Llamada de un indignado, Jorge, en Días como hoy de RNE
“No están actuando como indignados, sino con indignidad”. Sir Arthur Más, presidente de la Generalitat de Cataluña sabe distinguir lo digno y lo indigno y reparte carnets de dignidad e indignidad. Mariano Rajoy ha dicho que “ningún demócrata puede amparar lo que ha pasado”. Ramón Jáuregui se ha referido a la “líneas rojas” que no debemos cruzar.
Es digno y democrático, por ejemplo, conversar en un bar, es digno y democrático tener depresión, es digno hacer malabares para llegar a fin de mes, es democrático no poder cuidar a tus padres, es digno no tener tiempo ni dinero para criar a tus hijos. Es democrático perder el trabajo y es digno tener un trabajo de mierda. Es digno hablar del tiempo, del fútbol o de cine o de cualquiera de esos opios que los emporios y empresas periodísticas manejadas y tuteladas por multinacionales y el capital utilizan para tener nuestras infantiles mentes ocupadas.
Es digno y ético para estas empresas periodísticas discernir sobre qué hablar y qué callar. Es democrático no poder pagar la hipoteca. Es digno y democrático tener libertad a condición de no usarla.
Lo que es indigno es conversar públicamente en la red o en las plazas, lo que es indigno es superar la tristeza juntándote con otros a descubrir que tus problemas no son individuales, sino colectivos. No es democrático bloquear un desahucio o hacer una huelga. Es indigno impedir que se constituyan ayuntamientos que tienen a imputados por corrupción entre sus cargos públicos. No es democrático bloquear un parlamento que va a firmar algo tan “digno” como recortes presupuestarios que condenará a nuestros padres y madres, a nuestros hijos e hijas y a nosotros y nosotras a niveles de precariedad vital cada vez más grandes.
Hoy la clase política ha tenido que ir al Parlamento de Cataluña escoltada por la policía, ha tenido que entrar por el tejado en helicóptero. Han tenido que militarizar la ciudad al completo para luego poder decir qué es indigno y qué no lo es. Qué es democrático y qué no lo es.
¿Qué se supone que debemos hacer los demás? ¿Irnos a casa? ¿Dejarnos morir de tristeza? ¿Dejar de pelear por cosas tan importantes como la salud, la educación, la vivienda, el trabajo? ¿Quién le dio autoridad para decir lo que es digno y lo que no?
¿Quién puede ser tan soberbio para intentar pasar andando ante miles de personas que protestan pacíficamente en una plaza para demostrar que, a pesar de todo, él sigue siendo el amo del cotarro, el que manda, el “legitimado” para acabar con la forma de vida de tantos y tantos?
¿Creen los políticos que somos idiotas? ¿Creen que no sabemos que están deseando oponerle a
las imágenes de sus cargas y sus golpes imágenes de fuego? ¿Creen que no sabemos que pretender asustar a toda la población para que se vuelva a su casa?
Pero el problema es que no podemos volver a casa, porque es nuestra vida la que está en juego. Por eso no vamos a volver. Por eso pondremos nuestra inteligencia en que esas situaciones de violencia que a ustedes tanto les gustan y que les permiten pensar que tienen algún poder para determinar lo digno y lo indigno, sucedan lo menos posibles, y a ser posible no sucedan. Como hemos hecho desde el principio a pesar de sus constantes provocaciones, a pesar de que, no lo olviden, ni uno solo de los problemas que el 15M ha puesto sobre la mesa se ha abordado por parte de nadie de la clase política. Ni uno solo de los gobernantes de éste país parecer saber qué respuesta dar, así que espera a ver si todo vuelve a la normalidad o al menos a unos parámetros que puedan controlar.
Bien. Sigan así. Nosotros y nosotras seguimos en la calle. Seguimos en las asambleas de barrio, en las acampadas. Seguimos bloqueando leyes injustas. Seguimos defendiendo la resistencia pacifica y la desobediencia civil no-violenta.
Nos vemos el 19. Ese día, como ayer en Barcelona, el carnét de quién es digno y quién no, quién es demócrata y quién no… Lo reparte el movimiento.
Así lo ven el Gran Wyoming, Juan Luis Cano, Toni Garrido y el sueco en Asuntos Propios de RNE, ayer por la tarde:
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