es terrorismo de estado diseñado y ejecutado para impedir la constitución de una nueva mayoría étnica y social en el estado. Cuando se persiguen, detienen e incluso matan a voluntarios y periodistas no se trata de daños colaterales o de “desgracias”, sino de acciones ejecutadas con voluntad de ocultar la verdad al exterior y a la historia. Cuando se denuncia esta matanza indiscriminada de seres humanos, pobres y desamparados, no se está hablando de anti-semitismo. No jodáis que eso es muy serio para que manipuléis de esa forma. La gente común, las personas buenas, lo que estamos en contra es de los genocidios. De todos los genocidios. Y si una mierda de religión, me da igual judáica, islámica que católica ampara a basuras humanas como Netanhayu y compañía hablamos de otra cosa.
Paremos ya el genocidio en Palestina. No podemos, no debemos, no es tolerable quedarse sentado en el sofá o poner un tuit o este texto, sin más. Hay que actuar y hay que hacerlo para parar de una vez esta deriva fascista.
Muchos estamos colaborando en partidos y ongs que están tratando por un lado de enviar ayuda a Palestina y en exigir el final de la ocupación y el exterminio. No vale sólo con mandar un SMS de ayuda, acudir a una manifestación, firmar una campaña online o ejercitar un boicot a todo producto que venga de Israel (y de Estados Unidos principal financiador de este estado genocida y criminal).
Tenemos que reflexionar sobre la mierda de mundo que “estamos” construyendo. Esto no puede seguir así.
Escribo en un descanso, desde la víscera y veo que en 5 minutos y desde el móvil y han salido más de 500 palabras. Que no se las lleve el viento, y que podamos parar el genocidio en Gaza.
Por un mundo de paz, solidaridad, cooperación y empatía. Abajo el fascismo. Viva la libertad, Viva Palestina.
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