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lunes, 15 de junio de 2020

Isabel. Serie de historia y política para el confinamiento


Captura del Capítulo final de la segunda temporada de Isabel. 
Recreación en la serie del cuadro La Rendición de Granada de Francisco Pradilla

 

Como por responsabilidad seguimos en confinamiento, no dejándonos llevar por la euforia de los cambios de fase, mi chica y yo, hemos hecho maratón de serie este último mes y medio tirando de Isabel, la ficción histórica de RTVE emitida por televisión entre septiembre de 2012 y diciembre de 2014.
Volvemos a la costumbre de ver series ya concluidas. Dejarnos de seguir ficciones que estiran el chicle o porque no nos llaman la atención las tramas desde su planteamiento o bien por el desarrollo del mismo. Isabel, además con su estructura de tres temporadas (trece capítulos por temporada) tiene una coherencia notable. Aunque eso sí, mi mayor critica es la duración de los capítulos, extremadamente largos (entre una hora y diez y una hora y viente), fruto del medio, el prime time de la televisión en España, para el que se destinó la obra.
Como apasionado de la historia y de la política tengo que decir que he disfrutado muchísimo con Isabel. La serie ha resultado una agradable sorpresa porque ha conjugado con maestría la veracidad histórica, con el ritmo narrativo; buenísimas interpretaciones, con buena disposición de decorados (interiores y exteriores); el carácter de servicio público del ente público, divulgado cultura y divirtiendo a los espectadores.
Lo primero que llama la atención, no puede ser de otra manera, es Michelle Jenner como Reina Isabel de Castilla. La joven actriz esta sublime en el papel. Sorprende y engancha a la par demostrando mucha versatilidad para interpretar a tal poliédrico personaje. Ayudada por el maquillaje para ir envejeciendo junto a su personaje le dota de mucha expresividad y afectación. El dolor como esposa, madre y reina; las dudas ante las tomas de decisiones; el miedo al destino. Jenner siempre está muy cómoda con el personaje dándole la humanidad necesaria. Un acierto. No desentona Rodolfo Sancho como Fernando de Aragón al que también se muestra con sus múltiples caras, incluso aunque algunas no gusten tanto. Y toda la corte de secundarios se sube al listón dotando a la serie, con tan notables interpretaciones, de mayor verosimilitud, trasladando al espectador al salón de recepciones, a la alcoba real o al palacio de la Alhambra recién conquistado.
Pedro Casablanc como obispo Carrillo, Peris Mencheta como el Gran Capitán, Ginés García Millán como Pacheco el Marqués de Villena, Julio Manrique como Cristobal Colón y sobretodo Pablo Derqui como Enrique IV, Irene Escolar como Juana la Loca, Raúl Mérida como Felipe El Hermoso, Ramon Madaula como Gonzalo Chacón -único amigo y principal asesor de Isabel durante toda su vida- y Eusebio Poncela como el Cardenal Cisneros, sobresalen en un elenco que actuó sin fisuras, envolviéndose en el maquillaje y ambientación de finales del siglo XV y de un vestuario que se acaba convirtiendo en un personaje más, al uso de la narración y el remarcado de las personalidades y los momentos vividos para cada actor y actriz.
Isabel resultó una súper producción dentro de las series españolas, pero sin dejar de ser modesta comparada con la producción internacional. Es por eso donde los escenarios -pese al notable esfuerzo y trabajo realizado- flojean algo, produciéndose re aprovechamientos, algo mitigado con la muy buena fotografía y dirección de la serie en la que jugando con la luz natural y la luz de los candiles otorgan el ambiente lúgubre, intimo o claustrofóbico según convenga, pero siempre sobrio dentro de la Castilla (y de las cortes europeas) y más luminoso para la ambientación en el Reino de Granada. Son notables los encuadres de momentos históricos al uso de la pintura histórica del XIX y además una invitación para indagar en aquel movimiento y en sus artistas.
Sin duda donde más puede cojear está falta de dinero sea en la recreación de las batallas, sobretodo si comparamos, con Juego de Tronos con la que las comparaciones eran inevitables ya que se emitían al mismo tiempo, y porque la superproducción de HBO ha trascendido de maneras insospechadas. No hay apenas escenas del fragor de la batalla (si de inicios de ofensivas, planteamientos y sobretodo consecuencias con campos trufados de muertos y moribundos) y por eso Isabel tiene que refugiarse en algo más económico, pero que sin embargo resulta un manjar exquisito: política e historia.
Si en Juego de Tronos vemos un camino marcado, sobretodo a raíz de que la ficción siguiera su historia alejada de los libros de George R.R. Martin, en el que la política, los diálogos, fueron paulatinamente dejando paso a épicas batallas, a vuelos sobre dragones, emboscadas por tierra y por mar o a huidas y persecuciones. En Isabel se puede decir que mantiene una coherencia en el que los diálogos entre personajes con escenas de confidencias entre reyes, príncipes, consejeros, vasallos y enemigos, se suceden durante las tres temporadas poniendo en imagen lo recogido por las crónicas e historias.
Esa fidelidad histórica acaba imponiéndose al mito y a la leyenda, por más que estas licencias se empleen para dar mayor empaque a lo que nos quieren contar. Así al final se puede decir que a través de la1 de Televisión española nos han enseñado historia, con sus claros y sus oscuros, sus aciertos y errores de manera rigurosa y ofreciendo una ventana abierta para explorar más sobre aquel período histórico tan decisivo en nuestra identidad nacional.
Así tenemos por encima de todos los personajes a los que se pone a contraste (qué bien queda reflejado el mezquino Obispo Fonseca o el siempre leal a Castilla, Beltrán de la Cueva) a los dos principales puesto a la lupa de la historia por sus actos y su trascendencia.
Se dice con acierto, que Isabel y Fernando unieron el germen de lo que hoy es España tras el proceso de Reconquista iniciado en Covadonga en el 722. Pasaron de “las Españas” a “España” (pasarían más de medio siglo hasta que si identificará la Hispania romana o la Hispania visigoda con la España, digamos actual). Y también se dice, con no menos acierto pese a que es obviado, que Isabel y Fernando pusieron sus reinos bajo dominio de reyes extranjeros. Si, eran de su familia y Felipe II fue criado en España, pero es evidente que las noblezas y proto burguesías de Castilla y Aragón se vieron sustituidas por las de la familia Habsburgo que velarían sin dudar por sus intereses en Flandes.
La influencia que no cambió, sino que es más, se afianzó fue la de la jerarquía de la iglesia católica española que vio como durante el reinado de Isabel de Castilla su poder aumentó y sus riquezas se multiplicaron con la llegada del oro de las Indias que muchas veces pasaba de Sevilla directamente a Roma y sus prelados en territorio hispano.
Durante la serie, Isabel es retratada con verosimilitud como reaccionaria y sobretodo fundamentalista. Implanta la Inquisición y ante sus primeros desmanes aumenta su autoridad. Episodios como la expulsión de los judíos, de los árabes del Reino de Granada y la persecución sobre los conversos se enmarcan dentro de la época de las cruzadas, pero evitaron que toda la capacidad e ingenio de estos colectivos beneficiará a su reino, continuando un Renacimiento marcado por el descubrimiento del “Nuevo Mundo” y de lo que sucedía en las ciudades estado de la península itálica.
Como aficionado a la Historia no quiero cometer el error de mirar la vida y obra de Isabel de Castilla, una mujer noble de finales del siglo XV y principios del XVI, con ojos del siglo XXI. Es de alabar y reseñar la implicación con la política de su reino y de su familia que Isabel tuvo desde el primer momento. Pero tenemos que entender y contar también como sus acciones resultaron una apuesta por la jerarquía eclesiástica más reaccionaria frente a los mitos de la convivencia y las tres culturas.
Europa estaba recién salida de la época de las Cruzadas, se temía al enemigo musulmán de Oriente y todavía había un reino de domino árabe sobre la península. Había una quiebra social dentro del estado por la posición privilegiada de judíos y conversos frente al vulgo plenamente católico, que en muchas diócesis, a través de los púlpitos, recibía odio e incomprensión hacia los distintos. Su distinción como sus católicas majestades creció con el impulso de evangelizar (antes eso que alfabetizar) a los indígenas “descubiertos” por Colón.
Isabel, como cualquier rey o reina de la época, se consideraba elegida por derecho divino. Herramienta de la voluntad de dios y llamada a un fin superior, en su caso la expulsión del último infiel sobre los antiguos reinos visigodos. Y ella siguió su dictado al pie de la letra y sin apenas titubeos incluso cuando supo de la violencia contra judíos, moriscos y conversos.
Sus acciones también bebieron de la hipocresía. Por un lado dio alas a la Inquisición incluso para perseguir a prestamistas y aliados de la corona. Pactó matrimonios de conveniencia con todos sus hijos que se mostraron casi en totalidad fallidos, cuando ella desestimó varios pretendientes para poder decidir su marido, lo que provoco no pocos enfrentamientos con muertos en el campo de batalla. Estos matrimonios de conveniencia por las casas reales de la Europa occidental fueron fracasando. Unos por la escasa salud de su prole (recordemos que Isabel y Fernando eran primos, y que es clara la enfermedad -cáncer de útero-, la causa de la muerte de la reina), otros por el desatino en el acierto o no de los pretendientes y en la voluntad que moldeaban sobre sus hijas. Y otros por pura mala suerte, lo cierto es que al final de sus reinados Castilla se quedó al borde de una nueva Guerra Civil, Guerra por la sucesión.
Es importante también valorar la política sucesoria de los Reyes Católicos en cuanto a Portugal y una hipotética unión ibérica. Desde luego a la hora de plantear los matrimonios de sus hijos esta idea estuvo sobre la mesa, pero parece claro que el hecho de que tuvieran que casar con una hija al príncipe de Portugal y que éste fuera el hombre de la casa en la corte de Castilla desestimo este plan -después sería un príncipe “holandés” el que estuvo sentado en el trono como consorte de la hija Juana-. Siguió planeando esa posibilidad sobre las tres coronas, más aún con la muerte del rey Juan de Portugal y la subida al trono de Manuel I que era hijo de la prima segunda de Isabel, Maria de Braganza. Lo cierto es que la historia es como es y las muertes de la primogénita Isabel y su hijo Miguel, Príncipe de la Paz, cerraron aquella posibilidad por lo que, lo que se podría haber cerrado en dos generaciones un reino ibérico con dominio absoluto sobre lo descubierto por Colón y Vasco de Gama (dejando el Tratado de Tordesillas en papel mojado), control absoluto del Mediterráneo occidental y con importantes asentamientos coloniales tanto en el golfo de Guinea como en la costa africana del Índico, jamás se produjo. ¿Cómo hubiera sido la historia? Nunca lo sabremos.
Es importante citar como hace la serie, la consideración que buena parte de la nobleza tuvo para con Isabel como usurpadora del trono. Fallecido su primo Enrique IV (y también su hermano, el que habría sido Alfonso XII de Castila) Isabel se auto proclamo Reina por encima de la vástago de su primo, la siempre sospechosa Juana la Beltraneja. A la guerra de sucesión que le siguió, le continuó un reinado de relativa calma en cuanto a las intrigas internas de palacio, pero que a la muerte de Isabel y debido al escaso tino en su pronóstico de descendencia añadió notable inestabilidad al reino.
Isabel de Castilla es presentada y con verosimilitud como la principal valedora que tuvo Cristóbal Colón en su aventura buscando una ruta alternativa a las Indias. Frente al desdén con el que no pocos de sus consejeros, y su propio marido, trataron al genovés (en la serie no hay ninguna duda sobre el origen del Almirante), Isabel siempre vislumbró la conveniencia de tan magna aventura y mantuvo las promesas y la inversión en el viaje de 1492 enfrascados como estaban los reinos tanto en la conquista de Granada como en las campañas en Napolés y el Rosellón.
Pero también hay que hablar de la figura de Fernando de Aragón, rey consorte de Castilla, principal consejero de Isabel cuando no decisivo en la toma de decisiones, y una figura que históricamente quizás, haya quedado enterrada bajo la imagen de una mujer decidiendo sobre la vida de los hombres en el siglo XV.
Fernando de Aragón es un personaje que me interesa desde las primeras líneas de El Príncipe de Maquiavelo. Para el filósofo florentino el rey de Aragón era el modelo y tipo de rey que Italia (lo que era Italia en aquel entonces) necesitaba.
Un rey capaz de mandar sus ejércitos en el campo de batalla y mancharse de sangre, pero sobretodo un rey capaz de jugar las partidas diplomáticas jugando con las alianzas, los ejércitos y situaciones, propias y ajenas. Un rey capaz de interpretar las intenciones de sus enemigos y anticiparse a ellas, modulando su respuesta ante el carácter de sus contendientes. En definitiva, un rey que con política consigue sus fines. Incluso cuando esa política se convierte en guerra y violencia pero siempre haciéndolo en situaciones de ventaja porque la partida previa la ha ganado.
Muchas criticas de El Príncipe y hasta el propio Maquiavelo reconocen en la figura de Fernando de Aragón la inspiración para relatar las funciones y cualidades del buen gobernante y muchos episodios de la vida y obra de Fernando en la corte de Aragón y Castilla y sobretodo en relación a sus disputas con Francia y con los Estados Pontificios, son relatados en la magna obra de Maquiavelo (también en Del Arte de la Guerra de 1520) y reflejados en el discurrir de la serie de televisión, Isabel. Son ejemplos del hacer maquiavélico, no como algo malvado y tremebundo como ha trascendido por algún interés oscuro, sino como una cualidad generosa y conveniente para el buen gobierno.
Por todo esto y más, mucho más, como los castillos que se ven (Oropesa, Castillo de la Mota, Arévalo, Madrigal, Alcázar de Segovia), las calles de Plasencia, Trujillo o Toledo. El fabuloso vestuario, siempre bien asesorado. La música, primero puesta por la Orquesta de Hungría y después por la orquesta de RTVE y unas geniales interpretaciones no puedo deciros más que veáis o reviséis Isabel. La encontraréis en la web de rtve.


domingo, 8 de noviembre de 2015

Marcha Feminista: Acabemos con el fascismo de sala de estar



Ayer sábado 7 de noviembre, #7N, tuvo lugar la primera marcha estatal contra las violencias machistas en España. Un evento que se ha venido gestando como respuesta de la sociedad civil y de las asociaciones de mujeres, y también de hombres, que luchan por la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, y por supuesto, por la erradicación absoluta tanto del machismo, como de la constatación física, la violencia (todo tipo de violencias) en el entorno doméstico y de las relaciones de pareja.

Hacia ya mucho que no se organizaba una de estas a nivel nacional. Se han montado gordas en Barcelona en torno a la cuestión catalana (por cierto, opino que todos los pueblos deben de tener el derecho de autodeterminación y que la respuesta a un problema político a de darse con el diálogo y el resto de herramientas del meta lenguaje político) pero ya llevábamos más de un año sin una marcha a nivel estatal hacia Madrid. Y ni las mareas (salvo Marea Blanca en el caso de Salamanca) ni otros colectivos han venido imponiendo grandes protestas, sino más bien una estrategia mucho más atomizada, que además ha facilitado la labor de los medios del capital de ocultarla, así como el descontento con el estado de las cosas.

Mientras la gente ha afilado su voto en casa y ha asistido, en algunos casos como el particular mío, estupefacta a la defragación de las posibilidades de articular un gobierno de izquierdas que acabe con el neoliberalismo y el austercidio en España, y por ende en Europa, la conflictividad ha cesado su actividad. Nos hemos quedado en casa y mientras el sistema se recambia y regenera, es la izquierda quien cae en las encuestas y quien parece vamos a pagar otra factura, está la política y electoral, de los años de orgasmos financieros y las épocas de ajustes en la vida diaria y los derechos de la clase trabajadora.

Pero estos dos últimos párrafos no son el tema de hoy. Únicamente me ha parecido conveniente contextualizar un tanto la convocatoria de ayer, sobretodo en cuanto a la parte de emotividad y lucha de la gente, teniendo en cuenta que en mi opinión, habiendo mantenido la conflictividad social, la agitación en las calles y la rebeldía en las instituciones ahora tendríamos (probablemente y es una opinión personal, repito) una mejor posición para a partir de 2016 cambiar este país.

Pero lo de ayer era el día de la lucha por la igualdad. Una lucha capitaneada por todas las mujeres, y muchos hombres, para arrinconar el machismo y está sociedad patriarcal que ve en la mujer un cuerpo, un recurso, en definitiva un objeto, sin derechos, ni sentimientos y del que extraer un lucro, un abuso. La mujer, como institución, sufre la presión mediatizada de una historia escrita por los hombres; de un papel secundario injusto, insolidario y a la vez falso, puesto que no pocos los avances de la humanidad han venido de la mano de mujeres que han aportado en no pocas ocasiones más que los hombres.

Y a titulo individual, personal, cada mujer sufre infinitas formas de discriminación. Desde el mundo laboral, donde la precariedad es aún más dolorosa para con la mujer, que ya de entrada por ciertos déficits de la educación en las generaciones anteriores se ve empujada a las tareas de más baja cualificación y peores salarios y condiciones. Donde esos salarios sobre mismas tareas son terriblemente desiguales, y en donde apenas existe la promoción laboral para el sexo femenino. Y en los hogares, ancladas las mujeres soportando mayoritariamente en soledad las cargas de las casas, como familia (hijos, mayores, dependientes) y tareas del hogar (limpieza, preparación de comidas, etc.).

Y cuando no siendo injusta y terriblemente castigadas por un fascismo de hogar, el machismo que convierte el amor en posesión, la convivencia en pesadillas y donde el respeto nunca aparece. Allí, en los domicilios, es donde se producen infinidad de agresiones. Desde las verbales y sentimentales, y que no deben tomarse jamás a la ligera, hasta ya físicas, con golpes y palizas, violaciones e incluso muertes.

En #Españistan van tantas mujeres asesinadas durante esta (supuesta) democracia, como el doble de personas que asesinó la banda terrorista ETA en 50 años de lucha armada. Es por eso de recibo hablar de un terrorismo machista. Un terror tan ilegítimo, encarnado e injustificado como el anterior, o como cualquier otro, por donde se trata de imponer por medio de la violencia y su control, muchas veces fruto de la sustentación económica, la supremacía del hombre por encima de los deseos y la felicidad de la mujer. Es un terrorismo que no conoce de treguas, ni negociaciones. Cuando se produce con la primera vejación, insulto se inicia un camino que normalmente va in crescendo llegando antes o después las agresiones físicas. A la violencia inusitada que como he contado, no pocas veces acaba en la máxima tragedia.

Mueren casi un centenar de mujeres al año en #Españistan, y también muchas veces sus hijos, sus familiares o sus nuevas parejas. Y mientras el estado mira hacia otro lado. Desde el inmovilismo de una sociedad patriarcal sustentada por una dolorosa educación (la de cosas que hay cambiar en #Españistan a base de educación), donde la Iglesia católica impone un código moral que deja a la mujer en la insignificancia y en un papel de ama de casa y madre, hasta un gobierno, el actual, del partido de derechas, de este país que dentro de la pléyade de políticas de recortes (y no sólo económicos) con los que ha tenido a bien castigarnos a los trabajadores, se cebó con la mujer. Mientras la Reforma Laboral precarizaba todo el empleo, lo que ya llevaba a la indignidad muchos de las profesiones ocupadas mayoritariamente por mujeres, sus políticas sociales deambulaban entre retirar conquistas y derechos básicos que van en la proximidad entre hombres y mujeres (como el aborto), en parar y eliminar las ayudas sociales a mujeres maltratadas, a dependencia lo que suponía dejar a muchas mujeres a cargo de sus familiares dependientes, y eliminando por último, cualquier virtud de laicismo y modernidad en la escuela pública y en la sanidad.

Pero el machismo no es sólo propio de la cultura española o mediterránea. Aparece en todos los países, con distintos grados, eso sí. Y es también parte de la sociedad capitalista que a través de la asignación de roles, empezando por los mercantiles y organizativos, y llegando a la publicidad se empeña en dejar a la mujer en un apartado secundario, como un objeto más de lujo, de estatus.

Pero ayer en Madrid, nos juntamos miles de personas (hablan de más de 200.000) venidas de todo el estado. Y había de todo. Madres, abuelas, hijas... Estudiantes, Periodistas, asistentas, conductoras, peluqueras, abogadas, médicas, profesores … trabajadoras. Deportistas, lectoras, escritoras, políticas, sindicalistas, luchadoras... Amigas, amantes, novias, esposas....Compañeras... Mujeres. Y hombres, también muchos hombres que aunque también tenemos interiorizadas comportamientos machistas nos avergonzamos de ellos, los aborrecemos. Y tratamos de cambiar. Porque el cambió vendrá primero individual y después poco a poco, social. Desde nuestra familia, nuestro trabajo, nuestras aficiones. Analizando el lenguaje, reflexionando sobre él y utilizándolo correctamente.

Ayer, #7N en Madrid, la Marcha Feminista, sentí orgullo de ver tanta gente comprometida, con ganas de cambiarlo todo. Fue una manifestación increíble, acompañada por un verano sol de noviembre. Recorriendo el centro de Madrid, desde Atocha hasta la Plaza de España, desde la acertadísima y brillante performance frente al Ministerio de Sanidad y Servicios Sociales hasta la lecturas de manifiestos. Con notorias presencias de numerosos colectivos sociales y políticos. Y con muchísimas personas magníficas con las que pudimos hablar y comentar experiencias e ilusiones. En un ambiente de fiesta y reivindicativo se llevo a cabo toda la marcha. El conato de reventar la marcha por parte de los fascistas de vox, fue magníficamente solucionado. La emoción desbordada y la alegria y la rabia por un cambio necesario que se fraguó recordando los nombres de las fallecidas (también sus hijos) en el último año. Rabia y alegría expresada en multitud de tremendas y brillantes pancartas exhibidos y lemas coreados.


Hay un fascismo en el hogar. Un fascismo que al igual que el que reconocemos, el de los libros de historia que quiere volver y del fascismo económico, trata de eliminar los derechos humanos, las libertades, derechos y deberes de todas las mujeres. Pero ya hemos conseguido poner este drama, compuesto de multitud de dramas y tragedias personales en la palestra, en el discurso político. Y ha llegado el momento de no parar, de no cejar y lograr parar la masacre. No habrá un mundo mejor hasta que consigamos todos juntos que hombres y mujeres, sean iguales, y donde no haya ninguna amenaza y fuerza física, por mucho sustento social e ideológico retrógrado que haya, que se imponga a la voluntad, la libertad y la felicidad de nadie. Nos queremos vivas y libres y para eso necesitamos mucha educación y lucha feminista, y convertir esta lacra social en una cuestión de Estado.

Ni una muerte más. Nos queremos vivas. Por la mujer y su vida, su alegría y felicidad. Acabemos con el machismo.

viernes, 29 de abril de 2011

La religión intocable

Joder con la Iglesia Católica. Y con los curas. Y con sus secuaces… Pero no. En realidad lo que está pasando no es culpa ni de la Iglesia, ni de los curas ni de sus secuaces. Es culpa de una sociedad que consiente un Código penal medieval y un modelo de justicia que permite que cuatro locos y un juez sectario te metan un paquete por vía criminal a la mínima que se pongan a ello mientras tú te quedas con cara de tonto. Y es que ya lo hemos dicho en este blog una y mil veces. Que tanto reírnos de la intransigencia de la morisma con las viñetas de Mahoma, pero aquí tenemos un Código penal donde abundan delitos absurdos para proteger a las religiones (y especialmente a la única y verdadera, claro). No vale la excusa de que estos delitos nunca se emplean. No. Porque no es verdad, en primer lugar, a la vista está. Porque el mero hecho de que estén ahí es impresentable y resulta que provoca un enorme riesgo para la libertad de todos. Porque estando ahí, pues se acaban usando, ya sea para vetar tetas, ya para castigar procesiones ateas, dando armas a la represión más impresentable a poco que alguien tenga ganas.

Recapitulemos. Una asociación de gente a quien no conozco pero que tiene toda mi simpatía, aunque sea sólo porque se llamen a sí mismos Asociación Madrileña de Ateos y Librepensadores y alguien con ese nombre no puede sino ser un grupo de buena gente, decide convocar una manifestación-marcha-procesión para el próximo jueves para hacer profesión pública, colectiva y festiva de ateísmo y de su compromiso con la razón, el empirismo y la convicción de que brujas, príncipes, hadas y Dioses pues para los cuentos, pero no para la vida real y mucho menos para condicionar cómo vivimos la vida todos en sociedad a partir de dogmas revelados de origen místico. Obviamente, se trata de una acción protegida constitucionalmente por el art. 21 CE, que permite a los ciudadanos que nos reunamos en público para lo que nos dé la gana y como mejor nos parezca siempre que los objetivos de la reunión no sean ilícitos. Las reuniones en España y en cualquier país con un Estado de Derecho digno de ese nombre, como es sabido, ni siquiera requieren de autorización para realizarse, aunque si son en la vía pública sí habrán de notificarse a la autoridad competente (militar, por sup…. ah, no perdón, esto no iba aquí). Y una manifestación notificada sólo puede ser no autorizada si se evalúa con un mínimo de rigor que puede constituir un problema de orden público. Pues bien, los convocantes de tan higiénica marcha por Madrid no sólo han visto cómo se les negaba la autorización de la procesión atea sino que han acabado imputados por varios delitos. Como esto no es Arabia Saudí aunque cada vez lo parezca más, vamos a tratar de explicarlo:

1. La delirante negativa de la Delegación del Gobierno a que se realice la marcha

Una primera parte del asunto, absolutamente vergonzosa y contraria a Derecho (como deducirá cualquier lector mínimamente sagaz a partir del régimen vigente expuesto arriba de modo sucinto), ha sido la negativa del Gobierno a autorizar la manifestación alegando que es Jueves Santo y que eso puede “ofender a los católicos”. Tocarles las pelotas, vamos. Por lo visto el Gobierno progresista y comprometido con los derechos civiles y las libertades que tenemos no se ha enterado todavía de que tocar las pelotas al prójimo, siempre y cuando sea moderadamente y sin violencia ni nada, es un derecho de la gente. Por concretar, con lo que me fastidian a mí las procesiones que pasan cada dos por tres por debajo de mi casa, tanto en lo referido a su contenido como a las molestias que ocasionan, ¿acaso piensa alguien que se podría consentir que los pesados de los católicos salieran de marcha por ahí si el límite constitucional a la libertad se fijara en no herir la sensibilidad ideológica o religiosa de los demás? ¿O en no tocarles las pelotas con sus procesiones insoportables?

Si nos vamos a poner exquisitos pues vamos a serlo con todo Dios, ¿o no? Por cierto, empezando por la anomalía de que las procesiones religiosas de Semana Santa o en cualquier otra fecha del año se realicen violando la ley vigente, ya que a pesar de ser en la vía pública no comunican su realización a las autoridades en tiempo y forma. ¡Que las disuelvan por alterar el orden público sin haberlo notificado previamente! ¿O acaso alguien piensa que una manifestación pública de proselitismo de ese grupo social que son los católicos ha de tener, vete tú a saber por qué razones, un trato diferente al de cualquier otro colectivo con sus creencias e ideología?

Por lo demás, el delirio de la Delegación de Gobierno no da para mucho más. Cabrea mucho, pero a la vista de lo que ha venido después hay que reconocer que se queda en una broma ridícula y patética. Aunque no debemos olvidar que muy probablemente es en parte la actitud lamentable, decimonónica y antirracionalista del Gobierno el que ha dado alas a los siguientes desmanes. Lo que no quita para que toda la explicación dada por la Delegación de Madrid para prohibir la manifestación tenga un indudable valor cómico, por lo que transcribimos las 11 razones que han justificado una cercenación tan brutal del derecho fundamental del art. 21 CE y así al menos nos echamos unas risas:

- El lugar de la procesión “curiosamente” presenta nombres relacionados con la simbología católica. Más allá de que no se entienda el problema que pueda generar a nadie que un ateo vaya por calles con nombres religiosos (o que una procesión vaya por la calle Giner de los Ríos, por poner un caso) para cualquier persona que no tenga algún tipo de carencia grave, resulta evidente que no estamos ante una justificación de peso que permita limitar un derecho fundamental. Si se entendiera que la contradicción es insalvable, como parece creer la Delegación del Gobierno, lo que habría que realizar es una acción que primara el derecho fundamental y cambiar el nombre a todas las calles problemáticas.

- El día elegido: Jueves Santo. Por algún motivo la Constitución no contiene referencia alguna a la prohibición de manifestaciones en los 3 Jueves que relucen más que el Sol y otras fiestas de guardar. Sin duda, habrá que reformar cuanto antes la Constitución para meter esta limitación, pero mientras tanto, lamentablemente, no podemos introducir restricciones a un derecho fundamental sin base constitucional sólida.

- La hora coincide con las procesiones católicas. De nuevo, la Constitución no prohíbe manifestarse a determinadas horas. Tampoco se justifica la razón por la que la coincidencia sería tan dramática. ¿No se pueden manifestar los taurinos a las 5 de la tarde? Esta majadería, ¿qué es? ¿Para evitar desmayos entre los concienzados suficientemente asilvestrados como para pensar que las horas del día son suyas o qué?

- La denominación de los pasos de la marcha. Por lo visto el haber puesto unos nombres cachondos a diferentes pasos procesionales ateos es algo que altera el orden público o así, a saber por qué. La Constitución nada dice de que uno no se pueda burlar de ciertas cosas. Es más, la jurisprudencia del TC dice que el animus iocandi amplía el margen de libertad en cualquier manifestación expresiva. Habrá que revisar esa doctrina, sin duda, cuanto antes no vayamos a quedar todos excomulgados por tener un ordenamiento jurídico peligrosamente librepensador. Pero lamentablemente, mientras tanto, habría que permitir la procesión todavía con más motivo si la cosa tiene un contenido humorístico y burlesco, pues se supone que eso ha de ofender menos, no más, que un ataque despiadado y ayuno de sentido del humor.

- Discurre por una zona con múltiples parroquias. Esto es más de lo mismo. Si las parroquias en esa localización generan tales problemas de orden público que impiden que la gente pueda ejercer sus derechos habría que trasladarlas a lugares menos conflictivos, tales como polígonos industriales, por ejemplo, al lado de burdeles de tronío para que puedan despachar confesiones express, ya que estamos. ¡Todo son ventajas! Acercaríamos los santos lugares a las zonas donde son más necesarios y de paso liberaríamos mucho suelo público ilegal o anómalamente cedido a la Iglesia en el pasado.

- La convocatoria, carteles y declaraciones de los organizadores. La Delegación de Gobierno de Madrid aquí lo borda. Ya saben de cara el futuro los organizadores de manifestaciones. No convoquen, no haga carteles, no hagan declaraciones… porque eso va contra el art. 23 CE. O, al menos, es un fuerte indicio de que algo chungo pueda haber. Por si las moscas, en el futuro, absténganse.Y si eso convierte el derecho fundamental en de imposible ejercicio, mala suerte. ¡Haberlo pensado antes!

- Coincide con procesiones católicas de recorridos “conocidos desde hace años”. Tras este argumento uno escucha la voz de Manuel Fraga bramando…. “la calle es mía”. Allí por donde paso procesional haya hollado tierra alguna vez no podrá haber nunca una manifestación atea, ni judía, ni cristiana… En esas calles también se prohibirán las minifaldas, los besos en público y sólo se consentirán juegos como la canasta mientras tomamos chocolate con picatostes.

- Presencia de grupos antagónicos y radicales. Vayamos prohibiendo la final de la Copa del Rey, con esos grupos antagónicos de seguidores del Madrid y del Barça. Respecto de los radicales, ahí sí, coincidimos con la Delegación del Gobierno. No por la gente de AMAL, que parecen unos corderitos de nuestro Señor, sino por esos tíos que salen en las procesiones de Semana Santa autolesionándose y en comitivas de estética rara, sin duda agresiva, quizás con concomitancias racistas, todos ellos preñados de un poderoso imaginario violento, rancio y machista. Es verdad. Son radicales. Suponemos que los prohibirán.

- Gran afluencia de público y necesidad de proteger la imagen turística de Madrid. La Delegación del Gobierno piensa que, sin duda, la representación en vivo de Autos de Fe con la Inquisición personificada en el Delegado del Gobierno son un excelente reclamo turístico para Madrid y desea potenciarlo. Nos parece una buena idea. Para este año no da tiempo, y además las víctimas se las ha pedido antes una juez, pero para el año que viene a ver si montamos una buena quema de herejes y ya nos salimos, con todos los tour operadores del planeta fletando vuelos charter. Spain is different!!! Allí todavía”ser mucho católicos”. Pueblo español “orgulloso y noble, cristiano, decente”.

- Enclave de alto valor histórico-artístico. Pues nada, ya se sabe. Oído cocina, no más manifestaciones por ahí. Suponemos que las procesiones religiosas recibirán igual trato y las harán desfilar, con cabra de la legión incluida, por la Castellana.

- Policía, Ayuntamiento, Abogacía del Estado y Delegación coinciden en que no debe llevarse a cabo. Pido a mis amables lectores que vayan enlazando los informes de Policía, Ayuntamiento y Abogacía del Estado, a ser posible con los nombres de los pollos que los han realizado, y así nos echamos unas risas. Prometen ser tan psicodélicos como las razones apuntadas hasta aquí.

2. Los convocantes de la manifestación, imputados por varios delitos por una juez de esta peculiares que tenemos en España

Sin duda enardecidos por los éxitos logrados en la represión administrativa de una manifestación tan peligrosa como la que pretendían hacer los ateos porqueriosos estos, varios colectivos habituales en todo sarao de hostigamiento a la razón y a la libertad de pensamiento que se precie se pusieron las pilas y dejaron la impresentable actuación de la Delegación del Gobierno en anécdota grotesca. Aprovechando el triste Código penal español que nos legaron los que prepararon en 1995 el llamado “Código penal de la democracia”, completado desde entonces con varias reformas a cual más represiva, del mismo modo que han hecho en el caso de la capilla de la Complutense o con Leo Bassi y varias autoridades académicas de la Universidad de Valladolid (estos pollos que festejan el éxito son los mismos, y las mismas personas, que también están persiguiendo a esta buena gente), pues han hecho una querella contra los organizadores. Con un tino de estos que sólo se les supone a la policía (que suele saber, por ejemplo, a qué juez de la Audiencia Nacional hay que esperar a que le toque guardia para presentar las cosas) va y resulta que han acertado de pleno y han logrado, por pericia o por suerte, que la cosa caiga en manos de una juez, de nombre María Coro, que se ha cubierto de gloria. Nunca mejor dicho, claro.

La imputación por los distintos delitos daría mucha risa si no diera miedo ver hacia dónde va el país. Porque la acumulación de tipos que se gastan en su querella es un despropósito (aquí tienen el enlace a la querella por si quieren meterse drogra dura en vena y ver la calidad de los pseudo-argumentos jurídicos que se gasta esta gente). Lo más grave, sin embargo, no es que una serie de radicales liberticidas peligrosísimos en medio de sus delirios jurídicos pretendan ir metiendo a la gente en la cárcel. Lo que da mucho miedo es que la juez… ¡se lo admite a trámite! Y todo por cosas que sólo de leerlas darían risa si viviéramos en un país normal. Que si un delito de manifestación ilegal (¡señora juez, a ver si se entera, que la manifestación no se ha hecho porque se ha prohibido y ese delito no contempla el castigo de los actos preparatorios!), que si otro para aliñar el tema y que quede más bonito y con un lazo el proceso penal iniciado por escarnio a los sentimientos religiosos (de nuevo, lo mismo, ¡si el hipotético escarnio ni siquiera ha llegado a darse!… si en esta país ya ni te dejan cagarte a gusto en Dios y preventivamente te tapan la boca, ¿cómo va a ser posible blasfemar? … como no sea que la juez interpreta que, al igual que pecar, también se puede delinquir de pensamiento….), que si un tercero de incitación al odio (así, a lo bruto, total, para qué vamos a ponernos tontos y a especificar conductas concretas… ¡que son ateos!, ¡¡que son el demonio!) para completar la función con un delito de genocidio, a fin de que quede claro que aquí estamos ante una reacción ponderada y prudente de los querellantes, ante un uso del Derecho impecable (los de la asociación ultra están sobre todo muy orgullosos de los del genocidio como se puede ver en este titular) y, sobre todo, ante una juez de esas que uno tendría miedo de encontrarse incluso en un entorno tan pacífico como una sacristía, no vaya a ser que te obligue a comulgar, hacer donativos a la Iglesia, convertirte en un ser pío, bueno y benéfico y, lo que es peor, a amenzarte con llamar al Abogado del Estado, a la Policía, al Ayuntamiento e incluso a la mismísima Esperanza Aguirre para obligarte a santiguarte con agua bendita, con lo que escuece y arde en la piel pecadora de los rojazos ateos.

Un país serio no consiente que pasen estas cosas y pediría la inmediata dimisión del Delegado del Gobierno, clamaría por la autorización de la manifestación y protestaría por el encausamiento de los promotores de la marcha. En un Estado liberal de Derecho, civilizado y democrático, donde las libertades estuvieran debidamente valoradas, además de todo eso pediríamos responsabilidades a la juez que permite estos episodios de matonismo jurídico. Pero esto es un país de pandereta. O lo que es peor, de homilía y sacristía.

Así que todo mi apoyo a los convocantes de la manifestación. Es obvio que la única salida a este esperpento debiera ser el inmediato archivo de la causa. Cada hora que pasa agrava más el perfil carpetovetónico de todo este asunto. Y si a partir de ahora cualquier tontería dicha o escrita contra la religión católica en este país va a ser motivo de que te metan en la cárcel o te empuren penalmente pediría a los inquisidores de turno que revisen este blog porque se van a divertir. Porque volvemos a los tiempos en que ser perseguido por según qué cosas y según quienes comienza a ser timbre de honor antes que motivo de preocupación o descrédito.

jueves, 3 de enero de 2008

2008 y España sigue sin ser laica


Nos tomamos las uvas el lunes con cierto sentimiento de alivio (en gran parte gracias al genial José Mota), pero que ya en miércoles laboral se ha transformado en la desazón y angustia permanente en la que nos tienen instalados la derecha recalcitrante, fascista y clasista, amparada por la no menos retrógrada jerarquía eclesiástica.

El pasado domingo (día de misa) 30 de diciembre, la clase dirigente de la iglesia católica tuvo a bien organizar un mitín político encubierto en favor del PP. Con eslogán "Por la Familia" los obispos y cardenales han mostrado sus pocos valores democráticos y olvidándose de la Constitución, que supuestamente tanto defienden, han entrado a criticar la política social e integradora del Gobierno socialista, en aras de los valores repugnantes de la España tradicional, de clases y que margina a todos aquellos que no siguen los preceptos del nacional-catolicismo.

Para los que no tengan una constitución a mano: Artículo 16, parrafo 3:
"Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones."

¿Qué quiere decir esto? Que el Gobierno de la nación no esta en obligación de seguir los preceptos de ninguna confesión, aunque si que podrán legislar sin atentar contra las consignas de ninguna confesión. La ley del matrimonio entre homosexuales, la ley de dependencia, la ley del divorcio rápido o la ley de investigación con células madre, según la jerarquía católica viola los designios de Dios y sobretodo de sus interlocutores en la tierra. Es decir, las altas esferas del cristianismo en este país se aferran al franquismo, creando ciudadanos de segunda ("los buenos españoles") e intentando guardar esos valores en el subconsciente de la población. Estas leyes de potente calado social e ideológico preocupan a los obispos; pero son las leyes que tocan la economía y el bienestar de la clase dirigente eclesiástica lo que de verdad enciende sus ansías de venganza (y ex-comunión). Preocupados andan porque si se aprueba la ley que trata de ordenar la recaudación de impuestos y concesiones que se hacen a las iglesias, puedan perder parte del pastel económico, en favor de otras confesiones dentro de una sociedad que ya no se refleja como un monopolio espiritual.

La ley de calidad de la enseñanza según la jerontocracia católica es un atentado contra la elección de los padres sobre qué educación religiosa quieran para sus hijos e hijas. ¿Pero por qué? Este es un estado aconfesional, sin religión reconocida. Por qué un niño o niña tiene que estudiar los hechos narrados en la Biblia. Por qué no los del Corán, los valores de la khaba judaica o los designios de Confucio. Esas horas ya se ofrecen dentro de las iglesias o mezquitas, donde la población, por fortuna, decide donde entrar en su tiempo libre. La educación pública debe ofrecer una enseñanza en valores universales. Un conocimiento global e integrador de todas las confesiones existentes. ¿Por qué en la enseñanza pública y obligatoria no se estudia filosofía?. La ética es obligatoria, no la religión. Prefiero un mundo en el que los jovenes sepan ceder su asiento a una persona mayor, o a una embarazada, o reconozcan el derecho y el valor de los emigrantes a buscarse la vida más allá de sus fronteras, que un mundo en el que todos conozcan el milagro de los panes y los peces o el que existe y esta amparada por la Biblia una lapidación.

España ha de abrazar de una vez el laicismo. El estado aconfesional actual fruto de los acuerdos con la Iglesia (1976 y 1979) tras la muerte de Franco ha quedado en desuso, dada la actitud beligerante, agresiva y retrógrada de los dirigentes de la iglesia y sus voceros habituales. Una Iglesia que guarda en su seno a impresentables con enfermizas opiniones sobre la pedrastía, y que poco ha cambiado de aquella que participo y bendeció el último asalto exitoso a la democracia en este país: El alzamiento del 18 de junio del 36.

El PSOE debe ya de olvidar el talante y las buenas maneras ante los ataques intempestivos de la Iglesia que tratan de movilizar su "electorado" en favor de un PP que ve de buena gana como el altavoz de altar hace campaña por sus ideales de tradicionalismo y clasismo. José Blanco, secretario de organización del PSOE, ha pedido una "rectificación" a la jerarquía católica por "mentir"con descalificaciones sobre los derechos humanos y el retroceso de la familia. La familia, al igual que España, no se rompe. Es más se refuerza, porque todos y todas, tenemos ahora los mismos derechos que durante muchos años se nego en la retaguardia a gran parte de la población. España es un país más avanzado tanto democráticamente como ideológicamente y es capaz de asumir el cambio a un laicismo que trae valores de respeto, igualdad y tolerancia.

Y más desasosiego si se vive en Salamanca. No contento con subir los impuestos, encontrar en la Gaceta al senador McCarthy y poner en el punto de mira las protestas vecinales como una trama del resto de la oposición al más puro estilo de las SS (ya saben, como cuando en el Tercer Reich marcaban las puertas de los judíos con una estrella de David), ahora el cacique ha tratado de por la puerta de atrás, conseguir sus propósitos y mantener su idea de gobernar la ciudad como su cortijo particular.

A qué espera el PP para obligar a este impresentable a dimitir. ¡¡Qué se vaya ya!!. Salamanca otra vez noticia por sus tics despotas. Otra vez noticia, al mismo nivel que la Marbella de Julián Múñoz, por la corrupción, el inmovilismo, la avaricia, la derecha y el fascismo. Otra vez, una vez más. Y es que ya no solo debe dimitir. Debe ser juzgado, y por supuesto condenado; debe ir a la cárcel, a ver que tal le sienta el pijama de rayas, y a ver la vida entre barrotes, como él ha obligado a toda la ciudad a vivir estos 12 años.

Y debe de ocurrir ya un cambio de color político en el gobierno de esta ciudad, de esta provincia y Comunidad Autónoma. No más cacicadas y mentiras pro-PP y del PP. Pero esto solo son vagas ilusiones, porque mucho me temo, que en Salamanca cambiando el "muñeco" volverá la derecha a gobernar.

Ah!!, se me olvidaba. Feliz 2008 a todos y todas. Ojalá este año este lleno de salud, esperanza, alegría y paz, para convertir todos nuestros deseos e ilusiones en realidad, y postrar al último rincón toda violencia, desesperación, humillaciones y problemas.

Camareros: Necesarios, degradados y precarios. Una experiencia personal

Ahora que ya está aquí el veranito con su calor plomizo, pegajoso y hasta criminal, se llenan las terracitas para tomar unas...