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miércoles, 14 de marzo de 2012
¡Comprometeos!
El autor intelectual del célebre movimiento mundial de indignación juvenil, el nonagenario Stéphane Hessel, cree que es el momento de pasar de la indignación al compromiso. Del movimiento de los indignados, al movimiento de los comprometidos. Ha llegado ya la hora para una vez adquirida la confianza y el valor para transformar futuro y mundo, asumir un cuerpo reivindicativo, justo, solidario y social para a través de la lucha pacífica y la resistencia, con las armas adquiridas durante toda la historia de la lucha obrera (y si, hablo de las huelgas; y si, no de un día, sino de varios y muchos...) para obligar a la oligarquía a dar el mínimo exigible para mejorar la vida de todos os seres humanos hasta un punto de dignidad, suficiente para llevar una vida digna bajo un civismo inteligente, un pacto social de verdadera libertad y naturaleza humana, que tenga como paso inexorable el destierro del egoísmo más repugnante y con él del capitalismo más recalcitrante en aras de conseguir un mundo mejor, más sostenible, igualitario y libre.
Tiene razón. Y es el momento de que todos aquellos que pensamos igual, del 15M, Democracia Real YA y todos los demás movimientos sociales y ciudadanos nacidos bajo el calor del Indignaos y ya hoy adoslescentes cercanos a la madurez, hagamos lo posible para ese sueño: Ese mundo mejor.
Para empezar no estaría mal, y aunque sólo fuera por salud pública, ridiculizar, clamar y desenmascarar la farsa grotesca y el esperpento que son las cumbres y reuniones "de máximo nivel" de dignatarios europeos que siguén reuniéndose de forma continúa y a gastos pagados para convencernos sin el más mínimo éxito de la necesidad de la austeridad brutal, el error de que es inviable una Europa con el déficit permisivo y por lo tanto hay que reducirlo a limites inhumanos que pasan por denigrar la igualdad y con ella a millones de seres humanos, para cuando le de la gana a la banca, se puedan crear algún que otro puesto de trabajo de perfil bajo y escasa productividad, y en ese momento dejar de ser pobres, para ser algo menos pobres, pero pobres a fin de cuentas. Tampoco estaría mal decirle a Rajoy y su tropa de acólitos que se cuadran ante cualquier banderola española, que su nacionalismo no vale nada, porque esta falseado por su avaricia, su asidero al cargo y su esquilme de los recursos públicos, y que además queda ridiculizado hasta la mofa cuando toda la soberanía española, la UE de sus "colegas" neoliberales y populares se la pasaron por el forro del Euro. Y por supuesto decirle clarito las cosas con las que no se juegan. La sanidad, la educación, los derechos sociales, públicos y libres, para todos, sin tener en cuenta ni su capacidad económica, ni tampoco su ideología. Rajoy no ha demostrado que los recortes, tal y como dice son justos, necesarios y equilibrados. Eso a parte de decirlo hay que demostrarlo, y como no puede, y encima no le da la gana, es el momento de empezar a acortar esta legislatura de cara-dura en la que no tienen intención de "sacarnos de la crisis" sino de perpetuar un modelo obsoleto e injusto, de adelgazar el sector público, en vez de hacer todo lo contrario, fortalecerlo a base de pactos sociales que nos conviertan a todos y a todas en iguales, paso previo, claro e inevitable, por la política fiscal progresiva y necesaria, la lucha contra la corrupción y el fraude fiscal, y no menos importante la audiotira continúa, clara y abierta a consulta de cada euro, céntimo recaudado y gastado.
Quizás el posicionamiento ante las elecciones andaluzas y asturianas de dentro de unos días, sobra porque ya es conocido, pero no esta de más desenmascarar también al "Señorito andaluz" de Arenas, cobarde por negarse a debatir en Tv. y dejar claro a andaluces, y también a asturianos con los neoliberales socialistas, peperos o de cascos, si tendrán en cuenta todas las mentiras, todas las promesas incumplidas y todos los derechos usurpados al pueblo y entregados al costumbrismo, el capital y las oligarquías, en vez de dejarse engañar por la falsa alternancia, los corruptos, los ladrones, los inútiles, que eso sí, y como es costumbre, estarán acompañados de su continuo futbol para evitar que se solivianten las voluntades. Es también el momento de posicionarse y UNIRSE a la huelga general. Y esa unión no puede ser con fisuras y diatribas ideológicas, porque eso nos debilita. Somos izquierda, somos progresismo, y también son bienvenidos ideologías conservadoras... Porque los une, y no debe de ser serparado jamás por debates, es que somos trabajadores, y en este caso, trabajadores atacados y tomados por gilipollas. La Reforma Laboral es un atentado a la dignidad del trabajador, a su estado de bienestar, una vuelta de tuerca más a la estafa diaria y corrupta del neoliberalimo y el capitalismo, y no puede quedar impune. Y para ello, es vital y dará un éxito más rápido, fuerte e irreversible si todos los que estamos en contra y queremos vivir en un estado con un contrato social y laboral de valor, salimos a la calle a gritar las mismas consginas de manera conjunta, aunque nos refugien pancartas de diferentes colores. La huelga general del día 29 es un buen momento para la unión de toda la izquierda de este país. La política fragmentada en parlamentos bajo banderas y regiones medievales; la sindical y obrera que tiene a sus bases y demás masa laboral cabreada con sus direcciones; la del 15M que ya salió a la calle, sin estructura, pero con increíbles y ilusionantes resultados. Y la de todos aquellos que todavía no se han despertado, pese a que estan siendo ninguneados, robados y dominados en una dictadura latente, cada día, a cada titular de periódico y telediario. Este es el momento del compromiso, sin dejar los ideales, con las alianzas y coaliciones necesarias y positivas para mejorar nuestro mundo, nuestro país, ciudad, nuestra realidad. Dejar atrás la indefinición, armarse con el civismo inteligente con el que Hessel nos ilumina el camino.
Es el momento de hacer frente a los poderes fácticos como los mercados, las grandes corporaciones transnacoinales y sus políticos defensores de los intereses de unos pocos frente al interés general. Para ello es fundamental la regeneración de lo que existe a través de la decisión "realmente" democrática del pueblo. La recuperación del concepto democrático de soberanía, tan en desuso en el mundo globalizado, y que no es el fundamento del Estado, sino el instrumento de la sociedad frente al Estado: Lo creamos, lo controlamos y lo tenemos a nuestra disposición. Para ello es inevitable que se den algunos factores como una crisis de legimitidad del poder constituido, una repolitización de la sociedad, pasando por la concienciación de cual es el papel histórico y el momento en el que se vive y de cómo su participación (y activación) influirá de forma decisiva en la emancipación colectiva y en una mejora de las condiciones políticas, como previo paso para las mejoras económicas y sociales de la población. Y el conocimiento de la teoría democrática, sus condiciones, y la información necesaria sobre qué es lo que esta pasando, con la utilidad de voces autorizadas, la experiencia de procesos pasados y registrados. Ahora reflexinad y que alguién me diga si eso no está pasando ya, por ejemplo en hispanistán.
Hace un año por estas fechas escribía que este mundo es una mierda (y II) y casi nada ha cambiado, y si lo ha hecho es a peor. Pero si que ha habido un cambio. Ha habido un despertar y ese despertar aunque eminentemente juvenil, lo es de toda la sociedad, porque se ha demostrado que todas las capas sociales, ideologías, edades, situaciones, profesiones, trabajos, relaciones, personalidades estan representadas; se sienten identificadas. Es nuestro momento. El momento del compromiso por y para una sociedad mejor.
domingo, 12 de febrero de 2012
No somos mercancía en manos de políticos y banqueros XIV
Si hoy llegará a Hispanistán una nave espacial. O si el día de mañana, dentro de 100 años, nos estudiarán en sociedades mucho más avanzadas de primates superiores. O simplemente en un colegio español de dentro de un siglo, si es que existen, en una clase de historia, sin adoctrinamiento. En cualquiera de los casos mencionados o los que dejo para vuestra imaginación muy díficil, imposible va a resultar explicar lo que esta semana nos ha traído. La vergüenza total e inmediata de ser español. El convencimiento cada minuto que pasa, cada titular que se lee y se oye de estar más cerca del destierro económico que supone la emigración.
El futuro que le queda a esta piel de toro, que siempre tuvo muchos nobles, pero poca nobleza.
Empezábamos con los ecos de que la justicia en este país no es cosa muy seria, es de todo menos justa, esta mediatizada constantemente, y los grandes partidos, con la derecha a la cabeza tiene las manos metida en ella hasta los hombros. Un poco menos que hasta donde llegan sus ansías de corrupción. Que un jurado popular en Valencia haya enoxorado y librado de la cárcel y la inhabilitación a los dos chorizos prevaricadores como Costa y Camps es el reflejo claro de que el problema en este país es mucho más grave que una simple crisis económica. Es la constatación de que todo esta podrido; que efectivamente el caudillo totalitario, la iglesia retrógrada y siempre omnipontente y el nuevo conservadurismo, de carácter económico y social y que responde al nombre de neoliberalismo, van de la mano en la degradación constante de la vida del ser humano de condición española. Al parecer resulta que Camps se cayo dentro de un traje, o así lo constata una sentencia que tira por tierra pruebas comprobadas y validas que hablan de una red de corrupción y tráfico de influencias que salpica a todo el PP, por su parte más poderosa: La autovía que une Madrid con Valencia.
Por el contrario lo que hemos tenido es la inhabilitación y castigo a Garzón, el juez de los derechos humanos, como le están llamando por todo el mundo, precisamente por investigar los chanchullos de los que ahora están en el poder. Lo que valió para los GAL, Filesa o Roldán no ha valido para Camps y el PP; y no sólo eso sino que a través de una denuncia de la ultraderecha ha sido procesado y condenado por un mediatizado y radical de extrema derecha tribunal supremo, denigrando no solo a él, sino a todos, a cualquiera que crea en un sistema de democracia justo y universal. En la justicia y la reparación a todos los que lucharon por la libertad y murieron y yacen en cunetas y tapias de cementerios. Han pasado 80 años y ya para muchos no ha habido justicia social. Tampoco reconocimiento moral, ni siquiera un día de homenaje. Mucho menos seguir los designios de la ONU que ha instado publicamente a España a investigar y perseguir los crimenes fascistas. No lo veréis en ningún medio tradicional. Ni la noticia, ni el hecho.
Y para remtar la semana Reforma Laboral, que venden desde el gobierno y sus altavoces como necesaria e imperiosa, además de útil en la lucha contra el desempleo. Pues bien, me dirán, cómo cojones va a mejorar la situación del desempleo en España, si su único uso y disfrute viene porque facilita, y de una manera salvaje, llevando a la precariedad, la angustia y la provisionalidad a todo proyecto de vida de un trabajador. La reforma laboral la celebran en la CEOE, en las mansiones de banqueros y especuladores y de empresarios esclavistas. Es la constatación de que algunos obreros (demasiados por desgracia) votan a la derecha para hacerse ricos. Y que los ricos votan a la derecha para que los pobres sigamos siendo pobres y ellos hacerse mucho más ricos. Y como tienen el poder...
Nunca una reforma laboral ha provocado un cierre patronal, y si huelgas generales. Y muchas. Y esta no es y no debe ser una excepción. Nos pueden intentar despistar pero ahora lo realmente importante es protestar y parar con la lucha obrera como estandarte un ataque brutal a la economía de la clase baja del país y a las generaciones posteriores, que unido a los recortes en educación, sanidad, ciencia e innovación, igualdad, va a lastrar sin duda, la riqueza y las posibilidades de los futuros españoles. Su empeño por hacernos pagar esta crisis, ya no queda en el banco malo, que elimine la pérdida en la ruleta de las finanzas, sino que además le suma en la degradación de las condiciones de vida, ya muy lastimosas, en los países que sufrieron dictaduras en la segunda mitad del siglo XX (España, Portugal y Grecia) con relación a sus vecinos norte europeos, poniendo el freno a la mejora en todos los estamentos de la ciudadanía. Como no se puede devaluar el euro, la idea vendría a ser devaluar las condiciones de vida de obreros y ciudadanos.
El objetivo es anclarnos a los trabajadores en las condiciones laborales y de vida del Siglo XIX, aderezado con la religión y la inquisición del mejor siglo XVI. La única licencia el deporte.
En las aguas revueltas que vivimos, abundan las mareas de colores, cada una agrupada en una causa: la marea verde por la educación pública, la marea blanca por la sanidad pública, la marea violeta contra los recortes en igualdad, o la marea amarilla de los bibliotecarios.
Pero por desgracia, el color de moda es otro: el negro. Para marea, la marea negra que tiñe comunidades autónomas y ayuntamientos y que amenaza con cubrir de chapapote todo lo público, a base de reducciones presupuestarias y de personal, cierre de servicios, deterioro de la calidad y privatizaciones. Una marea pegajosa que no respeta nada, que ennegrece las líneas que antes eran rojas y se lleva por delante todo aquello que creíamos intocable.
¿En qué momento lo público pasó a ser parte del problema? Porque si no recuerdo mal, en el origen de la crisis no estaba el sector público, ni mucho menos estaban la sanidad o la educación públicas. Antes bien, los problemas presupuestarios de las administraciones no son causa, sino consecuencia de la crisis, debido a la caída de la actividad económica, la consiguiente reducción de ingresos, y el esfuerzo hecho por los estados para rescatar el sector financiero y la economía tras el estallido.
A partir de ahí, los ideólogos del shock han hecho de la necesidad virtud, y están aprovechando la crisis –y el pánico colectivo por la misma- para llevarse por delante un Estado de Bienestar que, en el caso de España, aún no había remontando su retraso histórico cuando ha empezado a ser desguazado.
Por ahora, la defensa de lo público la estamos dejando en manos de sus trabajadores, que sostienen las mareas de colores frente al empuje de la marea negra. Pero lo público es –hay que recordarlo, por obvio que parezca- cosa de todos, no sólo de sus trabajadores. Estos días se suceden las convocatorias de protesta. Esta tarde salen a la calle los trabajadores públicos en Madrid, el sábado la comunidad educativa catalana, y muchos más. La única forma de levantar un dique contra la marea negra es sumarnos todos: padres, alumnos, pacientes, usuarios, ciudadanos.
La situación de España la definió Julio Anguita hace un mes:
Un yerno sin verguenza
Un ex-banquero de lehman ministro de economia
Un ministra de Sanidad, que no se enterba de lo que pasaba en su casa.
Un ministro de defensa que creaba bombas de racimo.
Un ministro de Agricultura y medio Ambiente con intereses privados en el mundo del petroleo.
Todos ellos pertenecientes a un partido que ha sido salpicado por un asunto tan feo como el de filesa (la gurtell). Muchos de ellos de su anterior etapa de Alianza Popular (toma por el cambio).
Todos ellos jurando ante la biblia y un santo cristo en el 2011.
No se si España es un pais de chorizos, pero se extraña de que haya pueblos como los vascos/catalanes (por poner un ejemplo ) que se quieran independizar.?
La crisis mundial iniciada en 2008 ha planteado una disyuntiva clara a todos los gobiernos occidentales: o dejar que se hunda la banca o dejar que se hunda el país. La decisión de todos ellos, fueran de derechas o de “izquierdas”, ha sido salvar a la banca al precio que fuera. Tras su victoria electoral el PP ha dado una nueva vuelta de tuerca en la misma dirección, adoptando de manera inmediata medidas que suponen una reducción brutal del poder adquisitivo de la clase asalariada y haciendo recaer el coste de la crisis sobre el 99% de la ciudadanía, tal como dice la gente indignada de los EEUU.
El prólogo de la regresión social más brutal que, si no lo impedimos en las calles, las plazas y las empresas, habrá conocido este país desde la Guerra Civil, consiste en una batería de recortes calculada en 8.900 millones, que supone amplias reducciones salariales y de personal en la Administración; modificaciones fiscales, con las cuales se pretende recaudar otros 6.200 millones y una actuación múltiple en el sistema financiero, con provisión de 100.000 millones en avales para el sistema bancario y la creación del Banco Malo; una nueva Reforma Laboral está también esperando. Y pretenden inflar una nueva burbuja inmobilaria echándole gasolina a los rescoldos de la gran fiesta que prepararon hace 10 años y que el psoe no quiso rectificar.
Pretenden hacernos pagar la factura de la crisis a todo el mundo, salvo a las grandes fortunas financieras y empresariales que, al modo de los estamentos privilegiados de pasados siglos de la historia, apenas pagan impuestos. Un grupo reducido de banqueros y grandes capitalistas, si no hacemos que cambien las cosas, van a ser los grandes beneficiarios de esta crisis, acrecentando sus fortunas hasta límites insospechados, sin correr riesgos porque papa estado estará con ellos en los malos momentos, y les dejará todos los beneficios en los buenos; convirtiéndose en déspotas políticos, acabando incluso con esta democracia formal y dejándonos al resto en una situación que tendrá poco que envidiar a la de la depauperada y desprotegida clase obrera del siglo XIX.
Ante esta situación, la disposición claudicante de las direcciones sindicales mayoritarias- que ha trascendido en la prensa estos días -a aceptar aumentos salariales inferiores a la subida del IPC, a que las empresas puedan convertir a su antojo contratos fijos en contratos temporales y que los empresarios puedan imponer medidas de precarización suplementarias hace pensar que las direcciones de CCOO y UGT se han situado en una vía suicida ante la debacle social y económica que viviremos en los próximos meses y años. Justo en el momento en que se agudiza la lucha de clases y en la que es fundamental contar con instrumentos potentes para organizar el combate. Por ello, los y las sindicalistas honestas de esas centrales deberían rebelarse contra unas orientaciones que convierten a los grandes sindicatos en cómplices del saqueo que las derechas y la burguesía están orquestando. Al final nos han impuesto una reforma laboral que no fomenta la contratación: Fomenta, ayuda y subvenciona el despido.
La lucha es el único camino posible ante ataques de tal magnitud. Sólo mediante una movilización lo más unitaria posible, intensa y sostenida en el tiempo podemos poner freno a esta barbarie y a la desvergüenza y prepotencia de banqueros y grandes empresarios. Será preciso volver a las calles y a las plazas y también, cueste lo que cueste, extender el movimiento a las fábricas y centros de trabajo; será necesario recurrir a las huelgas y a cualquier forma de lucha que sirva para fortalecer y darle duración a la resistencia. No lo podremos hacer todo en un día, pero hay que decir bien alto y claro ya: ¡Hasta aquí hemos llegado!
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros:
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros I
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros II
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros III
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros IV
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros V
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros VI
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros VII
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros VIII
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros IX
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros X
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros XI
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros XII
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros XIII
viernes, 23 de diciembre de 2011
Aquí funciona la censura
La semana pasada se suspendió por interpelación de la ultraderecha y el Sindicato de policía) y la celebración de los medios tradicionales y tradicionalistas salmantinos, y de sus políticos y organizaciones sino iguales, cuando menos y según qué temas similares, una charla-coloquio que se iba a celebrar sobre el Proceso de Paz en Euskadi, organizado por Yesca, y en el que iban a participar tres mujeres cercanas al mundo abertzale.
Es evidente que vivimos en un país en el
que ir un poco más allá de lo que dicta el guión del pensamiento único
es patrimonio de una minoría. Es más, ya no me sorprende que en España
haya que pasar por la Aduana de dicho pensamiento único antes de
expresar/cantar según qué cosas. Me provoca asco y rabia, pero no me
sorprende. Obviamente, que no me sorprenda no significa que acepte, bajo
ningún concepto, que a día de hoy se sigan persiguiendo ideas cuyo
único pecado ha sido no aceptar ponerse el traje del bienpensante a cualquier precio. Su Ta Gar, Berri Txarrak, Banda Bassotti, Soziedad Alkohólika
(con el indignante agravante de que además tuvieron que soportar un
sonado y mediático juicio, del que hubo una sentencia a su favor) o Albert Plá
son algunos ejemplos de artistas que han tenido (y todavía tienen, en
algunos casos) que sortear bastantes obstáculos para poder tocar en
según qué puntos del Estado. En estos últimos meses ha habido nuevos
casos de censura que han fructificado (otros, como el de UpyD contra
Soziedad Alkohólika, han fracasado). El rapero catalán Pablo Hasel fue detenido en Octubre por apología del terrorismo. Los Chikos del Maíz
llevan tiempo en el ojo del huracán, siendo la reciente cancelación de
su concierto en Burgos una de las últimas hazañas de la casposa censura.
Y si nos salimos del apartado musical, no menos preocupante y
vergonzosa fue la también reciente suspensión de la charla sobre el Proceso de Paz en Euskadi que había organizado Yesca en Salamanca y en la que iban a participar Jone Goirizelaia, Doris Benegas y Haizea Ziluaga.
El poco fiable y discutible baremo de la
susceptibilidad de un amplio sector de la sociedad española y de su
clase política (lo cual es más grave, si cabe) hace posible que con muy
poquito un grupo/colectivo sea criminalizado (basta con decir, por
ejemplo, que estás a favor del acercamiento de presos a Euskadi) y
desplazado. Ya es de por sí curioso. Pero hay algo todavía más
llamativo. Y es que esos mismos analistas compulsivos de las letras de Hasel y LCDM
(por ceñirnos a dos ejemplos recientes) no son tan meticulosos a la
hora de abrir la boquita y difamar con total impunidad. Pero claro, por
lo visto, el valor ofensivo de las palabras depende únicamente de quién
las utiliza, y no de su contenido. Tachar a alguien de “etarra” sin
pruebas y a la ligera (por si las moscas, oiga) no sólo no está mal
visto, sino que además sirve para ganar puntos de cara a la galería del buen español:
al que lo hace se lo suele aplaudir bajo el grito unánime de “¡sí
señor, con dos huevos!”. Luego están los imbéciles de turno que no dudan
en afirmar que siempre viene bien un poco de publicidad gratuita y que
estos artistas deberían darle las gracias a sus simpáticos enemigos por
darlos a conocer. En el caso de Soziedad Alkohólika esa teoría suena
absurda, puesto que llevan años y años llenando recintos de todo el
Estado (e incluso de otros continentes).
Pero vale, traslademos ese punto de vista al caso concreto de Hasel,
un joven rapero que, a diferencia de Soziedad Alkohólika, no es tan
conocido. Claro, debe ser muy agradable que unos policías se cuelen en
tu casa de Lleida y te suelten una frase que deja claro que saben
incluso a qué hora saca tu madre al perro. Debe ser estupendo que se
pasen por el forro tu derecho a la privacidad/intimidad, hurguen en tus
cosas y te lleven a un calabozo de Madrid. Suena estimulante que de un
día para otro media España, creyéndose ciegamente la aséptica y sesgada
versión de los medios de comunicación (incluídos La Sexta y Público), te
etiquete como el enemigo público número uno mientras los verdaderos
enemigos del pueblo se descojonaban en sus (putas) casas (de verdad).
También se me antoja gratificante intentar vivir dignamente de la
música y no sólo tener que luchar contra los conocidos obstáculos a los
que ya de por sí se enfrenta cualquier autor, sino depender también de
los caprichos de unos miserables que, con la connivencia de la opinión
pública, deciden cuáles son las ciudades a las que no puedes ir a tocar.
Lo peor de todo es que la gente pasa por
alto otro dato que me resulta fundamental. Y es que detrás de toda esta
censura se nos envía un peligroso mensaje subliminal: nosotros, los
oyentes, somos retrasados mentales. Carecemos de personalidad. Somos
incapaces de decidir por nosotros mismos y de canalizar de forma
apropiada las letras de Hasel, LCDM y Soziedad Alkohólika. Tampoco
estamos preparados para escuchar lo que nos quieren transmitir Jone
Goirizelaia, Doris Benegas y Haizea Ziluaga en la charla de Salamanca.
Es por eso que nuestros salvadores se han tomado la libertad de
decidir (por nuestro bien, claro) que lo mejor es que sólo escuchemos
su versión… ¡no sea que estemos de acuerdo con los malos (Hasel,
Soziedad Alkohólika o Berri Txarrak) o que las letras de LCDM (cargadas
de un recurrente e inteligente humor negro) nos causen gracia!
No, no necesito que PP o UpyD decidan si
puedo o no puedo ir a un concierto de LCDM o de Pablo Hasel. Al igual
que no necesito una sentencia favorable del juez Garzón para tener claro
que hay que tener unas taras mentales considerables para estar a favor
de la insostenible persecución a Soziedad Alkohólika. El caso de la
charla censurada en Salamanca fue esperpéntico. Esperpéntico porque
dicho boicot fue promovido por asociacioness de ultraderecha (las manos
limpias se demuestran con hechos, no con siglas) y por el SUP (Sindicato
Unificado de Policía) de Salamanca, que en un repentino antojo
pedagógico y sociológico, emitió un comunicado que daba vergüenza ajena.
Este sindicato alegaba en dicho comunicado que se oponía a la charla,
argumentando (es un decir) que ETA no había abandonado las armas ni
tampoco había pedido perdón a las víctimas. Bien. Llegados a este punto
me pregunto algunas cosas: 1) ¿Son adivinos y sabían de antemano en qué
iban a consistir las ponencias de las invitadas para afirmar que su
contenido sería inapropiado? 2) ¿Las invitadas iban a contar chistes
sobre Irene Villa y a mofarse de las demás víctimas de ETA? ¿O tal vez
iban a dar lecciones prácticas sobre cómo utilizar metralletas y estos
buenos policías querían ahorrarnos el mal trago? 3) ¿Cuando el SUP
hablaba de abandonar las armas se estaba refiriendo a las mismas armas
con las que ellos trabajan a diario? No sé cómo irá el tema en
Salamanca, pero supongo que al igual que en el resto del mundo, el uso
de las armas es una de las principales señas identificativas del gremio
policial. Tal vez las armas de los policías salmantinos disparan
claveles y/o pétalos de rosa. No lo sé. Lo que parece claro es que, si
los miembros del SUP están tan interesados en arreglar el mundo y dar
clases de ética, podrían haber elegido otra profesión (a ser posible una
en la que la represión, la continua falta de respeto, el abuso de poder
y el uso de las armas no sean algunas de sus herramientas). Para
algunos estas preguntas serán demagógicas. Puede que tengan razón. Pero
la demagogia no siempre es incompatible con la verdad.
Sí, independientemente de que no deja de
ser un partido político (lo que me incita a tomar casi de forma
instintiva ciertas distancias y a desconfiar) a día de hoy siento mucha
más simpatía por Amaiur que por partidos como PP, PSOE o
UpyD. Puede que me resulte más interesante escuchar a Arnaldo Otegi que
escuchar a la mayoría de los miembros de esos partidos “de bien”.
También me pregunto si los que lo criminalizan lo hacen con conocimiento
de causa habiéndose informado mínimamente o si sólo se basan en la entrevista que le hizo el Follonero. Es verdad que también considero que su
encarcelación fue, en su momento, un claro reflejo de que la justicia
española maneja a su antojo a según qué personas, como si fueran
juguetitos de quita y pon. Soy de los que se desesperaban
cuando veía que la gente era incapaz de entender que, le pesara a quien
le pesara, De Juana había cumplido su condena con los recortes que
estipulaba la Ley (esto no lo digo yo, lo dijo la Justicia, tan
respetada en otras situaciones). Me resultaba llamativo que la gente no
entendiera algo tan sencillo como esto: el hecho de que la condena fuera
justa o injusta era otro tema, más relacionado con interpretaciones
personales. En ese sentido tampoco estaría de más que las personas que
afirman tan a la ligera que pasar más de 20 años en prisión
(independientemente de cual sea tu delito) “no es nada” reflexionaran un
poco acerca del valor del tiempo y se lo hicieran mirar. También me
parece oportuno recordar que parte de la condena a De Juana fue por
escribir dos artículos en prensa y no por asesinatos (muchas de las
personas que escupían bilis con su caso ni siquiera conocían este dato).
Reconozco, por otra parte, que no soporto el papel de la AVT,
que pretende exprimir su rol de víctima hasta límites insospechados con
tal de obtener réditos carentes de ética y comportándose de forma casi
mafiosa. El hecho de ser una víctima del terrorismo (o familiar de
víctima) te da derecho, sin duda, a sentir más odio y rabia, pero jamás
te puede otorgar el derecho a decidir según qué cosas ni a
autoproclamarte árbitro del conflicto (vasco, en este caso).
Tampoco niego que me repatea ese empeño
cabezón y obstinado de tantas personas que, en un claro intento de
quedar por encima del otro y eternizar este bucle, no son capaces de ver
más allá de la frase “condeno la violencia”; frase que, por otra parte,
se ha convertido en la mejor excusa para no avanzar (ya no basta con
condenar la violencia de ETA, sino que además hay que redactar la frase
de condena siguiendo el libro de estilo del centro-derecha y utilizando
un bolígrafo determinado, porque si no se siguen esas pautas carece de
validez). También me opongo a que desde arriba me digan cuándo tengo que
llorar, cuándo tengo que sonreir y aplaudir, qué violencia tengo que
condenar y qué violencia debo consentir. Condenar la violencia (sea del
tipo que sea, aunque a muchos se les olvide este matiz) es una opción,
no una obligación. Si fuera una obligación, las cárceles estarían
abarrotadas de personas que, a día de hoy, son consideradas como ejemplares. Tampoco consiento que me digan cómo tengo que hacerlo. Supongo que la forma estándar sería cantando esto y gritando que Willy Toledo
es un cabrón. De lo contrario entraría en la lista de sospechosos.
Entre PP, PSOE, UpyD y demás lameculos de lo políticamente correcto han
logrado adueñarse de un concepto (el de condenar la violencia),
otorgándole un tufillo que da grima y convirtiéndolo en una pose
oportunista, forzada, metida con calzador, poco creíble y carente de
cualquier connotación loable o bienintencionada.
Jamás entenderé a las personas que se
escandalizan ante la ambigüedad de la izquierda abertzale a la hora de
condenar tajantemente a ETA y que, sin embargo, no sientan sarpullidos
ante la ambigüedad del PP
cada vez que se le pide que condene el franquismo o ante la del PSOE
cuando se le insta a hacer lo propio con el GAL. Me entran ganas de
vomitar cada vez que recuerdo a Zapatero aplaudiendo algunos crímenes de Estado
(eso sí, con talante). Me cabrea ver que los mismos que me intentan
convencer de que todas las víctimas se merecen mi llanto indiscriminado,
son los mismos hijos de puta que no se cortan a la hora de decir que Carlos Palomino
“se buscó” su muerte. Hubo otro hecho que, desde mi punto de vista,
marcó otro punto de inflexión en esta guerra absurda entre supuestos
buenos (PP, PSOE, UPyD y demás partidos) y supuestos malos (los que nos
alejamos de ese discurso único). En 2008 el director Jaime Rosales
estrenó su película Tiro en la cabeza, la
cual reconstruía el asesinato de dos guardias civiles españoles en
Capbreton (Francia) a manos de ETA. No fueron pocos los que alzaron la
voz contra la película alegando que Rosales “humanizaba” al etarra y se
posicionaba en favor de éste. El principal defecto de ese argumento
crítico es, básicamente, que en la película no había diálogos (o sí,
pero premeditadamente no se escuchaban, precisamente para no condicionar
al espectador).
Sí, la película mostraba al etarra en su
vida cotidiana (caminando, tomándose una caña o follando), al igual que
lo mostraba asesinando. Y también exponía el lado humano de los guardias
civiles antes de ser asesinados. La existencia de estas caprichosas y
retorcidas críticas me pareció una muestra definitiva e inequívoca de
que la paranoia de algunos ya roza lo patológico. A mí, desde luego, me
pareció una película absolutamente neutral. Aunque, por otra parte, que
yo sepa, un cineasta no está obligado a serlo (que se lo digan al
director de la película 23-F, bodrio
en el cual sólo faltó una escena en la que el campechano Rey Juan
Carlos apareciera en el jardín de La Zarzuela curándole la patita a un
pobre gatito que se encontró atropellado en la carretera cuando venía de
cazar pasear con sus hijos). De todos modos el mensaje
parece claro: humanizar a algunos es peligroso, porque al estúpido
espectador a lo mejor le da por pensar. Pero poner musiquita emotiva (de
piano, si puede ser) en el minuto de silencio/homenaje por la muerte de
un guardia civil/soldado y recordarnos que el héroe de la patria en
cuestión tenía mujer, hijos y le gustaba jugar con su perro, está bien.
¡Eso no es condicionarnos! Temerosos censores: entre seguir vuestro
prefabricado, sobreactuado y falso protocolo antiterrorista y salir a
celebrar el asesinato de un guardia civil tocando el claxon por las
calles hasta altas horas de la madrugada, hay un término medio. ¿Serán
tan amables de dejarme elegir?
Que se siga exigiendo la condena a ETA (o movimiento vasco de liberación, según le convenga al vigoréxico repelente)
después de que la banda haya declarado una tregua definitiva demuestra
claramente dos cosas: 1) Vivimos en un país de subnormales aborregados
que, en lugar de alegrarse con la noticia, se amargan porque no han
entregado las armas. ¿Qué esperaban? ¿Un comunicado de ETA que incluyera
un show de magia en el que las armas se convertían en palomas de la paz
mientras de fondo sonaba el Imagine de Lennon? 2) Esa amargura
no es honesta ni altruísta. Seamos claros: hay much@s demócratas (hola,
Rosa) cuya burbuja a día de hoy se sigue alimentando de ETA. Y no, no
me refiero a Amaiur. Me refiero a partidos a los que no les afecta el
derecho de admisión y pueden entrar a la aparentemente reluciente
discoteca del Congreso (cuyas goteras, que van más allá de la discutible
Ley Electoral, no se solucionarían con el “una persona, un voto”) sin
que el gorila de la puerta los mire de arriba a abajo perdonándoles la vida.
martes, 6 de diciembre de 2011
¿Qué se supone que celebramos hoy?

viñeta por Manuel Fontdevilla
Hoy 6 de diciembre, se conmemora la aprobación por vía de referendum de la Constitución que artículo todo el período conocido por muchos como Transición. Hace 33 años que esta en vigor un texto legal, cuya vida útil tendria que haber sido de unos 20 años, tiempo que debería haber sido suficiente, para en otro proceso constituyente nuevo, poner a España en vías de una democracia real, europea, avanzada y del siglo XXI, dando así a las reformas y medidas necesarias para garantizar todos los derechos y deberes, y construir con un pacto social en el que toda la ciudadanía tomará las decisiones por consenso para llevar a cabo el cambio que el país necesita.
Todo eso no se ha producido. Seguimos anclados en una transición continuista de la dictadura franquista y en materia política la constitución que hoy se vanagloria con la derecha hegemónica y liberal en la Zarzuela pertenece a un país en blanco y negro; a un país en el que todo quedo "atado y bien atado" por el regimen opresor.
Podríamos hablar de muchas cosas que no se cambiaron hace 33 años y que siguen vigentes, y que ya no necesitan una revisión o actualización, sino que piden, y a gritos, en las calles, un nuevo texto legal. El modelo de estado alejado de la realidad federalista, y que malvive en base a organizaciones administrativas territoriales conocidas como Comunidades Autonómas cuyo mayor avance es concederse un Estatuto cada cierto tiempo, complejo e inocuo. Es Hispanistán, el país de los 17 parlamentos autonómicos. Sobran diputaciones provinciales, el Senado. La jefatura del Estado en manos de una familia bochornosa y abochornante que por fin, ya empieza a constituir un obstáculo en el normal funcionamiento de un país, que hasta hace bien poco veia tan bien la monarquía, dando igual si al actual lo pusiera un dictador, o fuera un memo como Fernando VII o tantos otros. La ley electoral, la situación de la justicia o los apartados de calado social y económico como vivienda o trabajo digno y seguro son cada día pisoteados, convirtiendo nuestra constitución, en una jovén de 33 años con estudios, que vive con sus padres y que malvive entre el paro y el trabajo basura.
En todo este tiempo sólo obtuvo el maquillaje de una reforma insultante y aberrante que consagra nuestro modelo político y nuestro tratado social al neoliberalismo más egoísta, recalcitrante y despota, todo ello sin paso por referendum o consulta popular, por lo que claramente, es anticonstitucional. Tal apelativo, se lo ahorran con unos tribunales absolutamente politizados. Pero ahí la tenemos de tiros largos, recibiendo saludos y prebendas en un momento, en el que una parte importante (por peso numérico, pero sobretodo por simbólico, interesante y sugerente por lo informado y motivados que estamos) de la población ya no estamos contentos con esta falsa democracia y salimos a las calles, desde internet a pedir democracia real ya.
Se ha llegado a este punto en el que una crisis económica nos lleva a toda una generación, y a nivel global, a vivir en peores condiciones que nuestros progenitores y a tener unas expectativas, futuro y sueños recortados y recortables. Es esta crisis, esta estafa absoluta y salvaje lo que nos ha sacado a la calle y lo que nos tiene en pie de lucha y aumentando el número. No hay nada que celebrar, señores. Esta Constitución no vale. NO valdría en una situación económica y social de paz, mucho menos en un momento de indignación y toma de las riendas por parte de los ciudadanos, ante la total inoperancia y mayor sinvergoncería de la clase dirigente y el poder económico y financiero, decididos a sangrar más a las clases medias (realmente siempre hemos sido clases oprimidas) y bajas para mantener sus privilegios.
Las soluciones anti crisis se ponen de manera democrática. No soluciones capitalistas, porque recordemos el capitalismo, el egoísmo y la falta de ética y política nos ha llevado aquí. Medidas como la nacionalización de la banca, una reforma fiscal, el salario mínimo o la pensión mínima, o que se paralicen los procesos en los que la gente pierde sus viviendas siempre que demuestren que no tienen ingresos. Todas esas medidas se pueden hacer con la constitución en la mano.
La Constitución que hoy se celebra, que ampara una transición, son ambas, constitución y transición una estafa. Cada día se cumplen artículos enteros como el 31 sobre la progresividad de la fiscalidad, el de los convenios colectivos… Todo el Título VII sobre economía y hacienda es algo que se incumple totalmente, el tema de la herencia a la corona, el de la adhesión a la Comunidad Europea, lo de la OTAN… Y eso sin entrar en la adhesión trasnochada, con alevosía y agosticidad de la carta magna, se supone garante de las libertades, derechos y deberes de la ciudadanía, al neoliberalismo recalcitrante, sin ni siquiera preguntar al pueblo. El tope de gasto o el escudo antimisiles, han acabado por separar al psoe de sus bases, pero más aún, a una ciudadanía del siglo XXI de un libro que no dice nada.
De entre las cosas a cambiar, o cuando menos a debatir, esta el tema de la monarquía. Aquí se puso un rey, al que se le permite todo, sanidad y educación, gratuitas y sin ningún tipo de limite ni ideológico ni económico, como base de la igualdad y del progreso y crecimiento de la sociedad, son algunos de los retos, de los ataques que sufre el pueblo a través de sus falsos representantes, que en realidad son marionetas de un sistema caprichoso, arbitrario, llamado capitalismo, y que sólo sirve para mantener al 90% de la población oprimida, y a un 10% viviendo lujosamente. Se va a acabar.
Es hora de que la ciudadanía coja su destino, y nos ganemos la democracia. La real y viva, no la que tenemos y que hoy al encender el televisor las mismas caras con los mismos discursos se encargan de celebrar. Esta democracia, que hoy nos aplasta, no nos representa, es anticuada y falaz, y es en este momento es en el que el pueblo español tiene que dejarla de lado, por regalada, y ganarse una democracia plena, que garantice una serie de derechos, libertades y déberes, que día tras día, en Hispanistán, son meados.
jueves, 24 de noviembre de 2011
El urbanismo político
No he podido menos que postear este artículo del escritor Luisgé Martín en el que utilizando la arquitectura como símil y con una precisión que sólo da la experiencia y el tener los ojos abiertos ante la sociedad que ante uno se presenta. La lucidez, claridad y el análisis exacto son de una precisión quirúrgica sublime. Disfrutadlo y reflexionar.
El Flatiron es uno de los edificios más célebres del mundo. Se encuentra en Nueva York, en la confluencia de la Quinta Avenida con Broadway, y fue terminado de construir en 1902. Le debe la fama a su forma de planta triangular, que, si se mira con una determinada perspectiva, hace concebir el efecto óptico de que es un simple muro con ventanas. El empresario George Fuller compró el solar y le encargó la construcción al arquitecto Daniel Burnham. Si a Burnham le hubieran dado una finca grande y vacía habría hecho sin duda otro edificio, seguramente más cómodo y funcional para quienes fueran a ocuparlo. Pero aquello era Nueva York y ese cruce unía dos avenidas privilegiadas, una de ellas oblicua. Todo el genio arquitectónico de Burnham debía expresarse en las dimensiones de ese espacio. Debía adaptarse a ese espacio.
Que un país como España cargue todas las culpas en su clase política es más que siniestro y sainetero
El fundamento de cualquier acción política ha de ser el conocimiento minucioso del solar que se posee. No debe resultar extraño, por eso, que partidos de la misma familia ideológica establezcan discursos y prioridades completamente distintos en países que también lo son. La izquierda norteamericana puede hacer bandera de su lucha por la sanidad pública, dado que hay 50 millones de estadounidenses sin seguro médico, pero sería absurdo que hiciera lo mismo el partido laborista de Noruega, donde toda la población, sea cual sea su adscripción política, suscribe la cobertura sanitaria universal como uno de los derechos sociales irrenunciables. En ese sentido, y estirando la paradoja, muchos estadounidenses de izquierdas estarían felices de ser gobernados por el partido conservador noruego.
La pregunta que cabe hacerse ahora es si conocen bien los españoles de izquierdas el solar que hay disponible para edificar. O en otras palabras: en qué medida han castigado al PSOE por lo que ha hecho deliberadamente y en qué medida por loque ha hecho ineludiblemente. Es evidente que los votantes de este espacio ideológico rechazan con indignación la preeminencia de los mercados sobre la política, pero ninguno de ellos ignora -sin mala fe o sin analfabetismo económico- que dar la espalda abiertamente a esos mercados habría supuesto entrar en quiebra y atravesar un desierto aún más árido que el que estamos cruzando. Esos votantes rechazan también el capitalismo basado en la especulación y en el beneficio rápido, que consiente los paraísos fiscales y otorga un poder sobrehumano a los directivos de las grandes empresas, pero saben bien que esos problemas desbordan el ámbito nacional y no pueden ser afrontados en solitario.
Una solución a todos estos desmanes del mundo sería abandonar el euro y la Unión Europea y convertir a España en un reino casi medieval, con contactos comerciales restringidos, como si, hartos de solares estrechos y deformes, decidiéramos irnos a la selva y construir una ciudad nueva al estilo de Brasilia. No parece, sin embargo, que esta opción cuente con el apoyo de muchos españoles, teniendo en cuenta que ni siquiera los seguidores del 15-M proponen asaltar el Palacio de Invierno, sino únicamente refundar el sistema para que permita a todos los ciudadanos encontrar un trabajo digno y desarrollar un proyecto de vida decoroso. Esta es la causa más probable de que un 22% de los votos que pierde el PSOE se vayan a la abstención y solo un 17% a IU, que sigue defendiendo un inédito modelo anticapitalista en el que no creen ni siquiera muchos de sus simpatizantes. Los votantes trasvasados, así, parecen dar su apoyo a la coalición en el convencimiento de que no tendrá nunca posibilidades reales de gobernar, pero sí de amarrar al PSOE a la izquierda.
Siempre hay que pedir cuentas políticas por lo que pudo ser hecho y no se hizo, no por las ensoñaciones de un mundo justo. Oponerse a una realidad que tiene alternativas es rebeldía; oponerse a una que no las tiene es simplemente inmadurez. Ya se ha dicho muchas veces que gobernar no es tener la capacidad de imaginar una sociedad perfecta, como hacen los adanistas, sino tomar decisiones concretas en circunstancias históricas concretas. Joseph Brodsky lo describió con humor: "La vida, tal y como es realmente, no consiste en una batalla entre el Bien y el Mal, sino entre el Mal y el Peor". Podemos llamar a esto pragmatismo o realpolitik, pero es solo urbanismo: en un solar triangular puede levantarse exclusivamente un edificio de planta triangular.
No es solo importante el solar, sino también los materiales de construcción con que se cuenta. La calidad del hormigón, la firmeza de las vigas y la solidez de los cimientos. Y a este respecto, hay un mensaje electoral en el que han coincidido todos los partidos nacionales, desde el PP hasta IU: España es un gran país, dinámico, imaginativo, laborioso y capaz. Yo miro a mi alrededor y no encuentro ese país por ningún lado. Encuentro un país ruidoso, gritón y bastante beato. Un país con una sociedad civil anémica y una capacidad asociativa lastimosa. Un país insolidario en el que muchos de sus ciudadanos defraudan a la Hacienda pública, creando una de las mayores bolsas de fraude europeas. Un país en el que los medios de comunicación son charangueros y sectarios. En el que la casta intelectual y artística languidece con mediocridad. En el que la clase empresarial no innova demasiado, prefiriendo el ladrillo a la tecnología. En el que la profesionalidad laboral, que nunca fue modélica, se deteriora gravemente, volviendo a los tiempos de la pandereta y la chapuza. Un país, en fin, que no es Alemania ni Noruega ni Francia.
Que un país así le cargue todas sus culpas a la clase política que lo gobierna no solo es siniestro y sainetero, sino que conduce al peor escenario para la izquierda: la negación de las lacras que deben ser corregidas. Si la única regeneración de la que hablamos es política, y no social, tendremos garantizado el fracaso de todos, pero sobre todo el de aquellos que aún confían en cambiar poco a poco el mundo. Porque para lograr que el Flatirion sea hoy ese edificio hermoso y fascinante que los turistas fotografían en Nueva York, fue necesario antes que el arquitecto tuviera claro cuáles eran el perímetro de su terreno y las limitaciones de su obra.
Luisgé Martín es escritor, autor entre otros libros de Las manos cortadas.
Anteriores No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros:
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros I
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros II
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros III
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros IV
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros V
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros VI
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros VII
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros VIII
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros IX
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros X
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros XI
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros XII
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros XIII
martes, 6 de septiembre de 2011
Una de opio
Vamos a hablar de fútbol con perdón. Anuncio que va a ser breve, no quiero
darle mucha más miga en el momento en el que estamos. Con la que esta cayendo y
Eurobasket. Pero bien vienen unas pequeñas reflexiones sobre un aspecto,
utilizado para tapar las miserias importantes de la vida, y que como el propio
sistema al que da sombra, se muere por la avaricia, la especulación y el negocio
salvaje, sin mirar primero a los trabajadores, ni después a los
consumidores.
1. La liga empieza con un 5-0 del campeón al 4º del año pasado, y un 0-6
del subcampeón a un histórico de la liga en horas bajas. Esto entre los muchos
apelativos que le pueden entrar, el que seguro que no cuadra es el de mejor liga
del mundo. Lo siento pero no, esto como dice Del Nido (y que conste que este
personaje es de lo peor de este país, pero cuando tiene razón se le da) es una
gran mierda, todo ello promovido por un reparto televisivo salvajemente
desproporcionado y benefactor en gran medida de los dos clubes más poderosos,
Barça y Madrid, que contribuyen con una explosión mediática a su alrededor a
mantener ocupadas las pobres mentes proletarias. Si le sumamos un poquito de
religión, toros y corazón, no va a ver revueltas.
Dentro de lo que es la cobertura que exite entorno de los dos colosos
del fútbol patrio, la figura de Mourinho resulta de lo más apetecible,
independientemente de que haya venido a alimentar su ego, su cuenta bancaria y
joder la selección española. Es increible ver como funciona la prensa deportiva
de este país, magnificando hasta las más variopintas gilipolleces que pasan
alrededor de farça y mandril. Ya no es que respeten a los otros clubes. Es que
es lamentable, por ejemplo, este finde, sin liga y con partido amistoso de la
selección, la cobertura que han dado por ejemplo a todo un Mundial de Atletismo.
Mi solución sería, que ningún club se presentará a jugar contra ellos. Al
final Madrid y Barça se jugarían la liga en los dos partidos. Total es lo que
quieren, blaugranas y madridistas, catalanes y españoles, dándose de hostias y
ocupando horas de debate y neuronas de inteligencia. Después de no presentarse
el resto de equipos tendrían los mismos puntos (-12, porque parece ser que
quitan 3 puntos sino te presentas) y desde ese momento podrían jugarse la
tercera plaza, sin que nadie se te haya lesionado o sancionado, jugando contra equipos que pueden llenar su banquillo de gente que cobre más que los titulares del resto de la liga. Con dos cojones.
Si con esto no se igualan los repartos del dinero de las televisiones (al estilo
inglés) no sé ya que tendrían que hacer, aunque los dos grandes mantendrían sus
grandes dineros, venidos de las giras por Asía, la publicidad o las comisiones y
ventajas especulativas que les conceden.
2. Siguiendo la línea del reparto de derechos televisivos, cuela también el
tema del canón a las radios. Admito que de vez en cuando, sobretodo en coche,
resulta (resultaba) entretenido oír el carrusel de partidos por la radio, pero
visto que esto, que parece ser que sale gratis a la gente, no está bien visto
por la liga de fútbol profesional, por lo que plantean un canón abusivo a las
radios para poder informar (dejando el derecho a la información a la altura de
la mierda). Yo lo único que puedo decir es que pago por ver una película, no
porque me la cuenten. Y no sólo eso, sino que con los horarios que han
planteado, la eficacia y sentido de los programas domingueros de carrusel o
tablero de partidos, pierde su gracia, basada fundamentalmente en estar en la
noticia, donde hay un gol, una expulsión, donde sucede algo, haciéndo a todos
los aficionados viajar de un lado a otro del país. Eso por no hablar del
prejuicio que se hace, a los aficionados que trabajan un domingo (conductores de camiones o autobuses,
por ejemplo) o incluso el más lamentable a las personas ciegas. A los curritos que
no tienen para comer, seguro que pueden pagarse la plataforma de pago por visión
y ver los 10 partidos por separado, incluso esos con tan buen horario para verlo
en China. Pero claro el papel mojado de aquella Ley (pepera) de interés general
ya no se secará nunca, y sólo sirvió para acallar cualquier revuelta con un pan
haciéndose más caro, y un circens, imagínense, inaccesible. Esto último si que
no. No lo pueden permitir. A la gente le daría por pensar, protestar, salir a la
calle y empezarían a rodar las cabezas.
3. Lo que más igual me da. La huelga de futbolistas. Me da igual ya no
porque los de Madrid, Barça, todos los de primera, los intermediarios, y los
periodistas que dan por culo constantemente con un fulano con cresta que no sabe
ni hablar, están bien forrados. Incluso fue un finde en el que podías poner el
telediario y cagarte en la puta madre de las motitos. Vamos que ese finde sin
fútbol fue una bendición, por más que guste comentar con los amigos algún
partido o algún estado de forma. Qué no les pagan dicen. Oigan, joder, en este
país hay mucha gente a la que no pagan, y a la que su patronal no le genera un
FOGASA millonario. 40 millones han aportado los clubes para un fondo de garantia
salarial para los futbolistas. Dime tú que gremio pone dinero a principio de año
fiscal, para las posibles pérdidas. Ya me gustaría que fuera el mío.
Quizás el problema venga de que para mantener a la plebe postrada en el
sofá del IKEA y ante la TV del Media Markt haya que montar y mantener este
absurdo negocio del fútbol profesional. Me importa un pimiento, repito, que no
cobren los futbolistas. Si tienen previsión, incluso hasta los que firman
contratos de ¡ojo! 48 millones de las antiguas pesetas en la Unión Deportiva
Salamanca, el año pasado (veáse el señor Marcos Márquez), deberían saber gestionar sus
dineros, con previsión, para que en su breve carrera deportiva, asegurar su futuro, y no tanto
un Porsche Carrera 311. Si, aquí el problema es el club que no tiene dinero para
pagar las nóminas de los curritos o que van a echar 3 horas el domingo como
porteros en los tornos de acceso, pero le firman estas salvajadas a gente que
por lo natural no tiene apropabada la EGB.
Pero aquí también entra la Administración, puesto que yo no conzco el caso
de empresas que hayan tenido inspecciones y ejercicios ante el fisco tan
benévolos como los clubes de fútbol, por cierto, negocios redondos para lavar
dinero. Verdad, señores Gil o Lopera. Bueno uno sí, los bancos, pero claro, se
conoce que las fiestas de banqueros y presidentes farloperos de clubes de
fútbol, o futbolistas endiosados que no saben ni hablar, las podemos pagar todos, y ellos estafar a Hacienda sin que aquí no pase
nada. Todo sea por que no se meneé demasiado el cotarro.
Lo dicho. Hasta aquí mis reflexiones sobre el fútbol. No le dedicaré un
post más a este deporte que no sea estrictamente deportivo.
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