lunes, 12 de diciembre de 2011
La herencia de ZP
Como a la protagonista de la película Goodbye Lenin, una mujer a la que su hijo intenta ocultar la caída del socialismo en la RDA, a Zapatero la realidad le ha dado un buen disgusto. Parece claro que los tiempos que corren no acompañan a los socialdemócratas que abrazaron el neoliberalismo. El sueño de ZP y su partido se vino abajo con el estallido de la burbuja: ya no podían desarrollar sus políticas sociales y a la vez gestionar la economía al más puro estilo neoliberal.
Si recordamos, fueron las movilizaciones sociales, que culminaron con las protestas espontáneas contra las mentiras del gobierno de Aznar sobre el 11M, las que propiciaron que Zapatero se convirtiera en el presidente más votado de la democracia española y en la nueva esperanza de gran parte de la izquierda europea. “No nos falles” fue el lema que gritaron cientos de simpatizantes del PSOE la noche de la victoria electoral.
Sin embargo, ZP no entró a las cuestiones de fondo. Bajaban los sueldos pero el consumo crecía. Aumentaba la precariedad pero disminuía el desempleo. Daba igual que la economía se basara en la construcción infinita y en el endeudamiento generalizado. Daba igual que unos se estuvieran forrando y otros hipotecándose. No digamos ya el despilfarro de recursos naturales y el ataque a las costas ¡Los socialdemócratas nunca fueron ecologistas! Políticas sociales como la legalización del matrimonio homosexual o la promesa de la Ley de Dependencia iban de la mano de rebajas fiscales a las rentas altas, pérdida de poder adquisitivo de los salarios, precarización galopante del empleo y cero control del mundo financiero y las cajas de ahorro. En vez de plantar cara a la burbuja inmobiliaria y a sus beneficiarios, la represión se desató contra el movimiento de jóvenes de V de Vivienda. Nada podía estropear la fiesta, y es que según Zapatero estábamos entrando en la “Champions” de los países ricos, lo que sin duda le sirvió para aumentar los votos y revalidar la presidencia en 2008.
Y entonces llegó la crisis. Primero hablaron de desaceleración y después pusieron el acento en las causas internacionales. Más tarde, y para ir cambiando el sistema productivo, implementaron medidas para incentivar la construcción y el consumo de coches. Para los bancos un fondo de rescate de 90.000 millones de euros. La patronal aceptó la ayuda a los parados sin prestación a cambio de una rebaja en las cotizaciones a la Seguridad Social para las empresas. Finalmente, ZP tuvo que tragarse el buenrrollismo y acabar poniendo en marcha un paquete de medidas antisociales con reforma laboral y aumento de la edad de jubilación incluidas. Hasta aquí la crónica de una debacle anunciada: la retirada por la puerta de atrás de Zapatero y el hundimiento electoral del PSOE.
Pero, ¿qué hay detrás de la incapacidad del gobierno socialista para gestionar el ciclo alcista y la crisis de otra manera? ¿Cómo es posible que la socialdemocracia no haya propuesto un mínimo programa de medidas frente a la rapiña financiera? En los últimos treinta años, los partidos socialdemócratas europeos no han defendido los intereses de las mayorías. Han acatado los presupuestos de la economía neoliberal, con todas sus mentiras, hipocresías y pensamiento único incluido: desregulación financiera, reformas laborales, privatización de empresas públicas, precarización del empleo, externalización de los servicios públicos, deducciones fiscales a rentas altas y productos financieros, etc. Se mantuvieron a la defensiva como “contraparte” de algo peor, la derecha. Pero lo cierto es que ni siquiera el programa socialdemócrata de pleno empleo, ciudadanía nacional y propiedad pública es útil en nuestros días.
Cuando las elites económicas están más interesadas en los beneficios financieros que en el crecimiento económico de los países, levantar la bandera del pleno empleo es derrotista y poco creíble, también cuando lo hacen los sindicatos mayoritarios o los partidos a la izquierda del PSOE. El empleo se ha vuelto precario y el nivel de los salarios no se corresponde con las labores socialmente útiles. La fórmula salario-empleo no reconoce muchas de las actividades que generan riqueza como los cuidados, el trabajo doméstico, la formación o la producción cultural siempre colectiva y difusa. El PSOE, sin embargo, ha utilizado la zanahoria del pleno empleo para echar a perder los derechos laborales. Pero la cuestión fundamental no es el pleno empleo a cualquier precio, sino la distribución de la riqueza (mayor que nunca) mediante una fiscalidad que asegure el acceso a renta y servicios públicos para todos.
En cuanto a que los derechos de las personas estén adscritos a una determinada nacionalidad, cuando los movimientos financieros no son regulados por el Estado-nación, no deja de ser una burla al sentido común. En estos tiempos, los derechos de ciudadanía no deben ser una cuestión nacional, sino universal. Por último, para la socialdemocracia, la propiedad pública siempre ha sido estatal: el gobierno decidía y legislaba sobre lo público sin contar con los interesados, nunca se ha promovido una gestión social de lo público. Sin alternativas al modelo neoliberal, los líderes socialdemócratas han bailado la canción de inversores y expertos, no sin beneficio personal en forma de pensiones vitalicias y consulting millonarios. Ni siquiera la victoria de la democracia, la ley y la sociedad civil sobre el terrorrismo de ETA le vale a Zapatero para guardar un buen recuerdo en el ideario general. Unas memorias dentro de 15 años que hablen de estos 7 últimos, explicarán con perspectiva, muchas cosas.
Los políticos “socialistas”, asentados en su papel de “contraparte progresista”, los “menos malos” de la desregulación y la burbuja, dando pinceladas sociales a un modelo insostenible, cuando llegó la crisis, acataron las órdenes del mercado. ¿Refundar el capitalismo? El PSOE argumentaba que la culpa no era suya, sino del crash mundial, pero las movilizaciones de mayo le dejaron sin coartada. El gobierno podía cambiar la ley electoral, ayudar a los hipotecados, perseguir a los políticos corruptos y empresarios enriquecidos ilegalmente. También podía revocar la ley 15/97 que permite la privatización de la sanidad o acabar con los conciertos educativos. Pero no hicieron nada. Sólo adelantaron las elecciones, en uno de los mayores gestos de derrota política nunca vistos. Era el turno de la rotación bipartidista: el PSOE le cedía el puesto a sus compañeros populares. Durante la campaña electoral, ni el interesado acercamiento al 15M, ni la evocación del miedo a la derecha, ni las patéticas críticas a los banqueros, ni las cínicas promesas de subir los impuestos han sido creíbles.
A partir de ahora, el PSOE intentará recuperar protagonismo apuntándose a las movilizaciones contra las políticas de austeridad que aplique el gobierno de Rajoy. También tratará de hacerse un lifting político mediante la celebración de un congreso. Pero ya no estamos en 2004, la nueva ola de movilizaciones ha desplazado a la avanzadilla cultural del PSOE. Los progres, que desde la Transición monopolizaban la “Cultura”, han quedado retratados con su apoyo a la SGAE y la ley Sinde. La inteligencia colectiva, la que tomó las plazas e interactúa en forma de red, ha desbordado el discurso autocomplaciente de la progresía sobre la democracia que “tanto ha costado en este país”. Mucha gente queremos una democracia real y siete años después de la victoria de ZP tienen claro que el PSOE es parte del problema. En 2011, ya no hay nadie a quien esperar. Sencillamente, casi todo está por inventar.
lunes, 21 de febrero de 2011
Hasta los cojones (y esto yo creo que lo he dicho ya alguna vez)

Buenas a tod@s. Soy Ángel Luis Domínguez. Soy (muy) de izquierdas, informático (programador y webmaster), me encanta el deporte y también la cultura. Me declaro internauta. Y soy un consumidor más de cine, series de TV, música y/o literatura.
Para alguna gente, los que se denominan creadores y se creen en posesión de la verdad única también soy un ladrón. Para ellos soy un ladrón porque con mi sueldo -legal- y mi sueldo -freelance- no puedo costearme los "productos culturales" que me gustan y me gustarían disfrutar en mi tiempo libre. Si ese tiempo libre que te queda después de echar horas y alguna que otra extra en el tajo, al que llegas y del que marchas tras media hora de tráfico causado por la ineptitud en el desarrollo urbanístico y viabilidad urbana. Ese desarrollo urbanístico que impide que sueñe con una vivienda en propiedad y me condena al alquiler o a la dictadura del banco. Ese banco que socializó las perdidas cuando ya no quedaron beneficios que capitalizar. Pérdidas que "todos" pagamos gracias a la socialdemocracia europea, el talante de Zp y el bochorno de esta supuesta democracia que disfrutamos en España. Democracia que surgió tras la muerte de un dictador al que el pueblo no pudo derrocar, del que el pueblo no pudo cobrarse justicia y reparación y que ahora encima se atreven a poner como ejemplo a las nuevas democracias en pañales. Una falsa democracia con un sistema electoral que reune todos los adjetivos menos justo, moral, representativo y equitativo. Todo ello en un país en el que la alimentación básica es un lujo; en el que vivimos bajo el yugo de combustibles cada vez más caros, y en el que la preocupación de una parte importante de la población es quién gana la Liga o quien gana Gran Hermano. Un país en el que no hay manifestaciones contra una situación que nos lleva a toda una generación a vivir peor que nuestros padres... A tener una educación y sanidad públicas denigradas y una Justicia partidista, enfangada y atrasada. Un país con una alternativa política real, al que le faltan paños y hábitos para tapar sus vergüenzas, dobles moralidades y corrupciones...
Y aún así, llegan varios artistas y se atreven en llamarme ladrón. Me llaman ladrón unos cuantos, que cobran un cannón ilegal en Europa, gestionado por la administración y del que se llevan el montante una serie de "artistas y creadores" por el derecho individual y colectivo a la copia privada. Por eso tengo que pagar más por mi impresora, mi cámara de fotos, mis tarjetas LSD, mi teléfono móvil, la radio de mi coche, un disco duro externo o unas tarrinas de dvd's y cd's para grabar y guardar mis datos y trabajos, o mis demás achiperres informáticos... Como también pagó un generoso canón por mi ancho de banda que sumado al facturaje de mi compañía proveedora de internet con sus "maravillosas" características y ventajas sobre la competencia, podemos decir sin ánimo de caer en demagogía que no, señora ministra, no tenemos precisamente un ADSL de primer nivel. Es más podemos decir que estamos a la cola de todos los países de nuestro entorno y a años luz de japoneses, canadienses o coreanos, teniendo 10 veces menos velocidad media y pagando 3 veces más... Me llaman ladrón algunos que ni siquiera cotizan en España, esos patriotas de medio pelo que se apuntan a los éxitos de "La Roja" pero que pasan de arrimar el hombro en momentos de crisis. Y en estos momentos todo patriotismo que no sea fiscal, no vale de nada. Me llaman ladrón y amenazan con cerrar las webs de enlaces (el enlace es el fundamento básico de internet, es decir del siglo XXI) porque me descargo contenidos culturales con copyright o derechos de autor y valor de propiedad intelectual. No contentos con este atropello infame y bajada de pantalones en toda la regla de una clase política vividora y avergonzante, los "creadores" amenazan con cortar el acceso a Internet, cual dictadura del Magreb, pasandose por el forro de los millones el derecho a la información, la libertad de opinión y expresión y el derecho de asociación. Derechos y libertades individuales, valores de todos los seres humanos a cambio de los privilegios económicos de unos pocos.
Y sí. Sí descargo. Descargo porque por fortuna y genes no soy una ameba hipertrofiada como esas que ahora saca con tanta facilidad la escuela pública. No soy un ni-ni de ni trabaja, ni estudia, pero si un ni ni, de los que ni nos derrotarán ni nos humillarán más.
La Música
Soy heavy y descargo bastante musica. Casi nunca española. Antes mantenía en mis marcadores de firefox varias páginas de enlaces especializadas en el metal. Tenía que dar vueltas y vueltas para descargarme lo último de Therion, Skyforge, Mnemic u Orphaned Land. Porque resultaba imposible escucharlas en la radio por internet y mucho menos en la convencional, intoxicada continuamente por las radio fórmulas con sus listas de éxitos y ventas artificiosas y artificiales. Tenía la opción de compra por catálogo y así conseguí algun disco como el Nyx Secrets de Wildpath o alguno de Rhapsody. Salían por 8 o 9 euros comprados en Francia o Alemania más 12 o 14 euros de gastos de envío. Daba lo mismo que yo los pidiera o lo hicieran desde Radire. Por fortuna y por conservar las papilas gustativas propias comprar música para mi ha sido 8 de cada 10 veces gratificante. No puedo imaginar lo que debe de sentir algún adolescente fanático venido a adulto cotizante cuando re-escucha los éxitos de los bisbi, busta o alejandro fans, y sin las hormonas revoloteando, darse cuenta de que pagástes 2000 ptas por esa "mierda". Algo que debe de doler.
Surgió internet, youtube y myspace y multitud de artistas, muchos de ellos jóvenes, utilizaron la red para promocionarse, darse a conocer y poder hacer lo que más les gustaba: tocar en vivo. Lo que a muchos nos llego a descubrir el verdadero "arte" de algunos. No os engañéis: a los "artistas poperos" lo que más les gusta es revolcarse en su dinero y demostrar que son auténticos con sus botas de piel de cocodrilo de 400 euros.
Ahora tengo Spotify y antes de comprar le puedo hacer unas cuentas escuchas a cada disco, convenciéndome de su compra, todo ello pagando una módica cantidad por una cuenta premium. También existen itunes y varios catálogos más de música online previo pago, que permiten una transacción producción-consumidor mucho más justa y asequible.
El cine
No soy un consumidor de cine español. Reconozco grandes obras como Celda 211, Los Cronocrímenes, Buried, el primer Aménabar o el primer León de Aranoa. Me han encantado algunas pelis de los Trueba y muchas de Alex de la Iglesia. Detesto lo subvencionado que está esta industria (curioso como ellos mismos se denominan industria, o arte dependiendo del interlocutor que tengan delante). No me gusta que cualquier guión salga bajo cuerda de una subvención pública, y que estas se den en una suerte de tejemanejes oscuros díficilmente desdreñables para la población (al igual que otras muchas cosas).
Me gusta que el ya ex-presidente de la Academia de Cine se sentará a dialogar y buscar soluciones. Y me gustó su decisión valiente de dimitir. No me gusta que una guionista enchufada desde la productora de su padre sea la ministra de cultura, y que en vez de preocuparse por propagar y atraer a la cultura a la población, incluyendo la más desfavorecida únicamente funcione al servicio de "la industria" y los puestos de trabajo con los que encima se permiten el lujo de justificar la existencia de la SGAE. Y si descargo cine. Y bastante.
Como me llamas ladrón, que creéis que no se me había olvidado, y ya pagó suficiente por mis cacharros informáticos y digitales, me bajo bastantes pelis, sobretodo americanas y europeas. Cuando una peli merece la pena, como Gomorra, Balada triste de trompeta, Celda 211, cualquiera de Eastwood u Origen, sin ir más lejos, me voy al cine. A un cine cochombroso en un centro comercial al que para llegar tengo que sortear las 200 rotondas y circunvalaciones que me han puesto por en medio, y de las que los que saben circular por ellas se cuentan con los dedos de una mano. Después de llegar y aparcar el coche en un subterráneo en el que alas 12 o asi cuando acabe la peli me pueden violar cualquier banda de latinos compuesta por hijos de inmigrantes que no tienen ni puta idea de a que vinieron sus padres a este pseudo-país. Además me toca hacer cola para comprar una entrada, porque el Día del espectador atesta los cines ya que pagar 5 euros por una entrada más refresco y algunas chuches es salvaje. Después de 20 minutos de espera toca correr para pillar un buen sitio, porque en muchos cines se ha perdido la costumbre de dar las entradas remuneradas, y como no existen ya los acomodadores (como tampoco los mozos de gasolinera, y el autoservicio es un peligro y aún así sigue subiendo los carburantes) rezamos para que los que estén al lado no vayan a dar mucho por culo durante la película. Y encima al acabar no puedo ni siquiera tomarme una caña y un montado de panceta, porque los cines del centro de la ciudad son ahora apartamentos de lujo u oficinas. Eso sí puedo ir al McDollar o a un kebab o un cañas y tapas, a que te saquen los ojos de la cara, y aún así esos pobres empleados no llegarán a los 600 euros mensuales... Como además en este país donde toda la gente controla el inglés ver una peli en Versión Orignal subtitulada es un imposible, me tengo que conformar con Constantino Romero o Ramón Langa, que me caen genial, pero el cuerpo me pedía ver y escuchar la voz de Morgan Freeman en Invictus.
Nunca descargo pelis que no están editadas en DVDs. Porque paso de descargar pelis grabadas en el cine con un móvil, por un simio con parkinson, escuchando las risas de la gente o viendo pasar cabezas. Además paso porque la experiencia me ha dicho que en los estrenos puedes cargar tu pc de virus y de pelis porno por doquier, pero de la peli que tienes ganas de ver olvidate. Aún así para cuando pueda descargarla tengo que utilizar el megaupload o el .torrent y en muchos casos descomprimir archivos y montarlos con el Alcohol 120º, para darme cuenta en el momento en que Bruce Willis va a decir su gracieta que me falta ese trozo y que las 3 horas de descarga y la otra hora montando la peli, no me ha valido pa na.
Pero aún así no es el cine reciente o actual el que compone mayoritariamente mi filmoteca pirateada. Por azares o vete tu a saber por qué soy un friki, y me encanta Días de Cine. Y antes de ver, digo descargar, una peli, por ejemplo The Crazies, estrenada el año pasado acudo a mi cina semanal con Días de Cine y resultan que me cuentan que la pelí es un remake de una de George H. Romero de 1978, pues ni corto ni perezoso oiga, me bajo esa obra descatalogada, prácticamente imposible de encontrar en la biblioteca pública de la que soy socio y que normalmente tiene una calidad bastante aceptable. Aunque cuando descargo alguna, como por ejemplo me paso con "Y al tercer año resucitó" (aiva curiosamente, una española, porque será que el ministerio de cultura no recopila, restaura y crea una verdadera filmoteca nacional y accesible desde internet por un módico precio, digamos 2 euros por peli, de todas esas obras que tienen más de 30 años, cuando las distribuidoras comerciales tanto multinacionales como españolas no tienen ese legado CULTURAL, si joder, cultural debidamente catalogado y disponible) grabada directamente en un vhs de un visionado en La2... Entonces es cuando me doy cuenta de que no me importaría pagar por un servicio de películas en streamming, con disponibilidad de subtitulos, en alta definición por 6 euros para estrenos. Aún así me preparo unas cervezas, un montado de panceta en mi casita, o que coño una hamburguesa, porque también estamos cansados de la caña y el pincho a 2 putos euros...
Las Series de TV
Esta es mi última gran pasión. Resulta que como me parece un timo la tdt que sólo sirve para tener a disposición 25 canales de telebasura, publicidad y debates de corte fascista; y como tampoco puedo permitirme el pagar la televisión de pago, pa ver 3 partidos de fútbol al mes, con suplemento extra por cada canal interesante (Historia, National Geographic, Calle13, etc.,etc.) cómo hago para ver las series.
Pues si también me las descargo. Y aquí todas son extranjeras porque el producto nacional televisivo es vomitivo, lesivo y siempre lo mismo. Actores y actrices de 25 0 30 años haciendo de personajes de 15 años que se aletargan en la educación secundaria, bajo guiones que convierten a toda una generación en pijos politóxicomanos y adictos al sexo. Por no hablar del resto de series españolas que funcionan basicamente copiando el éxito yankee del momento, ya sean médicos malhumorados, polícias científicas o folleteos varios en hospitales... Y como además me lleve una gran decepción con Guante Blanco, a mi las series españoles ni fu, ni fa. Ni están ni se les esperán.
¿Qué coño hagó yo para ver Perdidos, Los Soprano, Entourage, Mad Men, The Wire, Breaking Bad, House, Padre de Familia, South Park, Caballeros del Zodiaco, V (la original) o cualquier otro producto de las televisiones yankees que realmente reúnen calidad y originalidad? Pues puedo esperar a que la retransmitan en las teles nacionales. Si esperar y sentarme. Están muy ocupados con su apasionante programación, y directamente se escojonan de gente como yo. Y si tienes suerte y la que quieres ver, te la echan por TV, tendrás que aguantar cada día a que acabe el partidito de la champions para que empiece, pese a que te la anunciaron a las 10 de la noche. Normalmente empieza a las 11 menos quarto, te ponen 2 minutos, y otros 2 de publicidad, y en 40 minutos que dura un capítulo te colocan otros 2 bloques de anuncios. Con dos cojones. Tu mañana tienes y quieres levantarte pronto para evitar el atasco sin tener que ir a los abusivos precios de los autobuses y demás transporte público y estar un poco fresco en el currele. Pero eso ya es otro tema.
Puedo partirme el pecho y pagar 60 euros por una temporada de una serie, como por ejemplo Perdidos. ¿Estáis locos, 60 euros?. También puedo descargarme cada capítulo, en vamos a ver que calidad y a ver si el logo de alguna cadena me deja ver más de media pantalla, y si somos capaces de entender lo que se habla. No porque este subtitulada, sino porque la calidad de grabación es pésima. Por no hablar de esas veces que te tragas una temporada entera un finde semana, y el domingo a las 2 de la mañana te dispones a ver el último capítulo y resulta que es el casting porno de una de Hombres, mujeres y viceversa...
Y también podrían montar una plataforma online para cada serie, para que a través de una suscripción digamos 2 euros por capítulo o 30 por temporada descargarme todos los capítulos con las calidades y prestaciones más altas, disponiendo de las versiones originales, y si también, las de el resto de idiomas que componen el país de las 17 autonomías y el de los traductores en un parlamento nacional.
Literatura
Soy un lector compulsivo. Lo mismo estoy sin leer 3 ó 4 meses como en los siguientes 3 devoró hasta 15 o 20 obras. Leó historia, novela, poesía, ensayo político y social... Y aunque el mundo literario se puso las pilas, hace ya unos años, por el tema de las bibliotecas, y más o menos gracias a las ediciones de bolsillo resulta asequible comprar libros hay cosas que llamán la atención.
Por ejemplo los libros digitales. Es increíble que una versión digital valga más que una versión en papel, cuando el placer del tacto del papel, las tapas, las infografías y el acto social y cultural de ojear en los stands de una feria o en las estanterias de una libreria es de las pocas cosas que nos separan en este país de una manada de simios despojándose unos a otros de los piojos en mitad de la selva. Y me sorprende cuando no hay un formato standard aún (y recordemos que llevan con los kindle y ebook ya un par de añitos) y es propable que un libro digital que compras para tu dispositivo de hoy, mañana no te funcione. Además me sorprende que no puedas, al igual que en tu libro de papel, poder modificarlo a tu antojo, que pa eso es tuyo, y poderle añadirle notas, referencias (que en formato digital y con internet y el href tiene el cielo como límite) y poder asi enriquecerlo y compartirlo... Pero en esto, supongo que será cosa del tiempo.
En definitiva. Los consumidores de cultura no somos delicuentes. Tampoco sé hasta que punto se puede catalogar así a los que se enriquecen por las descargas como los de seriesyonkis. Pero el consumidor final no es ningún ladrón. Es más, la mayoría tenemos cuenta bancaria y tarjeta de credito, y apuesto a que muchos de los 5 millones de parados también, y que bastantes de ellos tienen ávidez cultural y de conocimiento, de esparcimiento y también de enriquecimiento personal e interior, algo de lo que jamás han oído hablar los señores Sanz, Bisbal, Bautista, Saura o la señora Sinde.
Y sin embargo son estos vividores, como portavoces de la industria cultural, que anhelan vivir a todo tren eternamente con solo un trabajo u obra cultural decente en sus carreras los que están creando una sociedad y un consumo cultural en el que lo natural sea piratear y descargar el contenido o material antes que pagarlo, directamente porque no existe, o existe en unas condiciones de calidad y adquisión infmaes. Como eso es así y estas marionetas maquilladas del lobby discográfico y las productoras de cine no van a cambiar esa realidad, y encima nos llaman ladrones, seguiré pirateando. Como los partidos políticos desprecian e infravaloran el poder de los internautas y la red, como si no estuvieran viendo lo que pasa en el Magreb, y como además existe una crisis económica y social que impide gastar más que en lo perentorio y necesario para gran parte de la población, se seguirá pirateando y luchando contra esta aberración que llaman Ley Sinde. Y como encima cuando compro un producto original, distribuido por una compañía española, gracias a esa legalidad y jurisprudencia que habéis creado conseguís antes de verlo ponerme de chorizo y pirata pa arriba, y cuando me la descargo eso no me pasa, seguiré descargando.
Y como es imposible ponerle puertas al campo, antes o después os daréis cuenta de que toda la animadversión que habéis creado hacia vuestro trabajo, tanto individual de cada artista como colectivo, os pondrá a cuatro patas y comenzará la penetración. Porque llegará el momento en el que os daréis cuenta, artistas de tres al cuarto, en que el modelo de negocio ha cambiado, como tantas veces ha sucedido en la historia, con infinidad de bienes y servicios. Y cuánto más tardéis en responder y adaptaros menos capacidad tendra el mercado universal (digital) de absorveros y vuestras mierdas más relegadas quedarán.
Y no. No vamos a permitir que con la excusa de los contenidos supcetibles a la propiedad intelecutal puedan censurar y amordazar internet, el único espacio que queda para la protesta, la revolución y la oposición al pensamiento único. Internet es la llave de la libertad y la autorealización de las sociedades del siglo XXI y no puede cerrarse por el yate de Alejandro Sanz, el palacio de Bautista o el chalet en la Moraleja de Ana Belen y Victor Manuel. No. Por encima de todo esto esta la libertad de la sociedad, que siempre será más libre si tiene una cultura libre, que no por ello a de ser gratuita, y con unas estructuras que permiten que el pueblo pueda libremente y sin presiones de ningún tipo expresar su opinión. La ley sinde es una excusa para poder cerrar webs "molestas" sin ningún tipo de proceso judicial y con un desamparo insultante para el ciudadano, ya sea creador o propietario de ese contenido digital, esa crítica o ese foro o de sus usuarios. La libertad de expresión e información siempre a de estar por encima del derecho a la propiedad intelectual.
No cabe duda de que la cultura como legado universal del ser humano merece un respeto y también una compensación económica capitalista justa, tanto para el creador, como para los que se enriquecen o sobrevivien como trabajadores a su costa, como justa a de ser también para que el ciudadano pueda admirarla. Mientras el lobby creador habla de adquisión, la ciudadanía habla de admiración y disfrute, de hecho cultural. Los internautas y el grueso de la población ya han expresado en que condiciones serían justas estas transacciones de productos culturales y no cabe duda de que el grueso de la industria, reconvertida, se mantendría en pie; aunque eso sí, ni los magnates de las productoras y discográficas, ni sus marionetas y artistas de medio pelo iban a tener tantos millones. Pero que duda cabe que tendríamos una sociedad mucho más rica, culta y seguramente más feliz, libre y decidida a maximizar, eso: Su felicidad y su libertad.
jueves, 17 de febrero de 2011
No les votes
Ayer día 15 de febrero de 2010 se aprobó en el Congreso de los Diputados la denominada Ley Sinde, que aunque los medios hayan incidido en que se trata de una norma para evitar las webs de descargas, es una norma que somete Internet a una legislación excepcional, con grave merma de los derechos a la libertad de expresión e información y a la tutela judicial efectiva, posibilitando un mayor control político de la red.
Un día antes, el día 14, un grupo de blogeros escribieron conjuntamente el texto de http://nolesvotes.com a cuyo contenido me remito. De lo que se trata ahora es de desarrollar la acción política subsiguiente, esto es, de cristalizar en el territorio físico utilizando Internet lo que podamos pensar entre todos.
El proyecto que se propone consiste en desarrollar iniciativas ciudadanas mediante la autoorganización de células territoriales independientes, replicables, sin ánimo de lucro y sin exclusividad territorial cuya labor sea la de propagar las ideas del texto de nolesvotes.com y realizar acciones territoriales concretas.
El sistema de organización previsto tendrá un continente y un contenido:
- Como continente utilizaremos todos los medios gratuitos y lo más libres posibles que nos ofrece la Red: Google Groups y Flickr, por ejemplo. Personalmente no utilizaría Facebook por causa de sus términos legales, pero si la coordinación de una célula (por ejemplo: Potes, Cantabria) quiere hacerlo, no existe ningún inconveniente (cada grupo se autoorganiza).
- En lo que respecta al contenido, dos son las cuestiones básicas: Dotar a las células de un argumentario que prepararemos quienes hemos estudiado a fondo la Ley Sinde y preparar un plan de acción de incidencia en el territorio. Serán objetivos, entre otros, las mesas redondas y campañas electorales de los tres partidos políticos PP, PSOE y CIU que han aprobado la Ley Sinde.
Dentro del continente y mediante los flujos de información que se generen entre todos y cada una de las células, iremos aprendiendo. Como es natural en el mundo de las redes, nadie representará a nadie sino sólo a sí mismo. La existencia de Internet hace innecesaria la representación tradicional: un ciudadano ya puede representarse a sí mismo sin necesidad de utilizar una voz ajena.
La medición del éxito del proyecto no se medirá en resultado electoral, sino en el aprendizaje que obtengamos del uso ciudadano de las redes. En definitiva, se trata de ir afilando ya una herramienta esencial para paliar el gravísimo déficit democrático que caracteriza a la sociedad española. En palabras de Eben Moglen: “We win”.
A lo largo del día he visto como muchos blogs han ido lanzando una iniciativa para no votar a los partidos que apoyan Ley Sinde, de la cual también se han hecho eco varios medios. No entraré en mucho detalle sobre lo que trata la ley en sí, porque ya hay de sobra sitios en la web donde podéis consultar la ley en sí, y las razones por las que
Esto me ha llevado a reflexionar. ¿De verdad que no había razones suficientes para no votar a estos partidos, que es necesaria la aprobación de esta polémica ley para que surjan este tipo de iniciativas?
En los últimos años, no digo décadas porque podríamos no terminar nunca, ambos partidos han mostrado como corruptos y ladrones, han mirado únicamente por sus propios intereses, han dejado que se crease una burbuja inmobiliaria y han dejado que reviente sin intentar acolchar el golpe para el pueblo llano.
Los grandes partidos, PP y PSOE, han actuado mal, tanto estando en el gobierno como estando en la oposición. Puede que en algunos aspectos un partido lo haya hecho menos mal que el otro, pero eso es indiferente cuando estamos hablando de un nivel que rebaja la política de nuestro país a un nivel en el que hace sentir vergüenza de ser español.
Los malos dirigentes son elegidos por buenos ciudadanos que no votan.
- George Jean Nathan
Una vez dicho eso, aunque sea gracias a la Ley Sinde, me alegra comprobar que hay españoles que buscan el cambio y salir del bipartidismo no votando a los partidos mayoritarios. ¿Pero a quién van a votar? Me da igual, pero tal y como decía Bertolt Brecht en el Analfabeto Político, lo importante es votar.
Si no votamos, el pretendido castigo se quedará simplemente en un descenso de la participación en las elecciones, de la que posiblemente se hable unos días después de las mismas, pero esos números quedarán totalmente olvidados durante los cuatro años que dure la legislatura del partido político que haya ganado.
Tanto PP como PSOE se han mantenido firmes a la hora de no actualizar la obsoleta ley electoral. Les favorece claramente dado el bipartidismo que la gran parte de la población tiene prácticamente asumido… pero sorpresa: España puede no ser bipartidista.
Ninguno de estos dos partidos (ni tampoco los partidos regionalistas) votará a favor de que esa ley electoral cambie, pero está en nuestras manos hacer que crezcan los partidos que quieren que esto cambie. Para eso, tenemos que hacer algo muy simple: ir a votar, porque la abstención nunca será una solución.
Nota: Me consta que este movimiento "popular" y bloguero habla únicamente de no votar a PP y PSOE, sólo quiero hacer hincapié en el hecho de que la abstención tampoco soluciona nada.
martes, 25 de enero de 2011
Otro Round más: Nos la quieren meter doblada

Pinchar para ampliar. Tomada de unrespetoalascanas...
¡Qué miedo me da ver a la derecha y a la izquierda (centro) de este país que acuerden algo!. Me da miedo porque son más de lo mismo y sus alianzas aunque en el transfondo son lo mismo, cuando pierden la decencia dan pena. Y me acojona porque siempre que los conservadores en este país se han sentado en una mesa a dialogar y salen con la palabra acuerdo, quiere decir que algo se cobrarán... No sabemos el qué, ni cuándo, y simplemente aventuramos el por qué, pero que sea debido a las gracietas de gente como Alejandro Sanz, la ministra de cultura o Teddy Bautista es de peli de terror mala, pero no barata.
La noticia ha saltado hoy. PPSOE salta a la palestra para proclamar a los cuatro vientos su amor de convenencia en apoyar la Ley Sinde. El PP dice que se suma al consenso porque han conseguido meter una disposición para que el cierre de webs se produzca bajo una orden judicial. Es un avance. Teórico pero avance. Avance porque por lo menos alguién, no se sabe representante de quién, pero de los internautas y consumidores seguro que no se ha sentado a dialogar y han dialogado. Teórico, porque aunque un juez dictamine el cierre de un alojamiento web por contener enlaces de descarga de material "cultural" protegido por los derechos de autor, está disposición siempre quedará tumbada en los tribunales de segunda instancia, en los recursos a la primera decisión judicial. Y es que la fina línea que divide y organiza los derechos siempre los derechos personales y no por el lado económico. Ya es hora de ponerse manos a la obra (revolucionaria) en este país y este puede ser un buen motivo. Si se cierra una web en España por albergar enlaces de desarga, es decir, si se corta la libertad de expresión de un individuo en aras de decisiones económicas se va a armar. A ver quien es el primer juez que se atreve a prevaricar, visto como le van las cosas a Garzón, por mucho derecho a la propiedad intelectual y mucho pacto PPSOE que se tercie.
La libertad individual debe prevalecer sobre los derechos y privilegios económicos ya sean de multinacionales ancladas en el jurásico del analógico o de artistas de medio pelo, que por del azar ya están forrados hasta los pendientes y que encima se permitan el lujo de dar lecciones desde la hipocresía. Y es que si ya me caía mal el amigote Alejandro Sanz, si ese que no cotiza en España y que cobra de un impuesto nacional como es el canon, pues al impresentable le da por compararse con los niños africanos que mueren de hambre o SIDA porque resulta que la pasada semana le dió por visitar Zimbabwe. Si el personaje supiera aquello de informarse antes de hablar (y cagarla) comprendería (o no, porque tiene pinta de ser un zote) que el verdadero problema del SIDA en Africa viene de las patentes de la industria farmaceútica que transforman en prohibitivos los tratamientos retrovirales para los pobres, o la investigación de posibles curas o vacunas por laboratorios externos. Sigamos con el tema, que me desvío aunque ya volvere a este bocazas.
Lo cierto es que el día de hoy internet, internautas y España, que todos somos una, pero ni grande ni pequeña, ni mucho menos libre, ha estallado en un hervidero de noticias, reacciones, contra-noticias, posts, tweets, compartidos (que miedo se le tiene a esta palabra) en el que todo el mundo ha dado su opinión (si porque esto joder, aunque no lo parezca, es una democracia) y en el que las respuestas ante tal despropósito no van a quedar atrás. Los internautas que celebramos compartir opiniones, frikismos, ideas, diálogos, debates y cultura, no vamos a tolerar otro atropello. Si en las calles no hay manifestaciones, y si las hay tienen sus perros domésticados para morder la mano que les da de comer (esto va por todas las manifestaciones aplacadas por las "fuerzas de seguridad" y su tecnología del control de masas) no van a callar mi router, mi pc, mis discos duros, ni mi libertad. No podemos permitir que vengan a cortarme una ventana al mundo, una ventana para saber lo que pasa. Cercionar la libertad, el entendimiento, la discrepancia y dejarnos el mundo en una mirilla en la que les sea muy fácil controlar la realidad y lo que queremos ver, conocer y pensar. Se acabó. Por aquí no vamos a pasar.
Y ahora que hay jurisprudencia comunitaria sobre el manido canón digital e ilegal que yo ya sé que jamás nos van a devolver y con el que tanta gentuza sin talento y sin oficio y con beneficio se ha lucrado y que ha hecho que este país tenga tan díficil eso de cambiar el modelo de producción, entre otras cosas. Ya estamos hartos de tanta inmoralidad y de un ministerio de cultura que en vez de promover la cultura funciona inversamente al revés, en favor de unas multinacionales y de unos personajillos que perseguien el beneficio económico lo que es sinónimo de minimizar el acceso a la cultura a gran parte de la población. Se van ganando rounds pero la batalla continúa y se acerca el momento final. Que ante el atropello de hoy gente como el presidente de la Academia de cine, Alex de la Iglesia, tenga gestos así, no sólo anima la esperanza de que la libertad y el sentido común prevalecerán, sino que además le dignifica.
No ha querido el señor de la Iglesia sentarse y esperar. Ha visto la injusticia y la demagogía y se remango con ganas de solucionarla. Se sentó con todos los actores, escucho a los internautas y al resto de partes en conflicto. Comprendió y entendió de que se hablaba, y la inviabilidad y locura de legislar en favor de un sistema productivo desligado no ya del futuro, sino del presente. Anunciar su dimisión tras el pacto por el que nacerá esa aberración llamada Ley Sinde, es un gesto político de alguién que no tiene nada de político, y que le honra. Por fortuna no es la única voz desde el mundo de la cultura que apela por la lógica y la decencia. En un país donde el acceso a internet tiene poco de competitivo y en el que la industria cultural vive a golpe de subvención.
Como tenemos por costumbre nunca sabremos la verdadera naturaleza del pacto alcanzado. En esta pseudo democracia que tenemos en este país no se nos permite pensar, preguntar y por supuesto la veracidad y la verdad estarán bien enterradas. Siempre seguiremos ciegos a menos que nos levantemos, y este es el momento, y este un buen motivo:
Ayer, 24 de enero de 2011, se vivió en España una de las jornadas políticas más bochornosas de la historia del país. Y es que, como la mayoría ya sabréis y os fuimos contando al minuto, finalmente la aberración conocida popularmente por el nombre de “Ley Sinde” —tumbada en el Congreso en diciembre— fue revivida en el Senado gracias a un acuerdo entre PSOE, PP y CIU.
Concretamente estos tres partidos pactaron una enmienda de modificación a la “Ley Sinde” (o disposición final segunda) para rescatarla que básicamente no modifica nada de lo esencial del texto original e incluso lo empeora. Por ejemplo el prestigioso abogado David Bravo, especialista en los temas que nos ocupan, comentaba que “la enmienda es un desastre”, y párrafos de la disposición final segunda como el que pondré seguidamente —que no sirven más que para quitarle funciones a los jueces y dejarlas en manos de órganos administrativos— se pasan por alto en la propuesta de modificación:
La sección podrá adoptar las medidas para que se interrumpa la prestación de un servicio de la sociedad de la información que vulnere derechos de propiedad intelectual o para retirar los contenidos que vulneren los citados derechos siempre que el prestador, directa o indirectamente, actúe con ánimo de lucro o haya causado o sea susceptible de causar un daño patrimonial
Pero por el momento, dejemos de lado el tema puramente judicial (los análisis serios sobre eso llevan su tiempo, a lo largo del día de hoy publicaremos alguno aquí aunque partes importantes de los ya realizados siguen siendo válidas) y centrémonos en otras cuestiones vitales a mi parecer.
Por un lado lo primero que creo es de justicia recalcar es que el Partido Popular se ha reído de todos nosotros. Por que sí amigos, esta fuerza política que ayer apoyó al Gobierno y su “Ley Sinde”, es la misma que hace aproximadamente un mes techaba a la ministra Ángeles González-Sinde de “La gran hermano de Internet” y nos prometía el oro y el moro.
Además dicho partido tenía en su mano la solución al conflicto: terminar definitivamente con la disposición final segunda, con lo que se podría haber comenzado un nuevo proceso de debate entre todas las partes para confeccionar mediante consenso una normativa equilibrada y efectiva. En vez de eso han optado por unirse al Gobierno y agachar la cabeza ante las presiones externas declinando la oportunidad de hacer política de la de verdad.
Por otro lado hay que dejarles meridianamente claro a los políticos que la futura puesta en marcha de la “Ley Sinde” no va a servir para absolutamente nada (o nada bueno mejor dicho). La industrialización de la piratería seguirá y a mayores surgirán nuevos problemas derivados de la norma que hasta hoy no existían (por ejemplo están criminalizando los enlaces, que son pilar fundamental de Internet).
¿Y ahora qué hacemos? Pues la verdad es que contestar la cuestión no es nada fácil, pero lo que tengo claro es que entre todos tenemos que empezar a pensar fórmulas para dinamitar tanto la “Ley Sinde” —que en no mucho será aprobada irremediablemente y después de eso empezará a aplicarse— como a todos los actores políticos que la han promovido (respecto a esto último muchos están apoyando ya una petición de dimisión de Ángeles Gónzalez-Sinde).
Así que para cerrar, os paso el testigo a vosotros los lectores: ¿qué acciones podemos emprender los ciudadanos contra la disposición final segunda y sus promotores políticos? Si hay varias interesantes me comprometo a recopilarlas todas en un nuevo post y darles la mayor difusión que me sea posible.
(esto al hilo de que al señorito le permiten sacar la basura en un periódico de tirada nacional)
Alejandro, yo no te conozco personalmente. Como no me gusta tu música, nunca me he descargado una canción tuya, ni legal, ni alegalmente, sin embargo esos políticos que tanto te repugnan, me han obligado a pagarte a lo largo de estos años, más que una de tus fans quinceañeras, a través del canon digital de mis cacharros informáticos y del 30% de cada CD que he quemado. Pues bien, no contento con esto, tengo que encontrarme contigo en un artículo de El Pais donde me llamas, entre otras lindezas, “talibán”, “proxeneta”, “pirata”, “fascista” y ladrón, por el simple hecho de que he ejercido mi libertad de expresión dentro de una campaña emails a nuestros partidos políticos, que es parte de la normalidad democrática en el país en el que tú vives, pero no en el reino cocotero de Hispanistán y me pregunto ¿Por qué tengo que aguantarle a este tipo semejante pandemonio de insultos, falacias, mentiras, manipulaciones, y lugares comunes, aliñados con la misma chabacanería y la misma hipocresía del pendenciero de paso de cebra y de los políticos, a los que él critica?
¿Hipócrita? ¿Qué por qué eres un hipócrita? Todo tu artículo destila un cinismo posiblemente digerible por los estómagos de tus fans, pero no hecho para el del “talibán” medio de internet. ¿Pero como eres tan sinvergüenza como para presentarte como un “trabajador de la industria musical”? ¿Insinuas que eres tan descamisado como el técnico de sonido o a la inmigrante que limpia los váteres de la multinacional discográfica de la que si no eres socio, poco te debe faltar? Porque cuando oigo la palabra “trabajador de la industria X”, me viene a la cabeza alguien que se come entre 8 y 10 horas de curro diarias por un sueldo que no le llega a fin de mes. Cuando te han preguntado a lo largo de tu vida “¿A qué te dedicas?” ¿Cuantas veces has contestado “Soy trabajador de la industria musical”. Puestos a usar terminología socio-laboral, yo te veo más como “empresaurio del negocio musical”, o sea, explotador del “trabajador de la industria musical”. Y tienes la cara dura de salir a hablar de los puestos de trabajo de los demás. Pero si a ti, todo lo que no sea la cuenta de resultados de Alejandro Sanz S.A., te importa una mierda. Si te importaran nuestros puestos de trabajo, estarías pagando tus impuestos en Hispanistán y no en Miami (donde casualmente te salen más baratos).
También eres un irresponsable indecente cuando usas alegremente términos como “talibán” para agredir a los que discrepan de tus posiciones. Demuestra que a Alejandro Sanz, el sufrimientos de la población (y especialmente de las mujeres) de uno de los países más pobres del mundo bajo un régimen atrasado y sanguinario, le parece comparable a una miserable disputa económica sobre los metros de eslora de un yate, siempre que dicho yate sea el de Alejandro Sanz ¡Tiparraco execrable!
Me llamas “dictador” y “fascista” porque he expresado con un email mi opinión a nuestros representantes políticos. Pero ¿A qué colegio te mandaron de pequeño? ¿O eres cretino congénito? Hasta los seres más básicos saben que el fascista no necesita mandar emails de protesta para lograr sus objetivos, pues habla mafiosamente con el presidente de turno para que le saque leyes que conserven sus prebendas por la fuerza y que a los dictadores no hay cosa que más les joda que el control judicial independiente sobre las acciones de sus gobiernos (vamos vuestra Ley Sinde). Vamos, que si aquí hay algún adlater de algún dictador fascista, ese no soy yo. Debe ser entonces Alejandro Sanz.
También llamas “proxeneta” en una analogía de una catadura moral similar a la del “talibán”. Si quien se baja tu música gratis fuese por ello tu “proxeneta”, entonces tú deberías ser “su puta” (siguiendo con tu ocurrente juego de palabras “su fusa”). Sin embargo esas personas no te obligan a vender tu música, ni luego te piden una parte de tus beneficios para lucrarse ¿es que también quieres equipararte a una “mujer sexualmente explotada”? Si continuas con esta escalada de cinismo, acabarás hablándonos en nombre de los inmigrantes o de los niños hambrientos del mundo.
Aquí nadie te roba tus canciones hombre, que mientes como una fusa (puta y corta). El que se intercambien tus canciones te hace publicidad gratis. No te deja a ti sin tu canción y sin la posibilidad de que se la vendas a una adolescente (seguramente privada de su criterio musical por la revolución hormonal), sino que te ayuda a que otros las escuchen y eventualmente vayan a tus conciertos. Vamos que te hace un favor, pero como eres un ávido insaciable, con eso no te basta. Además quieres que te pague una parte, para el o ella importante, de sus mil euros mensuales, de modo que tú puedas cambiarlos a dólares que paguen tus caros vicios miameros.
Porque te gusta gritar con mayúsculas ¡¡¡DERECHOS!!! ¿Tu derecho a yate? ¿Los derechos de los cuatro privilegiados a los que representa la SGAE? En Hispanistán hay derechos conculcados mucho más básicos que los tuyos como por ejemplo el derecho a una vivienda digna y el derecho a un trabajo digno, explicitados en la Constitución y que nunca se han cumplido ni se van a cumplir ¿Y quieres poner de tu parte a alguien con dos dedos de frente, a base de pedir justicia? Anda y que te den, basura.
Siento tener que pararme en cada frase de tu remedo de libelo, pero es que pone los pelos de punta ver a alguien que casi no sabe ni hablar, ondear el estandarte de la cultura en plan salvapatrias, tomándonos de paso a los que lo leemos por gilipollas. Antes de permitirte ofrecer consejos hipócritas sobre cualquier aspecto del futuro de Hispanistán, quédate en aquí a pagar impuestos, porque en el siglo XXI, lo que no sea patriotismo fiscal, es patrioterísmo de falsete. Además, oirte hablar en nombre de la cultura es como oír hablar al de la oficina de prensa de Macdonalds en nombre de la gastronomía. La Cultura, como El Arte, mata a sus hijos de hambre, porque está hecha además de talento y de trabajo, de coherencia sin concesiones y no de trapicheos políticos y comerciales. En lo sucesivo confórmate con hablar en nombre “del mundo de las canciones comerciales”, que ahí cabe de todo y no nos castigues con la próxima sarta de memeces que se te ocurra.
Por cierto y por último: Al presidente de la Asociación de Internautas lo eligen los socios de la Asociación de Internautas ¿Eres socio de la Asociación de Internautas? ¿Sabes en qué consiste una Asociación? ¿Quien está detrás de la publicación de la carta de un cretino con ínfulas en un periódico de tirada nacional? ¿Sabes que tener el ordenador más caro del mercado no te convierte en internauta? Tú no eres un internauta, eres una enorme fusa.
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