Tiene una versión de Marilyn Manson. De nuestros OBK e incluso de Hilarry Duff. Pertenece a un album editado hace 22 años (29 de agosto de 1989) y sin ninguna duda a uno de esos grupos fetiches y que innovaron y dieron un salto de calidad a la manida música pop allá en los 80 y más alla en tierras británicas. Hasta ese momento los británicos ya habían dado calidad e ingenio a la música electrónica británica y europea, pero Personal Jesus era un giro tremendo. Un cambio radical en su estilo y en la música de los años 80 y principios de los 90. De hecho fue lanzada a modo de tanteo 6 meses antes del lanzamiento del disco que la contenía, Violator. Ambos, single y disco se convirtieron en éxitos rotundos y metieron a Depeche Mode en el imaginario de la gente, convirtiéndolos en clásicos y de forma rotunda en una de las bandas más versionadas de la historia.
Es prolijo, enriquecedor y absolutamente sorprendente ponerse a desgranar e investigar todas las versiones que tienen a Depeche Mode como denominador común. Versiones o Covers que ellos hacen de temas de Nat King Cole o melodías sacadas de las sinfonías de Beethonven, pasadas por arreglos electrónicos. Versiones que hacen de sus propios temas y sobretodo, lo que nos ocupa, versiones y préstamos que cogen distintos grupos de diversos estilos para crear, innovar, homenajearles como es debido y regalarnos a todos auténticos lujos. Enumerar los grupos es una tarea digna de chinos, aunque por fortuna alguién, a quien se lo agradecemos nos dejo un buscador para estos menesteres. Desde Pet Shot Boys, Coldplay, Fran Ferdinad, Linkin Park, Lacuna Coil, Vader, Rammstein y el gran Loquillo.O los citados arriba sin enumerar a todos los disc-jockey que han bebido de sus fuentes... Pero ahora me voy a centrar en la versión del Personal Jesus, que en 2002 en lujosa colaboración se marcaron Johnny Cash y John Frusciante.
Un tema en su versión original, lento, con una base rítimica cadente y constante marcada por riffs de guitarra y elementos electrónicos que visten una voz calmada, prácticamente hablando, lo que constituyen rapidamente un traje que llama la atención por su armonía, innovación y aspecto mecánico. Con una letra sencilla y a la vez áspera que trata de la soledad y la pérdida de fé, tan propia en nuestra sociedad de principio de siglo XXI como lo era en las décadas de finales del anterior. Pero la canción también habla de redención y superación siempre que sea uno mismo quien dirija su destino con su fuerza y coraje, para darse cuenta así, de que ha encontrado su propia fé, la fé en uno mismo. Todo ello compone una canción creada para clavarse en el subconsciente, no olvidarse nunca, ser tarareada siempre y convertirse en uno de los temas imprescindibles del siglo XX.
Johnny Cash recoge Personal Jesus y con Frusciante a la guitarra (guitarrista de Red Hot Chili Peppers) gira un punto más la rueda de la candenciosidad de la canción, aplicándole más pausa y marcando con su extraordinario timbre de voz, viejo y experto, apasionante y rítmico, para convertir el clásico de los Depeche Mode, en un clásico a secas.
Johnny Cash o The Black Man ("El hombre de Negro") como se conocía por su vestimenta, falleció en septiembre de 2003 víctima del deterioro de su salud, como de la pérdida de su esposa 4 meses antes lo que le sumió en una depresión y melancolía. Natural de Arkansas, cuarto de siete hijos, Cash empezó a componer a los 12 años. Tras dedicarse al cultivo del algodón se alistó en la fuerza aérea durante la Guerra de Corea, donde transcribía transmisiones rusas codificadas. En ese momento con 20 compró su primera guitarra y aprendió a tocarla de manera autodidácta.
Pronto dejó el ejército y se trasladó a Memphis donde hizo nombre con su música. Fue el primer artista en publicar un disco para una discográfica funcionando bajo el amparo de Sam Philips (descubridor de entre otros Elvis Presley o Jerry Lee Lewis). Pronto Cash alcanzó el éxito llevando por más de 300 shows al año su imperturbable estilo de letras dedicadas al medio oeste americano, índigenas, labradores, convictos, desheredados, vaqueros con una mezcla de country, gospel y también primigenio rock. En ese momento de cumbre la presión le llevo a una adicción a las anfetaminas y el alcohol que ha punto estuvo de llevarle a la cárcel, al intentar pasar la frontera con México cargado de pastillas. Por fortuna, su amiga June Carter (de la saga de los Carter) le ayudó para borrar sus adicciones y acabar casándose, momento que inspiró el maravilloso 'Johnny Cash at Folsom prison', grabado durante un concierto en la misma prisión de Folsom, y que no sólo se impuso en las listas de 'country' sino que también obtuvo una buena posición en las listas rock. En 1969 repetiría formato de concierto en San Quintín aún a pesar de las voces críticas de los conservadores republicanos. En este momento la pareja se convirtió en los más grandes activistas por los derechos de los pueblos índigenas norteamericanos, lo que les llevó continúas y elevadas criticas y oposiciones, que no amilanaron la determinación de Cash y su esposa para seguir denunciando injusticias.
Fue el momento de su salto al cine y la tv, lo que le valió convertirse en un icono americano del siglo XX. Posteriormente consiguió entrar en los Salones de la Fama tanto del country (más joven en conseguirlo) como en el del Rock (junto a Elvis, únicos dos que comparten galardones), pero ya en los 80 sus éxitos se convirtieron en más espaciados llegando incluso a romper con su discográfica. No obstante no le falto el apoyo y ánimo de grupos como los Rolling Stones o U2 fervientes admiradores y que acostumbraban a dejar claro en sus apariciones la influencia que Cash tuvo en ellos.
La última parte de su vida se podría haber vuelto oscura con el diagnóstico de su enfermedad , síndrome de Shy-Dregger, una variante del Parkinson. Sin embargo, Cash y su esposa hicieron un ejercicio de voluntad más y dejaron como legado un disco The Man Comes Around, auténticamente sublime, grabado entre Los Angeles, y Nashville. Fue el epílogo de magnificiencia, calidad, talento, entrega de todo un genio. Un genio llamado Johnny Cash.
Volviendo al absolutamente imprescindible Personal Jesus. Un tema que invita a bucear en la extensa, variada y rotunda discografía de ambos, Depeche Mode y Johnny Cash. Es lo que tiene el talento capaz de innovar y reinventar casi cualquier cosa, ya de por si plagada de belleza; y también un talento capaz de reinventarse a uno mismo, dando más poso y solidez, en un acto de diversión y reto que a través de las manos, las gargantas pero sobretodo el alma y corazón de artistas mayúsculos consigue transformar en un regalo para los sentidos.
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