miércoles, 22 de enero de 2020

Por el fútbol popular



Como el Mirandés hace 8 años la Copa vuelve a traer una de esas historias que parecen relatos de blanco y negro, utopías deportivas, partidas de football manager o ensoñaciones entre las sábanas de nuestro modesto equipo local o de barrio.
Hoy Unionistas de Salamanca recibe al Real Madrid. Hoy el fútbol popular se mide al paradigma del fútbol negocio, del poder y del dinero.



La historia de Unionistas de Salamanca empezó el 18 de junio de 2013. Ese día, a punto de cumplir 90 años, desaparecía la Unión Deportiva Salamanca. Víctima de los usos y costumbres del fútbol caciquil, de la especulación sobre el sentimiento, del desinterés de una ciudad y de la gestión inepta y corrupta de los prohombres de la patronal salmantina, todo ello aderezado con la simpatía de los políticos locales en gobierno y el masaje tonificador de las cabeceras periodísticas de la ciudad.
Para entonces el germen de Unionistas ya existía. Era la Plataforma de Aficionados de la Unión (PAU) que se habían organizado para tratar de ayudar en la continuidad de la UDS. Volvía por ese entonces a aparecer el turbio Juan José Hidalgo cuyas verdaderas intenciones era continuar como si nada hubiera pasado. Ese “nada” eran los 23 millones de euros de deuda con Hacienda y la Seguridad Social (es decir, con TODOS nosotros), proveedores, trabajadores, futbolistas y ex-futbolistas, agentes... que empezaron acumularse bajo su gerencia 15 años antes.
Pronto se unió el sentimiento de ser utilizados por el cacique y a la vez la absoluta inviabilidad de la Sociedad Anónima Deportiva por lo que el reto ya no era tanto salvar al club, como sí hacerlo con su memoria y rendir homenaje a la veracidad de lo ocurrido con la Unión, por lo que la creación de un nuevo club bajo ese planteamiento era el paso natural.
Y así, con ese espíritu el 23 de agosto de ese 2013 nacía Unionistas de Salamanca. Lo hacía además bajo un modelo de fútbol popular, con unos estatutos en los que se dejaba claro el carácter asambleario del club, su propuesta para competir en las categorías del fútbol nacional, desde la categoría más baja y hasta donde se llegará, pero siempre manteniendo la propiedad en los aficionados. Huyendo del fútbol negocio.
Al tiempo Hidalgo trataba que el club que fundó unos meses antes (Athletic de Salamanca) compitiera en el lugar de la UDS en 2ªB, hecho que la justicia tumbó. Querían seguir como si tal cosa, como si no hubiera deudas e impagos.
Para Unionistas estos años han sido de un constante crecimiento no falto de trabas y zancadillas por parte del ay-untamiento de Salamanca, que ha tratado a la institución con una falta de respeto lacerante e indigna. Tampoco han sido agradables las cabeceras periodísticas de la ciudad, rencorosas y siempre a favor de los proyectos planteados desde arriba. Es decir, con dinero por personajes de dentro y fuera de la ciudad.
En Salamanca parece que escuece que un club popular, montado por un grupo de aficionados, sin grandes fortunas detrás, sin oscuros intereses de por medio, ya no sólo tenga éxito, sino su simple existencia y competencia.
Un ejemplo claro de todo esto es el tema del campo de juego de Unionistas de Salamanca. Ya en sus propios estatutos el club manifiesta la imposibilidad de jugar en el Helmántico (estadio de la UDS) por temas económicos pero también por un respeto reverencial al “templo” donde el equipo de sus amores jugaba.
El Helmántico es un estadio privado. Al procederse la liquidación de la UDS el estadio formaba parte de los lotes que salieron a subasta para tratar de pagar las deudas del club. Valorado en 14 millones su subasta en dos ocasiones quedó desierta. En la ciudad había un debate enconado para que el ayuntamiento pujara y convertirlo en un estadio municipal. Yo mismo caía en fuertes contradicciones porque soltar ese dinero cuando la ciudad tenía tantas carencias me parecía algo fuera de lugar por mucho romanticismo y muchos recuerdos de fútbol en las estrechas gradas y sobre esos asientos descoloridos y de anárquica composición.
Al final fue un empresario mejicano que por un millón de euros quien se llevo el estadio. Además lo hizo con promesas veladas del alcalde de Villares de la Reina (alcalde también del PP que llevaba en el cargo desde tiempos franquistas) de otorgarle licencias urbanísticas y de explotación para construir un centro comercial junto al estadio.
Al tiempo pagaba por la plaza que el Salmantino (antiguo filial de la UDS) conservaba en regional, haciendo un equipo y un club a la carrera, en la que con dinero, incontables futbolistas mejicanos de por medio y la intervención directa de personajes corruptos y oscuros como Agapito Iglesias (horrenda gestión en Zaragoza donde es persona non-grata, apuestas, sobornos, compra de partidos adornan el curriculum) ha ido creciendo hasta compartir grupo segundo de la 2ªB con Unionistas.
Hoy en día el Salamanca CF juega en El Helmántico. Y Unionistas de Salamanca en las Pistas. Ambas instalaciones están separadas por 50 metros. Y esta semana y media desde que el sorteo emparejó al club de fútbol popular con el trece veces Campeón de Europa, Salamanca, con su alcalde al frente ha vuelto a ser ejemplo de caciquismo, actitud rancia y vergüenza propia de los inmigrantes que tenemos que explicar lo que pasa en nuestra ciudad y con el fútbol (y la política) en nuestros lugares de residencia.
En las Pistas está noche va a jugar el Real Madrid. Va a jugar ahí contra Unionistas los dieciseisavos de final de la Copa del Rey. No es el único partido que juega ahí. Cada 15 días la afición de Unionistas acude al campo. Y los voluntarios lo preparan antes y después para que todas las personas que hagan uso de la instalación la encuentren de la mejor forma posible.
El partido va a ser en las Pistas pese al interés manifiesto del alcalde, el PP de Salamanca y sus voceros mediáticos por trasladarlo al Helmántico. No sólo para que el mejicano hiciera negocio con el éxito del vecino repudiado. Sino también, y esto es lo más grave, para tapar la tremenda chapuza de un Ayuntamiento que tiene una instalación, las pistas, en otro municipio (Villares), pero sin los permisos necesarios para adecuar o modificarlas.
Un escándalo así debería acabar con la dimisión del alcalde y su equipo de gobierno. Si tuviera vergüenza claro. Como no es así, lo siguiente sería que Ciudadanos ante tal chapuza que ha vuelto a poner en el disparadero a la ciudad de Salamanca, empleará la llave de gobierno y mandará a la oposición de una vez por todas a los ineptos y cara-duras del PP de Salamanca.
Poco ha importando para alcalde y medios de Salamanca el que los socios de Unionistas con su directiva a la cabeza hayan apostado por jugar en las Pistas. Con o sin gradas supletorias. Con o sin mayor recaudación. El evento es en si un regalo para la afición que lleva 5 años haciendo viajes, pasando frío, lluvia y otras incomodidades en de las Pistas. No es para los arribistas de última hora. No es para los aficionados del Madrid de la ciudad y de la provincia. No es para los dueños de El Helmántico.
Es Unionistas el que se ha ganado en el campo el jugar éste partido en su casa. Es ahí donde además reconocen que tienen más posibilidades de hincarle el diente al rival. Y son los que deciden siempre que la seguridad, la RFEF y la TV (maldita televisión que ha metido el dinero en el fútbol) este garantizada. Y si no hubiera sido ahí ellos también decidían llevárselo fuera porque está en sus estatutos. En su idiosincrasia.
Si yo entiendo que haya gente que anime al otro equipo, porque están en El Helmántico o porque tienen más posibilidades de éxito deportivo o por lo que sea, no entiendo por qué no se respeta lo que la masa social de Unionistas decida. Es la misma envidia de Salamanca de siempre.
Hace seis años nacía Unionistas. Hace 5 años jugaba en los campos de tierra de la provincia. Hoy juega en Segunda División B y recibe en Copa al Real Madrid, club más laureado del mundo según la FIFA. Un sueño. Un meteoro que habla de una gestión deportiva y social con el fútbol como pasión, como sentimiento. Hecho por y para los seguidores.
La afición de Unionistas siempre llena las Pistas y ha hecho y hará incontables kilómetros para disfrutar del fútbol y animar a su equipo, dando un ambiente y un colorido por el que ya son reconocidos. Hoy disfrutarán. Se lo merecen. Y son un ejemplo maravilloso.
Disfrutad del partido. Disfrutad del fútbol. Lo más normal es que el Madrid gane fácil a Unionistas. Pero es tan bonita la idea, la filosofía y es tan segura la actitud de divertirse con el fútbol que van a tener todos los aficionados de Unionistas hoy, que ya han ganado.



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