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lunes, 30 de octubre de 2017

Techo y comida



Anoche RTVE a través de La2 en su espacio dominical de Versión Española estrenaba la película Techo y comida, obra de 2015 ambientada en un barrio de clase trabajadora de la Jerez de la Frontera de 2012 -si es que es separable de la actual- en plena etapa de despiadadas consecuencias sobre las clases populares de crisis o mejor dicho estafa económica de 2008. O peor aún, en el momento en el que se vendía una supuesta recuperación que jamás, ni en el 12, ni el 15, ni ahora ha llegado al conjunto de la población.
La película muestra gracias en gran medida a la tremenda interpretación de Natalia de Molina en el papel protagonista de Rocío, los dramas y vicisitudes que tiene que afrontar en soledad una joven madre soltera, en paro, al borde del desahucio, atacada por los estigmas sociales de la pobreza en su camino hacia la exclusión social.
El guión es de Juan Miguel del Castillo quien también la dirige, componiendo de manera firme una Ópera prima de áspera realidad que en su conjunto compone una bola difícil de tragar por la crudeza que retrata el drama y tragedia de una familia que podía ser la mía, la tuya o la de la vecina del primero, pese a que nos tapemos los ojos con la pantalla del móvil de última generación y el resto de los sentidos bajo un individualismo atroz.
El dibujo es así un drama social que se convierte cada vez más y más crudo y desalentador, a la vez que indigno al ver como la protagonista se come en soledad el fracaso de su constante lucha por sacar adelante a su hijo de 8 años y un hogar donde comienzan a fallar los suministros básicos: la luz, enganchada a la toma de una vecina amable, solidaria y comprensiva; el calor sustituido por el gesto de los brazos cruzados sobre el pecho para cerrar una humilde rebeca; o en el hambre de la madre, que da todo lo que puede para su hijo, que también padece de manera inconsciente los estragos de la situación.
El autor escribe y filma con realismo la realidad diaria en la lucha de la madre, muchas veces cámara en mano, jugando así en la fina línea entre la ficción dramática, cuasi trágica, y el documental social. Es la mejor forma para que el espectador empatice, salga de su burbuja probablemente acomodada y se incomode en su butaca o su sillón ante las penurias que sufre una persona, que podía ser cualquiera. Incluso puede que sea alguien, o varias familias, muy cercanas a la nuestra, y no seamos capaces de identificarlo y socorrerlo.
La acumulación de situaciones narradas es a la vez la pérdida de dignidad progresiva de Rocío, quien baja escalones en su amor propio con tal de mantener el progreso y la felicidad de su hijo.
En total tenemos una obra necesaria y brillante. Una áspera crítica social, tanto en la parte evidente (corrupción, recortes, privatizaciones y neoliberalismo reciben en todo momento justa crítica con las intervenciones de personajes secundarios) y también de manera más escondida el individualismo, la falta de empatía y solidaridad y el estado de las administraciones, lastradas por años de corrupción y nepotismos incapaces de dar respuestas a problemas colectivos ni de forma individual, ni tampoco social.
Sin duda, una película para observar y reflexionar. Una obra necesaria y enriquecedora. Pero, ¿para quién? ¿cuál es el público objetivo? ¿llega a él? ¿o por el contrario es otra suma más de un tipo de cine o de expresión cultural que no enfanga al total de la ciudadanía?
Mientras veía la película me encabronaba por el estado de las cosas que han traído situaciones como las narradas. Volvía a indignarme. Volvía a rabiar por como está todo y sobretodo po lo difícil que es cambiarlo. Y pensaba que es tan difícil porque a dos de cada tres -por lo menos- lo que cuenta esta película se la trae al pairo.
A la gente, en general e ignorancia, la vida real, dura, cruda y degradada de sus convecinos les importa una mierda. Que exista un problema de vivienda, o que la pobreza energética sea una realidad constante para millones de ciudadanos es algo que ni existe, ni se lo plantean, quienes sólo piensan en si mismos, o como mucho en las banderas tan de moda ahora, en el fútbol, o en la mierda que retransmita Tele5.
Una película así, como toda obra de realismo social y cine denuncia como el de León de Aranoa o Ken Loach, por ejemplo, viene a alimentar a una parte muy particular de la audiencia, que ya estamos indignados. Ya somos carne de protesta, reivindicación por la justicia social. Somos, muchos pero no los suficientes, quienes ya somos la audiencia objetiva y convencida del mensaje. Nos remueve la conciencia que ya está agitada desde hace años.
Me atrevo a decir que quienes vimos la película anoche o la vio en el cine hace un par de años, ya somos en una abrumadora mayoría los que ya conocemos la realidad social que la estafa y el capitalismo de amiguetes nos ha legado. Y ya sabemos que esta cronificación social de las penurias, la cada vez más grande brecha social, y que la pobreza y la exclusión social atrape cada vez a más y más gentes humildes y trabajadoras, sólo se puede superar con rebelión, revolución, lucha y justicia social.
Pero repito: somos la minoría. Como mucho la minoría del 1 de cada 3. A los otros dos, relatos así ni les va ni les viene. No es cine para ellos. No es un producto cultural que les interese, y por lo tanto no les va a incomodar, no les va a llamar a rebelarse y a luchar. No les va a hacer empatizar y solidarizarse con quienes lo están pasando tan de puta pena.
La última parte de una película, o una novela de realidad social es la más amarga y cruda de las realidades. Y esa es que al final llega a donde llega, a un público ya convencido, pero pasa sin comentario y sin pena ni gloria por la mayoría de la gente que ignora que lo que en una película como Techo y comida se relata, le puede pasar a él. O a ella. O a sus hijos. O a sus amigos. O a un desconocido de un barrio obrero, o de un pueblo pequeño.
Esta última reflexión es la más dolorosa, triste y preocupante. La capacidad para abstraerse, para auto engañarse y ser manipulados y la nula capacidad para empatizar, bajo el individualismo y la inexistente actitud crítica y la dirección que marcan los medios de comunicación de masas.
Si pueden ver Techo y Comida, véanla y reflexionen. Recomiendenla a sus allegados. Dialoguen y discutan sobre ella, sobre la realidad que expone. Si les conmueve y/o les revuelve actívense. Luchen para cambiar ese escenario que está quedando para millones de personas. 
 

lunes, 13 de julio de 2015

Paremos todos la agresión fascista de la Ley Mordaza


The Black Cone, First Monument to Civil Disobedience | Santiago SIERRA (Imagen estraída de ArtNow)


Cuando el gobierno viola los derechos del pueblo la insurrección es para el pueblo, y para cada porción del pueblo, el más sagrado de sus derechos y el más indispensable de sus deberes”
Inscripción en First Monument to Civil Disobedience (primer monumento a la desobediencia civil) frente al Parlamento de Reykjavick, obra de Santiago Sierra

La cita está extraída de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1793 que posteriormente fue incluida en la Constitución francesa del mismo año. Corrían aires de revolución francesa. Tres años antes de que se colocara la escultura, la Policía islandesa reprimía violentamente en ese mismo lugar una pacífica protesta ciudadana que exigía responsabilidades a políticos y banqueros por el caos financiero. Aquella protesta marcó el inicio de los posteriores cambios políticos y sociales vividos en este país nórdico. Fue la cuña de fuego que inició el deshielo. 


El pasado 1 de julio España retrocedió 40 años. El 1 de julio entró en vigor una de las leyes más fascistas y antipopulares que se han aprobado en estos años de impúdica transición y engañabobos postfranquista mal llamada democracia española. Es la ya infame y esperemos, a partir de diciembre, derogada, Ley Orgánica 1/2015, de 30 de marzo, por la que se modifica la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal. O como la hemos conocido en los medios y en las redes, La Ley Mordaza.

En la situación actual, en la coyuntura que estamos padeciendo existe un miedo (el miedo está cambiando de bando) por parte del poder de perder ese mismo poder, y el combate para evitarlo se efectúa a través del miedo. Y una buena herramienta de miedo y la represión es está reforma del Código Penal, que nos despoja de lo poco que tenemos ya (ahí han trabajado para la oligarquía la educación como dispensario de obreros y no como cuna de ciudadanos libres, y por supuesto la televisión) de pensamiento crítico. Somos señalados y criminalizados porque nuestro pensamiento, nuestra ideología, es diferente a la de los que gobiernan el mundo. Es en ese punto donde encontramos la intencionalidad política de este reglamento insultante para una sociedad del siglo XXI, para una supuesta democracia europea.

Entrando un poco en materia sobre la legislación que entro en vigor el pasado día 1 tenemos cambios sustanciales en cuanto a la aplicación de el Código Penal. El más importante sin duda es la implantación de la Cadena Perpétua, junto a la revisión de la libertad condicional que deja de contar como período cuantificable de pena, puesto que funciona a partir de ahora como una suspensión de la pena. Ambas normativas vienen a despojar de reinserción al sistema penitenciario español, lo que sumado a una población reclusa, mayoritariamente proveniente de los estratos sociales más bajos y con el nivel de estudios más bajo de todas las poblaciones de reclusos de la UE, convierte nuestras cárceles como un museo vivo y real de lo que eran las cárceles de mediados de siglo.

Además desaparecen las faltas, convirtiendo en delito los hurtos (robos sin violencia de menos de 400€). Más allá de poner cerco a las bandas de carteristas que hacen sus agostos en las calles y metros de las grandes ciudades, parece una ley ad hoc para que los señores Mercadona y El Corte Ingles respiren tranquilamente y puedan seguir reclamando mayores beneficios para si mismos con los derechos laborales o lo que se les antoje. Curiosamente, un hecho luctuoso como el menudeo de pequeñas cantidades de droga no aparecen bajo este epígrafe, quizás y sólo quizás porque ese tráfico se circunscribe a los barrios obreros y barriadas marginales de la periferia de las ciudades españolas.

Entrando ya en la mal llamada Ley de Seguridad Ciudadana una vez más sale a relucir ese extraño talento del político españistaní de legislar a golpe de telediario. Casos explotados mediáticamente por los medios del capital, como los de “Marta del Castillo” o los “Niños de Córdoba” entran a formar parte del cuerpo legal del texto, incluso con descripciones en el desglose de posibles causas que hacen que identifiquemos a la víctima según los leemos. Lamentable, que a un texto legal, reconocido por los propios juristas, como horrendo desde el punto de vista técnico, añadan toda la carga moral y la presión social por execrables delitos cuyos autores se valieron para su defensa de otras normativas y reglamentos mediocres redactados anteriormente. Parece, que no aprendemos.

Para seguir con la estela de tropelías a la decencia y la calidad democrática de un estado, el nuevo marco legal aprobado con la mayoría absolutista del #PartidoPutrefacto plantea la extinción como delito de la malversación (uso privado de bienes públicos) aunque no provoque perjuicio económico, toda vez que ahora, el culpable (demostrado ya que a este punto llegaríamos cuando la sentencia se ha redactado a años a..) puede eludir la prisión y las sanciones (multas o inhabilitaciones) toda vez que devuelva lo usurpado o si colabora para descubrir redes corruptas en las administraciones.

Han introducido, y los medios del capital no han reparado en gastos para promocionarlo, un delito de financiación ilegal de partidos políticos, añadida a la Ley de Financiación de Partidos que también entro en vigor el día 1. Lamentablemente todo este cuerpo legal mantiene y favorece las condiciones con la que el #PartidoPutrefacto monto una Caja B, o el #PPSOE un Filesa, ya que a la ausencia de controles externos, transparentes y públicos, mantiene los mecanismos por los que estos partidos han ido recibiendo cantidades de dinero (asociaciones, fundaciones etc.); y además, se sigue sin perseguir al corruptor: El empresario o persona o grupos de personas con intereses específicos en una materia que ese partido político va a legislar y ejecutar desde una institución o varias. Una vez más, un efecto de maquillaje que sigue sin solucionar las arrugas que son grietas en el cuerpo democrático de #Españistan.

Para mayor escarnio y vergüenza nacional otra de las medidas que entraron en vigor con los calores de julio han sido la legalización de las Expulsiones en Caliente, sin atender a razones de lesa humanidad, a la supervivencia de los derechos humanos o de la misma Constitución violada que sufrimos en esta doliente tierra. A esta directiva del ultra que tenemos por ministro del Interior ya aprobada de facto y puesta en marcha desde abril, sólo se le puede calificar de fascista y contraria a los derechos humanos. Que un país, como éste, que lleva 5 años echando a sus mejores jóvenes para que sean mano de obra barata en el Norte de Europa, aplique una normativa que excluye los derechos de los refugiados o la atención a los heridos en el mismo hecho migrante es bochornoso e indigno. Pero claro, poco podíamos esperar del ministro que decidió llenar de cuchillas las alambradas o autorizo de facto el lanzamiento de pelotas a personas que trataban de llegar a aguas españolas a nado. Un sin vergüenza de misa diaria; un fascista de rosario. Un inmoral que esperemos acabe con sus huesos en la cárcel.

Y ahora vamos al asunto en cuestión. En un contexto de estafa económica llamada crisis, de socialización de las pérdidas del ejercicio especulativo bancario. De recortes en sanidad, educación o servicios sociales. Con una corrupción y redes clienterales pudriendo todo el estado. Y ahora con cada vez más ciudadanos y ciudadanas informándose,compartiendo, colaborando y movilizándose llega esta ley con ganas de quedarse para amedrentar a quienes ejercen su legítimo derecho a la protesta, a la reivindicación, la resistencia y la coherencia con unos principios democráticos y libertarios.

La imposición de sanciones por hechos que la ley no contempla, así como las identificaciones masivas e indiscriminadas y la confección de listas negras de disidentes conforman la materia prima de cualquier dictadura. Con esos materiales se acosa y se intenta amedrentar las protestas sociales que no se pueden domesticar y que, por tanto, preocupan al poder real. Es decir, a los grandes consorcios financieros, energéticos, bancarios… Esta clase de protestas de ciudadanos insurrectos e indignados alarman a esos grandes poderes ya que los ciudadanos comienzan a comprender que deben unirse, organizarse y no aguantar impasibles que les roben. Por más que el saqueo se disfrace de legalidad.

La Ley Mordaza es la respuesta que usando al estado dan las élites económicas y los poderes fácticos de toda la vida para que todo siga igual. Para que ninguna protesta afee su trabajo en eso de dar todo para unos pocos y dejar las migajas para los demás.

Henry David Thoreau. Ghandi. Rosa Parks. Lech Walesa. Todos ellos podrían ser detenidos, incomunicados y condenados a pagar una suerte de multas económicas que vienen a parar la movilización ciudadana que desde mayo de 2011 trata de recuperar algo de dignidad para este país podrido. Defender el derecho a la vivienda, al acceso a la información libre, una educación pública, laica y de calidad, una sanidad universal, un tratamiento justo y humano a los sin papeles y los que sufrimos las consecuencias de un empleo precario, y todos quienes creemos en una sociedad mejor más humana, solidaria y colaborativa, en definitiva, en una democracia plena quienes vamos a tumbar esta nueva agresión fascista del capital

La Ley de Seguridad Ciudadana otorga a la administración y las fuerzas de seguridad (ojo, nunca a los jueces y la justicia) herramientas disuasorias en forma de multas e impunidad para la violencia policial que servirán para evitar y reprimir manifestaciones o su convocatoria (protestas frente al Congreso de los Diputados, en instalaciones de servicios básicos o infraestructuras clave, la resistencia pacífica a la autoridad, parar desahucios, escraches, recogidas de firmas,...). Con normativas como las sanciones por grabar a policías o directamente la criminalización de conductas propias y habituales en manifestaciones como la resistencia pasiva, acudir con el rostro tapado, o compartir y retuitear convocatorias, que terminen en disturbios, aunque uno ni haya participado o desconozca ese resultado final. Todo ello redactado de manera vaga y oscura abriendo el texto legal a la utilización partidista por parte de las subdelegaciones de gobierno y otorgando a los agentes de policía, los anti disturbios la mayoría de las veces, a que operen como jueces, y dándoles mayor protección y autoridad para dispensar sus brutales castigos.

Fraga en plena dictadura dijo que la calle era suya, y Rajoy apela a la “mayoría silenciosa” para salvaguardar cierto estado de conformidad con lo que acontece en este país y en la Europa del capital. Pero si algo hemos demostrado, todos estos años de lucha en las calles, protestas e incorreccional actitud frente a los abusos del poder es que la calle es el territorio de la ciudadanía, de su debate público de ideas y si es necesario del altavoz para el clamor contra las políticas fascistas y neo liberales que nos llevan al derrumbe social, ecológico y humano.

Esta ley será derogada, o quizás antes el Tribunal Constitucional (que no son una banda antisistema, precisamente, sino más bien un organismo pro-sistema) la elimine por anti constitucional, pero antes, somos nosotros quienes tenemos el verdadero poder para cambiar las cosas, y por eso no vamos a consentir, no vamos a refrendar sus leyes con nuestro silencio. No vamos a tolerar que nos etiqueten como “ciudadanos dormidos” que favorecen por omisión leyes como esta, que castiga la pobreza, la solidaridad y la protesta.

Así me posicionó sin miedo ni temor a seguir actuando como he estado haciendo los últimos meses, es decir, desobedeciendo activamente la Ley Mordaza, y a clamar en todo momento #StopLeyMordaza.


 

viernes, 26 de junio de 2015

Soy Concejal



En las elecciones del pasado 24 de mayo, el municipio de Santa Marta de Tormes, las y los votantes, otorgaban 1076 votos a la candidatura de Izquierda Unida – Los Verdes, por lo que a este espectacular aumento en el número de votos del 25% le ha supuesto con el escrutinio hecho la concesión de un concejal más a la formación de izquierdas, fruto del buen trabajo no sólo de la campaña, sino sobretodo como refrendo a la labor de oposición intensa, dura y pro activa que los compañeros en la institución han venido realizando estos años. Una oposición, la única efectiva, al rodillo absolutista del #PartidoPutrefacto que empieza en el compromiso personal para llegar hasta la responsabilidad del cargo, por hacer oír en el ay-untamiento las voces de los oprimidos y desfavorecidos tras la resaca por la orgía neoliberal y especulativa, así como no menos importante, labor de información de todo lo relativo al Ayuntamiento de Sta. Marta, así como las propuestas de la coalición de izquierdas.

Toda esa labor se vio refrendada, como digo, en una apasionante jornada electoral, de la que más adelante daré mi opinión a nivel nacional y que dejo a nivel local una corporación con 5 partidos representados y sin mayoría absoluta. De hecho el #PartidoPutrefacto perdió 3 ediles. Uno perdió el PSOE que fue a parar a IU – Los Verdes (única fuerza con representación en el Ayuntamiento que vio crecer su número de votos) y aparecieron Ciudadanos y Somos Santa Marta que han entrado con 2 concejales cada uno.

Con este paisaje eran inevitables las negociaciones para conformar gobierno. Por una parte el partido más votado, el #PartidoPutrefacto buscando la mayoría absoluta, y por otra, el resto de partidos que consideramos estas elecciones del 24M como un mandato expreso de la ciudadanía para terminar con las políticas privatizadoras y de espaldas a la ciudadanía, anti democráticas, que hemos vivido estos 8 años. Evidentemente IU – Los Verdes hemos sido participes de estas reuniones, pero no considero apropiado dar ninguna consideración en estas líneas, más allá, del resultado final de un programa de izquierdas marco para el gobierno de Santa Marta, así como a nivel individual de conocer al resto de concejales de la oposición que vamos a trabajar estos próximos 4 años.

Así llegamos a la jornada del pleno de investidura, el pasado sábado 13 de junio, en el que tome cargo como concejal de IU, con la renuncia de mi compañera y amiga Marta Bay, por motivos personales y a la que no podemos menos que aplaudir y reconocer su generosidad, coherencia y espíritu de cambio que ha demostrado. Un referente, para mi, sin duda.

¿Qué es lo que viene ahora?


Lo que tenemos delante estos cuatro años no es una legislatura más. La estafa llamada crisis sigue causando estragos en el estado del medio estar españistaní. Se sigue desahuciado en una relación con Europa de 2 a 1 (por cada desahucio en el resto de la Europa de los 15, incluida Grecia, se desahucian 2 viviendas en #Españistan) pese a la generosidad impuesta para la clase trabajadora con los bancos que entraban en perdidas. La pobreza energética es una realidad palpable a la que se suma la nefasta gestión energética de los últimos gobiernos nacionales, en especial el del #PartidoPutrefacto con un ministro que ha dejado vía libre a todas las tropelías de las eléctricas. Supongo que la puerta giratoria sigue girando.

La educación y la sanidad de todos y todas, mancilladas y privatizadas. Los funcionarios vilipendiados día si y día también, incluso con retribuciones populistas, demagógicas y electoralistas. Cientos de miles de trabajadores cualificados, licenciados, científicos, jóvenes especialmente preparados saliendo del país para buscarse un futuro para darse cuenta de que “su país” les roba posteriormente su derecho a una sanidad universal e incluso su derecho al voto, por no decir la ilusión en un posible retorno al hogar, a la patria perdida. La cultura y el deporte quimeras para la clase trabajadora. El ejército que prosigue con su estatus y prácticas franquistas costando al erario público un 250% más que en el presupuesto del año 2009. La iglesia también mantiene sus prebendas del tardo medievo que supuso la dictadura e impone su punto de vista clasista y antropófago, chantajeando gobiernos y cercenando libertades. Y mientras la justicia malvive cercenada a gusto de un sistema político caciquil y corrupto.

Tenemos a días vista una Ley Mordaza que pretende rasurar las libertades individuales y colectivas (asociación, expresión, pensamiento) a la altura de la ley franquista de vagos y maleantes, en aras de frenar la conflictividad social en las calles, con el recurso del miedo ya sea con penas de cárcel desmedidas, multas estrambóticas y dando a las fuerzas de seguridad poderes para violar con el favor del gobierno los más elementales derechos y libertades recogidos en la Carta de los Derechos Humanos de la ONU.

Es la corrupción no castigada que aparece en todos los partidos, estamentos e instituciones del país, pero que es intrínseca y doméstica en el partido en gobierno, un #PartidoPutrefacto que hasta hace un mes ha ostentado una mayoría absolutista, elegida en las distintas elecciones del año 2011, pero que se aprovecha en el régimen de la no transición democrática para anquilosar los ritos y costumbres de los bendecidos del franquismo.

Y con todo continúa la agresión capitalista y neoliberal que tendrá un episodio más, y quien sabe si trascendental, con la batalla planteada en el Parlamento Europeo con el Tratando Transatlántico de Libre Comercio entre Europa y Estados Unidos en los que nuestros derechos civiles, los servicios sociales, el medio ambiente, la soberanía de los pueblos o las libertades individuales quedarán supeditados a las cuentas de balance de las grandes corporaciones y sus accionistas. No vamos a permitirlo, como tampoco permitiremos los chantajes que las élites planteen, como por ejemplo ocurre en estos momentos con el pueblo, hermano mediterráneo, griego, así como no reconocemos a entidades en absoluto democráticas como pueda ser el FMI, el Club Bieldenberg o la “Troika”.

Pero yo soy concejal en Santa Marta de Tormes, y lógicamente aquí centraremos nuestro esfuerzo. Un municipio en el alfoz salmantino, de 15.000 habitantes y con más de 8 Millones de Euros de presupuesto anual, que tiene sus necesidades y sus déficits. También sus fortalezas y oportunidades, por supuesto, pero nuestro trabajo tiene que ser conseguir una alternativa de izquierdas que mejore las condiciones de vida de todos nuestros vecinos y vecinas.

El reto es grande, duro, pero apasionante y queremos satisfactorio. Abrir el Ayuntamiento a todos los habitantes, como un hecho de normalidad democrática. Favorecer, crear incluso, la participación ciudadana. Mejorar la educación, la sanidad de los santa martinos. Cambiar por completo sistemas como el del transporte público, el suministro de aguas, la recogida de basuras, quien sabe si recuperando esos servicios para el ayuntamiento, para que dejen puestos de trabajo y beneficios en el pueblo. Generar empleo público de calidad para cuantos más vecinos y vecinas mejor, y así, trabajar en la línea de evitar las situaciones dantescas de desahucios, pobrezas alimentarias, energética, tecnológica e informativa que muchos sufren en silencio en este municipio. Mejorar los servicios (biblioteca, deportes, cultura), garantizar la conservación y valorar nuestros espacios naturales. En definitiva, recuperar la dignidad para Santa Marta.

Así la sociedad española, que ya reaccionó en 2011 con el 15M y sigue luchando y organizándose para dar una alternativa, antifascista y anti capitalista por el bien de la soberanía nacional, las libertades, tanto individuales como colectivas, así como tratando de garantizar un bienestar social, así como un futuro digno.

Y es ahora, es en estos próximos meses y años, en esta legislatura cuando vamos a construir un lugar digno donde vivir. No va a ser fácil. No nos dejarán, es más, no nos están dejando, pero la ambición, la ilusión por conseguirlo es mucho más fuerte, y si todos y todas reconocemos esto, estará más cerca el proceso constituyente que traiga ese anhelo de un lugar mejor donde vivir.

viernes, 15 de mayo de 2015

Soy candidato

¿Por qué doy el paso?


Este blog, que tantas veces me ha servido de deshaogo personal por el saludable y recomendable hecho de escribir, es a la vez una fantástica hemeroteca. Si viajas en el tiempo a través de él, veras como en mi la indignación no ha hecho más que avanzar. Ha llegado hasta el punto del cabreo por el estado de las cosas, por la estafa continua, la falta de democracia, el ruin y egoísta sistema que nos han dejado la conveniencia entre el fascismo franquista españistaní y el ultra neoliberalismo económico.

Por todo esto (y más) hace mucho decidí que era hora de posicionarse y tomar partido. A modestas, pero activas labores de militancia en el sindicato de estudiantes, en CCOO, le siguió la experiencia en Democracia Real Ya. Le vino después la creación de una Asociación de Consumidores enfocada fundamentalmente a la Defensa del Transporte Público (ACUSAM) entrar activamente en las Mareas Ciudadanas, para ya, con la ayuda y colaboración de los concejales de Izquierda Unida Santa Marta entrar a colaborar más activamente hasta el momento actual en el que cómo digo, Soy candidato.

No son pocas las conversaciones, muchas vehementes, algunas tarscendentes, que he tenido durante un montón de años con familiares, amigos, compañeros de trabajo, de marea o de asamblea. Siempre con mi hermano, apoyo y motivación, presente. Las he tenido compartiendo cervezas y en asambleas más o menos serias; en las redes sociales y en esa red social que es la barra del bar. Y siempre, en todo momento, he demostrado mi disconformidad con el estado de las cosas y la pasión extrema por cambiarlas con el convencimiento pleno de que es nuestra labor, nuestra participación, la de todos y todas lo que puede lograrlo. La deriva ultraliberal, el fin de la historia programado por las élites. El fascismo que todo lo ha impregnado. La corrupción, la inmoralidad, la falta de libertad, de democracia, de justicia social, de memoria histórica. Tanto por hacer para este país, esta región, este municipio... este planeta.

Y aquí en mi municipio tras unas primarias voy como número 4 de la lista de Izquierda Unida - Los Verdes en Santa Marta de Tormes. Con mucho ánimo y muchas ganas de poder aportar toda mi ilusión, pasión y capacidad para construir un lugar mucho mejor donde vivir, un municipio por y para todos y todas.

¿Por qué soy buen candidato?

Llevo toda mi vida haciendo política. Haciendo sindicalismo y movilización social. Primero interiormente. En mi formación, mucha de ella autodidacta. Con mis lecturas, mis escrituras. Charlas. Escuchando. En definitiva, aprendiendo. Luego ya participando. Sindicato de Estudiantes, V de Vivienda, CC.OO. con responsabilidades como delegado sindical... el 15M, las asambleas maratonianas en el duro suelo. Democracia Real Ya. Las Mareas Ciudadanas. Y un proyecto que busca un nuevo modelo de transporte metropolitano para Santa Marta y el alfoz salmantino, ACUSAM, pero sin limitarse a ser la voz del ciudadano cuando en su rol de consumidor y usuario de servicios públicos es maltratado y humillado. En todo ello aprendiendo mucho más.

Creo en una sociedad más justa.  Y esa vocacion es la que va a motivar toda mi acción para con la máxima pasión defender y potenciar lo que es de todos, tanto como riqueza como un derecho: la educación pública, la sanidad, los servicios sociales. El deporte y la cultura para formar parte de la vida de todos y todas. Y el medio ambiente y los espacios públicos como plazas y parques, nuestro entorno natural, las riberas del Tormes y por supuesto la Isla de El Soto, como el punto de encuentro y unión de un Santa Marta, que no sea el pueblo en el que todos tienen su casa pero no viven. Un municipio que no nos avergüence con su latrocinio, oscurantismo y corrupción, sino que nos enorgullezca por la participación, la solidaridad y la calidad de vida.

Toda esa vocación, toda esa pasión para lograr entre todos y todas un lugar mejor y más humano para vivir, empezando desde el municipalismo hasta construir una sociedad mejor. Pero siempre con la máxima de seguir aprendiendo.

¿Qué es lo que queremos?


Desde IU queremos que los derechos escritos en una Constitución y/o Tratado sean ejecutados, no sean sólo unas palabras sin significado. Empleo y vivienda digna. Defensa a ultranza de los servicios públicos como la sanidad, educación y servicios sociales como tres pilares básicos de un sistema democrático que garantiza la igualdad de oportunidades y el empoderamiento de todos y todas. Vamos a trabajar por un entorno natural saludable y abierto, como valor del municipio.

¿Cómo lo hacemos?


A través del compromiso personal y el del grupo suscrito al código ético de Izquierda Unida, para llevar las dos herramientas claves de la formación, como son la transparencia y la participación al Ayuntamiento y a la sociedad. Así iremos construyendo una sociedad empoderada, consciente y responsable de sus actos y elecciones.

El compromiso inexorable con los servicios públicos, su gratuidad y su calidad por encima de las privatizaciones. La información accesible para todos y todas.

Todo ello con vuestro apoyo no sólo a la hora de votar, sino cada día, con cada asamblea y con una parte del programa que ya se ha convertido en un compromiso de toda la formación que nos iluisona y encanta: La celebración, una o dos veces al año (o más si fueran necesarias) de asambleas con todos los colectivos, asociaciones, grupos y vecinos y vecinas de los distintos barrios de Santa Marta durante toda la legislatura. Y siempre con la sede abierta.

¿Se te ocurren más preguntas? No dejes de hacérmelas que a todas las contestaré.

miércoles, 24 de diciembre de 2014

Epica: Metal sinfónico y los avatares para disfrutar de él, de un pobre heavy español



Cuando vi que Epica iba a tocar en Madrid, y que por fechas, en aquel momento, me cuadraban la mar de bien, no lo dude ni un momento. Venián a presentar en vivo su último disco, The Quantum Enigma, que habiéndolo escuchado me había dado una sensación buenísima, de cuadratura del círculo a una formación, la holandesa que ya nos había dejado algunos álbumenes excelsos, como el Consing to Obvilion (2005) o The Divine Conspirancy (2007), regalándonos con ellos algunos himnos soberbios del mejor metal sinfónico posible, para en esta su última propuesta virar un poco (quizás por presiones comerciales) a temas menos elevados, pero manteniendo el punto de dureza y la fantasía y técnica de la composición para convertirlo en una obra digna de admiración.

Si además, y como teloneros, iban a entrar en escena los franceses Dagoba, banda que disfrute hace un par de años en festival dejando un gran sabor de boca y que claramente han ido evolucionando con su groove sin complejos, y por supuesto, Dragonforce, una banda que me fascina, plena de virtuosismo, ritmo y pegada, una de esas propuestas que tienes como pendientes y salivas por disfrutar en directo, poder sentir el power metal, el speed metal acelerado, fantástico y el talento de los Herman Li y Sam Totman a las guitarras y al resto de esta super banda, como no ibamos a comprar las entradas.

Por eso, el viernes 28 de noviembre, después de cambios de planes, ajustes, agobios y presiones, estaba en Madrid, junto a mi acompañante, dispuestos a dsifrutar de una buena noche (más bien tarde-noche) de metal. El destino era la macro discoteca Shoko, en las próximidades de la Puerta de Toledo. La hora de llegada eran las 19:00 hora en la que venía anunciada la apertura de puertas en el comprobante de la entrada adquirida por la herramienta habitual online, en estos casos. Esto nos hacía suponer que los conciertos comenzarían a las 19:30 con Dagoba al frente, lo cual unido a los retrasos y problemas laborales que tenía en aquel momento hicieron que llegáramos a las 20 horas, ya enfadados por perdernos a los franceses, pero salivando por ver a Dragonforce.

Pero nuestro próximo gozo, quedo en nada, puesto que no sólo es que hubieran empezado ya, es que ya habían terminado su actuación y se estaba preparando el escenario para la actuación de Epica. Es díficil expresar el cabreo e indignación que me entró, porque la apertura de puertas, no fue a las 19:00 sino que fue a las 18:30, empezando Dagoba su actuación, según nos confirmaron otros compañeros sobre las 18:45, para tras 25 minutos dar paso a Dragonforce, casi inmediatamente, quienes llevaron su actuación hasta las 19:45.

Esta claro que yo tuve el error, o más bien la putada, de no poder estar a las 19:00 horas, pero es que en la información recibida e impresa de la plataforma de venta de entradas daba esa hora como la de apertura de puertas, no la de que iban ya a estar celebrándose los conciertos. Si además le sumamos que a dos bandas, de nivel medio alto Europeo, en #Españistan le damos a media tarde entre 20 y 30 minutos de actuación, explica muy claramente los problemas que tenemos los metaleros en el país del flamenco, la tortilla de patata, los triunfitos y la música en lata.

Desde siempre he tenido claro que en esta tierra ajada y paleta no se cuida el arte, y mucho menos la música en directo. Pero a los metaleros, nos tratan como apestados y si a parte de todas las tropelías y estafas, le suman no cumplir lo pactado y entregado en la información, otra estafa, ya lo que dan ganas es de salir en hordas a cumplir con el estereotipo que han dejado de nosotros de violentos y anti sociales.

Y digo más estafas y tropelias, porque no contentos con el cambio de hora, la gentuza que lleva la discoteca Shoko tuvo a bien, exprimir el tirón de los tres grupos, y no sólo marcarse un "No hay entradas" sino que llenaron el local hasta límites insospechados, que atentan contra la vida en unas mínimas condiciones de confort, bienestar y salud, haciendo literalmente imposible llegar a los baños o a las barras, o simplemente si te querías quedar en el centro de la platea, algo tan básico como respirar. Llamadme exigente o raro, pero si suelto 30 euros para ver y vivir un concierto, lo quiero disfrutar, sentirme agusto; evidentemente habrá mucha gente, pero no quiero sentirme como ganado cebado a medio minuto de que nos den un dispado con la pistolita de aire comprimido.

Pero no contentos con eso, con exprimir literalmente los cuerpos de las y los metaleros allí presentes, haciéndonos sudar y deshidrándonos hasta empapar nuestras camisetas negras, también decidieron exprimir nuestros bolsillos. Que vayas a un festival en #Españistan y te soplen 10€ por un litro de cerveza, pues es normal y puede que hasta lógico. Que vayas a una sala, con más enjundia y que siempre que he ido (4 veces sin contar la que me esperaba al día siguiente) como La Riviera y te levanten 15€ pues escuece, pero lo entiendes, y te quedas con el espectáculo brindado. Pero que vayas a una discoteca de mierda, a ver como un papanatas repeinao, te pone un litro de cerveza y te quiera cobrar 24€ por él, ya pasa de castaño a oscuro. A parte, de la broma con el anuncio de loteria de navidad vigente ("dame el décimo de loteria le solté", para alboroto y alegría de un par de heavys a mi siniestra) ya es un ataque a la dignidad humana y unas ganas de enriquecerse salvajemente a costa de la afición de un colectivo, que raya el delito de lesa humanidad.

Se aprovechan de que estas de concierto. Se aprovechan de nuestra pasión y ganas de divertirnos y adquirir trascendencia, con nuestros ídolos, nuestras bandas favoritas o los grupos que están sobre el escenario, que en base a amor y pasión al metal, a su instrumento y a las ganas también de divertirse nos quieren hacer sentir a todos especiales. Pero ellos no, los dueños de estos tugurios nauseabundos, sólo desean contabilizar máximos beneficios. Me saltarán que traer a Epica, Dragonforce o Dagoba cuestan dinero. Por supuesto, pero me váis a decir que si metéis en esa mierda de discoteca al trunfito de moda o a los moja bragas adolescentes le váis a cobrar 10€ el referesco a la gente. Venga ya, malditos hijos de puta codiciosos.

Todo aquello era digno de denuncia. De hoja de reclmación. Los horarios incumplidos; el aforo sobrepasado, sin ninguna duda, y que hace, como cualquier técnico de sonido puede decir, que la sonoridad del concierto se resienta; el precio abusivo e insultante de la bebida; que acaben los conciertos y los porteros entren a echarte como si fueras un perro en una sacristía... Deberiamos de haber puesto todas las hojas de reclamaciones posibles, y denunciado en todos los sitios posibles (redes sociales o incluso ante la policía local) tal atropello. Sin embargo asistimos al show de las tres bandas (en mi caso sólo Epica) y nos fuímos a disfrutar y rememorar la noche.

Sin duda volveré a ver a Épica, y en cuanto pueda veré otra vez a los Dagoba y me estrenaré con Dragonforce. Pero no en la sala Shoko. A mi no me vuelven a timar. Es posible que me pierda a otra banda que tenga ganas de paladear y sentir, pero a mí, no me estafan un euro más.

Eran poco más de las nueve de la noche, y saltaban los integrantes de Epica al escenario, bajo las notas de Originem, la introductoria de su nuevo disco, The Quantum Enigma que venían a presentar. Los seis integrantes entraban prácticamente al mismo tiempo pero con la suficiente distancia para que cada uno tuviera su momento de pleitesía con el público, hasta la entrada de una Simone Simmons con su melena naranja al viento, e impresionante figura llevarse la gran ovación, y piropos, de la noche.

Así, mientras sonaban los aplausos de admiración se lanzaron a la actuación para colocar sin interrupción The Second Stone y la acertadísima The Essence Of Silence. Posteriormente tras la presentación, comenzaron el recorrido por su discografía y así llegaron Unleashed y Fools Of Damnation, para así hilar toda una actuación que sirvió de presentación de su reconocidísimo último trabajo, pero que también debía tener una parte dedicada a la etapa más underground del grupo, lejos del empuje comercial que ahora llevan.

Como viene siendo habitual cuando vislumbramos bandas del norte de Europa, la actitud y talento de la banda, y el sonido fueron destacados.

En cuanto al tema de la acústica, teniendo en cuenta lo aborratada por encima de lo legal que estaba en la sala, nos dejo un sonido algo sucio, que en ocasiones tenia que disputar su espacio a una sensación de barullo y confusión constante, fruto del gentío y también de la estrechez que tenía la sala con respecto al escenario, generando el siempre detestable "efecto tubo". Fue además, una sensación que también se llevo al espectáculo visual, puesto que los efectos de humo y los juegos de luces quedaban deslucidos por el poco espacio que tenían para desarrollarse quedando su visualización muy constreñida a los primeros metros delante del escenario, lo que incluso hacía, a los que estabamos atrás, con un techo mucho más bajo, tener dificultades para ver a los integrantes de la banda (y estamos hablando de una distancia de 30 metros aproximadamente).

Pero por encima de todos estos inconvenientes está la profesionalidad y talento de las bandas, y Epica no fue una excepción. Con una puesta en escena muy cuidada en la que la figura de fronwoman de Simone Simmons acapara la atención siempre atenta a arropar a sus compañeros que también tienen su espacio, mostrándose todos ellos muy cariñosos y atentos al público, posando, saludando y sonriendo cuando tocaba.

Del despliegue musical, podemos decir, que afortunadamente fue mejorando y ajustándose, y sobresalieron tanto en la destreza musical como en la composición, donde siempre la voz de Simmons estructuraba cada tema. Por supuesto la voz gutural del fundador de la banda, Mark Jansen entraba como contrapunto a los registros agudos y clásicos de Simmons. Hubo espacio para la guitarra de Delahaye y dejar claro que Epica es una banda de Metal sinfónico, pero sobretodo heavy. Coen Janssen al teclado aportaba todos los arreglos dejándonos el momento ochetentero por excelencia al calzarse un Keytar y tocar uno de los temas con él, como si fuera un guitarrista más. Al bajo, Rob van der Loo, último en llegar a la formación se mostro integrado pero no pudo brillar dadas las "peculiares" por no decir horrendas condiciones de sonido que exacerbaban los graves, descomponiendo algunas de las composiciones de la banda.

Brillo mucho en la bateria, a mi juicio, un Ariën van Weesenbeek, brutal, intenso que metió un ritmo a la actuación absolutamente fascinante, y se mostro como lo que ya sabía, "uno de los mejores baterias del momento en Europa" y como lo que esperaba: Un absoluto crack en vivo.

Tengo que decir, que quería ver como sonaban algunos temas, sobretodo los que pudieran haber entrado en mi cabeza a través de discos de estudio o grabaciones con orquesta filarmónica, como los del Consign To Obvilion o el altísimamente recomendable "The Classical Conspirancy", doble compacto que adquirí en el que a su repertorio añadieron versiones de temas de música clásica, alguna versión de metal clásico y grandes bandas sonoras de películas, con el acompañamiento y labor fastuosa y brillante de la Filarmónica de Hungría. Absolutamente imprescindible.

Pues bien, esa curiosidad o temor, era por la imposibilidad de colocar multitud de los arreglos utilizados por los holandeses en sus grabaciones, como los propios de una orquesta de cámara. Allí no iba a ver violines, ni violas, ni tubas, ni clarinetes. Tampoco habría coros, cuando en tiempos pasados los tuvieron y de indudable calidad (recuerdo por ejemplo a la gran Amanda Sommerville). La solución era evidente: Meterlos grabados. Pensándolo en frío puede parecer sacrílego meter un volumén amplío de grabación a una actuación en directo, pero tiene esa parte lógica, y hechos como resultaron con cuidado y conocimiento un acierto, puesto que no hicieron cambiar tanto la ejecución de los temas, acostumbrados a escuchar en la versión grabada, a la versión que íbamos a disfrutar en vivo. Como digo, tenía la curiosidad de escuchar canciones como Feint o Façade of Rellaty o The Phantom Agony (las tres grandes ausencias, para servidor) sin esos acompañamientos, pero con ellos grabados, la experiencia fue muy buena.

Así con todo sonaron Fools Of Damnation, The Last Crusade, Obsessive Devotion, Chemical Imsomnia, Sancta Terra, Victims Of Contingency y Design Your Universe, y era la bateria, un doble bombo frenético y unas baquetas endiabladas las que cincelaban un set list que estaba haciendo llevar al éxtasis a todo el gentío allí reunido.

Pero si alguien brilló, fue Simone Simmons. Desde su registro habitual mezzosoprano nos mostró los indudables matices que tiene la obra de Epica, mostrándose sincronizada, no sólo en el apartado musical, sino también en el visual con sus compañeros convirtiendo todo el concierto en una experiencia magnífica, que repito por ellos, por Épica, sin duda me cuidare de volver a repetir.

Además, siempre se mostró calida, disculpándose por cierta brevedad del concierto, ya que parece ser tuvieron problemas con el autobús que las traía desde Zaragoza (donde tocaron el día anterior) a Madrid, y muy atenta al afectuoso cariño recibido por el público allí congregado.

Iba siendo el momento de cerrar y se despidieron con un Design Your Universe absolutamente pletórico, que por sí sólo podía valer para presentarse como una de las bandas más en forma del panorama del metal; pero por fortuna, tras 5 minutos nos entregaron unos bises que no sólo no desmerecieron lo anterior, sino que incluso en mi opinión sonaron mucho mejor, más redondos y mejor acabados. Así cayó Cry For the Moon, tema que recuerdo como mi génesis con Epica y que me hizo saltar y vibrar con esa parte a lo "Beauty and the Beast" y el posterior desarrollo del tema mcho más metalero. Unchain Utopia y Consign To Obvilion cerraron el concierto sin desmerecer en absoluto lo anterior y pese a todas las incomodidades, problemas y demás dejarnos con unas ganas de más. De mucho más. Grandes Epica.

jueves, 28 de febrero de 2013

Adiós ¿al padre de la indignación?



Ayer murió Sthépane Hessel. Tenía 95 años. Su libro ¡Indignaos! (Indignez-Vous, 2011), 32 páginas, editado en Francia en una pequeña editorial y en un primer momento, vendido por menos de 3 euros, fue todo un toque de atención al mundo entero, priorizado en Francia, y recogido por la Europa pobre del sur sobre las consecuencias del exacerbado capitalismo neoliberador y de la misería a la que se conducía, y conduce, al 99% de la población. También de la impredecible en aquel momento, pero latente, merma de calidad democrática, libertades y derechos que llevaba asociado. Era una llamada a toda la población, pero especialmente a la juventud. Desde el punto de vista literario fue el renacer del panfleto, en el caso español casi desde la Segunda República, y vino con el prólogo de su coetáneo, José Luis Sampedro. Llego a vender cietos de miles de ejemplares, haciendo más rica si cabe a una editorial, de ideología conservadora. Y neoliberal.

Vinculado a la bohemía (hijo de una pintora), el también hijo de un judío alemán, Hessel, no pasó nunca las estrecheces económicas de Sampedro, sino que llevo una vida cómoda en el aspecto económico, pero audaz, libre y cultural como recogio Truffaut para uno de sus ensayos cinéfilos de Nouvelle Vague. Sólo hasta el auge del nazismo cuando acabo por su ascendencia en un campo de concentración (en Buchenwald y Dora-Mittelbaus) donde fue torturado. Liberado, renego de su ascendencia germánica (se nacionalizó francés) y comenzó su carrera diplomática, culmiando su desmedido interés por lo "público", la política y la sociología, y sobretodo la filosofía, que ya demostro desde su más temprana edad. Así llegó a ser unos de los ponentes y desarrolladores y firmar La Declaración Universal de los Derechos Humanos, en un claro anhelo, un sueño real y factible, de un mundo mejor.

Y con ese espíritu y ya nonagenario, Hessel lector empedernido de poesía, se sento y escribió un alegato contra el egoísmo, la estupidez humana y en favor a la rebelión, el despertar crítico y democrático de unas generaciones acomodadas, a la par que amordazadas, para jamás protestar y dar por bueno todo. En una situación de deriva democrática lamantable, de europeismo a la baja y por calidades (siempre se declaró europeísta), de crisis económica endémica del sistema capitalista que ya da sus últimos coletazos herido de muerte por el egoísmo de la clase dominante, en el que el trabajo esta supeditado a la especulación, donde cada vez más gente vive peor, sólo para unos pocos (ínfimos...). En esa situación fue un hombre de 93 años quien recupero la idea de la sublevación, de la lucha en las calles y de la recuperación del poder democrático por el pueblo. Su planfeto iluminó, pero el camino ya estaba hecho.

No fue en "su Francia" donde ¡Indignaos! cobró fuerza en las calles. Allí los franceses cobran más del doble que nosotros, españistaníes. Y aún gobernados, por un ultra liberal como Sarkozy, los franceses mantienen un poderoso músculo sindical y reivindicativo que mantiene calientes y claras las lineas de lo tolerable, de los derechos, deberes y libertades del pueblo, a salvo, de despotas, caciques y egoístas capitalistas. Fue en el sur de Europa donde su libro ha tenido más influencia.

Esto no quiere decir que un día, en una librería, 500.000 (son las copias que ha vendido aquí; innumerable el número de lecturas que ha tenido, por compartir, prestar,...) jóvenes, encontraramos ¡Indignaos! y salieramos con las rastas, las batucas y las Quecha a la calle y a las plazas. No. Lo cierto es que el estado de Indignación, que tenemos ahora y que es un hermano que le ha salido al degradado estado del bienestar que nos han violado en Españistán, llevaba muchos años calentándose. Crisis económicas, jóvenes sobrecualificados sin oportunidades, burbujas inmobiliarias, estafas, déficits democráticos, franquismo latente, Transición de buen rollismo sin contenido... Demasiadas cosas para estar tranquilo, viendo fútbol y televisión. Lo cierto es que por todo el país han ido naciendo ideas y plataformas; blogs, grupos en redes sociales; recuperándose el asociacionismo de barrio y asambleario para finalmente aparecer en las calles. Las 500.000 copias con las que aumento su cuenta de resultados la editorial Planeta (editora entre otros del planfeto retrogrado y fascista de La Razón) no pueden ser comparadas con la red y la participación que la indignación popular llevaba ya en sus mentes y corazones, espoleando el talento y la energía de muchas personas asqueadas de un sistema moribundo y nauseabundo porque condena a la mendicidad a la gente honesta y premia a los inmorales y amorales. Aunque evidentemente ayudo para etiquetar el Movimiento 15M, siguiendo las prebendas y manías que tiene el periodismo de hoy en día. Etiquetarlo y catalogarlo todo. Y llego el día.

Aquel 15 de mayo de 2011 España se hecho a las calles hastiada de corrupción, dictaduras (franquista, conservadora y económica) y sobretodo de amoralidad. Y ante aquel despliegue de fuerza reivindicativa y lucha, Hessel y su panfleto, sirvieron para hacer ver que la indignación, estaba latente y ya ardiendo, pero sobretodo que no entendía de ideologías, ni edades, procedencias, ni estados. La democracia real, aspira a unos criterios y bases de dignidad de los seres humanos, que nunca pueden ser sobrepasados.

Leí ¡Indignaos! cuando me lo presto mi jefa (fíjense que buen rollismo). Y me pareció bueno, correcto. Pero quizás porque ya estaba, entre comillas aburrido y cansado de leer, lo mismo siempre: las mismas cosas que me indignaban ya y me cabreaban (e indignan y cabrean todavía hoy) no me pareció lo suficientemente poderoso como para encender una revolución. Quizás a alguien ajeno a la realidad palpable de la calle y mediatizado por los medios de comunicación de masas al servicio del poder le sirviera de acicate. No lo dudo. Más tarde, Hessel, escribió ¡Comprometeos! que era un llamamiento para pasar de la indignación a la acción, y ahí, encontro menos empuje mediático, quizás porque interesa más tenernos indignados, pero que no hagamos ruido, no ocupemos espacio en la vía pública, o saquemos  el hoy más necesario que en 1789 gran invento del Dr. Guillotin. Y después, aquí, en Españistán, llegó más neoliberalismo, más fascismo y más conservadurismo.

Pero quizás la aportación más importante de Hessel al 15-M fue la de transmitir, con su edad y trayectoria política, un tipo de credibilidad que los grandes medios necesitaban para poder hablar de las movilizaciones en calle sin sentir que daban voz a lo que caricaturizaban como un latido antisistema que aunque muchos nos sentimos así, otros muchos no se encontraban cómodos con la etiqueta. Y sobretodo el compromiso del que él nunca dimitió. Es necesario tomar el relevo. No son tiempos de desperdiciar la energía ni los terrenos ganados que se están yendo por un sumidero. El final de Indignaos cobra hoy todo su significado: "Una verdadera insurrección pacífica contra los medios de comuniciación de masas que no proponen otro horizonte para nuestra juventud que el del consumo de masas, el desprecio hacia los más débiles y hacia la cultura, la amnesia generalizada y la competición a ultranza de todos contra todos". Llamando "a los que harán el Siglo XXI" a la acción porque "Crear es resistir, resistir es crear". Él descansa ya, es nuestro turno.


D.E.P. Stephane Hessel.



No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros:

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jueves, 12 de abril de 2012

Historia de una portabilidad fracasada

Llevo 10 años con Vodafone. En este tiempo un par de incidencias atendidas por personal latino américano, que ni conocían la existencia de unas Islas Canarias ni la LOPD en vigor al comprobar el uso fraudulento que hacen con nuestros datos (más tarde, trabajando para Telefónica móviles y para Orange Internet ya comprobé de primera mano, los convenios de cesión de bases de datos entre compañías...); Pasos de contrato a tarjeta, de tarjeta a contrato, sin más problema que alguna factura inflada, que con la pertinente reclamación se volvió a un descuento por unos meses. Cambios de móviles (recuerdo al menos 5 con el que tengo ahora) y ya esta. Diez años de cliente, pagando puntualmente, sin retrasos, y ni un ofrecimiento, ni una misera encuesta de calidad y confianza en el servicio contratado. Con Vodafone, como con otras compañías, he comprobado una de las máximas empresariales españistaníes: Una vez que eres cliente; nos importas tres cojones...

El caso es que mitad por esta sensación de abandono y que sólo se acuerden de uno a la hora de cobrarte, y otra mitad por las buenas referencias que tenía (y que ahora ya son sólo un recuerdo) sobre Yoigo, de por ejemplo mi hermano, decidí que una vez cumplido el compromiso de permanencía de mi actual contrato y terminal móvil, realizaría una portabilidad a Yoigo. Y aquí es donde empieza mi particular "vía crucis" (valga la redundancia y coincidencia festiva).

En primer lugar, como es lógico y natural confirme vía internet (foros de consumidores) el funcionamiento de Yoigo. No estaba mal, había opiniones muy positivas, unas pocas dolorosas (como sería la mía en mes y medio), pero todo parecía que si me cambiaba a la compañía era una buena decisión, aprovechando el tirón del "regalo" del móvil, algo en lo que sacaba ventaja contra sus competidoras (en mi caso, muy bien posicionada Symio) y también la tarifa era muy apetecible.

Pues dicho y hecho. El 5 de febrero se cumplia mi permanencia en Vodafone, y decidí acercarme a una tienda de Yoigo (concretamente la de la calle Zamora de la capital salmantina) a solventar algunas pequeñas dudas y a comenzar el proceso, utilizando además una oferta de "trae a un amigo" para que mi hermano se sacase una rebajilla en su gasto telefónico mensual. Nos atendió una chavala muy maja, morena, ojos azules, un encanto. Me ofreció una tarifa que no había visto en la web de yoigo. Pero lamentablemente no podía utlizar la oferta de "trae a un amigo" con lo cual era la primera mala señal. Me tomo datos, a papel y bolí (otro mal rollo), y me pidió 20 € como fianza. Hasta aquí todo normal. Iluso de mi, creía que mis días en Vodafone habían acabado y ya podía disfrutar de las ventajas de un smart phone, que para mi iban encaminadas a controlar el correo, twittear desde cualquier lugar y el whatsapp (what's up), aunque bueno, ya sabéis que soy un friki y acabaría encontrando y enganchándome a gadgets nuevos y otras aplicaciones.

Paso una semana. Pasaron dos sin noticias y volví por la tienda. La misma chica me comento que se retrasaba el alta con Yoigo, puesto que no llegaba el móvil que había elegido (un Hua Wei con Android). Yo andaba con prisas y una semana después volví a aparecer por la tienda. Me atendió otra chica, mujer diría ya, bastante menos guapa y sobretodo más arisca y anti profesional. Después de esperar 10 minutos a acabar de que hablará por teléfono ¡¡con su madre!!, le dije que me parecía fuerte que este esperando desde hace 3 semanas para simplemente comenzar una portabilidad y no recibir ni un sólo aviso o mail (tenían mi dirección, y por supuesto mi teléfono) que apelará a mi paciencia. Me expeto que no sabía cuando llegaría el dichoso movil, y por lo tanto desconocía la fecha en la que empezara el proceso de portabilidad; mi contestación fue que a través de la página podía yo iniciar el alta (iluso de mi) y ella respondió con un sorprendente: "Vale, pero ten claro que a los que se dan de alta por internet en la tienda los tratamos peor". Mi hermano, que me acompañaba, y yo nos quedamos a cuadros, y decidí que por favor, rompiera el papel con mis datos y firma, me devolviera mis 20€ de fianza, para irnos (hermano, billete y servidor) con algo de dignidad.

Rapidamente, y gracias a los alquileres de locales en el centro de una pequeña ciudad universitaria con un problema de hiper explotación del sector inmobiliario como modo de sacarse un sobresueldo en negro, pude girar a la esquina de la calle, 3 metros y entrar, ta-chan, ta-chan, en una tienda Vodafone. Allí una chica muy amable me explico que procedimiento seguir para tras realizar una portabilidad con otra compañía conseguir oferta y movil que satisfacieran mis preferencias. Todo muy diáfano y claro, y no menos sorprendente las maniobras que tiene que realizar un cliente, que siempre se ha mantenido al día de pagos, desde hace 10 años, para poder aspirar a oportunidad y condiciones cuando menos similares a las de un posible nuevo cliente.

Después de unas horas, un café, un trozo de tarta y un paseo a casa, se pasó la indignación y el cabreo en la medida justa y suficiente para plantarme delante del ordenador, abrir la página de Yoigo y comenzar mi proceso de portabilidad. Practicamente todo era igual. O quizás no tanto. Pude aplicar la oferta de "trae un amigo" y por ella que mi hermano consiguiera unos descuentos con mi consumo, que bien se los había ganado. Pude, además, elegir móvil y el lugar a donde querían que me lo mandarán. Aquí vino el gran error que cometí. Escogí un teléfono por error que no tenía Android, y para colmo con un recargo de 59€ a mi cuenta bancaria. No me di cuenta en ese momento. Guarde los datos y la página con el "Hecho" para la portabilidad desde yoigo. Apague el ordenador y fui a dormir. Y lleve mi rutina varios días más, hasta 9 días sin un mensaje de texto que dijera "tu portabilidad esta en marcha"; sin un email, ni una llamada. Nueve días en los que no tuve ninguna noticia desde Yoigo. Incluso, pese a que cobraron desde el primer momento los dichosos 59€ tampoco me llego un acuse de que se había producido esa operación desde la compañía telefónica.

Y así cansado de esperar llame. Llame a Yoigo y expuse mi indignación y quejas por el hecho de llevar 9 días esperando comunicación por parte de la compañía y no haber recibido nada. Me atendió una chica por teléfono a la que también le parecía un poco fuerte la ausencia de comunicación y diálogo entre las partes cuando están formalizando una relación contractual, pero evidentemente no pudo expresarse con toda la libertad y me indico que el proceso ya había comenzado y que en breve recibiría un sms detallándome la fecha en la que pasaría a ser de Yoigo. Y efectivamente así fue. Al día siguiente, me llego ese sms, y al intentar comprobar ya en mi ordenador de sobremesa como iba el envío, descubro con pavor que el móvil que había solicitado. No funciona con android. Maldito Windows mobile... El caso es que no me cabreé en exceso, pese o quizás también a que fue un error mío, y sobretodo porque esperaba en un momento u otro la inefable llamada desde Vodafone y desde su departamento de retenciones para seguirme manteniendo conectado a los hilos de Vodafone, cobrando cada mes y si puedo no dar mucho el coñazo...

Y asi fue. También al día siguiente, un sábado y por la tarde una chica del departamento de retenciones de Vodafone me llamó y me pilló jugando al fútbol. Le conteste que me llamase en una hora y media que la podría atender sin problema. Y volvió a llamar. Me cayó genial. Mitad su acento zaragozano, otra mitad el buen talante y profesionalidad que expresaba, puesto que todas las dudas que tenía y todas las ofertas, procesos y casuísticas me las dió a conocer y puso el orden en mi cabeza. Incluso empatizamos cuando con total sinceridad, le conteste a su pregunta, de por qué quería abandonar Vodafone, que me indignaba e incluso me molestaba que como clientes residentes y cotizantes en España (digo Hispanistán), se nos aplicaban facturas, tarifas e impuestos "a lo europeo" mientras nuestros sueldos son "a lo español" y encima los servicios estaban externalizados en Hispanoamérica, con lo que supone en ahorro de costos para la empresa, puesto como ya sabemos y es evidente, con un sueldo español, pagan entre 3 y 4 de trabajadores en Chile, Argentina o Colombia.

Pues bien, tan bueno fue el rollo que me dió esta chica que le pedí por favor que anulará el proceso de portabilidad con Yoigo y que me acogía a la contraoferta que me había lanzado. Contraoferta que por otra parte que jamás sin comenzar este proceso hubiera tenido al alcance: Móvil 3G última generación gratis (aunque curiosamente me quitaban todos los puntos vodafone, que ya sabemos que no valen pa na, pero bueno, cuando te los quitan, escuece), tarifa adecuada en torno a 20€ (mas IVA) al mes de consumo mínimo con 150 mb de datos y 150 minutos de llamada (no deja de ser una empresa telefónica) y descuento durante un año de hasta el 30% de la factura. Ahí es nada. Todo eso sí (ya lo sabía) con un período de permanencia de 2 años. Pero lo acepte. Y a los dos días lo anule.

Anule todo. Oferta, terminal y por supuesto, nuevo compromiso de permanencia con Vodafone. Curiosamente fue muy fácil, y en una gestión de 10 minutos quedo hecha vía teléfono. Y 24 horas más tarde activada (o mejor dicho, reactivada) mi antigua tarifa con vodafone. Pero más sorprendente fue recibir un sms de Yoigo informándome de mi anulación de mi portabilidad. De lo que no supe fue de mis 59€.

Pero volviendo al tema, quizás os preguntéis porque anule la nueva tarifa y condiciones que me ofrecía Vodafone. Pues bien, aún mantenía la esperanza de conseguir móvil y tarifa con Yoigo y con las ventajas de la oferta vía web para mi hermano y que globalmente me gustaba más que la de vodafone, compañía con la que os comentaba al principio del post, mantengo una relación basada en la indiferencia (la suya) y la paciencia (la mia). Y así dos días después, asegurado completamente de que el compromiso de permanencia con Vodafone ya no existía, volvía la web de yoigo y realice otra vez el proceso de portabilidad. Todo igual que la primera vez, salvo evidentemente, que escogí un móvil con Android, y para el que, curiosamente no había un recargo. Por lo tanto todo correcto.

Con la experiencia anterior reciente fuí mucho más calmado y sosegado. Espere dos semanas. Sin ningún tipo de notificación. Y ya tuve que llamar. Primero, por el hecho de ser cliente (futuro y posible) interpele con un operador de Yoigo (latinoamericano, por cierto) sobre la suerte que corren mis 59€ gastados en un proceso de portabilidad anterior y que ya está anulado. Le di el ID de portabilidad y demás datos, y así, derivado por dos veces a distintos departamentos conseguí que una chica muy amable me diera solución. En el momento en el que recupere mi pasta, le estaré eternamente agradecido, puesto que la operadora me comentaba que iba a proceder a abrir el proceso de devolución del importe abonado para aquella portabilidad. Esto fue el pasado miércoles, día 4 de abril. La portabilidad a la que hace referencia data del lunes 4 de marzo y anulada el día 19 del mismo mes. Y con la anulación de la portabilidad desde Vodafone, ¿no deberían haber iniciado AUTOMÁTICAMENTE ese proceso de devolución? ¿no deberían habérmelo notificado? Por supuesto desde antes, desde el primer momento en el que introduzco mis datos en sus formlarios web o en su tienda, ¿no deberían hacerme saber a través de una comunicación, carta o mail, con su CIF que están trabajando con mis datos? Si yo no reclamo ese dinero ¿me lo hubieran devuelto? ...

Pero ojo, que no todo acaba aquí. Seguidamente a la chica, le dije que por favor me pasara con los que llevan el tema de las portabilidades, porque tenía otra en marcha, y desde hacía 2 semanas todavía no habían tenido la dignidad de comunicarse conmigo. Y así llegue con un jóven, de un departamento, cuyo nombre no quiero acordarme, porque resulta que "aleatoriamente" eligen portabilidades de las hechas a través de la web para pedir una serie de datos (en formato pdf y que has de hacer llegar a ellos vía email). Mi pregunta aquí es: Si yo no llamo, ¿hubieran contactado conmigo inquiriéndome esa documentación que tenía que adjuntar? ¿Creen que soy adivino? ¿Es posible, que no se fiarán de mi, por la anterior portabilidad fracasada? Pero no acaban aquí mis desvelos.

Al día siguiente escaner mediante, dni por las dos caras, factura de mi compañía de teléfono e internet doméstico y recibo bancario de mi cuota sindical. Lo envío y sigo feliz, hasta que a las 4 ó 5 pocas horas (joder, la celeridad que se dieron con esto) me llama una tiparraca bastante borde del "departamento de documentación" diciéndome que mi recibo bancario de mi cuota sindical no valía, que tenía que ser algo, como por ejemplo (y curiosamente) un recibo de mi línea móvil con vodafone. "Pero vamos a ver, chiquilla, te he mandado lo que me han pedido; en los datos puedes ver y confirmar, claramente el domicilio (que no era el de envío del móvil, pero eso les daba igual), y sobretodo la cuenta bancaria que esta a mi nombre, ¿qué más quieres?". Pues no se llegó a saber, porque era imposible sacarla de que eso de los sindicatos no valía (vaya hombre, yo que me he partido el pecho a defender los derechos laborales y sindicales de los teleoperadores y ahora me vienes tú con esto) que tenía que ser otro recibo bancario. "Pues bien, -le dije-, lo único que tengo domiciliado ahí es este pago, el de mi laica y a la vez sacrosanta afiliación sindical, y quiero en esta cuenta hacer los pagos de Yoigo por movidas mías que a ti no te interesan, y lo otro que puede haber es cargo del seguro del coche, pero como es de hace más de 3 meses, esto es lo que hay. Si lo queréis bien, sino también... Seguro que alguna otra compañía acabará valorando mi dinero y el tenerme como cliente, que mi madre me quiere mucho. Por lo tanto, bonica, procede a anular la portabilidad de los cojones"

Total, después de una hora al teléfono y habiendo pasado por no menos que 5 operadores, termine mi relación con Yoigo, anulando esta segunda portabilidad que tanta insatisfacción me ha llevado. Dos meses para una tarifa de datos y un smartphone. Esto es #Españistan con una de sus magníficas características: Ciudadanos esclavos de los comerciales y las ofertas engañosas y completamente desatendidos y desprotegidos ante los desmanes de las grandes compañías, que independientemente del campo en el que se muevan, lo hacen todas de la mano, saltándose la ley y maximizando sus beneficios con competencia encubierta, en forma de oligopolio.


Camareros: Necesarios, degradados y precarios. Una experiencia personal

Ahora que ya está aquí el veranito con su calor plomizo, pegajoso y hasta criminal, se llenan las terracitas para tomar unas...