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miércoles, 15 de julio de 2020

El anciano Rey desnudo

Portada de El Jueves, nº2251 del 15 de julio de 2020.

La serie de éxito de esta temporada de primavera-verano no está ni en Netflix, ni en HBO. No es un producto de las cadenas de Mierdaset o A3Mierda. De hecho se afanan en taparlo en sus informativos. La serie de verdad que supera todos los registros de ficción en tramas plenas de golfería, sinvergüencería y corrupción es la que está protagonizando muy a su pesar, el Rey emérito, Juan Carlos I, y con él toda la familia real y con actuaciones estelares de los partidos pro-regimen tratando de mantener con más o menos arcadas la supuesta dignidad de la institución.
Los medios extranjeros han olido el hedor a mierda que todo lo emponzoña en torno a la casa real y a la figura de su patriarca. Los escándalos sexuales bien callados durante años con dinero público, son el aderezo a una trama de corrupción que han convertido a los Borbones en una de las mayores riquezas del mundo, al tiempo que engañaban a la opinión pública, más o menos, monárquica o republicana, con más o menos ganas de cambiar de régimen, pero desde luego ya harta de tanto latrocinio y de que se rían tanto en su cara.
Parece probado lo que era un secreto a voces. Juan Carlos I ha llevado una contabilidad paralela a la asignación presupuestaria por su labor como Jefe del Estado, y tanto ejerciendo de titular, como de jubilado, ha llevado a cabo una labor de comisionista de altos vuelos con cada barril de petróleo que ha entrado en éste país o con cada metro de AVE a la Meca. Y siguen apareciendo más y más chanchullos investigados por la fiscalía suiza, con la británica también atenta, y con la española absorta, cuando no impedida por políticos y medios que deben pleitesía y sumisión al caradura. Incluso se hacen públicos sus tejemanejes con el yerno predilecto, el condenado Urdangarín, lo que debería llevar inequívocamente a la reapertura de toda la causa del caso Noos cerrada en falso.
Como ya he dicho en alguna ocasión existe un relato oficial que presenta a Juan Carlos I como hacedor de la democracia. Relato que está en claro deterioro ahora que se descubren lo que parecía evidente: la corrupción intrínseca del cabeza de familia y la más que probable, colaboración necesaria de su familia y de cortesanos políticos, militares, periodísticos y empresarios.
Para todo el establishment, para toda la oligarquía españistaní se hace imprescindible salvar todo ese relato y la verosimilitud con que se instale en las cabezas de los obreros votantes. Sin él, se desmonta todo el tinglado y saben perfectamente, que si el anciano monarca es cuando menos desacreditado (no confió en ver a nadie en la cárcel), la familia real depuesta y abierto un proceso constituyente para modificar la forma de estado, los siguientes en la lista son ellos.
Porque saben que tras la dictadura donde algunos se hicieron obscenamente ricos y poderosos intimando con el fascismo (corrupción, trabajo esclavo, opresión, robos, etc.) la continuidad hacia un régimen democrático sin hacer justicia, ni investigar lo sucedido, necesitaba de una gran mentira orquestada en la figura de un personaje responsable y de intachable moralidad.
Por eso ya se han tapado todos los escándalos de un depredador sexual. Por eso la prensa rosa “no entra” en palacio desde hace veinte años, no fuera a no encontrar a la Reina emérita, emigrada desde entonces a Londres. Por eso se han cerrado periódicos, programas de radio y páginas de internet que denunciaban toda la corrupción borbónica.
Porque derruida la mentira queda la verdad. Y la verdad es que “nuestra democracia” es la continuación de una dictadura militar-fascista en la que no se reparó a las víctimas. No se fiscalizó todas las tropelías. No se recuperaron los huesos de los muertos por la democracia y la libertad. Aquellos criminales fascistas de la noche a la mañana se convirtieron en demócratas de toda la vida y bajo el relato de Juan Carlos I, montaron un sistema que garantizaba los privilegios usurpados al pueblo y la permanencia del relato franquista como verdad suprema, por encima de la historia y de la justicia.
Nuestro estado sigue cubriendo ochomiles en materia de indignidad y vergüenza. Tener un estado como monarquía parlamentaria, con dos jefes de estado, el titular y el emérito, ambos bien salvaguardados por la inviolabilidad jurídica en la Constitución, un privilegio propio de la Edad Media y con el que se aferran a su trono los que no quieren que se destape la verdad y ganemos credibilidad como democracia y dignidad como pueblo.
Juan Carlos I convivió con el dictador más de veinte años. Le juró lealtad en varias ocasiones, dos de ellas en el pseudo parlamento. A la muerte del dictador ya eran conocidas por Madrid -basta con leer las biografías no autorizadas-, sus correrías de juerguista donde no faltaba el sexo con las musas del destape y las drogas. No cambió de hábitos durante el reinado y en su primera parte, mantuvo línea directa con los coroneles fascistas que afilaban sables llegando a postularse como futuro caudillo. Parece evidente su intervención como instigador en el golpe del 23F. Durante toda su vida mantuvo estrecha relación con algunos de los sátrapas más siniestros de la historia contemporánea, aceptados como monarcas como puedan ser la dinastía real saudí, de los emiratos o la marroquí (nunca intercedió por el pueblo saharuí)
Tuvo que abdicar en 2014 cuando la revolución ciudadana se estaba organizando. Antes tuvo que salir a la palestra a pedir perdón porque le pillaron cazando elefantes en Botswana con una de sus amantes, mientras el pueblo pasaba las penurias de la crisis económica y los recortes en derechos sociales del miserable Rajoy.
Ahora la parte de relato a salvar dada la abochornante mierda que está saliendo a la luz es la de situar a Felipe VI como un rey honesto y ejemplar que desconocía la vida privada de su padre. Algo que suena a pitorreo y que además intenta tomarnos por tontos a toda la ciudadanía (que no digo yo, que no haya alguno o alguna, pero vamos…).
Como si no viéramos en Felipe VI a un déspota muy vinculado a la derecha más rancia y recalcitrante del estado. Un rey distante y alejado kilómetros de la ciudadanía. Con una reina altiva, creída e incapaz de articular un mensaje que ayude a empatizar familia con institución y de paso con el pueblo llano. Metidos en su burbuja de cortesanos y pleitesías de periodistas, políticos y empresarios. De una élite que sabe que en la salud de la monarquía reside su propia salud, por encima de la justicia social y la justicia histórica que España implora y necesita.
Siguen quemándose etapas y desangrándose un régimen monárquico, el de la familia Borbón, y con él todo el estado de las cosas de la transacción. El régimen del 78 está en las últimas y sólo hay que ver que sus principales valedores son políticos de ultraderecha como Abascal, Casado, Teodoro o Page y periodistas más cerca de la defenestración profesional que de salvaguardar la ética y la verdad.
El desapego de esta gentuza con la realidad de su supuesto pueblo es inversamente proporcional al encubrimiento que se hace de su criminal actividad. No se pregunta al pueblo la aceptación de la monarquía y de Felipe VI desde hace casi 6 años. Saben que el resultado sería la puerta abierta a un plebiscito y a abrir el modelo de estado. No se puede aguantar más inmundicia. Es el momento ya de echar a toda esta familia de corruptos fascistas al mundo real, a tener que ganarse la vida, como todos los demás. España merece justicia y dignidad. Si hay que llenar las calles para que se judicialice y se sepa todo lo que ha pasado se hace.
Como banda criminal que es, que devuelvan lo robado a la Sanidad Pública, entreguen la corona y se disuelvan. España merece República.



lunes, 16 de marzo de 2020

Día 2 de confinamiento: Borbónica patada adelante


  No les llega el aire a los pulmones a los Borbones. Vía eldiario.es.

Es costumbre real el robar, pero los Borbones exageran”
La cita anterior es de Charles Maurice Talleyrand y podía tomar por costumbre el ir pasando los días de confinamiento y empezar las entradas recuperando citas de franceses célebres. No descarto hacerlo.
Pero si hoy celebro las palabras del que fuera Primer Ministro de Francia durante los tiempos del Congreso de Viena es porque relataba con suma precisión lo que es una monarquía en general, y el uso particular que los Borbones han hecho siempre de ella.
Anoche, minutos antes de que la ciudadanía saliera a los balcones a rendir homenaje a los trabajadores de la Sanidad Pública -y a todos los que están empleándose duramente estos días para que todo funcione-, la Casa Real emitía un comunicado desde el palacio donde el Rey titular renegaba de la herencia millonaria y corrupta de su padre, el Rey emérito, rompiendo -a priori- relaciones con él y negándole su manutención con cargo a los presupuestos generales del estado.
No se habían cumplido ni 24 horas del confinamiento decretado por el Estado de Alarma y la monarquía nos daba entretenimiento aprovechando de tapadillo la excepcionalidad para pegar otra patada adelante y tratar de salvaguardar la institución, el apellido y con ello su vidorra sin pegar palo al agua.
El 3 de octubre de 2017, apenas un par de días después de el Referéndum, el Rey Felipe VI se dirigía a la población para desaprobar a Catalunya y a una mayoría de su población que quiere votar. Todavía hoy no ha hecho ninguna aparición pública ante la situación de crisis. No estaría mal que ahora determinará toda esa pasta corrupta de su familia dedicarla a la Sanidad Pública de todas y todos. Tampoco antes le leyó a nadie la cartilla para defender los servicios sociales como parte fundamental del estado, más allá de banderitas y procesos de privatización de lo de todas y todos.
Sólo sabemos su negativo a las pruebas del coronavirus y el comunicado citado hace un par de párrafos en el que admite que su padre, el anterior Jefe del Estado, poseé una fortuna fuera de nuestras fronteras, en paraísos fiscales, de origen desconocido, pero en esencia corrupta e inmoral ya que la propia y manoseada Constitución regula que el Jefe del Estado no puede tener otro ingreso económico que no venga de la asignación presupuestaria.
La prensa internacional ha puesto negro sobre blanco el origen de tales fortunas, y no es la primera vez, vinculándolas a una actividad lobbysta de máximo nivel por parte de Juan Carlos I y su cohorte de cortesanas y cortesanos procedente de comisiones pagadas con gusto, parece ser, por el amigo árabe, la execrable dictadura feudal que los reyes y príncipes wahabies perpetran en Arabia Saudí.
Parece que al calor del dinero atrás queda el amor a España y la vocación de servicio público, epítetos constantes en la defensa de la Monarquía como garantía, no debemos olvidarlo, del estado de las cosas impuesto en la Transición desde la dictadura franquista.
Relato impuesto desde arriba con aquiescencia de los partidos políticos mayoritarios y de los medios de comunicación de masas silenciados en sus pesquisas sobre las aventuras con elefantes, coristas, condensas y comisiones de el campechano. En ese relato también se introduce una valoración subjetiva de la labor de Juan Carlos I en la Transición, como hacedor de la Democracia, un valor conocido como juancarlismo que no es ni mucho menos un sujeto de herencia a su vástago, como lo es el hecho que en casi 6 años de reinado de Felipe VI sólo una vez se ha preguntado sobre su aceptación como rey.
Como decía hace unas líneas, no es la primera vez que la Casa Real hace del patapún pa arriba su estrategia. Los casos de corrupción y abuso de poder son marca intrínseca a la institución y a la familia que se consagra en ella y ante una opinión pública cada vez más desafectada para con la causa monárquica el último recurso parece ser enviar patada hacia adelante tratando de que la opinión pública -única capaz y legitimada para acabar con tanta indignidad- se olvide o le asalte otra nueva dificultad.
En junio de 2014 cuando pillamos al monarca pegando polvos y echando tiros en Botswana con elefantes y amantes el Régimen del 78 vio necesario sacrificar al Rey. El cambio mediado del partido de Rey titular por Rey sustituto no ha borrado los nubarrones que se ciernen sobre la anacrónica institución por mucha preparación que atesore Felipe VI y muy idílica y perfecta que se presente su unidad familiar.
Aquella sustitución se hizo salvaguardando la inmunidad de Juan Carlos I creando una forma de Estado con dos Reyes, uno regente y con papel de Jefe del Estado, y otro emérito y al servicio de sus asuntos.
Pero con todo el pozo de podredumbre y el hedor a mierda es tan nauseabundo que ahora Felipe VI tiene que hacer una defensa pública de su puesto rompiendo -aparentemente- relaciones con su padre y tratando de mantener un estatus de dignidad que el propio comunicado emitido desde palacio no puede sustentar.
Si como afirma Felipe VI hace ya un año sabía de la existencia de esas sociedades offshore con cuentas millonarias proveniente de comisiones en Arabia Saudí, ¿por qué no emitió entonces el comunicado de ayer? ¿y por qué no acudió a Hacienda y al Estado para denunciarlo? Y no me vale que sea su padre el perpetrador de tales tropelías, puesto que en el caso de la Monarquía hoy en día, sólo le puede salvar, la más absoluta de las transparencias y colaboración con las instancias del Estado. Porque más allá de discursos vacíos es con actos con los que pueden salvaguardar su imagen de cara a una opinión pública cada vez más harta de los entramados de dinero, amantes, lujos y amistades peligrosas de la Casa Real. Renunciar a herencias sólo se puede hacer en el momento de cobrarlas, por lo que habrá que ver qué ocurre con esto, cuando su padre fallezca.
Si Felipe VI ahora admite y anuncia tales medidas no es por un afán en la sociedad española sino más bien porque los medios extranjeros han visto suficiente basura en la moralidad borbónica para hacer caja. Lo que me hace suponer que de no haber saltado la noticia, el Preparao, hubiera mantenido silencio y seguido como beneficiario de las herencias millonarias de su padre.
Y parece hacerlo ahora cuando bajo el Estado de Alarma por la crisis del coronavirus la población está confinada en sus hogares con impedimento de salir a la calle, que en este caso, más que justificado, digno y necesario sería para reclamar ya de una vez, República, Memoria y una Constitución que además garantizaría por ley suprema, la Sanidad Pública, la educación pública y los servicios sociales, poniendo la inversión en las personas por encima de intereses de terceros.
Los suntuosos regalos a sus amantes por parte de Juan Carlos I y sus relaciones con personas turbias y emparentadas con terroristas no pueden cerrarse con la negativa de PSOE, PP y Vox a una comisión de investigación en el Congreso planteada por Unidas Podemos. Tras lo sucedido ayer Felipe VI desprestigió el voto de defensa que los partidos del régimen habían ejecutado en su favor. Se debe volver a incidir en ello y se debe abrir esa comisión para descubrir que se ha perdido en el pueblo español y ha ido a parar entre las piernas de las amantes de Juan Carlos I.
No me cabe duda de que estamos cada vez más cerca de abrir la Constitución del 78 y todo lo que supone y en parte viene el modelo de estado. Como republicano, como ciudadano y no como súbdito exijo dignidad, transparencia y honestidad a las instituciones de mi estado, así como empatía y solución a los problemas. Harto ya de corrupción y de la inmoralidad que parece perenne a mi país, se acaba ya el tiempo de la Monarquía, y llega el momento de ser ciudadanos de un país digno, moderno y social.

viernes, 22 de enero de 2016

Izquierda Unida. Una refundación inaplazable

Alberto Garzón, secretario del proceso constituyente y Candidato a presidente del Gobierno por Izquierda Unida - Unidad Popular mediante primarias en las Elecciones Generales de 2015. Foto de eldiario.es.

Decía Lenin que “hacer la revolución es comprender la realidad”. Y para continuar esa revolución hoy por hoy en cualquiera de los ámbitos de los que me ocupo y apasiono, se hace imprescindible, además por mi reciente trayectoria, hacer valoración, crítica, auto crítica e introspección de la situación del partido político que integro con coherencia y honor: Izquierda Unida.
Tras las elecciones generales del pasado 20 de diciembre la situación no es nada cómoda. Y lo es menos aún con el revanchismo que el círculo de la Complutense, ya trasladado al Congreso de los Diputados ha tratado el tema de la configuración de los Grupos Parlamentarios. Podemos no tenía llave exclusiva para que IU tuviera o no grupo propio en el parlamento. Eso es obvio. Pero no lo es menos, el hecho de que ha confabulado para que desde las candidaturas de confluencias (Compromis, Ahora en Comú y Mareas Galegas) no se desligaran los miembros de IU democráticamente elegidos para favorecer la constitución del grupo propio. Las consecuencias están claras: No restitución de los fondos invertidos en la campaña electoral, de los que el reglamento del Congreso permite para los grupos constituidos (con lo que puede traer en materia de sustentación de la organización con las deudas existentes con la banca privada) y anulación del espacio político y mediático de intervención de Izquierda Unida.
Pero todo esto es consecuencia de unas elecciones que no se puede calificar de éxito. El no poder formar grupo político por nuestros propios medios, tras sólo obtener 2 diputados (en la circunscripción de Madrid) es nefasto y pone en peligro la supervivencia del partido, pero sobretodo de una ideología, la de la defensa de la dignidad y la libertad de la clase trabajadora, cuya vigencia quieren poner en entredicho entre discursos demagogos del Fin de la Historia, o del crecimiento perpetuo.
Pero lejos del habitual tremendismo y ombliguismo del que hacemos gala en esta organización es importante reconocer la realidad. No es la primera vez que Izquierda Unida se queda sin grupo propio en el congreso. Ya en 2008, a la llamada del voto útil (eso de votar a quien no nos gusta para que no gobierne quien nos gusta aún menos), la coalición de izquierdas se quedo con 2 diputados. Mejor dicho 1'5. Gaspar Llamazares que era el candidato de IU a la presidencia y Joan Herrera que era el número 1 de la lista de Iniciativa Per Catalunya Les Verds. Y todo ello con “sólo” 990,000 votos, sin la competencia de un partido artificial creado para (des)-movilizar al voto de Izquierda Unida como ha ocurrido en estas elecciones.
Y si de aquella vez no se salió con la defunción de Izquierda Unida, no tiene ahora porque ser así, más si tenemos en cuenta que a nivel municipal la situación no es tan delicada como entonces. Pero sobretodo es muy difícil vislumbrar la desaparición de nuestra organización, toda vez, que se demuestra como clara, más que necesaria, imprescindible una ideología de izquierdas que elabore un discurso en favor de las clases populares y la legitimidad y vigencia de la lucha obrera; donde los discursos medioambientales y sostenibles no sean mera retórica y frases hechas ante las agresiones que el capital y la avaricia de los poderosos someten a nuestro entorno; y todo ello en un país y sociedad en estado de descomposición ante un cuerpo político tradicional podrido, corrupto y fascista.
Para llegar a esas elecciones Izquierda Unida dio su liderazgo electoral a Alberto Garzón quien a golpe de refundación (nada nuevo ya que viene marcado por los acuerdos de la Asamblea de 2007), primero buscó con generosidad y responsabilidad una confluencia de fuerzas rupturistas con el régimen tardo-franquista y neoliberal. En esa confluencia estaban llamados muchos agentes que finalmente decidieron integrarse en el proyecto político de Izquierda Unida, que bajo el nombre de Unidad Popular compitieron en estos últimos comicios. Sin embargo, ha calado en un amplio espectro de nuestros potenciales electores (la clase obrera) el mantra de que la confluencia fracasó, y en buena parte de ello, por Izquierda Unida, porque no quiso despojarse de las siglas, la mochila o el aparato.
Nada más lejos de la realidad. Podemos en su escalada de traición al 15M, sigue funcionando como una herramienta del sistema. Sirvieron primero para acallar las calles y la contestación ciudadana a tanto fascismo y ahora siguen una hoja de ruta, que no por nueva es desconocida: El arrinconamiento de las posiciones de izquierda con la des-legitimación de un programa radical de auténtica libertad, dignidad, economía al servicio de las personas y regeneración democrática de las que Izquierda Unida es su principal valedor.
Ante la imposibilidad de la candidatura unitaria (toda vez que se demostró que a Podemos solo le interesaba fichar a Alberto Garzón y a algunas personas más para las listas electorales), le siguió un trabajo notable de la dirección de la coalición, elaborando una campaña original, no tan cara, y alejada de los estándares habituales, para acercarse a la gente que generó ilusión y se tradujo en el respaldo del casi millón de votos obtenidos, frente a un silencio mediático absoluto que nos privó de los grandes debates (aunque eso supusiera incumplir la Ley Electoral, pero al capital no le importaba) y donde nuestro candidato, Alberto Garzón, el mejor valorado de todos los competidores se vio aislado y relegado. El reto era superar ese silencio y recordar a la población quien les defiende de las injusticias y el modelo social de todo para el 1%. Quien está por políticas radicales en el atajo y solución de los problemas.
El resultado, ya lo sabéis, ya lo he dicho ha sido sólo obtener 2 diputados con más de 920.000 votos con el único programa rupturista que compitió en las pasadas elecciones. Y tras el Consejo Político Federal del pasado 9 de enero ya se han sentado las bases para una nueva Asamblea en torno a mayo (si el calendario político lo permite) donde han de sentarse las nuevas bases de Izquierda Unida.
No se puede ser optimista con el panorama actual tras las elecciones. Aunque destartalada la mayoría absolutista del #PartidoPutrefacto y tocado el bipartidismo hay dos elementos muy negativos, especialmente si tenemos en cuenta “la que ha caído” en los últimos años: El PP sigue siendo el partido más votado en España y el PSOE sigue siendo el partido más votado en el seno de la izquierda. En términos de voto, el balance izquierda/derecha está, como todo el mundo sabe, en empate técnico... con todo lo que ha caído, insisto, tras 5 años de estafa llamada crisis, de orgía neoliberal cuyo restos se limpian con los servicios públicos de todos, en un estado artificial cuyos artesonados herederos del franquismo se derrumban. Pero aún así vemos una supervivencia del sistema, cambiando el tradicional bipartidismo, que en lo económico no tocaba el poder de la clase dominante, por un nuevo modelo que parece va a derivar en un nuevo bipartidismo 2.0.
Aquellos que pretendemos hacer frente al modelo neoliberal capitalista y avanzar hacia otro modelo de sociedad -lo cual va mucho más allá de encontrar un hueco electoral digno- estamos perdiendo la batalla. Por eso, una reflexión seria y global a este respecto parece inaplazable.
Y en ello Izquierda Unida debe abordar de forma inmediata su propia refundación, como herramienta útil y funcional para la nueva fase en el que la lucha obrera está sumergida. Además, no es ninguna propuesta extraordinaria: es un acuerdo de la penúltima Asamblea Federal de IU que nunca se ejecutó.
Si propongo la refundación de IU no es para contar con una nueva fuerza política cuya única diferencia respecto a la actual organización sea una modernización o, mucho menos, un cambio de imagen, nombre o fachada. En sentido contrario, y aún con mayor énfasis, tampoco es para dar a luz a una nueva fuerza que se sitúe en otro espacio político e ideológico o que reniegue de los valores y grandes objetivos estratégicos que han caracterizado desde siempre a Izquierda Unida.
Izquierda Unida nació en 1986 como un espacio de convergencia entre diversas culturas y organizaciones de la izquierda en torno a un programa común, una fuerza que se autodefinia como un movimiento político y social y que aspiraba a un funcionamiento abierto al entorno social a través de la elaboración colectiva. ¿No os suena terriblemente parecido a los objetivos que nos seguimos planteando -¡29 años después!- cuando hablamos de convergencia política y social o de Unidad Popular?
Y fue tras la III Asamblea IU cuando se da un paso de gigante para resolver este problema: convertirse en un partido plural, diverso, que admite corrientes y partidos en su interior, pero que funciona de manera asamblearia sobre el principio de una persona/un voto.
Sin embargo, el impulso de abajo arriba se va diluyendo en escalones intermedios y aparece lo que aparece tendencialmente en cualquier organización si no se dota de herramientas potentes para evitarlo: cúpulas dirigentes, baronías territoriales y negociación por arriba entre grupos organizados.
Pero aún más grave y propio a la naturaleza de la organización se sucede una guerra interna, que recuerda a lo que escribió Orwell sobre su experiencia en el POUM con las Brigadas Internacionales durante la Guerra Civil:
Un gobierno [el Republicano] que envía chicos de quince años al frente con fusiles viejos de hace más de cuarenta años, y mantiene a los hombres más fuertes y las armas más nuevas en la retaguardia, teme sin duda más a la revolución que a los fascistas”.
Herederos de aquella la lucha por la libertad y contra el fascismo, seguimos equivocados, desgastándonos en una guerra fraticida entre las dos facciones más poderosas de la coalición de partidos, PCE (Partido Comunista de España) e Izquierda Abierta. Los primeros detentan el liderazgo del partido y los segundos componen la vieja dirección. Y en medio los militantes que padecen esta confrontación que desgasta y desalienta. Y así olvidamos que el enemigo es la derecha. Es el fascismo. El capitalismo y su versión más egoísta, el neoliberalismo. El enemigo es la España cutre atrasada, racista, machista y orgullosa de un pasado genocida. Y sin embargo, nos toca, a las bases, desmoralizarnos mientras abrimos los correos internos de la organización con interpretaciones y segundas lecturas que varían si quien lo envía es afín o díscolo.
Así se genera un microcosmos interno donde se bloquean ideas, se paralizan debates, se pierden sinergias, se dejan sin hacer labores y responsabilidades. El funcionamiento interno del partido no resuelve las necesidades ni aprovecha las oportunidades por lo que se agotan voluntarismos y participaciones fruto de esta guerra interna que no tiene claro vencedor, pero si un gran derrotado: La ideología de izquierdas, la lucha obrera y la clase trabajadora.
Por todo esto la Refundación ha de reunir las siguiente características:
  1. Tener como objetivo estratégico el mismo que Izquierda Unida ha tenido desde su fundación: la construcción de una sociedad socialista donde la economía esté al servicio del interés y el bienestar general; una sociedad democrática, igualitaria, fraterna, pacífica y en armonía con el medio natural.
  2. Ser un espacio cómodo y plural para las diversas culturas y organizaciones de izquierda que se identifican con el objetivo primero.
  3. Ser una organización abierta a la sociedad especialmente en lo que se refiere a la elaboración colectiva del programa.
  4. Articular la acción política e institucional y fundar la cohesión interna en torno al programa, vínculo máximo y compromiso máximo con la sociedad.
  5. Desarrollar un funcionamiento radical de democracia directa. Referéndums y consultas a todos los niveles no han de ser una excepción: han de ser una herramienta habitual de funcionamiento.
  6. Dar la máxima importancia a la acción política extra institucional, pegada al terreno, a la calle y a las luchas sindicales tanto de conjunto como de sector y a la incidencia en el conflicto y los movimientos sociales.
  7. Constituir una organización fuerte donde cada miembro aporte en la medida de sus posibilidades y, paralelamente, sienta que cuenta, como individuo, en las decisiones colectivas.
  8. Elaborar un programa de trabajo en cada entorno, desde la Asamblea local hasta la Asamblea Federal, donde con debate, participación y autonomía se defienda el programa común (punto j) y que tenga los siguientes ejes:
    1. Participación de todos los miembros por igual.
    2. Valoración de todos los miembros. La experiencia de los que llevan tiempo en la lucha; la fuerza de quienes llegan por primera vez. Dejando espacios de expresión, participación y trabajo bajo un paradigma de colaboración, diálogo y respeto.
    3. Plan de trabajo ligado a la representación en las instituciones, pero de manera mucho más intensa en la labor en la calle. Acercarse a los barrios, las universidades, los hospitales, los institutos, los centros de trabajo, las bibliotecas, los clubes deportivos, las asociaciones medioambientales y las culturales. En definitiva, al ciudadano para dar respuesta a sus necesidades y ofrecerle mecanismos de integración, aprendizaje y colaboración.
    4. En ese plan de trabajo, se hace imprescindible, volver a una de las bases del movimiento obrero: Generar sus propios medios de comunicación y difusión de ideas, tanto en Internet, como en prensa escrita.
    5. Uso efectivo de las nuevas tecnologías, tanto en el funcionamiento interno, como en la publicidad y marketing externo para dar a conocer las actividades e ideario de la organización.
    6. Hacer base: Simpatizantes y afiliados; militantes con voz, voto y participación efectiva, que puedan y deban desarrollar su propia opinión sobre su entorno y el de la Asamblea en la que participan, así como desarrollar un trabajo voluntario sin llevarles hasta la extenuación ni el agotamiento.
  9. Aplicar correctamente el principio federal como articulación de soberanías, definiendo claramente los ámbitos de soberanía compartida y actuando en consecuencia.
  10. Un programa común, innegociable e irrenunciable, que contenga:
    1. Memoria: Jamás olvidar a quienes pelearon antes por estos principios.
    2. Ecología: Respeto al planeta; sus recursos, plantas y animales.
    3. Demografía: Equilibrio que prevenga la superpoblación y las tragedias migratorias.
    4. Sanidad: Cobertura sanitaria pública y gratuita.
    5. Laicismo: Separación real entre estado y religión.
    6. Educación: Cobertura educativa pública y universal.
    7. Socialismo: Reajuste del modo de producción y justicia distributiva real.
    8. Democracia: Separación de poderes y representación proporcional.
    9. Federalismo: Autodeterminación y cesión de soberanía hacia territorios menores.
    10. República: Elección del jefe del estado democráticamente.


El camino para recorrer es largo en el tiempo pero es inaplazable. Izquierda Unida debe dejar atrás tiempos de disputa interna que rayan lo personal para abrir un tiempo nuevo en el que se configure, nos configuremos, como una herramienta útil para la clase obrera en sus aspiraciones de mayor libertad, igualdad, democracia y dignidad.
Bajo un programa de IZQUIERDAS innegociable, no olvidaremos las luchas inter generacionales, muchas de ellas en la clandestinidad, de nuestros compañeros y compañeras y junto a quienes vayan llegando y sumándose a este maravilloso proyecto seguir con mayor fuerza la lucha para cambiar nuestra realidad y conseguir así el cambio del modelo social y económico que construya un mundo mejor, con mayor democracia, igualdad y libertad.


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miércoles, 24 de diciembre de 2014

El primer discurso del Rey

Composición para un tuit de Bob Estropajo, del pasado miércoles 17 de diciembre.


En menos de tres horas, Felipe VI mandará a la población de la nación su primer discurso navideño grabado. Será un mensaje coherente con la institución y por lo tanto seguramente alejado de la realidad, plagado de lugares comunes y que buscará la empatía con el ciudadano de a pie, pero sin contar con él. No es nada nuevo, es el todo para el pueblo pero sin el pueblo, de los Borbones de la Francia de finales del XVIII.

Contando con la experiencia de los mensajes vistos hasta ahora, tanto los navideños de su predecesor, como las escasas veces que se ha dirigido a todo el pueblo en estos 6 meses, no se espera nada nuevo. Simplemente el cambio de muñeco, un cambio estético, buscando una versión más moderna de regente, en la línea de la sucesión real de junio pero sin ningún tipo de contenido político que hable de calado, aporte soluciones reales (nunca mejor dicho) y que devuelva la soberanía de una vez al pueblo.

En este mensaje que todos los canales de tv pondrán alunísono y ya grabado (no tienen decencia, ni para dedicarnos 15 minutos en directo) pasará a la historia por intrascendente y casi seguro por una palada más a cavar en la propia tumba de la institución que lleva siglos oprimiendo al pueblo. Para evitar la indecencia de entrada en el texto se agradecería un posicionamiento claro sobre su postura, sobre el celebrado, justo y necesario, procesamiento de su hermana, la Infanta Cristina (y su cuñado, Urdangarín con el que se le daba una gran sintonía) por el caso Noos, como si se tratará de una ciudadana más, mentira que nos han querido colar mientras deshacían por detrás con un "padre" de la Constitución como abogado defensor titular y el fiscal del caso como abogado defensor operativo. Y por supuesto sin olvidar que la parejita hacía negocios y trapicheos bajo el nombre y paraguas de la Institución Monárquica, la Casa Real, de la que hoy él es cabeza visible.

También sería de agradecer una aclaración de cual ha sido el proceso de abdicación de su padre, de la situación de la familia y de cuanto nos costó y nos cuesta, tanto el montaje de la proclamación, como el estado en el que la familia ha quedado con cargos, recargos y subsidios insultantes a la dignidad del pueblo.

Pero no habrá nada de eso, salvo meros mensajes de maquillaje, probablemente sin dar nombres, y para salvar la cara ante la opinión pública en una mesa la de este 24 de diciembre en la Zarzuela que será digna de los mejores Monty Python.

No estaría nada mal un mensaje que condenará la retrógrada y fascista Ley de Seguridad Ciudadana, la Ley Mordaza, impuesta por la mayoría absoluta del #PartidoPutrefacto el pasado viernes y que deja las libertades individuales camino del estercolero en el que continúa pudriéndose esta monarquía parlamentaria de mentirijilla, ultrajada y desnuda, tras el expolio de todas las riquezas y dignidades del país, en formas de corrupción, burbujas y saqueo de los de siempre.

Otro mensaje a agradecer sería que garantizará con su puesto la separación de poderes, volcado sobretodo en la independencia de una Justicia, que sufre las intromisiones del partido en el poder, destituyendo e inhabilitando jueces molestos, es decir los que trabajan en busca de la verdad, u obligando a dimitir a Fiscal General del Estado, como también pasó la semana pasada.

Este país sufriente y doliente de una crisis sistémica del capitalismo, del colapso de una economía del todo pan para hoy para unos pocos y el mucho hambre de mañana para el resto, olvidadiza del valor añadido, la investigación y la inteligencia que sólo aspira a dejarnos como un país de albañiles, peluqueras y camaremos de chiringuito barato (con todos mis respetos para estos profesionales), y de una crisis política del gobierno de los mediocres (y fascistas) que a su vez nos lleva a la génesis de todo, que es una crisis ética absoluta y total, y que sin ningún género de dudas, nos lleva a considerar, España, como un estado fallido.

Parece que a la casa real le preocupa mucho el paro, mucho el desmembramiento de #Españistan con Catalunya en la vanguardia y también la corrupción. Habrá mensajes de exaltación de la transición y el legado de su padre, el ex rey Juan Carlos I, como si hubieran inventado la democracia y la separación de poderes, como si no hubiera habido presiones militares y del cuerpo fascista gobernante en aquella época para legar este sistema que es peor que una dictadura, puesto que funciona como tal, y a la vez manchan el nombre de la democracia pretendiendo llamarse como tal. Y lo peor de todo nos intentarán vender los medios fascistas del capital un halo a éxito, un tufillo a que somos afortunados de tener un monarca tan moderno y preparado, que va a sacar a la patria de sus peores pesadillas.

Si de verdad busca, trabaja y se ha preparado para dar lo mejor a los españoles, debería de abdicar y abrir un proceso constituyente (como monarca puede hacerlo) para que con los referendums necesarios, las consultas al pueblo pertinentes, y la participación ciudadana, elaborar un texto normativo propio de una democracia del siglo XXI, garantista de derechos y libertades, que hable en clave republicana y sea ya la clave de bóveda que cierre el proceso de transición al a democracia, que para algunos ha durado mucho y para otros muy poco, ya que quieren alargar el "tardío-franquismo" hasta la extenuación, como sistema de la clase dominante, opresora, ruín, fascista y genocida que ha dominado este país desde hace casi 80 años.

jueves, 19 de junio de 2014

El Régimen del 78 en las últimas

Viñeta El Roto


Junto a ella encuentras apellidos como idílica, consenso, reconciliación, estabilidad, democrática, futuro o progreso. Pero no tuvo nada de aquello. Y encima ya está en las últimas, dando los postreros coletazos, resistiéndose como gato panza arriba al despertar del pueblo.

Es la transición. Ese período del dejarlo todo atado y bien atado con el que supuestamente se dió por terminada la dictadura fascista (con la muerte del dictador en la cama), para promover un sistema legalista, al modo de El Gatopardo de Lampedussa: "Cambiamos todo, para no cambiar nada".

Cualquier conocedor de historia política y con perspectiva, lo daría por terminado en 1992 con la apertura interncional del país plasmada en los acontecimientos de aquel año. Sin embargo 20 años después ha seguido siendo el escenario sobre el que la vida pública española se ha desarrollado. Un escenario que es verdad, fue votado, pero puesto como única opción por parte del régimen saliente bajo la amenaza de otra rebelión por parte de las fuerzas armadas (el famoso "ruido de sables") y que planteaba el olvido de toda justicia para con el pueblo, lo que permitiría mantener toda la orquestación franquista, con sus ventajas económicas y sociales para quienes se lucraron bajo el regímen a costa de la sangre y sudor del pueblo.

Pero como digo ahí tenemos a la transición, con su sistema político, convertido en casta, aferrándose a la supervivencia en sentido marxista. Y dentro de esa lógica, el siguiente palo de la mesa era el más deteriorado a imagén pública: la monarquía. Y por eso, el rey Juan Carlos abdicó en su hijo Felipe, tratando de aprovechar que medio país tenía en vena la catársis futbolística con exacerbación patriótica, para con la inestimable ayuda de esa casta, representada en el bipartidismo (y ojo, que yo considero bipartidismo también a los nacionalistas conservadores vascos y catalanes, que han mantenido el cotarro) y a toda prisa aprovechar el momento para proclamar al nuevo rey y así salvar la monarquía, y con ella España. Y lo que no dicen: el nepotismo, la corrupción sistémica y la falta acuciante de democracia que el pueblo exige.

Hoy se ha producido en Madrid el proceso y festín de proclamación del nuevo rey, con su Rolls Royce comprado por Franco, sus banderitas repartidas por el ay-untamiento de la capital, sus antidisturbios, sus francotiradores y su buena represión a toda protesta de índole Republicana que no sólo pedía República como modelo de estado, lo cual, cualquier conato de censura ya es un ataque directo a las libertades de expresión y opinión, sino también y esto es mucho más grave, un cierre de las instituciones, supuestamente elegidas por todos, a la reclamación pública y masiva de mayor democracia y participación del pueblo, en este caso vía referendúm. Es una vez más, el cierre por parte de la casta y el sistema oligárquico franquista que gobierna #Españistan de las puertas de "su democracia", de "su legalidad ", a un proceso de empoderamiento por parte de la ciudadanía.

De entre esas herramientas con las que se vale el régimen de la transición esta la prensa de más o menos carácter oficial, cuyo propietario es el capital neoliberal, que bien sea a través de los canales de televisión generalistas, las radios tradicionales y los periódicos nos han vendido un proceso de abdicación y entronación del nuevo rey sin fisuras, con pleno apoyo del pueblo, como algo novedoso, vitalizante, en una suerte de alabanzas sin criticas ni final hacia la familia real, tanto en la loca cabeza de familia, con el pusilánime del vastago.  Lástima que no encontraron la colaboración de la selección de fútbol, que ayer y en 6 días de mundial ya quedo eliminada, como parte natural de un ciclo deportivo. Hubiera resultado orgásmico.

Pero todo esto no es más que una farsa. No hay apoyo del pueblo a la causa monárquica. De hecho dudo poderosamente de que ese apoyo llegase a un 50%. Tampoco creo que el apoyo a un sistema republicano llegue a un 50%. Sino que situó a ambos en torno a un 30% ó 35%, con el resto de la población absolutamente indiferente al tema, porque el problema grave de #Españistan es la educación. Sobretodo la falta de espíritu crítico, apertura de miras y la autogestión tanto en el consumo de información como en su análisis.

Y es posible, o casi seguro, que gran parte del desapego a la monarquía, como institución, y a las personas que la llevan, por los últimos escándalos que han aflorado en la familia real, con matrimonio real muerto y de postureo, yerno con sus negocios, infanta cómplice, y familia heredera repelente y distante.

Pero también viene por la terrible situación del país. Vivimos en #Españistan en estos momentos una crisis económica, fruto de la desregularización de los mercados por parte de los gobiernos neo-liberales que convirtió la economía mundial en una suerte de casino en el que siempre ganan los mismos, incluso cuando hay pérdidas, puesto que directamente socializaron las pérdidas desde las instituciones financieras que controlaba el ala de Friedman (Unión Europea, Reserva Federal, Banco Mundial, OMC,...) o los gobiernos nacionales.

Toda esa actuación de los representantes, supuestamente, elegidos por nosotros para que nos representasen, ha traído en todo el mundo, un proceso de abrir interrogantes sobre las puertas traseras que el capitalismo diseñó en las democracias occidentales, y de como funcionan esos canales para que tanto economía, como democracia funcionen muy bien para unos pocos y lastimosamente mal para la inmensa mayoria del planeta (con gradualidades).

Pues bien a esa falta de democracia en el gobierno del mundo, se une la especial condición de España, con esa transición cómoda para los vencedores de la barbarie llamada Guerra Civil, con su ausencia de justicia y su exceso de comodidades para unos pocos (grandes capitales e iglesia). La deslegitimización de la democracia en España es en estos momentos brutal, fruto del gobierno de la Casta, en forma de bipartidismo del #PartidoPutrefacto y #PPSOE, llena de corrupción y escasa de la voz del pueblo.

Los que se han encargado de modificar la Consitución, que tanto se llenan la boca en defender, con el artículo 135 que antepone el pago de la deuda ilegítima a las necesidades sociales. Los que han defendido los recortes en sanidad y educación, en servicios sociales. Son los vendepatrias que permiten día tras día más deshaucios y han vendido paquetes de viviendas de protección oficial a fondos buitres extranjeros que exprimen su función social para expropiar su rentabilidad. Han legislado a favor de las empresas y grandes capitales de manera abusiva llevando a los trabajadores a subsistir en condiciones de cuasi esclavitud, con una bajada de las rentas del trabajo y su capacidad adquisitiva inversamente proporcional a los rendimientos conseguidos por las rentas del capital y del patrimonio heredado. Son los mismos que han ordeando a sus perros guardianes apalear a la ciudadanía en las calles, cuando está se ha dignado, o se le han hinchado los cojones lo suficiente, para salir a las calles a reclamar lo que es de todos. Son los que indultan a violadores y corruptos, dejan libres a fascistas, traficantes de droga por imposición de las potencias exteriores, dejando en la indefesión a propios compatriotas, cuando no generando presos políticos por apoyar una huelga o por pensar diferente.

Este es el caldo de cultivo en el que la sociedad española esta cogiendo la temperatura suficente como para agarrar con sus propias manos e ideas, su destino, empoderarse y ser capaz de desarrollarse como sociedad plena, adulta, democrática, progresista y libertaria. Pero también es el caldo de cultivo sobre el que ni el rey saliente (cazador, putero, amigo de intransigentes religiosos que consideran a la mujer un apéndice molesto), ni el entrante se han pronunciado nunca. No han defendido ni una sóla vez al pueblo que esta sufriendo la falta de democracia y la desvergüenza de un sistema económico que nos condena a ser carne de cañón, para gusto de Alemania, la estabilidad, los mercados o lo más plausible, las oligarquías que mandaron con Franco y siguen mandando tras morir este en la cama hace 40 años.

Hoy, el 67% de la población no voto la Constitución del 78. Ni siquiera la modificación del artículo 135 (lo que la convierte a todas luces en ilegal y antidemocrática). Las calles y redes se han llenado de llamamientos al referendum, a la consulta al pueblo, que no sólo trae la dicotomía Monarquía o República, sino también un nuevo modelo de estado más social, democrático, representativo, libertario y en el que los poderes públicos sean de verdad representantes del pueblo y cuiden de él, con las garantías necesarias y en el que los excesos del capital sean controlados por el poder político público que ayude a mejorar las condiciones de vida de todos los ciudadanos, sin excepciones.

Hasta Felipe de Borbón, aún siendo principe, a la pregunta de una ciudadana para que promoviese un referendum sobre el modelo de estado, le espeto con un "ya has conseguido tu minuto de fama". Esta es la legitimdiad del sistema. De la transición democrática españistani; la que no quiere que el pueblo se pronuncie y exprese.

Por lo tanto, como ninguna persona es más ni menos que otra persona, ¡Abajo la Monarquía!, ¡Viva La República!


miércoles, 9 de enero de 2013

Carta a los Reyes Magos



Queridos reyes magos. Este año, tampoco he sido bueno. He bebido y he follado sin tener pareja "fija". He asistido a todos los conciertos heavys que aparecían ante mi agenda y a todas las manifestaciones y huelgas que he podido. Y no sólo no me arrepiento de este comportamiento. Es más, me siento orgulloso, con plena satisfacción y esperando que en este 2013 se repita.

Pero aún así, queridos Reyes Magos, os voy a pedir una cosa, aunque no creo en vosotros: #RepúblicaYa. Aquí, en #Españistan tenemos un Rey. Rige pero no gobierna. Es una figura decorativa, y todos los millones que al año se llevan él, su familia y su caduca institución sale del esfuerzo de los ciudadanos honrados, de copagos y repagos, y de demoler con constancia e ideología los pilares de un estado del bienestar y de una sociedad más justa y democrática: La Sanidad de todos, la Educación de todos y los Servicios Sociales de Todos.

No contentos con eso, desde esa impúdica Transición pintada como idílica y fantasiosa se ha levantado un veto, un tabú consciente y opresor sobre la libertad de expresión e investigación para saber qué, cómo, por qué, y sobretodo cuánto, nos cuesta las actuaciones privadas o personales, públicas y propias de su cargo, el Rey y su familia. Aunque todo el país, y parte del extranjero, se saben y se comentan sus "hazañas" como acervo popular, los medios se empeñan continuamente en dar una imagen intachable del monarca de algunos, el opresor de los míos. Lo de la cazería en Bostwana se dió a conocer porque el mequetrefe se cayó y fracturo la cadera al intentar cabalgarse extramatrimonialmente a su yegua germana seguramente armado de viagra. Pero por aquí por las tierras de Castilla no son pocas las historias y su contados los pueblos que no han tenido al monarca pegando tiros por sus cotos, generalmente acompañado por esos personajes que tan bien se lo han montado en para ellos, idílica Transición, para robarnos a todos.

Pero fíjense por donde, que con todo esto no basta y durante estos días, justo a punto de cumplir los 75 años (esto es un "ejemplo" de lo que nos espera a los proletarios) más dinero de nuestros Impuestos, y que debería de gastarse en nuestros servicios como Enseñanza o Educación se han gastado para montar una mega campaña de propaganda de la Casa Real.

Mientras tenemos colegios públicos donde crecen el número de alumnos mientras bajan el de profesores; donde muchos de esos edificios no tienen para pagar la calefacción; dónde los servicios externalizados (en neoliberalismo, siempre externalizados) de comedor o transporte están sino en la huelga, si en la precariedad; colegios e institutos donde ha desaparecido la atención más personalizada, las clases de apoyo, los grupos de teatro, de práctica deportiva, los equipamientos de laboratorio... nuestro Rey a su habitual sarta de memeces y lugares comunes del discurso de Nochebuena, dónde no se habló de esto que unas líneas antes he relatado, se le ha sumado una serie de panegíricos y piezas publicitarias de la casa Real que han ido apareciendo por la politizada y obviamente de bajeza calidad, radio televisión pública, y que culminaron con la entrevista del pasado viernes, a la que le siguió, un pseudo debate con figuras de "la misma generación del monarca". Mucho asco.

No vi ninguno de los dos. Tampoco la retahíla de especiales conmemorativos con los que los telediarios de rtve fueron llenando los minutos previos, casualmente, a la información deportiva. El discurso de Nochebuena, sólo ley la trasncripción al día siguiente. Y con la entrevista casi ni eso.

Mi país, mi España, o como me gusta llamarla #Españistan no es el país del Rey que apareció en Nochebuena en las televisiones de sus súbditos, muchos de ellos, mis camaradas proletarios. El rey apareció colocado como un maniquí en el televisor y quiso hacernos pensar que se acuerda de los jóvenes sin trabajo. En el mismo país en el que más del 21% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza y uno de cada cuatro ciudadanos está en paro (6.150.000 según la encuesta de la Agencia Europea de Trabajo; 26'7/% de paro frente al 11'8 de la zona Euro). Él, "vuestro Rey" cada año sigue alejándose de la ciudadanía. Si ya era un rey postizo puesto por un dictador fascista, demente y a punto de morir, que fue refrendado por una población que representa menos del 15% de la población actual y que estaba coartada por el miedo, ahora no puede vivir más alejado de la realidad y de la crisis.

El pasado 5 de enero, cumplía 75 años. Fue entrevistado por un fascista como Hermida. No tuvo ni una sóla pregunta trascendente para los espectadores, para los españoles, para los periodistas. No se hablo de la corrupción que ha tocado su casa; ni de la falta de de justicia social ni justicia a secas; ni de las crecientes desigualdades; No se habló del país al que le están violando por ideología su estado del bienestar; no se habló de la Constitución que tiene su firma pero que no representa en absoluto a la sociedad actual. No se habló de los nacionalismos; de qué le parece que le quiten a la gente el dinero de sus impuestos, su sanidad, educación o servicios sociales, para comprar armas o para pagar a su caduca institución, su familia o a él mismo; por no hablar, no se habló ni siquiera en el país del cotilleo sobre su matrimonio, y que cómo se explica una institución nacida en el seno de una unión matrimonial como la suya, si el suyo esta a todas voces muerto y falso. No se hablo de nada. Y es que como se suele decir: "La historia siempre la cuentan los vencedores".

Por eso, y por mucho más (lean este blog, con parón y todo) lo único que pido a los Reyes, es República, una sociedad, un estado y un mundo, mejor, más humano, democrático y en el que la justicia social no sea una utopía, sino una realidad y un valor de los pueblos.

Feliz Año.

Camareros: Necesarios, degradados y precarios. Una experiencia personal

Ahora que ya está aquí el veranito con su calor plomizo, pegajoso y hasta criminal, se llenan las terracitas para tomar unas...