Como
el Mirandés
hace 8 años la Copa
vuelve a traer una de esas historias que parecen relatos de blanco y
negro, utopías deportivas, partidas de football
manager
o ensoñaciones entre las sábanas de nuestro modesto equipo local o
de barrio.
Hoy
Unionistas
de Salamanca recibe al Real Madrid.
Hoy
el fútbol popular se mide al paradigma del fútbol negocio,
del poder y del dinero.
La
historia de Unionistas
de Salamanca
empezó el 18 de junio de 2013. Ese día, a punto de cumplir 90 años,
desaparecía la Unión
Deportiva Salamanca.
Víctima de los usos y costumbres del fútbol caciquil, de la
especulación sobre el sentimiento, del desinterés de una ciudad y
de la gestión inepta y corrupta de los prohombres de la patronal
salmantina, todo ello aderezado con la simpatía de los políticos
locales en gobierno y el masaje tonificador de las cabeceras
periodísticas de la ciudad.
Para
entonces el germen de Unionistas ya existía. Era la Plataforma de
Aficionados de la Unión (PAU) que se habían organizado para tratar
de ayudar en la continuidad de la UDS. Volvía por ese entonces a
aparecer el turbio Juan José Hidalgo cuyas verdaderas intenciones
era continuar como si nada hubiera pasado. Ese “nada” eran los 23
millones de euros de deuda con Hacienda y la Seguridad Social (es
decir, con TODOS nosotros), proveedores,
trabajadores, futbolistas y ex-futbolistas, agentes...
que empezaron acumularse bajo su gerencia 15 años antes.
Pronto
se unió el sentimiento de ser utilizados por el cacique y a la vez
la absoluta inviabilidad de la Sociedad Anónima Deportiva por lo que
el reto ya no era tanto salvar al club, como sí hacerlo con su memoria y
rendir homenaje a la veracidad de lo ocurrido con la Unión, por lo
que la creación de un nuevo club bajo ese planteamiento era el paso
natural.
Y
así, con
ese espíritu
el
23 de agosto de ese 2013
nacía Unionistas de Salamanca. Lo
hacía además bajo un modelo de fútbol popular, con unos estatutos
en los que se dejaba claro el carácter asambleario del club, su
propuesta para competir en las categorías del fútbol nacional,
desde la categoría más baja y hasta donde se llegará, pero siempre
manteniendo la propiedad en los aficionados. Huyendo del fútbol
negocio.
Al
tiempo Hidalgo trataba que el club que fundó unos meses antes
(Athletic de Salamanca) compitiera en el lugar de la UDS en 2ªB,
hecho que la justicia tumbó. Querían seguir como si tal cosa, como
si no hubiera deudas e impagos.
Para
Unionistas estos años han sido de un constante crecimiento no falto
de trabas y zancadillas por parte del ay-untamiento de Salamanca, que
ha tratado a la institución con una falta de respeto lacerante e
indigna. Tampoco han sido agradables las cabeceras periodísticas de
la ciudad, rencorosas y siempre a favor de los proyectos planteados
desde arriba. Es decir, con dinero por personajes de dentro y fuera
de la ciudad.
En
Salamanca parece que escuece que un club popular, montado por un
grupo de aficionados, sin grandes fortunas detrás, sin oscuros
intereses de por medio, ya no sólo tenga éxito, sino su simple existencia y competencia.
Un
ejemplo claro de todo esto es el tema del campo de juego de
Unionistas
de Salamanca.
Ya en sus propios estatutos el club manifiesta la imposibilidad de
jugar en el Helmántico (estadio de la UDS) por temas económicos
pero también por un respeto reverencial al “templo” donde el
equipo de sus amores jugaba.
El
Helmántico
es un estadio privado. Al procederse la liquidación de la UDS el
estadio formaba parte de los lotes que salieron a subasta para tratar
de pagar las deudas del club. Valorado en 14 millones su
subasta en dos ocasiones quedó desierta. En la ciudad había un
debate
enconado
para que el ayuntamiento pujara y convertirlo en un estadio
municipal. Yo mismo caía en fuertes contradicciones porque soltar
ese dinero cuando la ciudad tenía tantas carencias me parecía algo
fuera de lugar por mucho romanticismo y muchos recuerdos de fútbol
en las estrechas gradas y sobre esos asientos descoloridos y de
anárquica composición.
Al
final fue un empresario mejicano que por un millón de euros quien se
llevo el estadio. Además lo hizo con promesas veladas del alcalde de
Villares de la Reina (alcalde también del PP que llevaba en el cargo
desde tiempos franquistas) de otorgarle licencias urbanísticas y de
explotación para construir un centro comercial junto al estadio.
Al
tiempo pagaba por la plaza que el Salmantino (antiguo filial de la
UDS) conservaba en regional, haciendo un equipo y un club a la
carrera, en la que con dinero, incontables futbolistas mejicanos de
por medio y la intervención directa de personajes corruptos y
oscuros
como Agapito Iglesias (horrenda
gestión en Zaragoza donde es persona non-grata, apuestas, sobornos,
compra de partidos adornan el curriculum)
ha
ido creciendo hasta compartir grupo segundo de la 2ªB con
Unionistas.
Hoy
en día el Salamanca CF juega en El Helmántico. Y
Unionistas de Salamanca en las Pistas.
Ambas instalaciones están separadas por 50 metros. Y esta semana y
media desde que el sorteo emparejó al club de fútbol popular con el
trece veces Campeón de Europa, Salamanca, con su alcalde al frente
ha vuelto a ser ejemplo de caciquismo, actitud rancia y vergüenza
propia de los inmigrantes que tenemos que explicar lo que pasa en
nuestra ciudad y con el fútbol (y la política) en nuestros lugares
de residencia.
En
las Pistas está noche va a jugar el Real Madrid. Va a jugar ahí
contra Unionistas los
dieciseisavos de final de la Copa del Rey.
No es el único partido que juega ahí. Cada 15 días la afición de
Unionistas acude al campo. Y los voluntarios lo preparan antes y
después para que todas las personas que hagan uso de la instalación
la encuentren de la mejor forma posible.
El
partido va a ser en las Pistas pese al interés manifiesto del
alcalde, el PP de Salamanca y sus voceros mediáticos por trasladarlo
al Helmántico. No sólo para que el mejicano hiciera negocio con el
éxito del vecino repudiado. Sino también, y esto es lo más grave,
para tapar la tremenda chapuza de un Ayuntamiento que tiene una
instalación, las pistas, en otro municipio (Villares), pero sin los permisos necesarios para adecuar o modificarlas.
Un
escándalo así debería acabar con la dimisión del alcalde y su
equipo de gobierno. Si tuviera vergüenza claro. Como no es así, lo
siguiente sería que Ciudadanos ante tal chapuza que ha vuelto a
poner en el disparadero a la ciudad de Salamanca, empleará la llave
de gobierno y mandará a la oposición de una vez por todas a los
ineptos y cara-duras
del PP de Salamanca.
Poco
ha importando para alcalde y medios de Salamanca el que los
socios
de Unionistas con su directiva a la cabeza hayan
apostado por jugar en las Pistas.
Con o sin gradas supletorias. Con o sin mayor recaudación. El evento
es en si un regalo para la afición que lleva 5 años haciendo
viajes, pasando frío, lluvia y otras incomodidades en
de las Pistas.
No es para los arribistas de última hora. No
es para los aficionados del Madrid de la ciudad y de la provincia. No
es para los dueños de El Helmántico.
Es
Unionistas el que se ha ganado en el campo el jugar éste partido en
su casa. Es ahí donde además reconocen que tienen más
posibilidades de hincarle el diente al rival. Y son los que deciden
siempre que la seguridad, la RFEF y la TV (maldita televisión que ha metido
el dinero en el fútbol) este garantizada. Y si no hubiera sido ahí
ellos también decidían llevárselo fuera porque está en sus
estatutos. En su idiosincrasia.
Si
yo entiendo que haya gente que anime al otro equipo, porque están en
El Helmántico o porque tienen más posibilidades de éxito
deportivo o por lo que sea, no entiendo por qué no se respeta lo que la masa social
de Unionistas decida. Es la misma envidia de Salamanca de siempre.
Hace
seis años nacía Unionistas. Hace 5 años jugaba en los campos de
tierra de la provincia. Hoy juega en Segunda División B y recibe en
Copa al Real Madrid, club más laureado del mundo según la FIFA. Un
sueño. Un meteoro que habla de una gestión deportiva y social con
el fútbol como pasión, como sentimiento. Hecho por y para los
seguidores.
La
afición de Unionistas
siempre llena las Pistas y ha hecho y hará incontables kilómetros
para disfrutar del fútbol y animar a su equipo, dando un ambiente y
un colorido por el que ya son reconocidos. Hoy disfrutarán. Se lo merecen. Y son un ejemplo maravilloso.
Disfrutad
del partido.
Disfrutad
del fútbol.
Lo más normal es que el Madrid gane fácil a Unionistas. Pero es tan
bonita la idea, la filosofía y es tan segura la actitud de
divertirse con el fútbol que van a tener todos los aficionados de
Unionistas hoy, que ya han ganado.
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