martes, 15 de noviembre de 2016

Amon Amarth: Hordas Vikingas en Madrid

 

Con un sol frio de noviembre nos encaminamos una vez más a Madrid, a La Riviera para disfrutar de un concierto heavy de una de las grandes bandas del Metal europeo.
Desde hacía un par de años mantenía la intención de ver en directo a Amon Amarth y esa era la principal atracción del cartel compuesto en el que Testament hacia de glorioso telonero y Grand Magus de grupo a descubrir.
Trasladarse a Madrid, luchar contra su funesto tráfico y encontrar aparcamiento cerca de La Riviera para estar lo más cerca posible de la sala para el antes y el después de los conciertos. Así tras las cervezas de rigor y costumbre en las inmediaciones de la sala, entramos a las 7 y media, cuando ya prácticamente acababa su actuación Grand Magus, por lo que sólo podemos dejar constancia del buen ambiente que reinaba en la sala y del muy buen metal de estos suecos desgranaban en sus dos últimas muescas del setlist, con esa tan nórdica profesionalidad y dejando un muy buen sabor de boca en base a un sonido redondo de hard rock en su última “Hammer of the North”.
Era el momento de escuchar a Testament y había ganas en el respetable y en mi mismo por paladear de genuino trash metal de los californianos del Bay Arena. La histórica banda de los años 80 siempre se ha mantenido fiel a su estilo y entregado periódicamente gran música, cañera y auténtica para disfrute de una legión de seguidores que en algunos casos no podían comprender esta especie de sorpasso de algunas de las bandas nórdicas surgida a finales de los 90 o principios de la década pasada sobre los otrora inaccesibles bandas de los 80.
Quizás a la salida de La Riviera esa sensación se atenuará visto y sobretodo escuchado la calidad de la exposición de ambos grupos. Ni que decir tiene que Testament puso todo de su parte para hacernos disfrutar del mejor trash. Pero el sonido que se ajusto y padecimos los presentes no le hizo justicia en ningún momento. Las guitarras apenas se escuchaban, salvo al bajar para los solos, y la voz de un siempre enérgico y dispuesto Chuck Billy apenas se hacia audible. Sólo brillaba y de que manera Gene Hoglan a la batería imponiendo ritmo endiablado a cada canción que formó parte del corto, por exigencias de no ser cabezas de cartel, setlist que los californianos mostraron a la audiencia que ya llenaba la sala.
Empezaron con “Brotherhood Of Snake” de su último trabajo para rápidamente ir hacia sus clásicos que hacían salivar a la muchedumbre: “The New Order”, “Disciples of the Watch” y sobretodo una “Into the Pit” que fue en mi opinión la que mejor sonido disfruto con Billy haciendo un air guitar tan inmenso con su pie de micrófono que parecía realmente que había 3 guitarras sobre el escenario.
Eran las 21:18 y sonaba la habitual intro de Amon Amarth mientras cada uno de los miembros de la banda sueca aparecía en acción. El primero de ellos, su última incorporación, el batería Jocke Wallgren que se encaramaba a los mandos de su instrumento sobre un enorme casco de vikingo adornados con dos inmensos cuernos, provocando la ovación del público y quizás también la tradicional inexactitud histórica.
Ovación que iba en aumento hasta la locura con la aparición de Johan Hegg frontman y líder de la banda que en todo momento se mostró atento y hospitalario en el paseo por la mitología nórdica, la historia vikinga y el mejor metal europeo que Amon Amarth nos ofreció durante una hora y media.

 

Al saludo en un rudimentario castellano de Hegg pronto le siguió “The Pursuit of Vikings” que sonó potente, sonó claro y permitió embarcarnos a todas y todos en su drakkar paladeando la mejor música digna del mismo Odín y de su palacio en Valhalla.
As Loke Falls”, “First Kill” y “The Way of Vikings” está última con la representación histórica de un combate entre guerreros vikingos siguieron a la inicial bajo un gran telón que representaba el último álbum de la banda sueca, Jomsviking, excusa para esta nueva gira.
A esas alturas ya era evidente que toda la platea de hordas de vikingos iba a disfrutar de un gran concierto. La voz de Hegg sonaba poderosa y acertada, incluso en sus alocuciones con el público, más numerosas que las habituales que otros grupos nórdicos tienden a expresar, lo que hacía las delicias de algunas damiselas como podía constatar con mi acompañante. En el bajo Ted Lunstron se hacía oír, mientras poderosos riffs melódicos y solos intensos de ambas guitarras de Olavi Mikkonen y Johan Söderberg se disputaban llevar la batuta musical sobre el escenario. Disputa que acabo en empate para regocijo y disfrute de todos los heavys que nos movíamos extasiados, gritando guturalmente cada letra y disfrutando como auténticos Berserkers.
Para ese momento en la bateria Wallgren ya nos había hecho olvidar a Fredrik Andersson. El chileno disipó cualquier duda sobre su demostrada calidad a base de imprimir velocidad y virtuosismo a cada propuesta del setlist de Amon Amarth.
Le siguió “At Dawn's First Light” y el otro clásico de la banda como es “Cry of the Black Birds” que sonó tremenda, no menos que la mejor recibida y coreada hasta el final “Deceiver of the Gods” del anterior y homónimo disco.
On a Sea of Blood” iluminó el escenario de rojo y “Destroyer of the Universe” hizo que desde las primeras hasta las últimas filas no quedará nadie sin botar al son que marcaba los headbangers de la banda. Siguió “Death in Fire” del histórico Versus the World de 2002, y la reciente “One Thousand Burning Arrows” que fue de las que mayor impresión me causó por su in crescendo desde la melodía inicial de la guitarra de Olavi y el crecimiento del melodrama de la trama bajo la voz de Hegg, todo ello mientras los dos vikingos nos apuntaban con sus arcos y flechas amenazantes. Pura, auténtica y magistral muestra de Death Metal Melódico.
De aquí al final no bajo la calidad con la impetuosa “Father of the Wolf”, ni tampoco con “Runes to My Memory” del With Oden On Our Side, para amenazar con el final con una poderosa “War of the Gods” que lógicamente sonaba como hidromiel servido por valquirias.
Volvieron tras unos pocos segundos al escenario para causar más destrozos en nuestras gargantas con una inapelable “Raise Your Horns” que hizó que toda la platea sacará cuernos al son del mejor heavy europeo del momento, para poner al final, broche momentáneo con el clasicazo, “Guardians of Asgaard”.
Por último y tras unos pocos segundos de ausencia, Hegg y los suyos volvían, y éste lo hacia con su Mjolnir, el poderoso martillo de Tor. Y todos ya sabíamos lo que tocaba: “Twillight Of The Thunder Gods”, era el cierre y era el mejor posible dejándonos en todo lo alto, a las puertas del valhalla del metal con el corazón a mil y el sentimiento vikingo a flor de piel.
Amon Amarth, paso por Madrid dejando su inconfundible sello de calidad, mitología e historia vikinga, con un Death Metal Melódico de indudable talento, sonoridad y autenticidad. Sin ninguna duda una noche para el recuerdo, y muchas, muchas ganas de volverlos a ver y disfrutar.

 

miércoles, 9 de noviembre de 2016

Trump presidente

  Los Simpsons, una vez más, profetizando el absurdo de la humanidad

Warren Buffet, el archimillonario dueño de los hiper mercados Walmart, dijo en una ocasión que existía, y existe, la lucha de clases y que de momento, los suyos, los privilegiados, el 1%, pero que en realidad es el 0'001%, la van ganando. Y no le faltaba razón. No le falta razón. La última muestra, la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos ayer funesto martes 8 de noviembre de 2016.
Ansío la lectura de análisis sosegados que expliquen lo acontecido desde un punto de vista académico y riguroso. Se hacen necesarias respuestas sociológicas y políticas, con visceralidad moderada y sin paños calientes ante éste acontecimiento que propone un nuevo giro de tuerca en la presión que la oligarquía infringe a las clases populares. Se va a salir del capitalismo, con más capitalismo y a mi, ahora me apetece y necesito dejar unas líneas sobre mi opinión al respecto.
Donald Trump es un peligro para el sistema pero al a vez es un producto de este mismo sistema. Trump es un privilegiado beneficiado hasta la náusea de la ola de desregularizaciones, globalización exarcebada, contención en el gasto público, hiper financiarización de la economía y superposición de la especulación frente al trabajo efectivo, tanto intelectual como por supuesto manual. El dinero de su candidatura ha venido de ahí, como de ahí viene el dinero de la practica totalidad de candidatos en las primarias de ambos partidos. En esta elección y en las anteriores.
Pero Trump también es un producto de un sistema que cree conveniente y actúa en consecuencia buscando el adormecimiento de la conciencia colectiva y del espíritu de la clase obrera. Cree y consigue nuestra alineación, el desinterés sobre la política de las clases populares. Busca y ejecuta la idiotez griega. Los medios de comunicación financiados con capital han trabajado en esa línea idiotizando a la gente que también tiene lo suyo puesto que ha jugado a ese mismo juego con las cartas marcadas. La socialdemocracia clásica, tanto americana como europea, también vio y en algunos casos sigue viendo dolorosamente, la convivencia de jugar al discurso neoliberal de desmovilizar a las clases trabajadoras y frenar, tanto por vía de la distracción como por vía de la represión, la contestación social a tanta agresión y a tanta indignidad.
Los resultados son los vistos hasta el momento: Auge de los extremismos de derecha. Auge del fascismo, el machismo, la intolerancia, el racismo, la xenofobia. Auge del militarismo y la contestación bélica frente a la diplomacia. Mayor liberalismo económico con mayores normativas laxas, bajadas de impuestos generalizadas hasta lo simbólico para las grandes fortunas. Más permisividad frente a las agresiones al entorno y a la salud tanto individual como colectiva.
Y mientras, la clase trabajadora huérfana de referentes que la representen con practicidad y ejemplaridad. Destrozada en sus aspiraciones, pasos conseguidos y en su influencia como motor de cambio desde el entorno laboral y municipal hasta el global. Una clase obrera desalentada a la hora de su participación en política y cada vez más alejada de las tomas de decisiones. Normal que en cualquier lugar, venga un populista, vomite machaconamente unos lemas trasnochados y arrase.
La lástima y el terror es que Trump también es un peligro para quienes no creemos en el capitalismo. En quienes pensamos, deseamos y trabajamos por un mundo en el que toda la población sin excepciones tenga sus derechos humanos garantizados. Un techo, un sustento, agua y energía. Trabajo. Es un peligro para una red y una cultura libre y de acceso garantizado. Para una información también accesible y veraz. Trump es un peligro para el ecosistema y el ecologismo. Y también para la paz mundial. Lo es para los derechos humanos, para seguir esgrimiendo capitalismo, desprivatizaciones y desregularizaciones para beneficio de especuladores, corruptos, mafiosos y explotadores de toda condición.
No me deja de resultar curioso y a la vez tenebroso que en 8 años hayamos pasado del “Yes, We Can” de Obama a temer lo peor y con razón con Trump. Éste es el legado de aquella ilusión y de una administración que ha tenido mucho de propaganda y poco de políticas activas que despertarán la conciencia de la ciudadanía, tanto a nivel nacional, como mundial en defensa ante las agresiones del capital contra nuestro bienestar, nuestro planeta y contra la ética. Supongo que hay muchas caretas que se siguen cayendo.
2015 era el año de todas las elecciones en #Españistan y le ha seguido un 2016 tremendamente descorazonador en cuanto a resultados en los comicios: Es evidente, se atestigua que el populismo y la extrema derecha supremacista y belicista, pero ante todo neoliberal, avanza y conquista decisiones colectivas que podían haber devuelto dignidad y legitimidad a la democracia y a la lucha por los derechos humanos en el mundo, incluidos los derechos económicos (alimento, vivienda, agua, energía limpia) y el ecologismo. El Brexit, el No al acuerdo de Paz en Colombia, la llegada al poder de la extrema derecha en casi toda Europa y la victoria de Trump convierten a 2016 en un año negro en cuanto al desarrollo de la ilusión por un mundo más civilizado, donde la gente conviva y no se pisoteé. Habrá que seguir luchando para conseguirlo.


sábado, 5 de noviembre de 2016

Ya no soy concejal

Ayer por la mañana, 4 de noviembre de 2016, acudí al Ayuntamiento a hacer efectiva mi renuncia, mi cese como concejal en Santa Marta de Tormes, en el Grupo Municipal de Izquierda Unida – Los Verdes. Lo he hecho, devolviendo mi acta a Izquierda Unida Castilla y León, partido al que pertenezco, con conciencia y honor, y a quien considero pertenece el acta de cargo público, más allá de meros formalismos administrativos.
Hay varios motivos, y tras este párrafo algunos de ellos los desarrollaré algo más. Pero el principal motivo de esta renuncia a la responsabilidad y la ilusión por trabajar, luchar y construir algo bueno para este municipio, es el hartazgo.
Aparte de este hartazgo, sensación psíquica y emocional, existe también una razón física, y no es otra que la necesidad perentoria de “buscarme las habichuelas”. Quiero trabajar y quiero hacerlo también lejos de este municipio y de una provincia, Salamanca, que se va al sumidero a vertiginosa velocidad.
Durante los últimos meses he estado en esa búsqueda, pero prefijándola a mi entorno más habitual con un empeño mayor, como si quisiera hacerlo compatible con la labor a la que me comprometí en marzo de 2015.
Pero eso ya acabó fruto de un hartazgo que estoy seguro se nota en mi rostro, en mis nuevas canas y en mis viejos modales, al no sentirme satisfecho y darme por dolido ante la batería de situaciones que han hecho, que me hacen imposible continuar.
Una buena parte de ellas es encontrarme con la tozuda realidad salmantina que hace casi imposible querer aspirar a un empleo para ganarse la vida y mantener la dignidad. Con excusas de lo más variopinto se han sucedido las ofertas y las semanas, las visitas a empresas y explotadores, ignorantes ellos y ellas que trazando ese camino destrozan el poco porvenir que queda por estas tierras.
Para mí, casi se ha hecho ya imposible continuar con mi vida en Santa Marta. Sin un sueldo, sin la rutina del trabajo. Con la escasa retribución por la función de representante político, claramente insuficiente.
Insuficiente porque hasta que no llegas a entrar en el Ayuntamiento y comienzas a trabajar para tratar de conseguir tus objetivos políticos por el bien común, no comprendes la tarea enorme que es, debido al tamaño del Ayuntamiento mismo, con multitud de servicios y funciones despojadas del interés general, en empresas y concesiones privadas, que hay que rastrear y perseguir, frente a otros grupos, concejales, funcionarios y empresas, empeñadas en dificultar tu labor. Deberías dedicarte a tiempo completo ante asuntos como urbanismo, empleo, economía, función pública, todas ellas de tamaño colosal y llenas de polémica por esa forma de gobernar y gestionar “lo de todos para unos pocos, y sin el pueblo”, y que de momento, no os guste o no, y a mi particularmente me asquea, es la opción preferida por la plebe.
Así se confirma algo que sospechaba. Y es que para un trabajador, un asalariado, un ciudadano o ciudadana normal, sin padrinos, ni madrinas. Sin herencias. Sin pensiones o plazas fijas de la administración se hace imposible compatibilizar el trabajo, y el derecho, de representante municipal con una vida normal. Algo que sólo, con unos pocos meses de experiencia en la gestión de esas tres agendas, personal, política y laboral, he podido constatar.
Lo cierto, es que desde la izquierda en numerosas ocasiones hemos oído y hemos criticado a los “políticos profesionales”. No falta razón, porque sin transparencia, sin limitación de cargos y sin una ley que persiga y castigue las corrupciones, nepotismos y prevaricaciones estos profesionales de la política han favorecido el estado de las cosas de este país que se desangra.
Pero por otro lado, están los “políticos por hobby”, aquellos y aquellas que van a pasearse al Ayuntamiento a cumplir como autómatas su función y escurrir el bulto en cuanto se puede. A pasar la mañana. Y después a percibir automáticamente la asignación que se considere. Tan doloroso es lo primero, como lacerante lo segundo. En cualquiera de los dos casos, me sentiría miserable porque ni quiero pertenecer a una casta endogámica, ni tampoco pervertir la función democrática y la representación.
Que no le quepa duda a nadie, que podía, perfectamente, desde mi nuevo destino y gracias a Internet gestionar todo lo que haga referencia a mi partido y el Ayuntamiento. Los compañeros de Izquierda Unida y algunos funcionarios me facilitarían mi labor. Pero ese no es mi estilo. Ni tampoco mi objetivo.
Eso se lo dejo a los tránsfugas, los cuneros, a los sindicalistas de derechas y los bocineros de púlpito. A quienes adoran las medallas y las fotografías. Quienes detestan el pueblo llano y ansían volver a la época de los estamentos.
Desde el primer momento he tenido claro que me verían por las calles. Y así, hasta ahora lo he hecho, con mayor o menor éxito y con más y con menos ganas y apetencias. Porque el hartazgo apareció, y lejos de marcharse, aumentó.
Pero ahora, como digo, necesito escapar de esta realidad, de un entorno opresivo y de funciones que lejos de darme felicidad, me la roban a dentelladas.
Y es que, como digo, estoy harto:
  • Harto, de luchar por una quimera. Por una utopía que los años de la política de tierra quemada del PP van a legar a este municipio. Un pueblo que tiene su futuro comprometido y oscurecido por la administración interesada del PP y de quienes han necesitado para su lesiva para el interés general, gestión.
  • Harto de trabajar por la gente, pero sin la gente. Cansado de proponer encuentros, charlas y debates entre concejales y ciudadanos y/o asociaciones. De plantear situaciones que empoderen y promuevan la participación ciudadana. Y encontrarse continuamente frente a sillas vacías.
  • Harto de una asamblea, cuya militancia ni está, ni se le espera. De nada sirve todo el trabajo, si los tuyos propios no te apoyan aunque sea de forma simbólica. He dedicado muchas horas a facilitar toda la información a la gente que pertenece a nuestra agrupación y nos hemos encontrado las más de las veces solos. Cuando más tenia y podía la militancia que aportar y descargarnos de tareas. Ahora que podíamos trabajar también en enseñar y acompañar a los militantes, es cuando menos respuesta propia obtenemos. Es descorazonador. Esto quita el sentido y las ganas a cualquier empeño en la lucha.
  • Harto de esta democracia por delegación, de quienes te interpelan sólo para que les resuelvan su problema individual. Y que después “si te he visto no me acuerdo”. Un ombliguismo. Un individualismo contra el que no estamos sabiendo luchar.
  • Harto de tener que luchar para mantener la lealtad. A personas. A grupos de ellas. A asambleas. A un partido. Interpretando las segundas intenciones de cada contendiente. Y yo en medio de todos los charcos.
  • Harto de un compromiso artificial, que no me satisface. Que me enfada y me enfanga. Que se ha empeñado en frenar mi vida y lastrar mis necesidades.
Para rematar, mi partido, Izquierda Unida, se difumina y diluye. Siendo los militantes de base, aunque representemos pequeños cargos políticos, mercancía en la mesa de negociación de las élites que buscan el empotramiento en Podemos, sin importar siquiera el legado de todos estos años; dejando de lado una ideología que dolorosamente se muestra y demuestra como necesaria, certera y única herramienta de cambio revolucionario para recuperar dignidad, bienestar y libertad para la totalidad de la población.
Por todas estas razones decidí en su momento dimitir, y en las dos últimas semanas se ha precipitado la decisión, lo primero de todo, porque necesito, otra vez en mi vida, retomar las riendas de la misma y dirigirla a un destino en el que me sienta feliz, identificado, útil y valorado.
Pero aquí, desde luego, no terminará mi participación política, mi activación social. Son inherentes a mi persona, y donde vaya estaré en vanguardia luchando por un mundo mejor. Un país con futuro. Una sociedad con dignidad.
Perteneceré y seguiré promoviendo movimientos. Desde el sindicalismo, el ecologismo, el asociacionismo y la defensa de los servicios públicos y derechos humanos y especialmente en nuestro rol de consumidores.
Mi ideología está clara. Y pertenece a un tablero en el que con los movimientos tectónicos continuarán agrandándose tratando de dar respuesta y sostén a las legítimas necesidades e ilusiones de los desfavorecidos. De la clase trabajadora, verdadero motor histórico de cambio y progreso.
Siempre Republicano, Ateo, Anti capitalista, Anti belicista, Anti fascista, y pro humano.


miércoles, 2 de noviembre de 2016

Se cerró la ventana de oportunidad



El pasado sábado Rajoy obtenía una pírrica mayoría parlamentaria para ser reelegido como Presidente y formar Gobierno, poniendo así fin a un año de tiempo añadido, gobierno y presidente en funciones. Lo hacía con el apoyo, indisimulado ya como siempre, de Ciudadanos y la abstención del PSOE, en un nuevo capítulo de su crisis interna, síntoma de la crisis del sistema. En contra el resto del arco parlamentario y sobretodo de millares de ciudadanos y ciudadanas que volvieron a Rodear el Congreso ante tanta indignidad y protesta por este golpe a la democracia perpetrado por las élites oligárquicas y los poderes fácticos del estado español.
Con ello se cerró la ventana de oportunidad para el cambio revolucionario que este país y sus clases populares ansiábamos y luchamos por ello.
La inmodélica transición legó un estado con graves deficiencias en democracia debido al poder que las fuerzas reaccionarias conservaban de la dictadura fascista. Esa presión hizo imposible dotar de mayor empaque a la estructura democrática a la que España aspiraba. Así tenemos hoy un estado dolorosamente centralista, sin una separación de poderes efectiva, con una monarquía repugnante como regente del país, un ejército claramente diocechista, fascista en sus mandos y sólo interesado en dilapidar dinero público en armamento, para beneficio propio. Una justicia alejada de unos ratios mínimante aceptables. Y todo ello con una corrupción e inmoralidad instaladas en el cuerpo del estado, porque quien no tiene miedo al castigo opera con absoluta tranquilidad, alevosía e impunidad.
La Gran Recesión de 2007 ha traído un enorme problema social, que hoy todavía lejos de recuperarse se continúa agravando. Si las políticas neoliberales impuestas por Reino Unido y Estados Unidos en los 80 y seguidos con ferviente convicción por no pocos estados europeos, entre ellos España en los 90, fueron la principal causa de esta crisis, perdón estafa, la adopción de esas mismas políticas como solución ha ahondado y profundamente en las brechas entre las clases sociales, prácticamente volviendo a instalar los estamentos en nuestra sociedad.
Los gobiernos, socialista de Zapatero y el “popular” de Rajoy han provocado un descenso vertiginoso en el bienestar de los ciudadanos e instalado la indignidad en el corpus político nacional. De propina Rajoy ha agudizado el problema territorial de este país compuesto por varias nacionalidades, volviendo a la centralización del estado y mostrándose como vehemente y amenazante ante las expresiones de soberanía y legitimidad que las naciones-estado de la periferia han mostrado.
Frente a este estado de las cosas. Frente a este avance en la indignidad de las personas, sus sentimientos, derechos, libertades y bienestar, la sociedad civil se hartó y decidió empoderarse y unirse en la lucha por la superviviencia y la dignidad. Fue el 15M, y constituyo un bloque de fuerzas sociales que de manera horizontal y mediante presencia en las calles trataba de proponer un modelo revolucionario buscando una alternativa por una España más justa, anti neoliberal, anti fascista, anti estado-uni nacional. Más democrática en definitiva. En frente el estado central, que percibimos como corrupto, intransigente, opresivo, insensible, hostil, profundamente anti democrático y tremendamente neo liberal.
La movilización fue en auge y se formó un nuevo partido político, Podemos, que ha servido más como válvula de escape de la indignación que como herramienta de cambio, toda vez, que articulado la nueva opción política, y entrando esta y sus dirigentes en las instituciones aminoró la presión social planteando, equivocados ellos y dolientes los demás, el trabajo institucional como único sector de trabajo con el fin de cambiar la realidad de este país.

Tras todo ese ilusionante período y evolución se llegó a las elecciones generales del pasado 20 de diciembre, con la oportunidad de articular una mayoría democrática capaz de cambiar el actual estado de las cosas y proponer políticas en las que el hombre y la mujer sean el centro de la acción política, así como su bienestar y dignidad.
Quizás las expectativas tanto ante esas elecciones como antes en el 15M eran muy grandes. Ha habido errores en todo este tiempo por todos quienes proponemos un modelo de izquierdas fuerte y una economía al servicio de las personas. El mayor de ellos frenar la movilización social durante los últimos 2 años y medio (exceptuando la Movilización contra el machismo y la violencia machista de noviembre del año pasado).
Pero lo cierto es que ese objetivo de asaltar el poder y abrir un proceso revolucionario y constitucional se ha frenado.
Rajoy sobrevive de nuevo bajo la táctica del percebe, agarrado a la roca y liderando a un Partido Popular que lejos de descalabrarse en las elecciones y en los juzgados por su horrenda e intrínseca corrupción se ve ahora reforzado, vivito y combatiente por dejar las cosas como están y exprimir a la clase trabajadora hasta la extenuación para el beneficio de las oligarquías.
No nos engañemos. Obviamente la crisis del régimen tardo-franquista españistaní no ha acabado. Hasta ahora se ha defendido como gato panza arriba afilando sus uñas y lanzando zarpazos cada vez más viscerales y lacerantes como puedan ser sus medios de disuasión vendidos al capital o legislaciones de blanco y negro como puedan ser la Ley Mordaza, la LOMCE. También, posee, domina y usa los jueces, para dictar sentencias a gusto del poderoso con un Tribunal Constitucional y un Tribunal Supremo plagado de hombres de partido, tomando partido.
Sin embargo, la podredumbre y la indignidad ya ataca los cimientos de este estado de las cosas y han tenido mal que bien ir sacrificando elementos concretos para parar lo que en su momento era un espíritu en las calles, una revolución en marcha.
Cambiaron al viejo rey, por uno más nuevo, más actualizado y presuntamente con mejor prensa, pero lo cierto es que pese a las toneladas de papel empleado la imagen de la Casa Real sigue por los suelos y la cuestión de la Jefatura de Estado, cada vez tiene más debate y más voces en contra de la monarquía.
Y ahora han tenido que sacrificar a uno de los polos del bipartidismo para seguir manejando el cotarro y seguir tratando de sacarnos del agujero cavando más profundo. Esperando a que el capitalismo de amiguetes que hoy en día es la economía mundial, genere otra nueva burbuja crediticia, que pagará la siguiente generación, el sistema ha inmolado al PSOE y cualquier posibilidad de una alianza post-electoral para dotar a España de gobierno progresista, abandonar la suicida política de austeridad impuesta por una Europa cobarde y antisocial y volver a poner las instituciones, la democracia, al servicio del bienestar común. De paso también se elimina la posibilidad de un proceso constituyente que se necesita como el respirar.
Seguimos siguiendo el guión establecido en Grecia, y el PSOE sigue a pies juntillas el destino del PSOK su partido hermano griego. Ahora con la abstención del pasado sábado en el Congreso (y la apertura de expediente a quienes mantuvieron el No a Rajoy) se ha consagrado una de las mayores traiciones en democracia por no hablar de una falta a un compromiso electoral más lacerante de la historia europea.
La crisis del sistema anti social, anti humano que nos han impuesto sigue vigente. Pero hemos perdido la oportunidad, por fallos, por egoísmos y por lecturas erróneas, para abrir ya el proceso constituyente que necesitamos y comenzar a cambiar el estado de las cosas para volver a poner a la economía al servicio de las personas y no al revés.
Pero sobretodo si hoy no existe esa posibilidad y no tenemos un gobierno de izquierdas es la oposición de la estructura clásica y rancia, el poder económico, financiero, mediático y político que ha trabajado incansable y en la sombra y a la luz cuando ha hecho falta, para que el PSOE no se sentará a crear un gobierno alternativo junto a Unidos Podemos, y otras fuerzas de la izquierda, y que hubiera iniciado los cambios necesarios (aumento del gasto social, fin de la austeridad, fortalecimiento del sector público, búsqueda del pleno empleo no a base de reducir salarios y aplicar precariedad, sino en base a buen empleo y al conocimiento, con políticas de redistribución de los medios de producción y las rentas y por supuesto una regeneración democrática total).
La emergencia social así como la retahíla de problemas que todos conocemos ya no pueden esperar más, y sin embargo tendrán que esperar no se sabe hasta cuanto.
Ahora toca seguir luchando. Volver a las calles. Continuar informando y despertando conciencias de que esto no puede seguir así y que tenemos el deber, la posibilidad y las responsabilidad de luchar por cambiarlo. Toca el tiempo de reflexionar pero de seguir activos para volver a generar la ventana de oportunidad lo antes posible, por el cambio es necesario y es inaplazable.
El problema es saber cuando volveremos a estar en situación de que el pueblo pueda empoderarse definitivamente. Como decía más arriba el PP, heredero del franquismo, servicial perro de los amos, convencido y agresivo neoliberal sobrevive y adquiere la legitimidad de la ignominia, la corrupción y el asalto a la democracia de los poderes fácticos para tratar de adormecernos y hacer del abuso su uso y de nuestros derechos y libertades su capital.
Lo único que hemos conseguido es que se quiten las máscaras y nos confirmen lo que ya sabíamos: Que poderes ocultos, los mercados, los grandes oligarcas, los poderes financieros, el capital y los poderes fácticos de siempre, como la iglesia católica, confabulan y trabajar para seguir oprimiendo al hombre y la mujer, a su libertad y a su dignidad. Explotándonos, a nosotros y al medio ambiente para un único fin: Mantener y aumentar su estatus.


miércoles, 5 de octubre de 2016

El PSOE y su sábado de los cuchillos largos

No era mi intención actualizar esta bitácora con una entrada como la que tienes delante de ti. Estoy preparando un texto mucho más enriquecedor y sorprendente. Pero la deriva de los acontecimientos políticos y sociales de #Españistan me han obligado a expresarme y dejar unas líneas para quien las quiera leer sobre la situación del PSOE que no puede definirse de otra forma que no sea como crisis.
Crisis del PSOE, como síntoma y a la vez consecuencia de la crisis del sistema. Crisis del PSOE, consecuencia del estallido de las burbujas financieras como estafa que no supo gestionar desde el poder. Crisis del PSOE idéntica a la crisis de legitimidad de la socialdemocracia europea. Y crisis del PSOE eslabón último (hasta el momento) de la crisis del Régimen del 78, del estado de las cosas en el tardo-franquismo español.
Las elecciones generales del 26 de junio abrían, como vaticiné en aquel momento, un escenario en el que sería el PSOE el actor que decidiera el destino político del país.
La encrucijada para el PSOE era:
  • O permitir el gobierno del PP, con su abstención.
  • O sumarse a una gran coalición españolista junto al PP y Ciudadadanos.
En ambos casos, supondría el final del PSOE puesto abandonaría de facto todo discurso social (socialdemócrata) y cualquier impetú por buscar la federalidad del estado para solucionar los problemas identitarios de las regiones-nación del estado español. En todo caso se procedería a la fagocitación desde la derecha de su mensaje, y por lo tanto, en un futuro de una parte de su electorado, mientras la gran mayoría del mismo, huiría a otras opciones que podían pasar por Unidos Podemos, o la abstención.
  • La tercera opción era (y a estas horas todavía es) buscar un gobierno alternativo de izquierdas. Con un proceso de negociación entre el PSOE, Unidos Podemos, las confluencias, y sí, los nacionalistas.
Desde luego una alternativa real y posible, necesaria para el país y que se presentaba (también en diciembre) como una oportunidad para articular un calendario y un proceso constitutivo que dé a este país un clima de mayor armonía y respeto. Y por supuesto, la única manera de poder articular políticas que pongan de nuevo al ciudadano, hombre y mujer, en el centro del debate para mejorar su bienestar. Construir una economía al servicio de las personas. Garantías de sostenibilidad y recuperación de medio ambiente. Crear un sistema político, con real separación de poderes, con una justicia independiente capaz de poner coto a la corrupción y la inmoralidad que campean a sus anchas por el estado español.
En definitiva, una mayoría de izquierdas, con una política revolucionaria (lógicamente con matices puesto que le precedería un proceso de negociación) que pudiera cambiar a mejor, nuestro país.
Antes de que me etiquetéis en una corriente u otra de mi partido, Izquierda Unida, digo que está es la única alternativa medianamente asumible para evitar las terceras elecciones y sobretodo, una mayoría del PP que siga esquilmando el país, laminando el tejido social y contaminando con amoralidad y corrupción cada aspecto del estado.


Pero bien, centrémonos en lo sucedido.
Pedro Sánchez ha ido cosechando, como Secretario General del PSOE y candidato socialista a la presidencia del Gobierno, mínimos históricos en las distintas elecciones celebradas en estos dos últimos años, con un “sorpasso” ya por fin, en las autonómicas de Galicia y Euskadi, del pasado 25 de septiembre.
El acontecimiento de que la izquierda alternativa sobrepase por la izquierda al PSOE fue ya la espoleta definitiva para que desde Andalucía, Susana Díaz saltará Despeñaperros para controlar definitivamente el partido sin cortinas. Para ello empleo la maniobra de boicotear el trabajo de la dirección federal, precipitando un congreso de los cuchillos largos que el pasado sábado terminaba con la Dimisión de Pedro Sánchez, tras perder una votación por el procedimiento a seguir para reivindicar su liderazgo al frente del partido.
Ni que decir tiene que todo este espectáculo bochornoso, televisado y retuiteado hasta la saciedad ha dañado profundamente la imagen de un partido que difícilmente se quitará el estigma del Juego de Tronos empleado para controlarlo. La calle Ferraz llena de periodistas, militantes y simpatizantes, de una u otra facción, y con cargos del partido grabando y filmando a escondidas a “sus” compañeros y compañeras para luego filtrarlo a la prensa de derechas ávida de carnaza es un escenario que hace imposible mostrar al PSOE como una entidad seria para gestionar cualquier administración. Ni el corto plazo (donde ya se están revisando acuerdos de gobernabilidad en las regiones que con coalición preside el partido socialista), ni el medio, y mucho me temo, que tampoco en el largo plazo.
Pero no voy a comentar más este espectáculo, que en principio ni me va, ni me viene. Es más, todo parece que podemos estar más cerca de conseguir esa ansiada y necesaria mayoría social de izquierda alternativa (en las urnas, porque en las calles es otra cosa) para tratar de cambiar este país y luchar contra tanto fascismo y tanto ultra liberalismo.
Lo que quiero destacar es el hecho, la excusa que se ha buscado para cortar la cabeza a Pedro Sánchez, asaltar el poder del PSOE, y retransmitirlo todo como si fuera Game of Thornes o House of Cards, pero quedándose en un rancio y cutre, Cine de Barrio.
El NO de Pedro Sánchez a Rajoy, al PP y sus políticas corruptas u homicidas, han precipitado el cese de Sánchez y el control de facto de Susana Díaz del PSOE. En principio, y con todas las presiones vertidas por personajes tan propicios a la vergüenza ajena, como Felipe González, se trataría de otorgar el gobierno a Rajoy (quien ya se ha apresurado a decir, bueno él no que está entretenido con el fútbol, sus secuaces de que exigirán que les aprueben incluso presupuestos), quedándose el PSOE como líder de la oposición, en aras de la estabilidad, la gobernabilidad y para evitar la parálisis del estado.
Aquí es donde a mi humilde cabeza se amontonan las preguntas:
  • ¿Cómo es posible oponerse a algo cuando con tu acción o inacción has permitido que consigan el poder?
  • ¿Cómo es posible que se presione, se chantajeé y al final se acepte la abstención, sin un mínimo de negociación? Sin unos cuantos compromisos adquiridos en pos de “esa gobernabilidad del estado” que tanto proclaman y que bien podían haber ido por echar a los corruptos del poder (como por ejemplo Rita Barbera, se me ocurre) o articular escenarios para aumentar la contratación de personal en el estado; o para buscar ese manido “Pacto de Estado por la Educación”...
NO, por contra lo que tenemos es la claudicación, y parece que también de toda la socialdemocracia para con el fascismo y el ultra liberalismo. Para con una forma de hacer política que aleja eso mismo, la política y la toma de las decisiones de los ciudadanos. Todo en favor de las multinacionales, las oligarquías, los criminales.
El PP ganó las elecciones. Las dos. Y sin embargo, la ciudadanía española, en su mayoría se ha expresado, pese al hartazgo, negándose a las mayorías absolutistas. Emplazando a los contendientes a la negociación y el trabajo de consenso. De cesión y colaboración para proponer alternativas que solucionen los tremendos y sistémicos problemas que tiene la sociedad española en todos sus estamentos. Y sin embargo, no ha obtenido nada de eso, en éste casi un año que llevamos desde las elecciones generales del 20 de diciembre.
No ha habido ni un sólo acercamiento, por parte del PP para habilitar una mayoría parlamentaria, porque supondría de facto la expulsión de todos los contaminados por corrupción. Sin embargo, las oligarquías a través de los medios de comunicación del capital han sabido encontrar la tecla para presionar por sus intereses a un partido político que legítimamente obtuvo la segunda posición en los últimos comicios. Apretando y sacando a sus más viles cuervos, han logrado el desangrado de un PSOE que ha claudicado víctima de el cainismo interno, del retroceso que la social democracia sufre en Europa por sus políticas económicas de centro-derecha y, como les pasa a todos los partidos de izquierda hoy en día, por la escasísima movilización social a la que también había contribuido adormeciéndola.
Por todo esto, por esta falta de mensaje alternativo. Está rendición somera, auguro un futuro negro al PSOE, que está más cerca de la disolución que de volver a postularse como una opción política sería y legítima, con unas mínimas posibilidades de influir en la política a un nivel similar del expuesto en estos últimos 5 años.
Frente a éste escenario, una vez más, se hace necesaria la lucha, la concienciación de la sociedad, desde posiciones de izquierda, anti fascista, anti capitalista y anti belicista que puedan devolver el poder y la soberanía a las gentes para que esta pueda trazar su futuro y su bienestear.
 

miércoles, 24 de agosto de 2016

Juegos Olímpicos de Río 2016: Analicemos la situación del deporte olímpico en #Españistan

Imagen extraída de el-nacional.com.

Acabados los Juegos Olímpicos de Río 2016 es el momento de dejar escrito algunas de las sensaciones que durante estos 15 días, sentado en el sofá, alimentado a base de ganchitos y bebiendo cerveza frente a la televisión pública y con el twitter de la mano he ido experimentando.
Unos Juegos que venían con un amplío halo de polémica y dificultades, por el lugar elegido por la empresa COI S.A., donde los fiascos en la preparación, los abusos sobre los voluntarios y la situación política de un país inmerso en una grave crisis económica, en la que no han ayudado los fastos de este evento y el Mundial de fútbol 2014 , social porque se ha ampliado la brecha en el bienestar de la sociedad brasileña donde cada vez la minoría del 1% (blanca) tiene más recursos frente a las mayorías (mulata e indígena) lo cual ha traído severos epísodios de inseguridad ciudadana. Y por último una crisis política, donde la tradicional derecha de ese 1% y aupada, una vez más, por Estados Unidos y Europa ha conquistado el poder tras un nuevo Golpe de Estado, cambiando las manos del pueblo brasileño por las garras financieras de Occidente en los recursos energéticos del país.
Centrándonos en lo más puro de los JJOO, los que ya me conocéis sabéis que soy un aficionado al deporte total, tanto en la práctica como en el seguimiento, durante toda la Olimpiada y que siempre contemplo mi agenda ajustándola para el visionado. Baloncesto, rugby, balonmano, atletismo, ciclismo, gimnasia artística, natación, badminton, remo, piragüismo y los más alejados para mi judo, taekwondo, waterpolo, hockey, halterofilia, la rítmica, sincronizada, saltos...
Seguimiento de los deportistas españoles y de las disciplinas donde tenía un gran interés, siempre a través de RTVE quien ha llevado, parece ser por última vez, la experiencia de difusión y transmisión del acontecimiento olímpico, ya que es probable que las cadenas de pago adquieran los paquetes de producción para España de los siguientes Juegos Olímpicos.
Una vez más serán los Juegos Olímpicos de Bolt (tri-campeón olímpico del 100, 200 y 4x100 con el relevo jamaicano). Pero también lo serán de Michael Phelps que llegó hasta las 28 medallas olímpicas en su carrera deportiva completando un ciclo de retiro y redención. También van a ser los JJOO de Simone Biles y del equipo femenino de gimnasia artística americano que dominó la competición.
Uchimura renovó su titulo olímpico en el concurso individual por aparatos. Los Browlee dominaron con mano de hierro el triatlon masculino. La selección de USA Basketball mantuvo el cetro de poder en ambas categorías, y por fin Francia, cedió el suyo en el balonmano masculino. No así lo hizo Andy Murray que revalidó el Oro en tenis de Londres y compartió galardón con Monica Puig que dando sorpresa tras sorpresa ganó el Oro en el cuadro femenino otorgando al deporte femenino puertorriqueño la primera medalla de su historia.
Podía seguir así relatando párrafo tras párrafo los resultados y sensaciones deportivas que me han dejado estos 15 días de competición, pero aquí dejo un enlace a todos los resultados deportivos de los Juegos Olímpicos Río 2016.
También tenemos relatos sobre como han sido los Juegos en general, y en el caso de la actuación española, en particular, para gusto del consumidor. O virados hacia la opinión de los jerifaltes del COE o el Ministerio de que esto ha sido un éxito (alucinante e impresentable el Ministro en su alocución en la tv pública) o más criticos desde un punto de vista deportivo. Sin embargo, lo que me apetece hacer en este momento es valorar los resultados de la representación española, y como los recortes neoliberales del gobierno del PP que siguieron a la estafa bancaria, han mediatizado su rendimiento.
También voy a tocar el tema del periodismo deportivo, que realmente me apasiona, justo en un momento y un lugar, España, en el que los medios tradicionales llevan enfrascados en la infoxicación continúa del fútbol profesional, sobretodo de Real Madrid y Barcelona, robando espacios de expresión, interés y seguimiento no sólo a otros clubes, sino también a otras disciplinas deportivas.
Máxima exigencia y total presión durante 15 días cada 4 años
Éste es el lema que como público generalista mediatizado por la labor de los medios de comunicación tradicionales (prensa deportiva escrita, televisión y radio) vive los Juegos Olímpicos.
Es decir, durante poco más de 15 días, y más concretamente “el día de competición”, “los minutos de la prueba”, o “los segundos de la carrera y/o concurso”, todo el peso de la atención deportiva y mediática de España recae sobre los atletas, hombres y mujeres, que han convivido durante 4 años en el más absoluto silencio, sin ningún tipo de cobertura a sus pruebas, entrenos y situaciones y que sin embargo, en el momento culmen de su preparación afrontan la competición, no sólo con el ánimo íntimo y personal de ganar y mejorar, o la presión de la rivalidad competitiva contra participantes de otras naciones, sino que encima de sus hombros recae todo el peso del foco mediático concentrado en ese momento. Y en el que además, se suma la exacerbada pasión latina por ganar. Una suerte de decir, “ya que están en los Juegos que ganen medalla. La de oro concretamente”. Y eso otorga a todo lo anterior descrito el propio peso del deporte, de la disciplina deportiva en cuestión, casi siempre minoritaria, con un escuálido número de fichas federativas y de recursos, y que buscan y necesitan el impacto mediático de los Juegos Olímpicos para que más gente se anime a su práctica, disfrute y seguimiento.
Y esto, lógicamente se ve en el puesto final en el medallero y en los objetivos individuales que nuestros deportistas, tanto masculillos, como en mayor desigualdad si cabe, femeninas, tienen y se comparan con los de sus rivales. Y en el caso del medallero, de España, como país desarrollado en la Europa occidental, con los países con los que deberíamos medirnos, del mismo entorno geográfico y socio-económico y político, sobretodo teniendo en cuenta al número de habitantes: Francia, Alemania y sobretodo Italia.
Mientras que la delegación española ha sacado 17 medallas, repartidas en 7 oros, 4 platas y 6 bronces, Italia se ha subido hasta las 28 (con 8 oros). Desde luego cualquier ranking comparativo entre países en un medallero olímpico debe de cogerse con pinzas y ser muy escrupuloso a la hora de sacar conclusiones. Existen rankings de medallas en relación al PIB o al número de habitantes, y jugando con ellos yo exijo a mis autoridades y administraciones deportivas (también por lo que toca educativas y sanitarias) un rendimiento similar o más cercano al de Italia. Aún existiendo diferencias en cultura deportiva, que ofrece a ambos países posiciones dominantes en unos deportes y en otros no (por ejemplo Italia es una potencia mundial en voleibol donde España no consigue llegar a un nivel intermedio, y por el contrario somos una potencia mundial en balonmano y sin embargo en Italia no pasa de ser un deporte residual...) nuestro lugar tiene que estar próximo al de la república mediterránea. Ambos países tenemos una población similar. Un PIB y una renta pér cápita muy parecidas (con desigualdades tanto entre territorios como de capas sociales idénticas), e incluso un clima muy parecido.
Sin embargo, esto no sucede y no ocurre por una explicación que tiene que ver con la disposición de recursos, de dinero, para las federaciones y sobretodo para los deportistas y sus entornos de trabajo (clubs, entrenadores, médicos, fisios, etc.).
Como ha sucedido con el resto de aspectos que han tenido para administrar, el deporte español ha sufrido los recortes del gobierno del PP (como la sanidad, la educación, la justicia, el medio ambiente, la cultura... y así con todos menos el rescate bancario). Las becas ADO que permitían simplemente la manutención de los deportistas en los períodos de Olimpiadas y que se repartían en base a los resultados deportivos a través del Comité Olímpico Español (COE), han visto reducidas su cuantía, por lo que han llegado a menos deportistas y en menor cantidad. Las federaciones también han visto reducidas considerablemente sus subvenciones anuales que se otorgan a través del Consejo Superior de Deportes (CSD) con lo que entrenadores, equipamientos, instalaciones o certámenes competitivos también se han reducido. Y como en este país nadie hace su trabajo debidamente, nos encontramos con las directivas de las distintas federaciones, lamentándose, unas más que otras, por los recortes sufridos, pero casi ninguna con un trabajo para conseguir patrocinadores y esponsorización para paliar, aunque fuera en parte, las pérdidas. Total, “ellos” (y sus familias, amigotes y demás) ya estaban “clasificados para Río.
El resultado final se ha visto en estos Juegos Olímpicos, pero se pueden observar en cualquier certamen internacional al que nuestros atletas, hombres y mujeres acuden a competir, y donde lo hacen en peores condiciones que sus rivales, de entornos geográficos y políticos-sociales comunes, como puedan ser italianos, holandeses, belgas o escandinavos.
Por supuesto que franceses, alemanes, británicos,... estadounidenses, rusos, chinos, japoneses, australianos...
Siempre cuento la misma anécdota. Tuve una compañera de trabajo belga que fue atleta profesional. Formaba parte de la selección de Atletismo de Bélgica y durante 4 años, antes de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 recibió una beca por parte del gobierno belga de más de 2.000€ al mes. Además su federación gracias a una política efectiva y activa en la búsqueda de patrocinadores, que tenían un buen retorno debido a una cultura polideportiva en los medios, tenía los recursos suficientes para costear entrenadores, fisioterapeutas, médicos deportivos, también psicólogos, instalaciones y el pago de viajes para poder competir. Al final unos meses antes de la cita olímpica de 2012 se lesionó y no pudo acudir, sin que eso supusiera ninguna devolución, ni censura o critica abierta por parte de las autoridades del deporte o el atletismo belga. Desde luego muchos aspiramos a lo mismo para nuestros deportistas.
A todo esto se le suma el hecho de que en España carecemos de cultura polideportiva. “Somos” obscenamente futboleros, tanto en la práctica temprana como en el seguimiento, y eso hace junto a la inutilidad perpetúa de los distintos dirigentes educativos, sanitarios y deportivos que hemos sufrido, que no exista una presión natural para incluir en las escuelas la práctica deportiva de deportes minoritarios (salvo en Cataluña). Por lo que podemos decir, abiertamente que en España no se enseña deporte (y se de lo que hablo porque tengo formación en la materia y me he encontrado con casos paradigmáticos). Así ni gimnasía, ni natación, ni rugby, casi ni atletismo, muy poco balonmano, algo más de baloncesto y por descontado absolutamente nada de deportes de contacto (lucha y artes marciales) o deportes sin tradición (y casi si me apuráis ni los deportes alternativos o juegos tradicionales).
En definitiva si tuviésemos un gobierno que en algún momento dejase su presidente de leer el Marca (y tras hacer multitud de tareas también necesarias), y le diera por articular una política de estado en materia de deporte tanto para la formación y educación en la práctica deportiva, como método de salud y que abarcase los siguientes escalones, hasta el deporte profesional, o lo que conocemos aquí de deportistas que gestionan su tiempo, junto a otras responsabilidades, como estudios o en la mayoría de los casos un trabajo para poder subsistir, lograríamos con tiempo y paciencia unos resultados mucho más acordes a la situación y potencial del país. Una política deportiva similar a la empleada por Italia, Francia, Reino Unido u Holanda.
Si “nuestros” presidentes y directivos de las federaciones decidieran salir de su despacho y patearse por empresas para conseguir vender “su producto”, su deporte, se lograrían muchos mayores y mejores recursos que mejorarían la salud del deporte en cuestión, consiguiendo mejores resultados internacionales, y como fin último, postulando ese mismo deporte, como parte del acervo cultural y ocioso de la población redundando en un círculo en el que mejoraría la salud y el bienestar general de la gente y casi automáticamente la calidad en la élite (ya sabéis, de la cantidad, surge la calidad).
Y si las televisiones públicas decidieran boicotear el fútbol, del que no tienen derechos de retransmisión olvidando y eliminando las tertulias “salvamizadas” de fútbol para en su lugar retransmitir eventos en directo y programas de producción propia sobre las distintas disciplinas deportivas nos encontraríamos con un mayor conocimiento general sobre un deporte particular (sus reglas, historia, contexto, participantes, etc.), se ganaría mayor inversión para ese deporte, y de paso, se evitarían los lamentables errores por desconocimiento y falta de preparación que se han tenido que sufrir con la retransmisión de RTVE de estos últimos Juegos.

España, ¿potencia mundial del deporte?
Y aún con todo se puede ser moderadamente optimista y levantarse al paso a aplaudir, agradecer y animar a nuestros deportistas. Hombres y mujeres que en la mayoría de los casos, tienen que gestionar sus carreras con trabajos para sobrevivir y mendigando subvenciones y pagando de su bolsillo médicos, viajes, competiciones o entrenadores. Llamadme loco o visionario. O iluso. Pero para tener éxitos en deportes, en los Juegos Olímpicos, hay que apoyar y gastarse dinero en esos deportistas, hombres y mujeres, que van a representar al país.
Deportistas que como describía unos párrafos más arriba se presentan en las competiciones internacionales en peores condiciones a las que optar al éxito deportivo frente a sus oponentes. Deportistas, todos ellos y ellas que están en la élite en sus respectivas disciplinas. Si, en la élite. Aunque no hayan rascado medalla en este evento. Aunque se tengan que conformar con un diploma olímpico (curioso como la prensa afín al estado de las cosas en #Españistan usa los diplomas a conveniencia) o sin ello. Prácticamente en cada disciplina y prueba olímpica tenemos a un españolito o españolita entre los 10 mejores del mundo, y seguro entre los 5 mejores europeos.
Quijotes enfundados en ropajes técnicos, que luchan contra sus rivales y contra los molinos gigantes de los impedimentos, de las zancadillas y de la desidia. De un país que les exige y les ningunea a partes iguales y que les priva de mejores condiciones de vida, entrenamiento y competición. Son Mireia Belmonte, Carolina Marin, Lydia Valentin, Maiane Chourraut, Ruth Beitia, las chicas de la gimnasia rítmica, el equipo femenino de baloncesto (muy bien entrenadas como siempre, por Lucas Mondelo). Y los Nadal, Pau Gasol o Bruno Hortelano. Y muchoas más. Milagros en forma de bronce, plata u oro, porque sólo así se puede calificar el éxito de estos pioneros y referentes que consiguen competir y ganar frente a rivales que les duplican o triplican en recursos. Generaciones de deportistas brillantes que con un afán por competir y en muchas ocasiones dar a conocer el maravilloso mundo de su deporte, capitalizan y encabezan la práctica y el arraigo de esa disciplina.
Por esto último, yo considero a España, una potencia en el mundo del deporte. Sólo de imaginar lo que se podría conseguir si se fomentará con unos mínimos la práctica deportiva, desde la educación básica hasta la profesionalización o la edad senior, ya es un dulce sueño y anhelo.
Se espera de un gobierno, o tal y como van las cosas, lo que deben de promover los partidos que quieran optar a gobernar, es un plan de acción. Una política educativa que tenga una rama en educación deportiva que permita que nuestros niños y niñas conozcan y amen el deporte, y puedan expresarse, mejorar y vivir con su pasión con unas garantías, para ya, en la edad adulta estructurar un plan deportivo para acudir a los eventos con las mejores garantías de éxito. Un I+D+i en Marca España deportiva para conseguir ponernos a altura de los países de nuestro entorno geográfico y político-social.
Y también, y mucho más importante, como fin último, conseguir mejorar la salud y el bienestar de la población en general otorgando a todos y todas oportunidades para la practica deportiva.

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Camareros: Necesarios, degradados y precarios. Una experiencia personal

Ahora que ya está aquí el veranito con su calor plomizo, pegajoso y hasta criminal, se llenan las terracitas para tomar unas...