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lunes, 12 de agosto de 2024

Juegos Olímpicos París 2024: La ciudad de la luz y los claroscuros del Olimpismo

 

Ayer con el apagado de la llama olímpica se ponían fin a los Juegos Olímpicos París 2024. Los Juegos de la XXXIII Olimpiada se desvanecieron como el fuego alojado en la pequeña lámpara, consumida bajo el aliento del nadador francés León Marchand y de otros deportistas olímpicos. Pero van a conseguir guardar en el recuerdo una buena retahíla de grandes momentos de diversa índole, que durante los últimos 16 días han dejado los atletas y naciones participantes. Hombres y mujeres que han competido en pos del éxito deportivo, pero que sobretodo han convivido en la capital francesa mostrando un ejemplo de todo lo bueno que el ser humano es capaz de construir, en palabras del Presidente del COI en su discurso para clausurar los juegos.

Sin embargo, omitió Thomas Bach la incapacidad del movimiento institucional olímpico para imponer treguas en los conflictos armados y guerras que se están sucediendo por todo el mundo. Su fracaso es el de todos, el de una sociedad y una comunidad internacional en absolutos conmovidos por las matanzas indiscriminadas del sionismo israelí en la franja de Gaza, comandados por el criminal de guerra Nethanyahu que mientras sus atletas competían en París, se ha dedicado a bombardear escuelas asesinando a niños y niñas, mientras ejecutaba una operación quirúrgica para asesinar al líder de Hamás, exiliado en Irán, involucrando de esta manera al estado fundamentalista de los ayátolas.

Si la ausencia de medidas de presión como podían ser los boicots a sus deportistas no ha servido para nada en el caso de Israel, la guerra entre Rusia y Ucrania ha continuado pese a que los atletas rusos (y bielorrusos) se han quedado en casa (salvo una mínima participación). El resto de conflictos en África o en la península Arábiga han seguido como si nada. No era tolerable una tregua olímpica que pudiera romper los mecanismos de hegemonía estadounidense en el mundo, y sobretodo, la influencia que sus corporaciones y conglomerados empresariales (militar, minero, financiero, petrolífero) empeñados fundamentalmente, en ganar dinero. Todo el dinero posible, sin importar las muertes y el dolor y el sufrimiento causados.

 

Pero quedándonos en la celebración de los Juegos Olímpicos no puede uno más que celebrar la excelente imagen que París y Francia han mostrado al mundo. Cimentados en la tremenda belleza de la capital gala, sumada a una gestión por el ciudadano de a pie, y no del coche o del turista, París se ha presentado como el escenario perfecto e idóneo para albergar los Juegos. Y no es que este evento no esté trufado de corrupciones, caciquismos, nepotismos, y en definitiva, el más bajo capitalismo de burbuja.

Algunos hay, seguro, que al calor del olimpismo se han forrado en París. Empezando por el Comité organizador y el propio COI que pueden colocar los inmensos dineros cobrados por los patrocinios y los paquetes de retransmisiones, sin apenas soltar un euro por el trabajo imprescindible que es llevado bajo la figura de los voluntarios. Tiene mucho mérito sí, pero a uno, marxista y materialista histórico al fin y al cabo, le chirrían que un evento de esta magnitud genere tal volumen de horas y dedicación de trabajo para satisfacer las necesidades de deportistas, periodistas y visitantes, y sin embargo, estos trabajadores no reciban ni un euro. Me parece una absoluta vergüenza que ya es coronada con la prestación de servicios de personas de mayores de 60 años, movidas si, por un espíritu olímpico, pero muy equivocadas, en pleno proceso de negociación y presión colectiva ante la voluntad del gobierno francés de subir la edad de jubilación a los 65 años. Si a los 65 años, que aquí nos acaba de colar el gobierno más progrsista de la historia una jubilación disimulada a los 70.

Pero, a priori, parece que el compromiso por una mejor sostenibilidad económica y medioambiental han acabado por cumplirse en unos juegos, cuya organización, tendrá ahora que hacer frente a las críticas surgidas, a la responsabilidad por los problemas causados, y lo más importante: Ahora que se han ido los periodistas y los deportistas, cumplir con las promesas de regeneración y legado de los juegos en los barrios marginales de la capital parísina, para cumplir así, con ese afán de mayor inclusión a varios niveles, económica, racial, entre sexos y entre religiones.

Con los Juegos ya desarrollándose la polémica y la incoherencia del COI y la comunidad internacional continuaba con la participación de los atletas israelíes, pero no impidió que aparecieran otras. La más importante la que tiene que ver con el deporte femenino y la salud de las mujeres.

La ultraderecha italiana lanzaba el bulo contra la boxeadora argelina Imane Khelif a la que acusaban, sin pruebas y falsamente, de ser una mujer transexual. Muchos nos comíamos el bulo en primera instancia, empezando por las organizaciones de mujeres que legítimamente y con razón, quieren defender la practica deportiva de las mujeres que se ven relegadas y usurpadas por hombres que artificialmente cambian de sexo para ganar a mujeres en competiciones regladas. Pero este no era el caso.

Khelif ha pasado todos los controles tanto de su federación, como de la internacional y el COI y lleva desde 2013 pudiendo competir sin ningún tipo de cuestionamiento. Es verdad que presenta una cuestión genética de asimilación de hormonas, pero este tipo de casos sólo saltan a la palestra cuando se trata de atletas de razas distintas a la blanca, y fundamentalmente cuando se trata de países pobres. Caster Semenya es un buen ejemplo de ello, a la que no se le permitió llevar una carrera deportiva normal. Sin embargo, las prestaciones de las estadounidenses Athing Mu o Brittany Griner, por poner unos ejemplos rápidos que se me vienen a la cabeza, no se discuten. En todos estos casos se trata de mujeres que presentan volumenes de masa muscular y de androgenía parecidos a los de un hombre, pero siguen siendo biológica y genéticamente mujeres y tienen todo el derecho del mundo a competir.

Otro tema, y en este si que hay que ir claro y de frente, es el de impedir que hombres transexuales compitan con mujeres biológicas. Lo siento. En esto no soy ecúanime. Es una cosa muy seria un cambio de sexo, con todas las implicaciones y sufrimientos personales, para que haya hombres que cambien de sexo e inmediatamente vayan a practicar el deporte que practicaban (mediocre ante otros competidores) antes del cambio. En esto las federaciones, los gobiernos y las instituciones internacionales tienen que posicionarse ya y dejarlo bien claro. No puede dificultarse aún más la práctica deportiva de las mujeres, que es un espacio suyo, de empoderamiento y participación, contribuyendo a un borrado sistemático de las mujeres, a través de la inclusión artificial de mujeres transgénero. Porque estas presentan las capacidades de los hombres, con lo cual la competencia, ni sería justa, ni partiría de unos mínimos, y porque el deporte femenino es un altavoz de las justas reclamaciones por la igualdad de todas las mujeres.

Por último, una cuestión que quiero comentar también ahora tiene que ver con la propia vestimenta de las mujeres a la hora de competir en sus respectivos deportes. Desde Occidente, hombres se quejan de los rigores que el Corán ponen a las mujeres musulmanas para poder practicar deporte. Como tienen que cubrirse el pelo y también su piel. Sin embargo, ven totalmente normal que otras deportistas aparezcan con tops y braguitas, cada vez más escuálidas para poder competir. Vestimentas que se amparan en reglamentos internacionales de inspiración machista y patriarcal, de maromos esmegmáticos que parece que sólo quieren el deporte femenino para ponerse cachondos. No es ni medio normal que atletas que entrenan con un pantalón corto durante todo el año tengan que competir en bragas, como nos muestran sus muslos al aire a distintos tonos de bronceado. Tan cosificadas y producto machista es una imposición como la otra. El uso del hiyab, amparado por un código moral y religoso, o de la braguita, sustentados en reglamentos deportivos y capitalistas, es tan inapropiado. Incluso más en las deportistas occidentales que parece que para que sean tomadas en consideración tienen que enseñar mucho más que su destreza deportiva. Lamentable y a reflexionar.

 

Volviendo al Olimpismo, en cuatro años nos veremos, si el mundo no se desquicia definitivamente, en Los Ángeles, en los Juegos de la XXXIV Olimpiada. Será la tercera vez que la ciudad californiana acoja la llama olímpica, y ante si tienen un reto mayúsculo para tan solo acercarse a la imagen ofrecida por París estas dos semanas. En un contexto de decadencia de la nación estadounidense cuyo uno de los efectos más visibles es la degradación en las grandes urbes, como Los Ángeles, cabría esperar que las inversiones se destinarán únicamente a dar auxilio a la emergencia social y económica de las gentes de sus barrios, por lo general, ya condicionados por el color de su piel. No en dotarse de infraestructuras megalómanas para cobijar un espectáculo deportivo. Si como cabe esperar, las inversiones de índole privada van para maximizar los beneficios que estos grandes patrocinadores saquen, los siguientes Juegos serán un fracaso, cuya imagen será la de esconder a los yonkis y pobres durante los días de competición.

No dudo de que en París se haya hecho un acopio para resguardar a los sin techo, y garantizar la seguridad de los visitantes, pero no me negarán que la situación de partida entre ambas ciudades es bien distinta.

Pero aprovechando el majestuoso espectáculo que es el urbanismo de París, los organizadores nos han regalado unas imágenes icónicas de la urbe que ya desde el primer día, con la inauguración, han embriagado nuestros sentidos. En una decisión acertadísima, y pese a la lluvia, los organizadores abrieron los Juegos Olímpicos a través del rio Sena, por donde fueron presentadas las distintas delegaciones nacionales con sus abanderados y abanderadas. La coreografía urbana del recorrido de la llama olímpica, se alternó con representaciones de la Historia de Francia y de París, así como algunas de sus tradiciones e identidades más propias, alternando las actuaciones musicales (de mucho mejor gusto y calidad en esta ceremonia de inauguración con respecto a la de clausura) de Lady Gaga o Celine Dion. Hasta el momento sublime con la interpretación de Gojira sobre los balcones del palacio de la Conciergerie de París, prisión durante la época del Terror en la Revolución Francesa. Con un tema compuesto para la ocasión, evolucionando de la canción popular durante la Revolución “Ah, ça ira”, que nos habla del afán por la libertad, la igualdad y el progreso de las gentes de París. En un dueto con la mezzosoprano suiza Marina Viotti, Gojira descerrajaba su composición (en playback de la batería de Mario Duplantier dada y disculpadas las circunstancias) para así cobrarse una deuda histórica, de estos acontecimientos para la música heavy. Si en 2012, en Londres, ante la propuesta musical británica las omisiones al género fueron insultantes (ni Black Sabbath, ni Iron Maiden aparecieron) en 2024 Gojira pasó factura y colocó al heavy metal, y a su death melódico como el ejemplo de la música más pasional, artesana y auténtica de la actualidad.

 

Centrándonos en lo deportivo los Juegos Olímpicos de París han supuesto la confirmación de un momento estelar en la Historia del deporte con marcas y pruebas que demuestran el avance en las técnicas de entrenamiento y preparación (alimentación, descanso, salud mental y avances tecnológicos). Se han batido multitud de récords, algunos de ellos de otras épocas, y otros confirmando a la pléyade de deportistas actuales.

China y Estados Unidos trasladaban al medallero su geoestragégico y cultural enfrentamiento en pos de la hegemonía mundial. Más medallas para los americanos que igualaron a última hora en número de oros gracias por un lado, a su colección de metales en atletismo, en una demostración de poder, y también de lo complicado que puede ser competir contra el modelo universitario americano (donde hay que recordar o descubrir a algunos que están permitidas las sustancias dopantes). Y fundamentalmente al baloncesto, tanto masculino como femenino, donde compiten con reglamentos más laxos que potencian sus cualidades físicas, su talento también y por supuesto su soberbia y mezquindad.

China por su parte copó todos los podios de los saltos y sumó multitud de medallas en deportes minoritarios pero sin ser suficientes para desbancar por primera vez a Estados Unidos. Ambas potencias se vieron beneficiadas de la exclusión de Rusia.

En la piscina, Estados Unidos volvió a sucumbir al poderío australiano, y aún sumando muchos metales, Canadá y sobretodo Francia con el fenómeno Leon Marchand (cuatro oros del chico maravilla francés) eclipsó la tradicional presencia yankee.

En gimnasia artística, Estados Unidos recuperó a la mejor Simon Biles y con ella el cetro por equipos, mientras que en masculino Japón y China compitieron hasta la última prueba por el oro quedándoselo los nipones gracias a la sobresaliente actuación de su joven valor Shinosuke Oka, también campeón individual.

En deportes de equipo Francia abría el melón con un emocionante Oro ante Fidji en Rugby7, con un Antonie Dupont espectacular. Si bien en balonmano masculino, les experts, fracasaban al caer en cuartos ante Alemania (uno de los mejores partidos de la Historia), allanando el camino para que Dinamarca arrasará hasta recuperar su cetro, si que en otras disciplinas los anfitriones han respondido: Oro en voleibol masculino, plata en balonmano femenino, ante las incombustibles noruegas, plata en fútbol, y finalistas en los dos torneos de baloncesto. En suma, Francia ocupaba el tercer puesto en el medallero y en la práctica totalidad de disciplinas, deportistas franceses han aparecido por los podios con el frenesí de un público entregado y docto.

En ciclismo en ruta, Remco Evenepoel aprovechó su momento de forma tras el Tour de Francia y ganó el Oro en Ruta y en contrarreloj, rompiendo un muro que no se había roto desde hacía 50 años. En la Mountain bike Pidcock revalidaba su Oro de hace 3 años, mientras la heroína francesa Prevot hacía lo propio. El velódromo ha sido un espectáculo con sorpresas como el Oro portugués en Madison masculina y pronósticos cumplidos como el del francés Benjamin Thomas en Omnium.

Duplantis añadió un centímetro más a la épica del salto con pértiga, mientras en la carrera de los juegos, Sidney McLaughin batía el récord del mundo de los 400 vallas para doblegar a Femke Bol, quien, unos días antes remontaba a Estados Unidos en el relevo mixto para Países Bajos. En el tartán, Canada asaltaba el dominio polaco en el martillo, al tiempo que la belga Nafissatou Thiam ganaba su tercer oro consecutivo en Heptalón y Fatih Kipyegon lo hacía en el 1500 femenino. Las pruebas del medio fondo y el fondo, tanto en masculino como en femenino, resultaron apasionantes, batiendo récords olímpicos y alternando tanto las sorpresas como la consagración de hombres y mujeres dominadores de sus pruebas.

Pero si de oros consecutivos hay que hablar hay que hacerlo del cubano Mijaín López Núñez, luchador grecorromano que es el primero en ganar cinco oros individuales consecutivos en los Juegos Olímpicos. Su éxito, talante, talento y compromiso es el de la Revolución, aunque silenciado por los medios occidentalistas, ha sido tan colosal su demostración que hasta el COI ha tenido que arrodillarse ante él.

Países Bajos, pero también Uzbekistán, Hungría, Italia o Brasil daban una sensación magnífica de éxito deportivo. Todos los resultados aquí.

 

Para la participación española nos volvemos a repetir. Vuelven a quedarse lejos del número de medallistas de Barcelona 92, y ni siquiera se suman 20. Multitud de deportistas han quedado como finalistas, especialmente en las posiciones cuarta y quinta de sus competiciones. Dramático es en las artes marciales, donde nuestros representantes, que llegaban entre los 3 primeros del ránking, ante la competencia olímpica se han bloqueado de una manera alarmante. La estadística dice que nuestros judokas y taekwondistas han disputado hasta 18 combates por medalla (acceso a semifinales y después bronce por repesca) sólo ganando 1. Esto nos habla de la terrible presión a la que se ven sometidos, de cómo afrontar el reto para sumar una medalla que puede cambiar sus vidas.

Esta presión la empieza poniendo el propio COE en las palabras del impresentable de su presidente, Alejandro Blanco, pero que no se apresta a conseguir más financiación y profesionalización de nuestros deportistas, pero se llena la boca con los éxitos que tienen que sumar los demás pese a su inoperancia e incapacidad. Deberá dimitir hoy mismo y no empezar a anunciar medallas en Los Ángeles, el cara dura.

Es lo de siempre. No hay inversión para las escuelas de deporte, para detectar el talento joven y para crearlo. Si obviamos Madrid, y tampoco con las necesidades que tiene pese a expropiar toda la riqueza del estado, y Catalunya para quien el deporte es una forma de crear identidad nacional, el resto del estado español es un páramo a la hora de la práctica deportiva. ¿Cuántas piscinas cubiertas hay por cada 10.000 habitantes? ¿Cuántas horas quedan para enseñar deporte? ¿Cuántas pistas de atletismo y velódromos homologados por provincia y por comarca tenemos? ¿Cuántas horas están los pabellones disponibles para escuelas de formación deportiva? ¿Cuántos entrenadores y formadores, de distintas especialidades, pueden vivir de esta actividad y cotizar por ello? Hablemos de árbitros y jueces, imprescindibles y sin embargo, ninguneados.

Todo esto es necesario, clave, para hacer cantidad, y de la cantidad extraer la calidad. Y luego ya en edad adulta para acompañar a las y los atletas satisfaciendo sus necesidades para competir: Viajes, entrenadores, preparadores físicos, fisios, medicina deportiva, psicología, equipamientos, instalaciones, etc. Si uno piensa en todas estas carencias fehacientes de nuestros representantes no podemos más que quedarnos en pie y aplaudiendo hagan lo que hagan, simplemente por el hecho de competir.

Pero el mono-cultivo del fútbol en este país ahoga cualquier inversión para el resto de deportes, que ya sea pública, siempre baja y condicionada a la voluble voluntad de los electorados y la más que siniestra de muchos de los políticos, y la privada, escasísima por el nulo retorno que se obtiene.

Con estos mimbres vamos a unos los Juegos son un escaparate monumental para cada uno de los países, y todos ellos aprietan en la preparación. Incluso ningueando la participación en mundiales o europeos para competir con todo en los Juegos. Nosotros llegamos con muy buen nivel, bien posicionados en muchas disciplinas y en ambos sexos, pero ante el umbral olímpico nos vemos rebasados por las propuestas y disposiciones de los demás competidores. Toca reflexión, una vez más, y la puesta en práctica de una política deportiva estatal (en consonancia con las administraciones regionales y locales para fomentar la práctica deportiva multidisciplinar, como garantía de vidas más saludables y de unas mejores convivencias y asociacionismos), y después para modernizar los programas ADO y legar e invertir mejores recursos en el trabajo y pasión de nuestros deportistas. En esto, evidentemente entra una gestión directiva y administrativa profesionalizada y que dé información y transparencia sobre su actividad. Basta ya de las endogamias y corrupciones que se ven en las federaciones y en el COE. Supongo, que al igual que pedir a RTVE que con Teledeporte haga una buena gestión de las retransmisiones deportivas, será como predicar en el desierto.

Por lo tanto, es fundamental una voluntad política y social en nuestro país para hacer del deporte una cuestión básica, que mejorará la salud de la población, y encima nos unirá más y nos reconfortará. Evidentemente, esto es una quimera porque ya sabemos como está el asunto.

Pero lo cierto es que aún con todo, hubo grandiosos momentos para la participación española. Destaco dos: Por un lado el Oro en relevo mixto de marcha con María Pérez (plata en la prueba individual) y Álvaro Martín (también bronce en su prueba individual). Un éxito colosal de la marcha española, que tiene al enemigo en casa, pero que es una prueba en la que somos potencia dominadora gracias al desempeño de nuestros formadores, entrenadores y marchadores. Además, que el éxito lo protagonicen dos atletas de provincias, de clase trabajadora, que han superado a sus rivales, sus lesiones y antes a las trabas de clase, otro ejemplo.

El Oro olímpico de la femenina de waterpolo también ha sido colosal. Firmando un torneo completísimo la unión de dos generaciones distintas de jugadoras, bajo la dirección del ya legendario Miki Oca, ha acabado con la persecución de este éxito que completa el palmarés de uno de los mejores equipos de la historia de nuestro deporte.

Jordán Díaz ganaba el Oro en triple salto olímpico en un podio de atletas cubanos nacionalizados. En atletismo el nivel general ha sido muy bueno, pero nos falta un paso para aspirar a más medallas, aparte de solventar las lagunas en velocidad o lanzamientos, especialmente masculinos, ya históricas en nuestro deporte.

Entre los fiascos el mayor el de la femenina de fútbol, quizás demasiado presionada, también ya quemada tras un último año de sobreexposición mediática. Mientras la masculina (de categoría sub23) conseguía el Oro y lo sumaba a la Eurocopa absoluta (hito que sólo antes había cumplido la Francia de Platini en 1984), y la de balonmano masculina, lograba otro bronce (el quinto) en otra demostración de resistencia y tenacidad. Fracaso total de la femenina de balonmano inmersa en un relevo generacional con una brecha muy profunda y que fue incapaz ni de empatar un partido. En baloncesto, cumplieron objetivamente ambas selecciones que cierran ciclo con un cambio inminente ya a realizar, que puede ser traumático en la masculina (ya definitivamente y a la que objetivamente no se le podía pedir más), algo más sosegado en la femenina (que llegó a cuartos y sucumbió ante una muy superior Bélgica), pero ambos irrenunciables.

El momento más dramático se vivió en bádminton donde una renacida Carolina Marín estaba a 10 puntos de meterse en la final olímpica cuando volvía a romperse los ligamentos de su rodilla derecha. Una pena tremenda y un injusto broche a la carrera de una deportista hecha así misma y que ha descubierto su deporte al gran público en nuestro país. Por desgracia, su presencia no ha servido para dinamizarlo y dar al bádminton la importancia que tiene.

Hubo un Oro en vela. Alcaraz tenía que contentarse con la plata ante un superior Djokovic, mientras Nadal iba peor que justo por las pistas. La pareja de dobles femenina, Sorribes-Bucsa, conseguía un bronce. Medallas en remo empezando por el bronce, la sexta de Saúl Craviotto en unos juegos con su embarcación del 4x1000, a parte de otro en remo y un tercero en piraguismo de aguas bravas. Como siempre la natación artística (antes sincronizada) demostró su gran nivel con un bronce. Mientras que otro bronce en yudo abrió el medallero muy escuálido hasta mediada la segunda semana, mientras se iban acumulando cuartos puestos finales (hasta 9 en el equipo olímpico español, más 11 quintos). De los pesos grande del boxeo han venido esta vez las sorpresas, con plata y bronce de los puños de un hijo de inmigrantes magrebíes y de otro nacionalizado cubano, como también la muy emocionante el baloncesto 3x3 femenino donde España se colgó una plata más que meritoria.

Capítulo aparte merecen estos deportes “urbanos” como el baloncesto 3x3, la BMX, pero sobretodo el skate o el breakdance. No existe fenómeno cultural más alineante, homogenizador y eliminador de las expresiones culturales e identitarias que todo aquello que engloba bajo eso que llaman cultura urbana. Aquel arte (desde el graffiti, su música trucada de voces por ordenador y arreglos electrónicos, el abochornante rap), las vestimentas, las formas de desplazarse, la incomunicación, etc., todo un movimiento cultural que de Occidente a Oriente y de Norte a Sur hace sucumbir las genuinas formas de sentir e identificarse de las poblaciones, vivan o no en un entorno urbano, bajo la patina globalizadora que el American style way nos ha dejado. Unas formas de comportarse, y de dejar de hacerlo de ciertas maneras, que fomentan claro esta, el consumismo y que han sido exportadas por las élites occidentalistas desde los años 80, para conseguir un control mental, global y total, al que aspiraron y no pudieron alcanzar en el pasado, las religiones y las ideologías de clase. Por esto que en el programa olímpico se incluyan este tipo de pseudo deportes refrenda esa sensación de nos quieran homogenizar como copias baratas de los americanos. Yo me pregunto: ¿Por qué el breakdance y no en tango? ¿O los bailes de salón? ¿Por qué el skate y se discute presencia de la marcha atlética en el programa?

Y todo ello en un momento en el que el movimiento olímpico está en un momento de encrucijada donde la supervivencia económica de las ciudades que alojan los eventos comienzan a cuestionar la idoneidad para postularse o no a ser sede olímpica. Mientras todavía persisten los locos desvaríos de los politicastros de Madrid, otras ciudades reculan y reflexionan en períodos largos (después de quedar excluida en beneficio de Barcelona en 1992, París tardó 24 años en volver a presentar una candidatura) puesto que en un contexto de escasos recursos, infinidad de demandas sociales y en un momento de cisma en el urbanismo actual.

Y es que, les guste o no, las ciudades en todo el mundo tienen que afrontar ya, y están llegando tarde, un giro en su concepción y disposición para volver al ciudadano y ciudadana. A la persona que se desplaza a pie o sin contaminar, en circuitos cortos tanto en el espacio como en sus pretensiones, prescindiendo del vehículo privado. Urgen ciudades menos contaminantes, menos ruidosas, con menos estrés, que dejen de estar concebidas para el coche y que recuperen el asociacionismo vecinal, la concordia entre personas y la tranquilidad. Y ante este escenario, común para cualquier núcleo de población, las grandes megaurbes, que son las únicas que pueden albergar un evento de la magnitud de unos Juegos Olímpicos, antes tendrán que poner todo su ingenio y sus recursos en solventar este giro, garantizando el bienestar y el futuro de sus ciudadanos. Sobretodo, porque no se van a ver movidos por una lógica en pos del bien común, sino más bien por la presión económica en un escenario de agotamiento de los combustibles fósiles y de las materias primas. Por todo ello, el ejemplo de París aparece tan vislumbrante, como modelo a seguir, y al tiempo, el de Los Ángeles, tan poco claro y con muchas dudas.


miércoles, 24 de agosto de 2016

Juegos Olímpicos de Río 2016: Analicemos la situación del deporte olímpico en #Españistan

Imagen extraída de el-nacional.com.

Acabados los Juegos Olímpicos de Río 2016 es el momento de dejar escrito algunas de las sensaciones que durante estos 15 días, sentado en el sofá, alimentado a base de ganchitos y bebiendo cerveza frente a la televisión pública y con el twitter de la mano he ido experimentando.
Unos Juegos que venían con un amplío halo de polémica y dificultades, por el lugar elegido por la empresa COI S.A., donde los fiascos en la preparación, los abusos sobre los voluntarios y la situación política de un país inmerso en una grave crisis económica, en la que no han ayudado los fastos de este evento y el Mundial de fútbol 2014 , social porque se ha ampliado la brecha en el bienestar de la sociedad brasileña donde cada vez la minoría del 1% (blanca) tiene más recursos frente a las mayorías (mulata e indígena) lo cual ha traído severos epísodios de inseguridad ciudadana. Y por último una crisis política, donde la tradicional derecha de ese 1% y aupada, una vez más, por Estados Unidos y Europa ha conquistado el poder tras un nuevo Golpe de Estado, cambiando las manos del pueblo brasileño por las garras financieras de Occidente en los recursos energéticos del país.
Centrándonos en lo más puro de los JJOO, los que ya me conocéis sabéis que soy un aficionado al deporte total, tanto en la práctica como en el seguimiento, durante toda la Olimpiada y que siempre contemplo mi agenda ajustándola para el visionado. Baloncesto, rugby, balonmano, atletismo, ciclismo, gimnasia artística, natación, badminton, remo, piragüismo y los más alejados para mi judo, taekwondo, waterpolo, hockey, halterofilia, la rítmica, sincronizada, saltos...
Seguimiento de los deportistas españoles y de las disciplinas donde tenía un gran interés, siempre a través de RTVE quien ha llevado, parece ser por última vez, la experiencia de difusión y transmisión del acontecimiento olímpico, ya que es probable que las cadenas de pago adquieran los paquetes de producción para España de los siguientes Juegos Olímpicos.
Una vez más serán los Juegos Olímpicos de Bolt (tri-campeón olímpico del 100, 200 y 4x100 con el relevo jamaicano). Pero también lo serán de Michael Phelps que llegó hasta las 28 medallas olímpicas en su carrera deportiva completando un ciclo de retiro y redención. También van a ser los JJOO de Simone Biles y del equipo femenino de gimnasia artística americano que dominó la competición.
Uchimura renovó su titulo olímpico en el concurso individual por aparatos. Los Browlee dominaron con mano de hierro el triatlon masculino. La selección de USA Basketball mantuvo el cetro de poder en ambas categorías, y por fin Francia, cedió el suyo en el balonmano masculino. No así lo hizo Andy Murray que revalidó el Oro en tenis de Londres y compartió galardón con Monica Puig que dando sorpresa tras sorpresa ganó el Oro en el cuadro femenino otorgando al deporte femenino puertorriqueño la primera medalla de su historia.
Podía seguir así relatando párrafo tras párrafo los resultados y sensaciones deportivas que me han dejado estos 15 días de competición, pero aquí dejo un enlace a todos los resultados deportivos de los Juegos Olímpicos Río 2016.
También tenemos relatos sobre como han sido los Juegos en general, y en el caso de la actuación española, en particular, para gusto del consumidor. O virados hacia la opinión de los jerifaltes del COE o el Ministerio de que esto ha sido un éxito (alucinante e impresentable el Ministro en su alocución en la tv pública) o más criticos desde un punto de vista deportivo. Sin embargo, lo que me apetece hacer en este momento es valorar los resultados de la representación española, y como los recortes neoliberales del gobierno del PP que siguieron a la estafa bancaria, han mediatizado su rendimiento.
También voy a tocar el tema del periodismo deportivo, que realmente me apasiona, justo en un momento y un lugar, España, en el que los medios tradicionales llevan enfrascados en la infoxicación continúa del fútbol profesional, sobretodo de Real Madrid y Barcelona, robando espacios de expresión, interés y seguimiento no sólo a otros clubes, sino también a otras disciplinas deportivas.
Máxima exigencia y total presión durante 15 días cada 4 años
Éste es el lema que como público generalista mediatizado por la labor de los medios de comunicación tradicionales (prensa deportiva escrita, televisión y radio) vive los Juegos Olímpicos.
Es decir, durante poco más de 15 días, y más concretamente “el día de competición”, “los minutos de la prueba”, o “los segundos de la carrera y/o concurso”, todo el peso de la atención deportiva y mediática de España recae sobre los atletas, hombres y mujeres, que han convivido durante 4 años en el más absoluto silencio, sin ningún tipo de cobertura a sus pruebas, entrenos y situaciones y que sin embargo, en el momento culmen de su preparación afrontan la competición, no sólo con el ánimo íntimo y personal de ganar y mejorar, o la presión de la rivalidad competitiva contra participantes de otras naciones, sino que encima de sus hombros recae todo el peso del foco mediático concentrado en ese momento. Y en el que además, se suma la exacerbada pasión latina por ganar. Una suerte de decir, “ya que están en los Juegos que ganen medalla. La de oro concretamente”. Y eso otorga a todo lo anterior descrito el propio peso del deporte, de la disciplina deportiva en cuestión, casi siempre minoritaria, con un escuálido número de fichas federativas y de recursos, y que buscan y necesitan el impacto mediático de los Juegos Olímpicos para que más gente se anime a su práctica, disfrute y seguimiento.
Y esto, lógicamente se ve en el puesto final en el medallero y en los objetivos individuales que nuestros deportistas, tanto masculillos, como en mayor desigualdad si cabe, femeninas, tienen y se comparan con los de sus rivales. Y en el caso del medallero, de España, como país desarrollado en la Europa occidental, con los países con los que deberíamos medirnos, del mismo entorno geográfico y socio-económico y político, sobretodo teniendo en cuenta al número de habitantes: Francia, Alemania y sobretodo Italia.
Mientras que la delegación española ha sacado 17 medallas, repartidas en 7 oros, 4 platas y 6 bronces, Italia se ha subido hasta las 28 (con 8 oros). Desde luego cualquier ranking comparativo entre países en un medallero olímpico debe de cogerse con pinzas y ser muy escrupuloso a la hora de sacar conclusiones. Existen rankings de medallas en relación al PIB o al número de habitantes, y jugando con ellos yo exijo a mis autoridades y administraciones deportivas (también por lo que toca educativas y sanitarias) un rendimiento similar o más cercano al de Italia. Aún existiendo diferencias en cultura deportiva, que ofrece a ambos países posiciones dominantes en unos deportes y en otros no (por ejemplo Italia es una potencia mundial en voleibol donde España no consigue llegar a un nivel intermedio, y por el contrario somos una potencia mundial en balonmano y sin embargo en Italia no pasa de ser un deporte residual...) nuestro lugar tiene que estar próximo al de la república mediterránea. Ambos países tenemos una población similar. Un PIB y una renta pér cápita muy parecidas (con desigualdades tanto entre territorios como de capas sociales idénticas), e incluso un clima muy parecido.
Sin embargo, esto no sucede y no ocurre por una explicación que tiene que ver con la disposición de recursos, de dinero, para las federaciones y sobretodo para los deportistas y sus entornos de trabajo (clubs, entrenadores, médicos, fisios, etc.).
Como ha sucedido con el resto de aspectos que han tenido para administrar, el deporte español ha sufrido los recortes del gobierno del PP (como la sanidad, la educación, la justicia, el medio ambiente, la cultura... y así con todos menos el rescate bancario). Las becas ADO que permitían simplemente la manutención de los deportistas en los períodos de Olimpiadas y que se repartían en base a los resultados deportivos a través del Comité Olímpico Español (COE), han visto reducidas su cuantía, por lo que han llegado a menos deportistas y en menor cantidad. Las federaciones también han visto reducidas considerablemente sus subvenciones anuales que se otorgan a través del Consejo Superior de Deportes (CSD) con lo que entrenadores, equipamientos, instalaciones o certámenes competitivos también se han reducido. Y como en este país nadie hace su trabajo debidamente, nos encontramos con las directivas de las distintas federaciones, lamentándose, unas más que otras, por los recortes sufridos, pero casi ninguna con un trabajo para conseguir patrocinadores y esponsorización para paliar, aunque fuera en parte, las pérdidas. Total, “ellos” (y sus familias, amigotes y demás) ya estaban “clasificados para Río.
El resultado final se ha visto en estos Juegos Olímpicos, pero se pueden observar en cualquier certamen internacional al que nuestros atletas, hombres y mujeres acuden a competir, y donde lo hacen en peores condiciones que sus rivales, de entornos geográficos y políticos-sociales comunes, como puedan ser italianos, holandeses, belgas o escandinavos.
Por supuesto que franceses, alemanes, británicos,... estadounidenses, rusos, chinos, japoneses, australianos...
Siempre cuento la misma anécdota. Tuve una compañera de trabajo belga que fue atleta profesional. Formaba parte de la selección de Atletismo de Bélgica y durante 4 años, antes de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 recibió una beca por parte del gobierno belga de más de 2.000€ al mes. Además su federación gracias a una política efectiva y activa en la búsqueda de patrocinadores, que tenían un buen retorno debido a una cultura polideportiva en los medios, tenía los recursos suficientes para costear entrenadores, fisioterapeutas, médicos deportivos, también psicólogos, instalaciones y el pago de viajes para poder competir. Al final unos meses antes de la cita olímpica de 2012 se lesionó y no pudo acudir, sin que eso supusiera ninguna devolución, ni censura o critica abierta por parte de las autoridades del deporte o el atletismo belga. Desde luego muchos aspiramos a lo mismo para nuestros deportistas.
A todo esto se le suma el hecho de que en España carecemos de cultura polideportiva. “Somos” obscenamente futboleros, tanto en la práctica temprana como en el seguimiento, y eso hace junto a la inutilidad perpetúa de los distintos dirigentes educativos, sanitarios y deportivos que hemos sufrido, que no exista una presión natural para incluir en las escuelas la práctica deportiva de deportes minoritarios (salvo en Cataluña). Por lo que podemos decir, abiertamente que en España no se enseña deporte (y se de lo que hablo porque tengo formación en la materia y me he encontrado con casos paradigmáticos). Así ni gimnasía, ni natación, ni rugby, casi ni atletismo, muy poco balonmano, algo más de baloncesto y por descontado absolutamente nada de deportes de contacto (lucha y artes marciales) o deportes sin tradición (y casi si me apuráis ni los deportes alternativos o juegos tradicionales).
En definitiva si tuviésemos un gobierno que en algún momento dejase su presidente de leer el Marca (y tras hacer multitud de tareas también necesarias), y le diera por articular una política de estado en materia de deporte tanto para la formación y educación en la práctica deportiva, como método de salud y que abarcase los siguientes escalones, hasta el deporte profesional, o lo que conocemos aquí de deportistas que gestionan su tiempo, junto a otras responsabilidades, como estudios o en la mayoría de los casos un trabajo para poder subsistir, lograríamos con tiempo y paciencia unos resultados mucho más acordes a la situación y potencial del país. Una política deportiva similar a la empleada por Italia, Francia, Reino Unido u Holanda.
Si “nuestros” presidentes y directivos de las federaciones decidieran salir de su despacho y patearse por empresas para conseguir vender “su producto”, su deporte, se lograrían muchos mayores y mejores recursos que mejorarían la salud del deporte en cuestión, consiguiendo mejores resultados internacionales, y como fin último, postulando ese mismo deporte, como parte del acervo cultural y ocioso de la población redundando en un círculo en el que mejoraría la salud y el bienestar general de la gente y casi automáticamente la calidad en la élite (ya sabéis, de la cantidad, surge la calidad).
Y si las televisiones públicas decidieran boicotear el fútbol, del que no tienen derechos de retransmisión olvidando y eliminando las tertulias “salvamizadas” de fútbol para en su lugar retransmitir eventos en directo y programas de producción propia sobre las distintas disciplinas deportivas nos encontraríamos con un mayor conocimiento general sobre un deporte particular (sus reglas, historia, contexto, participantes, etc.), se ganaría mayor inversión para ese deporte, y de paso, se evitarían los lamentables errores por desconocimiento y falta de preparación que se han tenido que sufrir con la retransmisión de RTVE de estos últimos Juegos.

España, ¿potencia mundial del deporte?
Y aún con todo se puede ser moderadamente optimista y levantarse al paso a aplaudir, agradecer y animar a nuestros deportistas. Hombres y mujeres que en la mayoría de los casos, tienen que gestionar sus carreras con trabajos para sobrevivir y mendigando subvenciones y pagando de su bolsillo médicos, viajes, competiciones o entrenadores. Llamadme loco o visionario. O iluso. Pero para tener éxitos en deportes, en los Juegos Olímpicos, hay que apoyar y gastarse dinero en esos deportistas, hombres y mujeres, que van a representar al país.
Deportistas que como describía unos párrafos más arriba se presentan en las competiciones internacionales en peores condiciones a las que optar al éxito deportivo frente a sus oponentes. Deportistas, todos ellos y ellas que están en la élite en sus respectivas disciplinas. Si, en la élite. Aunque no hayan rascado medalla en este evento. Aunque se tengan que conformar con un diploma olímpico (curioso como la prensa afín al estado de las cosas en #Españistan usa los diplomas a conveniencia) o sin ello. Prácticamente en cada disciplina y prueba olímpica tenemos a un españolito o españolita entre los 10 mejores del mundo, y seguro entre los 5 mejores europeos.
Quijotes enfundados en ropajes técnicos, que luchan contra sus rivales y contra los molinos gigantes de los impedimentos, de las zancadillas y de la desidia. De un país que les exige y les ningunea a partes iguales y que les priva de mejores condiciones de vida, entrenamiento y competición. Son Mireia Belmonte, Carolina Marin, Lydia Valentin, Maiane Chourraut, Ruth Beitia, las chicas de la gimnasia rítmica, el equipo femenino de baloncesto (muy bien entrenadas como siempre, por Lucas Mondelo). Y los Nadal, Pau Gasol o Bruno Hortelano. Y muchoas más. Milagros en forma de bronce, plata u oro, porque sólo así se puede calificar el éxito de estos pioneros y referentes que consiguen competir y ganar frente a rivales que les duplican o triplican en recursos. Generaciones de deportistas brillantes que con un afán por competir y en muchas ocasiones dar a conocer el maravilloso mundo de su deporte, capitalizan y encabezan la práctica y el arraigo de esa disciplina.
Por esto último, yo considero a España, una potencia en el mundo del deporte. Sólo de imaginar lo que se podría conseguir si se fomentará con unos mínimos la práctica deportiva, desde la educación básica hasta la profesionalización o la edad senior, ya es un dulce sueño y anhelo.
Se espera de un gobierno, o tal y como van las cosas, lo que deben de promover los partidos que quieran optar a gobernar, es un plan de acción. Una política educativa que tenga una rama en educación deportiva que permita que nuestros niños y niñas conozcan y amen el deporte, y puedan expresarse, mejorar y vivir con su pasión con unas garantías, para ya, en la edad adulta estructurar un plan deportivo para acudir a los eventos con las mejores garantías de éxito. Un I+D+i en Marca España deportiva para conseguir ponernos a altura de los países de nuestro entorno geográfico y político-social.
Y también, y mucho más importante, como fin último, conseguir mejorar la salud y el bienestar de la población en general otorgando a todos y todas oportunidades para la practica deportiva.

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sábado, 12 de enero de 2013

La Quimera de los Juegos Olímpicos en Madrid



Tengo en mi estantería un escueto libro que recoge los más conocidos o incluso curiosos "Cuentos de las Mil y Una Noches". A los tradicionales de "Simbad el Marino" o "Aladino y la Lámpara Maravillosa" se le suma uno muy curioso titulado "El Caballo Encantado". Va sobre un inventor indio que presenta al Sha de Persia un caballo mecánico capaz de llevar a los más maravillosos destinos a cualquiera que se subiera a sus lomos. La acción de marketing era magnífica y el Sha caía rendido ante tales palabras. Pero una vez pagado y usado, no conseguía sacarle todo el partido posible. Siempre había una condición o causa que frustraba los planes del Sha, que por aquel entonces eran de casamiento con una princesa de un reino cercano y del beneficio económico que podía sacar, y quedaba con un palmo de narices. El caballo iba por libre, movido por un "espíritu interior" que procuraba la consecución del amor perfecto para bien de todos los humanos. Pues bien quiero usar esta historia ahora resumida para expresar cuatro ideas básicas sobre el empecinamiento que desde el Gobierno de Madrid, o mejor dicho el PP (#PartidoPutrefacto me gusta llamarlo) una y otra vez, para presentar una candidatura a la celebración de los Juegos Olímpicos.

Cualquier gobernante con dos dedos de frente, responsabilidad y capacidad de raciocinio ni se hubiera planteado el presentar una candidatura por cuarta vez para la celebracion de un evento del que ya han renegado y opuesto hasta en tres ocasiones. Lo primero si lo que se propone es exactamente igual a lo que antes fue rechazado, sin mínimo de capacidad crítica, revisión y mejora, como esperando a ser elegida en el baile de finde curso, cuando las guapas ya se han marchado. Mucho menos ese planteamiento saldría en una situación coyuntural económica, política y social como la actual en #Españistan, y particularmente en ciudad y comunidad de Madrid. Y mucho menos se presentaría a actos públicos de dudoso aprovechamiento para la ciudadanía si su gobierno, o desgobierno, se encuentra en una situación tan precaria con respecto a lo que se presento en unas elecciones, lo que salió elegido, lo que salió volando y la multiplicidad de escándalos que esta adornado su mandato. Pero así es el PP, y así es Ana Botella, empapada de la hipocresía y desvergüenza de su marido Aznar (lo tendrán en la sociedad de gananciales), aficionada en demasía a salir en la foto y a pasarse por el forro cualquier visicitud que este pasando la pleble para la cual gobiernan en teoría, pero muy cuidadosos de satisfacer a cualquier oligarca, despota y fascista que se le acerque.

Lo del Sha de Persia, su insatisfacción y su caballo mecánico va a ser poco ante el empecinamiento de Madrid, o mejor dicho y ahora ya de sus gobernantes únicamente con el COI y la celebración de unos Juegos Olímpicos de Verano. Tres, cuatro, que más da. Ya hasta nos reímos. Que si los taxistas de Barajas que llevaron a los inspectores secretos del COI por paseos por la periferia; que si policías que no sabían hablar inglés, que si infrastructuras ya construidas, con las que la mafia del COI (no lo olvidemos, sociedad secreta y oscura) no pueden hacer negocio, que si Rio o Londres están más preparadas, que sin mar a menos de una hora es imposible, sobornos de otras candidaturas... Dan igual las razones, veladas o no, para que se hayan ido denengando esta posiblidad, pero cada cuatro años, R que R. Vuelta de la burra al trigal. Lo del ejemplo de Londres, que después de perden con Barcelona en 1987 con vistas al 92, tardó 20 años en volver a presentarse, no es escuchado en los mandriles...

Yo mismo, en la segunda candidatura, la que tenía que haber sido ahora, en 2012 y finalmente fue a Londres, me apunte como voluntario. Pero ahora NO. Ahora para empezar, hasta en la propia población de Madrid, y pese a manterse una parte de la ciudadanía estupefacta ante el sueño olímpico ya las encuestas, no se presentan como avales. Ya no, porque lo que tiene estupefacto a gran parte de la ciudadanía madrileña y española es el despilfarro económico, la corrupción, el desmembramiento de sus servicios sociales y sus derechos y ya no se fían, o por lo menos no tanto, de la convenencia o no de tener unos Juegos en casa, a vuelta de la esquina, a diez paradas o tres trasbordos de metro.

Pero sistemáticamente deciden presentarse. A este ritmo, cuando los JJOO ya hayan dado todas las vueltas al mundo posible, todas las capitales hayan sido sedes, o incluso hasta Soria lo haya sido, a Madrid le concedan tal privilegio. En ese momento los del COI ya estarán cansados de "los mismos de siempre", a estos a los que les sobra el dinero de su Educación o Sanidad, para gastarlo en informes, cárteles, dvds promocionales, power point de auto bombo, webs chusqueras de promoción, cenas de publicidad, estancias pagadas en Madrid, o en la nada barata Lausana y vuelos en primera clase. Muchos vuelos.

Es curiosa Madrid. Es una ciudad inacabada. El anterior alcalde se tiro 8 años de presidente de la Comunidad y 5 de alcalde buscando el tesoro, continuamente, abriéndola en canal cada treinta metros, llenándola de túneles (unos útiles claro esta, otros no tanto), pero que para disgusto de madrileños y también resto de españoles todavía están a medio, mejor dicho a tres cuartos, de pagar. Pero aún así una y otra vez volvemos a tirar de eufemismos tales como "Sueño olímpico", "Ahora si, esta es la nuestra...", "tenemos el 90% de las instalaciones ya construidas" o "tenemos la experiencia de candidaturas pasadas".

Esta obsesión enfermiza, que se vió impulsada, curiosamente cuando Barcelona tuvo sus Juegos, sólo se puede explicar en una ciudad, capital de un país con más de 6 millones de parados, y más de 36.000 manifestaciones el úlitmo año, como una seña más del trasnochado y rancio sentimiento de inferioridad castellano, cutrez supina y esnobismo de mercado dominguero. La foto de alcaldesa, responsable de deportes, fraudulento presidente del COE, el hijo del fascista Sammaranch representante español en el COI, la responsable de deporte de la Comunidad de Madrid, o Presidente de la candidatura es insultalte a todas luces. Es de una catadura moral avergonzante el que estos personajes, y toda su banda de secuaces, vuelen a Lausana en primera clase, dormiten en sus hoteles 5 estrellas, cenen en restaurantes tres tenedores y ya aprovechando el viaje blanquen unos milloncenjos. Si todo ese despliegue es ya de por si sospechoso, hacerlo en la situación actual lo es aún más, puesto que con el dinero que este viajecito, dossier presentado e instancias previstas en marzo de los comisarios del COI se pueden pagar, y sobradamente, a bastantes profesores de refuerzo en los colegios e institutos madrileños o por qué no también, la gestión de los análisis clínicos de la Sanidad madrileña, privatizados años atrás y que han salido a la luz esta semana como un nuevo nicho de negocio para el ex-consejero de la Comunidad que privatizo dicho servicio.

Por no hablar del coste total del evento si nos lo conceden. A las necias e insultantes palabras, para todas las personas que lo están pasando mal por culpa de esta estafa neoliberal llamada crisis, del hijo de fascista y miembro perenne del COI, Samaranch Jr. diciendo que suponen durante 7 años un gasto de 150 millones de € al año, y que no hay presupuesto nacional que no pueda sacar esa partida... pues bien habría que decirle a este tipejo, que por un millón y medio de Euros al año, la Junta de Castilla y León ha decidido paralizar las urgencias sanitarias de las comarcas limitrofes con Portugal en Salamanca, y otras comarcas en la región. Unas Urgencias, y por lo tanto, un dinero que salvan vidas. Concretamente hablamos de casi 300.000 personas afectadas, castellano y leoneses que son sus compatriotas, aunque claro, esta gentuza prefiere a sus compatriotas de capital. Hipócritas.

Por sospechar y hacerlo con tino, no nos ocurre nada. Más de uno, pensamos que la constante presentación de Madrid como candidata se debe a una suerte de "lo importante es participar" pleno de espíritu olímpico, pero también capitalista, económico y de corruptelas varias. No es díficil adivinar, y menos con la experiencia Gürtel ya demostrada la capacidad que tienen en el #PartidoPutrefacto de con dinero público sacar a la luz contratos y prebendas para los afiliados, simpatizantes y demás chupocteros tan cercanas a las gaviotas. Yo incluso afirmo que el ser segundo les sale de lujo, puesto que les mantienen el ánimo y la voluntad popular de volver a presentarse, "que este año si". Eso si, sin preguntar al pueblo, no sea que vaya a ser que esos desagradecidos sin Sanidad ni Educación públicas de calidad se vayan a mostrar disconformes. Todo ello bendecidos con la supuesta inversión, el coste de unos JJOO, que en definitiva funciona de una manera muy similar a lo siguiente: Cogemos el dinero público, que siempre sobra pa tontas, oiga, y lo movemos a financiar una supuesta suerte de obras públicas y privadas que son imperecederas, necearias y útiles, que van a parar a los cuatro oligarcas financieros o constructores de siempre. Creamos una burbuja. Un puñado de empleos precarios y temporales y luego un fantástico paseo para el domingo por la tarde. En nuestro caso y con nuestra experiencia es el "legado" que suelen dejar todo este tipo de acontecimientos. Vamos como todo en España.

En la memoria económica del proyecto, los mandamases del despropósito, inmoralidad y ridiculez que es esta candidatura se han llenado la boca en decir que con una suerte de inversión mínima (curiosamente, no suman la de proyectos ya ejecutados que si que entraron en anteriores candidaturas olímpicas y que a los madrileños les ha costado un dinero) y obtenrán los mismos réditos económicos que los últimos y espectaculares JJOO de Londres 2012 (cuya reverso se puede plasmar con datos en el artículo enlzada de eldiario.es). Pero lo cierto es que como se dice por Vallecas "ya los tenemos calados", y sabemos por experiencias previas que el coste lo vamos a pagar nosotros (porque sale de nuestros impuestos, que no los paga la Botella, ni ninguno de sus iguales ni quienes disfrutan de esa fiscalidad tan española), los beneficios se los llevarán los amiguetes constructores, los hoteleros, los empresarios en general y que luego comprarán las construcciones de los juegos a 2 duros. La subida de precios, las colas y tapones en la circulación los ciudadanos, como siempre. Y aprovecharán para deinvertir en las autopistas Radiales que no les reporta ni un duro, las compraremos a precio de oro . "Todos el mundo quiere estos Juegos Olímpicos y además los necesitamos" dice Botellla. Claro que sí Ana, la privatización de la sanidad, la reforma laboral, la corrupción, el despilfarro, la ley del aborto, el paro, el fraude fiscal, el precio de la energía, los sueldos de los políticos, los indultos, son simples anécdotas sin importancia. Lo que realmente importa a los españoles es conseguir la organización de los JJOO a cualquier precio... Lo que sí que es olímpico es vuestro nivel de desvergüenza e inmoralidad.

Y es que el PP saliva con conseguir los JJOO para Madrid, como contrapunto histórico al socialismo catalán que los consiguió para Barcelona. La Botella, con el cargo, no sólo heredo bastón de mando, las tuneladoras, y la red de contactos de la Gurtel. También se llevo este espiritu Olímpico que se mueve sospechosamente bajo los soplos del viento capitalista neoliberal. A mi me parece una desvergüenza que la misma semana que te dimite el vicealcalde por un chanchullo mayor como la celebración con su beneplácito y sus comisiones, por supuesto, de una macro fiesta que se fue de las manos y los contables y acabo con hasta tres veces más del aforo permitido, se presenten candidatos ideales a celebrar unos JJOO. Son tan hipócritas y sin vergüenzas que son capaces de presentar "lo del Madrid Arena" como una gran gestión, puesto que metieron 20.000 personas donde la legalidad exigía 7.000 y sólo se les murieron 5 personas. Así es la alcaldesa de Madrid, la que va a la peluquería en limusina, o la que esa misma semana del Madrid Arena se va a relajar a un Spa en Lisboa, con dinero público.

Yo a un país con ejemplos como la F1 en Valencia mientras se desploma el suelo de aulas; las corrupciones en cualquier administración de los partidos mayoritarios, sin penalizar; la Justicia partidista, lenta y boicoteada; con los antidisturbios pegando a conciudadanos día sí y día también; ciudadanos cumpliendo condenas insostenbiles mientras homicidas al volante salen de la cárcel por tener un carnet, el del partido claro; con una tasa de desempleo del 26%, del 57% en paro juvenil; con cada vez más gente deshaucidada y siguiendo con deudas a los bancos que fueron rescatados con sus impuestos; con cada vez más personas acudiendo a instituciones sociales para poder comer, ¡¡PARA PODER COMER!!; con una Constitución violada y no consultada con el pueblo; con un pueblo al que en definitiva no le preguntan si quiera, si quiere esos Juegos; tantas situaciones que rayan el ridículo y por las que si yo tuviera voz y voto jámas de los jamases dejaría un evento de tal magnitud en una sociedad con esos desbarajustes. Pero claro, también adjunto que el COI es una organización extraña, amoral y eminentemente capitalista neoliberal.

Por rídiculo, lo más ridículo me parece el logo elegido que buscaba una simbiosis entre los anillos olímpicos y el año 2020, pero realmente parece que pide los JJOO para el año 20020... quizás ese año ya toque.

La tan manida marca España es el gran aliado de los que no queremos Juegos Olímpicos en #Españistan. Por lo menos durante un tiempo. Hasta que limpiemos las continúas corruptelas, inmoralidades o dobles morales de des-gobiernos y podamos construir una sociedad donde lo básico, justo y democrático sea fuerte y representantivo. En pocas palabras, cuando tengamos para comer y donde alojarnos, nos dispondremos a tener Juegos, Expos, Mundiales y lo que se tercie.

Camareros: Necesarios, degradados y precarios. Una experiencia personal

Ahora que ya está aquí el veranito con su calor plomizo, pegajoso y hasta criminal, se llenan las terracitas para tomar unas...