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miércoles, 14 de abril de 2021

14 de Abril: Memoria, dignidad y libertad



Hoy hace 90 años que la voluntad popular de éste país torno en forma de República y hoy toda persona de bien, democrática, libertaria y con sentido critico y de respeto tiene que defender el legado (sin negar las deficiencias y errores) de aquel experimento de libertad, frente a la desmemoria del fascismo, el cainismo y traición de una Guerra Civil, el nefasto régimen franquista, el posterior pactismo que nos trajo la Transición, con su Ley de Amnistía al frente.
Centrándose propiamente en el modelo de estado, en su jefatura, en forma de Corona hereditaria, no cabe duda que pese al apoyo incondicional de tres de los cuatro principales partidos -el cuarto, Podemos, sin discutir abiertamente su legitimidad-, el apoyo de los medios de comunicación -empezando por el propio CIS que ya lleva 4 sin preguntar por la Casa Real-, y la propia regeneración con la abdicación del corrupto y vividor Juan Carlos, en su elitista y retrógrado hijo (y su tan absolutista esposa), la institución vive un constante deterioro de su imagen pública que provoca inexorablemente, las dudas en la idoneidad del modelo de estado.
Ya en 1984, Adolfo Suárez, para nada sospechoso de republicano, confirmaba en una entrevista cuyo fragmento fue silenciado hasta hace pocos años, que en el 78 no se pregunto a los españoles por la jefatura del estado en la persona de Juan Carlos Borbón, y de forma hereditaria en su familia, puesto que los sondeos que se manejaban indicaban una mayoría social a favor de la República.
La corrupción, el lobbismo para con sus intereses, la falta de credibilidad de la institución en su mensaje de servicio público, su posicionamiento en la caverna más reaccionaria del espectro político, la falta de transparencia y mucho más lamentable la falta de empatía para con los problemas de los ciudadanos (baste por ejemplo recordar la reacción de “el preparao” cuando un ciudadano le tendió escoba en la mano para ayudar a desembarrar los pueblos afectados por una riada) son sus mayores pecados.
Durante años, muchos años, la disidencia ideológica que pedía, entre otras muchas cosas, República y democracia, fue tratada con displicencia, como una nota de color en el pentagrama de lo que ha sido la España post-franquista: Turnismo entre el centro derecha liberal y la derecha nacional católica, bajo postulados del libre comercio con un Rey, impuesto por el dictador, y un primer presidente elegido por ese Rey.
Pedir República era un ejercicio de estoicismo y era claramente utilizado por el sistema, por el Régimen del 78, para dar un empaque de libertad de opinión, de prensa o de manifestación, a una deriva que en realidad era autoritaria e injustificable.
 

 
Pero con la estafa llamada crisis el chiringuito comenzó a desmoronarse. Las minorías que pedían República pasaron a movilizarse en mayor numero y ocasión. Se acompañaban de forma solidaria y mutua con las protestas de índole social (jubilados, funcionarios, estudiantes, mujeres, sectores precarizados, trabajadores en multinacionales,…). El tema catalán ponía en solfa los pactos secretos del 78, y la actitud hacia el llamamiento republicano y la decisión colectiva, se trata con autoritarismo, castigos y silencio mediático.
Es la misma crisis del sistema, la de la política-social de la España de finales del XX y principios del XXI que se viene abajo por momentos y que tiene a la monarquía como aglutinador. Existen notables intereses económicos y de poder en torno a la figura del Rey -y su familia-, ya que están garantizados en el propio pacto franquista, que garantizó Corona y Constitución en el mismo paquete. En ese paquete, no se discute, ni mucho menos se investiga o se judicializa, los desmanes de 40 años de dictadura fascista, de masacre a los disidentes y trabajadores y de notables riquezas, patrimonios y emporios personales hechos gracias a y debido a, el propio régimen franquista.
En 1931, y en 1936, había una España que luchaba por crecer y convertirse en un lugar digno donde vivir donde la libertad, la igualdad y la justicia no fueran meros eslóganes. Hoy esa España sigue existiendo y existirá porque nunca la opresión fascista terminará con las ansias democráticas y de futuro de un pueblo. Y hoy como entonces, los poderes fácticos del estado -nobleza, ejército y burguesía reaccionaria- lucharán para impedir que sus privilegios se colectivicen, o se repartan.
Hoy, por fin, tenemos a los jóvenes que han superado el silencio de la educación, no sólo concertada y religiosa, sino dolorosamente pública, de lo que es su historia reciente y se auto-organizan en referéndums para discutir el modelo de estado: Monarquía o República. Una discusión en la que hay más, mucho más, de la simple dicotomía entre un cargo elegido por votación, u ostentado por herencia, con insultantes y abusivos privilegios económicos. Es la discusión y el reconocimiento del fracaso económico y social de nuestro país, que como en los últimos tres siglos, con sus tres guerras civiles, tiene al pueblo trabajador y jornalero siendo explotado y sostenedor de aristócratas y mangantes.
La Constitiución del 31 comenzaba diciendo que “España es una República democrática de trabajadores de toda clase”, para continuar en su artículo 3 con que “El Estado español no tiene religión oficial”. Más tarde, en el 6 decía “España renuncia a la guerra como instrumento de política oficial”, y recuerdo aquí la traición de los generales conjurados que habían jurado fidelidad a la República y faltaron a su palabra, algo que en cualquier ejército del mundo supondría su condena, burla y desprecio. Aquí ya sabemos lo que tenemos en “nuestros” cuarteles.
En la España plurinacional que tenemos, y que es innegable a poco que se conozca la historia, cabe recordar que la Constitución del 31 en su artículo 10 decía que “las provincias se constituirán por los Municipios mancomunados conforme a la ley que determinará su régimen, funciones y la manera de elegir su órgano gestor”, siendo recogidos y aprobados tanto en el Estatut de Catalunya del 35 y en el del País Vasco.
En el artículo 25 se decía que, “No podrán ser fundamento de privilegio jurídico: la naturaleza, la filiación, el sexo, la clase social, la riqueza, las ideas políticas ni las creencias religiosas. El estado no reconoce distinciones ni títulos nobiliarios.”. Esto finalizaba con las discriminaciones que sufría con la mujer, terminaba con los privilegios de la aristocracia y las prebendas de la iglesia católica empezando por su mantenimiento económico. Se reconocía la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, la separación matrimonial en igualdad de condiciones.
Ya en el artículo 44 “Toda la riqueza del país, sea quien fuere su dueño, está subordinada a los intereses de la economía nacional…con los mismos requisitos la propiedad podrá ser socializada.” se ponía en tela de juicio la gran hecatombe de la economía española, la propiedad de la tierra, siempre en muy pocas y aristocráticas manos, frente a los más de dos millones de jornaleros que vivían en la extrema y miserable pobreza.
Sobra decir como nobleza, burguesía, clero y ejército se conjuraron frente a la soberanía popular, obrera y legal. Traicionaron su propio país y después de masacrarlo con decisiva ayuda del fascismo alemán e italiano, lo lastraron 40 años de oscuridad e inmundicia y ya a 40 de mentira y oprobio.
Aquella Constitución, aquella revolución pacífica obrera y libertaria que muchos celebramos hoy 14 de abril, se adelantaba más de medio siglo a lo que se conseguía en Europa a finales de siglo XX. Y sin duda, supone un modelo, mínimo exigible, para España.
Siempre se ha dicho que había más “Juancarlistas” que monárquicos, y desde luego parece ya cercano el momento en el que una amplia mayoría social clame por la defensa a su derecho a decidir el modelo de sociedad, y de estado en el que desea vivir. En ese momento, se constatará que aquí, somos más ciudadanos y ciudadanas, que súbditos, y justo en ese instante, será el ideal para recuperar la dignidad, la memoria y la libertad en España.
 

 

miércoles, 5 de octubre de 2016

El PSOE y su sábado de los cuchillos largos

No era mi intención actualizar esta bitácora con una entrada como la que tienes delante de ti. Estoy preparando un texto mucho más enriquecedor y sorprendente. Pero la deriva de los acontecimientos políticos y sociales de #Españistan me han obligado a expresarme y dejar unas líneas para quien las quiera leer sobre la situación del PSOE que no puede definirse de otra forma que no sea como crisis.
Crisis del PSOE, como síntoma y a la vez consecuencia de la crisis del sistema. Crisis del PSOE, consecuencia del estallido de las burbujas financieras como estafa que no supo gestionar desde el poder. Crisis del PSOE idéntica a la crisis de legitimidad de la socialdemocracia europea. Y crisis del PSOE eslabón último (hasta el momento) de la crisis del Régimen del 78, del estado de las cosas en el tardo-franquismo español.
Las elecciones generales del 26 de junio abrían, como vaticiné en aquel momento, un escenario en el que sería el PSOE el actor que decidiera el destino político del país.
La encrucijada para el PSOE era:
  • O permitir el gobierno del PP, con su abstención.
  • O sumarse a una gran coalición españolista junto al PP y Ciudadadanos.
En ambos casos, supondría el final del PSOE puesto abandonaría de facto todo discurso social (socialdemócrata) y cualquier impetú por buscar la federalidad del estado para solucionar los problemas identitarios de las regiones-nación del estado español. En todo caso se procedería a la fagocitación desde la derecha de su mensaje, y por lo tanto, en un futuro de una parte de su electorado, mientras la gran mayoría del mismo, huiría a otras opciones que podían pasar por Unidos Podemos, o la abstención.
  • La tercera opción era (y a estas horas todavía es) buscar un gobierno alternativo de izquierdas. Con un proceso de negociación entre el PSOE, Unidos Podemos, las confluencias, y sí, los nacionalistas.
Desde luego una alternativa real y posible, necesaria para el país y que se presentaba (también en diciembre) como una oportunidad para articular un calendario y un proceso constitutivo que dé a este país un clima de mayor armonía y respeto. Y por supuesto, la única manera de poder articular políticas que pongan de nuevo al ciudadano, hombre y mujer, en el centro del debate para mejorar su bienestar. Construir una economía al servicio de las personas. Garantías de sostenibilidad y recuperación de medio ambiente. Crear un sistema político, con real separación de poderes, con una justicia independiente capaz de poner coto a la corrupción y la inmoralidad que campean a sus anchas por el estado español.
En definitiva, una mayoría de izquierdas, con una política revolucionaria (lógicamente con matices puesto que le precedería un proceso de negociación) que pudiera cambiar a mejor, nuestro país.
Antes de que me etiquetéis en una corriente u otra de mi partido, Izquierda Unida, digo que está es la única alternativa medianamente asumible para evitar las terceras elecciones y sobretodo, una mayoría del PP que siga esquilmando el país, laminando el tejido social y contaminando con amoralidad y corrupción cada aspecto del estado.


Pero bien, centrémonos en lo sucedido.
Pedro Sánchez ha ido cosechando, como Secretario General del PSOE y candidato socialista a la presidencia del Gobierno, mínimos históricos en las distintas elecciones celebradas en estos dos últimos años, con un “sorpasso” ya por fin, en las autonómicas de Galicia y Euskadi, del pasado 25 de septiembre.
El acontecimiento de que la izquierda alternativa sobrepase por la izquierda al PSOE fue ya la espoleta definitiva para que desde Andalucía, Susana Díaz saltará Despeñaperros para controlar definitivamente el partido sin cortinas. Para ello empleo la maniobra de boicotear el trabajo de la dirección federal, precipitando un congreso de los cuchillos largos que el pasado sábado terminaba con la Dimisión de Pedro Sánchez, tras perder una votación por el procedimiento a seguir para reivindicar su liderazgo al frente del partido.
Ni que decir tiene que todo este espectáculo bochornoso, televisado y retuiteado hasta la saciedad ha dañado profundamente la imagen de un partido que difícilmente se quitará el estigma del Juego de Tronos empleado para controlarlo. La calle Ferraz llena de periodistas, militantes y simpatizantes, de una u otra facción, y con cargos del partido grabando y filmando a escondidas a “sus” compañeros y compañeras para luego filtrarlo a la prensa de derechas ávida de carnaza es un escenario que hace imposible mostrar al PSOE como una entidad seria para gestionar cualquier administración. Ni el corto plazo (donde ya se están revisando acuerdos de gobernabilidad en las regiones que con coalición preside el partido socialista), ni el medio, y mucho me temo, que tampoco en el largo plazo.
Pero no voy a comentar más este espectáculo, que en principio ni me va, ni me viene. Es más, todo parece que podemos estar más cerca de conseguir esa ansiada y necesaria mayoría social de izquierda alternativa (en las urnas, porque en las calles es otra cosa) para tratar de cambiar este país y luchar contra tanto fascismo y tanto ultra liberalismo.
Lo que quiero destacar es el hecho, la excusa que se ha buscado para cortar la cabeza a Pedro Sánchez, asaltar el poder del PSOE, y retransmitirlo todo como si fuera Game of Thornes o House of Cards, pero quedándose en un rancio y cutre, Cine de Barrio.
El NO de Pedro Sánchez a Rajoy, al PP y sus políticas corruptas u homicidas, han precipitado el cese de Sánchez y el control de facto de Susana Díaz del PSOE. En principio, y con todas las presiones vertidas por personajes tan propicios a la vergüenza ajena, como Felipe González, se trataría de otorgar el gobierno a Rajoy (quien ya se ha apresurado a decir, bueno él no que está entretenido con el fútbol, sus secuaces de que exigirán que les aprueben incluso presupuestos), quedándose el PSOE como líder de la oposición, en aras de la estabilidad, la gobernabilidad y para evitar la parálisis del estado.
Aquí es donde a mi humilde cabeza se amontonan las preguntas:
  • ¿Cómo es posible oponerse a algo cuando con tu acción o inacción has permitido que consigan el poder?
  • ¿Cómo es posible que se presione, se chantajeé y al final se acepte la abstención, sin un mínimo de negociación? Sin unos cuantos compromisos adquiridos en pos de “esa gobernabilidad del estado” que tanto proclaman y que bien podían haber ido por echar a los corruptos del poder (como por ejemplo Rita Barbera, se me ocurre) o articular escenarios para aumentar la contratación de personal en el estado; o para buscar ese manido “Pacto de Estado por la Educación”...
NO, por contra lo que tenemos es la claudicación, y parece que también de toda la socialdemocracia para con el fascismo y el ultra liberalismo. Para con una forma de hacer política que aleja eso mismo, la política y la toma de las decisiones de los ciudadanos. Todo en favor de las multinacionales, las oligarquías, los criminales.
El PP ganó las elecciones. Las dos. Y sin embargo, la ciudadanía española, en su mayoría se ha expresado, pese al hartazgo, negándose a las mayorías absolutistas. Emplazando a los contendientes a la negociación y el trabajo de consenso. De cesión y colaboración para proponer alternativas que solucionen los tremendos y sistémicos problemas que tiene la sociedad española en todos sus estamentos. Y sin embargo, no ha obtenido nada de eso, en éste casi un año que llevamos desde las elecciones generales del 20 de diciembre.
No ha habido ni un sólo acercamiento, por parte del PP para habilitar una mayoría parlamentaria, porque supondría de facto la expulsión de todos los contaminados por corrupción. Sin embargo, las oligarquías a través de los medios de comunicación del capital han sabido encontrar la tecla para presionar por sus intereses a un partido político que legítimamente obtuvo la segunda posición en los últimos comicios. Apretando y sacando a sus más viles cuervos, han logrado el desangrado de un PSOE que ha claudicado víctima de el cainismo interno, del retroceso que la social democracia sufre en Europa por sus políticas económicas de centro-derecha y, como les pasa a todos los partidos de izquierda hoy en día, por la escasísima movilización social a la que también había contribuido adormeciéndola.
Por todo esto, por esta falta de mensaje alternativo. Está rendición somera, auguro un futuro negro al PSOE, que está más cerca de la disolución que de volver a postularse como una opción política sería y legítima, con unas mínimas posibilidades de influir en la política a un nivel similar del expuesto en estos últimos 5 años.
Frente a éste escenario, una vez más, se hace necesaria la lucha, la concienciación de la sociedad, desde posiciones de izquierda, anti fascista, anti capitalista y anti belicista que puedan devolver el poder y la soberanía a las gentes para que esta pueda trazar su futuro y su bienestear.
 

lunes, 6 de julio de 2015

Grecia una vez más, la cuna de la democracia



Los griegos aún sabiendo el futuro incierto que se les puede venir encima, ayer 5 de julio de 2015 eligieron decir NO a la imposición de nuevas medidas de austeridad hacia los más desfavorecidos. Los griegos han llevado a cabo una dura confrontación frente, no sólo a la oposición griega, sino también frente a las instituciones europeas y los partidos socialdemócratas y conservadores de la UE. Como siempre se ha utilizado la política del miedo, amenazando con la expulsión de Grecia de la zona euro y de la llegada del todos los males para la ciudadanía griega. Por el eso el incuestionable triunfo del NO tiene un mayor mérito porque se ha conseguido en la peor de las condiciones. Ha sido el triunfo de la dignidad de la ciudadanía griega frente a la Troika.

A pesar del corralito, a pesar de las amenazas, a pesar de la campaña por el sí de los principales líderes europeos y de los dos principales partidos (derecha y socialdemócratas), los griegos han dicho NO a la troika, no a más recortes, no al callejón sin salida en el que llevan atrapados desde hace ya años. Todos ellos en Europa deberían preguntarse cómo de desesperado tiene que estar un pueblo para respaldar de forma tan clara y contundente a su Gobierno cuando solo pueden sacar 60€ del cajero.

Con un resultado del casi el 62% a favor del NO (#OXI) por un 37% de los partidarios del SI, defendido entre otros por los dos partidos clásicos del escenario heleno (Nueva Democracia y el PSOK), Grecia ha sido el primer pueblo por primera vez en la historia que ha deslegitimado las políticas de austeridad, los dictamines neo liberales, que anteponían la dignidad de las personas y la soberanía de los pueblos a los beneficios económicos, al libre tránsito de capitales y a la especulación financiera. Ayer domingo, los griegos y griegas dijeron que ya está bien de amenazas, que se acabó la época en la que los rescates dados por miles de millones sólo servían para socializar las pérdidas de la banca privada especulativa que bien se afanaba en privatizar los beneficios sacándolos de los países (y Grecia no ha sido una excepción) a paraísos fiscales. Que se acabaron los recortes en los servicios públicos.

Desde las instituciones europeas se había convertido las negociaciones con Grecia en una especie de confrontación desligitimadora del gobierno griego. A la UE y a la Merkel les incomodaba Syriza y Tsipras y por eso las negociaciones sobre el rescate griego se enrocaban para que no pudiera haber acuerdo y eso lo prueba la exigencia de que la austeridad se siguiera cebando sobre las clases más desfavorecidas y no sobre las grandes empresas y las grandes fortunas como pretendía hacer al gobierno griego. Les ha salido mal, muy mal. Hoy Syriza y Tsipras han salido reforzados frente a la intransigencia de la UE y ha salido reforzada la corriente de opinión dentro la UE de que las políticas de recortes no sirve para salir de la crisis económica y que hay que cambiar la política económica.

Este referéndum fue un compromiso claro de Syriza antes de las elecciones generales griegas del pasado enero (además de ser un punto inquebrantable de su tratado constitucional que garantiza las consultas ciudadanas para todo ordenamiento de rango superior que afecte a la ciudadanía). Pero también ha sido un arma de doble filo en las negociaciones por la reestructuración de la deuda, ilegítima, griega que Tsipras y su (ex-)ministro de economía Varoufakis han llevado a cabo frente al muro opresor fascista que representaba a los acreedores. FMI, el BCE, garantes del pago a los bancos alemanes y con la canciller alemana, Ángela Merkel, como cúspide de la pirámide del IV Reich alemán sobre la Europa de los pueblos.

Y no es que Grecia no quiera pagar, es que no puede. Es materialmente imposible que un país pueda devolver una deuda pública del 180% del PIB y esto es algo que era ya evidente hace cinco años, cuando se descubrió que el Gobierno conservador de Nueva Democracia –el mismo partido al que apoyan Merkel y Rajoy– había trampeado las cuentas públicas para ocultar el pastel. El debate no es si Grecia debe o no debe pagar las deudas. Lo que está en discusión es cómo va a dejar de pagar y hay dos opciones: con una quita ordenada o con su salida del euro, que provocaría una devaluación de su nueva moneda y también dejaría a los acreedores parcialmente sin cobrar.

A Grecia se le prometió ya en 2012 que si hacía los deberes se reestructuraría su deuda y podría permanecer en el euro. Y después del mayor ajuste de gasto público de la historia, después de perder el 27% de su PIB, después de que la troika fallase estrepitosamente en todos sus cálculos sobre las consecuencias que provocarían sus recortes, ese compromiso sigue sin llegar para escarnio de la sociedad griega que ha visto reducido en términos terribles su bienestar.

Ahora la troika esperaba que el referéndum fuese la muerte política de Alexis Tsipras. Para desgracia de Angela Merkel y Christine Lagarde no ha sido así. Syriza ha ganado la consulta con mucho más margen del esperado y tiene hoy toda la legitimidad y una posición mejor para aguantar el pulso frente a la troika. Aguantar. Eso no significa que aún hayan ganado, porque lo que Alemania teme no es que se apruebe una quita a Grecia que todos dan por inevitable: es que eso lo consiga Syriza. Y dé mal ejemplo.

Enhorabuena y gracias griegos y griegas por vuestro ejemplo.


Su gobierno les ha dado la posibilidad de pronunciarse, algo que los nuestros no nos han dado –recordemos que en 2011, con nocturnidad y alevosía, #PPSOE y #PartidoPutrefacto cambiaron el artículo 135, sin pedir la opinión a los ciudadanos, dando prioridad al déficit financiero sobre el Estado del Bienestar—. Hoy Grecia ha dado ejemplo, porque a sabiendas de lo que pretendían los poderosos de Europa, no se han dejado humillar y les han hecho frente, por encima de limosnas y de miserables préstamos han ante puesto su orgullo y su honor. Los valores de Grecia han subido unos cuantos enteros en la bolsa de la dignidad. Hoy les han dicho a los prebostes europeos que ellos eligen un gobierno para que les defienda y les gobierne y no para que se arrodille ante la Troika.

Hoy yo también me siento griego, porque este pueblo ha demostrado que es posible rebelarse contra la injusticia, contra la indignidad, contra la esclavitud.


OXI, OXI, OXI a la Europa de los mercaderes y de los poderosos

domingo, 28 de junio de 2015

Elecciones 24M. Una reflexión sobre la necesaria coalición de izquierdas


Os presento a Ada Colau, alcaldesa de Barcelona

A continuación escribo sobre las elecciones autonómicas y municipales del pasado 24 de mayo. Este artículo, lo tenía escrito desde el día 29 de mayo, pero por estar inmerso en el proceso de negociaciones post electorales aquí en Sta. Marta, no me parecía oportuno publicarlo.

Sin embargo, hoy con más de un mes de diferencia, y notables hechos vividos y comprobados, puedo aplicar el filtro del sosiego y la reflexión, contextualizar mucho mejor el análisis de unos resultados electorales que siguen en la línea de el antes y el después. La sociedad española sigue despertándose, abriendo los ojos ante la realidad política y económica que nos tortura e indigna.

Hace 4 años escribí, tras la victoria del #PartidoPutrefacto, que auguraba una legislatura corta. Dolorosamente, me equivoque. Hemos sufrido el peor de los gobiernos. El de Rajoy, el déspota, inútil y sobrepasado, aupado al poder por un sistema democrático que en sus interioridades, como en las de su partido funciona con la legitimidad fascista del poder.

Casi han pasado estos cuatro años y sólo un inmoral afirmaría que vivimos mejor, que la situación del país ha mejorado, es próspera y digna. No, la realidad es que el capitalismo neoliberal ha encontrado acólitos con los que seguir girando la rueda hasta completar la estafa llamada crisis, haciendo que los ya desahuciados, desheredados, parados, precarios, en definitiva, la clase trabajadora pagará las facturas que dejó la orgía especulativa neoliberal. La conflictividad y la respuesta social ha seguido activa, incrementándose hasta que Podemos artículo el voto indignado. Hoy se hace imprescindible recuperarla con su máxima expresión, la huelga general, para poner el foco del debate político no en Venezuela o Cuba, sino en los problemas reales de la gente.

Una reforma laboral que ha dejado los derechos de la clase trabajadora en el barro; sanidad, educación y derechos sociales privatizados y degradados. La energía convertida en un lujo, y la cuenta de gastos del estado pagando deudas extranjeras y pérdidas de esos grandes empresarios españistaníes que no tuvieron ningún problema en sacar sus ganancias del país. Y para rematar una Ley Mordaza que entra en vigor el próximo miércoles que transforma ya definitivamente, “su” democracia, en nuestra dictadura.

Y todo ello gobernados por un partido al que le han saltado sus resortes de corrupción endémica, por todo el país. No es el único, claro esta. Ni tampoco la única institución del estado que ha usado su posición para lucrarse de forma privada y oscura. Pero él que a estas alturas de la película no considere al Partido Popular (#PartidoPutrefacto) en una máquina engrasada para perpetuar el modelo caciquil y corrupto franquista, y así favorecer el enriquecimiento ilícito de muchos de sus dirigentes, es que no quiere ver la realidad.

Pero por fin el pasado 24 de mayo se terminó con el poder más absolutista que ha tenido una formación política en democracia en este país. Era el fruto esperado a siembras de soberbia, corrupción y nefasta gestión de los recursos públicos, en especial en el aprovisionamiento de la justicia social. Y ha sido un giro más al deshagüe de la política en #Españistan ya abierto con el 15M, aflojado tras las europeas y que continuará así hasta las generales y más allá, hasta el proceso constituyente democrático, republicano y laico que este país necesita.

Es verdad que el #PartidoPutrefacto ha continuado siendo la fuerza más votada. Y es verdad que en virtud de esa falacia continuará en el poder en innumerables Ay-untamientos, diputaciones y también Comunidades Autónomas. Pero la realidad es que ha perdido bastiones históricos como Valencia, Alicante, Santiago de Compostela, Sevilla, Valladolid, Zamora (única capital de provincia con alcalde de Izquierda Unida),... Madrid (Barcelona también, pero perdida de los nacionalistas conservadores y ultra liberales de CIU)... pierde Comunidades Autónomas gestionadas como chiringuitos y redes clientelares como Extremadura y Castilla La Mancha, y por supuesto Comunidad Valenciana, Baleares, Cantabria, Navarra,... Y pierde la mayoría absoluta de muchas capitales, pero también de Murcia, La Rioja y de Castilla y León por mucho populismo con la minería que haga ahora Juan Vicente Herrera que ha dejado malvivir en la explotación de las multinacionales ganaderas y agrícolas y en la despoblación perpetúa a la región.

Entre los grandes damnificados de la derrota del #PartidoPutrefacto personajes como de la Riva, el dinosaurio por alcalde de Valladolid; el xenófobo de Badalona; Rita Barbera a la que esperamos pronto verla entrar en su lugar: la cárcel. Y Esperanza Aguirre, que perfectamente podía compartir la celda y esperamos ya no vuelva a tratar de imponernos su modelo de vida de todo para unos pocos, costeado por el esfuerzo de los demás, que la pizpireta condesa ha ido mostrando en su estilo de vida y política en la que Madrid era su particular cortijo.

También Cospedal, esa impresentable empeñada entre otras cosas de hacer de la Sanidad de los Castellano-Manchegos un nicho de negocio para sus amigotes y los de su marido, también sale escaldada tras el pucherazo electoral que diseñó, y que curiosamente, al excluir a Ciudadanos con un 8% de los votos de representación le otorga la mayoría a la suma de fuerzas PSOE + Podemos. Tanta paz lleves como la que dejas, estúpida y corrupta fascista.

Después del gran fracaso del 2011, y la puntilla de 2014, el PSOE (#PPSOE) ha recuperado mucho poder institucional. Curiosamente lo hace, aún habiendo perdido más de 700.000 votos (otra de las bondades de la Ley electoral), hundiéndose en las grandes ciudades pero quedándose como primera o segunda fuerza en todas las autonomías, resultado, que permite a Pedro Sánchez mantener “exiliada” a Susana Díaz en Sevilla, dentro de ese affaire Baratheon que es el PSOE hoy en día.

Después de su éxito en las europeas, Podemos consigue meter la cabeza en todas las autonomías, como tercera fuerza, y en multitud de ayuntamientos dentro de las candidaturas de confluencia, como por ejemplo las de las espectaculares Mareas Gallegas (A Coruña, Vigo, Santiago, Ferrol,...) o Cádiz. Son llave de gobierno en todas estas instituciones y su alzamiento es la confirmación del giro a la izquierda de la sociedad española, que esperemos definitivo. Pero para ello la dirección de Podemos debe dejarse atrás de personalismos y egoísmos varios. Si algo claro han dejado estas elecciones es que la única manera de plantar cara al gobierno fascista y corrupto del #PartidoPutrefacto es un gran pacto o coalición de izquierdas. Un bloque común, que más allá de los nombres y las siglas, se articule desde un programa común que ponga a la clase trabajadora en el centro de la política, ataque la emergencia social y nos lleve al proceso constituyente en el que podamos de una vez por todas, en este país recuperar la libertad, la dignidad de todos y todas.

A la gran esperanza blanca, Albert Rivera, o Ciudadanos, los han puesto en su sitio. Evidentemente, las infladas encuestas pre-electorales del sistema capitalista le daban unos resultados muy por encima de la realidad. Dicen que no son de izquierdas ni de derechas, pero la realidad es que sin haber captado la totalidad de votos perdidos por el #PartidoPutrefacto han servido de apoyo para que estos mantuvieran Castilla y León, Madrid o Murcia y algunas capitales de provincia como Salamanca. En este caso particular, que bien conozco, os puedo asegurar que hemos pasado la peor legislatura para la ciudad de su historia, con un retraso, decadencia y falta de gobernación en la ciudad, que era imprescindible enmendar. Lamentablemente las urnas no lo han visto así, pero por lo menos han abierto el espacio para los pactos y el diálogo entre fuerzas de izquierda y derecha. Salamanca, vuelvo a insistir, no se puede permitir 4 años más de un alcalde permanentemente mirando si queda un sillón libre en Valladolid. Es el momento de recuperar esta ciudad para sus vecinos y vecinas.

En Izquierda Unida resistimos. Pero eso no vale. No es para estar contentos. Se ha subido en muchos ayuntamientos, pero no lo suficiente. Se habla de la influencia de Podemos y sus agrupaciones de electores, pero eso es un discurso cortoplacista que elude las responsabilidades y a mi eso no me interesa. Izquierda Unida no ha sabido gestionar el polvorín de Madrid, y fruto de ello, de no poder articular una candidatura, un Ganemos la Comunidad de Madrid, esta institución queda en manos, otra vez del #PartidoPutrefacto. Pero además ha hecho un daño tremendo a nivel estatal, donde la sombra de la corrupción, de las cadenas de favores y los liderazgos oscuros no se han disipado. Como decía unos párrafos más arriba es el momento de la Gran coalición de Izquierdas, un Nuevo Frente Popular, al servicio del pueblo, de los oprimidos. Y en él, Izquierda Unida debe ser una parte importante, garante de las políticas en beneficio de la clase trabajadora, las políticas de hondo calado social así como en favor de la sostenibilidad y el medio ambiente.

En Santa Marta de Tormes, Izquierda Unida – Los Verdes, ganó un concejal. Constituido el Ayuntamiento y celebrado el pleno corporativo nos hemos encontrado con que Ciudadanos, no sólo favoreció la investidura del partido más votado (#PartidoPutrefacto), sino que apoyo, con el voto (porque sin ese voto no hubieran salido adelante) las propuestas del equipo de gobierno de David Mingo, en materia de sueldos, dedicaciones en exclusiva y retribuciones por los órganos no colegiados. Supone un ahorro a lo que venía de antes, pero muy mediatizado, porque no se sabe muy bien por qué, pero se han inventado ambos partidos, una suerte de Comisiones de Seguimiento a 300€ por mes y portavoz que en nada quedan el ahorro en la bajada de las retribuciones de el Alcalde. Van a ser 4 años largos y duros en Santa Marta, pero nuestro compromiso está ahí y sigue vigente: Una Santa Marta por y para todos y todas.

Pero el trabajo ya ha comenzado y estamos en un ay-untamiento en el que el #PartidoPutrefacto perdió su mayoría absolutista (de 10 a 7 concejales), repartiéndose el resto del arco: 3 del PSOE , que pierde uno y gana IU que suma 3, 2 de Ciudadanos y 2 de Somos Sta. Marta (agrupación de Podemos). Es la época de las negociaciones, y así lo entendimos cuando decidimos sentarnos para dar una alternativa al municipio, hasta encontrarnos con el boicot continúo de Ciudadanos, que al final ha entrado por el aro, al estilo del Gatopardo de Lampedussa: Cambiarlo todo para no cambiar nada.

Ada Colau en Barcelona y Manuela Carmena en Madrid han demostrado que Sí, si se puede. Pero no solos. Barcelona en Comú, y Ahora Madrid, funcionaron como candidaturas de confluencia sin siglas, con fuertes personalismos, pero bien construidas desde un programa común a las necesidades de cada urbe desde un planteamiento de izquierdas y como respuesta a la emergencia social. La oportunidad que supone que dos mujeres como ellas, con su trayectoria en la conflictividad social desde el punto de defensa de los derechos humanos entre ellos el de vivienda y el de la clase trabajadora , gobiernen las dos principales ciudades del país es histórica y emocionante. Un gran poder, una gran responsabilidad.

No puedo evitar dejar escapar unas lágrimas cuando veo a Ada Colau como alcaldesa de Barcelona, a Paco Guarido alcalde de Zamora, a Monica Oltra y Joan Ribó luchando por una Valencia distinta. Es un momento clave de la historia de nuestro país. Un momento emocionante, pero de máxima responsabilidad. Estamos en plena lucha por el cambio de paradigma, de poner a las personas y sus necesidades y problemas en el centro del debate político. Nos fajamos cada día y en las calles que nunca abandonaremos y ahora ya en las instituciones, por garantizar la justicia social, la libertad y la dignidad de todas y todos.

Es el momento, el ahora o nunca.

Camareros: Necesarios, degradados y precarios. Una experiencia personal

Ahora que ya está aquí el veranito con su calor plomizo, pegajoso y hasta criminal, se llenan las terracitas para tomar unas...