Os presento a Ada Colau, alcaldesa de Barcelona
A
continuación escribo sobre las elecciones autonómicas y
municipales del pasado 24 de mayo. Este artículo, lo tenía
escrito desde el día 29 de mayo, pero por estar inmerso en el
proceso de negociaciones post electorales aquí en Sta. Marta, no me
parecía oportuno publicarlo.
Sin
embargo, hoy con más de un mes de diferencia, y notables hechos
vividos y comprobados, puedo aplicar el filtro del sosiego y la
reflexión, contextualizar mucho mejor el análisis de unos resultados electorales que siguen en la línea de el antes y el
después. La sociedad española sigue despertándose, abriendo los
ojos ante la realidad política y económica que nos tortura e
indigna.
Hace 4
años escribí, tras la victoria del #PartidoPutrefacto, que auguraba una legislatura corta. Dolorosamente, me equivoque. Hemos
sufrido el peor de los gobiernos. El de Rajoy, el déspota, inútil y
sobrepasado, aupado al poder por un sistema democrático que en sus
interioridades, como en las de su partido funciona con la legitimidad
fascista del poder.
Casi han
pasado estos cuatro años y sólo un inmoral afirmaría que vivimos
mejor, que la situación del país ha mejorado, es próspera y digna.
No, la realidad es que el capitalismo neoliberal ha encontrado
acólitos con los que seguir girando la rueda hasta completar la
estafa llamada crisis, haciendo que los ya desahuciados,
desheredados, parados, precarios, en definitiva, la clase
trabajadora pagará las facturas que dejó la orgía especulativa
neoliberal. La conflictividad y la respuesta social ha seguido
activa, incrementándose hasta que Podemos artículo el voto
indignado. Hoy se hace imprescindible recuperarla con su máxima
expresión, la huelga general, para poner el foco del debate político
no en Venezuela o Cuba, sino en los problemas reales de la gente.
Una
reforma laboral que ha dejado los derechos de la clase trabajadora en
el barro; sanidad, educación y derechos sociales privatizados y
degradados. La energía convertida en un lujo, y la cuenta de gastos
del estado pagando deudas extranjeras y pérdidas de esos grandes
empresarios españistaníes que no tuvieron ningún problema en sacar
sus ganancias del país. Y para rematar una Ley Mordaza que
entra en vigor el próximo miércoles que transforma ya
definitivamente, “su” democracia, en nuestra dictadura.
Y todo
ello gobernados por un partido al que le han saltado sus resortes de
corrupción endémica, por todo el país. No es el único, claro
esta. Ni tampoco la única institución del estado que ha usado su
posición para lucrarse de forma privada y oscura. Pero él que a
estas alturas de la película no considere al Partido Popular
(#PartidoPutrefacto) en una máquina engrasada para perpetuar
el modelo caciquil y corrupto franquista, y así favorecer el
enriquecimiento ilícito de muchos de sus dirigentes, es que no
quiere ver la realidad.
Pero por
fin el pasado 24 de mayo se terminó con el poder más
absolutista que ha tenido una formación política en democracia en
este país. Era el fruto esperado a siembras de soberbia, corrupción
y nefasta gestión de los recursos públicos, en especial en el
aprovisionamiento de la justicia social. Y ha sido un giro más al
deshagüe de la política en #Españistan ya abierto con el
15M, aflojado tras las europeas y que continuará así hasta
las generales y más allá, hasta el proceso constituyente
democrático, republicano y laico que este país necesita.
Es
verdad que el #PartidoPutrefacto ha continuado siendo la
fuerza más votada. Y es verdad que en virtud de esa falacia
continuará en el poder en innumerables Ay-untamientos, diputaciones
y también Comunidades Autónomas. Pero la realidad es que ha perdido bastiones históricos como Valencia, Alicante, Santiago de
Compostela, Sevilla, Valladolid, Zamora (única capital de provincia
con alcalde de Izquierda Unida),... Madrid (Barcelona también, pero
perdida de los nacionalistas conservadores y ultra liberales de
CIU)... pierde Comunidades Autónomas gestionadas como chiringuitos y
redes clientelares como Extremadura y Castilla La Mancha, y por
supuesto Comunidad Valenciana, Baleares, Cantabria, Navarra,... Y
pierde la mayoría absoluta de muchas capitales, pero también de
Murcia, La Rioja y de Castilla y León por mucho populismo con la
minería que haga ahora Juan Vicente Herrera que ha dejado malvivir
en la explotación de las multinacionales ganaderas y agrícolas y en
la despoblación perpetúa a la región.
Entre
los grandes damnificados de la derrota del #PartidoPutrefacto
personajes como de la Riva, el dinosaurio por alcalde de Valladolid;
el xenófobo de Badalona; Rita Barbera a la que esperamos pronto
verla entrar en su lugar: la cárcel. Y Esperanza Aguirre, que
perfectamente podía compartir la celda y esperamos ya no vuelva a
tratar de imponernos su modelo de vida de todo para unos pocos,
costeado por el esfuerzo de los demás, que la pizpireta condesa ha
ido mostrando en su estilo de vida y política en la que Madrid era su particular cortijo.
También Cospedal, esa impresentable empeñada entre otras cosas de hacer de
la Sanidad de los Castellano-Manchegos un nicho de negocio para sus
amigotes y los de su marido, también sale escaldada tras el
pucherazo electoral que diseñó, y que curiosamente, al excluir a
Ciudadanos con un 8% de los votos de representación le otorga la
mayoría a la suma de fuerzas PSOE + Podemos. Tanta paz lleves como
la que dejas, estúpida y corrupta fascista.
Después
del gran fracaso del 2011, y la puntilla de 2014, el PSOE
(#PPSOE) ha recuperado mucho poder institucional. Curiosamente lo
hace, aún habiendo perdido más de 700.000 votos (otra de las
bondades de la Ley electoral), hundiéndose en las grandes ciudades
pero quedándose como primera o segunda fuerza en todas las
autonomías, resultado, que permite a Pedro Sánchez mantener
“exiliada” a Susana Díaz en Sevilla, dentro de ese affaire
Baratheon que es el PSOE hoy en día.
Después
de su éxito en las europeas, Podemos consigue meter la cabeza
en todas las autonomías, como tercera fuerza, y en multitud de
ayuntamientos dentro de las candidaturas de confluencia, como por
ejemplo las de las espectaculares Mareas Gallegas (A Coruña,
Vigo, Santiago, Ferrol,...) o Cádiz. Son llave de gobierno en todas
estas instituciones y su alzamiento es la confirmación del giro a la izquierda de la sociedad española, que esperemos definitivo.
Pero para ello la dirección de Podemos debe dejarse atrás de
personalismos y egoísmos varios. Si algo claro han dejado estas
elecciones es que la única manera de plantar cara al gobierno
fascista y corrupto del #PartidoPutrefacto es un gran pacto o
coalición de izquierdas. Un bloque común, que más allá de los
nombres y las siglas, se articule desde un programa común que
ponga a la clase trabajadora en el centro de la política, ataque la
emergencia social y nos lleve al proceso constituyente en el que
podamos de una vez por todas, en este país recuperar la libertad, la
dignidad de todos y todas.
A la
gran esperanza blanca, Albert Rivera, o Ciudadanos, los han puesto en
su sitio. Evidentemente, las infladas encuestas pre-electorales del
sistema capitalista le daban unos resultados muy por encima de la
realidad. Dicen que no son de izquierdas ni de derechas, pero la
realidad es que sin haber captado la totalidad de votos perdidos por
el #PartidoPutrefacto han servido de apoyo para que estos mantuvieran Castilla y León, Madrid o Murcia y algunas capitales de provincia
como Salamanca. En este caso particular, que bien conozco, os
puedo asegurar que hemos pasado la peor legislatura para la ciudad de
su historia, con un retraso, decadencia y falta de gobernación en la
ciudad, que era imprescindible enmendar. Lamentablemente las urnas no
lo han visto así, pero por lo menos han abierto el espacio para los
pactos y el diálogo entre fuerzas de izquierda y derecha. Salamanca,
vuelvo a insistir, no se puede permitir 4 años más de un alcalde
permanentemente mirando si queda un sillón libre en Valladolid. Es
el momento de recuperar esta ciudad para sus vecinos y vecinas.
En
Izquierda Unida resistimos. Pero eso no vale. No es para estar
contentos. Se ha subido en muchos ayuntamientos, pero no lo
suficiente. Se habla de la influencia de Podemos y sus agrupaciones
de electores, pero eso es un discurso cortoplacista que elude las
responsabilidades y a mi eso no me interesa. Izquierda Unida no ha sabido gestionar el polvorín de Madrid, y fruto de ello, de no poder
articular una candidatura, un Ganemos la Comunidad de Madrid,
esta institución queda en manos, otra vez del #PartidoPutrefacto.
Pero además ha hecho un daño tremendo a nivel estatal, donde la
sombra de la corrupción, de las cadenas de favores y los liderazgos
oscuros no se han disipado. Como decía unos párrafos más arriba es
el momento de la Gran coalición de Izquierdas, un Nuevo
Frente Popular, al servicio del pueblo, de los oprimidos. Y en
él, Izquierda Unida debe ser una parte importante, garante de las
políticas en beneficio de la clase trabajadora, las políticas de
hondo calado social así como en favor de la sostenibilidad y el
medio ambiente.
En Santa
Marta de Tormes, Izquierda Unida – Los Verdes, ganó un
concejal. Constituido el Ayuntamiento y celebrado el pleno
corporativo nos hemos encontrado con que Ciudadanos, no sólo
favoreció la investidura del partido más votado
(#PartidoPutrefacto), sino que apoyo, con el voto (porque sin ese
voto no hubieran salido adelante) las propuestas del equipo de
gobierno de David Mingo, en materia de sueldos, dedicaciones en
exclusiva y retribuciones por los órganos no colegiados. Supone un
ahorro a lo que venía de antes, pero muy mediatizado, porque no se
sabe muy bien por qué, pero se han inventado ambos partidos, una
suerte de Comisiones de Seguimiento a 300€ por mes y portavoz que
en nada quedan el ahorro en la bajada de las retribuciones de el
Alcalde. Van a ser 4 años largos y duros en Santa Marta, pero
nuestro compromiso está ahí y sigue vigente: Una Santa Marta por
y para todos y todas.
Pero el
trabajo ya ha comenzado y estamos en un ay-untamiento en el que el #PartidoPutrefacto perdió su mayoría absolutista (de 10 a 7
concejales), repartiéndose el resto del arco: 3 del PSOE , que
pierde uno y gana IU que suma 3, 2 de Ciudadanos y 2 de Somos Sta.
Marta (agrupación de Podemos). Es la época de las negociaciones, y
así lo entendimos cuando decidimos sentarnos para dar una
alternativa al municipio, hasta encontrarnos con el boicot continúo
de Ciudadanos, que al final ha entrado por el aro, al estilo del
Gatopardo de Lampedussa:
Cambiarlo todo para no cambiar nada.
Ada Colau en Barcelona y Manuela Carmena en Madrid han demostrado que Sí, si se puede. Pero no solos. Barcelona en Comú, y Ahora
Madrid, funcionaron como candidaturas de confluencia sin siglas,
con fuertes personalismos, pero bien construidas desde un programa
común a las necesidades de cada urbe desde un planteamiento de
izquierdas y como respuesta a la emergencia social. La oportunidad
que supone que dos mujeres como ellas, con su trayectoria en la
conflictividad social desde el punto de defensa de los derechos
humanos entre ellos el de vivienda y el de la clase trabajadora ,
gobiernen las dos principales ciudades del país es histórica y
emocionante. Un gran poder, una gran responsabilidad.
No puedo
evitar dejar escapar unas lágrimas cuando veo a Ada Colau como
alcaldesa de Barcelona, a Paco Guarido alcalde de Zamora, a Monica
Oltra y Joan Ribó luchando por una Valencia distinta. Es un momento
clave de la historia de nuestro país. Un momento emocionante, pero
de máxima responsabilidad. Estamos en plena lucha por el cambio de
paradigma, de poner a las personas y sus necesidades y problemas en
el centro del debate político. Nos fajamos cada día y en las calles
que nunca abandonaremos y ahora ya en las instituciones, por
garantizar la justicia social, la libertad y la dignidad de todas y
todos.
Es el
momento, el ahora o nunca.
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