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jueves, 27 de abril de 2017

Una moción de censura por la dignidad

Manzanas podridas

Esta mañana saltaba la noticia. Unidos Podemos anunciaba su intención de promover una moción de censura a Mariano Rajoy y al gobierno del PP, tras unas últimas semanas, en la que los casos de corrupción del Partido Popular han ido estallando, dejando ver el estado podrido de las cosas y el funcionamiento de la mafia para seguir delinquiendo y protegiéndose.
A los pocos minutos ya había reacciones de PSOE, bueno su gestora, y de Ciudadanos, diciendo que no la iban a apoyar, por lo que la viabilidad de tal moción ya resulta quimérica.
Sin embargo, no voy a quedarme con el corto recorrido de la propuesta y si con su necesidad.
El estallido de la Operación Lezo que ha acabado (de momento) con el encarcelamiento del ex-presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González ha vuelto a poner el foco en como funciona #Españistan.
La corrupción es la forma natural y no episódica del capitalismo español, en parte por su desarrollo capitalista tardío y fuertemente ligado al Estado y al sector público que configuró una suerte de relaciones tóxicas para el bien común, en el que el caciquismo, la avaricia y los tratos de favores son el motor de toda actividad económica.
No hay institución que esté libre de éste entramado, no hay empresarios (sobre todo los que se benefician del BOE) que no hayan participado del mismo. Esta trama se llama “Régimen del 78”. No es una mafia que se enquistó, no son unas manzanas podridas que se aprovechan de los recovecos. Es todo el tinglado que montaron con la transición democrática. Durante aquel período había una discusión entre Ruptura y Pacto. Lo que prevaleció fue el acuerdo, el pacto entre el búnker franquista y los dirigentes del PSOE y el PCE. Ese pacto garantizó que el Jefe de Estado (el Rey), las fuerzas represivas, el poder judicial y, sobre todo, las familias que dominan el país (y el BOE), pasen intactas al nuevo sistema “democrático”. Ese menjunje de búnker e izquierda formó un nuevo ente completamente deforme que se llamó “democracia”. Abrió la mano para que participen las burguesías vasca y catalana. Y es así que la charca del franquismo se transformó en la charca del 78. Cambió el nombre, pero no los apellidos de estirpe.
El Estado español se salda así con más de 1.900 imputados hasta la última legislatura en causas por corrupción, de las cuales solo 170 fueron condenados. Y muchos menos han pisado una prisión por lo indulgente de las penas para con estos ladrones de guante blanco, quedando muchas veces en una inhabilitación temporal. De hecho, ha habido 227 indultos que se han llevado a cabo bajo los gobiernos del PP y del PSOE desde 1996 hasta la fecha. La mayoría de estos por delitos de corrupción.
Toda una muestra de la impunidad y el beneplácito del que goza esta actividad. Aunque vale la pena mencionar que también hay unos cuantos indultos a elementos de las fuerzas de seguridad del Estado por abusos y torturas.
El PP de conjunto ya tiene más de 800 dirigentes imputados por corrupción en más de 31 causas. Pero si bien este es el partido de la corrupción por excelencia, no se quedan atrás el resto de partidos del Régimen del 78. Solo tenemos que recordar el caso de los ERE’s en Andalucía, que salpica al PSOE, o el caso de las tarjetas black, que contaba en su lista desde banqueros de Bankia, Rodrigo Rato -su presidente- incluido, hasta políticos de IU Madrid.
La corrupción es inherente a este sistema. Las instituciones están preparadas para ello. Los “dirigentes políticos” obran como conseguidores de obras públicas. Y, por supuesto cobran por ello. Los dirigentes del PP y el PSOE durante cuatro décadas se han encargado de ello. Al igual que Convergència y el PNV. Han conquistado puestos en el aparato del estado en base a demagogia y los han vendido en base a la connivencia con los grandes empresarios.
Y siempre asegurándose la parcial justicia del estado español, donde jueces y fiscales "amigos" llaman y toman cañas con los corruptos, los corruptores y los corrompidos. Se avisan de las investigaciones y confabulan para quitar y poner personajes afines a la causa del expolio nacional y de la estafa a la clase trabajadora. Un escenario que directamente se mofa de la separación de poderes y que necesita, exige y urge un cambio, una revolución.
Y todo ello, mientras se completa otra fase más de la estafa llamada crisis. La gran mentira de la recuperación económica, que con datos e informes se avala como una falacia que sirve para intoxicar las expectativas e ilusiones de la clase trabajadora provocando un afán consumista desmesurado, mientras la verdadera riqueza, se la quedan unos pocos. Durante ya 8 años, los gobiernos, primero del PSOE y luego del PP, aplicaron inmisericordes recortes en los servicios públicos, con una congelación total de los salarios y las pensiones, para ir rescatando cajas, bancos, autopistas y pagando la factura de tanta privatización y tanto armamento del capitalismo de amigotes. Y ahora continúan esas nefastas políticas que aumentan la desigualdad social, que lastran el futuro, que nos obligan a emigrar, que acortan nuestra vida en su cantidad y calidad, mientras unos pocos, los de siempre, se han lucrado salvajamente. Provocaron “la crisis”; les pagamos entre todos las perdidas; y ahora vuelven a quedarse los beneficios habiendo causado estragos en la sociedad..
Por todo ello, desde luego me parece una iniciativa necesaria. Cualquier partido mínimamente democrático no puede seguir mirando hacia otro lado, escurriendo el bulto y resignarse bien por comodidad o por interés particular ante la catarata de situaciones que se están produciendo. Hay que posicionarse, señalar a la cabeza y exigir su cese, así como la disolución completa del PP y la fiscalización de todas las cuentas, las suyas propias, y las de las administraciones y empresas públicas, que desgraciadamente para el interés general, han gestionado todos estos años.
Como decía más arriba este planteamiento quedará como gesto simbólico. Tanto Ciudadanos, como PSOE, o repito, su gestora, son necesarios para convertirlo en efectivo y quitar del gobierno a esta banda de criminales, aunque fuera para convocar elecciones al día siguiente y que el pueblo decida. Pero no lo van a hacer. Van a permitir que siga Rajoy porque es lo que sus amos, el IBEX35 y la oligarquía rancia y facha les exigen. Pero al menos, se habrán quitado las caretas.
Es cierto que hay riesgo para la coalición de izquierdas, Unidos Podemos, al buscar la colaboración con PSOE para destituir a Mariano Rajoy y su recua de corruptos del gobierno. En caso de apoyo, lógicamente, el PSOE debería ofrecer al nuevo, o nueva, jefe de gobierno, lo que les daría protagonismo y alas justo en su momento más bajo y cuando la caída parece no tener más fin que el colapso de la formación como pasó en Grecia (PSOK) y esta misma semana en Francia (el PSF de Hollande).
La ciudadanía se ha de dar cuenta de quienes son los responsables de la corrupción, tanto quien la ejecuta el PP, y quienes les sostienen, y votar y obrar en consecuencia. Hay comportamientos que la democracia y la ética no pueden permitir, y para ello, dolorosamente en este país es tiempo de educación y de activación ciudadana.
Pero no debemos quedarnos en plantear una moción de censura, sea cual sea su resultado. Tan necesaria e imprescindible como la moción es volver a llenar las calles y las plazas contra la mafia corrupta que nos des-gobierna y nos empobrece. Hay que dignificar el país y más allá de las administraciones y mensajes y efectos institucionales se hace necesario hacerlo profundizando en el discurso de clase y volviendo a reactivar las mareas desde una posición de igual a igual para que sean las calles las que tomen un debate político constructivo y en caso, de no prosperar, en estos tres años hasta las siguientes elecciones generales generar un clima de revolución que permita transformar este país y está sociedad, en un lugar con futuro y dignidad.
Para hacer volar los candados del 78, hay que acabar con la casta de los conseguidores, la Constitución, la Monarquía y todas las reaccionarias instituciones que durante la Transición impusieron.
Hay que imponer unas Asambleas Constituyentes en las cuales se permita la autodeterminación de los pueblos, se re-ordene la representación con una sola cámara que sea legislativa y ejecutiva, mediante el voto en jurisdicción única, se acabe con los jueces franquistas y puedan ser elegidos por el voto directo, que los cargos electos cobren como un obrero cualificado, y que comience a resolver los graves problemas sociales comenzando con el reparto de horas de trabajo entre todos y con un salario digno, el no pago de la deuda, la nacionalización de la banca y empresas estratégicas bajo control de los trabajadores, entre otras.
Unas Asambleas de este tipo, de ninguna manera serán convocadas por el PP y el PSOE (o Ciudadanos), ni por este mismo régimen del 78. Solo mediante la organización y lucha de los trabajadores y el pueblo podremos conseguirlas para acabar con el Régimen del 78 y decidir realmente cómo resolver todos los problemas sociales, en la lucha por un gobierno de los trabajadores.

miércoles, 2 de noviembre de 2016

Se cerró la ventana de oportunidad



El pasado sábado Rajoy obtenía una pírrica mayoría parlamentaria para ser reelegido como Presidente y formar Gobierno, poniendo así fin a un año de tiempo añadido, gobierno y presidente en funciones. Lo hacía con el apoyo, indisimulado ya como siempre, de Ciudadanos y la abstención del PSOE, en un nuevo capítulo de su crisis interna, síntoma de la crisis del sistema. En contra el resto del arco parlamentario y sobretodo de millares de ciudadanos y ciudadanas que volvieron a Rodear el Congreso ante tanta indignidad y protesta por este golpe a la democracia perpetrado por las élites oligárquicas y los poderes fácticos del estado español.
Con ello se cerró la ventana de oportunidad para el cambio revolucionario que este país y sus clases populares ansiábamos y luchamos por ello.
La inmodélica transición legó un estado con graves deficiencias en democracia debido al poder que las fuerzas reaccionarias conservaban de la dictadura fascista. Esa presión hizo imposible dotar de mayor empaque a la estructura democrática a la que España aspiraba. Así tenemos hoy un estado dolorosamente centralista, sin una separación de poderes efectiva, con una monarquía repugnante como regente del país, un ejército claramente diocechista, fascista en sus mandos y sólo interesado en dilapidar dinero público en armamento, para beneficio propio. Una justicia alejada de unos ratios mínimante aceptables. Y todo ello con una corrupción e inmoralidad instaladas en el cuerpo del estado, porque quien no tiene miedo al castigo opera con absoluta tranquilidad, alevosía e impunidad.
La Gran Recesión de 2007 ha traído un enorme problema social, que hoy todavía lejos de recuperarse se continúa agravando. Si las políticas neoliberales impuestas por Reino Unido y Estados Unidos en los 80 y seguidos con ferviente convicción por no pocos estados europeos, entre ellos España en los 90, fueron la principal causa de esta crisis, perdón estafa, la adopción de esas mismas políticas como solución ha ahondado y profundamente en las brechas entre las clases sociales, prácticamente volviendo a instalar los estamentos en nuestra sociedad.
Los gobiernos, socialista de Zapatero y el “popular” de Rajoy han provocado un descenso vertiginoso en el bienestar de los ciudadanos e instalado la indignidad en el corpus político nacional. De propina Rajoy ha agudizado el problema territorial de este país compuesto por varias nacionalidades, volviendo a la centralización del estado y mostrándose como vehemente y amenazante ante las expresiones de soberanía y legitimidad que las naciones-estado de la periferia han mostrado.
Frente a este estado de las cosas. Frente a este avance en la indignidad de las personas, sus sentimientos, derechos, libertades y bienestar, la sociedad civil se hartó y decidió empoderarse y unirse en la lucha por la superviviencia y la dignidad. Fue el 15M, y constituyo un bloque de fuerzas sociales que de manera horizontal y mediante presencia en las calles trataba de proponer un modelo revolucionario buscando una alternativa por una España más justa, anti neoliberal, anti fascista, anti estado-uni nacional. Más democrática en definitiva. En frente el estado central, que percibimos como corrupto, intransigente, opresivo, insensible, hostil, profundamente anti democrático y tremendamente neo liberal.
La movilización fue en auge y se formó un nuevo partido político, Podemos, que ha servido más como válvula de escape de la indignación que como herramienta de cambio, toda vez, que articulado la nueva opción política, y entrando esta y sus dirigentes en las instituciones aminoró la presión social planteando, equivocados ellos y dolientes los demás, el trabajo institucional como único sector de trabajo con el fin de cambiar la realidad de este país.

Tras todo ese ilusionante período y evolución se llegó a las elecciones generales del pasado 20 de diciembre, con la oportunidad de articular una mayoría democrática capaz de cambiar el actual estado de las cosas y proponer políticas en las que el hombre y la mujer sean el centro de la acción política, así como su bienestar y dignidad.
Quizás las expectativas tanto ante esas elecciones como antes en el 15M eran muy grandes. Ha habido errores en todo este tiempo por todos quienes proponemos un modelo de izquierdas fuerte y una economía al servicio de las personas. El mayor de ellos frenar la movilización social durante los últimos 2 años y medio (exceptuando la Movilización contra el machismo y la violencia machista de noviembre del año pasado).
Pero lo cierto es que ese objetivo de asaltar el poder y abrir un proceso revolucionario y constitucional se ha frenado.
Rajoy sobrevive de nuevo bajo la táctica del percebe, agarrado a la roca y liderando a un Partido Popular que lejos de descalabrarse en las elecciones y en los juzgados por su horrenda e intrínseca corrupción se ve ahora reforzado, vivito y combatiente por dejar las cosas como están y exprimir a la clase trabajadora hasta la extenuación para el beneficio de las oligarquías.
No nos engañemos. Obviamente la crisis del régimen tardo-franquista españistaní no ha acabado. Hasta ahora se ha defendido como gato panza arriba afilando sus uñas y lanzando zarpazos cada vez más viscerales y lacerantes como puedan ser sus medios de disuasión vendidos al capital o legislaciones de blanco y negro como puedan ser la Ley Mordaza, la LOMCE. También, posee, domina y usa los jueces, para dictar sentencias a gusto del poderoso con un Tribunal Constitucional y un Tribunal Supremo plagado de hombres de partido, tomando partido.
Sin embargo, la podredumbre y la indignidad ya ataca los cimientos de este estado de las cosas y han tenido mal que bien ir sacrificando elementos concretos para parar lo que en su momento era un espíritu en las calles, una revolución en marcha.
Cambiaron al viejo rey, por uno más nuevo, más actualizado y presuntamente con mejor prensa, pero lo cierto es que pese a las toneladas de papel empleado la imagen de la Casa Real sigue por los suelos y la cuestión de la Jefatura de Estado, cada vez tiene más debate y más voces en contra de la monarquía.
Y ahora han tenido que sacrificar a uno de los polos del bipartidismo para seguir manejando el cotarro y seguir tratando de sacarnos del agujero cavando más profundo. Esperando a que el capitalismo de amiguetes que hoy en día es la economía mundial, genere otra nueva burbuja crediticia, que pagará la siguiente generación, el sistema ha inmolado al PSOE y cualquier posibilidad de una alianza post-electoral para dotar a España de gobierno progresista, abandonar la suicida política de austeridad impuesta por una Europa cobarde y antisocial y volver a poner las instituciones, la democracia, al servicio del bienestar común. De paso también se elimina la posibilidad de un proceso constituyente que se necesita como el respirar.
Seguimos siguiendo el guión establecido en Grecia, y el PSOE sigue a pies juntillas el destino del PSOK su partido hermano griego. Ahora con la abstención del pasado sábado en el Congreso (y la apertura de expediente a quienes mantuvieron el No a Rajoy) se ha consagrado una de las mayores traiciones en democracia por no hablar de una falta a un compromiso electoral más lacerante de la historia europea.
La crisis del sistema anti social, anti humano que nos han impuesto sigue vigente. Pero hemos perdido la oportunidad, por fallos, por egoísmos y por lecturas erróneas, para abrir ya el proceso constituyente que necesitamos y comenzar a cambiar el estado de las cosas para volver a poner a la economía al servicio de las personas y no al revés.
Pero sobretodo si hoy no existe esa posibilidad y no tenemos un gobierno de izquierdas es la oposición de la estructura clásica y rancia, el poder económico, financiero, mediático y político que ha trabajado incansable y en la sombra y a la luz cuando ha hecho falta, para que el PSOE no se sentará a crear un gobierno alternativo junto a Unidos Podemos, y otras fuerzas de la izquierda, y que hubiera iniciado los cambios necesarios (aumento del gasto social, fin de la austeridad, fortalecimiento del sector público, búsqueda del pleno empleo no a base de reducir salarios y aplicar precariedad, sino en base a buen empleo y al conocimiento, con políticas de redistribución de los medios de producción y las rentas y por supuesto una regeneración democrática total).
La emergencia social así como la retahíla de problemas que todos conocemos ya no pueden esperar más, y sin embargo tendrán que esperar no se sabe hasta cuanto.
Ahora toca seguir luchando. Volver a las calles. Continuar informando y despertando conciencias de que esto no puede seguir así y que tenemos el deber, la posibilidad y las responsabilidad de luchar por cambiarlo. Toca el tiempo de reflexionar pero de seguir activos para volver a generar la ventana de oportunidad lo antes posible, por el cambio es necesario y es inaplazable.
El problema es saber cuando volveremos a estar en situación de que el pueblo pueda empoderarse definitivamente. Como decía más arriba el PP, heredero del franquismo, servicial perro de los amos, convencido y agresivo neoliberal sobrevive y adquiere la legitimidad de la ignominia, la corrupción y el asalto a la democracia de los poderes fácticos para tratar de adormecernos y hacer del abuso su uso y de nuestros derechos y libertades su capital.
Lo único que hemos conseguido es que se quiten las máscaras y nos confirmen lo que ya sabíamos: Que poderes ocultos, los mercados, los grandes oligarcas, los poderes financieros, el capital y los poderes fácticos de siempre, como la iglesia católica, confabulan y trabajar para seguir oprimiendo al hombre y la mujer, a su libertad y a su dignidad. Explotándonos, a nosotros y al medio ambiente para un único fin: Mantener y aumentar su estatus.


domingo, 1 de abril de 2012

100 días de desgobierno



100 días de Gobierno desde que Mariano Rajoy ganará las elecciones en noviembre. Por supuesto yo tenía claro que no nos iba a sacar de la crisis. Muchos también lo saben. Pero ahí algunos que tras 100 días se han despertado de una ilusión y parece que de un aletargamiento con unas grandes dosis de decepción. Cómo podía haber gente, obreros capaz de pensar eso, de esperar el milagro de parte de personajes que han basado los 7 años previos de oposición en la descalificación y el insulto, la beligerancia de las Fuerzas de Seguridad que destapaban los casos de corrupción entre los militantes y dirigentes del partido, la falta de alternativas, apostados y esperando el descalabro socialista para llegar al gobierno. Pues, por desgracia, los había.

Estos primeros 100 días de gobierno del PP suponen un punto crucial en el desmoronamiento de España como país y de su respuesta para la salida de la situación actual. Si ya en la oposición se sumaron a la perdida de sobernaía nacional, por el bien de Europa y a la falta de ideas y acción, en el gobierno no iban a cambiar. Pero no deja de sorprender que unos tipos que ya sabían que iban a llegar al gobierno, tardarán 20 días en dar a conocer su gobierno, y más de 3 meses en dar unos presupuestos, requisitos a la estabilidad que tanto clamaban y exigían a los socialdemocratas del PSOE los neoliberales de Francia y Alemania, y que con sus acólitos en el poder en #españistan ya no parecían tan urgentes, ni su presencia, ni sus requisitos. Y todo ello con dos ánimos fundamentales: No dar la cara, nunca, dejando que sean sus subalternos los que se coman los marrones (y estamos hablando de un gobierno que salvo por Gallardón, es de un perfil político ínfimo) y desmontar buena parte de las medidas sociales que ponían a España, en gran medida, en el siglo XXI, como la Ley de Dependencia, pertenecientes a la primera legislatura de los años de Zapatero.

Para colmo, Rajoy en el tiempo de gobierno que lleva se ha contradicho y olvidado sus (escasas) y ya rotas promesas electorales que iban en la dirección de Generar confianza. Esa confianza se supone indispensable para Merkel, Sarkozy, los mercados o para Lehman Brothers, pero a los ciudadanos españoles, cotizantes y votantes, nuestra "confianza" no importa nada.

Porque si importará lo último que se pasaría por la cabeza a un gobernante es una amnistía a los defraudadores para que aflore el dinero negro (verdadera causa de que en este país no surja una respuesta social "a la griega" con la que esta cayendo) pero que resulta injusta y éticamente un insulto a los millones de contribuyentes honrados, evidentemente menos pudientes. Si a este señor, a su gobierno,  a su partido político o al otro mayoritario de la acera de enfrente les importará algo el ciudadano de a pie más allá de que depositen su voto engañados una vez cada dos años, para diferentes administraciones chanchulleras, jamás se plantearían tan siquiera la degradación de las libertades, de la calidad de vida y del ejercicio de los derechos y deberes como ciudadanos, que supone por ejemplo la reforma laboral contra la que se protesto el pasado jueves en una gran jornada de huelga general.

Y no sólo una huelga general en menos de 100 días, han jalonado esta semana para Mariano Rajoy. Se puede decir que ha sido la guinda del pastel. Pastel que cogió forma cuando el pasado domingo fue incapaz, ya por el desgaste claro y manifiesto de su mayoría electoral (nunca olvidemos que del 27% de los electores, hubo 10 millones de abstentes...) de ampliar su mayoría autonómica en Asturias y Andalucía (aunque probablemente en base a pactos consiga gobierno en Oviedo). La prima de riesgo española se ha disparado permitiendo incluso que el primer ministro tecnócrata italiano, nos afeé la conducta y mientras día a día, las políticas de recortes, restrictivas en el gasto y flexibles para los pobres e inflexibles para los poderosos desde el neoliberalismo de Merkel y Sarkozy, que siguen mediocres como Rajoy, que desangran nuestro Estado del Bienestar y la calidad de vida en España por la estabilidad de una unión monetaria que no se fraguó bajo un respeto entre iguales.

Lo dije el día del resultado de las elecciones. Esta legislatura va a ser corta. Se va a demostrar que la confianza, por muy mayoritaria que sea, depositada en unas urnas que no es un cheque en blanco para desmontar el estado de bienestar español, y aplicar más neoliberalismo egoísta y clasista a la sociedad española. Y la tercera, heredera de la anterior, que hay mucha gente, molesta y que seguimos indignados, incluso ya cabreados. Los cambios en este país ya son imprescindibles y se van a seguir exigiendo como no podía ser de otra manera.

Cada paso recortando, denigrando libertades, coartando, usando la violencia, apretando la tuerca del neoliberalismo exarcebado, depredador y egoísta es una muesca más en el rodillo que mata la transición española, y de ahí van a surgir un nuevo sistema, en el que los ciudadanos tomen el testigo, la palabra y entre todos se pueda construir un país más justo, democrático y libre. En definitiva, auguro una legislatura "corta" y caliente, el momento en que España, definitivamente madure, gracias a que este país empezarán a tomar decisiones ciudadanos y políticos que no conocieron la dictadura, y que saben qué democracia quieren.


lunes, 7 de noviembre de 2011

El debate de ayer


Dentro de unas horas se produce el debate entre los dos candidatos a la presidencia en las próximas elecciones del 20N de los dos partidos mayoritarios. Llamarlo debate es una broma de mal gusto. No puede haber debate si las preguntas y respuestas se conocen desde antes. No lo puede haber, si los tiempos, tanto de las respuestas como de los descansos, incluso hasta los planos de tv, estan medidos, apalabrados y fijados. No van a decir nada nuevo, e incluso en el caso del representante conservador ni el más mínimo atisbo de su programa. Tampoco importa mucho. Ya lo conocemos. En Castilla La Mancha, Madrid o el recuerdo de las neoliberales legislaturas peperas esta ahí. Tampoco tendrá ninguna repercusión, por el mismo hecho de lo enconsertado en que se encuentra, y que sumado, a la terrible ventaja conservadora hace de este debate una realidad prescindible y vacía.

La suerte de las elecciones del 20-N parece echada y los candidatos son impotentes para cambiarla, igual que sus campañas, diseñadas para convencer a ciudadanos desmemoriados y acríticos. O lo que es peor; a lo que ellos llaman "los indecisos" que no son más que las personas que no han decidido su voto, no porque tenga dudas en quien te roba menos (o más) o en quien defiende mejor los valores de España, una grande y libre o de libertad, igualdad y justicia social. No, son personas que "pasan" de la política, que les da igual el viento que les da y que con su derecho al voto, lastran las elecciones de personas si concienciadas y atentas al descalabro político y social de Hispanistán. Lo llaman democracia y no lo es, cuando el destino de un país y de todos sus habitantes queda en manos de personas que no tienen interés en la conciencia política o social. Pero esta vez ni eso.

Los dos aspirantes de los grandes partidos han abandonado la política por las promesas y el olvido. Promesas incumplidas antes, olvido de su responsabilidad en el gobierno y la oposición los últimos cuatro años. El opositor, con dos derrotas a sus espaldas, ha apoyado punto por punto las medidas económicas del gobierno dictadas por Alemania y Francia. "Sus grandes líderes europeos" . Y conservadores. Y sus nuevas ideas, son viejas y ya conocidas y que ayudaron a cavar el hoyo en el que estamos. Supongo que van a buscar la salida siguiendo la excavación.

El otro, antiguo hombre fuerte de gobiernos socialistas ha perdido esa condición de la izquierda ante la avalancha de medidas neoliberales del gobierno, y ni siquiera su gran gestión en interior (cese del terrorrismo etarra, SIN CONDICIONES, corte al narcotráfico o bajada en la siniestralidad vial) le valen ni siquiera para acercarse en las encuestas. Todo parece decidido y aunque como parezca probable el debate lo venza el candidato socialista, nada va a cambiar.

Lo único que será distinto mañana que hoy es la indignación. Un acto más, de supuesta democracia, que sólo sirve para constatar que nos toman por imbéciles. En este momento de cambio social, de un nuevo rumbo tomado por los ciudadanos, de manera pacífica, sin líderes, solamente con nuestra voz. Una voz sin etiquetas, una voz mundial y multinacional. Una voz y muchas voces con ideas, con sueños, con planteamientos, preguntas y respuestas. LA VOZ DEL PUEBLO QUE HA DE SER ESCUCHADA. Lo mismo da Islandia, que Estados Unidos; Palestina que Sol, Libia, que España. En este momento los chantajes y las mentiras no se van a tolerar más, porque vamos abocados a cometer los errores del pasado. Es la hora de la acción y la revolución, de la ciudadanía y de la justicia.

Uno ganará las elecciones y será presidente del gobierno. Sea quien sea, perdemos todos por falta de liderazgo, responsabilidad e ideas. Los candidatos del bipartidismo no están a la altura de los desafíos y demandas de una nueva política.

La crisis de confianza se agranda encuesta a encuesta y las campañas demuestran su inutilidad cuando no hay política. La crisis económica y cinco millones de parados obligan a repensar el sistema. La crisis financiera ha aventado otras de raíces más profundas: la partitocracia bipartidista y su alternancia en el poder; la crisis del modelo productivo y laboral; la de los excesos de los poderosos, arropados a menudo en la corrupción y la irresponsabilidad de ciertos poderes públicos; la de un modelo de sociedad de consumo insostenible para una gran parte de la población, y la crisis moral de nuevos ricos hiperprotegidos en un sistema que va perdiendo solidaridad, social y territorial.

Si ETA cumple su anuncio de abandonar las armas habrá acabado una etapa de la democracia. Con el fin del terrorismo caen muchas coartadas políticas, giran definitivamente las preocupaciones ciudadanas y emerge la obligación de cerrar un modelo político y territorial demasiado preso del miedo. También será el momento ideal, para una regeneración democrática, de ideas y también, de personas. Esta noche dos políticos de más de 50 años, apoyados por los clásicos de sus partidos y mediado por Campo Vidal. España sigue en el siglo XX.

Ninguno de estos dos candidatos vale. Libretos antiguos que no valen para hallar la solución a una crisis local con enraizamiento global; a una Unión Europea desunida por la avaricia, el nacionalismo trasnochado y la volatilidad de la escena financiera, y ningún valor e innovación para finalizar con la tarea de solidificación del estado del bienéstar español, montado en la transición, inacabado hoy y que debería de dejarse clara, rotunda e inequívocamente solido y fijado para generar a través de él una verdadera democracia, un pilar fundamental de la libertad y la igualdad. Una educación, una sanidad y unos servicios sociales sin límites económicos ni ideológicos son la base de la igualdad, no un instrumento para hacer política de cortas miras, en aras de pocos votos y mucho capital.

Hay desconfianza en un líder de la oposición incapaz de convencer a los suyos y timorato de dar a conocer su programa, aunque ya a grandes rasgos en "sus" autonomías y ay-untamietnos ya lo hemos visto. Otro ex-vicepresidente y ahora critico con el gobierno por unas medidas en las que estaba presente cuando se tomaron y que desdibujaron el ideario político del PSOE.

Pinza bipartidista que no representa a España y que ningunea como en la misma idea de este debate a una parte importante de la sociedad, que no nos sentimos representados por este sistema que viola nuestro derecho, identidad y libertad. Estamos hartos de un sistema, anti-personas y lo que anhelamos es una sociedad que se rija en la ética y la moral, en lo justo. Hartos de campañas de mucha publicidad y poca política y de unos medios militantes y mediatizados, que funcionan de manera acritica, bien ensalzando sin fisuras a los "suyos", bien destrozando sin paliativos y sinvergonzería al rival. Hay gente que más allá de como nos vaya, tenemos empatía, unos ideales de justicia e igualdad fuera de nuestro propio beneficio. Existe algo que se llama ética, y no debemos dejar, que el contraataque de la religión y la apisonadora del capital, la especulación y la corrupción vuelva a ponerla a la cola de los valores del hombre.


Y encima, en estos momentos, cuando la democracia y la soberania popular lucha por sobrevivir y mantener la legitimidad, con la que está cayendo, con el pulso del capitalismo a la soberanía popular, de los faroles del conservadurismo al poder del pueblo, lo que se supone es una herramienta, un "servicio público" a la ciudadanía como debiera de ser un debate en tiempos electorales (algunos aspiramos a una información y debates de carácter multi-ideológica todo el año) nos dan un sucedáneo de mal gusto, vendido eso si a bombo y platillo, que incumple con todos los canones del periodismo, como la libertad, el derecho de información, la improvisación, los tiempos para argumentar (no para insultar) y que sobretodo debería funcionar para mostrar todas las caras del espectro político español, que no abogue por la violencia, la exclusión, la xenofobia o el machismo (si, siguiendo esa ley de partidos que quieren que funcione en el alambre, castigando a Bildú y dejando intocable a la Falange). Y sin embargo nos encontramos con un simulacro infumable de palabras vacías soltadas por unos labios viejos que ya no nos engañan. Por lo menos a unos cuantos. Temas y preguntas cerradas. Respuestas aprendidas de memoria. Tiempo de planos por escrito. Corbatas enconsertadas. 35 años de democracia y ni siquiera ha cambiado el moderador. Con la gente indignada en las calles, pidiendo una verdadera izquierda, o un verdadero movimiento político que represente al ciudadano frente a la especulación, la corrupción y la inmoralidad de los mercados y sus moradores, tenemos a las dos caras de la misma mierda esta noche en televisión. Es un debate de los "presidenciales". Y para seguir meándonos en la boca y decirnos que llueven, se permiten un segundo debate, de segundas espadas con la compañía de la burguesía catalana y vasca. La pinza al completo. Nos toman el pelo. Merece la pena apagar la tele y dedicar el valioso tiempo a cosas más sugerentes, interesantes y motivadoras, como un buen libro, hacer el amor, el onanismo, una buena peli, tocar un poco la guitarra, o construir una verdadera sociedad y una justa democracia. Sabemos lo que nos dirán. Tanto los pseudo-líderes, como mañana los medios afínes. No merece la pena dedicarle un minuto más allá de este post.

Por fortuna, un domingo más, una vez más, como se esta tornando costumbre, Jordi Évole, con sus salvados vino a salvarnos a nosotros y a darnos periodismo del de verdad. Preguntas al ataque, un ejercicio que legítima y salva a la profesión. Tuiteaba después que con el candidato socialista tenía concertado una hora que se alargo hasta la hora y media. Con el conservador, al que guardan, como el niño que va a hacer la primera comunición solo 23 minutos. Pero el ejercicio de honestidad, profesionalidad, objetividad, sentido común y compromiso, aderezado con el sarcasmo e ironía necesarios, me dejaron claro, ¡qué no!, ¡qué no nos representan!

El programa de ayer de Salvados aquí.



Como has debido descubrir si has seguido este relato hasta ahora. Yo no voy a ver el debate. No voy a participar, aunque sería de manera pasiva como tele-espectador en un lamentable espectáculo que se pitorrea del legítimo y constituicional (sagrada siempre que a Merkel no le escueza algo) derecho de la ciudadanía a estar informado, y más aún, cuando se va a consultar su opinión, su decisión sobre quién y con qué pactos e ideas e instrumentos van a llevar su destino.

No quiero participar en un acto que sangra la democracia en aras del bipartidismo, dándole el tiro de gracia, por gracia de Europa y el capital, y  ninguneando a todos aquellos y aquellas que creemos que en otro mundo con un sistema mejor, más humano, social y justo.

Pero es que además esta pantomima ya no cuela. A una parte muy madura, y me gustaría que mayoritaria de la sociead, los programas y mítines de groupies pre-convencidas del mensaje de su mesías, no nos dice nada. Ya han sido muchos engaños, promesas vacías, y fallos tras el "No nos falles". Lo de esta noche es un ejercicio de autobombo  del sistema bipartidista, y de los dos colosos, cómodos en sus poltronas y aseguradas por un sistema que ningunea la España del siglo XXI y que directamente se descojona del ciudadano.

Este pseudo debate, o timo que habría que llamar, funciona como garante para los dos grandes partidos, a los únicos que muestra como útiles, y distintos, pese a que defienden la misma mierda, y que cualquier vía alternativa es desperdiciar tu voto, que hay que seguir como hasta ahora, con su falsa alternancia, y sus promesas inclumpidas, no ya en su consecución, sino que incluso en el intento de su ejecución.

Por lo tanto, ante la farsa de esta noche, no voy a ver ese debate, porque representan únicamente dos alternativas que en realidad responden a lo mismo, y que ya me han demostrado en el ejercicio del gobierno, como sus programas no sirven, y sus personas estan viciadas y en algunos casos inhabilitadas ya para el ejercicio público. Lo siento, pero no, a mi ya no me engañan.

lunes, 25 de abril de 2011

Nauseabundo


Son nauseabundos. Es inútil, son recalcitrantes de la basura mental. Por mucho esfuerzo que se haga para justificarlos, y decir, bueno, pero son demócratas y si el pueblo quiere que vengan, pues que vengan.

Pero no bajo la bandera de la indignidad. Porque todo les vale y, como del cerdo, lo aprovechan todo. No les basta con la involuntaria baza económica, todo lo empozoñan, todo lo envilecen. Ahora están en la casquería del etarra Troitiño:

Trillo intentando solemne revivir perejiles y glorias jurídico-políticas, bajo la sombra del yak y del 11-M.

Cospedal erigida en robótica Agustina de Aragón de cartón piedra, hablando cómicamente de lógica, normalidad y profesionalidad.

El querellable por calumniador Mayor Oreja refugiado en su inmunidad y en su iluminismo insano que le llevan a decir que la fuga del etarra no es casual y que el precio que el Gobierno tiene que pagar a ETA es una presencia suficiente en los ayuntamientos vascos porque el proceso de negociación continúa. Todo ello por deducciones y ninguna prueba.

ExAznar arrojando bombas de racimo sobre España y sus instituciones.

González-Pons, tragafuegos, tragasables, tragasapos, el tranquilo ejecutor de la propaganda, el hombre que expectora insidias permanentes.

Y el silencioso capo Rajoy bendiciéndolo todo.

¿Pero a qué le llaman estos señores respetar el Pacto antiterrorista, para qué lo firmaron?, solo el vascoespañol Basagoiti lo respeta, y aún.

Primero lanzan sus putrefacciones y luego van al Parlamento. Cuando ya los ciudadanos están intoxicados.

Interpretan las leyes a su imagen, semejanza y conveniencia. Defienden que a un ciudadano libre se le puede vigilar, basta que el fiscal solicite revisión de su libertad, ¡cómo si los fiscales fuesen quienes dictasen la legalidad!, aducen ejemplos inexactos de admitidas vigilancias a ciudadanos condenados en libertad condicional, como era el caso de Mario Conde en 1995. Da igual que el jefe Rajoy en su etapa de Interior mantuviera con el fugado etarra Ternera lo que ahora mantiene el Gobierno con el fugado etarra Troitiño. Todo, menos la cordura.

Todos tiene grado de excelencia: excelencia en su ruindad moral y política. No se cansan de engañar al pueblo español con astucias inicuas.

¡Qué asco que estos señores nos vayan a gobernar y no poder impedirlo!

lunes, 21 de enero de 2008

Saltándose la Constitución

“¡Muera la inteligencia!”-le gritó Millán Astray a don Miguel de Unamuno en nuestra ilustre Universidad. Parece que este grito de guerra, todo un hito en el fascismo, no pasa de moda en la derecha española. Es como si, vez tras vez, tratasen de recordarnos sus orígenes.

Y la inteligencia volvió a ser decapitada hace unos días cuando Mariano, no el muñeco del ventrílocuo, sino el títere, obedeció a la “lideresa” para cargarse a Gallardón. Mi madre acostumbra a recordarme lo que mi abuelo solía decir: “Hace más daño un tonto que un malo”. Rajoy se empapó de sí mismo para cumplir a la perfección esta premisa.

No es que Gallardón sea de mi agrado, en absoluto. No siento ninguna lástima de verle haciendo pucheros por no poder heredar el partido que fundó su padre. Bastante más lástima me da pensar que, mientras se llenan los pasillos, las oficinas y hasta los sanitarios de los hospitales públicos madrileños de pacientes que mendigan un trato sanitario digno, la Presidenta de la Comunidad de Madrid y el Alcalde de la capital carroñean en vida los despojos del candidato conservador. Craso error para dos populistas experimentados.

Gallardón es un hombre de fondo bastante turbio pero muy inteligente, que sabe de sobra que el papel de víctima le conduce a mejor puerto que el de verdugo. Sus lloriqueos y pataletas han generado una extraña simpatía en una sociedad más acostumbrada al “Show rosa” que a la calidad del debate político. El Alcalde de Madrid es un hombre muy astuto que, sabedor de la absurda sobrestimación que nuestra sociedad le otorga a la morbosa emoción del que se proclama víctima, incluso al que es Víctima por la Gracia de Dios, juega su partida a largo plazo y ha lanzado el órdago al despiste. Tendremos a don Corderito Degollado para bastante más rato que a doña Cruella de Ville.

Gallardón sabía de sobra que “Espe” no iba a permitir que nadie se le adelantara. Lo que me sorprende es que Rajoy no lo supiera, pues aunque nunca insinuó ninguna brillantez, tampoco había demostrado tan aplastantemente la lógica descrita por mi abuelo. Por cierto que, a la vez que preparaban el “Reallity del año”, el bueno de García Escudero presentaba, ingenuo, la campaña “Las ideas claras”, sin saber ni quienes iban a ser los portadores del slogan ni qué ideas, tan claras, iban a defender. Pero permitámosles creerse, al menos, eso de que tenían un “as en la manga”. Y, ciertamente, lo tenían: hoy en día nadie esperaba que viniese desde Springfield el mítico “señor Burns”, el histórico magnate de la industria energética, para dedicarse a la política. Sorprender, sorprende.

Por otro lado, comentarios del tipo:“Si Mariano pierde, estamos en igualdad de condiciones”, o “Alberto da tantos votos como la mona chita” me plantean dos hipótesis y una evidente conclusión:

La primera corresponde a que, como dijo ayer José Bono, en el PP tienen tantas ganas de bronca que, como se han disuelto las Cortes, ahora se pegan entre ellos. La segunda hipótesis y alternativa: que la estrategia electoral del PP vaya dirigida a esa parte de la población dedicada al “chascarrillo” con la que el diario El Mundo y la COPE tienen un compromiso ineludible y se han preocupado activamente de fomentar.

No obstante, el PP puede apuntarse el tanto de haber cultivado ya lo que el poeta romano Juvenal creyó imprescindible para el poder y que vino a llamar “Panem et circenses”, pues ya habrían creado la parte correspondiente al circo.

La evidente conclusión es que, en el PP, ni el segurata de la puerta se cree que Rajoy vaya a ganar algo fuera del bingo. Y, a juzgar por sus malas compañías, parece que ni en él.

No es nuevo para la derecha española matar la inteligencia, incluso cuando está a su servicio, para darle el pan al miedo y el circo a Espe. Un adolescente de 50 años que acaba de llegar a este mundo con los ojos vidriosos por la fea realidad, debería haberse dado cuenta de que la extrema-derecha, en todas sus manifestaciones, siempre interpretó la inteligencia, venga de donde venga, como una amenaza seria e inminente, pues la razón y la corriente libre del pensamiento siempre fue el principal enemigo de la defensa a ultranza de los poderes fácticos que la extrema-derecha siempre usó para justificar su legitimidad en el poder, ya sea con las tradicionales pedradas o con tránsfugas. Moderneces.

Pues bien. El actual alcalde de Madrid, de perfil integrador y centrista, pero frente de derechas y privatizador ha perdido esta batalla, pero guarda armas para la que se va a producir a partir del 9 de marzo. Estrambótico sería que con este episodio y la llegada de "Azote del Gobierno" Pizarro el PP llegará al poder. ¿Por qué?. Muy sencillo. Si la constitución del 78 define el Estado como un país de sistema democrático, no solo se transmite de manera implícita que la democracia se hace extensible a los partidos que participan en ella, si no que se recoge de manera literal (Artículo 6). El hecho de que para ir de número 2 por Madrid, se haya dejado atrás al político más valorado del país (eso de casar gays y decir si, a la Guerra de Irak a la vez es un chollo), en favor del sector más radical de la derechona española, representando en Espe, botella y Aznar, y que tienen a un millón-eurista como el ex-presidente de Endesa es una clara demostración de que palo van. Y es que encima, si este PP, ante-todo NO-democrático gana en las elecciones un millón-eurista, beneficiario directo de las privatizaciones de Aznar que tan "libremente" han destrozado muchos servicios decidirá en calidad de Ministro de Economía (joder, encima será el primer no-catalán) el futuro de los mil-euristas (y todos aquellos que no llegamos).

Esta es la primera piedra por la que el PP no puede ganar las elecciones. No es que el PSOE sea la panacea, o IU el buen-gobierno, pero por lo menos estos 4 años los derechos y libertades de la población han crecido y algo mejor se esta viviendo.

Camareros: Necesarios, degradados y precarios. Una experiencia personal

Ahora que ya está aquí el veranito con su calor plomizo, pegajoso y hasta criminal, se llenan las terracitas para tomar unas...