viernes, 28 de noviembre de 2008
Una idea: Deshacernos de la Televisión
He dedicado la tarde, como en los últimos viernes para colgarme de internet y ver a través de rtve.es el capítulo semanal de la serie televisiva Guante Blanco, una producción con la que el ente público trataba de reforzar su posición en el mercado de teleseries nacionales, y con la que nos ha demostrado una vez más, que más vale una audiencia numerosa y asilvestrada, antes que un producto de calidad.
Hace un mes y medio más o menos llegué a casa un miércoles algo tarde, tirando más de las 11 de la noche. Para ahogar las horas muertas puse la TV en un acto que cada día repudio más y trato de evitar con más ahínco. Pero en aquella ocasión no fue en balde y pude ver el primer episodio de Guante Blanco la principal apuesta en ficción de TVE para competir con los productos del mismo género (ficción nacional). La trama es la siguiente: Mario Pastor es un ladrón de guante blanco... y Bernardo Valle un inspector de policía... Mario no está dispuesto a dejar de robar y Valle tiene como meta descubrir su identidad y atraparle. Un particular y sofisticado juego del ratón y el gato en una serie que mostrará la realidad profesional de estos dos hombres situados a ambos lados de la ley, pero también su vida diaria y familiar.
Bernardo Valle (Carlos Hipólito) y Mario Pastor (José Luis García-Pérez) son padres de familia. Ambos adoran su trabajo. Los dos tienen equipos a sus órdenes y son personas extremadamente leales. Si se conocieran en las circunstancias adecuadas, seguramente serían amigos. Lo malo es que las circunstancias son cualquier cosa menos adecuadas: porque Mario es un ladrón de guante blanco... y Valle el inspector de policía encargado de darle caza... Todo ello aderezado con la vida familiar de ambos, plagadas de problemas, incoherencias y engaños, como todas las vidas, y en las que tratan de sobrevivir a base de honestidad y gentileza. La profesionalidad de ambos protagonistas se ve arropada por sus equipos de trabajo (interpretados por grandes actores y actrices), y por un equipo de guionistas sublime, que añade más intriga y entusiasmo a la ficción con el paso de los capítulos y minutos, multiplicando las posibles vertientes de la historia, añadiéndole dosis de dramatismo, humor, credibilidad, suspense o genialidad según sea necesario. Todo ello realizado de una manera cuidada, atractiva y sugerente; una historia capaz de entretener, divertir, y también hacer pensar, meditar al espectador a la vez que le permita ansiar el siguiente capítulo.
Carlos Hipólito y José Luis García Pérez son la pareja protagonista, consolidada, firme y de contrapunto tienen a sus equipos. En uno aparecen Leticia Dolera (muy mona) o Jorge Roelas, en el otro, en el delictivo esta Eloy Azorín, o uno de estos actores, currantes de tablas como José Ángel Égido, el entrañable Lino de Los lunes al Sol. Y la representación femenina pues dos de esas actrices que alimentaban mis sueños más próximos al onanismo como Ana Risueño o Pilar Punzano. Está última encima de estar como un queso, actúa que da miedo.
Pues esto es lo que me pasa a mi ahora mismo, que los viernes conectó el PC para ver el nuevo capítulo, porque TVE tras dos primeros capítulos los miércoles, y un tercero la noche del viernes decidió dejar la emisión de la serie para la web rtve.es. Y todo ello porque se supone que la audiencia no triunfo. El público dió la espalda al producto los miércoles (día bastante saturadillo) y el experimento del viernes, fue como no, un inmenso fracaso. Así danzamos en que la TV pública la que pagamos todos con parte de nuestros impuestos, sigue manteniendo aberraciones a la inteligencia, la dignidad y la humildad como programas de corazón o mira quién jode la marrana, con vedettes-biólogas, toreros jubilados, hijas de... o nietas de dictador inclusive, para escarnio de la audiencia y regocijo de la competencia.
Qué la inteligencia corre peligro en el mundo de la farándula en este país de la pandereta no exime que la televisión pública diera ejemplo y ejerciera como tal, es decir, de servicio público y permitiera a muchos tele-espectadores (aficionados, accidentales, ocasionales o enganchados) productos plenos de calidad y garantía de gusto estético dentro del vomitivo discurso diario que la ventana catódica destila. Pero es que de la actual TVE sólo se salvan los informativos (sobretodo La2Noticas), la serie PlutónBerbenero (en la2 los miércoles dirigida por Álex de la Iglesia), diversos programas de actualidad (Informe Semanal, 59 segundos,...) y muy escasos musicales o deportivos (plagados de anuncios y siempre mal promocionados). Esto es lo único que se ofrece, y se suma a otras pocas gotas de calidad en la parrilla como Callejeros, Matrioshki, House, Padre de Familia, Buenafuente, El intermedio, CQC (de menos calidad que el añejo de Wyoming) o Camera Cafe.
¿Y contra esto que compite? Pues la bazofia, el chascarrillo de mesa camilla, los aspectos violentos y no degradables de la especie humana. Las peripecias de las familias "señoriales", los Franco, los del torero y su padre putero, los de la tonadillera y su hijo ignagura-discotecas, la carroñeria de gente que se pega por herencias, el testimonio de la defendida de Neira... La vulgaridad moral y ética de pagar monstruosas cantidades de dinero a delincuentes condenados, no encuentra competencia porque se ampara en el analfabetismo de segunda generación, ese que tiene que enseñar a los que saben leer y escribir a pensar y reconocer. El menudeo de la intimidad y el lado más desagradable de la vida colisiona contínuamente contra nuestras púpilas, choca con el cerebro y daña la sensibilidad más sublime.
Por todo ello, amigos, amigas y ávidos lectores, juntos podemos derrotar la basura de la televisión. NO a los programas de corazón, boikot a Antena 3 y sobretodo Tele 5. Conciencia a tu familia y amigos, y sobretodo si tienes audimetro en tu televisión boicoteemos a quien nos toma como imbéciles...
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ResponderEliminarHe visto el último capítulo y esta claro que ante el rechazo de la audiencia televisiva, se precipitaron los hechos y los guionistas improvisaron un final para no dejar ni siquiera la posibilidad de una segunda temporada.
El último capítulo ha sido bastante flojo, muy precipitado, y en sólo 70 minutos han querido desencadenar el final de una serie poliédrica, múltiple en historias y que ha quedado notablemente huérfana:
1. El inspector Valle llega a Mario Pastor eficazmente, y con el detalle de que su hija ve la foto de su compañero de clase.
2. ¿Quíen coño entiende que al final Valle y la mujer de Mario Pastor se líen?
3. ¿Qué pasa con los hijos de ambos? El embarazo de la hija de Mario; la posible relación entre Javi y la amiga de está...
4. ¿Por qué incitan relaciones con la sub-inspectora Mendoza o la comisaria en anteriores capítulos para que al final no sea así y sea incluso cómico?
5. Nicolás, ¿por qué tenía los pasaportes de la familia de Mario Pastor?; y la entrada de su padre, interpretado por Carlos Larrañaga ¿?
6. Lo de la muerte de Mario Pastor no cuadra con todo lo que se había contado anteriormente, dónde en los interrogatorios del jubilado ya inspector Valle, dejaba abierta la posibilidad a una relación de amistad entre ambos protagonistas más allá de su "relación" profesional
En definitiva, mal final para una gran serie, que tenía realmente muchas posibilidades, y que han sido cercioradas por la dirección de RTVE y también por la audiencia de este país, formada por completos ignorantes y analfabetos, amantes de la basura, la hipocresía y el vómito bílico de cotilleos
Tus huevos hay
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