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martes, 1 de marzo de 2022

Guerra en Ucrania

 

Un blindado ruso, calcinado en la ciudad ucraniana de Járkov este lunes. Visto aquí.

El Donbás lleva en Guerra 8 años, con violaciones de los acuerdos de alto el fuego de 2014, con la matanza sistemática de opositores al régimen de Kiev por parte de grupos paramilitares de clara ideología neofascista que han sido armados y entrenados por Estados Unidos. Este a su vez está tratando de mantener desesperadamente su posición hegemónica mundial inflamando conflictos en las áreas de influencia de sus potenciales rivales (Rusia, China o Irán-India-Pakistan) e incluso de aliados como Japón o la UE. Por lo tanto a mi juicio, es imprescindible hacerse un replanteamiento y análisis de la situación.


¿Por qué ahora se vuelve a un escenario de guerra abierta en Ucrania?

En primer lugar, no podemos olvidar que los índices de popularidad actuales de Biden son los más bajos de un presidente americano en su primer año de mandato. Y que costumbre es cuando baja la popularidad acelerar un conflicto armado en el extranjero apelando a unos “intereses nacionales” más que discutibles.

Conviene recordar que en de los casi 250 años de existencia de los Estados Unidos, se han pasado unos 222 años en Guerra. Exceptuando la Guerra de Independencia, la de Sucesión y las lanzadas hacia el Oeste contra los pueblos indígenas norteamericanos y salvo un par de episodios más, siempre lejos de sus fronteras y sin una amenaza real. Sólo excusas y justificaciones que valieron más para que unos pocos hicieran dinero con el sufrimiento ajeno.

Por su parte, Putin, expresa razones humanitarias pero sobretodo de afirmación nacionalista del espacio vital ruso, en el que incluye a Ucrania y Bielorrusia, y donde denuncia la ofensiva de la OTAN hacia el Este de Europa. También es un factor clave el reforzamiento del autoritarismo con el que maneja Rusia desde hace ya dos décadas, convirtiéndolo en un paraíso oligarca donde se persigue la contestación social. Ha esperado a que finalizarán los JJOO de Invierno en Pekín para lanzar el ataque sin ofender a su principal socio geoestratégico, China. Sociedad que comparte un único interés: Doblegar la hegemonía norteamericana en un mundo unipolar.

Por otro lado esta “la vieja Europa”. La señora ya mayor y adormecida que casi no le queda voz ni para poner orden a una voz entre sus propios miembros. Que se muestra cautiva tanto del peso aglutinador que proporciona Estados Unidos (en materia comercial, militar o política) y de la influencia rusa (tanto por unas historias y geografías comunes, por lazos económicos y energéticos mutuos). Que no acaba de entender que el eje mundial ha cambiado del Atlántico al Pacífico-Índico. Y que no es capaz ni siquiera de mostrar una voz propia que pueda garantizar su seguridad y progreso que pasa inequívocamente por el reconocimiento de Rusia no como un amaneza o incluso un enemigo, sino como un aliado, cooperador necesario y buen vecino. La Unión Europea del capital, extremadamente neoliberal, con cada crisis internacional queda más desacreditada e inoperante presa de los interéses de terceros.

Existen al acceso de cualquiera artículos contrastados que marcan las razones de esta confrontación, pero hay uno que está claro y diáfano: Esta guerra se podía haber evitado, pero no se ha querido. Es un fracaso de la sociedad (así dicho, sin costuras ni limitaciones) occidental. No hemos puesto en marcha, ni siquiera en común, compromisos éticos fuertes y diligentes hacia la paz y la seguridad, entendida esta última como el respeto y la consideración hacia otros países y colectivo, siempre dentro del orden marcado por los Derechos Humanos.

Sin embargo, tenemos ya en marcha una guerra abierta con el ataque ruso sobre territorio ucraniano y marchando hasta Kiev. Sin duda censurable y reprobable. Como también lo son los acuerdos incumplidos por parte de Kiev y sus aliados occidentales, con Estados Unidos a la cabeza y con la UE absolutamente inoperante y subsidiaria de los intereses hegemónicos yankees. Todo ello mientras se amplían presupuestos militares y gastos en armamento, justo cuando se cumplen dos años de la llegada de la pandemia de la COVID-19 cuyo impacto ha sido indudablemente mayor debido a los recortes y restricciones de gasto en servicios públicos, en especial en servicios sociales, educación y sanidad, pero también en investigación y desarrollo científico.

Es insultante observar como se aprueban (y lo hacen sin la más mínima discusión, repulsa y contrariedad tanto social como de los medios de (des)información) millones y millones de euros dedicados para matar a otros seres humanos cuando venimos de unos años, y no sólo a los dos últimos sino desde el estallido de la crisis-estafa económica de 2008, en los que el gasto público ha estado preso de recortes.

La verdad de la escalada bélica y la guerra abierta la sufren las víctimas. Pero las razones que empujan a ello se suelen sustentar en relatos identitarios y que esgrimen el juego ofensa-defensa o nosotros contra ellos.

En ese sentido, una labor tremendamente urgente es poner en cuarentena las informaciones (o desinformaciones) que se reciben. Reclamar como sociedad un periodismo veraz y comprometido. Ser exigente también con nuestros mandatarios para que la verdad no sea una figura retórica sino un compromiso ineludible. Y también comprometernos en estar mejor informados, contrastando y desechando opiniones partidarias por la construcción de las propias en base al conocimiento.

Si como al principio decía, Ucrania y Rusia, en el Donbás, llevan 8 años batallando es importante que seamos capaces de saber por qué ahora salta a la palestra. Por qué este conflicto. Por qué no otros. Por qué no los bombardeos diarios del amigo árabe en Yemén. La opresión continua de Marruecos en el Sahara o Israel con Palestina. Por qué hay víctimas que "valen" más. A quiénes les valen más. Qué relatos sustentan.

Al final, el dolor y la violencia se desatan sobre las clases bajas, mientras que los que toman decisiones, y hoy en día ya, los accionistas de las empresas interesadas en el conflicto (armamentísticas, seguridad, energéticas) se frotan las manos al calor de los tremendos beneficios que ocasiona una guerra.


Como decía el añorado Julio Anguita: “Malditas sean las guerras y los canallas que las hacen”.

lunes, 25 de abril de 2011

Nauseabundo


Son nauseabundos. Es inútil, son recalcitrantes de la basura mental. Por mucho esfuerzo que se haga para justificarlos, y decir, bueno, pero son demócratas y si el pueblo quiere que vengan, pues que vengan.

Pero no bajo la bandera de la indignidad. Porque todo les vale y, como del cerdo, lo aprovechan todo. No les basta con la involuntaria baza económica, todo lo empozoñan, todo lo envilecen. Ahora están en la casquería del etarra Troitiño:

Trillo intentando solemne revivir perejiles y glorias jurídico-políticas, bajo la sombra del yak y del 11-M.

Cospedal erigida en robótica Agustina de Aragón de cartón piedra, hablando cómicamente de lógica, normalidad y profesionalidad.

El querellable por calumniador Mayor Oreja refugiado en su inmunidad y en su iluminismo insano que le llevan a decir que la fuga del etarra no es casual y que el precio que el Gobierno tiene que pagar a ETA es una presencia suficiente en los ayuntamientos vascos porque el proceso de negociación continúa. Todo ello por deducciones y ninguna prueba.

ExAznar arrojando bombas de racimo sobre España y sus instituciones.

González-Pons, tragafuegos, tragasables, tragasapos, el tranquilo ejecutor de la propaganda, el hombre que expectora insidias permanentes.

Y el silencioso capo Rajoy bendiciéndolo todo.

¿Pero a qué le llaman estos señores respetar el Pacto antiterrorista, para qué lo firmaron?, solo el vascoespañol Basagoiti lo respeta, y aún.

Primero lanzan sus putrefacciones y luego van al Parlamento. Cuando ya los ciudadanos están intoxicados.

Interpretan las leyes a su imagen, semejanza y conveniencia. Defienden que a un ciudadano libre se le puede vigilar, basta que el fiscal solicite revisión de su libertad, ¡cómo si los fiscales fuesen quienes dictasen la legalidad!, aducen ejemplos inexactos de admitidas vigilancias a ciudadanos condenados en libertad condicional, como era el caso de Mario Conde en 1995. Da igual que el jefe Rajoy en su etapa de Interior mantuviera con el fugado etarra Ternera lo que ahora mantiene el Gobierno con el fugado etarra Troitiño. Todo, menos la cordura.

Todos tiene grado de excelencia: excelencia en su ruindad moral y política. No se cansan de engañar al pueblo español con astucias inicuas.

¡Qué asco que estos señores nos vayan a gobernar y no poder impedirlo!

lunes, 31 de enero de 2011

La revolución silenciada


Recientemente nos han sorprendido los acontecimientos de Túnez que han desembocado en la huida del tirano Ben Alí, tan demócrata para occidente hasta anteayer y alumno ejemplar del FMI. Sin embargo, otra “revolución” que tiene lugar desde hace dos años ha sido convenientemente silenciada por los medios de comunicación al servicio de las plutocracias europeas.

Ha ocurrido en la mismísima Europa (en el sentido geopolítico), en un país con la democracia probablemente más antigua del mundo, cuyos orígenes se remontan al año 930, y que ocupó el primer lugar en el informe de la ONU del Índice de Desarrollo Humano de 2007/2008. ¿Adivináis de qué país se trata? Estoy seguro de que la mayoría no tiene ni idea, como no la tenía yo hasta que me he enterado por casualidad. Se trata de Islandia, donde , se nacionalizaron los principales bancos, se decidió no pagar la deuda que estos han creado con Gran Bretaña y Holanda a causa de su execrable política financiera y se acaba de crear una asamblea popular para reescribir su constitución. Y todo ello de forma pacífica: a golpe de cacerola, gritos y certero lanzamiento de huevos. Esta ha sido una revolución contra el poder político-financiero neoliberal que nos ha conducido hasta la crisis actual. He aquí por qué no se han dado a conocer apenas estos hechos durante dos años o se ha informado frivolamente y de refilón: ¿Qué pasaría si el resto de ciudadanos europeos tomaran ejemplo? Y de paso confirmamos, una vez más por si todavía no estaba claro, al servicio de quién están los medios de comunicación y cómo nos restringen el derecho a la información en la plutocracia globalizada de Planeta S.A..

Esta es, brevemente, la historia de los hechos:

  • A finales de 2008, los efectos de la crisis en la economía islandesa son devastadores. En octubre se nacionaliza Landsbanki, principal banco del país. El gobierno británico congela todos los activos de su subsidiaria IceSave, con 300.000 clientes británicos y 910 millones de euros invertidos por administraciones locales y entidades públicas del Reino Unido. A Landsbanki le seguirán los otros dos bancos principales, el Kaupthing el Glitnir. Sus principales clientes están en ese país y en Holanda, clientes a los que sus estados tienen que reembolsar sus ahorros con 3.700 millones de euros de dinero público. Por entonces, el conjunto de las deudas bancarias de Islandia equivale a varias veces su PIB. Por otro lado, la moneda se desploma y la bolsa suspende su actividad tras un hundimiento del 76%. El país está en bancarrota.
  • El gobierno solicita oficialmente ayuda al Fondo Monetario Internacional (FMI), que aprueba un préstamo de 2.100 millones de dólares, completado por otros 2.500 millones de algunos países nórdicos.
  • Las protestas ciudadanas frente al parlamento en Reykjavik van en aumento. El 23 de enero de 2009 se convocan elecciones anticipadas y tres días después, las caceroladas ya son multitudinarias y provocan la dimisión del Primer Ministro, el conservador Geir H. Haarden, y de todo su gobierno en bloque. Es el primer gobierno (y único que yo sepa) que cae víctima de la crisis mundial.
  • El 25 de abril se celebran elecciones generales de las que sale un gobierno de coalición formado por la Alianza Social-demócrata y el Movimiento de Izquierda Verde, encabezado por la nueva Primera Ministra Jóhanna Sigurðardóttir.
  • A lo largo del 2009 continúa la pésima situación económica del país y el año cierra con una caída del PIB del 7%.
  • Mediante una ley ampliamente discutida en el parlamento se propone la devolución de la deuda a Gran Bretaña y Holanda mediante el pago de 3.500 millones de euros, suma que pagarán todos las familias islandesas mensualmente durante los próximos 15 años al 5,5% de interés. La gente se vuelve a echar a la calle y solicita someter la ley a referéndum. En enero de 2010 el Presidente, Ólafur Ragnar Grímsson, se niega a ratificarla y anuncia que habrá consulta popular.
  • En marzo se celebra el referéndum y el NO al pago de la deuda arrasa con un 93% de los votos. La revolución islandesa consigue una nueva victoria de forma pacífica.
  • El FMI congela las ayudas económicas a Islandia a la espera de que se resuelva la devolución de su deuda.
  • A todo esto, el gobierno ha iniciado una investigación para dirimir jurídicamente las responsabilidades de la crisis. Comienzan las detenciones de varios banqueros y altos ejecutivos. La Interpol dicta una orden internacional de arresto contra el ex-Presidente del Kaupthing, Sigurdur Einarsson.
  • En este contexto de crisis, se elige una asamblea constituyente el pasado mes de noviembre para redactar una nueva constitución que recoja las lecciones aprendidas de la crisis y que sustituya a la actual, una copia de la constitución danesa. Para ello, se recurre directamente al pueblo soberano. Se eligen 25 ciudadanos sin filiación política de los 522 que se han presentado a las candidaturas, para lo cual sólo era necesario ser mayor de edad y tener el apoyo de 30 personas. La asamblea constitucional comenzará su trabajo en febrero de 2011 y presentará un proyecto de carta magna a partir de las recomendaciones consensuadas en distintas asambleas que se celebrarán por todo el país. Deberá ser aprobada por el actual Parlamento y por el que se constituya tras las próximas elecciones legislativas.
  • Y para terminar, otra medida “revolucionaria” del parlamento islandés: la Iniciativa Islandesa Moderna para Medios de Comunicación (Icelandic Modern Media Initiative), un proyecto de ley que pretende crear un marco jurídico destinado a la protección de la libertad de información y de expresión. Se pretende hacer del país un refugio seguro para el periodismo de investigación y la libertad de información donde se protegan fuentes, periodistas y proveedores de Internet que alojen información periodística; el infierno para EEUU y el paraíso para Wikileaks.

Pues esta es la breve historia de la Revolución Islandesa: dimisión de todo un gobierno en bloque, nacionalización de la banca, referéndum para que el pueblo decida sobre las decisiones económicas trascendentales, encarcelación de responsables de la crisis, reescritura de la constitución por los ciudadanos y un proyecto de blindaje de la libertad de información y de expresión. ¿Se nos ha hablado de esto en los medios de comunicación europeos? ¿Se ha comentado en las repugnantes tertulias radiofónicas de politicastros de medio pelo y mercenarios de la desinformación? ¿Se han visto imágenes de los hechos por la TV? Claro que no. Debe ser que a los Estados Unidos de Europa no les parece suficientemente importante que un pueblo coja las riendas de su soberanía y plante cara al rodillo neoliberal. O quizás teman que se les caiga la cara de vergüenza al quedar una vez más en evidencia que han convertido la democracia en un sistema plutocrático donde nada ha cambiado con la crisis, excepto el inicio de un proceso de socialización de las pérdidas con recortes sociales y precarización de las condiciones laborales. Es muy probable también que piensen que todavía quede vida inteligente entre sus unidades de consumo, que tanto gustan en llamar ciudadanos, y teman un efecto contagio. Aunque lo más seguro es que esta calculada minusvaloración informativa, cuando no silencio clamoroso, se deba a todas estas causas juntas.

Algunos dirán que Islandia es una pequeña isla de tan sólo 300.000 habitantes, con un entramado social, político, económico y administrativo mucho menos complejo que el de un gran país europeo, por lo que es más fácil organizarse y llevar a cabo este tipo de cambios. Sin embargo es un país que, aunque tienen gran independencia energética gracias a sus centrales geotérmicas, cuenta con muy pocos recursos naturales y tiene una economía vulnerable cuyas exportaciones dependen en un 40% de la pesca. También los hay que dirán que han vivido por encima de sus posibilidades endeudándose y especulando en el casino financiero como el que más, y es cierto. Igual que lo han hecho el resto de los países guiados por un sistema financiero liberalizado hasta el infinito por los mismos gobiernos irresponsables y suicidas que ahora se echan las manos a la cabeza . Yo simplemente pienso que el pueblo islandés es un pueblo culto, solidario, optimista y valiente, que ha sabido rectificar echándole dos cojones, plantándole cara al sistema y dando una lección de democracia al resto del mundo.

El país ya ha iniciado negociaciones para entrar en la Unión Europea. Espero, por su bien y tal y como están poniéndose las cosas en el continente con la plaga de farsantes que nos gobiernan, que el pueblo islandés complete su revolución rechazando la adhesión. Y ojalá ocurriera lo contrario, que fuera Europa la que entrase en Islandia, porque esa sí sería la verdadera Europa de los pueblos.

martes, 11 de diciembre de 2007

¿A quién cojones disparamos?

Jon Sistiaga nos tiene acostumbrados a trabajos plenos de pasión, entrega y realidad. Su máxima es simple: la veracidad. Ahora tras 4 años de ocupación sin más sentido que el control del petróleo y el supuesto negocio de la reconstrucción (caso Walco) el fenomenal periodista y reportero vasco vuelve a Bagdad, ciudad que ya había visitado con anterioridad en varias ocasiones y en la que vivió uno de los más tristes capítulos en la historia del periodismo en España: la muerte de José Couso.

Durante todo el desarrollo del reportaje prima la idea del sin-sentido, de la justificación vacía y de la violencia como fuente de riqueza al otro lado del Atlántico. La dicotomía entre buenos y malos que dibuja la simpleza de los soldados rasos, se tiñe de incertidumbre en la asignación de esos roles, cuando los preguntados son los mandos. Ver a los mandos haciendo rondas y ataviados con el uniforme de camuflaje en el desierto, o esos nuevos equipos y vehículos que transforman la batalla de sangre, sudor y lágrimas en el sonido sordo de risas de jarheads y el vacío de las ametralladoras, mientras los cuerpos aparecen en la pantalla. No es videojuego, pero lo parece. No es Irak, Bagdad sino la puerta del infierno en la tierra, en el que cada día mueren 20 civiles y 2 soldados estadounidenses.

El documental es una muestra impresionante de la lucha que las tropas "aliadas" tienen contra la insurgencia. Terrorismo sí, cuando las víctimas son cíviles, pero no olvidemos, que como bien dijo Sistiaga, "si invaden tu país, ¿no atacarías con todo lo que tienes a las fuerzas invasoras?". Las imagenes filmadas por el periodista, se entremezclan con las acciones colgadas en Internet por los insurgentes, captados, adiestrados y estimulados por Al Quaeda, el radical Al Sader o las brígadas de los mártires de Al-Aqsa, que han convertido una próspera nación de vivo ardor tanto cultural como social, en un bosque de crateres en las carreteras y paredes agujereadas. Impresionante es ver como los soldados americanos solo ven en la fuerza de los dolares la única manera de hacer oposición a las milicias, comprando las confidencias de ciudadanos iraquíes, ya cansados de tanta violencia, pero sobretodo más cansados de pobreza.

Negros, latinos, irlandeses... soldados, cabos, sargentos, tenientes, coroneles y hasta un general aparece en el reportaje. Impresiona ver la naturalidad en la batalla de hombres experimentados como el teniente Hernández o el sargento Rodríguez. Apesadumbra ver y escuchar las razones que el coronel Coffey expone sobre el planteamiento de la derrota de Sadam y cómo debía Occidente llevar a Irak hacia la democracia. Pero lo más triste es ver el día a día de los iraquíes. Cierto es que se ve desde la óptica de los marines, que a través de sus miras y sus gafas sólo ven el miedo y el pavor de la ciudadanía, que en ocasiones, se mezcla con odio y resginación, cuando te disparan porque has subido a tu tejado a dar de comer a los pajaros.

Pero no sólo firma las horas de trabajo de los marines. Sistiaga se mete en los barracones y comparte las vidas en campaña de los soldados. De Sri Lanka, Bangladesh y Nepal vienen tres hombres a trabajar en un Burguer King abierto dentro de la base americana. La globalización económica, el sentir neo-con es una nueva forma de barbarie que se somete a la más tradicional y arcaica. Los pórtatiles, Internet, las grandes pantallas desde las que se ven los espectáculos televisivos americanos vía satélite, ocupan el ocio del ejército. Salvo un teniente, maestro de escuela cuando entra en la reserva, nadie lee. No se ven libros; tampoco nadie escribe; tirada en el suelo aparece un Hustler. La música que suena envalentona a los jovenes soldados, que casi sin oir las letras se mueven impulsados por ritmos similares a los de metralletas. Red Hot Chili Peppers, Linkin Park, Ministry, LImp Bizkit, Beck,... todos ellos ocupan lugares en los Ipod de los marines, pero pocos se inscrustan en el cérebro para mover conciencias.

La guerra siempre ha sido brutal, innecesaria y un acto de barbarie exagerado. Pero en esta Guerra de Irak, o esta postguerra como nos la quisieron vender los del Trio, en la que la violencia tiene un uso mercantílista, capitalista, expropiador,... propio del siglo XVII o de la Conferencia de Berlín... Cómo bien dijo este periodista, este hombre, al que desde hace ya bastante tiempo admiro, "la guerra y posterior invasión de Irak sólo ha servido para incrementar el precio del petróleo, evitar una posible paz en Oriente Medio, facilitar una válvula de salida al jihadismo y los Talibanes de Afgánistan, provocar un muro de intolerancia entre religiones, masacrar una población previamente masacrada por órdenes de embargo que afectaban al ciudadano de a pie, pero no al dictador Sadam..."

Camareros: Necesarios, degradados y precarios. Una experiencia personal

Ahora que ya está aquí el veranito con su calor plomizo, pegajoso y hasta criminal, se llenan las terracitas para tomar unas...