Una pequeña reflexión de las elecciones de ayer. La primera, y para mi la más importante. Casi 10 millones de abstentes, una opción que más allá de los "a-políticos" que ni sienten ni padecen, nos dejan una cifra, en torno a los 3 millones (7 fueron los millones de abstentes en las elecciones generales de 2008) de gente que ha seguido al 15M en estas elecciones. Las otras opciones se cernían a IU, Izquierda Anticapitalista y Equo. Pero no equivocarse. Lo de ayer son unas elecciones justas como tales, pese a casos indignantes y molestos, y el resultado ha de respetarse. Pero no fue una gran jornada para la democracia, que digamos, en el que a la tercera tentativa, Rajoy llega a la Moncloa, no porque su labor en la oposición haya sido certera y acertada, sino más bien por los errores de Zapatero y el PSOE. Es decir, ayer supuso una gran victoria de la derecha, sobretodo motivada por el cataclismo de la socialdemocracia europea, la especulación y la corrupción del capitalismo. De los 4 millones de votos perdidos por el PSOE, IU sólo pudo rascar 700.000 (lo que curiosamente y por tan escasa cifra le lleva a formar grupo parlamentario más o menos numeroso). Mientras el voto de los ciudadanos no sea igual, tanto en su opción política tomada, como en la circunscripción o provincia en la que es ejecutada, las elecciones en este país tendrán un problema.
Viendo el recuento de ayer, nadie puede decir que en este país, aparte de la estafa que llaman crisis económica, también existe un problema (y muy grave) de representación y confianza en el sistema democrático de este país, y a parte de la manida crisis y evitar el desmonte del estado de bienestar y de los derechos que como trabajadores (y ciudadanos) nuestros padres, abuelos y bisabuelos consiguieron el siglo pasado, no menos importante, sino capital, resulta la regeneración democrática, total y absoluta, tanto en personas, ideas como administraciones y sistémica, de la democracia española. El ejemplo islandés es más que valido, necesario y trascendente.
La segunda: Con menos votos que Zapatero en 2008, Rajoy disfrutará de una mayoría absolutísima. Esto quiere decir que el PSOE ha perdido 4 millones y medio de votos, y el PP sólo ha sido capaz de arañar 500.000 votos. Es decir, el PPSOE, el bipartidismo ha perdido 4 millones de votos. Eso nos lleva a tres cosas claras: La primera que es una elección democrática, y como tal es respetable. La segunda que no es un cheque en blanco para desmontar el estado de bienestar español, y aplicar más neoliberalismo egoísta y clasista a la sociedad española. Y la tercera, heredera de la anterior, que hay mucha gente, molesta y que seguimos indignados, incluso ya cabreados. Los cambios en este país ya son imprescindibles y se van a seguir exigiendo como no podía ser de otra manera.
Que la derecha de este país no vota, sino que ficha, y no sufre una dispersión de votos en partidos de su espectro ideológico, que si que sufre la izquierda, ya se ha hablado. Por las cenizas del PSOE pasamos del bipartidismo al monopartidismo, en el que el PP concentra la mayoría absoluta en el gobierno central, la práctica totalidad de las CC.AA e infinidad de ay-untamientos. No habrá oposición, más que la que se planteé desde el 15M y desde las calles, además de voces muy necesarias en nuestra política, como las de IU o Equo. La otra oposición, la tiene Rajoy y sus "insidiash", envenenada en la hija de puta de Esperanza Aguirre y en Angela Merkel, que como buena conservadora y neoliberal, va a lo suyo.
En el caso del PSOE, el gran error de Zp estuvo en que quizo hacer políticas progresistas en el gasto público, sin hacer políticas progresistas en la recaudación, es decir, no se hizo la necesaria y justa política retributiva progresiva (y progresista) para que los ricos pagasen más. Si a eso le sumamos su giro al neoliberalismo desde mayo de 2010, tornaba como inevitable lo sucedido ayer. Muchos creemos que Rubalcaba sacrifico su cuerpo político, una vez más, para no quemar a uno de los jóvenes candidatos socialistas.
Comentando un poco el resto de resultados dos pequeñas reflexiones. Una, que volveremos a sufrir el chantaje de la burguesia catalana y vasca en el parlamento. Sobretodo de los primeros, que se llenan la boca con la independencia para seguir viviendo muy bien, maximizando y pervirtiendo la ley, y seguir obteniendo jugosos réditos a costa de las otras opciones políticas en Cataluña y de la convivencia y solidaridad entre comunidades Estos tios de CIU no quieren la Independencia de Cataluña, eso les acabaría con el chollo y les haría trabajar para conseguir cosas y solventar los problemas de Cataluña, y sobretodo, se les acabaría la excusa que emplean para denigrar a los pobres allí. Es muy triste que en el siglo XXI valores como nacionalismo o la patria, sea cual sea, siga atrayendo tantos votos.
Dos, del resultado de Amaur no me molesta como dice, falsamente, los mass media de la ultraderecha, "que ETA entre en el parlamento" (no es por nada, pero con proceso de paz por medio, no esta de más), sino me molesta, igual que los resultados sobretodo de CIU, que con tan "pocos" votos obtengan tal resultado en número de escaños. Por qué cojones, si las elecciones son generales, el recuento no es nacional, en vez de local, provincial o autonómico. Y más cuando existe un Senado. Aunque ya sabemos lo inútil que es, o mejor dicho para lo que sirve el Senado. Ni siquiera dejan, que se yo, un número de 50 o 60 diputados de libre suscripción para paliar estas injusticias electorales. Pero claro es un arma gloriosa del bipartidismo.
Evidentemente las instituciones y el sistema por el que llegar a ellas (Ley d'hont y suscripciones de carácter provincial) fomentan la desigualdad, la desproporción en los resultados electorales, y que efectivamente, no todos los votos valgan lo mismo. Esa es la primera piedra de la reforma total y absoluta que necesita y requiere la democracia en España (también en Europa).
Aquí ya sabemos que el Borbón fue puesto a dedo por el dictador. La constitución se gestó bajo amenaza de ruido de sables. Y el sistema de representación está diseñado para favorecer el bipartidismo y mantener el negocio de los partidos nacionalistas. El 20N no es el fin del 15M, sino un punto de inflexión. El bipartidismo y el sistema político (y social, con todo lo que conmueva la clase política española) han sido puestos en tela de jucio, primero por el 15M, y ahora ya van a ser probados en total y absoluta trascendencia.
Cada paso recortando, denigrando libertades, coartando, usando la violencia, apretando la tuerca del neoliberalismo exarcebado, depredador y egoísta es una muesca más en el rodillo que mata la transición española, y de ahí van a surgir un nuevo sistema, en el que los ciudadanos tomen el testigo, la palabra y entre todos se pueda construir un país más justo, democrático y libre. En definitiva, auguro una legislatura "corta" y caliente, el momento en que España, definitivamente madure, gracias a que este país empezarán a tomar decisiones ciudadanos y políticos que no conocieron la dictadura, y que saben qué democracia quieren.
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