Mostrando entradas con la etiqueta corrupción. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta corrupción. Mostrar todas las entradas

jueves, 9 de febrero de 2023

Rascacielos en el aire

Ser parte del exilio económico de la ciudad y provincia de origen es un trauma. Más si cuando en la distancia uno tiene que ver como su patria chica aparece asimilada a personajes, comportamientos, proyectos e ideas absolutamente disparatadas, vergonzosas y que apestan a estafa a 600 kilómetros. Por lo menos.

La última semana Salamanca es noticia nacional porque al concejal de Cs (parece que la muerte y descomposición de este engendro nos va a dar grandes momentos) del equipo de gobierno, responsable de Turismo (y de macrobotellones, despedidas y sobretodo de dar buenos fajos a sus amigotes hosteleros -los mismos de Mañueco, no olvidemos-), se ha corrido una juerga a costa del presupuesto local. Fernando Castaño que así se llama el sujeto trajo a la milenaria urbe un congreso con jeques y empresas de “medio Oriente y Asia” que en principio, estarían interesados en invertir (¡hasta 15.000 millones indicaron en un primer momento!) para hacer de Salamanca una nueva Dubai.

El tal Castaño va a tener que demostrar, primero ante los medios, después ante el pleno del Ay-untamiento, y probablemente más adelante ante los tribunales, su conveniencia o no con esta trama que ha resultado ser una estafa colosal al erario público y de malversación de la imagen de una ciudad que es Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Con el transcurrir de los días ante la sorpresa de los oriundos de unos supuestos jeques ataviados con galabiyas y thawbs paseando por la Plaza Mayor, sin hablar una sola palabra de castellano o inglés, con la celebración de un congreso “multitudinario” en el Palacio de Congresos, de la noche a la mañana y sin previo aviso, con nombre rimbonbante (Peace City World) y de unas primeras noticias que escandalizaban se va destapando la verdad.

Hasta este momento podemos certificar dos cosas: La primera es que el mega proyecto urbanístico no es que haya sido agua de borrajas: es que ni siquiera ha dado para tomar el camino hacia el bancal. Todo parece un timo de la más burda y baja estofa. No hay nada, ni nadie detrás. Las supuestas empresas no lo son. Los supuestos jeques tampoco. Los currículums, hinchados y falsos, y los historiales en internet y dominios borrados a prisa y corriendo.

La segunda es que las salmantinas y salmantinos han pagado el convite. Como punto de partida “llevamos” casi 4 años pagando un sueldazo a un amigo personal de Castaño, que no tiene ni oficio, pero si beneficio por “captar inversores”. Una tomadura de pelo y una vergüenza que debería acabar con estos dos sujetos compartiendo celda como buenos amigos. Por otro lado, el legar un edificio de todas y todos como es el Palacio de Congresos no es moco de pavo. Es un recurso público al que ya estamos acostumbrados sea usado y manoseado por el PP, pero esto ya clama el cielo. Se ha puesto pasta para pagar traductores y los ágapes de mitad de jornada. Si se sigue escarbando van a aparecer facturas de hoteles y restaurantes, taxis y hasta de los vicios que facturan en “B”.

No habría ningún problema en poner estos recursos a disposición de la posibilidad de que llegasen proyectos e inversión a estas tierras. Sin embargo, estamos más que acostumbrados, a que “nuestros políticos” malvendan lo de todos, sin tener un mínimo de decencia y orgullo patrio, para saber cuál es la esencia a proteger.

Todo esto lo sabemos gracias, y de manera fundamental, a uno de esos pequeños diarios digitales de provincias, que al contrario que otros más mediáticos, no recibe la ingente cantidad de publicidad institucional y parece que todavía no le debe nada a nadie. ¿Verdad 24horas?

La crónica de Salamanca empezó a tirar del hilo y con sus investigaciones ya sabemos una buena parte de la verdad. A los pocos días recogiendo el testigo (por no decir usurpando el trabajo de unos compañeros) una TV nacional volvía a hacer chistes con Salamanca.

Tampoco había que ser un lince. Cualquier proyecto que cambie aspectos paisajísticos, de movilidad o de impacto medioambiental en la ciudad de Salamanca y su alfoz debe recibir la aprobación del Consejo de Estado a través de la subsecretaría de Patrimonio, como representantes de la UNESCO, amén de una certificación de idoneidad por parte de la propia UNESCO, del Ministerio de Turismo y del de Cultura. Así que poca broma. Y esto sólo para empezar. Y esto lo sabe un tío que fue concejal en su pueblo durante menos de dos años.

El caso es que el mega proyecto extranjero busca, en principio, un lugar donde invertir y crear una “Nueva Dubai”. Todo estos rascacielos, tranvías, y hasta ¡un telesilla! por el aire, apestaba a magufada, y a cualquiera debería haberle puesto las orejas tiesas, denunciarlo y huir como de la peste.

Sin embargo, en la clase política gerencial de nuestra querida Salamanca, acostumbrados a malvender el patrimonio de todos, para su beneficio privativo, no sólo no lo vieron mal, sino que pagaron las costas de todo el tinglado, que evidentemente, es más falso que el patrioterismo de la monarquía.

No sólo se trata del impresentable de Ciudadanos. Es que la alta cúpula del PP provincial se bañó en champán con lo supuestos jeques y promotores, a plena luz del día, con luz, taquígrafos y cámaras. De un corrupto como el presidente de la Diputación no sorprende pese a que este en pleno ojo del huracán de la trama corrupta de las Primarias del PP en Castilla y León. Qué el alcalde de Salamanca se haya prestado, por más que ahora se quiera hacer el digno, debería de ir acompañado con su renuncia a ni siquiera presentarse a vicepresidente de una escalera de vecinos. Es que es más: El propio PP de Salamanca, Castilla y León o nacional, tendrían que sacar a todos los sujetos que se han adosado a esta supuesta iniciativa y defenestrarlos. Por su bien. Pero sobretodo, y lo que a mi más me interesa, por el bien de mi tierra y sus gentes.

Un punto interesante en todo este asunto es ver a estos políticos de derecha, tan orgullosa y patriótica, recibiendo con pleitesía y servilismo a los mahometanos, porque, esta vez, son amigos árabes, con la chilaba bien cargada de petrodólares. Supuestamente.

No salen tampoco muy bien parados toda la oposición. Evidentemente según salen las noticias todos van haciendo su labor de vigilancia y exigencia de responsabilidades, pero mientras se perpetraba tal abuso, nadie lo vio venir. Quizás demasiado ocupados en cuadrar sus próximas candidaturas no pudieron hacer hasta una mínima comprobación. Deberíamos de aprender de una vez, pero parece imposible. Creo que algún día tendré que poner en su sitio a la izquierda salmantina.

La indignación y el bochorno es tremendo. Creo que toda Salamanca debería estar en la calle pidiendo la dimisión de todo el equipo de gobierno del ayuntamiento y de la diputación. Y por supuesto, pasarles la factura dentro de 4 meses en las elecciones. Salamanca no aguanta ya más indignidad y más olvido aprovechado. Es que no va ni de Catalunya, ni de Perro Chanche, ni nada de eso. Esto va de nuestra dignidad, patrimonio, esencia y futuro. Va de que están destrozando nuestra ciudad y nuestra tierra. De que no queda futuro, y que siguen robándolo y malversando. Tirando por la borda nuestro patrimonio y las ganas de la gente. No se puede soportar más que nos echen a todos de allí.

Desde luego este intenso cabreo que llevo tomó varios impulsos cuando, hablando con gente del lugar donde vivo que saben que soy de Salamanca, me preguntaron sobre tal cuestión. Aquí unas fruteras ya lo veían como la estafa que es, pero sin embargo, allí tenemos a unos inútiles y corruptos que cegados por su beneficio e interés se tragan la estampita aunque sea a costa de destrozar todo lo que nos hace únicos y especiales. Aunque sea destrozando Salamanca. Tampoco ayuda tener una población electoral tan reaccionaria y convencida "de los suyos" aunque estos sean unos ladrones, unos inútiles o unos sin vergüenzas. O las tres cosas juntas.

Y todo esto justo cuando la Unión Deportiva Salamanca, tal día como hoy, hubiera cumplido 100 años. ¿Casualidad? Ya no sé ni qué pensar.


viernes, 18 de noviembre de 2022

Boicot al Mundial de Fútbol

 

Viñeta de Eneko en diario Público, sábado 12 de noviembre 2022

 

Este fin de semana empieza el Mundial de fútbol 2022. En Qatar. Ya la propia designación del emirato como sede del Mundial está llena de corrupción y tráfico de influencias. El mismo día que se proclamó a Qatar vencedora, mientras que la Confederación Sindical Internacional pedía a la FIFA que repitiera la votación para evitar que recayera en un país que no respeta los derechos laborales, 15 de los 22 electores estaban contando los calientes billetes que habían prevalecido en su designación. Hoy en día todavía tienen causas pendientes con la justicia. La compra directa y cienmillonaria (Qatargate) de votos le costó el puesto a todo un presidente de Francia, pero ni siquiera viró un milímetro el rumbo de la FIFA, empeñada en seguir adelante como si nada. El dinero ya empezaba a entrar y engrasaba una maquinaria interncional y poliédrica que ponía en marcha la operación de blanqueamiento.

Con la celebración del Mundial ya asignada, toda la construcción de estadios de fútbol e infraestructuras hoteleras y de transportes están bajo sospecha. Las condiciones de trabajo expedidas para una población netamente inmigrante que carece de los derechos más básicos amparados en la legislación laboral internacional, son las propias de un régimen esclavista. No superan la más mínima fiscalización y aún así, pretenden que nos pongamos a ver los partidos y a animar a la roja (o a la que le toque cada uno) sin ni siquiera tener presta una pinza de la ropa para tapar el hedor a la nariz. No vaya a ser que los jeques se fueran a mosquear.

The Guardian publicó una investigación que concluía que 6500 trabajadores habían muerto en Qatar desde que comenzaran las obras para el mundial de fútbol. No era el primer estudio ni la primera denuncia sobre esta atrocidad, pero si la que cuantificaba de forma incuestionable (con datos de los gobiernos de los países de origen de los trabajadores fallecidos) que 6500 personas han perdido la vida en la construcción de infraestructuras en el desierto qatarí.

Mientras los jeques quataríes del petróleo pagasen no importaban ni las acusaciones evidentes de tráfico de influencias y corrupción, ni la absoluta carencia de derechos laborales en el Emirato. Dinero que ha servido para blanquear no solo la falta de derechos bajo esa monarquía absoluta, sino la forma de esclavitud moderna que ha regido la construcción de estadios durante estos años: la kafala.

Kafala significa "garantizar" en árabe y es el sistema de "patrocinio" legal que se basa en dos principios que, en la práctica, se traducen en esclavitud moderna. Según la kafala todo trabajador extranjero debe tener un patrocinador (una empresa o una persona) para trabajar en el país. Este patrocinador tiene todos los derechos sobre el trabajador, ya que puede retener su pasaporte y el trabajador no puede ni cambiar de trabajo, ni salir del país, sin el permiso del patrón. Las condiciones laborales son las que el patrocinador impone porque en Qatar los sindicatos están prohibidos para los trabajadores migrantes, que son el 95% de la mano de obra.

La Kafala fue suspendida en 2020, por aquello de que la esclavitud este permitida y jaleada en un país que alberga un evento internacional del máximo nível. No fuera a ser que el que dirán. Pero ya era muy tarde para los más de 6.500 trabajadores fallecidos en los fastos de esta vergüenza. Hasta entonces no sólo la familia real qatarí y su élite se han beneficiado. Muchas de las empresas constructoras provienen de Occidente, y las tenemos mucho más cerca de lo que imaginas.

Sencillamente, es una dictadura. Libertades básicas hoy en día, como la de prensa y de expresión son inexistentes; se efectúan detenciones arbitrarias, castigándose de manera abusiva sin asistencia letrada y produciéndose desapariciones de activistas y periodistas. Los homosexuales son absolutamente perseguidos y criminalizados. Asimismo, las mujeres continúan bajo un sistema de tutela masculina, ligadas a su tutor varón que a efectos prácticos es dueño y señor de su vida, tomando la decisión final sobre cualquier aspecto de sus vidas: cómo y con quién han de casarse, estudiar, trabajar, viajar al extranjero hasta cierta edad o recibir servicios de salud reproductiva. Una mujer en Qatar pierde automáticamente la tutela de sus hijos e hijas cuando se produce un divorcio. Las condenas y castigos están a la orden del día amparados en las leyes islámicas. Ante el Mundial se han parado estos atropellos que volverán en cuanto la pelotita deje de rodar. En mayo fueron las últimas condenas execrables. Por ejemplo, a una mujer violada se le acusó de adulterio y fue castigada con 100 latigazos.

Por lo tanto, se hace muy difícil seguir, o simplemente asistir a la convivencia de eventos internacionales que amparen a estos estados, sabiendo las cosas que sabemos hoy. Por ejemplo, hace menos de un año que nueve refugiados sirios presentaron una demanda ante el Tribunal Superior del Reino Unido, acusando a funcionarios y empresarios de Qatar, en coordinación con los Hermanos Musulmanes, de lavar dinero para el Frente al-Nusra, considerado la filial siria de Al Qaeda. Hoy, Qatar está bloqueada por EUA, Jordania o Egipto, países de su entorno (geográfico y cultural) acusada de terrorismo.

Una dictadura que con dinero y lazos familiares claros y demostrados con el terrorismo. Un país por el que a través de sus fronteras entran y salen miembros de Al Quaeda, los talibanes y otros grupos que atemorizan a toda la región. Incluso desde la administración estadounidense se llegó a ligar al exministro del Interior de Qatar y miembro de la familia real, Abdullah bin Khalid al-Thani, con los ataques del 11-S, avisando a su autor intelectual, Khalid Shaikh Mohammed, antes de que pudiera ser capturado por EEUU. Y esto son las cosas que sabemos. Pensad en un momento lo que se desconoce, está clasificado o es subterráneo.

En los años 80, Joseph Nye y Robert Keohane, presentaron un extenso ensayo sobre las relaciones internacionales entre países de contextos y tradiciones políticas y culturales distintas. Ahí acuñaron el término de soft power para referirse a esa capacidad que ejercen algunos Estados para persuadir o convencer a otros de que hagan lo que desean sin tener que recurrir a la coacción o al empleo de la fuerza. Y es que las diferencias pueden ser insalvables o apenas leves incordios, si se coincide en lo básico: el interés por el dinero.

En esas prácticas y estrategias están los eventos y la corriente a caballo entre lo literario y lo periodístico que están blanqueando a conciencia la imagen de las execrables dictaduras fundamentalistas de Oriente Medio. Todo ello regado por billetes procedentes del petroleo, gasolina y también motor de nuestra vida actual.

Asistir a besamanos, besapies y todo tipo de pleitesías, por parte de democracias, hacia los sátrapas medievales de los Emiratos del petroleo es una vergüenza, y algo que tendría que ir acompañada con la dimisión del lameculos en cuestión a la mañana siguiente. Se les conceden prebendas y la celebración de eventos internacionales (tanto deportivos, como sobretodo foros económicos y financieros) que no son propiedad de nadie, sino de toda la humanidad, y no deberían servir para blanquear a estos regímenes. La falta de dignidad es tan lacerante, que llega un momento en el que hay que decidir -no digo discutir, digo decidir- por salvaguardar la dignidad, y renunciar al “progreso” alimentado por un combustible que como productos subalternos trae ruindad, opresión, integrismo, misoginia, xenofobia y fascismo. Cuando políticos o empresarios se tiran al suelo al paso de los petrodólares a la vez nos demuestran, a los pargüelas que estamos aquí, la valoración que esta gentuza hace de los Derechos Humanos, la paz, la democracia y el progreso. Incluidos los nuestros. Aquí, no está de más, que no se critica o censura la cultura, de un lugar concreto, en este caso Qatar. Sino sus leyes medievales y crueles, y su intención de con dinero normalizar esta dictadura.

La FIFA ya tiene experiencia más que sobrada en llevar sus multimillonarios eventos a donde más beneficios les otorgue. A veces, da la casualidad que acaban en un país que no dé vergüenza ajena. Pero siempre se aseguran una buena cantidad de comisiones por obras y fastos para sus torneos. También ya hay ejemplos sobrados en los que un Mundial se utiliza para blanquear una dictadura e incorporar como normales regímenes absolutamente criminales y abusivos hacia los Derechos Humanos. Lo hicieron, por ejemplo, con la Argentina del año 78, y si, han pasado más de 40 años, pero con Qatar, repiten el mismo patrón.

Dentro de esto, algunos países participantes, con sus federaciones y sus selecciones les da algo de vergüencita pero sin bajarse de la celebración, que jugar y ganar un Mundial es muy importante. Ponerse de lado, colocándose un brazalete con la bandera del Arco Iris, puede que les sirva ante las comunidades LGTBI de sus países y para lavar su conciencia, por todo lo demás privilegiada. A la historia pasarán como unos imbéciles que se quedaron en el símbolo, sin querer ver la realidad del problema y convirtiéndose en actores necesarios de toda esta farsa.

Si ni la FIFA, ni los directivos nacionales, ni los futbolistas, ni los periodistas deportivos (ni mucho menos los no-deportivos), ni tampoco nuestros políticos (en conjunto) han sido capaces de poner en su sitio a esta gentuza y recuperar algo de dignidad democrática y valores cívicos modernos para su torneo, queda en las manos de la sociedad civil reclamar que lo hagan y actuar en consonancia.

Es decir, ni el racismo, ni el patriarcado, ni el clasismo, ni la homofobía son hechos culturales previos a una opresión, sino que son las construcciones ideológicas que la van a justificar. Celebrar un Mundial de Fútbol (o cualquier evento, de cualquier índole) en un estado que viola conscientemente 20 de los 30 artículos de la Carta de las Naciones Unidas a parte de ser una vergüenza, manda un mensaje erróneo. Que con dinero todo se puede comprar. Y que el dinero está por encima de los Derechos Humanos.

No puedo deciros que tenéis que hacer. Si queréis seguir el Mundial, animar a la selección española, o disfrutar del deporte, lo haréis, se escriba o leáis esta entrada o no. Por mi parte, lo tengo claro: Boicot absoluto a este evento; solidaridad absoluta con las mujeres qataríes y los trabajadores inmigrantes a los que les han pisoteado sus derechos y dignidad; desechar el consumo de toda compañía cómplice de esta barbarie que lo acompañe, patrocine o retransmita; y denuncia en mis modestos medios de la vergüenza internacional que supone.




martes, 22 de marzo de 2022

Día Mundial del Agua: El Agua no puede ser un bien de mercado


El mundo es agua. Sin agua es imposible la vida. Cuando se investiga si hay vida en otros planetas, lo primero que se busca es el agua. Nosotros somos agua, por mayoría absoluta, cuando nacemos un 75%, adultos un 60%. El agua gana.

En nuestro planeta también gana el agua, más del 70% de la corteza terrestre está cubierta por agua. Otra vez mayoría absoluta.

Y el agua es necesaria para vivir. Beber agua es vital. A pesar de que haya tanta agua en la Tierra, el agua limpia y potable es un bien escaso. Los datos son escalofriantes. Más de mil millones de personas no tienen acceso a agua potable. Más de cinco mil niños mueren todos los días por falta de agua o por agua en mal estado.

Sin embargo, en el llamado mundo desarrollado el agua se derrocha, mientras que en el tercer mundo hay zonas de gran escasez. El calentamiento global contribuye a que se hayan extendido las zonas secas por falta de agua. Y poco se está haciendo al respecto. El futuro, con un planeta más poblado, es ciertamente gris.

El agua no puede ser un bien de mercado sujeto a las reglas de manos invisibles o apetencias y avaricias de los poderosos. Es un derecho humano. Inalienable. Un bien básico para toda la humanidad. Para su supervivencia. Pero también un bien y recurso vital del resto de seres vivos con los que compartimos este planeta. Y nosotros no tenemos más derecho que ellas para malgastar el agua y ponerla a disposición en los ecosistemas en base a intereses capitalistas. La salud y calidad del Medio Ambiente bien se puede medir por la salud y calidad que el agua que necesita para su correcto desarrollo en lo que conocemos como ciclos del agua.

No quiero decir, y de hecho no lo he dicho, que el agua no sea un bien económico. Su cantidad, calidad y disponibilidad han resultado determinantes durante toda la Historia de la Humanidad. La agricultura, el transporte, el comercio, la energía, la industria y la cultura ha avanzado y permitido unas mejores condiciones de vida para concretos colectivos al ritmo en el que el agua potable estaba disponible.

El derecho al acceso al agua y su uso responsable es un derecho que a de estar por encima de cualquier interés económico de terceros. Más derecho a su acceso tienen los pueblos indígenas que los oligarcas que  modernos colonizadores les roban su dignidad y futuro. Más derecho a satisfacer su necesidad tiene una familia con pocos recursos o en situación de pobreza que los accionistas y directivos de empresas públicas o privadas cuyo fin último es el lucro a través de especular con un bien básico.

Bastaría con que el agua estuviera bien repartida y habría para todos, pero el Norte tiene agua en abundancia (o cuando menos en mejores condiciones), mientras el Sur tiene escasez de la misma.

La situación comienza a ser bastante preocupante. Ese derroche de agua de los países desarrollados no puede continuar. Hay datos que nos deberían hacer pensar. Ese modo de vida, ese afán consumista tiene una repercusión que nos puede llevar al desastre. Los datos son concluyentes. Estos son solamente los que van ligados a la alimentación:

  • Para obtener un litro de leche son necesarios 1.000 litros de agua.
  • Para una taza de café son necesarios 140 litros.
  • Para producir un kg de ternera se gastan 16.000 litros.
  • Para obtener un kg de arroz hay que emplear 3.000 litros.

Y el agua necesaria para fabricar algunos artículos de consumo:

  • Un coche: 160.000 litros de agua.
  • Una camiseta de algodón: 1.500 litros de agua.
  • Un kilo de lana: 1.000 litros de agua.
  • Una botella de plástico para agua mineral se lleva 7 litros de agua.


Curiosa este último ejemplo. Mucho sabemos en el mundo desarrollado del consumo de agua embotellada. Ese agua que consumimos porque desconfiamos del agua que se sirve por la red municipal. Ese agua que compramos haciendo caso de la publicidad y despreciando el agua que sale del grifo, mil veces más barata y en muchas ocasiones –así ocurre en Madrid y en muchos otros sitios— de mejor calidad que la llamada “mineral”.

Simplemente agua, pero no toda el agua es igual. El agua más cara del mundo es la Bling H20, Es el agua mineral de moda entre la gente chic y, por ende, la más cara. Sus botellas son de cristal, las hacen únicas las incrustaciones de cristales de Swarovski y cuestan casi 370 euros.

Y mientras que Lady Gaga o Beyoncé consumen de estas botellas de agua pura, más de 4.000 niños mueren diariamente en el mundo por diarreas y enfermedades evitables debidas al consumo de agua en malas condiciones higiénicas. Hay mil millones de personas sin acceso al agua potable, y cada año se podrían salvar las vidas de 1.6 millones de personas si se les pudiera ofrecer acceso a agua potable y a instalaciones higiénicas, una carencia que en el 20% de los casos se debe al fracaso de las políticas gubernamentales.

Hace una década Bundanoon, un pueblecito de Australia, voto abrumadoramente a favor de prohibir el agua embotellada. ¿Por qué? Porque tiene un impacto ambiental tremendo. Y es que se gastan grandes cantidades de recursos en extraer, embotellar y transportar el agua embotellada para después generar montañas de botellas vacías que pasan a formar parte de la basura que desperdigamos por el mundo. Además, el agua embotellada es muy cara: una botella de medio litro suele costar un euro. Ese mismo dinero es lo que cuestan 1000 litros de agua del grifo en España. En la agricultura, un metro cúbico de agua cuesta tan solo 0,001 euros.

Con el dinero desperdiciado en aguas embotelladas se podría perfectamente proveer de agua a todas esas regiones marginadas que carecen de este precioso recurso declarado por Naciones Unidas como un derecho inalienable.

Un ciudadano estadounidense consume, de media, 200 botellas de agua al año. Para fabricarlas es necesario unos 17 millones de barriles de petroleo, del que el 86% no se recicla.

Vale la pena ver este vídeo, que lo explica mejor:

Por descontado que necesitamos consumir productos manufacturados, pero controlemos ese consumo. Es bueno saber lo que hay detrás de lo que compramos, y no sólo ver el producto final. No nos dejemos engañar por el espejismo de la publicidad.

O cuidamos el consumo de agua y hacemos por extenderlo a los que hoy mueren de sed, o estamos abocados a acabar en unas absurdas guerras por el agua, con el fin de sobrevivir. Es evidente que las guerras futuras, que antaño tuvieron el control de minerales como el oro, el petróleo o el coltán van a ser por el agua. No es casualidad que Paraguay sea el país más monotorizado y controlado por las agencias secretas como la CIA. Indudablemente sus reservas de agua dulce, las mayores del planeta provocan este hecho. Si bien nuestro planeta debería llamarse agua en lugar de Tierra dada la proporción del líquido elemento, paradójicamente ese bien (otrora calificado como "renovable") resulta escaso en sus condiciones óptimas para el consumo humano. Concienciar sobre lo limitado de este recurso es el primer paso, más aún en una situación de emergencia climática con sequías e inundaciones cada vez más graves y recurrentes. Un buen comienzo es constatar y hacer valer la suerte de disponer de un grifo con agua corriente.

En la situación actual de sequía en España, en parte no sólo por el calentamiento global, sino también por décadas de políticas hídricas totalmente erradas, ilógicas y criminales. Corruptas. Con graves carencias en cuanto a no sólo habilitar mecanismos para no dejar a nadie atrás, sino del más elemental control y fiscalización. Donde se producen más infracciones medioambientales y despilfarro de agua de toda Europa.

El derecho al agua limpia y potable es un derecho humano de primera necesidad. Hagamos lo posible por protegerlo en todas partes. Si no, lo lamentaremos. Mañana puede ser tarde.

jueves, 6 de mayo de 2021

El bienio negro de Madrid

Con una participación histórica y de récord (y en pandemia y en día laborable) Isabel Díaz Ayuso revalida mandato y gana las elecciones madrileñas de ayer 4 de mayo, may-the-4rce. Lo hace mejorando sus resultados y manteniendo el auge de la extrema derecha de Vox, toda vez que buena parte del espectro de esa extrema derecha se ha sentido identificada y respaldada en la figura de la IDA.

Para poner en contexto a continuación unos cuantos hechos que las madrileñas y madrileños ayer certificaron con sus votos:

  • Las corrupciones, nepotismos y caciquismos de 25 años de gestión del PP en la Comunidad de Madrid y los de la propia Ayuso (sobrecostes del Zendal y los favores a un especulador inmobiliario que le ha regalado su alojamiento durante la pandemia, por poner unos ejemplos).

  • Una gestión de la pandemia caótica y criminal en el tema de las residencias de mayores, QUE SI SON RESPONSABILIDAD DIRECTA DE LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS.

  • En esta línea posteriormente, no tuvo problemas en cerrar y COARTAR LA LIBERTAD de los madrileños que viven en barrios y pueblos humildes, mientras mantenía abiertos los distritos adinerados aunque estos últimos tuvieran tasas de contagio de la COVID mayores (incluso hasta llegar a triplicar).

  • Sucesión de mentiras en los mandatos de la administración central para la desescalada: No ha contratado más médicos ni personal sanitario, no contrato ni un sólo rastreador.

  • Ha encabezado una oposición al gobierno central -que tiene lo suyo- con el único propósito de conseguir el poder. Ya sabéis son tan patriotas que quieren el país para ellos solos, aunque sean sólo los escombros.

  • Adoptando un discurso y unas formas claramente trumpistas ha enfangado la ya depauperada convivencia en el estado, lo que ha dado alas aun más a la extrema derecha de Vox como se ha visto con el episodio de los debates electorales.

  • De hecho, la ciudadanía madrileña, ha validado una política oscura, violenta, barrio-bajera, sin propuestas. Sólo ataques personales, bulos, mentiras y opresión.

  • Menús escolares concedidos a multinacionales del sector de la comida rápida y comida basura.

  • Privatización de la sanidad pública. Con dos huelgas del personal médico en menos de un año.

  • Privatización de la enseñanza pública.

  • Bajadas de impuestos a las clases altas lo que supone un atentado inmisericorde a esa Constitución, que tanto les gusta citar, y que proclama la progresividad fiscal de las y los españoles.

  • Más gestión caótica, en este caso, con la famosa nevada de Filomena en enero, donde los escasísimos recursos que tienen privatizados y arrinconados en concesionarias se pusieron a disposición de los barrios ricos, mientras en las zonas de clase trabajadora las gentes tenían que quitar la nieve con palas y con las bandejas del horno.

  • Alquileres (y precio de vivienda nueva) por las nubes con 3 y hasta 4 veces por encima del valor de mercado.

  • Venta, ilegal ya en los juzgados, de inmuebles de protección oficial a fondos buitres que buscan especular con la riqueza nacional y con un derecho básico.

  • Una sarta de declaraciones incoherentes, abochornantes e infames que denotan un problema mental o por lo menos una tara considerable.

  • Una campaña de acoso mediático y físico contra Pablo Iglesias y su familia basada en coacciones del sistema dentro del sistema, de bulos y mentiras de medios de comunicación oligarcas.

Pero todo esto y más, ha quedado validado ayer con un voto numerosísimo que le permite no sólo seguir gobernando Madrid durante dos años más con el apoyo de Vox; sino que Ayuso puede presentarse abiertamente a despachar a Casado en la dirección nacional del PP y como candidata a la Moncloa. Mientras Feijoo, tiene que guardar armas en casa.

La extraordinaria movilización si ha sido en pro de la libertad de tomar cañas, disfrutar de los atascos, pagar pocos impuestos y vivir a la madrileña. Y también en oposición a Pablo Iglesias que ante el resultado, no ha tenido más que dimitir y abandonar la primera línea de la política. Otra victoria infame para esta desquiciada, estos energúmenos y una pérdida irreparable para la política.

Ayuso ha despachado a Iglesias no sólo fagocitando a Ciudadanos que está a semanas de ser disuelto, demostrando aquello que más que una fuerza bisagra se ha tratado de una marca patrimonial de la derecha en la que cobijarse cuando han venido mal dadas. Es que además ha reorganizado buena parte del voto ultra y lo que es peor: Ha pescado y en cantidades ingentes en los caladeros obreros tradicionales de la izquierda.

Probablemente las elecciones de ayer se perdieron el día de la famosa rueda de prensa en Sol de Pedro Sánchez y Ayuso con la retahíla de banderas. Ahí podría el presidente haber desactivado el peligro simplemente apretándole las tuercas y exigiendo lo que había salido publicado en el BOE semanas atrás. Sin embargo, le mostró el cuello a un perro rabioso. Y eso no se puede hacer, porque te arranca la cabeza. Ante la debilidad amparada en el respeto entre administraciones, Ayuso no respondió con cordialidad o comunicación como prometió ante los medios; sino con víscera, con odio y con mayores llamamientos al desacato y el libertinaje.

Ante una izquierda desaparecida, ajena al conflicto y que no ha hablado hasta la llegada de Iglesias, de los problemas de las clases trabajadoras, estas han sido seducidas por los cantos al onanismo liberal, del sentimiento de identidad sabiamente utilizado por el fascismo. Por unas cañas que no van a poder ni siquiera pagar, han preferido encadenarse a las levas, en vez de romper los grilletes.

El fiasco de la izquierda es importante por el volumen de voto obrero perdido en favor de la derecha. Es cierto que Madrid aún con la influencia que ejerce sobre la que pasa en el resto de territorios del estado español, es un experimento neoliberal de primera magnitud, con más de 25 años de funcionamiento y que ha ido arrinconando el asociacionismo vecinal y los sentimientos colectivos de pertenencia, lucha y rebeldía. No se puede extrapolar lo que pasa en Madrid al resto de España, pero es innegable que el peso mediático que genera condiciona. En Madrid la derecha ha creado sus propios votantes plantando una ilusión de clase media al dejarlos desprovistos de buena parte de los servicios públicos, tanto en calidad, como en cantidad. El transporte y el urbanismo de la región muestran el individualismo exacerbado de la sociedad totalmente ausente de conciencia de clase.

Por otro lado, no se debe de obviar tras esta derrota, el hecho de que tras año y medio de gobierno “de izquierdas y pese a la pandemia y todas las dificultades emergidas, las reformas laborales y la Ley Mordaza siguen vigentes. Una lección que deberíamos de aprender ya es que la izquierda tiene que ser igual de agresiva con el BOE en la mano que como lo es la derecha cuando tiene el poder. Ser prudentes y tratar de evitar la confrontación es en realidad ser permisivo con un estado de las cosas que han lacerado buena parte de las bases ideológicas e identitarias de los que somos izquierdas. Si quieres pedir el voto a las clases trabajadoras, legisla y ejecuta cuestiones que ahonden en su beneficio.

La otra gran reflexión que no puede pasar ya, cierta y reclamada muchas veces, no deja lugar a dudas: Si queremos dar dignidad a las gentes y mejorar el nivel general del país, para que no haya tanta desigualdad y para que tengamos un futuro y un lugar mejor donde vivir, todas y todos, hay que movilizarse. Y llamar a la movilización. Estar activos a la hora de acompañar a los movimientos sociales y sus reclamaciones.

Los derechos y libertades, las de verdad como cuando vas a comprar una casa, a trabajar o a pedir un crédito, se consiguen a sangre y palos. Es duro decirlo pero es asi. Las clases dominantes no van a “ceder” sus privilegios en base a batucadas, votos y hagstags. Hay que tomar la calle y demostrar la fuerza colectiva del movimiento obrero, parte indispensable (la única que lo es) de los engranajes del sistema. Con estopa y estoicismo. Con resiliencia y con capacidad de aprendizaje y divulgación. Con honestidad y atrevimiento. Hay que ir a los centros de trabajo, a los barrios y sus asociaciones. A las universidades e institutos. Y hay que trabajar. Hay que elaborar programa y estrategias de difusión que vuelvan a poner al trabajador y por primera vez, a la trabajadora, en el centro de la toma de decisiones. Si no, pasará esto más veces: El fascismo traerá la barbarie. La está trayendo ya.

Porque al final el valioso ejemplo de Pablo Iglesias ha llegado tarde. Porque frente a él (y su familia, y su partido) se ha levantado una maquinaria infame, opresora y fascista, para callarlo y eliminarlo del terreno político. Porque le han tenido (y nos tendrán) miedo a él y a quienes decimos la verdad; la necesidad de cambiar las estructuras de poder para construir una sociedad donde la libertad sea absoluta, gracias a la igualdad y a la utopía de la fraternidad.

La llegada a campaña de Pablo Iglesias ha dado batalla tal y como muestra la campaña mediática de mentiras y bulos que ha aparecido (el periodismo y sus trabajadores de base también tiene que reflexionar. Y mucho). Pero primero la negativa de Más Madrid a la búsqueda de candidaturas conjuntas, y después el perfil bajo del candidato del PSOE madrileño pusieron obstáculos, que ni siquiera las algaradas, provocaciones y el matonismo de una extrema derecha crecida han podido sobreponerse.

Iglesias ha movilizado y mejorado el voto a Unidas Podemos y ha arrastrado a Mas Madrid, a costa de un PSOE, en el que también cohabitaba mucho reaccionario que ve a Unidas Podemos como un peligro con el que se es más intransigente que con el mismo PP. Cuando la campaña, absolutamente brusca, desleal, mezquina y rastrera que se recuerdan (y mira que el nivel ya era alto) ha tornado a un clima de violencia y amenazas pre golpistas, los llamamientos a la unidad y la movilidad han llegado demasiado tarde por algunas de las cosas que hemos hablado unos párrafos arriba.

Hace 10 años por estas fechas existían sondeos que daban a Izquierda Unida el sorpasoo al PSOE y la victoria en las elecciones autonómicas y municipales en Madrid que se celebraban en unos días. Surgió el 15M. Y una movilización colosal de los jóvenes de izquierdas que amenazaba con poner patas arriba el estado degradado que nos dejó la transacción. No se podía y no se puede aguantar tanta corrupción, tanta indignidad y tanto fascismo y parecía que asaltar los cielos era cuestión de meses. Después vino Podemos y la institucionalización de aquel movimiento en un fuerte personalismo marcado por Pablo Iglesias y su círculo desde Madrid. También surgió Ciudadanos para que las gentes de la derecha pudieran votar derecha sin tener la nariz tapada. Y luego vino Vox porque ese franquismo sociológico no podía votar a un catalán.

Ayer fue un mal día y hoy es un día duro. El fascismo sigue campando a sus anchas y seguimos sin encontrar las estrategias para luchar contra él. Y las consecuencias son del todo incontrolables. Es evidente que después de ayer la viabilidad de la legislatura corre peligro y con ella, que se deshaga lo poco progresista y de reparto de riqueza que se ha hecho en este año y medio.

Me niego a hablar de fin de ciclo de lo iniciado con el 15M, porque aunque se han conseguido muy pocas cosas, la emergencia social sigue ahí y se agrava cada día. Es innegable que el deterioro de la democracia en este país y la situación agonizante del capitalismo antes incluso de la COVID exigen respuestas de la ciudadanía para proponer desde abajo modelos políticos, sociales y económicos que no dejen a nadie atrás. Porque hay riqueza, ingenio y dignidad a raudales para que esto así sea y no que nos aprisionen con mordazas, hipotecas, grilletes, amenazas y violencias toleradas, mediáticas, institucionalizadas y opresiones oligarcas.

Se vienen dos años, hasta las próximas elecciones autonómicas, en las que la escalada de provocación, infamia, corrupción, inmoralidad, agresividad y pérdida de derechos y libertades de todas y todos va a crecer hasta la estratosfera. Ayer se pudo y debió parar esta vorágine. Cuando acabe este bienio, puede que sea demasiado tarde.

Toca pensar. Toca replanteárselo todo. Todo menos el antifascismo.


Camareros: Necesarios, degradados y precarios. Una experiencia personal

Ahora que ya está aquí el veranito con su calor plomizo, pegajoso y hasta criminal, se llenan las terracitas para tomar unas...