Ha muerto Ozzy Osbourne.
No tengo palabras para loar la figura, el legado y la trascendencia de Ozzy para millones de personas como yo. Para quienes el Heavy Metal no es solo música. Es alma. Es vida y es identidad.
Se ha marchado como quería. Con su familia y tras darlo todo sobre el escenario hace un par de semanas en un concierto épico, homenaje a una trayectoria plena, con sus altibajos artísticos y personales, propios de quien ha estado casi 60 años haciendo música desde cero. Creando no sólo un estilo y una forma de hacer las cosas, sino siendo parte imprescindible en la génesis de un género.
El Heavy Metal no sería posible sin Ozzy, como fundador de Black Sabbath y también de su prolífica carrera en solitario, como Ozzy. Promoviendo músicos y bandas, e incluso uno de los mayores festivales como el Ozzyfest. Y ahora hay que continuar sin él, pero con la memoria de su obra, el recuerdo de su imagen, la presencia de su leyenda.
No me puedo despedir de él. De quien con su repentina ausencia, hace que las palabras se anuden en la garganta aunque tengan que salir por el teclado. De quien inunda mis ojos de lágrimas por haber estado siempre ahí. No puedo decirle adiós, ni hasta siempre, porque sus canciones forman parte de mi. Porque su voz, tan inconfundible, tan propia y tan esencial es el timbre que me activa, que me da fuerza. Y porque después de hoy, cuando lo escuche, y seguiré haciéndolo, me sacará también una sonrisa. Porque muchas veces, siempre de hecho, Ozzy ha cantando a la vida (si aunque los maniqueísmos y tópicos interesados hoy inunden panegíricos en los medios de desinformación). Porque por encima de leyendas urbanas, imagen siniestra alimentada por él mismo y por su mujer, y apelativos como Príncipe de las tinieblas, Ozzy estaba y está por encima de todo esto, y en muchas de sus canciones y también de sus apariciones públicas ha expresado su optimismo y su espíritu por la lucha y hacer que todos y cada uno vivamos nuestra vida de forma plena.
Sólo queda atesorar sus canciones, su recuerdo de la persona y del personaje. Los grandes momentos que nos ha regalado, en vivo o en la habitación, el coche o tras los auriculares a cada uno. A través de su música. Haciéndose imprescindible. Cantándonos. Moviéndonos. Haciendo música y arte.
RIP Ozzy Osborne. Larga vida al Heavy Metal y al recuerdo de tu obra. Gracias Ozzy por todo!!!
Ozzy disfruta en la gran banda con Dio, con Randy, con Lemmy, con Bonham, con Cliff, con Paul, con Clive, ...
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