jueves, 1 de marzo de 2012

Visita al Museo de Automoción de Salamanca




Pegaso Z-102


Vistas desde el museo a la Casa Lis y la Catedral

Llevo ya más de 3 años currando en el mismo sitio. ¡Y encantado eh! -y qué dure-. Lindando la oficina con el Museo de Historia de la Automoción de Salamanca y hasta ayer, que no lo he visitado por primera vez desde su inauguración allá por septiembre de 2002. Este museo, único de España, de carácter público y dedicado al motor cuenta con un fondo de más de 240 vehículos, y que muestran en el museo con carácter periódico en una exposición permanente de 100 vehículos, a los que añadir los que comprenden exposiciones temporales, pertenecientes a fondos de otros museos o a colecciones privadas.

Junto al Río Tormes y entre el Puente Romano y el Puente Enrique Estevan (de estilo modernista) se encuentra el edificio del museo rehabilitado de su primer diseño, en el que desempeño funciones de tenería de pieles y posteriormente como la primera estación eléctrica de la ciudad (fue conocido como la Fábrica de la Luz). Esta rehabilitación comprende las dos naves y chimenea de ladrillo de finales de siglo XIX, más la nave (tras estas dos naves que componen la fachada) de reciente construcción y que todo junto compone un espacio de más de 5.500 metros cuadrados que deja lugar para una zona de exposiciones (artículada en tres plantas), el archivo, oficinas y recibidor; así como de un espacio para la celebración de conferencias e incluso conciertos, sala de estudio, biblioteca, talleres deportivos y zona para exhibiciones deportivas, todo ello con el afán de ofrecer la cultura del automóvil al espectador en un diálogo con la cultura universal que tan bien representan los sillares, las calles medievales, la muralla, Casa Lis y Catedral Nueva de Salamanca.


Ferrari y Chevrolet

El fondo de armario del Museo de Automoción de Salamanca se compone por piezas pertenecientes a la Colección Gómez–Planche, más vehículos donados por la Dirección General de Tráfico, el Centro Histórico Iveco-Pegaso y otros de particulares y administraciones,  lo que permite la rotación entre piezas mostradas sin que se pierda la exencia del museo.

Hispano-Suiza

El Museo se articula a través de un recorrido por las distintas plantas y salas de exposiciones en el que primeramente accedes a un espacio en el que se comparten aspectos de la biografía del "mecenas" Demetrio Gómez-Planche quien con la ayuda de su familia consiguió reunir la colección expuesta durante más de 40 años, tanto consiguiendo coches en buen estado, como vehículos que tuvo que remodelar y restaurar, en ocasiones, incluso desde piezas de desguace y sobre chasis oxidados; junto a una visión general de la industria (y a la vez fenómeno cultural y social) del automóvil asi como una retrospectiva sobre los intentos anteriores a finales del siglo XVIII, con ideas de humanistas como Fontana, Leonardo Da Vinci, con sus planos y reproduciones a tamaño real. Es la sala de la Prehistoria. Continuaremos el recorrido por la ProtoHistoria (finales del S.XVIII y principios del XIX) donde hace hueco al triciclo de Benz que fue el primer automóvil con motor de explosión, y que deja como curiosidad el relato del primer viaje en un vehículo de motor de explosión, realizado en Alemania, a través de 125 km en torno a la zona de lo que hoy es el circuito de Hockenheim realizado con un prototipo de Benz y a cuyos mandos iba la esposa de Benz.

Chrysler Imperial Serie 80 del año 19

Pasando a la sala de Alta transición donde se abarcan las primeras 4 décadas del Siglo XX lo que supone la mayor evolución de lo que entendemos como automóvil. Comprende vehículos como Rolls Royce, Amílcar o las joyas de la corona (quien lo iba a decir pero en aquella época el empuje de lujo, clase y tecnología automovílistica era una empresa española): los Hispano-Suiza. Entre las curiosidades llama la atención una exposición de un antiguo taller de la época, cuyas herramientas se disponen a través de una rudimentaria cadena de montaje, alimentada por un motor de vapor y que transmitía la motricidad a través de un sistema de poleas montado en el techo. La siguiente sala (Baja transición) comprende hasta el año 1960 con coches cada vez más evolucionados, en los que se puede apreciar como la comodidad, la potencia, la velocidad van en aumento, al mismo tiempo que llega a cada vez más usuarios, por el abaratamiento de costes y la mejora en las condiciones de vida de clases bajas y medias.

Prototipo de Hispano-Suiza presentando en Salón Internacional de Ginebra 2002

Por último llegamos a la quinta sala, que alberga desde los años 60 hasta la actualidad, mostrando coches espectaculares, más reconocibles, y juntándonos en el mismo espacio con prototipos de la nueva Hispano-Suiza, un vehículo solar o con el aspecto más competitivo de la automoción, donde a parte de monos y cascos de pilotos, fotografías, motores de competición, podemos disfrutar de vehículos de rallies o los fórmula 1 de Fernando Alonso (Renault R29 del aó 2009) o el Bennetton-Renault de 1995 con el que Michael Schumacher consiguió su segundo titulo del mundo.


Renault R29 2009. Fernando Alonso. Fórmula 1

Además en la composición actual, con coches míticos anteriores, como el ford T o el Muntz-Jet 52-M tan propio de las películas como Rebelde Sin Causa o American Graffitti, o el Chrysler Imperial Serie 80 del año 1927. Un espectáculo vamos.

Como digo absolutamente genial la visita, muy recomendable. El precio, es lo de menos y por 3'50 € (a marzo de 2012) más un euro para poder sacar fotografías (aunque luego realmente nadie parece comprobarlo, pero aún así esta muy bien invertido) está más que justificado el acercarse a este espacio. Un museo distinto a lo convencional y que sin ninguna duda complementa la tradicional oferta turística y de tiempo libre de Salamanca, a veces tan monótona y tediosa para los que pasan más de un finde en ella, y que en ocasiones guarda auténticos lujos, quizás no tan evidentes, pero si que apasionantes, enriquecedores y distintos y teniendo en cuenta la periocidad de las exposiciones temporales o los cuantiosos fondos del museo el Museo de Historia de la Automoción de Salamanca se merece cada cierto tiempo una visita.

Y más si se tiene la suerte de compartir la visita, con tio tan cojonudo, como mi hermano, mejor que mejor... Si le sumamos a la ecuación un buen café, y un paseo por el centro viendo ciervas... genial!!


Los dos zagales sobre el Benneton-Renault de Michael Schumacher de Fórmula 1 año 1995

domingo, 26 de febrero de 2012

El peor error de la historia de la humanidad




Hace unos días a través de menéame llegue a un artículo de euribor.com titulado El peor error de la historia en el que hacían referencia a un ensayo de 1987 de Jared Diamond (The Worst mistake in the History of the Human Race) en el que estudiando las condiciones de vida de los omínidos de hace 10.000 años llegaba a la conclusión de que en aquella época prehistórica, cuando el ser humano, o mejor dicho los homínidos antecesores, vivían como nómadas dedicándose a la caza y la recolección disfrutaban de más horas de tiempo libre, puesto que únicamente dedican entre 12 y 19 horas a la semana para tales menesteres.

Evidentemente, no tenían ni twitter, ni televisión, ni fútbol para perder el tiempo, y parece ser que su tiempo de ocio era totalmente dedicado al uso y disfrute del cuerpo humano. Es decir, al sexo. No cabe duda de que en aquella época, con los códigos de comunicación y sin situación social, puesto que no existía una sociedad en su versión moderna, se follaba mucho más.

Pero lo más destacable del ensayo de Jared Diamond es lo que él titulaba como "El mayor error en la historia de la humanidad". Y ese error fue la agricultura. El hecho de que hace 10.000 años los humanos comenzaran a utilizar herramientas y su inteligencia y observación para la producción de alimentos supuso un terrible atraso. La gente se establecía en un lugar para mantener sus cultivos, lo que además le llevaba a emplear más horas en el tajo, incluyendo el cuidado de las tierras ante posibles hurtos e inclemencias climatológicas. Esto, pese a que pueda parecer lo contrario fue malo para su salud ya que les llevó a una dieta menos variada (la estatura media disminuyó casi 20cm, y cayó la esperanza de vida de unos 65 años a apenas 40), trajo enfermedades epidémicas y lo que es peor, creó una división de clases ya que a diferencia de la caza, la agricultura permitía conservar los alimentos por mucho tiempo, o lo que es lo mismo, pemitió el ahorro o lo que es lo mismo, ricos y pobres. En pocas palabras, Diamond postula, que convertirse en especies basadas en la agricultura fue «el peor error de la historia de la humanidad» que con diversos altibajos en la historia nos ha llevado a trabajar cada vez más.

Y luego la historia de la economía y la sociedad mundial ya la conocemos. Hoy en día la gente, en occidente, trabaja entorno a 40 horas semanales, y la realidad es que todos acabamos inmersos en un circulo vicioso de trabajo y consumismo. Viven para trabajar, trabajan para ganar dinero y ganan dinero para comprar cosas. En esa ecuación falta un hecho importante que los investigadores han descubierto acerca de la mayoría del consumo material de las sociedades ricas: la mayor parte del placer y satisfacción que obtenemos al comprar es temporal, efímera y principalmente solo relativa a aquellos que nos rodean (que se esfuerzan por consumir aún más en una espiral sin fin).

Todo ello lejos de la profecía de John Maynard Keynes quien en los años 30 auguraba que para estos momentos los ciudadanos trabajarían unas 3 horas diarias, y tendrían el resto de la jornada para vivir y autorealizarse, generando una sociedad mucho más rica, culta y perfecta que tendería inequívocamente a ir finiquitando las injusticias y desigualdades sociales. Por distintos avatares, y en última y rabiosa estancia la crisis, lo cierto es que no sólo ha habido una disminución en las horas semanales de trabajo a menos de 30 semanales, sino que hoy en día, ajusticiados por la teoría del miedo (Doctrina del Kaos) la población permite el aumento de horas de trabajo a cambio de sueldos más bajos y peores condiciones de vida.

Reflexionándo con lógica, cualquiera es capaz de considerar la semana de 21 horas esencial para ello por dos razones: redistribuiría el trabajo remunerado, ofreciendo la esperanza de una sociedad más equitativa (ahora hay demasiados con exceso de trabajo o desempleados) y al mismo tiempo, nos permitiría disponer de tiempo para aquellas cosas importantes para nosotros pero para las que rara vez contamos con tiempo para hacerlas bien, como cuidar de nuestra familia, viajar, leer o seguir aprendiendo. Por supuesto, manteniendo salarios y condiciones de vida y laborales previas al desmembramiento del bienestar social que está llevando a cabo el neoliberalismo con la excusa de la salida de la crisis.

Incluso cabría decir que esta reducción de la jornada laboral, en todo el mundo, sería la condición más justa y necesaria para evitar el descalabro social, sin cargarse el planeta, puesto que tal objetivo implicaría aumentar 6 veces el PIB mundial, lo que llevado a cabo con los actuales modelos productivos, basados en la injusticia y la especulación, no sólo aumentarían las desigualdades sociales, sino que además acabarían con todos los recursos del planeta.

Evidentemente, la profecía de Keynes ha sido errónea (se han ocupado, muy bien de aquí así lo fuera), más en el propio hecho, que en el sentido del planteamiento, puesto que la evolución de la sociedad pasa inexorablemente por una mejor utilización de los recursos, entre ellos el tiempo, y su uso para mejorar el mundo en el que vivimos, sin pretensiones económicas, pero con trascendencia.

Seguramente no hacía falta una reforma laboral. Sino más bien, una reforma mental. Un cambio en la manera de pensar de una sociedad consumista, anquilosada en la apariencia y la zafiedad y que teje hoy en día, sus relaciones con sus iguales en base al interés, la avaricia y una demostración impúdica y perversa de superioridad económica ante la falta de moral.

miércoles, 22 de febrero de 2012

No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros XVII





Describir la vergüenza que siento al ver las imágenes de la represión el pasado lunes contra los alumnos del IES Lluis Vives en Valencia, es tarea muy dolorosa. La poca ingenuidad que queda en mi cuerpo ciudadano muere lapidada por el sentimiento de odio hacia las fuerzas de seguridad del estado, que una vez ni protegieron ni cumplen la ley (para no variar volvieron a aparecer sin sus identificaciones personales, tapados con máscara y armados con porras, botas de ácero y escudos) y que en esta ocasión tuvieron a bien cargar contra una manifestación mayoritariamente de adolescentes que reclamaban poder ejercer su derecho a la educación pública en unas condiciones de salubridad y decencia mínimas, como puede suponerse el acudir a un centro con recursos suficientes para pagar la calefacción, y que sus alumnos no se congelen.


Siento una impotencia tremenda, al comprobar una vez más que los que se suponen nos protegen y sirven se dedica a pegar a menores, que únicamente utilizan el recurso a la pataleta, la protesta para conseguir la calefacción en sus aulas. Estos son nuestros policias, ataviados y preparados para el combate, contra los enémigos, como incluso se atreven a llamarnos. Mi experiencia ya ha probado muchas veces que con los malos de verdad, y no me refiero a políticos y ladrones de guante blanco, no tienen tantos cojones.

Pero ahí no acaba la indecencia. Me duele en el alma que haya algunos que se les ocurra vitorear las cargas. Por fortuna son pocos, digamos que con los que he hablado en proporción 50%, Pero choca. ¿En qué mundo viven? ¿Qué valores y de qué clase rigen su voluntad para no ver, criticar y rechazar la violencia del pasado lunes en las calles de Valencia, y sin embargo aplaudirlas como justas y necesarias? O es que soy yo y los que no nos atamos al pensamiento único, los enfermos. Cómo es posible es que apaleados no sólo alumnos, padres, profesores y viandantes que nada tenían que ver con la protesta, sino también periodistas, haya medios de comunicación, de la ultraderecha, que traten de malmeter, desinformar y tergiversar la realidad de lo que aconteció en las calles del centro de Valencia. Por qué permitimos que medios públicos funcionen al servicio del poder dominante. ¿Alguno habéis visto en algún telediario de hoy información sobre el padre de familia parado y sin recursos que se ha quemado a lo bonzo a las puertas de una comisaria en Girona?

No véis que este mundo se va a la mierda. Sólo os preocupa vuestro mini mundo de fútbol, corazón, tv y verbenas, infravivienda y minijobs. No véis la realidad. Esto que ha empezado ya en España, en Valencia, y que ya lleva años en Grecia, o en las calles de los suburbios franceses es la realidad, es el mundo que merece la pena. El de personas, ciudadanos con mayúsculas que sueñan, quieren y luchan por un mundo mejor, en el que usan su libertad, sobretodo para pensar y reaccionar y que por ello son represaliados, ajados y golpeados. Os quejáis de las (supuestas) dictaduras de Cuba o Venezuela, y allí cierto es que no eligen a sus mandatarios. Pero aquí tenemos la ilusión de elegirlos, y en verdad, sufrimos una represión mucho más dura y silenciosa en forma de distracciones. Pero cuando queremos levantar nuestra voz no les importa hacer ruido para mantener su status. Eso es la modélica transición demócrata española, o la europa de los pactos, la moneda única y el neoliberalismo y conservadurismo como religión.

#PrimaveraValenciana lo llaman. Es treding topic mundial. En Valencia hubo un tiempo en el que había dinero para visitas papales, F1, regatas de vela, aeropuertos sin aviones, esculturas, obras faraónicas del tio ese que le pone a todos pinchos, pabellones en cada pueblo, centro de convencciones, AVE en cada pueblo, trajes, bolsos,... robar. Y luego ya para lo que necesitaba el ciudadano. Sus derechos básicos (vivienda, educación, sanidad, servicios sociales, pensiones, ayudas a la dependencia,...) esto era lo último. Ahora sólo queda dinero para robar; y lo siguen haciendo. Y de lo demás pues a recortar. Y allí ha empezado la respuesta violenta por los perros de presa de la clase dominante y al servicio del capital.

Desde que empezó la campaña electoral, no he visto un telediario. Ni escuchado un boletín de la radio. Pero me informo cada vez más y más por canales alternativos, meneame, diagonal, Público,... y cada noticia que leo, cada titular que me asalta me revuelve el estómago, me enfurece y a la vez me entristece. Las aberraciones a la moral y la ética son el pan nuestro de cada día y no contentos con robarnos, mentirnos, estafarnos además quieren que no protesten que nos callemos, geruflexionemos, acatemos y nos distraigamos con otro partido de fútbol.

Y si se te ocurre ejercer de ciudadano real, pensante, y reclamas tus derechos, ejercitas tu libertad, expresas tu deseo de justicia social y un mundo mejor, viene un policia y te pega. Va un policia y pega a unos chavales que sólo han querido calefacción y unas condiciones dignas para poder seguir estudiando en la siempre recortable en dinero y también en progresismo, educación pública. Lo peor es que haya gente, a la que eso no le parezca una aberración.

La constitución dice que la policía debe: "Proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la Seguridad Ciudadana"; soy el único que piensa que las cargas del otro día son anticonstitucionales.

Nunca he esperado que en el cerebro de alguien que acaba siendo policia pase algo digno de mención. Pero es posible que ninguno de los que estaban cargando, entendiera que eso que estaban haciendo, aunque fuera por órdenes, era contravenir su fin como garante de derechos y libertades. Que el uso de la fuerza era totalmente desproporcionado. ¿Y si fueran vuestros hijos, o los de vuestros amigos y familiares?

Y vosotros, ciudadanos, pensad y si queréis dejar un comentario, pero, ¿Este es el país que quiero? ¿Estoy contento/a con esa idea? ¿Me parece bien que la policia pegue a quien defiende sus derechos? ¿Me representa un país con una justicia absolutamente politizada? ¿Por qué el verbo dimitir no se conjuga en este país?

Yo también soy del IES Lluis Vives, solidaridad y compañía, voy a estar en todas las concentraciones que pueda. Gracias Valencia. Gracias alumnos y jóvenes que le han echado bastantes más huevos que 5 millones de parados. Es el momento de tomar partido. La lucha esta planteada. La victoria será de la libertad y la justicia.


Tomado de @eddiedean. Vía @Alexdelaiglesia.

No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros:

No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros I
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros II
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros III
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros IV
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros V
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros VI
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros VII
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros VIII
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros IX
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros X
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros XI
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros XII
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros XIII
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros XIV
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros XV
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros XVI


lunes, 20 de febrero de 2012

No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros XVI


Han dicho en su congreso donde se han afilado los sables en base a un ejercicio sin igual de peloteo y doramiento de la píldora que la crisis es culpa de todos. ¡Hombre! dicho así, pues sí, es culpa de todos. Lo único que pasa, es que hay algunos “todos” que son más culpables que otros todos. Hay unos “todos” que nos han metido una sociedad insostenible más que nada, porque no hay recursos para TODOS, y si unos se llevan mucho, otros necesariamente se han de llevar menos. Y claro eso “todos” lo saben muy bien, pero para que ellos tengan mucho, necesitan que todos, consumamos mucho, sobre todo muchas cosas que no necesitamos.

Así que “todos” diseñan una sociedad que nos meten por los ojos (medios de comunicación), que cuentan con que el ser humano es avaricioso casi por naturaleza, sobre todo cuando te están vendiendo también la moto (si ya te compras la casa, por poco más te compras un coche y además te metemos en el mismo crédito el coste de amueblarla)… eso no está escrito, claro, no, eso te lo han dicho los empleados con quien negociabas la hipoteca. Eran lo que te ofrecían. Y por ná… si te ponías a leerte la letra pequeña, no había manera. Con el gasto que era, ¿para qué consultar con un abogado? además, no habría servido de nada, si no es con esas condiciones tampoco tenías hipoteca. Así que… ¡oh, wait! qué resulta que ahora no sólo pierdes la casa, sino que tienes que seguir pagando la hipoteca, porque ahora la casa, no la cubre… y claro es que el banco no quiere casas, pero bueno, igual, si se queda la casa y además sigue cobrando… la pérdida no es tanta, ¿o si?

Pero claro, ya hemos dicho que TODOS somos culpables. Estoy de acuerdo. Por gilipollas. Por creer que por vivir “medianamente bien”, ya no teníamos que seguir luchando por un mundo mejor, por creer que nuestros representantes políticos nos protegían en lugar de venderse al capital.  Por creer en los cuentos de hadas, que el bueno es bueno y el malo es malo y es algo que sabemos casi desde el prinicipio.

Si, somos culpables porque nos han puesto la miel en los labios y luego nos han dicho que está dulce y que no nos va a costar casi nada. Somos culpables por no montar un pollo cuando comprobamos las condiciones a la hora de contrar un seguro y comprobar que luego es más estafa que otra cosa. Por no montar un pollo, cuando comprobamos que la electricidad que estamos pagando es al precio más caro, cuando ésta tiene varios precios y que en lugar de hacer un prorrateo, directamente hace los números de lo que les debemos, con el más alto… por no montar un pollo por tener el adsl de menor calidad y más caro de toda Europa,... y así sucesivamente, y con multitud de situaciones que he ido recopilando en el blog a lo largo de estos años.

Y si, podría seguir, pero creo que con estos ejemplos queda claro a dónde quiero ir a parar. Si de algo somos todos culpables es de haber sido confiados, de habernos despreocupado. Y sobre todo de haber dejado de pensar por nosotros mismos. De haber dejado de mirar por “nuestras cosas”, no sólo pensando en que es “nuestra cosa”, sino que un poco de nuestra cosa, con otro poco de la cosa del vecino, igual resultaba que lo que nos estaban vendiendo “todos” pues no era realmente lo que todos creíamos…

Y tan metido tenemos que esa es la sociedad que nos gusta, nuestro “cuento de hadas” que cuando de repente nos encontramos con que no tenemos suelo bajo nuestros pies, nuestra respuesta es volvernos hacia nuestros representantes, y confiar en que ellos van a saber arreglarlo. A veces porque nos dicen que es cuestión de “responsabilidad”, otras porque nos dicen que está claro que los empresarios saben mejor gestionar “los negocios”, porque no podemos vivir si un banco se va a la mierda, tampoco si se va una fábrica de coches, luego no podemos vivir sin Europa, así que hay que hacer lo que nos dicen, por más que veamos que las medidas que han puesto en otro países, más que arreglarlos, ha ayudado a hundirlos…. y no vemos salida. Y luego resulta que España gana un mundial, ¡joé qué alegría, qué subidón, qué efecto placebo, oe, oe oe!… nos meten una reforma laboral en plenas vacaciones, porque saben que la respuesta ahí va a ser mejor dado que “estamos felices”… o luego nos meten otra reforma laboral brutal y lo más importante es que los franceses se meten con nuestros deportistas… a esto en psicología y en todas partes, se le llama no querer afrontar la realidad.

Así que sí, la culpa es de TODOS, aunque no “todos” lo están pasando tan mal como todos.

Pero este es el momento de reaccionar, y al ataque neoliberal cada ddía que pasa, cada acción que sucede, se añaden más y más reacciones. El ciudadano español sigue en su bavia aletargado, votando al pp para que estos a su vez les boten, devaluando al ciudadano, al trabajador ya que no tienen potestad ni moneda que devaluar.

La reforma laboral que nos han presentado es un ataque a la línea de flotación del estado del bienestar y sólo sirve para garantizar la barra libre del despido y enquistar la crisis en un círculo vicioso de desarraigo social, desigualdad, marginalidad para la mayoria, y de corrupción, riqueza, beneficios para una minoría. Este ataque rompe la paz social y hace evidente el fracaso del bipartidismo español, de las políticas neoliberales y de la dirección que la unión monetaria europea ha llevado hasta ahora.

Si creen que con esta reforma laboral la salida de la crisis es la inversa a las políticas actuales.Están muy equivocados; pero más lo estaríamos nosotros si les seguimos dejando, y les seguimos dando confianza para continuar esquilmando los derechos por los que ha luchado el movimiento obrero durante más de dos siglos. Nuestros bisabuelos, abuelos y padres, que soñaron un mundo mejor de justicia social y libertad, y que nosotros mismos hemos puesto en peligro cediendo en demasiadas ocasiones a los lobos el control del gallinero, tan preocupados como hemos estado saboreando insípidos opiáceos consumistas, que nos han distraido de lo importante. Que nos han alejado entre nosotros, separado y construido un miedo infame e injustificable, que ahora debemos doblegar para unirnos todos y todas, por un futuro mejor, sin las desigualdades sociales que su religión, su trasnochado y retrogrado pensamiento, su política, su economía, su liberalismo han provocado.

A pesar de la propaganda, de las mentiras sobre los sueldos de los liberados y del ataque permanente contra los sindicatos, las masivas manifestaciones de ayer fueron un éxito: cientos de miles de personas dejaron claro en la calle que no van a rendirse sin más, que no van a permitir en silencio que el Gobierno de Rajoy pisotee sus derechos. Desde el Partido Popular y sus medios afines ya están restando importancia a la protesta del domingo. Se equivocan. Si la primera gran movilización ciudadana contra el decretazo le parece al PP y a sus mariachis pequeña, irrelevante, irresponsable, rencorosa o trasnochada, que esperen unos cuantos meses. Bastará con que los verdaderos efectos de la reforma laboral se hagan patentes –más paro, despidos de oferta y sueldos aún más baratos– para que las protestas que vengan después hagan que el 19-F parezca una simple broma.

Se equivoca también el Gobierno y su coro mediático con esa evidente campaña de desprestigio contra los sindicatos, esas organizaciones que quieren aparcar como obsoletas los mismos que defienden la vuelta al siglo XIX como única solución contra el paro. Les pueden pasar dos cosas: que se les vaya la mano y su propio prestigio quede tocado –qué hipócrita resulta ver al PP criticar la falta de transparencia de los sindicatos cuando ellos mismos no aclaran los sobresueldos que pagan desde Génova, un dinero que también es público–. O que esta campaña sea un éxito y, muertos los sindicatos, tengan enfrente a un rival mucho más peligroso para la estabilidad social de España: a una protesta amorfa e incontrolable, sin líderes ni interlocutores claros, a unas movilizaciones a la griega, a un nuevo 15-M desbocado.

Y aunque la policia fascista agreda impunemente siguiendo los dictados de sus amos y anhelando tiempos franquistas, incluso a niños y jóvenes de un instituto valenciano, la lucha en la calle seguirá. Porque es el resultado del despertar ciudadano por un mundo social de igualdad y libertad,por una salida a la coyuntura económica que llaman crisis, y que es una estafa, con justicia y que nos traiga una sociedad en la que la corrupción y la bajeza moral esten penadas y castigadas. En definitiva, que el pueblo depositario de la soberanía y utilizando su libertad y su pensamiento crítico sea capaz de coger las riendas de su destino para construir su futuro, y decidir por y para todos un lugar mejor donde vivir. Un lugar, como por ejemplo Islandia.

Rajoy dice que la reforma es justa, buena y necesaria. Rajoy quiere que creeamos lo que no vemos. Y no se ve, porque no es. Ya se sabe: "Si el paro baja sera por la reforma laboral; si no lo hace, por la herencia socialista". El presidente del gobierno ha hablado también de “sacrificio” ¿a qué estamos jugando? Es demasiado grave nuestro problema para confiarlo a la fe o al “como dios manda”.

Se estudia si su decreto ley incumple 8 preceptos constitucionales… cuya resolución se extendería no menos de 5 años. Ya hay ejemplos de su aplicación: un taller de coches de Gijón propone aumentar 5 horas la jornada y reducir salarios en un 15%. O estos otros, víctimas de la barra libre del despido. Así, dice Rajoy, nos ponemos “a nivel europeo”. No es cierto, pero sería en el despido en todo caso, no en los sueldos que duplican y triplican los nuestros y permiten afrontar cualquier eventualidad. Tampoco en las prestaciones sociales que se sitúan para los españoles entre las más bajas de la tabla. Y toda la plana mayor del PP sigue a Cospedal, cuando se quita la mantilla española y el rosario, para decir: ha sido la “herencia“.

Es mentira. Un editorial del New York Times se lleva las manos a la cabeza por el Curso erróneo de Europa que pagamos en particular, griegos, portugueses y españoles. Es la austeridad, las políticas neoliberales -que también aplicó Zapatero- lo que aumentará la recesión y el paro. De Guindos –que me parece un curioso personaje- lo dice también bien claro: La economía española va a empeorar y las cifras del desempleo también. Pero no las finanzas de los aliados del neoliberalismo. De los ricos que se lucran de él, no de los incautos (por no decir algo que podrían considerar más ofensivo) que lo sustentan aceptando el “sacrificio” y los autos de fe. Incluso los recortes que ponen en peligro hasta nuestra vida. En tanto otros ganan a nuestra costa cantidades obscenas.

No somos todos, centenares de miles de personas hemos salido a la calle en toda España, en 57 ciudades, para decir no a esta reforma laboral. A tanta mentira. A tanta injusticia. Rajoy dice que respeta las manifestaciones, pero le traspasan de una oreja hasta la otra en un segundo. La cuarta parte de los españoles le ha votado lo que curiosamente le da una mayoría aplastante de gobierno, no hay más que hablar. Ya veremos. Ostentar la representación de la soberanía popular, obliga a escuchar a la sociedad, y a gobernar para ella, no solo para empresarios varios. Son ellos los que han acabado con el diálogo, los que han provocado la ruptura de la paz social.

No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros:

No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros I
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros II
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros III
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros IV
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros V
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros VI
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros VII
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros VIII
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros IX
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros X
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros XI
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros XII
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros XIII
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros XIV
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros XV


lunes, 13 de febrero de 2012

No somos mercancía en manos de políticos y banqueros XV


Este resumen y los pdfs, me los han pasado de CCOO, y si, sé que algunos pensáis que en los sindicatos nos comemos los niños crudos, y aunque yo mismo soy muy beligerante con la dirección que los dos mayoritarios han tenido los últimos 8 años riéndole las gracietas a ZP incluso cuando no cumplía sus promesas (reforma del mercado de la vivienda, ley del suelo, inversión en I+D+i,...) y también cuando este abrazo el dogma neoliberal sin rechistar, pasándose entre otras cosas la democracia española, la sagrada constitución, la separación de poderes y la decisión legítima de los ciudadanos españoles por la entrepierna de merkel y sarkozy...

Pero aquí tenemos delante, y a partir de hoy y con RETROACTIVIDAD, la reforma laboral pepera. Supongo que alguno, alguna, habrá votado a la derecha. Muy bien.
No me entra en la cabeza lo de votar a los patronos, pero para que sepáis lo que nos quieren hacer, por favor, leerlo y reflexionar.
Con votos cargados de costumbrismo, odio, religión, intolerancia, revanchismo lo que tenemos hoy es la degradación de las condiciones de vida del 90% de la población española. Si, incluido jubilados.
Con el pretexto del alto paro, nos quieren colar, y nos han colado, una vuelta al esclavismo y la servidumbre más rastrera, falaz y retrógrada. Nos dicen que busca facilitar la contratación, y yo digo los cojones. Cómo va a servir para bajar el paro una reforma que en vez de fomentar la contratación, sirve pàra simplificar, ampliar el espectro y disminuir el gasto de un despido. En qué cabeza entra.

O como se explica sino es con ánimo de convertir la vida de los asalariados en un infierno, con consecuencias deleznables en el consumo interno (motor económico de este país) y en la sociedad en general, la ruptura unilateral por parte de lo que se supondría agente conciliador y árbitro, que debería ser el gobierno, en el diálogo entre patronal y sindicatos¿?
Valorar las consecuencias sobre el descuelgue de convenios, o simplemente leeros con atención el convenio vigente al que estáis adscritos en vuestra empresa, vuestra profesión o en los estudios que estáis desarrollando (en este enlace, va el mio) y valorar en qué grado de beneficio, salubridad y calidad de vida se mueve el ambiente en vuestro entorno de trabajo, y las consecuencias sobre él que ha tenido el diálogo social y la firma de convenios con las partes implicadas. Y ahora pensar, como pueden cambiar las condiciones de vida, simplemente cuando un empresario, unilateralmente, adscribiéndose a la reforma laboral vigente cierre el marco jurídico sobre el que desarrolla su actividad y relaciones laborales, y pueda hacer, hablando pronto y mal, lo qué le salga de los cojones.

Por no hablar, de qué si te ausentas del trabajo 9 días, con baja médica en regla y firmada, en 2 meses te puedan despedir.
Lo que quieren es seguir maximizando sus beneficios; cobrar sus subvenciones y dinero público y que seamos los trabajadores y la clase baja (olvidaros eso de que hay clase media, y empezar a pensar en Grecia, como país, coyuntura y también como posición sexual) los que paguemos la factura.
Y ahora como no tienen peseta que devaluar, ni cojones, para plantarle cara al eje franco-alemán, lo que quieren devaluar es la calidad de vida y la vida en si misma de los ciudadanos.
Con recortes sobre educación, sanidad, derechos y deberes sociales, y ahora con una reforma laboral que unido a su programa electoral nos coloca como un estado medieval, con el integrismo religioso exhacerbado y descocado, y en materia de relaciones laborales, en el siglo XIX.

Pues bien, lo dicho: gracias por aguantarme el tostonazo; pero es muy importante leer, pensar, reflexionar y después actuar. No se puede permitir que nos quieran llevar al pasado, para que ellos puedan seguir llevando su tren de vida, y sus corruptelas. Esta Crisis no la pagamos; y de aquí y ahora, se sale con un mundo mejor, más social, justo, igualitario y ético.

Primera valoración del Real Decreto de la reforma laboral.
  1. El Gobierno, pese a sus declaraciones, ha despreciado el diálogo y la concertación social y lo ha hecho tanto por no convocar a las organizaciones sindicales y empresariales para negociar los contenidos de la futura reforma como por instrumentalizar interesadamente el contenido del segundo acuerdo para el empleo y la negociación colectiva suscrito entre los agentes sociales el pasado 25 de enero.
  2. El Gobierno abarata y facilita el despido:
    • Reduce la indemnización de 45 días por año con un limite de 42 mensualidades en el despido improcedente,  a 33 días con un limite de 24 mensualidades en todos los contratos indefinidos.
    • Se modifican las causas de despido para evitar el control judicial.
    • Elimina la autorización administrativa en los despidos colectivos, lo que va a afectar gravemente a las posibilidades de alcanzar acuerdo con indemnizaciones superiores a los veinte días por año.
    • Facilita el despido por absentismo (entre el que se encuentra el debido a enfermedad), al desvincular el del trabajador del nivel del resto de la plantilla.
  3. El Gobierno no reduce las modalidades de contratación indefinida; al contrario crea un nuevo contrato:
    • Contrato indefinido que podrán utilizar el 95% de las empresas españolas. Este contrato podrá extinguirse durante su primer año sin indemnización alguna por la simple voluntad del empresario.
    • Además se empeoran las condiciones de otras dos modalidades de contratación:
    • Contrato para la formación y el aprendizaje. Se desvincula de la formación del trabajador.
    • El contrato a tiempo parcial se modifica para permitir la realización de horas extraordinarias, lo que anima al fraude en la concertación de  sus condiciones y tiene efectos en las cotizaciones y prestaciones sociales.
  4. El Real Decreto afecta gravemente a la negociación colectiva  conduciendo a los trabajadores a la negociación individual de sus condiciones de trabajo:
    • Contempla la inaplicación de los convenios a través del arbitraje obligatorio,  pone fin a la ultraactividad de los convenios colectivos a los dos años de la terminación de su vigencia inicial; individualizando las condiciones laborales de los trabajadores.
    • El convenio de empresa, sea cual sea el número de sus trabajadores, se sitúa sin excepción como preferente respecto al convenio sectorial.
  5. El Gobierno a través de las medidas de flexibilidad interna pretende corregir la dualidad del mercado de trabajo colocando a todos los trabajadores en una situación más desprotegida frente al poder discrecional del empresario:
    • Amplía las posibilidades de movilidad geográfica,
    • Facilita al empresario la posibilidad de modificar unilateralmente jornada, horario y sistema de rendimiento, entre otras condiciones sustanciales de trabajo,
    • Permite, sin autorización administrativa suspender o reducir temporalmente la jornada de trabajo.
  6. Incide en la calidad de los servicios públicos y se facilita el despido de los trabajadores de las Administraciones Públicas:
    • Puestos de trabajo hasta ahora ocupados con contratos laborales podrán ser ocupados por desempleados perceptores de la prestación por desempleo.
    • Se contemplan para los empleados con contrato de trabajo de las Administraciones Públicas las mismas las causas de despido que las establecidas para las empresas privadas.
  7. Introduce diferencias en las posibilidades de empleo de los parados colocando en mejor situación a quienes perciben prestaciones respecto de aquéllos que ya han agotado las mismas. Se hace posible compatibilizar la percepción de desempleo con trabajo y se contemplan incentivos fiscales por la contratación de perceptores de desempleo.
  8. Crea las condiciones para condenar definitivamente a los jóvenes al desempleo y al infraempleo a través de “infrajobs” por la vía de la contratación a tiempo parcial y de un nuevo contrato de aprendizaje desvinculado realmente de la formación.
En conclusión, es una nueva reforma que no sólo no va a crear empleo sino que va a favorecer su destrucción. Una reforma que desprotege todavía más a los trabajadores y trabajadoras y favorece un mayor poder discrecional de los empresarios; que va a condenar definitivamente a los jóvenes al desempleo o a la infracontratación, que penaliza a los desempleados sin prestaciones de desempleo en sus posibilidades de contratación.


No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros:

No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros I
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros II
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No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros XIII
No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros XIV

domingo, 12 de febrero de 2012

No somos mercancía en manos de políticos y banqueros XIV



Si hoy llegará a Hispanistán una nave espacial. O si el día de mañana, dentro de 100 años, nos estudiarán en sociedades mucho más avanzadas de primates superiores. O simplemente en un colegio español de dentro de un siglo, si es que existen, en una clase de historia, sin adoctrinamiento. En cualquiera de los casos mencionados o los que dejo para vuestra imaginación muy díficil, imposible va a resultar explicar lo que esta semana nos ha traído. La vergüenza total e inmediata de ser español. El convencimiento cada minuto que pasa, cada titular que se lee y se oye de estar más cerca del destierro económico que supone la emigración.

El futuro que le queda a esta piel de toro, que siempre tuvo muchos nobles, pero poca nobleza.
Empezábamos con los ecos de que la justicia en este país no es cosa muy seria, es de todo menos justa, esta mediatizada constantemente, y los grandes partidos, con la derecha a la cabeza tiene las manos metida en ella hasta los hombros. Un poco menos que hasta donde llegan sus ansías de corrupción. Que un jurado popular en Valencia haya enoxorado y librado de la cárcel y la inhabilitación a los dos chorizos prevaricadores como Costa y Camps es el reflejo claro de que el problema en este país es mucho más grave que una simple crisis económica. Es la constatación de que todo esta podrido; que efectivamente el caudillo totalitario, la iglesia retrógrada y siempre omnipontente y el nuevo conservadurismo, de carácter económico y social y que responde al nombre de neoliberalismo, van de la mano en la degradación constante de la vida del ser humano de condición española. Al parecer resulta que Camps se cayo dentro de un traje, o así lo constata una sentencia que tira por tierra pruebas comprobadas y validas que hablan de una red de corrupción y tráfico de influencias que salpica a todo el PP, por su parte más poderosa: La autovía que une Madrid con Valencia.

Por el contrario lo que hemos tenido es la inhabilitación y castigo a Garzón, el juez de los derechos humanos, como le están llamando por todo el mundo, precisamente por investigar los chanchullos de los que ahora están en el poder. Lo que valió para los GAL, Filesa o Roldán no ha valido para Camps y el PP; y no sólo eso sino que a través de una denuncia de la ultraderecha ha sido procesado y condenado por un mediatizado y radical de extrema derecha tribunal supremo, denigrando no solo a él, sino a todos, a cualquiera que crea en un sistema de democracia justo y universal. En la justicia y la reparación a todos los que lucharon por la libertad y murieron y yacen en cunetas y tapias de cementerios. Han pasado 80 años y ya para muchos no ha habido justicia social. Tampoco reconocimiento moral, ni siquiera un día de homenaje. Mucho menos seguir los designios de la ONU que ha instado publicamente a España a investigar y perseguir los crimenes fascistas. No lo veréis en ningún medio tradicional. Ni la noticia, ni el hecho.

Y para remtar la semana Reforma Laboral, que venden desde el gobierno y sus altavoces como necesaria e imperiosa, además de útil en la lucha contra el desempleo. Pues bien, me dirán, cómo cojones va a mejorar la situación del desempleo en España, si su único uso y disfrute viene porque facilita, y de una manera salvaje, llevando a la precariedad, la angustia y la provisionalidad a todo proyecto de vida de un trabajador. La reforma laboral la celebran en la CEOE, en las mansiones de banqueros y especuladores y de empresarios esclavistas. Es la constatación de que algunos obreros (demasiados por desgracia) votan a la derecha para hacerse ricos. Y que los ricos votan a la derecha para que los pobres sigamos siendo pobres y ellos hacerse mucho más ricos. Y como tienen el poder...

Nunca una reforma laboral ha provocado un cierre patronal, y si huelgas generales. Y muchas. Y esta no es y no debe ser una excepción. Nos pueden intentar despistar pero ahora lo realmente importante es protestar y parar con la lucha obrera como estandarte un ataque brutal a la economía de la clase baja del país y a las generaciones posteriores, que unido a los recortes en educación, sanidad, ciencia e innovación, igualdad, va a lastrar sin duda, la riqueza y las posibilidades de los futuros españoles. Su empeño por hacernos pagar esta crisis, ya no queda en el banco malo, que elimine la pérdida en la ruleta de las finanzas, sino que además le suma en la degradación de las condiciones de vida, ya muy lastimosas, en los países que sufrieron dictaduras en la segunda mitad del siglo XX (España, Portugal y Grecia) con relación a sus vecinos norte europeos, poniendo el freno a la mejora en todos los estamentos de la ciudadanía. Como no se puede devaluar el euro, la idea vendría a ser devaluar las condiciones de vida de obreros y ciudadanos.

El objetivo es anclarnos a los trabajadores en las condiciones laborales y de vida del Siglo XIX, aderezado con la religión y la inquisición del mejor siglo XVI. La única licencia el deporte.

En las aguas revueltas que vivimos, abundan las mareas de colores, cada una agrupada en una causa: la marea verde por la educación pública, la marea blanca por la sanidad pública, la marea violeta contra los recortes en igualdad, o la marea amarilla de los bibliotecarios.

Pero por desgracia, el color de moda es otro: el negro. Para marea, la marea negra que tiñe comunidades autónomas y ayuntamientos y que amenaza con cubrir de chapapote todo lo público, a base de reducciones presupuestarias y de personal, cierre de servicios, deterioro de la calidad y privatizaciones. Una marea pegajosa que no respeta nada, que ennegrece las líneas que antes eran rojas y se lleva por delante todo aquello que creíamos intocable.

¿En qué momento lo público pasó a ser parte del problema? Porque si no recuerdo mal, en el origen de la crisis no estaba el sector público, ni mucho menos estaban la sanidad o la educación públicas. Antes bien, los problemas presupuestarios de las administraciones no son causa, sino consecuencia de la crisis, debido a la caída de la actividad económica, la consiguiente reducción de ingresos, y el esfuerzo hecho por los estados para rescatar el sector financiero y la economía tras el estallido.

A partir de ahí, los ideólogos del shock han hecho de la necesidad virtud, y están aprovechando la crisis –y el pánico colectivo por la misma- para llevarse por delante un Estado de Bienestar que, en el caso de España, aún no había remontando su retraso histórico cuando ha empezado a ser desguazado.

Por ahora, la defensa de lo público la estamos dejando en manos de sus trabajadores, que sostienen las mareas de colores frente al empuje de la marea negra. Pero lo público es –hay que recordarlo, por obvio que parezca- cosa de todos, no sólo de sus trabajadores. Estos días se suceden las convocatorias de protesta. Esta tarde salen a la calle los trabajadores públicos en Madrid, el sábado la comunidad educativa catalana, y muchos más. La única forma de levantar un dique contra la marea negra es sumarnos todos: padres, alumnos, pacientes, usuarios, ciudadanos.

La situación de España la definió Julio Anguita hace un mes:  
Un yerno sin verguenza 
Un ex-banquero de lehman ministro de economia 
Un ministra de Sanidad, que no se enterba de lo que pasaba en su casa. 
Un ministro de defensa que creaba bombas de racimo. 
Un ministro de Agricultura y medio Ambiente con intereses privados en el mundo del petroleo. 
Todos ellos pertenecientes a un partido que ha sido salpicado por un asunto tan feo como el de filesa (la gurtell). Muchos de ellos de su anterior etapa de Alianza Popular (toma por el cambio). 
Todos ellos jurando ante la biblia y un santo cristo en el 2011. 
No se si España es un pais de chorizos, pero se extraña de que haya pueblos como los vascos/catalanes (por poner un ejemplo ) que se quieran independizar.? 

La crisis mundial iniciada en 2008 ha planteado una disyuntiva clara a todos los gobiernos occidentales: o dejar que se hunda la banca o dejar que se hunda el país. La decisión de todos ellos, fueran de derechas o de “izquierdas”, ha sido salvar a la banca al precio que fuera. Tras su victoria electoral el PP ha dado una nueva vuelta de tuerca en la misma dirección, adoptando de manera inmediata medidas que suponen una reducción brutal del poder adquisitivo de la clase asalariada y haciendo recaer el coste de la crisis sobre el 99% de la ciudadanía, tal como dice la gente indignada de los EEUU.

El prólogo de la regresión social más brutal que, si no lo impedimos en las calles, las plazas y las empresas, habrá conocido este país desde la Guerra Civil, consiste en una batería de recortes calculada en 8.900 millones, que supone amplias reducciones salariales y de personal en la Administración; modificaciones fiscales, con las cuales se pretende recaudar otros 6.200 millones y una actuación múltiple en el sistema financiero, con provisión de 100.000 millones en avales para el sistema bancario y la creación del Banco Malo; una nueva Reforma Laboral está también esperando. Y pretenden inflar una nueva burbuja inmobilaria echándole gasolina a los rescoldos de la gran fiesta que prepararon hace 10 años y que el psoe no quiso rectificar.

Pretenden hacernos pagar la factura de la crisis a todo el mundo, salvo a las grandes fortunas financieras y empresariales que, al modo de los estamentos privilegiados de pasados siglos de la historia, apenas pagan impuestos. Un grupo reducido de banqueros y grandes capitalistas, si no hacemos que cambien las cosas, van a ser los grandes beneficiarios de esta crisis, acrecentando sus fortunas hasta límites insospechados, sin correr riesgos porque papa estado estará con ellos en los malos momentos, y les dejará todos los beneficios en los buenos; convirtiéndose en déspotas políticos, acabando incluso con esta democracia formal y dejándonos al resto en una situación que tendrá poco que envidiar a la de la depauperada y desprotegida clase obrera del siglo XIX.

Ante esta situación, la disposición claudicante de las direcciones sindicales mayoritarias- que ha trascendido en la prensa estos días -a aceptar aumentos salariales inferiores a la subida del IPC, a que las empresas puedan convertir a su antojo contratos fijos en contratos temporales y que los empresarios puedan imponer medidas de precarización suplementarias hace pensar que las direcciones de CCOO y UGT se han situado en una vía suicida ante la debacle social y económica que viviremos en los próximos meses y años. Justo en el momento en que se agudiza la lucha de clases y en la que es fundamental contar con instrumentos potentes para organizar el combate. Por ello, los y las sindicalistas honestas de esas centrales deberían rebelarse contra unas orientaciones que convierten a los grandes sindicatos en cómplices del saqueo que las derechas y la burguesía están orquestando. Al final nos han impuesto una reforma laboral que no fomenta la contratación: Fomenta, ayuda y subvenciona el despido.

La lucha es el único camino posible ante ataques de tal magnitud. Sólo mediante una movilización lo más unitaria posible, intensa y sostenida en el tiempo podemos poner freno a esta barbarie y a la desvergüenza y prepotencia de banqueros y grandes empresarios. Será preciso volver a las calles y a las plazas y también, cueste lo que cueste, extender el movimiento a las fábricas y centros de trabajo; será necesario recurrir a las huelgas y a cualquier forma de lucha que sirva para fortalecer y darle duración a la resistencia. No lo podremos hacer todo en un día, pero hay que decir bien alto y claro ya: ¡Hasta aquí hemos llegado!




No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros:

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Camareros: Necesarios, degradados y precarios. Una experiencia personal

Ahora que ya está aquí el veranito con su calor plomizo, pegajoso y hasta criminal, se llenan las terracitas para tomar unas...