jueves, 19 de abril de 2018
Porque NO a las casillas de la Iglesia y de fines sociales
viernes, 22 de enero de 2016
Izquierda Unida. Una refundación inaplazable
- Tener como objetivo estratégico el mismo que Izquierda Unida ha tenido desde su fundación: la construcción de una sociedad socialista donde la economía esté al servicio del interés y el bienestar general; una sociedad democrática, igualitaria, fraterna, pacífica y en armonía con el medio natural.
- Ser un espacio cómodo y plural para las diversas culturas y organizaciones de izquierda que se identifican con el objetivo primero.
- Ser una organización abierta a la sociedad especialmente en lo que se refiere a la elaboración colectiva del programa.
- Articular la acción política e institucional y fundar la cohesión interna en torno al programa, vínculo máximo y compromiso máximo con la sociedad.
- Desarrollar un funcionamiento radical de democracia directa. Referéndums y consultas a todos los niveles no han de ser una excepción: han de ser una herramienta habitual de funcionamiento.
- Dar la máxima importancia a la acción política extra institucional, pegada al terreno, a la calle y a las luchas sindicales tanto de conjunto como de sector y a la incidencia en el conflicto y los movimientos sociales.
- Constituir una organización fuerte donde cada miembro aporte en la medida de sus posibilidades y, paralelamente, sienta que cuenta, como individuo, en las decisiones colectivas.
- Elaborar un programa de trabajo en cada entorno, desde la Asamblea local hasta la Asamblea Federal, donde con debate, participación y autonomía se defienda el programa común (punto j) y que tenga los siguientes ejes:
- Participación de todos los miembros por igual.
- Valoración de todos los miembros. La experiencia de los que llevan tiempo en la lucha; la fuerza de quienes llegan por primera vez. Dejando espacios de expresión, participación y trabajo bajo un paradigma de colaboración, diálogo y respeto.
- Plan de trabajo ligado a la representación en las instituciones, pero de manera mucho más intensa en la labor en la calle. Acercarse a los barrios, las universidades, los hospitales, los institutos, los centros de trabajo, las bibliotecas, los clubes deportivos, las asociaciones medioambientales y las culturales. En definitiva, al ciudadano para dar respuesta a sus necesidades y ofrecerle mecanismos de integración, aprendizaje y colaboración.
- En ese plan de trabajo, se hace imprescindible, volver a una de las bases del movimiento obrero: Generar sus propios medios de comunicación y difusión de ideas, tanto en Internet, como en prensa escrita.
- Uso efectivo de las nuevas tecnologías, tanto en el funcionamiento interno, como en la publicidad y marketing externo para dar a conocer las actividades e ideario de la organización.
- Hacer base: Simpatizantes y afiliados; militantes con voz, voto y participación efectiva, que puedan y deban desarrollar su propia opinión sobre su entorno y el de la Asamblea en la que participan, así como desarrollar un trabajo voluntario sin llevarles hasta la extenuación ni el agotamiento.
- Aplicar correctamente el principio federal como articulación de soberanías, definiendo claramente los ámbitos de soberanía compartida y actuando en consecuencia.
- Un programa común, innegociable e irrenunciable, que contenga:
- Memoria: Jamás olvidar a quienes pelearon antes por estos principios.
- Ecología: Respeto al planeta; sus recursos, plantas y animales.
- Demografía: Equilibrio que prevenga la superpoblación y las tragedias migratorias.
- Sanidad: Cobertura sanitaria pública y gratuita.
- Laicismo: Separación real entre estado y religión.
- Educación: Cobertura educativa pública y universal.
- Socialismo: Reajuste del modo de producción y justicia distributiva real.
- Democracia: Separación de poderes y representación proporcional.
- Federalismo: Autodeterminación y cesión de soberanía hacia territorios menores.
- República: Elección del jefe del estado democráticamente.
lunes, 8 de noviembre de 2010
Laicismo Ya

El embajador Vázquez, que alardea de socialista y católico, hacía lo propio hace poco al referirse a las excelentes relaciones entre el Gobierno de su partido y la Santa Sede. Sin embargo, la opinión del Padre Benedicto es muy otra y parece que hasta tuvo prisa en expresarla nada más aterrizar en Compostela, pues según su santísima mala fe lo que soporta su institución en España es una persecución, similar a la que se dio en los años treinta del pasado siglo.
Alguien del Gobierno que nos representa debería protestar ante la infamia que comportan esas palabras del pontífice de Roma y jefe del Estado del Vaticano, pues aparte de la delirante patraña que significa comparar los privilegios de que disfruta la Iglesia actualmente en España -los máximos en los últimos 35 años- con el deplorable periodo durante la Guerra Civil en que se cometieron asesinatos incontrolados de sacerdotes y religiosos, es ignominioso hacerlo por parte del máximo representante de la institución que hizo de aliada en la represión franquista, a cuyo dictador honró con el título de caudillo por la gracia de Dios, llevó bajo palio en las ceremonias religiosos, dedicó preces y sigue enterrado en una basílica católica.
No es por lo tanto Benedicto XVI el más indicado para hablar de persecuciones, a menos que pida perdón por las que cometió su Iglesia al lado del bando promotor y vencedor de la que El Vaticano consideró como cruzada. Si es inadmisible que un jefe de Estado exponga este tipo de declaraciones al visitar un país cuyo Estado, además, sufraga su estancia, más lo es hacerlo en nombre de una institución que históricamente ha pactado no sólo con la dictadura franquista, sino con la mussoliniana y hitleriana, según los respectivos concordatos firmados con sendos dictadores por Pío XI y Pío XII. Gracias a esos regímenes, que implantaron en Europa la más cruel de las persecuciones y el más cuantioso de los exterminios, Franco y la Iglesia pudieron imponer en España su doble dictadura nacional-católica.
Es de suponer que cualquier otra declaración de cualquier otro jefe de Estado de visita en nuestro país, que vilipendiara de modo tan falaz y fragrante la ejecutoria gubernamental en relación con ese Estado, encontraría la enérgica reacción diplomática que sería menester. No la habrá porque, como dice Vázquez, las relaciones con la Santa Sede son excelentes y siempre lo serán. Las propias entre un Gobierno acosador y una Iglesia perseguida.
El taxi más caro del mundo circulará este fin de semana por Santiago de Compostela y Barcelona. Se llama papamóvil, y cada hora de trayecto con ocupante divino sale por 800.000 euros de nada. O lo que es lo mismo: 13.333 euros por cada minuto que pase Benedicto XVI en España. Aunque el problema no es el precio, sino quién paga la mayor parte de esta abultada factura. Los papamóvil –han traído dos– llegaron la semana pasada a bordo de un avión Hércules del Ejército español. Es decir, fue el dinero de todos los contribuyentes el que también cubrió el traslado del vehículo privado de este señor, don Joseph Ratzinger, cuyas próximas visitas pastorales costarán a las menguadas arcas públicas 29,8 millones de euros.
El gasto en dinero público y la tarifa por horas las ha calculado la organización Europa Laica: tres millones de euros en Santiago, 1,8 millones en Barcelona y 25 millones el año próximo en Madrid. No sabemos si estas cuentas se quedan cortas o se pasan porque, inexplicablemente, no está del todo claro el dinero público empleado. El coste de las visitas no aparece detallado, sino que se reparte en varias partidas para que abulte menos –como el traslado de los papamóvil, que paga Defensa–.
Sabemos que Benedicto XVI viene a predicar su testamento. Sabemos también que la visita es religiosa, y no como jefe del Estado teocrático del Vaticano. Sabemos que esta gira está bendecida por cada ayuntamiento y autonomía implicados, y también por el Gobierno, esos rojazos comecuras que llevan meses pactando cada detalle con Roma y Rouco Varela. Sabemos que incluso hay descuentos fiscales para las empresas que financien estas misas –dinero que dejará de cobrar Hacienda–. Pero es un misterio lo que nos cuestan los viajes del Papa a este estado aconfesional llamado España.
Porque siguen anclados en el pasado y en el rancio derechismo, violento y subersivo contra todo aquello que hace la vida humana digna, feliz y productiva.Porque no se puede permitir el ataque desmesurado contra una democracia de un señor que se asemeja en la historia a Pio XII que acuso y al final festejo la victoria de los alzados hace 70 años.
Porque el ataque es la recalcitrante y continua tendencia a cuestionar las leyes dictaminadas por parlamentos democráticos en aras de los privilegios y el oscurantismo de siempre, con una bula insoportable para inmiscuirse en los asuntos de una nación.
Este Gobierno laicista radical ha subido un 34% la asignación de la casilla católica del IRPF, ha renunciado a la reforma de la ley de libertad religiosa y se ha gastado varios millones de euros públicos en pagar el reciente viaje del Papa.
Este Gobierno ateazo y secular también financia la enseñanza de religión católica en las escuelas públicas, ha recortado todas las partidas presupuestarias, salvo los más de 6.000 millones anuales que recibe la Iglesia, y mantiene un Concordato preconstitucional, donde el único precepto que aún no se cumple es esa promesa que hizo el Vaticano de autofinanciarse.
Este Gobierno de rojazos comecuras, que incluso nombró al frente del Tribunal Supremo a un magistrado que considera que la verdadera justicia emana del amor a Cristo, es, en palabras de Benedicto XVI, el representante de una España donde “ha nacido una laicidad, un anticlericalismo fuerte y agresivo como se vio en la década de los años treinta”. Rouco Varela, siempre a la ultraderecha del padre, completó la extemporánea comparación con una entrevista, ayer en El Mundo, en la que aseguró que el Gobierno es “hostil contra la familia” y nos ha colocado “en el ranking de primera línea en el laicismo europeo y mundial”.
Las respuestas que da la jerarquía católica ante la generosidad del Gobierno demuestran dos cosas. La primera: que la Iglesia es insaciable, y sólo una teocracia como la iraní, donde la sociedad se somete a sus criterios morales, parece capaz de satisfacerla. La segunda: que no ha servido de mucho la estrategia del apaciguamiento que ha seguido Zapatero.
Si reconocer los derechos de algunos colectivos históricamente oprimidos por la Iglesia –como son los homosexuales o las mujeres– es una hostil muestra de agresivo anticlericalismo, ¿qué dirá la jerarquía católica cuando, en vez de ampliar los derechos de terceros, sean sus privilegios los que al fin se recorten? Me temo que tardaremos muchos años en saberlo.
Por eso yo ni he esperado ni esperare al Papa ni a nadie, ni a ningun credo que venga a imponerme sus creencias, sus razones o sus inmoralidades porque estoy cansado de la censura y la inquisición. Cansado de pagar siempre los mismos las excentrecidades de unos pocos, las fiestas de una parte de la población que ya no tiene ninguna capacidad de representación, porque los que asisten a misa, los que siguen los dictados rancios y trasnochados del pasado que denigra las libertades en ambos hemisferios y la vida de millones de personas en el Sur, no me convencen y jamás lo harán. Porque cada vez son menos, como en los toros, y porque acabaran muriendo les asista su dios o no. El siglo XXI es el siglo de las personas de todas aquellas y aquellos grupos sociales que han permanecidos en la sombra frente al miedo y la intransigencia. Y de la ciencia y tecnología para que por fin los que han estado y están bajo el yugo de coranes, biblias y dictaduras eclesiásticas, puedan por fin levantar el vuelo, y vivir con una igualdad plena de derechos y libertades. Nadie puede permitirse mantenerse asociado y vinculado a esta organización, esta secta, y hablar de futuro, progreso o igualdad. Basta ya de aconfesionalidad, de 35 años de un "concordato" pre-constitucional, heredero de la visión de los que mataron en nombre de Dios, masacraron al pueblo al que supuestamente iban a defender y debían lealtad. Por eso, ahora mas que nunca, es la hora del laicismo.lunes, 13 de septiembre de 2010
Religiones, esas armas de destrucción masiva

Esto es lo que ha intentado demostrar el tipo que ustedes ven en la foto. Se llama Terry Jones, es pastor -no de ovejas, sino de borregos- y tiene 58 años; vamos, que ya no es ningún chiquillo. Se dedica, cada domingo, a decir a sus feligreses (apenas 50 familias) lo malo que es el Islam, porque según él promueve la violencia y el odio; lo más curioso del tema es que lo dice un tipo que se pasea por su iglesia con un revólver en la cintura.
Por eso, para demostrar que se pueden organizar verdaderas masacres sin disponer de grandes presupuestos, a este hombre de bien no se le ha ocurrido otra cosa que celebrar el aniversario del 11-s quemando coranes. Dice que “Jesús se lo pediría, pues aunque era una persona amorosa, también hizo cosas revolucionarias”.
El tipo ha sido capaz de conseguir un arma de destrucción masiva, y lo que es mejor, la tiene aparcada en su propio jardín. Ustedes pueden ver el remolque lleno de leña en el que indica claramente a qué hora comenzará la quema: de seis a nueve de la noche. Ya ven, Bush lleva años intentando encontrarlas en Irak y resulta que las tiene aquí, en su propia casa.
Finalmente, como era de esperar, no se ha quemado ningún libro, pero Jones ha obtenido lo que quería: publicidad. Y es que este tipo es más listo de lo que uno se piensa, de ser un pastor para un puñado de seguidores ha pasado a estar en las portadas de las noticias de todo el mundo, y ahora vendrán las entrevistas, las promociones, los libros…
Por eso, si usted se ha quedado en paro y quiere ganarse unos euros, sólo necesita buscar un libro (el Señor de los Anillos podría servir) e inventarse una religión basada en los personajes. Después busque a unos cuantos seguidores -si consigue muchos igual le permiten tener hasta una casilla en la declaración de la renta-, y prométales que Frodo en realidad existió y que les vigila desde arriba.
Ah, y un detalle muy importante, en esa nueva religión que acaba de fundar excluya a las mujeres de cualquier responsabilidad importante, de lo contrario, ¿qué clase de religión sería? Ya verá como en apenas unos meses tendrá unos cuantos incondicionales capaces de hacer cualquier cosa por su dios: donar dinero, comprar libros o estampitas, encender velas con un euro, llenar el cestillo… y sobre todo atacar al resto de religiones.
P.D.: Cuando uno piensa en la cantidad de religiones que existen, se imagina un cielo superpoblado de dioses. Evidentemente, como esta imagen no contenta a nadie, la solución es despreciar a las religiones restantes y defender a muerte -nunca mejor dicho- la propia, argumentando que es la única y verdadera. Pero lo más extraño de todo, es que tengan que ser los seguidores los que defiendan a su dios y no al contrario.
En definitva, ya esta bien. Cualquier religion no son mas que dictaduras del alma. Intermediarios humanos entre uno mismo y su dios, ya sea el de la religión musulmana, cristiana, judía, o los diarios deportivos porque todos tienen igual fin. Todos tratan de rentabilizar la fé y extraer el sórdido y habitual beneficio económico. El integrismo y las llamas del odio al diferente ya sea en su condición, sexo, raza o religión no son más que retazos de la época más oscura de la historia del hombre, que ya suponíamos sobrepasada, pero que ahora parace pervivir. La amenaza continúa, mantiene en vilo a la sociedad, simplemente porque a unos desgraciados se les ocurre tratar como bueyes a las mujeres en algún lugar del desierto, o porque a unos tipos, muy dignos ellos en sus casas de madera, se les ocurre seguir temiendo al distinto.Señores se acabo. Ya esta bien de tanto odio, de tantos gritos sin escuchar al del frente, a ese que cree en algo muy similar a lo tuyo, que por el bien del negocio atizo ciertas diferencias en favor del buen vivir ya sean de papas, califas o rabinos. Siempre y en todo tiempo y lugar los derechos civiles estarán por encima de los derechos de las religiones. La libertad individual, como por ejemplo la libertad de expresión estará siempre por delante de la libertad de religión, porque el hombre es el que ha traído el progreso. No ningún Dios.
lunes, 4 de mayo de 2009
El reino del Papa sí es de este mundo

El papa Benedicto XVI opina que el uso del preservativo no aporta nada a la lucha contra el sida en África. Al contrario, el preservativo aumenta el problema. Lo dijo el pasado 17 de marzo, nada menos que en Camerún, donde el 5% de la población tiene sida, según la ONU. Algunos países de África superan el 20%. Los diputados de Iniciativa per Catalunya y de Izquierda Unida opinan que las palabras del Papa son "un atentado incuestionable contra la salud pública". Por ahora, Naciones Unidas, la Organización Mundial de la Salud y el Parlamento de Bélgica están de acuerdo con ellos.
Ahora, IU-ICV quiere que todo el Congreso de los Diputados, en representación del pueblo español, diga si también le parecen escandalosas las palabras del Papa. Para ello ha presentado una proposición en la que se critican las palabras del Papa y se pide que el Gobierno se pronuncie en contra de las mismas y proteste formalmente ante el Vaticano.
La proposición fue admitida a trámite por la Mesa (el órgano que gobierna el Congreso) el pasado martes y se debatirá en la Comisión de Cooperación Internacional, ya que las declaraciones atañen a países africanos que España intenta ayudar, un detalle que deja muy claro los objetivos de la iniciativa. Los miembros de esta comisión suelen trabajar con un grado altísimo de consenso.
La Iglesia católica en España se ha sentido atacada. El portavoz de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, calificó a los diputados de "grupúsculo poco respetuoso con la libertad religiosa". El cardenal Antonio María Rouco llamó personalmente al presidente del Congreso, José Bono, a expresarle su "malestar". Y el cardenal Antonio Cañizares ha dicho que es una "dolorosísima noticia" y "una ofensa a España misma", por católica.
En IU-ICV no dan crédito a lo que está pasando. "No pretendemos descalificar el magisterio de la Iglesia católica, ni poner en duda la infabilidad del Papa, si en ella creen sus fieles. No, hablamos de ciencia, salud y cooperación al desarrollo". En este contexto quieren centrar la polémica los autores de la misma: Joan Herrera de Iniciativa Per Cataluna-Els Verds (ICV) y Gaspar Llamazares, de Izquierda Unida (IU). Ésta no es una cuestión religiosa, "es salud y ciencia", remachan.
Si hay algo probado científicamente en la tragedia del sida es que un condón evita el contagio. Tras conocerse las palabras del Papa, Fernando Parreño, portavoz de Médicos Sin Fronteras, aseguró que la vía sexual es, "con mucho", la más frecuente en la prevalencia del sida en África. Todos los programas contra el sida que desarrolla MSF en África "tienen la forma de prevención que científicamente se ha demostrado, repartir preservativos", dijo Parreño. "En el mundo científico se sabe que la única medida eficaz para reducir la transmisión del sida es la correcta utilización del preservativo". Médicos Sin Fronteras asegura que no tiene ninguna intención de polemizar con el Papa.
España invierte miles de euros en programas muy concretos de lucha contra el sida en África, según confirman en la Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarollo. Contribuye con 600 millones de dólares (periodo 2008-2010) al Fondo Mundial contra el Sida. En África financia proyectos de varias ONG contra el sida con más de 17 millones de euros. Literalmente, España se gasta millones en repartir preservativos en países africanos.
Por tanto, es el Congreso el lugar adecuado para criticar al Papa por sus declaraciones "crepusculares y marginales", en apreciación de Joan Herrera. En efecto, un aluvión de proposiciones no de ley se aprobaron la pasada legislatura para pedir al Gobierno luchar contra el sida en África. Este diputado reconoce que se ha sentido abrumado por la reacción "virulenta de la derecha y de la jerarquía eclesiástica" ante su iniciativa. Pide a esa jerarquía que escuche a las comunidades cristianas que comparten el sufrimiento con los enfermos de sida.
Le apoya el teólogo Juan José Tamayo, para quien "esto no es un problema de relaciones Iglesia-Estado". Tamayo tiene claro que "el Congreso es un órgano soberano". En cuanto a un posible conflicto diplomático ,"no son declaraciones de un jefe de Estado, sino de un ciudadano que defiende unas posiciones que son contrarias a la vida".
Pero durante la admisión a trámite de la iniciativa se produjo una anécdota significativa, que inmediatamente dio el tono al debate. De los cuatro miembros de la Mesa del Congreso del PP, dos votaron a favor de que se debata y dos en contra. Dos lo vieron como un mero trámite parlamentario, que ya veremos cómo acaba, y dos le dieron trascendencia por tratarse del Papa. De acuerdo que no es una cuestión religiosa, pero es el Papa.
La Iglesia "considera al sumo pontífice como infalible e intocable", explica Tamayo. Pero "la infalibilidad del Papa es un dogma que afecta a los católicos que quieran creer en ella". A los demás, no. Y a sus representantes legales, tampoco. El teólogo cree que "la Iglesia no puede considerarse el cuarto poder, como árbitro que juzga a los otros tres poderes y que no puede ser juzgado por nadie". Además, espera que el PSOE apoye la proposición. "Sería una grave contradicción que el PSOE frenara esta iniciativa".
Para empezar, el PSOE no tiene una decisión tomada sobre lo que hará. Es muy posible que los socialistas traten de convencer a los autores de la iniciativa de que cambien su texto por uno menos personal, de tal suerte que se condene sin paliativos las palabras del Papa sobre el preservativo, pero sin centrar la descalificación en el jefe de la Iglesia católica. Los socialistas estarían más cómodos si se pone el énfasis en la condena por lo dicho y se deja muy en segundo término quien lo dijo. Los autores se desgañitan con el argumento de que no van contra el Papa "sino contra unas declaraciones concretas de Ratzinger", señala Herrera.
¿Por qué tanta prudencia ante algo que es una evidencia científica de perogrullo, en la que se basan incluso la política de cooperación y lucha contra el sida? ¿Qué significa que el Congreso censure las palabras del Papa? Quizá deban presentarse más proposiciones como la de Herrera para poner en valor una realidad que a menudo se ignora. La opinión del Parlamento sobre un asunto, como representante del pueblo, es la opinión de los españoles. Si la mayoría del Congreso de los Diputados condena las opiniones del Papa, lo están haciendo la mayoría de los españoles. ¿Eso significa que se censure a la Iglesia? En rigor, lo único que se aprueba es lo que pone en el texto, y en este texto no se censura a la Iglesia. Lo demás son interpretaciones.
¿No se le puede criticar porque es el representante máximo de una religión?, se pregunta Llamazares de forma retórica. "En el Congreso están representados los ciudadanos, no las religiones". No piensa lo mismo el diputado del PSOE por Granada, cristiano de izquierdas, José Antonio Pérez Tapias, quien manifiesta "un rechazo total" a las palabras del Papa, pero no considera adecuado que "las palabras de un ciudadano se lleven al Parlamento".
Cuando el Papa sentó esa tesis en África, este socialista creyente denunció en su blog la actitud, a veces, de la "Iglesia despiadada que puede ser producto de la creencia en la inmortalidad, cuando la esperanza en la resurrección no evita dolor y muerte". Pero dicho todo eso, no cree que el Parlamento deba discutir las palabras del Papa. "Si queremos hablar de las cuestiones de fondo, hablemos en el Parlamento de la relación entre Iglesia y Estado".
Como autoridad de un país extranjero, Benedicto XVI tampoco será el primero cuya política se juzga en las Cortes españolas. En septiembre de 2007, el grupo de CiU presentó una proposición que expresaba una "profunda preocupación en lo que se refiere al respeto a los más elementales derechos políticos en Venezuela" por haber cerrado la opositora Radio Caracas Televisión. Ahora, con la iniciativa del Papa, fuentes de CiU declararon a Europa Press que aprobarla supone "crear un problema" con el Vaticano.
En noviembre de 2007, el PP presentó también una proposición en el Congreso para censurar al Gobierno de Hugo Chávez en Venezuela. En el texto se hablaba de "caudillos autocráticos" y se pedía al Gobierno que apoyara a los disidentes que se oponían a la reforma constitucional promovida por Chávez.
Sin embargo, el portavoz adjunto del PP, Alfonso Alonso, ha declarado a Europa Press que iniciativas como la del Papa "desprestigian a la clase política", y que los españoles "no se merecen un espectáculo como éste". También ha dicho que la aprobación de esta iniciativa "no serviría para nada". El Grupo Popular ha presentado 376 proposiciones no de ley en lo que va de legislatura, y eso que su portavoz adjunto opina que no sirven para nada.
En marzo de aquel año, la Comisión de Exteriores del Senado aprobó por unanimidad un texto del PSOE que aseguraba que Polonia "está incumpliendo los compromisos adquiridos como miembro del Consejo de Europa y de la Unión Europea de respetar los derechos humanos y democráticos". Semejante censura de un país a otro de la UE vino provocada por la decisión del Gobierno polaco de retirar las pensiones a unos pocos brigadistas ancianos que habían defendido la República en España.
Las Cortes también han reprobado en los últimos años al ex ministro de Defensa del PP Federico Trillo por su actuación tras el accidente del Yak-42 (en el Congreso) y a la ex ministra de Fomento Magdalena Álvarez (en el Senado) por el caos de los trenes de cercanías en Barcelona.
Ni que decir tiene que si Trillo sigue en su escaño, Álvarez ha durado hasta este mes, Chávez sigue en su trono y el Gobierno polaco no ha caído, el Papa va a seguir en la silla de San Pedro después de que el Congreso le censure. Incluso es posible que no rectifique sus palabras ni se disculpe.
jueves, 3 de enero de 2008
2008 y España sigue sin ser laica

Nos tomamos las uvas el lunes con cierto sentimiento de alivio (en gran parte gracias al genial José Mota), pero que ya en miércoles laboral se ha transformado en la desazón y angustia permanente en la que nos tienen instalados la derecha recalcitrante, fascista y clasista, amparada por la no menos retrógrada jerarquía eclesiástica.
El pasado domingo (día de misa) 30 de diciembre, la clase dirigente de la iglesia católica tuvo a bien organizar un mitín político encubierto en favor del PP. Con eslogán "Por la Familia" los obispos y cardenales han mostrado sus pocos valores democráticos y olvidándose de la Constitución, que supuestamente tanto defienden, han entrado a criticar la política social e integradora del Gobierno socialista, en aras de los valores repugnantes de la España tradicional, de clases y que margina a todos aquellos que no siguen los preceptos del nacional-catolicismo.
Para los que no tengan una constitución a mano: Artículo 16, parrafo 3:
"Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones."
¿Qué quiere decir esto? Que el Gobierno de la nación no esta en obligación de seguir los preceptos de ninguna confesión, aunque si que podrán legislar sin atentar contra las consignas de ninguna confesión. La ley del matrimonio entre homosexuales, la ley de dependencia, la ley del divorcio rápido o la ley de investigación con células madre, según la jerarquía católica viola los designios de Dios y sobretodo de sus interlocutores en la tierra. Es decir, las altas esferas del cristianismo en este país se aferran al franquismo, creando ciudadanos de segunda ("los buenos españoles") e intentando guardar esos valores en el subconsciente de la población. Estas leyes de potente calado social e ideológico preocupan a los obispos; pero son las leyes que tocan la economía y el bienestar de la clase dirigente eclesiástica lo que de verdad enciende sus ansías de venganza (y ex-comunión). Preocupados andan porque si se aprueba la ley que trata de ordenar la recaudación de impuestos y concesiones que se hacen a las iglesias, puedan perder parte del pastel económico, en favor de otras confesiones dentro de una sociedad que ya no se refleja como un monopolio espiritual.
La ley de calidad de la enseñanza según la jerontocracia católica es un atentado contra la elección de los padres sobre qué educación religiosa quieran para sus hijos e hijas. ¿Pero por qué? Este es un estado aconfesional, sin religión reconocida. Por qué un niño o niña tiene que estudiar los hechos narrados en la Biblia. Por qué no los del Corán, los valores de la khaba judaica o los designios de Confucio. Esas horas ya se ofrecen dentro de las iglesias o mezquitas, donde la población, por fortuna, decide donde entrar en su tiempo libre. La educación pública debe ofrecer una enseñanza en valores universales. Un conocimiento global e integrador de todas las confesiones existentes. ¿Por qué en la enseñanza pública y obligatoria no se estudia filosofía?. La ética es obligatoria, no la religión. Prefiero un mundo en el que los jovenes sepan ceder su asiento a una persona mayor, o a una embarazada, o reconozcan el derecho y el valor de los emigrantes a buscarse la vida más allá de sus fronteras, que un mundo en el que todos conozcan el milagro de los panes y los peces o el que existe y esta amparada por la Biblia una lapidación.
España ha de abrazar de una vez el laicismo. El estado aconfesional actual fruto de los acuerdos con la Iglesia (1976 y 1979) tras la muerte de Franco ha quedado en desuso, dada la actitud beligerante, agresiva y retrógrada de los dirigentes de la iglesia y sus voceros habituales. Una Iglesia que guarda en su seno a impresentables con enfermizas opiniones sobre la pedrastía, y que poco ha cambiado de aquella que participo y bendeció el último asalto exitoso a la democracia en este país: El alzamiento del 18 de junio del 36.
El PSOE debe ya de olvidar el talante y las buenas maneras ante los ataques intempestivos de la Iglesia que tratan de movilizar su "electorado" en favor de un PP que ve de buena gana como el altavoz de altar hace campaña por sus ideales de tradicionalismo y clasismo. José Blanco, secretario de organización del PSOE, ha pedido una "rectificación" a la jerarquía católica por "mentir"con descalificaciones sobre los derechos humanos y el retroceso de la familia. La familia, al igual que España, no se rompe. Es más se refuerza, porque todos y todas, tenemos ahora los mismos derechos que durante muchos años se nego en la retaguardia a gran parte de la población. España es un país más avanzado tanto democráticamente como ideológicamente y es capaz de asumir el cambio a un laicismo que trae valores de respeto, igualdad y tolerancia.
Y más desasosiego si se vive en Salamanca. No contento con subir los impuestos, encontrar en la Gaceta al senador McCarthy y poner en el punto de mira las protestas vecinales como una trama del resto de la oposición al más puro estilo de las SS (ya saben, como cuando en el Tercer Reich marcaban las puertas de los judíos con una estrella de David), ahora el cacique ha tratado de por la puerta de atrás, conseguir sus propósitos y mantener su idea de gobernar la ciudad como su cortijo particular.
A qué espera el PP para obligar a este impresentable a dimitir. ¡¡Qué se vaya ya!!. Salamanca otra vez noticia por sus tics despotas. Otra vez noticia, al mismo nivel que la Marbella de Julián Múñoz, por la corrupción, el inmovilismo, la avaricia, la derecha y el fascismo. Otra vez, una vez más. Y es que ya no solo debe dimitir. Debe ser juzgado, y por supuesto condenado; debe ir a la cárcel, a ver que tal le sienta el pijama de rayas, y a ver la vida entre barrotes, como él ha obligado a toda la ciudad a vivir estos 12 años.
Y debe de ocurrir ya un cambio de color político en el gobierno de esta ciudad, de esta provincia y Comunidad Autónoma. No más cacicadas y mentiras pro-PP y del PP. Pero esto solo son vagas ilusiones, porque mucho me temo, que en Salamanca cambiando el "muñeco" volverá la derecha a gobernar.
Ah!!, se me olvidaba. Feliz 2008 a todos y todas. Ojalá este año este lleno de salud, esperanza, alegría y paz, para convertir todos nuestros deseos e ilusiones en realidad, y postrar al último rincón toda violencia, desesperación, humillaciones y problemas.
Camareros: Necesarios, degradados y precarios. Una experiencia personal
Ahora que ya está aquí el veranito con su calor plomizo, pegajoso y hasta criminal, se llenan las terracitas para tomar unas...