En
la última semana, en la normalidad democrática de España, se ha
procedido al despido de un periodista por un rótulo en una pieza de
información de Televisión Española; se ha llevado a cabo la
encarcelación de un rapero por sus letras de denuncia de la
corrupción real y contra el sistema; dos policías nacionales fuera
de servicio acosan a una chica de 14 años y le pegan una paliza a
ella y a su padre quien salió en defensa de su hija; en las
manifestaciones en contra de esta inviolabilidad policial, la policía
carga con violencia llegando incluso a utilizar munición de postas
causando dos heridos. Ante el fallecimiento de un ex-gal condenado por terrorismo se suceden panegíricos elogiando su vida sin que se atisbe la respuesta judicial por enaltecimiento del terrorismo. Se permite una manifestación nazi en el centro
de Madrid en las que se lanzan soflamas contra “rojos”,
“maricones”, “mujeres” y “judíos” destacando el discurso
de una chica de 18 años (acompañada de varios sacerdotes) que
pasa a recibir una atención mediática como “musa
del falangismo”.
Se llevan a cabo multitud de manifestaciones en favor de la libertad de
expresión y por la excarcelación del rapero Pablo Hásel. La
mayoría de ellas sin incidentes (aunque en casi todas hubo
provocación de elementos de derecha y las fuerzas policiales),
llegando a la violencia provocada por los antidisturbios en Madrid y
Barcelona, que se salda con varios detenidos y heridos, entre ellos
una joven que ha perdido un ojo en la ciudad condal. Por supuesto, la
derecha política y mediática, saca la brocha gorda para imponer su
relato, atacando a la izquierda y dando más valor a un contenedor
quemado que a una mujer gravemente herida por la brutalidad policial.
Todo esto en una semana de normalidad democrática en España. Donde
gobierna, no lo olvidemos, una coalición de izquierdas.
No
voy a cometer el error de no condenar la violencia. Condeno y lucho
contra la violencia. Sobretodo condeno la violencia policial. Esas fuerzas “de seguridad del
estado” que detentan el poder de la violencia institucional y que
carecen de la más mínima ética y sometimiento a las normas cívicas
y democráticas que en teoría nos hemos dado todos.
A
estas horas y éste día seguimos esperando, y podemos esperar
sentados, a una condena de las asociaciones profesionales de los
colectivos de fuerzas de opresión del estado. También podemos
sentarnos y esperar las explicaciones del ministerio de Interior. Y
son improbables no sólo el cese de este señor que nunca debió ser
nombrado Ministro, sino ni siquiera una triste reprobación por el
Congreso. Marlaska es un juez que ocultó y legitimó las torturas en
el País Vasco y con esos antecedentes jamás tendría que tener
ordeno y mando sobre quienes se supone, nos tienen que proteger. Más
si cabe cuando la preocupación de las policías de este estado está
con los contenedores de basura y no con las personas; cuando su
empeño es garantizar el sistema económico por encima de las
libertades civiles de la población, como si un escaparate roto fuera
más grave que una persona silenciada, oprimida y repudiada. Y donde
además, estos elementos a los que damos placa, esposa, porra y
pistola y un sueldo, todo ello pagados con nuestros impuestos en
contra de otras cosas más elementales y necesarias, muestran una sintonía con la extrema derecha que indigna y avergüenza.
Allí y en esas ocasiones no vas a ver a la policía deteniendo, ahostiando, reventando ojos o ni siquiera, multando. Allí verás a agentes, cayetanos, pijos y fachas, compartir risas y fotos, desfilar con rojo y gualda y venerar mutuamente el tardo franquísmo españistaní que les permite a unos y a otros, en conjunción, dedicarse a oprimir a la clase trabajadora y abusar de sus riñones como lacra parasitaria que ambos son.
Ni
el PSOE ni Unidas Podemos, ni desde dentro del Gobierno (donde pasan
semanas sin reparar tropelías y ganar en democracia derogando por
ejemplo leyes lesivas como la Ley Mordaza) ni desde sus grupos
parlamentarios son capaces de poner coto a la sucesión de
acontecimientos que son consecuencias lógicas de la crispación que
el contexto actual (pandemia, crisis económica sistémica de un
capitalismo depredador y sin límites, crisis ecológica, crisis de valores democráticos, éticos y morales y
crisis política de un estado fallido) provoca en la sociedad.
Si
pensamos que sentados en casa, escribiendo en el blog y tuiteando,
vamos a recobrar dignidad y avanzar en mayor democracia y en justicia
social estamos muy equivocados. Nos equivocamos si evocamos con
romanticismo las luchas del pasado, del siglo XIX y del siglo XX,
donde la práctica totalidad de los deberes y derechos civiles se
adquirieron a base de fuego y estopa. Porque no fue un camino de rosas y batucadas
precisamente aquello. La libertad y el modelo de bienestar que no se
extendió más que para un 20% de la población mundial se logró
entre otras cosas por movimientos revolucionarios y contestatarios. Pero sobretodo las conquistas sociales y laborales se lograron a base de esfuerzo, de conciencia e identidad y de tener muy claro que había que revertir el orden institucional, para conseguir un mundo mejor para todas y todos.
Bien organizados y dispuestos a asumir la respuesta a la acción
violenta de cuerpos y fuerzas de seguridad del estado (del estado de las cosas) y fuerzas contrarrevolucionarias. Y también
de unos medios de comunicación al servicio del poder oligarca y
siempre dispuestos a construir un relato que legitime el estado de
las cosas, con todo el dolor e indignidad que nos asola.
No
se ganó en libertad, dignidad y justicia social con palmas, tambores
y lemas cuquis. Fue con huelgas, con desobediencias civiles,
asumiendo costes en dolor, prisiones y multas. Fue con violencia,
incluso con atentados. La sociedad está harta por muchas cuestiones.
Y este hartazgo crece a medida que se ven frustradas las expectativas
de cambio y de mejora de la situación, primero individual, pero
también colectiva.
Hace menos de un mes estuve viendo la serie Antidisturbios. Como he estado en desahucios, huelgas, piquetes y manifestaciones me he visto con ellos. Ya sé cómo funcionan y porque me producen asco y repulsión. La serie me sorprendió por la crudeza y verosimilitud con la que son retratados y además y de propina, y para que todos tengamos claro que no son más que herramientas del poder oligarca y corrupto, son empleados como matones a sueldo que favorecen los chanchullos de las élites.
Frente a la violencia y el discurso que legitima su opresión, nuestro convencimiento, repulsa y lucha. Como dicen los Chikos del Maíz, "Antes como mierda que defiendo vuestra ley"; "Antes pongo el culo en esquinas, que me hago madero".
Aparte de las dudas que dejan los convocantes y sus representantes-bien comidos y bebidos-creo que esta huelga es la de los trabajadores desempleados, trabajadores en activo, votantes del gobierno actual desencantados, profesionales que no han trabajado aún, estudiantes que quieran revindicar su derecho a un trabajo digno. Parece que no faltarían razones para secundarla masívamente.
Como era de esperar, el ejecutivo presidido por Mariano Rajoy no se ha avenido a negociar con las plataformas sindicales mayoritarias una modificación de los elementos más sensibles de la reforma laboral. Dicho esto, tanto UGT como CCOO han cumplido su amenaza y, automáticamente, han procedido a desplegar la herramienta más poderosa con la que cuenta la clase trabajadora ante un conflicto de envergadura nacional: la huelga general.
Pero, precisamente, frente a una normativa en materia de relación laboral tan estridente para con las garantías de los trabajadores por cuenta ajena, cabría hacerse la pregunta sobre si esta medida de presión encaja adecuadamente con el escenario a combatir.
Los resultados de participación y seguimiento obtenidos en la anterior convocatoria nacional, el pasado 29 de septiembre, fueron desastrosos, dejando en evidencia la fragilidad en la relación entre las entidades destinadas a proteger y liderar la defensa de los derechos y garantías de los trabajadores y éstos últimos. Es cierto que siempre ha resultado más complejo plantear un escenario de huelga al PSOE que a la derecha, que la crisis en ese momento había asomado la patita pero con las uñas pintadas… pero el fracaso en las cifras de seguimiento presentaban ese daño estructural desde el lado de los asalariados.
Todo esto, no obstante, queda en agua de borrajas frente al decorado que se vislumbra por estas fechas: las cifras de desempleo no dejan de crecer, la crisis económica ha derivado en crisis social, de confianza en la capacidad propia, así como desesperanza en el futuro inmediato y, para rematar, llega precedido por ese marco legal mencionado, convalidado ayer en el Congreso de los Diputados, que legitima la posición exclusiva de poder por parte del empleador en todas aquellas cuestiones que afecten a una relación que nunca será entre iguales, pero que ahora se consolida como exclusivamente desequilibrada.
Los millones de potenciales trabajadores desempleados secundarán, en su inmensa mayoría, las movilizaciones, lo que a tiro de cámara periodística reproducirá un vacuo éxito en la movilización, pero no hay que olvidar que el objetivo último de una huelga general es detener la productividad de un Estado para forzar negociaciones colectivas y, reforma laboral en mano, el enemigo a batir se convierte, paradójicamente, en el principal disuasor del seguimiento de la convocatoria por aquellos empleados en activo. La huelga existe como derecho constitucional, pero aparece como reminiscencia normativa frente a un acorralamiento absoluto por parte del nuevo escenario.
Todo aquel que se plantee acudir a la cita lo hará aterrado por represalias más que posibles, por estar encabezando la lista de esclavos a empapelar con las orejas de burro del paro.
De igual manera, veinte días de margen para conseguir una movilización eficaz no parecen el plazo más adecuado para conseguirlo.
Precisamente, millones de potenciales secundadores hubieran entendido más conveniente esta celeridad si se hubiera establecido en el transcurso de la aprobación del decreto-ley y, por ende, el conocimiento exacto del contenido, y su convalidación parlamentaria, con el objeto de presionar modificaciones en el trámite que ayer se consagró. Son matices, tal vez excusas, ante un panorama que nos reclama compromiso valiente y enfrentamiento sin ambages, todo con tal de recuperar terreno perdido desde una óptica solidaria y colectiva. En definitiva, hay mil pegas, hay millones de impedimentos, pero hay que decir SÍ a la huelga general.
El 20 de noviembre de 2011, Mariano Rajoy ganaba las elecciones a la presidencia del Gobierno de España. Su partido, el Partido Popular (PP), obtuvo la mayoría absoluta en escaños con un total de 186 (a pesar de que sólo lo votaron el 31% de los españoles llamados a las urnas, cosas de nuestro corrupto sistema electoral). No han pasado ni 4 meses de su llegada al poder y la mayoría de la población española, especialmente la situada ideológicamente en la izquierda, ya está saturada del que sin duda va a ser el mandato más derechista desde el regreso a nuestro país de la pseudodemocracia en 1975. Lo último y más grave: la Reforma laboral.
Hoy, día 8 de marzo del 2012, ha sido aprobada en el Congreso de los Diputados la nueva Reforma laboral del Gobierno. Ésta, ha sido aprobada con el apoyo del PP, de CiU, de UPN y del FAC. La partitocracia funciona así. Una serie de supuestos representantes del pueblo deciden leyes de vital importancia para todos en vez de preguntar directamente al pueblo, como ya propugnaba Jean Jacques Rousseau allá por el siglo XVIII. El resto de formaciones políticas (PSOE, IU, UPyD, PNV, ERC, NABAI, Amaiur, etc.) han votado en contra. La aprobación de esta nueva e injusta Reforma laboral, es la guinda del pastel de las reformas que ha efectuado el "des"Gobierno del PP" desde que lleva en el poder. Tras 7 años y medio de Gobierno del PSOE (vergüenza debería darles llevar en sus siglas la O de obrero), en los que especialmente en la segunda legislatura, se maltrató al trabajador en favor del empresario, ha llegado ahora el PP para culminar el proyecto y hacerlo, además, sin un atisbo de condescendencia con los trabajadores y con un fervor apoyo hacia las medidas neoliberales que se quieren impulsar en toda la UE (medidas que se está demostrando que no sirven ni para generar empleo ni para salir de la crisis, sólo para castigar a los Estados y para enriquecer a unos pocos aún más).
Y es que, desde el poder y sus acólitos medios de comunicación, se nos bombardea diariamente con la necesidad de hacer recortes, con lo negativo del déficit, y con que hay que efectuar reformas que ayuden a los empresarios a crear empleo ante la crisis que nos sacude. Y nos piden a nosotros, el pueblo, que hagamos un esfuerzo. Pues bien, resulta que todo esto es falso. Esta vieja técnica, que se conoce como "Doctrina del shock", busca hacer pensar a la gente que todo va tremendamente mal, para que la población acabe aceptando cualquier cosa. Es decir, privatizaciones baratas a mansalva, reformas laborales injustas, y recortes tremendos a lo público, que es lo de todos. Esto no es nuevo, Margaret Tatcher y Ronald Reegan fueron los primeros gobernantes modernos en aplicarla.
Pero hay infinidad de economistas (por ejemplo Vicenç Navarro) que subrayan que el déficit de un Gobierno no tiene por qué ser malo. Es como si a una familia se le impidiera pedir créditos. Es decir, endeudarse. Sería imposible que dicha familia pudiera emprender nuevos gastos que sobrepasaran sus sueldos, con lo que eso conlleva. Pues éso es lo que quieren hacer los "Mercados" con los Estados soberanos. Los denominados "Mercados" son en realidad las agencias de bolsa, de calificación, las entidades financieras, los lobbys y las empresas multinacionales, que son quienes realmente gobiernan el mundo en la actualidad. Para este poder político, resulta de lo más interesante hacer creer a la población que la culpa de la crisis la han tenido los déficits de los Estados y su modelo de bienestar. Algo totalmente falso. La culpa de la crisis, y en esto coinciden el 90% de los expertos en economía, la han tenido los especuladores financieros y los corredores de la Bolsa. Por supuesto, también son cómplices los gobiernos de la Unión Europea, de los Estados Unidos, de Japón y de otras potencias, que han permitido que los denominados "Mercados" hayan adquirido tantísimo poder hasta el punto de poder chantajear a los gobernantes electos por el pueblo.
Para llevar a cabo su "hazaña", Rajoy ha situado como ministros a una curiosa mezcla de hooligans de la política (como el impresentable de José Ignacio Wert o Arias Cañete), de neoconservadores (con Ana Mato, Ana Pastor o María Dolores de Cospedal como claros ejemplos), de políticos bien vistos por la opinión pública (Gallardón o Soraya Saénz de Santamaría) y, lo más importante, de personajes que en su día estuvieron relacionados con esos "Mercados" que dominan el mundo, como son Luis de Guindos o Cristóbal Montoro. De hecho, el actual Ministro de Economía, De Guindos, fue director de Lehman Brothers, cuya caída es uno de los componentes de esta crisis económica internacional. Con lo cuál, uno puede sospechar sobre de quiénes recibe órdenes el Presidente del Gobierno a la hora de gestionar el país.
Así pues, este gobierno ha efectuado, o tiene en trámite, medidas como la subida del IRPF (suponiendo una de sus grandes mentiras electorales) a todas las capas de la población, la reducción drástica del gasto público (con lo que ello conlleva, especialmente para el funcionariado español), el aumento en la subvención de las corridas de toros (para la tortura sí hay dinero por lo visto, ¿verdad señor Wert?), la aprobación de la llamada Ley Sinde, la retirada del nuevo temario de la oposición de los profesores de secundaria (puteando a 60.000 opositores), la introducción del copago en la justicia (lo cuál habría que ver si no vulnera la Constitución en su artículo que dice que todos los españoles somos iguales ante la justicia), la reforma de la Ley del aborto (que veremos en dónde acaba), recortes en la investigación científica, y por supuesto, la ya nombrada Reforma laboral que convertirá a los trabajadores del Estado Español en casi esclavos.
Por tanto, los próximos meses van a ser duros. Nos quedan, probablemente, casi 4 años de Gobierno del PP (y lo peor es que seguramente la alternativa que elegirá la mayoría será el PSOE), que seguro traerán mucha polémica, mucho populismo barato (se avecina la imposición de la cadena perpetua revisable, casi nada) y muchos recortes en los derechos de los trabajadores. Contra ello, sólo nos queda movilizarnos, protestar, hacernos oír. Hay que intentar informar a la gente de lo que los medios de comunicación capitalistas no cuentan. En definitiva, y a pesar de lo vendidos que están los sindicatos mayoritarios de este país (CCOO y UGT), debemos unirnos en una misma voz que luche por gritar e imponer que otra economía es posible (¿Les suena, por ejemplo, el keynesianismo?), y que las personas somos más importantes que el interés de los "Mercados". Citando una eterna consigna anarquista que vi escrita hace ya mucho tiempo: LA LUCHA NOS DA, LO QUE LA LEY NOS QUITA.
Esto es lo que nos jugamos mañana
Derecho a que te bajen el sueldo. Defiéndelo.
También tienes derecho a que te despidan si tu jefe ha ganado un poquito menos de lo que le gustaría. Esto es importante.
No olvides tu derecho a que tu jefe se pueda saltar el convenio y ofrecerte unas condiciones de trabajo individuales por debajo de los mínimos estipulados en convenio.
Defiende el derecho a que te puedan despedir en cuatro días, a pesar de que hayas decidido trabajar en un día de huelga.
Te corresponde el derecho a que te despidan por la mitad de dinero.
Derecho al trabajo en el día de huelga, los parados que se jodan los otros 364 días del año.
Derecho a pensar que no vamos a conseguir nada con la huelga. Es mejor quedarse quietos y no hacer nada. Aguantaremos con lo que venga y ya está. Es por nuestro bien.
Que nadie te quite la ilusión de heredar la empresa. Estaría bueno.
Tienes derecho a “pasar” de los sindicatos, porque son todos iguales. Lo único que quieren es ganar dinero sin trabajar. Van a lo suyo y son todos unos chupópteros ¡todos! Incluso la CNT, que no tiene liberados, que se gestiona con la cuota de sus afiliados y no cobra un euro del estado. A ti no te la dan.
Tienes derecho a ponerte en lugar del empresario. Cuántos problemas tiene... no como tú, egoísta.
Derecho a que te alarguen la edad de jubilación hasta los 67 años o incluso a los 70, aunque estés para el arrastre. Fundamental.
Derecho a que te suban los años de cotización para que puedas cobrar menos jubilación. Que no te quiten este derecho.
No renuncies al derecho de entregar tu dinero (dinero público) a los bancos, para que se puedan hacer recortes en gastos sociales e infraestructuras. ¿Para qué queremos tantos hospitales o escuelas? Lo primero es la banca, que está sufriendo mucho.
Pero sobre todo, que nadie te quite el derecho a dejar un mundo peor para tus hijos, dilapidando los pocos derechos que nos quedan y que nuestros antepasados conquistaron con sangre, sudor y lágrimas. Que les den por saco, di que sí.
Y un par de lecturas obligadas sobre la huelga de hace año y medio
No hay lugar a la resignación, la lucha nos ha enseñado muchas veces que es el camino, y será la lucha la que nos hará recuperar terreno y hacerles retroceder.
NO SOMOS SUS ESCLAVOS.
¿Los Servicios Mínimos son legales?
Los únicos servicios mínimos legales son aquellos que están publicados en el Boletín Oficial del Estado o en el del Gobierno autonómico que corresponda.
En ese boletín sale mencionado explícitamente el nombre de la empresa y departamento que tiene que hacer un servicio mínimo. El empresario, mediante carta, ha de hacer mención al punto del BOE exacto que justifique el servicio mínimo.
En el sector de Informática o Consultoría es casi imposible que haya cualquier tipo de servicio mínimo. El establecimiento de servicios mínimos fuera de los indicados por el Gobierno se consideran un ataque gravísimo al derecho de Huelga y es denunciable.
Mi Jefe me pregunta si voy a hacer Huelga ¿Tengo que responderle?
NO. El trabajador notifica a su empresa que hace Huelga cuando no va a trabajar. Esta decisión se puede tomar en el último momento y no afecta si antes dijo lo contrario.
Mi Jefe me presiona para que no haga Huelga ¿Qué hago?
El derecho a Huelga es considerado un derecho fundamental de los ciudadanos y, como tal, protegido especialmente por la Constitución.
Si algún jefe o empresario coacciona a un trabajador para que no haga Huelga está cometiendo un delito muy grave. Debe ser parado y denunciado. Ponte en contacto con la Sección Sindical de tu empresa en la que confíes más.
Ese día me toca Guardia ¿tengo que hacerla?
NO. En la Huelga, legalmente, no se realiza ningún tipo de trabajo, sea el habitual o el puntual como una intervención por guardia.
De hecho, uno de los objetivos de una Huelga es que la ausencia de nuestro trabajo tenga consecuencias en sus negocios. ¿No somos tan prescindibles para ellos? ¿No nos tratan como basura o despiden a la primera oportunidad?
Que comprueben cómo de prescindibles son los ’recursos’.
Si tienes móvil o portátil de guardia dáselo a la empresa o simplemente apaga el móvil las 24 horas de la Huelga.
¿Las horas que no trabaje las tengo que recuperar después?
En absoluto.
Y la Huelga ¿Servirá para algo?
Todo lo que hemos conseguido como trabajadores nunca se nos ha regalado. Desde el esclavismo del s.XIX cualquier mejora ha sido arrancada mediante movilizaciones y lucha de los trabajadores en diferentes países.
En todo este tiempo hemos parado también innumerables agresiones mediante nuestra movilización. A veces no es suficiente y no hay garantía asegurada de victoria porque el enemigo es muy poderoso, pero podemos tener algo muy claro: Si no luchamos, nos machacan hoy y nos aplastarán mañana.
La Historia no es sólo un libro, es la evidencia de que luchando recuperamos dignidad y seguridad mientras que no haciendo nada compramos sumisión, miedo y explotación salvaje.
Describir la vergüenza que siento al ver las imágenes de la represión el pasado lunes contra los alumnos del IES Lluis Vives en Valencia, es tarea muy dolorosa. La poca ingenuidad que queda en mi cuerpo ciudadano muere lapidada por el sentimiento de odio hacia las fuerzas de seguridad del estado, que una vez ni protegieron ni cumplen la ley (para no variar volvieron a aparecer sin sus identificaciones personales, tapados con máscara y armados con porras, botas de ácero y escudos) y que en esta ocasión tuvieron a bien cargar contra una manifestación mayoritariamente de adolescentes que reclamaban poder ejercer su derecho a la educación pública en unas condiciones de salubridad y decencia mínimas, como puede suponerse el acudir a un centro con recursos suficientes para pagar la calefacción, y que sus alumnos no se congelen.
Siento una impotencia tremenda, al comprobar una vez más que los que se suponen nos protegen y sirven se dedica a pegar a menores, que únicamente utilizan el recurso a la pataleta, la protesta para conseguir la calefacción en sus aulas. Estos son nuestros policias, ataviados y preparados para el combate, contra los enémigos, como incluso se atreven a llamarnos. Mi experiencia ya ha probado muchas veces que con los malos de verdad, y no me refiero a políticos y ladrones de guante blanco, no tienen tantos cojones.
Pero ahí no acaba la indecencia. Me duele en el alma que haya algunos que se les ocurra vitorear las cargas. Por fortuna son pocos, digamos que con los que he hablado en proporción 50%, Pero choca. ¿En qué mundo viven? ¿Qué valores y de qué clase rigen su voluntad para no ver, criticar y rechazar la violencia del pasado lunes en las calles de Valencia, y sin embargo aplaudirlas como justas y necesarias? O es que soy yo y los que no nos atamos al pensamiento único, los enfermos. Cómo es posible es que apaleados no sólo alumnos, padres, profesores y viandantes que nada tenían que ver con la protesta, sino también periodistas, haya medios de comunicación, de la ultraderecha, que traten de malmeter, desinformar y tergiversar la realidad de lo que aconteció en las calles del centro de Valencia. Por qué permitimos que medios públicos funcionen al servicio del poder dominante. ¿Alguno habéis visto en algún telediario de hoy información sobre el padre de familia parado y sin recursos que se ha quemado a lo bonzo a las puertas de una comisaria en Girona?
No véis que este mundo se va a la mierda. Sólo os preocupa vuestro mini mundo de fútbol, corazón, tv y verbenas, infravivienda y minijobs. No véis la realidad. Esto que ha empezado ya en España, en Valencia, y que ya lleva años en Grecia, o en las calles de los suburbios franceses es la realidad, es el mundo que merece la pena. El de personas, ciudadanos con mayúsculas que sueñan, quieren y luchan por un mundo mejor, en el que usan su libertad, sobretodo para pensar y reaccionar y que por ello son represaliados, ajados y golpeados. Os quejáis de las (supuestas) dictaduras de Cuba o Venezuela, y allí cierto es que no eligen a sus mandatarios. Pero aquí tenemos la ilusión de elegirlos, y en verdad, sufrimos una represión mucho más dura y silenciosa en forma de distracciones. Pero cuando queremos levantar nuestra voz no les importa hacer ruido para mantener su status. Eso es la modélica transición demócrata española, o la europa de los pactos, la moneda única y el neoliberalismo y conservadurismo como religión.
#PrimaveraValenciana lo llaman. Es treding topic mundial. En Valencia hubo un tiempo en el que había dinero para visitas papales, F1, regatas de vela, aeropuertos sin aviones, esculturas, obras faraónicas del tio ese que le pone a todos pinchos, pabellones en cada pueblo, centro de convencciones, AVE en cada pueblo, trajes, bolsos,... robar. Y luego ya para lo que necesitaba el ciudadano. Sus derechos básicos (vivienda, educación, sanidad, servicios sociales, pensiones, ayudas a la dependencia,...) esto era lo último. Ahora sólo queda dinero para robar; y lo siguen haciendo. Y de lo demás pues a recortar. Y allí ha empezado la respuesta violenta por los perros de presa de la clase dominante y al servicio del capital.
Desde que empezó la campaña electoral, no he visto un telediario. Ni escuchado un boletín de la radio. Pero me informo cada vez más y más por canales alternativos, meneame, diagonal, Público,... y cada noticia que leo, cada titular que me asalta me revuelve el estómago, me enfurece y a la vez me entristece. Las aberraciones a la moral y la ética son el pan nuestro de cada día y no contentos con robarnos, mentirnos, estafarnos además quieren que no protesten que nos callemos, geruflexionemos, acatemos y nos distraigamos con otro partido de fútbol.
Y si se te ocurre ejercer de ciudadano real, pensante, y reclamas tus derechos, ejercitas tu libertad, expresas tu deseo de justicia social y un mundo mejor, viene un policia y te pega. Va un policia y pega a unos chavales que sólo han querido calefacción y unas condiciones dignas para poder seguir estudiando en la siempre recortable en dinero y también en progresismo, educación pública. Lo peor es que haya gente, a la que eso no le parezca una aberración.
La constitución dice que la policía debe: "Proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la Seguridad Ciudadana"; soy el único que piensa que las cargas del otro día son anticonstitucionales.
Nunca he esperado que en el cerebro de alguien que acaba siendo policia pase algo digno de mención. Pero es posible que ninguno de los que estaban cargando, entendiera que eso que estaban haciendo, aunque fuera por órdenes, era contravenir su fin como garante de derechos y libertades. Que el uso de la fuerza era totalmente desproporcionado. ¿Y si fueran vuestros hijos, o los de vuestros amigos y familiares?
Y vosotros, ciudadanos, pensad y si queréis dejar un comentario, pero, ¿Este es el país que quiero? ¿Estoy contento/a con esa idea? ¿Me parece bien que la policia pegue a quien defiende sus derechos? ¿Me representa un país con una justicia absolutamente politizada? ¿Por qué el verbo dimitir no se conjuga en este país?
Yo también soy del IES Lluis Vives, solidaridad y compañía, voy a estar en todas las concentraciones que pueda. Gracias Valencia. Gracias alumnos y jóvenes que le han echado bastantes más huevos que 5 millones de parados. Es el momento de tomar partido. La lucha esta planteada. La victoria será de la libertad y la justicia.
Respuesta de los Chikos del Maíz a los diarios ABC y La Razón que habían publicado sendos artículos en los que entre otras cosas se tachaba al grupo Los Chikos del Maíz de pro-etarras, a cuenta de que el grupo actuará en el concierto por la república que organiza el Ayuntamiento de Sevilla. Estas son algunas de las abrumantes afirmaciones de dichos diarios:
Pero hay más. También interpretan textos que atentan contra la dignidad de la mujer, a la que tratan como simple objeto sexual
Las letras de sus canciones, en las que brilla por su ausencia la metáfora, están minadas de referencias en favor de las acciones terroristas. «¿Te emocionó el vuelo de Pedro Duque? A mí el de Carrero Blanco»; «me duele el 11 de septiembre, no por las torres gemelas, por el derrocamiento de Allende»; «terrorismo no es ETA, es Belén Esteban enseñando las tetas»;
Las letras de sus canciones están plagadas de insultos y descalificaciones contra lo que a su juicio representa a los «aparatos ideológicos del estado capitalista». Así, en el tema «Trabajador@s», afirman que «el golpe de Tejero fue un montaje del Rey», «la boda del Príncipe la vieron 25 millones de personas, mientras moría una familia en el estrecho», «Aznar es un asesino», «los curas quieren prohibir los condones mientras meten mano a criaturas» o «cada día se vende mierda en los kioscos, lleva por nombre LA RAZÓN».
En respuesta a tal compendio de absurdeces, Los Chikos del Maíz han publicado el siguiente comunicado (vía Fauna Press y el propio Nega de LCDM):
Comunicado de LOS CHIKOS DEL MAÍZ. 07/04/10
Ante los ataques de la derecha mediática Los Chikos del Maíz manifiestan:
Su estupor y perplejidad ante el titánico esfuerzo de recopilación de datos, declaraciones y análisis en profundidad de nuestras letras, por parte de los inefables periodistas de los diarios ABC y La Razón. (El resto de diarios burgueses se han dedicado a repetir como monos el teletipo de la agencia EFE, sin ni si quiera contrastar la más mínima información, lo cual demuestra el grado de profesionalidad de los mass media españoles, el copia y pega hace estragos).
Nos reconforta pensar en la imagen de un periodista de ABC o La Razón (con su corbata y su gomina cortijera, o su melena de mechas pepera y sus pendientes de perla) bajándose nuestros temas para posteriormente escucharlos en su Ipod o en su potente equipo Hi-fi. Como son periódicos serios, tan serios que no dudan ofrecer especiales a sus lectores en torno a la pasión de nuestro Señor Jesucristo, las mismas fechas en las que en Ginebra se pone en marcha el acelerador de partículas que simula el origen CIENTÍFICO del universo, el derroche de medios y el ejercicio de investigación periodística ha sido verdaderamente encomiable. No deja de ser curioso que no investiguen con tanto afán las informaciones que llegan de Cuba, con dos golpes de clic y contrastando un poco la información, hubieran llegado a la más que obvia conclusión de que Orlando Zapata no era un preso político, sino un preso común que se encontraba entre rejas entre otras cosas, por falsificar moneda y por abrir la cabeza a un vecino con un machete. Sin olvidar que entre sus reivindicaciones «políticas» se encontraba una televisión en la celda y un teléfono móvil, vamos lo habitual en una prisión, pero nos estamos yendo por los cerros de Úbeda.
«Los aparatos ideológicos del estado capitalista» no es ningún concepto que nos hayamos sacado de la manga señores periodistas, es el título de un libro de Louis Althusser, uno de los filósofos más importantes del siglo XX, libro que se puede encontrar en cualquier librería, biblioteca o universidad, cosa que sabrían si leyeran teoría política más a menudo y no los especiales sobre religión sin la menor base empírica que vomitan sus diarios. De la misma forma, que «la boda del Príncipe la vieron 25 millones de personas, mientras moría una familia en el estrecho» es un hecho científico y objetivo y a nosotros nos repulsa por ser inmoral. «Los curas quieren prohibir los condones mientras meten mano a criaturas» es (aunque a ustedes les importe un pimiento e intenten silenciarlo) otro hecho objetivo: entre las archidiócesis de EE.UU, Irlanda y Alemania, suman más de 5.000 casos y denuncias, una cifra aterradora, por tanto que los curas quieran prohibir los condones mientras meten mano a criaturas es otro hecho objetivo, deplorable pero objetivo.
Respecto a ETA hemos manifestado siempre nuestra condena, de hecho en una entrevista, acusamos a la organización de forma rotunda y clara tras el atentado contra el concejal Isaías Carrasco. De la misma forma que condenamos los atentados de ETA, condenamos también la criminalización de las ideas, el cierre de periódicos y la ley de partidos, en esto último creo que no somos tan radicales: hasta el colegio de abogados de Barcelona mostró sus discrepancias ante un atropello tan bochornoso del estado de derecho y las libertades políticas. Es más, hasta Pedro J. Ramírez condenó en su momento el cierre de Egin: “Delinquen las personas no las rotativas”. [El Mundo 19/07/1998] ¿Por qué no acusan a Pedro J de pro etarra?
Nosotros, aborrecemos y condenamos abiertamente la violencia del grupo armado ETA, ustedes que nos critican con tanta ferocidad, ¿condenan de la misma forma 40 años de Franquismo? Ya sabemos la respuesta, el señor Mayor Oreja nos dio una lección de derechos humanos al negarse en rotundo a condenarlo, lo mismo que el Partido Popular en el Parlamento Europeo, qué vergüenza. Claro que no condenar el franquismo no es delito, a diferencia de no condenar los atentados de ETA que sí lo es.
Por último apuntar que el trabajo de investigación periodística no ha sido tan completo como a ustedes les gustaría, ha sido más bien lamentable y no se sostiene se mire por dónde se mire. Es un gravísimo error tildar alegremente a un grupo de música de “proetarras” cuando ese mismo grupo tiene una letra que dice: «Me cago en la Ikurriña y en la Rojigualda», en claro mensaje internacionalista y repudiando todo tipo de banderas y fronteras, curiosos proetarras… Hasta un niño de 14 años sabría que un simpatizante de ETA no cantaría eso en una canción. Pero a ustedes no les pagan por ser profesionales, les pagan por reproducir la ideología dominante y preservar los intereses de los anunciantes. Si son periodistas seguro que en la carrera estudiaron a Harold Laswell, a Paul Lazarsfeld, La escuela de Frankfurt… Les tiene que sonar de algo esto de los anunciantes y la ideología dominante ¿verdad? Resulta que nosotros somos estudiantes de comunicación y periodismo (casualidades de la vida) y según nuestros profesores ustedes han cometido todos y cada uno de los errores y abusos que puede cometer un periodista; tergiversación, manipulación, nulo contraste de fuentes e informaciones… Por eso ni si quiera se han molestado en preguntar directamente a los implicados si dichas acusaciones tan graves, eran fidedignas. Así les va, la prensa escrita se hunde estrepitosamente: el pueblo está harto de vuestras mentiras.