Hoy es 9 de diciembre y hoy comienza la tercera ronda de movilizaciones de los médicos y profesionales facultativos de la medicina en España, contratados o que aspiran a serlo en la Sanidad Pública. Una huelga de médicos motivada por las injusticias, incoherencias, inconsistencias, hechos consumados o que se pretenden consumar, atropellos y abusos que están sobre la mesa de negociación del nuevo Estatuto Marco de los médicos.
Este Estatuto tiene rango de ley general del Estado y está orientado a fijar un marco común, unas reglas básicas para todo el personal que trabaja en el ámbito de la Sanidad en cualquier Comunidad Autónoma. Son estas quienes detentan las competencias en materia sanitaria y gestionan sus respectivas áreas sanitarias, sus recursos y desarrollan las contrataciones, pero el Estatuo Marco procura fijar un espacio de mínimos sobre el que cada gobierno autonómico actúe. Esos mínimos serían una regulación de las clasificaciones profesionales, incluidos los procesos de selección y de movilidad interna tanto geográficas como administrativas, derechos y deberes del personal y de los administradores y gestores, sistema retributivo, jornada laboral y descansos, cotizaciones a la seguridad social, regímenes disciplinarios y compatibilidades, entre otras cosas. Aunque en no pocas ocasiones se salten reglamentaciones estatales como pueda ser el propio Estatuto de los Trabajadores, o los acuerdos con la UE (con sentencias judiciales de Tribunales Europeos de por medio) en cuanto a la temporalidad del sector público.
Pues bien, lejos de fomentar una negociación sana que escuche las interpelaciones y reclamaciones de este sector profesional, el gobierno “más progresista de la historia”, vuelve a sacar su vena neoliberal para mantener, e incluso ampliar, algunas de las tropelías que los médicos vienen sufriendo. Además, lo hacen con una Ministra, anestesista de profesión y que viene de un partido a la izquierda del PSOE. Toda una declaración de intenciones. Y es que,
¿Aceptarías estas condiciones de un trabajo?:
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De media pasas 2 meses/año fuera de tu casa, obligado a turnos de 24 horas a 9€/hora sin nocturnidad ni descanso estipulado. Descrita como jornada complementaria (lo vas a hacer sí o sí "por necesidades del servicio").
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No existe la jornada extraordinaria y la localización solo se cobra si vas, o a 4.5€/h, dependiendo del sitio.
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A veces te juntas con más de 80horas semanales de jornada obligatoria, con el descanso entre la salida de una guardia y la incorporación al día siguiente, en menos de 24 horas después.
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De media cada 6 años pierdes 1 de cotización porque las guardias NO cuentan para la jubilación. Guardias obligadas hasta los 55 años, pierdes entre 5 y 6 años de cotización. Pudiéndote jubilar (por el esfuerzo y la responsabilidad) a los 60-61, te jubilas a los 67.
¿Aceptarías? Pues estas son las condiciones reales del personal médico de la Sanidad Pública. Y aún tenemos que oír que qué vergüenza, que somos unos privilegiados con lo que cobramos. Nos ha jodido!! Más de 60 horas semanales a 9 EUROS POR HORA Y LA MITAD DE LAS HORAS NO CUENTEN PARA LA JUBILACIÓN
Ya está bien después de llevar 40 años aguantando y que el "nuevo" estatuto marco sea un copia/pega del antiguo.
No debería de haber nadie que viniera a discutir la necesidad de mejorar las condiciones laborales, profesionales y vitales del colectivo de médicos de este país, punta de lanza de la Sanidad Pública Española. Ya he dicho alguna vez, que el logro de un colectivo no debe suponer el castigo a otro. El que se igualen las condiciones de la clase trabajadora no tiene que basarse en derrotar a las que con lucha han conseguido ciertos privilegios o ventajas. La igualdad tendría que venir por la mejora de los que peores condiciones tienen. No se me puede olvidar aquí también potenciar la figura del doctor y de la doctora, como autoridad, para garantizar así también su integridad y seguridad.
No creo que haya nadie que quiera ir con una apendicitis, propia y de un familiar, a que te opere un facultativo, o mejor dicho, un equipo de facultativos que a lo mejor llevan ya 20 horas seguidas trabajando. Que no saben si el mes que viene tienen que cambiar de localización, o incluso que pierdan su trabajo. Que desconocen cuándo la autonomía va a sacar los concursos y oposiciones para poder optar a quedarse en su lugar de nacimiento o de residencia. También muchos y muchas se ven lastrados en su trabajo por las gerencias (ligadas a los partidos políticos) y las jefaturas atrapadas en las manos de “compañeros” en edad de jubilarse que se perpetúan en los puestos e impiden los recambios, actualizaciones y el progreso de los servicios. Profesionales en todo caso, que con la excusa de la motivación, el sentido público o la vocación son maltratados y pisoteados.
Creo que todas las huelgas merecen respeto. Y pienso firmemente que el Derecho a la Huelga debe ser protegido y validado cada día, para precisamente, con la huelga, poder defender de manera clara el Derecho al Trabajo. Sin embargo, una vez más, volvemos a ver cómo se interpela el derecho al trabajo cuando hay una huelga legalmente convocada para pasar a olvidarlo y pisotearlo cuando se consigue parar la activación de un colectivo o incluso de la sociedad. Cuando son esos mismos beneficiarios últimos, los pacientes de ahora o del futuro, los que frenamos que quienes nos sanan y nos cuidan tengan mejores condiciones de vida.
En la ola de privatizaciones y de hacer negocio con la vida y la salud de las personas, el PP y también el PSOE, y también quienes les mantienen en el poder en cada lugar, se empeñan en menospreciar el trabajo, la vida y el futuro de los sanitarios. Desmiembran y desmontan la Sanidad Pública. La dejan huérfana de recursos y anquilosan al personal en condiciones leoninas. La precarización progresiva de los trabajos en el sector sanitario son parte de esa estrategia
Y la población, como digo pacientes de ahora o del mañana, no somos cautivos de los convocantes de la huelga. Somos prisioneros de unos políticos cobardes y mentirosos, pagados para destrozar la Sanidad Pública que es lo que hace más país. Lo que construye un mayor orgullo por ser español o española.
Es la tercera convocatoria de Huelga, y aunque es cierto que hay un sector de la profesión que se moviliza por los tímidos movimientos para evitar que facultativos de la pública hagan horas en la privada, el grueso de los doctores y doctoras se pone en acción por la degradación continua de sus condiciones de trabajo, y por ende de vida. En primer lugar, por un factor generacional, una ruptura entre los médicos que llevan muchos años instalados y cogidos los puestos de decisión, de docencia o de poder. Y después, también con las mujeres, las profesionales en un sector fuertemente feminizado, y que va a ir a más, y que necesitan, necesitamos todos, garantías de que su trabajo se realiza con dignidad, seguridad y en base a unas certezas de defensa de la Sanidad Pública, como modelo de prestación y de la salud pública, como objetivo.
Por esto, estos días ten paciencia si tienes que pasar por un centro médico. Si están así estos días, y han estado ya, y volverán a estarlo, es también por ti. Por tus padres y tus hijos. Porque todos tengamos una mejor Sanidad Pública.

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