Ser parte del exilio económico de la ciudad y provincia de origen es un trauma. Más si cuando en la distancia uno tiene que ver como su patria chica aparece asimilada a personajes, comportamientos, proyectos e ideas absolutamente disparatadas, vergonzosas y que apestan a estafa a 600 kilómetros. Por lo menos.
La última semana Salamanca es noticia nacional porque al concejal de Cs (parece que la muerte y descomposición de este engendro nos va a dar grandes momentos) del equipo de gobierno, responsable de Turismo (y de macrobotellones, despedidas y sobretodo de dar buenos fajos a sus amigotes hosteleros -los mismos de Mañueco, no olvidemos-), se ha corrido una juerga a costa del presupuesto local. Fernando Castaño que así se llama el sujeto trajo a la milenaria urbe un congreso con jeques y empresas de “medio Oriente y Asia” que en principio, estarían interesados en invertir (¡hasta 15.000 millones indicaron en un primer momento!) para hacer de Salamanca una nueva Dubai.
El tal Castaño va a tener que demostrar, primero ante los medios, después ante el pleno del Ay-untamiento, y probablemente más adelante ante los tribunales, su conveniencia o no con esta trama que ha resultado ser una estafa colosal al erario público y de malversación de la imagen de una ciudad que es Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Con el transcurrir de los días ante la sorpresa de los oriundos de unos supuestos jeques ataviados con galabiyas y thawbs paseando por la Plaza Mayor, sin hablar una sola palabra de castellano o inglés, con la celebración de un congreso “multitudinario” en el Palacio de Congresos, de la noche a la mañana y sin previo aviso, con nombre rimbonbante (Peace City World) y de unas primeras noticias que escandalizaban se va destapando la verdad.
Hasta este momento podemos certificar dos cosas: La primera es que el mega proyecto urbanístico no es que haya sido agua de borrajas: es que ni siquiera ha dado para tomar el camino hacia el bancal. Todo parece un timo de la más burda y baja estofa. No hay nada, ni nadie detrás. Las supuestas empresas no lo son. Los supuestos jeques tampoco. Los currículums, hinchados y falsos, y los historiales en internet y dominios borrados a prisa y corriendo.
La segunda es que las salmantinas y salmantinos han pagado el convite. Como punto de partida “llevamos” casi 4 años pagando un sueldazo a un amigo personal de Castaño, que no tiene ni oficio, pero si beneficio por “captar inversores”. Una tomadura de pelo y una vergüenza que debería acabar con estos dos sujetos compartiendo celda como buenos amigos. Por otro lado, el legar un edificio de todas y todos como es el Palacio de Congresos no es moco de pavo. Es un recurso público al que ya estamos acostumbrados sea usado y manoseado por el PP, pero esto ya clama el cielo. Se ha puesto pasta para pagar traductores y los ágapes de mitad de jornada. Si se sigue escarbando van a aparecer facturas de hoteles y restaurantes, taxis y hasta de los vicios que facturan en “B”.
No habría ningún problema en poner estos recursos a disposición de la posibilidad de que llegasen proyectos e inversión a estas tierras. Sin embargo, estamos más que acostumbrados, a que “nuestros políticos” malvendan lo de todos, sin tener un mínimo de decencia y orgullo patrio, para saber cuál es la esencia a proteger.
Todo esto lo sabemos gracias, y de manera fundamental, a uno de esos pequeños diarios digitales de provincias, que al contrario que otros más mediáticos, no recibe la ingente cantidad de publicidad institucional y parece que todavía no le debe nada a nadie. ¿Verdad 24horas?
La crónica de Salamanca empezó a tirar del hilo y con sus investigaciones ya sabemos una buena parte de la verdad. A los pocos días recogiendo el testigo (por no decir usurpando el trabajo de unos compañeros) una TV nacional volvía a hacer chistes con Salamanca.
Tampoco había que ser un lince. Cualquier proyecto que cambie aspectos paisajísticos, de movilidad o de impacto medioambiental en la ciudad de Salamanca y su alfoz debe recibir la aprobación del Consejo de Estado a través de la subsecretaría de Patrimonio, como representantes de la UNESCO, amén de una certificación de idoneidad por parte de la propia UNESCO, del Ministerio de Turismo y del de Cultura. Así que poca broma. Y esto sólo para empezar. Y esto lo sabe un tío que fue concejal en su pueblo durante menos de dos años.
El caso es que el mega proyecto extranjero busca, en principio, un lugar donde invertir y crear una “Nueva Dubai”. Todo estos rascacielos, tranvías, y hasta ¡un telesilla! por el aire, apestaba a magufada, y a cualquiera debería haberle puesto las orejas tiesas, denunciarlo y huir como de la peste.
Sin embargo, en la clase política gerencial de nuestra querida Salamanca, acostumbrados a malvender el patrimonio de todos, para su beneficio privativo, no sólo no lo vieron mal, sino que pagaron las costas de todo el tinglado, que evidentemente, es más falso que el patrioterismo de la monarquía.
No sólo se trata del impresentable de Ciudadanos. Es que la alta cúpula del PP provincial se bañó en champán con lo supuestos jeques y promotores, a plena luz del día, con luz, taquígrafos y cámaras. De un corrupto como el presidente de la Diputación no sorprende pese a que este en pleno ojo del huracán de la trama corrupta de las Primarias del PP en Castilla y León. Qué el alcalde de Salamanca se haya prestado, por más que ahora se quiera hacer el digno, debería de ir acompañado con su renuncia a ni siquiera presentarse a vicepresidente de una escalera de vecinos. Es que es más: El propio PP de Salamanca, Castilla y León o nacional, tendrían que sacar a todos los sujetos que se han adosado a esta supuesta iniciativa y defenestrarlos. Por su bien. Pero sobretodo, y lo que a mi más me interesa, por el bien de mi tierra y sus gentes.
Un punto interesante en todo este asunto es ver a estos políticos de derecha, tan orgullosa y patriótica, recibiendo con pleitesía y servilismo a los mahometanos, porque, esta vez, son amigos árabes, con la chilaba bien cargada de petrodólares. Supuestamente.
No salen tampoco muy bien parados toda la oposición. Evidentemente según salen las noticias todos van haciendo su labor de vigilancia y exigencia de responsabilidades, pero mientras se perpetraba tal abuso, nadie lo vio venir. Quizás demasiado ocupados en cuadrar sus próximas candidaturas no pudieron hacer hasta una mínima comprobación. Deberíamos de aprender de una vez, pero parece imposible. Creo que algún día tendré que poner en su sitio a la izquierda salmantina.
La indignación y el bochorno es tremendo. Creo que toda Salamanca debería estar en la calle pidiendo la dimisión de todo el equipo de gobierno del ayuntamiento y de la diputación. Y por supuesto, pasarles la factura dentro de 4 meses en las elecciones. Salamanca no aguanta ya más indignidad y más olvido aprovechado. Es que no va ni de Catalunya, ni de Perro Chanche, ni nada de eso. Esto va de nuestra dignidad, patrimonio, esencia y futuro. Va de que están destrozando nuestra ciudad y nuestra tierra. De que no queda futuro, y que siguen robándolo y malversando. Tirando por la borda nuestro patrimonio y las ganas de la gente. No se puede soportar más que nos echen a todos de allí.
Desde
luego este intenso cabreo que llevo tomó varios impulsos cuando,
hablando con gente del lugar donde vivo que saben que soy de
Salamanca, me preguntaron sobre tal cuestión.
Aquí
unas fruteras ya lo veían
como la estafa que es, pero sin embargo, allí tenemos a unos
inútiles y corruptos que cegados
por
su beneficio e interés se
tragan la estampita
aunque
sea a costa de destrozar todo lo que nos hace únicos y especiales.
Aunque sea destrozando
Salamanca. Tampoco ayuda tener una población electoral tan reaccionaria y convencida "de los suyos" aunque estos sean unos ladrones, unos inútiles o unos sin vergüenzas. O las tres cosas juntas.
Y todo esto justo cuando la Unión Deportiva Salamanca, tal día como hoy, hubiera cumplido 100 años. ¿Casualidad? Ya no sé ni qué pensar.
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