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jueves, 11 de febrero de 2021

Censura en Españistan


 

Entre hoy o mañana el rapero Pablo Hasel tiene que ingresar en prisión, siguiendo una condena puesta por un delito de opinión. En sus letras de contenido político, el músico catalán denuncia la corrupción del Rey emérito y la violencia del sistema y el estado de las cosas.

Te puede gustar o no Hasel. Ser aficionado o no a su estilo. Incluso puedes estar de acuerdo o no con su discurso. Pero si consideras que por una canción está justificado su ingreso en prisión, podemos valorarte como anti democrático y en consecuencia, fascista. Las muestras de solidaridad se suceden mientras se acaban los plazos legales para subvertir esta salvajada, una más en este lupanar para el fascismo que resulta Españistan.

Nunca hemos oído ni visto juicios o intervenciones policiales para impedir actuaciones de grupos de extrema derecha que cantan para oprimir a otros colectivos. No hay ni siquiera reproches a los provocadores que acuden a barrios obreros a lanzar soflamas clasistas plagadas de odio (xenofobia, homofobia, misoginia, etc.) en el contexto de una campaña electoral. Y sin embargo, presos políticos comunistas o anarquistas se pudren en las cárceles ante la indolencia de la población y sin la cobertura de los medios de comunicación burgueses como con otros casos más conocidos.

Unas leyes fascistas que beben de las fuentes del franquismo, y cuyos herederos no sólo las pusieron en marcha cuando tuvieron ocasión, y por supuesto, lo volverán a hacer, sino que valiéndose de todas las artimañas del sistema han bloqueado concienzudamente su derogación e incluso su modificación a normas más laxas. La ultra derecha de PP y Cs (y obviamente, encontraríamos a Vox en esta barricada) llevan desde 2017 con la derogación de la Ley Mordaza aprobada en las Cortes paralizada por sus mayorías y sus tejemanejes. Y ahora que tenemos una mayoría, compleja pero mayoría progresista, para proceder a derogarla, se suceden las semanas sin que haya atisbo de corregir este fallo multi-orgánico en nuestra democracia.

No es nuevo, ni tampoco propio de éste país que la derecha, se haya valido y se valga de la democracia para sus fines. Para enriquecerse enfangando el buen nombre de la política. Que también. Pero sobretodo, para mantener un estado de las cosas que favorezca la opresión del 1% sobre el resto. Tampoco lo son las traiciones del PSOE a la clase trabajadora y a los colectivos denigrados y oprimidos en el estado. Su cobardía y sumisión es tan lacerante como desesperante la lentitud de movimientos desde la izquierda para crear una ola que desde convencimiento, movilización y generosidad pueda superar este franquismo sociológico para hacer al estado avanzar y mejorar. Y es que la izquierda “guay” tampoco ha tenido problemas en emplear la brocha gorda cuando algo le incomoda.

La Ley Mordaza fue puesta en marcha con el único fin de "ser una respuesta del Gobierno y del poder legislativo a las numerosas manifestaciones que en los últimos años se han llevado a cabo en España". No lo digo sólo yo, ni multitud de personas y colectivos. Son palabras de la ONU en su informe sobre la calidad democrática en España y donde reclamaba la adopción de “todas las medidas necesarias para garantizar, en la legislación nacional, el ejercicio de los derechos fundamentales y las libertades públicas de conformidad con los estándares internacionales".

Los derechos a manifestarse pacíficamente y expresar colectivamente una opinión son fundamentales para la existencia de una sociedad libre y democrática” son palabras también del mismo informe de la ONU y vienen a respaldar los capítulos de libertades cívicas, individuales y colectivas, de la nuestra violada Constitución. Ese mamotreto que apenas nadie se ha leído y que está ubicada en la boca o en el culo de nuestra derecha dependiendo de si les sirve o no para su discurso de opresión y odio.

Derechos cercenados de libertad de expresión, de opinión, de reunión, de manifestación, al tiempo que crecen el número de multas, detenidos e identificados por la Policía, a la que se protege para que puedan seguir realizando su papel de esbirros del sistema. Todo ello haciendo que la libertad de prensa también se vea terriblemente deteriorada y que pongan a España como ejemplo del retroceso en la libertad de prensa en el mundo.

Ofende el que puede. Y puestos a la defensiva existen unos cuantos tarados dispuestos a emplear la maquinaria bien engrasada de medios de comunicación afines (aquí empleados como medios de coerción), policías como perros sarnosos siempre delicados con la mano del poderoso y jueces que bajo su batiburrillo de togas y tomos se convierten en legisladores de lo moral, lo correcto y hasta de lo útil. Así, hemos tenido por este país en los últimos años juicios por blasfemia, persecución de chistes, cantantes, articulistas, tuiteros, humoristas. De asociaciones vecinales o ecologistas a los que se les busca las vueltas para desactivarlos por su oposición exitosa a megalomanías de los de arriba. De tirititeros a los que les aplicaron la ley anti terrorista.

Si no fuera por algunos elementos que reaccionaron contra esta reacción de odio y víscera tendríamos las cárceles llenas de quienes denunciamos, de un modo u otro, la corrupción, el caciquismo, la cutrez, el autoritarismo y la avaricia de las élites de éste país. Y estos, podrían seguir ejerciendo sus corrupciones, cacicadas, cutreces, autoritarismos y avaricias varias.

Pero el éxito de la Ley Mordaza no viene en la medida del volumen y número de sanciones, detenidos, multas y presos. Su funcionamiento está ideado para restringir y coartar la libertad de la población. Para que antes de salir de casa a parar un desahucio en favor de un banco o un fondo buitre, te lo pienses. O para ir a una manifestación en defensa de la Sanidad pública, también te lo pienses. Que mientras te pones el palestino recapacites si te merece la pena. No vaya a ser que te caiga un palo o una multa porque te apliquen la desmesura de la violencia institucionalizada. 

La Ley Mordaza funciona muy bien cuanto te piensas un tuit, un chiste, o escribir un modesto artículo como eśte. Internet es el nuevo campo de batalla, donde las ideas y las corrientes de opinión pueden prender mechas que incendien los cimientos de un sistema que se pudre desde su cúspide por momentos. Por eso es tan importante el control de la red y su neutralidad. Y por eso en multitud de ocasiones desvían la atención con otro caso espectacular, para legislar con el ánimo de ponerle puertas al campo y limitar nuestra capacidad de comunicación, de activación, de aprendizaje y de subversión.

El dictador murió en la cama y los que ayer eran fascistas se despertaron al día siguiente como demócratas. O eso es lo que nos quieren hacer creer desde hace ya 45 años. La Ley de Amnistía fue la continuación de la dictadura que garantizó la supervivencia no sólo de los crímenes franquistas, empezando por el beneficio económico colosal de algunos mangantes aupados al poder oligarca bajo las condiciones de la victoria fascista, sino que además, permitió colocar una educación garantista para con el franquismo sociológico. No se discutieron, debatieron los crímenes, las causas y las consecuencias de la dictadura y procedió a perpetuarse una legitimidad del golpe del 36 y del terror fascista que es una inmoralidad y aberración histórica.

Rascas un poco la superficie social y enseguida salta ese discurso misógino, paternalista, racista, ultra-nacionalista, intolerante, violento, fascista en definitiva, y anti democrático en esencia. Nada puede sonar discordante de un discurso oficial de talante continuista con la dictadura pese a que ya hemos crecido en el estado varias generaciones nacidas y educadas en democracia. En teórica democracia.

En frente multitud de asociaciones por la Memoria Histórica a los que no les mueve el revanchismo como vomitan desde sus altavoces los poderes fácticos. Sino que su afán es el de la reparación, la justicia y la verdad. Su éxito es la mayor garantía democrática que podemos recibir por lo que el apoyo a esta causa tiene que ser intenso de todo aquel que se auto denomine demócrata.

La caverna plagada de hinchas furibundos y bestias irracionales ha salido en tropel a cargar contra el vicepresidente del gobierno por decir que "No hay una situación de plena normalidad política y democrática en España". Pablo Iglesias hacía estas declaraciones en el contexto de la campaña electoral para las catalanas del próximo domingo, con el ánimo de enervar a sus huestes ante el presumible descalabro electoral de la coalición Unidas Podemos. Alentar el voto remarcando la excepcionalidad social y política en el estado español con una desigualdad lacerante, una falta de democracia y memoria insultante y con problemas territoriales y de identidad convertidos en trinchera desde la que incendiar la colaboración, el diálogo y la normalidad. Todo ello, por una persona y un partido político que han sufrido y sufren la persecución del sistema por tierra, aire y mar; es decir, por los medios, por jueces, por otros partidos políticos y por las cloacas.

Como una profecía autocumplida Iglesias tiene razón. Cuando sus mensajes y acciones, iniciativas y denuncias causan tanto pavor y tanto escozor. Cuando movilizan en contra y a favor al mismo número es fundamentalmente porque lo que dice es verdad. Porque nos caerá mejor o peor Iglesias o estaremos a favor o en contra de su formación. Pero lo que nadie debe olvidar es que el ensañamiento que sufren va a la par del desprestigio del sistema que denuncian y de las pocas medidas que consiguen arrancar al mismo sistema, empezando por sus elitistas compañeros de gobierno.

¿Es democrático encarcelar a un rapero porque no nos gustan sus letras? ¿Es democrático que el sistema bajo el sistema, las cloacas, se dediquen a lanzar bulos y perseguir a los opositores a éste siniestro régimen? ¿Es democrático que despidan a quienes escriben un titular incómodo ante la última salida de tono elitista de la casa real? ¿Es democrático desahuciar a una anciana a 10 minutos de la llegada del toque de queda? ¿Es democrático que se quede sin casa y con la deuda? ¿Es democrático que de media un español o española dedique el 55% de su renta anual al pago de un lugar donde vivir? ¿Es democrático desmontar los servicios públicos? ¿Es democrático que aún existan más de 150.000 desaparecidos por la represión franquista? ¿Es democrático que te sienten en un banquillo porque un grupo de gilipollas se ofenden cuando te cagas en dios y en la virgen? ¿Es democrático que la princesa se vaya a un colegio a Gales a 76.000€ anuales al tiempo que miles de sus compatriotas mueren de frío o calor en barrancones? ¿Es democrático que la sanidad pública haya sido derruída en favor de la privada por unos políticos elegidos en teoría para su administración? ¿Es democrático el volumen de corrupción que destila este estado fallido?


Podía seguir así preguntas y líneas hasta el infinito porque es infinita la indignidad que asola este país. Porque la censura, la persecución, la violencia son demostraciones diarias de la anti democracia en España, donde se han juntado el hambre y las ganas de comer, donde se han juntado el fascismo y el ultraliberalismo. Por todo esto se hace vital y urgente la derogación de la Ley Mordaza (así como la derogaciones de las reformas laborales y otra multitud de legislaciones en favor de la dignidad y bienestar de las clases trabajadoras). Unirnos como izquierda democrática y consciente de las dificultades se hace necesario. Es el momento de transitar ya de una vez por todas y pese a las agresiones de los que temen perder sus esclavistas privilegios, de la dictadura a la democracia.


jueves, 13 de febrero de 2020

Silenciar a los nostálgicos



Subida del salario mínimo interprofesional, pensiones subidas al IPC, sueldo de los funcionarios del estado subido, inicio del trámite para le ley del derecho a una muerte digna, ley contra la exaltación del franquismo, paralizado con política y diálogo el conflicto del campo español azuzado por las derechas, des-tensión el tema de Catalunya.
Éste es el bagaje del primer mes de gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos. Y no parece mal bagaje dadas las expectativas de caos y colapso que auguraban las resentidas derechitas cobardes y ultra derecha clasista a las que visto lo visto en la primera sesión de control al nuevo gobierno se han quedado con el único argumento de “Venezuela”. Sea lo que sea que signifique eso.
La agenda política la marca el gobierno desde el martes con el cambio del Consejo de Ministros de viernes al segundo día de la semana. Así evitan que durante la semana, en las tertulias de café, de trabajo, de comida se hable de lo que la oposición quiera. Este gran acierto estratégico del gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, tiene descolocados a sus oponentes, tanto políticos como mediáticos.
El anuncio de la intención del Gobierno de tipificar como delito la apología y exaltación del franquismo, tan criminal, corrupto, traicionaero y homicida como el nazismo alemán o el fascismo italiano, ya ha provocado las furibundas reacciones de los cuerpos del estado impregnados en esencia de tan detestable régimen. Medios, judicatura, miembros de las fuerzas armadas y cuerpos de seguridad del estado y partidos políticos herederos directos del catequismo franquista se han puesto en solfa no vayan a perder la oportunidad de cantar las alabanzas y amenazar con el golpismo como han estado acostumbrados estos 40 años largos ya de pseudo democracia ibérica.
Que esta gentuza aluda a la libertad de expresión es un chiste de mal gusto cuando hay más de 150.000 personas ejecutadas y desaparecidas en nuestro país y hubo más de 4 millones de exiliados por su forma de pensar y vivir. Pero es lo que tiene esa legitimidad auto impuesta con la Ley de Amnistía (siguiente paso, debería ser derogarla y pasar a juzgar los delitos de lesa humanidad, que por cierto, nunca prescriben) que sustentó judicialmente lo que socialmente impregno el franquismo durante tantos años en la educación, las costumbres y los criterios de la población.
A las ultra derechas de éste país no sólo les preocupan que sus rituales de exaltación fascista sean perseguidos y condenados por vía penal. Lo que más les duele es que de seguir avanzando en el camino de la Memoria Histórica, los privilegios y las usurpaciones al pueblo saldrán a la luz, se repararán y tendrán que pagar la traición a la clase trabajadora y al país al que dicen tanto adorar. Se les cae la máscara de democracia cuando los pones ante los fantasmas de un pasado caínita, violento y genocida y que ahora en el presente, muestran poniendo trabas a cualquier avance social que la población reclame, a cualquier mínimo atisbo de justicia social y a cualquier llamamiento de emancipación que los y las oprimidas lancen.
Las interesadas igualdades con el terrorismo etarra, o con el comunismo en la República o en Venezuela son el manoseo de uso y abuso de conceptos que contraponen única y exclusivamente para salvaguardar sus privilegios que vienen de un golpe fascista militar, de una guerra civil salvaje y traicionera, de una larga dictadura que implantó garantizó los modelos de corrupción y nepotismo y una democracia siempre amenazada por la repetición de la historia de un ejército, una iglesia, una nobleza y una burguesía perennes enemigos de la clase trabajadora española.
Todos hemos visto como la ley y su peso caía sin escrúpulos sobre unos chavales de Alsasua por una pelea de bar con unos Guardias Civiles envalentonados; sobre una diputada que defendía el derecho a la vivienda digna; sobre anarquistas y comunistas; sobre cantantes y letras; sobre humoristas y chistes; sobre tuiteros; sobre vecinos que defienden su barrio; sobre unos tirititeros que realizaban una sátira sobre la libertad de expresión. Y así mil casos más. Y también hemos visto como la ley resbalaba sobre el manto de la impunidad sobre los fascistas que asaltaron la librería Blanquera; sobre los asesinos de antifascistas o aficionados a un club vasco de fútbol; sobre los que salen a cazar inmigrantes y homosexuales.
Como decía Galeano, “la justicia es como las serpientes, sólo muerde a los descalzos”.
Tipificar como delito la exaltación del franquismo llega tarde. Y probablemente será difícil ejecutarla, mientras exista la Ley de Amnistía. Pero es necesario y un primer paso para educar a la sociedad en democracia y poder abrir los melones que la dictadura y 40 años de silencio han dejado madurar hasta que se han podrido. España necesita una revisión de su historia y una aplicación de la justicia de manera urgente, reparando a las víctimas y condenando a los verdugos ante la historia, y también a sus privilegiados herederos, cuyos privilegios vienen de aquellas matanzas.
Una buena parte de esos herederos están en las altas instancias de la judicatura y en las asociaciones “conservadoras” fachas de la justicia. Ya han expresado su disconformidad y las dudas legales sobre tal medida. Aquí es bueno recordarles que en una democracia, la justicia, lo legal o ilegal, lo moral o inmoral, lo decide la sociedad en su conjunto. Y hay cosas que son absolutamente incomprensibles en un estado de derecho. Exaltar el fascismo en una democracia es una de ellas, quizás la más importante de todas, como nos demuestran todos nuestros países vecinos.
Desde luego existe un riesgo. Poner a la extrema derecha con la bandera de la defensa de la libertad de expresión es un juego peligroso. Mas si cabe porque ya conocemos a los medios de persuasión que trabajan para ellos. No sería la primera vez que una medida coercitiva para acabar con los abusos del fascismo, se convierta años después en un arma para atacar la disidencia desde la izquierda. Que los demócratas, socialistas y comunistas nos veamos atacados por llevar una bandera republicana, una camiseta con una hoz y un martillo o por leer a Miguel Hernández, Lorca, Barea o a la pasionaria.
Para evitarlo es evidente la necesidad de perseguir, investigar y judicializar Guerra Civil, dictadura y años de plomo dentro de la Transición. Dar las herramientas necesarias a la Ley de Memoria Histórica para acabar con la impunidad y la amnistía. Pero sobretodo hace falta mucho compromiso antifascista. En las calles, en la educación y en los medios. Para enseñar, para cultivar el sentido democrático y libertario en la población y así evitar que se dejen seducir por los cantos de sirena de los clasistas y fascistas que siempre nos han considerado, a la clase trabajadora, infrahumanos a los que explotar, aprovecharse, despreciar y asesinar.
El gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos debe de continuar en esta línea marcando el ritmo político, y dentro de ese ritmo, los que creemos en ese inmenso espacio a la izquierda de estas dos fuerzas, aprovecharnos y construir un modelo revolucionario que termine con la indignidad de la clase trabajadora.
Éste gobierno de coalición tiene incontables y enormes retos que asumir. Y el próximo sin mayor demora, debe de ser la derogación de la Ley Mordaza. También es conveniente y urgente, deshacer el entuerto de mordaza digital.
Funcionando así, se lanzaría el mensaje de permitir la disidencia, la libertad de expresión, siempre dentro de unos valores democráticos y de igualdad, no empleando la nostalgia en la apología y exaltación de la dictadura franquista que tanto dolor y tanta opresión han causado al pueblo español.
Engordar el código penal, una herramienta de opresión de la burguesía y del sistema, puede no parecer una buena idea y que se vuelva en contra de la clase trabajadora. Pero lo que ya se ha demostrado como una idea fallida es permitir que la agenda y el ruido lo marquen los nostálgicos de la dictadura franquista.
España, o mejor dicho la oligarquía de derechas, ya tiene sobrada experiencia de aplicar la brocha gorda sobre el rival ideológico, es decir la clase trabajadora o los pueblos oprimidos, y que luego venga Europa a enmendar la plana y llamar la atención sobre los abusos de poder de una juridicatura reaccionaria, siempre al servicio de un estado de las cosas anti democrático. Con la Ley Mordaza ha sido una constante. Puede pasar que la libertad de expresar alabanzas a Franco y a sus secuaces asesinos sea abalada por el Tribunal europeo de Derechos Humanos. A mi, me parece harto improbable cuando no inverosímil.
Si abrir este debate sirve para poner negro sobre blanco lo que sucedió en éste país durante el último siglo bien vale la pena. Si sirve para desenmascarar a los que hoy en un escaño, un micrófono o una columna de periódico defienden la supervivencia de valores machistas, homófobos, racistas y clasistas bien vale la pena. Si sirve para ayudar a reabrir todas las fosas comunes, todos los procesos sumarísimos, todos los delitos de odio, todas las muertes por razones de ideología, bien vale la pena. Si sirve educar en memoria, en historia y en democracia a toda la ciudadanía para que puedan interpretar libremente y componer su ideario bajo una imagen certera de la historia, bien vale la pena.


martes, 26 de diciembre de 2017

2017. Otro año que se va dejando un canon digital

Ahora que acaba el año y es tiempo de resúmenes y valoraciones de lo ocurrido estos últimos meses, me veo en la necesidad de retomar un tema que ha sido recurrente todos estos años en mi bitácora. La Propiedad Intelectual, la piratería, las descargas y la neutralidad de la red.
El pasado julio entraba en vigor un Nuevo Canon Digital que venía a enmendar el anterior denunciado y rechazado por las instancias judiciales europeas en 2010. Tres legislaturas (cuatro si contamos la fallida), 3 gabinetes y dos partidos que han venido a trabajar para satisfacer sólo a una parte de todo el conflicto de la piratería: El lobby de las asociaciones de gestión de contenidos como la SGAE.
El Decreto que el Gobierno aprobó hace 6 meses supone un cambio de posición histórico. Hasta la primera legislatura de Rajoy teníamos el canon digital, que permitía que las entidades de gestión repartieran bastante dinero entre autores y editores. Se gravaban los soportes, por ejemplo los CD’s, y trajo no poca polémica. Primero porque no se sabía bien cómo se repartía ese dinero —algunas lo hacían mejor, como DAMA y AISGE, y otras peor, como SGAE— y segundo porque se presuponía intencionalidad al usuario que adquiría un soporte o un cachibache tecnológico, susceptible de compensación en favor de las entidades de gestión. A M.Rajoy, en aquel momento en la oposición, el canon tampoco le gustaba.
En octubre de 2010 el Tribunal Europeo dictó la sentencia conocida como Padawan, que establecía que la aplicación indiscriminada del canon por copia privada no era conforme a la Directiva 2001/29. La Audiencia Provincial de Barcelona falló en contra de SGAE y el PP, que para entonces había ganado las elecciones de 2011, empeñado en llevarle la contraria al PSOE, decidió que lo mejor era hacer la compensación por copia privada aún más indiscriminada, así que la asignó a los Presupuestos Generales del Estado para que la pagáramos todos con nuestros impuestos. Esto no había quien lo entendiera y generó más crispación aún pero se aprobó debido a la mayoría absolutísima salida de las elecciones de 2011.
Aquí hago un alto en el camino para recordar a modo de fustigamiento que aquel resultado electoral vino tras el Movimiento 15M que hay recordar, que empezó a fraguarse en contra de la Ley Sinde que el Gobierno del PSOE trataba de imponer desoyendo a la totalidad de asociaciones de consumidores y usuarios de Internet. Si no querías sopa, toma dos tazas.
Había que solucionar esto como fuera, así que se decidió que había que volver al punto de partida, pero con menos dinero, que los tiempos son duros. Como si no hubiera pasado nada.


Pero sí pasa, señores del Gobierno. Han pasado muchas cosas. Lo primero, justo es decirlo, es que le deben mucho dinero a las entidades de gestión y a través de ellas a los autores, editores y tenedores de derechos de autor en este país. Podemos estar o no de acuerdo en la legitimidad de esa “deuda” adquirida por el Estado español con entidades, algunas de ellas, imputadas o en franca disolución por gestiones chapuceras y corruptas.
Lo segundo y me parece lo más reseñable es que el mundo ha cambiado mucho, y proponer en 2017 otro canon digital como si estuviéramos en 2007 es una injusticia pero sobretodo es un error porque los usos y costumbres, las plataformas y soportes, los usos sociales de la cultura, la creación, producción, distribución y la forma en la que disfrutamos de los “productos” culturales han cambiado.
A través del móvil, la tablet o la Smart TV llegamos a Spotify, HBO, Netflix, Amazon Video y cientos de aplicaciones y portales de emisión de contenidos que no requieren en sus licencias compensaciones por copia privada, ya que carecen del totem físico, el disco, el dvd o el BlueRay en el que se soporta el contenido ya que éste se encuentra en Internet disponible a quien tiene un perfil, una cuota y una línea debidamente dada de alta y pagada.
Mira que hay otras formas de poder pagar a los creadores de cultura ya sean músicos, guionistas o productores, por su obra y la difusión que adquiere, pero no puede ser que se aplique una tasa indiscriminada que a parte de injusta, acusa a todo usuario de soportes digitales de pirata. Así a bote pronto se me ocurre aplicar una tasa específica a los proveedores de red (otra cosa es fijar lo que cuesta éste suministro, como el resto, en éste país) o poner una casilla cultural en la Declaración de la Renta.
Uno de los mantras que se lanzan desde la industria de creación y publicación de contenidos y desde el Gobierno -sin importar el color- y tenemos que soportar es eso de que España es uno de los países donde más se piratea. Así, sin más, sin números, sin contexto. Todo ello sin entrar a valorar que hay 30 países con más población que España y que ocupamos el puesto 20 en el ránking de países por implementación y uso de líneas de banda ancha.
Así partiendo de una mentira, o cuando menos una media verdad sin verificar nos llaman a todos piratas y nos exigen con la complacencia del gobierno que acoquinemos un impuesto revolucionario, un canon en cualquier soporte físico y cacharro informático o electrónico que adquiramos, sin contar el posterior uso que se le vaya a dar.
Quienes nos llaman piratas no han tenido ningún problema, ni ningún reparo para gestionar el total del canon digital que en sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de octubre de 2010 fue declarado ilegal y posteriormente protegido por el gobierno del PP vía Boletín Oficial del Estado (Real Decreto 1657/2012, de 7 de diciembre) para que no fuera devuelto. Recuerdo en este punto que a través de las memorias anuales de 2010, 2011 y 2012 de las entidades de gestión de la propiedad intelectual (SGAE, CEDRO y cía.) suman más de 225 millones de euros. Dinero que el gobierno que se supone debe proteger el interés general ha dejado que gestionen entidades privadas que han actuado como lobbies como la SGAE con Teddy Bautista a la cabeza y quien hoy está imputado por toda suerte de delitos. Esas cantidades es evidente que no han acabado en la promoción de la música, el arte y la cultura en nuestro país.


Nadie discute hoy en día en que la gratuidad de los contenidos no puede ser. Sin embargo la certeza de que la cultura es la riqueza de la sociedad y de que tiene que ser accesible para toda la población es ninguneada en éste debate. Generar formulas que permitan a los creadores vivir con dignidad de sus obras debería ser el objetivo de la industria y el gobierno, y sin embargo, los vemos implicados en sangrar a la población para pagar los vicios de sujetos que llevan viviendo de un éxito años y años.
El Gobierno -PP + PSOE + Cs y + sectores de Podemos- pactan y dialogan con las entidades, los lobbies y hacen oídos sordos a los organizaciones de consumidores, internautas o profesionales del sector de la informática o la investigación. Tampoco se escuchan a muchos creadores de contenidos que si están a favor de potenciar la difusión a través de Internet de sus obras y que no sólo no entran en los repartos de la SGAE y similares, sino que además son perseguidos y acosados por no querer formar parte de un entramado que se ha demostrado corrupto y amoral.
Vayamos al fondo del asunto. Es inconcebible y habla muy mal de todos nosotros como sociedad -y un aspecto más para calificar la inoperancia de nuestros políticos- que tras 15 años de debate sobre la piratería en Internet, no hayamos sido capaces de dar con una solución al problema de la sostenibilidad de la cultura. Es decir, que sea posible dedicarse a la cultura con derechos, dignidad y una remuneración justa (no que te aseguren la mansión en Miami, Alejandro Sanz).
Hoy huérfanos de representación los trabajadores de la cultura, en cualquiera de sus escalafones y acepciones, son precarios y carecen de cualquier tipo de seguridad hacia sus proyectos vitales y artísticos. No son distintos al resto de la clase trabajadora, pero además, cuando valoramos la expresión artística y cultural añade que esta sea de baja calidad, alienadora del poderoso y las élites, nada contestataria, zafia, ruin y miserable. Y esto es un problema social.


Y todo esto con el telón de fondo del debate sobre la neutralidad de la red, es decir, la velocidad y difusión de un contenido que dejaría de ser libre para depender de los criterios de las grandes distribuidoras de ancho de banda que conseguirían un poder colosal sobre Internet, cambiándolo para siempre y volviéndolo más elitista.
Y no menos importante, en clave nacional es la persecución a la disidencia y los ataques a la libertad de expresión que en España están sufriendo cientos de miles de internautas y asociaciones de toda índole que bajo Leyes Mordaza y autos judiciales están viéndose acosados y perseguidos por fuerzas de opresión del estado y jueces y fiscales al servicio de las élites que han planteado el saqueo de la sociedad.


Como siempre he defendido gracias a la piratería, servidor se ha gastado mucho más en música. He ido a más conciertos y adquirido más merchandising -y pagado por ellos- porque he tenido acceso a la música de más grupos de los que siempre están en los mass media. Lo mismo con el cine o las series. Y también con el totem del disco, como obra de arte y objeto coleccionable.
Muchos queremos una cultura libre, accesible y de calidad. También que los autores y autoras reciban un pago justo por su trabajo cultural y su talento. Lo que no queremos es un gobierno que da pábulo a las teorías del lobby discográfico para penalizar e insultarnos constantemente y que además sirve de coladero para minar Internet como herramienta de conocimiento y progreso y para aplicar mordazas y represión sobre la disidencia.

martes, 16 de febrero de 2016

La Libertad de expresión y Españistan


España, es un lugar entrañable. Un destino turístico de primer orden mundial donde no hay problema en que un infante vea un festival taurino, ya sean encierros, capeas, corridas de toros o bous a la mar, al fuego o a la salsa brava. Incluso hasta pueden participar en brazos de su malnacido padre y no ocurre nada. También pueden y todXs los demás también, recrearse con procesiones de Semana Santa, donde entre imaginería e incienso puedes ver a gente flagelarse la espalda hasta dejarla en carne viva, cargar con maderos que superan los 80 Kilos o encadenados con grilletes del medievo.

En esta supuesta democracia de la “Europa de los 12” no pasa nada porque el partido en el gobierno, heredero de la dictadura fascista de costumbre en el siglo XX, se vea salpicado por una retahíla de casos “aislados” (al final del artículo quedan los casos abiertos por corrupción del PP, #PartidoPutrefacto, por orden alfabético) de corrupción que en nada ensombrecen “la maravillosa” gestión de un gobierno absolutista que en 4 años ha triplicado la desigualdad social, duplicado la pobreza infantil, igualado la deuda exterior al PIB, aplicado mordazas y esposas a toda contestación social desde las huelgas hasta las protestas contra los desahucios o enclaustrado el sector eléctrico español en el oligopolio perpetúo cercenando de paso las posibilidades de crecimiento, investigación y desarrollo que las nuevas energías renovables, el auto-consumo y la sostenibilidad venían trayendo. Tampoco han tenido reparos en dejar la sanidad abierta y dispuesta para ser violada por muchos de los conseguidores del partido, y por supuesto, se han decidido a imponer una educación rancia y clasista para beneplácito de una iglesia fascista, retrograda y orgullosamente genocida.

Podía seguir así varías líneas y párrafos, volviendo a relatar historias para no dormir y sobre los que la historia nos juzgará (a todXs por haber permitido con tanto estoicismo, resignación y/o despreocupación) pero aprovechando el hipervínculo, os lo dejó aquí, en éste, en aquel, y en este otro.

Sin embargo no todo es culpa, directamente, nuestra. También los medios de comunicación de masas, notablemente participados por capitales cuya procedencia se circunscribe a los paraísos fiscales con procedencia desde dinero negro por actividades ilícitas, especulación con bienes básicos o usufructos de la etapa franquista, saben como callar todas estas verdades y soterrarlas sobre burbujas mediáticas que abusan de cualquier concepto que suene contrario al catecismo de "lo español", "lo puro" o "lo tradicional".

Y así mientras pervive el franquismo y su hedor corrupto, fascista y amoral van usando las tapaderas de "Venezuela", "Irán", "Grecia", "ETA", o el maniqueísmo del concepto "radical" para contaminar las pobres mentes de gran parte de la población española, ya huérfana de serie de una cultura democrática y educación en valores sociales. Y como además policía, artesonados del sistema judicial y algunos jueces y fiscales, estómagos agradecidos, entran al trapo tienen la perfecta rueda de molino para seguir aplastando las ansías libertarias de este país. Valga como ejemplo, la polvoreda mediática, judicial, policial contra los tirititeros en el carnaval de Madrid, que lo mismo vale para atizar al gobierno "de izquierdas" de la capital, como para tapar y soslayar la salida a la luz de las tramas del partido del gobierno, que lo componen en toda su estructura como una organización mafiosa y caciquil interesada única y exclusivamente en perpetuar su lucro y beneficio a costa de las espaldas y las libertades y derechos de la clase trabajadora.

La obra de los titiriteros no era una apología, era una radiografía. No enaltecía el terrorismo, describía los mecanismos que utiliza el aparato del Estado para atemorizar, para amordazar. El gobierno aún en funciones mueve sus hilos, desde la policía a los jueces pasando por la fiscalía, para debilitar y desacreditar a sus rivales políticos, acallar disidencias, cobrarse venganzas e imponer su estricta moral a golpe de mazo, mientras además intentan que hablemos un poco menos de su banda de corruptos y un poco más de la moribunda banda terrorista ETA.

Hay una “caza de brujas” de la divergencia política como denunciaban los titiriteros que han podido comprobar en carne propia que su tesis era cierta y hay una extensa lista negra de imputados por expresar sus opiniones a través de la creación artística, musical, literaria o humorística: los titiriteros, Guillermo Zapata, César Strawberry, el artista Abel Azcona, dos raperos de Granada acusados de meterse con la policía y Rita Maestre quienes pasarán por los juzgados próximamente. O bandas musicales como Soziedad Alkoholica al quien vetan en las ciudades gobernadas por los herederos del fascismo, como también hacen con otros artistas como Willy Toledo, Alberto San Juan o el Gran Wyoming. Los tribunales de la nueva Inquisición están a tope y han empezado a apretar las mordazas.

Yo al igual que muchos que han criticado la obra no la he visto. Si que he leído el argumento que aportan en su página web, y lo único que puedo afirmar con rotundidad es que la clava. La obra no es sólo premonitoria, es acertadísima. Todo el que se meta con los Don Cristóbal del poder, la religión, la policía o los tribunales, puede verse perseguido por cada uno de estos estamentos o todos ellos que no dudarán en sacar las pruebas de contexto apoyados por una campaña mediática que construya el ajusticiamiento público.

El uso político de la Justicia y las fuerzas del orden que está haciendo el #PartidoPutrefacto es evidente. Su monstruosa maquinaria se hunde en su propia mugre y da sus últimos zarpazos al intentar agarrarse al poder. Al goteo de imputados por corrupción en sus filas sigue casi en paralelo un goteo de imputados por ejercer la libertad de expresión. Cae al completo la dirección del PP en Valencia y, acto seguido, el fiscal de la Audiencia y el juez instructor decretan, sin disimulo a instancias del gobierno, un encarcelamiento desproporcionado de los titiriteros con la única intención de relacionar a Carmena y Podemos con ETA.

Demasiadas coincidencias juntas que sirven a unos intereses no son casualidad, son causalidad. La policía registra la sede del PP regional en Madrid por presunta financiación ilegal y al día siguiente los dos jueces peperos de la Audiencia Nacional, Espejel y López, instan a Pedraz a reabrir el caso Zapata para ver si hablamos un poco más de tuits y un poco menos de los ladrones del PP. Hablemos de Irán, como decía Rita Barberá. O hablemos de Rita Maestre como ha hecho Esperanza Aguirre en su enésimo teatrillo auto exculpatorio para explicar su semi pseudo dimisión.

Pues hablemos de por qué Rita Maestra irá a juicio este jueves acusada de ofender los sentimientos religiosos y, sin embargo, no son delito las ofensas homófobas de algunos obispos. Hablemos también del artista Abel Azcona acusado de “blasfemia” por dibujar con hostias la palabra “pederastia” en una exposición. Hablemos de por qué existe un delito religioso en las leyes de un país aconfesional y una iglesia en una universidad pública. La respuesta es sencilla: la Inquisición y la quema de brujas no han desaparecido, solo que ahora tienen formas mucho menos cruentas y más refinadas.

Hablemos también de por qué la fiscalía no pide la imputación de Jiménez Losantos por hablar de disparar a los concejales de Ahora Madrid, pero sí la de Zapata y Strawberry por hacer humor negro con el terrorismo o la de los titiriteros por criticar montajes policiales. Mientras los tirititeros prestaban declaración y acababan con sus huesos en una celda bajo la "democrática" ley Antiterrorista, en Santonya, una serie de individuos no tenía ningún problema en representar, todavía no sé si con sentimiento o con sorna, un desfile de la Falange. Hablemos de los dos raperos de Granada, Ayax y Prok, encausados por injurias contra la policía en un vídeo en el que aparecen varios agentes aunque sus caras no son visibles. Con la nueva Ley Mordaza no se les puede fotografiar, no vaya a ser que les pillemos excediéndose en el uso de la violencia, como señala la canción. Su presunta seguridad está por encima de nuestros derechos. Están mandando por encima de nuestras libertades.

Hay una campaña del Estado contra la libertad de expresión como denuncia en sus páginas El Jueves que también será llevado a los tribunales por la comunidad judía que le acusa de antisemitismo en unas viñetas que no critican la religión sino el nazismo de Israel contra los palestinos. Urge erradicar los brotes nazis de persecución ideológica que mueven los hilos del Estado en la sombra o no seremos más que títeres de su función.

Y todo esto nos puede pasar a cualquiera. Que escriba un blog, en twitter; que vista una camiseta reivindicativa; que acuda a ver una representación teatral, un concierto, o decida lo que se supone un derecho constitucional y proteste contra tanto fascismo, tanta cara dura y tan poca dignidad. No podemos y no debemos hacer como la alcaldesa de Madrid, que cedió ante la presión de la caverna mediáticay cesó a Zapata y ahora ha azuzado el fuego contra los tirititeros. Tenemos en nuestra responsabilidad como democrátas y en nuestra conciencia como seres libres defender sin paliativos la libertad de expresión, siempre que no ponga en entredicho la dignidad de todXs y no constituya una apología del fascismo, que no debemos obviar es una muestra de rechazo a los derechos humanos.

No habrá forma de construir una sociedad, país y un mundo más justos si antes de todo, permitimos que nos callen, nos vuelvan ciegos y sordos y nos metan con un embudo qué debemos pensar.





nota nº1: Caso Andratx, el Caso Arena, el Caso Baltar, el Caso Bankia, el Caso Biblioteca, el Caso Bitel, el Caso Blesa, el Caso Bomsai, el Caso Bon Sosec, el Caso Brugal, el Caso Barcenas, el Caso Caballo de Troya, el Caso CAM, el Caso Camps, el Caso Campeon, el Caso Carioca, el Caso Cementerio, el Caso Conde Roa, el Caso de la Construcion de Burgos, el Caso Cooperacion, el Caso Ciudad del Golf, el Caso Lino, el Caso Roblecillo, el Caso Emarsa, el Caso Fabra, el Caso Faican, el Caso Funeraria, el Caso Guateque, el Caso Gurtel, el Caso Hugel, el Caso Ibatur, el Caso Lasarte, el Caso Liber, el Caso LifeBlood, el Caso Madeja, el Caso Naseiro, el Caso Noos, el Caso Orquesta, el Caso Over Marqueting, el Caso Palma Arena, el Caso Parques Eolicos, el Caso Patos, el Caso Piscina, el Caso Pitusa, el Caso Plan Territorial, el Caso Pokemon, el Caso Porto, el Caso Punica, el Caso Rasputin, el Caso Rato, el Caso Salmon, el Caso Scala, el Caso Terra Natura, el Caso Torres de Calatrava, el Caso Totem, el Caso Troya, el Caso Turismo Joven, el Caso Tunel del Soller, el Caso Undangarin, el Caso Umbra, el Caso Zamora, el Caso Zetja...




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