Mostrando entradas con la etiqueta Elecciones Generales. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Elecciones Generales. Mostrar todas las entradas

lunes, 24 de julio de 2023

Elecciones Generales 23 Julio: Pedro Sánchez El Resistente

 

Infografía y recurso de eldiario.es.

 

Ayer domingo 23 de julio se celebraron las Elecciones Generales de la décimo-sexta legislatura, adelantadas en medio año por el presidente Pedro Sánchez tras el resultado de las autonómicas y municipales de mayo. Y Pedro Sánchez ha sobrevivido, una vez más al envite, demostrando un absoluto y colosal sentido de la supervivencia política, así como una pericia propositiva y en el discurso digna de elogio.

 

Unas notas a tener en cuenta:


  1. El PP ha ganado las elecciones. La ofensiva, de corte trumpista, auguraba una victoria por mayoría absoluta (junto a Vox), en la que participaban en regocijo los medios del capital, tremendamente interesados en un escenario que plasmará sus intereses. Fundamentalmente, el control total del arco mediático españistaní, con Mediaset opando a hostias los restos del Grupo Prisa. Las encuestas y sondeos privados y estos medios de comunicación, voraces y proactivos en la proliferación de bulos y campañas de acoso y derribo, han visto como no han conseguido sus objetivos, de despejar la Moncloa de Sanchismo y de sus socios a la izquierda del PSOE.

  2. Feijoo ha ido cayendo en barrena en las últimas semanas debido a una incapacidad abochornante (galegas y galegos, cómo es posible que este sujeto haya ganado 4 elecciones autonómicas por mayoría absoluta), una cobardía indigna de cualquier candidato a nada (se negó a acudir al debate en la TV pública), y por sus constantes mentiras, incluidas las que tiene que ver con su ya legendaria amistad con un capo de la droga en la Galicia de los 90 (el que esto haya tenido al final tanta trascendencia me hace pensar en fuego amigo disparado desde Madrid). Ha ganado en votos, por escaso margen, y por diputados, por menos diferencia que la extrapolación de las municipales de mayo indicaban. Particularmente en Madrid, donde parece claro que Ayuso arrastra abudicidos a unas masas fervorosas por la nueva lideresa y que no se han dejado convencer por la falta de carisma del gallego. Sólo hay que ver que Feijoo salía a dar un discurso bajo los coros de una Ayuso que vestida de rojo rompía el monocroma en blanco de toda la caterva del PP.

  3. Pedro Sánchez es el gran vencedor porque es el único con posibilidades reales de convertirse en presidente, y será el único propuesto por el Rey (Artículo 99 de la Constitución; de todos modos, no me negarán, que sería gracioso ver al monarca disparándose su privilegiado pie si propusiera a otro candidato), y aunque se prevean unas negociaciones duras, y probablemente en menos de 4 años haya que volver a votar, no hay que perder de vista que hace dos meses se le daba por muerto y enterrado, y hoy es el que está más cerca de lograr el apoyo de los 176 diputados necesarios.

  4. De hecho, la derecha ha sido víctima de su propia estrategia, gracias entre otras cosas a la maniobra de Sánchez, adelantando las elecciones, llamando al voto útil y práctico ante la ola reaccionaria. Al tiempo que se han consolidado parlamentos autonómicos, gobiernos y ayuntamientos se han puesto sobre el debate las desavenencias entre las extremas derechas y su único punto en común de saquear el país. Las primeras medidas han venido a desmontar derechos ciudadanos, a aplicar más mordazas y censuras culturales, y a tratar de mantener los chiringuitos taurinos y eclesiásticos de toda la vida.

    De este modo el electorado, en general y en bruto, ha visto lo que la unión PP-Vox iba a traer, y ha reaccionado para tratar de esquivar la bala en el último momento. Y lo ha conseguido.

    Por contra, el PP y Vox se han repartido el electorado de Ciudadanos y han perdido buena parte de los apoyos que consiguieron en mayo, en otras elecciones y con otros candidatos. La ultraderecha pierde casi un 50% de su representación parlamentaria, y revisando resultados no parece claro, que todo haya ido al PP. Sobretodo en Madrid, donde la izquierda aquí si ha discutido el escrutinio, cuando hace dos meses fue arrasada por Ayuso.

  5. Muy meritoria la campaña y resultados de Sumar que favorecerán la repetición del gobierno de coalición, seguramente con similar reparto de carteras y responsabilidades. Cambiarán los nombres, pero el reto será, no tanto mostrar sintonía en el seno del ejecutivo (porque si la hubiera mala señal sería y nos haría pensar por qué no se han presentado juntos) y sí en el propio seno de la coalición de partidos que tejió a prisa y corriendo, y por orden de Sánchez, un quebradizo andamio.

    Estas alianzas son débiles e inestables y pueden saltar en cualquier momento, pero de conseguir consolidarse se pondría un buen cimiento para superar la coalición creada en 1986, para generar una izquierda fuerte, representativa y que esté cercana a la
    ciudadanía. Sin duda, la labor e imagen de Yolanda Díaz es un valor al alza, sobretodo tras el excelso debate en el que dió una impresión impecable.

    De entre todas las fuerzas, IU parece la más estable, pero tenemos la tarea de recuperar lo que éramos en 2015. Otras fuerzas como
    Compromís o Más País se han servido de la coalición para mantener su cuota de representación y reparto económico. Y mientras Podemos está ante la encrucijada final de su historia. A saber: recomponerse mejorando lo mal hecho, reforzando lo positivo y pasando página a estos 8 años. O regocijarse en "el circulo de la Complutense", el ordeno y mando de Iglesias. De hecho, y personalmente, me parece que tan positivo para el resultado ha sido la sobre exposición del mendrugo de Feijoo, como el perfil bajo o lo escondido en el que ha estado el genio de Iglesias.

  6. En Euskadi, y apenas a un año del las elecciones autonómicas, Bildú ha ganado claramente al PNV y se postula como favorito a esas elecciones. En este contexto, ninguno de los dos partidos va a dispararse en un pie y no facilitar un gobierno PSOE+Sumar, porque de no hacerlo sería dar el poder a la extrema derecha, enemigos absolutos de todo lo que es el País Vasco.

  7. El llamamiento al voto útil ha tenido otras víctimas. Fundamentalmente la España Vaciada. Si la campaña ha sido indigna y sin una mínima propuesta de temas y medidas, el drama de un territorio desvencijado, inconexo, depauperado y deteriorándose por momentos no ha aparecido por ningún lado. El resultado: Teruel Existe pierde su representación parlamentaria, y todas las marcas de la España Vaciada han tenido peores resultados que en mayo. Indudablemente este marco nacional no se lo ponía fácil, pero duele ver como en territorios de las Castillas, Aragón o Galicia se ha apostado por los señoritos que han desmembrado y empobrecido estas regiones, a sus territorios y sus gentes desde hace tantos años. Si bien, hay que tener claro que persisten una buena cantidad de advenedizos que han buscado acomodo aquí por su interés lucrativo personal, es deber de la izquierda (y también del PSOE) buscar puntos en común, que dé compromisos y permita incorporar estas demandas y estas fuerzas a las ya existentes para tratar de dar respuesta al problema de la despoblación. Será difícil, y puede que imposible porque hay líneas que ya se han intuido, pero no quiere decir que no haya que intentarlo.

  8. Por lo tanto, probablemente el PSOE de Pedro Sánchez mantendrá el poder. La coalición de gobierno resiste y en principio tenderá a repetirse con una composición análoga. En el juego político de negociación parecen seguros todos los partidos que sustentaron la mayoría ideológica, que no social, y sólo Junts, los restos de la corrupta CIU y el soberanismo de Puigdemont, ponen en discusión el previsible pacto. No me digan que España no es especial, pues un prófugo de la justicia tiene en su mano la llave de gobierno o elecciones y los facha jueces se ponen en su búsqueda y captura hoy mismo. Desde Waterloo alegan que el “No a Sánchez”, no es un “Sí a Feijoo”, pero se equivocan puesto que su negativa favorecería en el medio plazo la confirmación de un gobierno de reacción, que tendría a Catalunya en su punto de mira y darían la iniciativa directamente a ERC. Consideran que una derecha castellana fuerte es beneficiosa para la derecha catalana, pero siguen sin comprender que tras el Referéndum de 2017, el marco ha cambiado y el que quiera volver a la posición previa lo va a pagar. Entre otras cosas por la victoria total del PSC en Catalunya.

Equivocarse de enemigo se va a penalizar para cualquiera que no tenga claro que contra el fascismo, contra el PP y Vox, y toda la ola de odio, violencia, corrupción y vuelta al pasado retrógrado, miserable y de injusticia, hay que plantarse, unirse sin condiciones y darles siempre batalla. Simplemente amenazar con no cumplir con esto ya va a castigar al incauto que ponga sus intereses particulares por encima del bien colectivo y de arrancar España de las fauces del fascismo.

Si finalmente se consolida un nuevo pacto de investidura con gobierno de coalición liderado por el PSOE y Pedro Sánchez en la figura de presidente, éste no deberá de olvidar las lecciones a aprender tras este periplo: No repetir el sangrante episodio del verano de 2019, que tanto nos ha costado. Profundizar, sin ambages, sin medias tintas y con la agresividad que te da el poder redactar el BOE en la justicia social, el blindaje de los servicios públicos y la lucha contra la crisis climática que ya causa estragos y que si no se toman medidas, cambiará con muchísimo dolor nuestras vidas. Convencerse y ya de una vez hacerlo para todo el país que la vivienda no puede ser un bien de mercado, que ha de regularse y vigilarse porque ha averiado sin remisión el ascensor social y la salud del sistema de igualdad de oportunidades. Y ser igual de agresivo, o quizás más, a la hora de transformar las instituciones de este país. Negarse a pactar nada con este PP retrógrado, machista y fascista. Ni cámaras del poder judicial, ni RTVE, ni siquiera el horario del bedel del Congreso. El cerco, el cordón sanitario, se debe de imponer ya, para limpiar las instituciones de una supuesta democracia, de la carcoma de la extrema derecha franquista que usurpa estos poderes ciudadanos para sus privados privilegios. Se acabó. No se pueden plegar velas en estos temas y aludir a responsabilidades de estado, cuando tus oponentes son tan irresponsables. Sólo hay que ver el día de resaka tras las elecciones que el sistema judicial españistaní nos está regalando.

No será fácil porque PNV y Junts no son de izquierdas precisamente, pero si Pedro Sánchez ha conseguido salvar la situación, no todo se debe a su pericia política estos dos últimos meses. De hecho, la actual inestabilidad viene en buena parte por la voladura de la posibilidad de acuerdos entre las derechas de este país dentro de un sistema político preparado para facilitar esa unión de poder con el objetivo de extraer riqueza al pueblo. Recordemos que en democracia, el PP ha conseguido gobernar este país cuando ha ido de moderado y centrista, no subido al Dragon Rapide y diciendo a los cuatro vientos lo que iban a hacer contra todos los que no comulgan con sus ruedas de molino. También la labor de gobierno, mejorando la vida de la gente ha tenido mucho que decir. Como el hecho de que éste país ya no es el de una única visión centrista. España es diversa, plurinacional y europeísta, cultural y socialmente mucho más compleja que el relato único del madrileñismo. Esa es la realidad, y es un punto a favor a los que llevamos años clamando para modificar lo que haga falta para sus instituciones sean más garantistas y representativas.

Eso en cuanto a la política institucional, porque en la mediática, el nuevo gobierno tiene que tener claro ya que desde estas trincheras se azuza un odio visceral contra todo lo que se proponga aunque quedé demostrado que estos cuatro años han sido positivos para el conjunto de la ciudadanía (y eso, contando todo lo que ha pasado). Hay que reforzar el periodismo, y su pluralidad, como cuarto poder, y denunciar sin temor y sin dilación, a quien en su nombre, manipulan, desinforman y crean injustificables estados de opinión que favorecen la visión fascista de la realidad. Sólo han bastado dos semanas de campaña para dar la vuelta a las elecciones. Imaginad lo que se podría conseguir si se aplica esta beligerancia contra quienes son agresivos contra el conjunto de la ciudadanía.

Y por último, al PSOE y por supuesto extensible a Sumar y los partidos y organizaciones que la conforman: Hacer política de calle. Militancia. Cuadros y asambleas. Recuperar los movimientos vecinales, sindicales, estudiantiles y que pedían más democracia entre 2011 y 2014. Defender el feminismo, el ecologismo y los derechos de las minorías de toda condición, sin perjuicio de debilitar la identidad de nadie. Y procurar la mejora de la calidad de vida de toda la población, en todos los territorios.

No habrá otra oportunidad, si se sigue dejando de dar batalla en las calles, y después en las urnas. Recuperar la moral y con ella hacer ver a los jóvenes, por si mismos, que esta moda de la reacción va contra su propia dignidad y vida. Hay que ocuparlas con las justas reclamaciones de la mayoría de la población, para echar de ellas a los fanáticos y falsarios que pasan por mayoritarias lo que no son más que los intereses de las oscuras élites. Qué sepan que nos van a tener en contra y no vamos a permitir su fascismo y violencia.




lunes, 11 de noviembre de 2019

11 valoraciones a las Elecciones Generales del 10 de noviembre




Seis meses después toca hacer una nueva valoración de los resultados tras las Elecciones Generales de ayer domingo 10 de noviembre. Las segundas del año, las cuartas en cuatro años. Un período de inestabilidad que no se cierra con el reciente escrutinio y que vuelve a poner el grito en el cielo de una mayoría ciudadana que exige e implora a sus políticos acuerdos, pactos y reformas tanto económicas como políticas que permitan mayor justicia social y que agranden nuestra democracia y libertad. En frente un bloque caínita que no es nuevo pero que ahora se muestra sin tapujos ni máscaras como violento, clasista y fascista.
  1. Pedro Sánchez ha ganado las elecciones. Si. Pero ha perdido la oportunidad que la reacción de la reacción de las mujeres le otorgó en abril. En aquel momento podía haber derribado a su rival en el bipartidismo, el PP, pero decidió y calculó que era mejor para el régimen del 78 y para los que mandan, intentar mandar a la lona definitivamente a Unidas Podemos y salvar la situación que se le presentaba al PP. Como contrapartida ha provocado el aumento de la fuerza en el Congreso de la ultraderecha, totalmente desligada ya del PP tanto en la pureza del discurso como opción de voto. La traición de Pedro Sánchez y la nueva traición de la oligarquía del PSOE no debe quedar impune.
  2. Como era previsible aumentó la abstención. Casi dos millones menos de votos que el 28 de abril que se reparten a partes iguales en el bloque de las derechas como en el de las izquierdas. La desafección con la política, el asco y la falta de confianza en la democracia es otra consecuencia del tacticismo y la lucha por la supervivencia política de Sánchez y el régimen que tampoco deberíamos de olvidar.
  3. Pedro Sánchez y su politólogo de cabeza Ivan Redondo, no dormían con gente de Unidas Podemos en el gobierno. Veremos si lo hacen ahora con más de 50 escaños en posesión de la ultraderecha. Las tradicionales apelación y especulación al voto útil no han servido esta vez porque ya no se engaña a nadie. El espectáculo dado no mejoró ni con el maquillaje de la exhumación de la momia de Franco que debía de haber salido con nocturnidad y sin homenajes. Pero el error ya es colosal cuando se han celebrado estos comicios tras la sentencia del Procès que ha roto definitivamente los pocos puentes a la convivencia que quedaban con Catalunya y que no se van a poder recuperar con meras promesas de auto-gobierno y federalismo y además legitimado la mano dura y violenta que propugna la ultraderecha.
  4. El PP de Pablo Casado sube 22 escaños su resultado de abril y podrá navegar en calma lo que podía haber sido una travesía al abismo con ataques internos y externos, mientras se despedazaría por luchas de poder y dinero desde dentro y su corrupción intrínseca que seguirá apareciendo en los “casos esporádicos”. Seguro que en el juego de puertas giratorias le agradecerán a Sánchez éste magnífico cabo echado a tiempo.
    Con una ultra derecha tan fuerte al PP le va a costar gobernar. Primero porque Vox arrastra a las bases electorales que ven o veían en el PP la continuidad con el régimen franquista. Segundo porque será tal la deriva a un discurso de odio y fascismo que será imposible que el PP consiga apoyos como hacía antes con PNV o CiU.
  5. Hace un año Vox era una fuerza ridícula y extra parlamentaria. Hoy, primero con el blanqueamiento de los medios y después con la oportunidad que le ha dado Sánchez, es la tercera fuerza del Parlamento y aspira a seguir creciendo, devorando los restos franquistas que se alojaban en el PP y articulando un discurso de odio para todo el que no cumple con los mantras de la dictadura y la España cutre y rancia.
  6. El auge de Vox viene ligado al cataclismo de Ciudadanos. Albert Rivera dimite y abandona la política tras pasar en poco más de 6 meses de ser una fuerza emergente y renovadora del centro derecha a un partido residual en el juego de pactos, aunque bien, con la nueva dirección pueda ayudar a una coalición de cordón sanitario sobre la ultraderecha (vamos como se hace en toda Europa).
    Rivera tuvo la oportunidad de ayudar al derribo del PP en mayo pero prefirió pactar con ellos aunque fueran segundas o terceras fuerzas (en Madrid, ciudad y ay-untaminento, Murcia, Zaragoza o en Castilla y León donde ahora han perdido la totalidad de sus 8 diputados conseguidos en abril). Con aquella falta de coherencia sustentó al PP y su corrupción en el gobierno y dio altavoz a Vox para que derivará aún más el discurso hacia la extrema derecha.
    Lejos de proponer soluciones Rivera y su dirección de hombres y mujeres cercanos lanzaron más odio y soflamas incendiarias en Catalunya lo que le quitó todo el foco de posición centrista y ahora el de opción electoral. Su futuro se presenta nada halagüeño, pasando a ser de fuerza aspirante a liderar el centro derecha a ser la nueva UpyD.
  7. Otro tope mínimo de Unidas Podemos. Desde 2016 que aparecieron como coalición las huestes de Pablo Iglesias han ido marcando mínimo tras mínimo. Lejos quedan los 71 diputados por separado y total de 6 millones de votos de diciembre de 2015. Ahora un 12% de votos (3 millones de votos) para 35 diputados. 
    La aparición de un nuevo partido “de izquierdas” como Mas País ha arrancado votos y sobretodo diputados a Unidas Podemos y esos escaños han acabado en casi todos los casos en Vox. La irrupción en el panorama nacional de Errejón ha ocasionado el mismo perjuicio que ya causo en mayo en Madrid para la causa de la izquierda. El marcado personalismo de la campaña (papeleta, carpeta, carteles y cartulinas llevaban la cara de Iñigo al estilo de Pablo en 2014) ha servido únicamente para debilitar las posiciones de Unidas Podemos en la próxima negociación y sobretodo para ayudar a apuntalar el franquismo desatado. Tampoco debemos olvidar.
    A cambio fuerzas tan necesarias en eso de hacer progresar el país como Equo o Compromís que apostaron fuerte por la candidatura de Errejón se quedan sin representación aumentando la sensación de cisma en la izquierda española.
    Más País se presentaba en las provincias donde Unidas Podemos consiguió representación en Abril y ha sido factor decisivo en la bajada de estos ahora en noviembre. Aún con la excusa ya escrita se hace necesaria, una vez más, la auto crítica y crítica constructivas para desde la divergencia conseguir de una vez por todas candidaturas, un Frente Popular que auné una salida democrática y libertaria y una respuesta en favor de los servicios públicos y la justicia social para tanto fascismo y tanto neoliberalismo. Hacerlo además recuperando antes y después la movilización ciudadana y la lucha desde las calles, las aulas, los claustros y los centros de trabajo es ya decisivo.
  8. ERC consigue 13 diputados y se convierte en la quinta fuerza en el hemiciclo. Domina ampliamente el tablero político en Catalunya pese al aumento de la antigua CIU y la entrada por primera vez de la CUP en el Congreso. Ante unas futuras, y necesarias, elecciones en Catalunya puede que abran un nuevo período en el que la justicia social cobre importancia en la propuesta de Independencia, frente a un bloque constitucionalista que cada vez pierde más apoyos pese a su continúa radicalización.
  9. En Euskadi las tres derechas nacionales vuelven a no sacar representación, como en Abril. PNV mantiene su hegemonía ganando el discurso antifascista en el estado español (así están las cosas); mientras que Bildu logrará por primera vez grupo propio en el Congreso. El tiempo de la calma tensa en Euskadi se va terminando y llega el momento de construir soluciones duraderas que favorezcan la convivencia y el futuro. Con el nivel que hay en Madrid, pintan bastos.
  10. La única buena noticia de la jornada de ayer es la entrada en el parlamento (también consiguen dos senadores) de Teruel Existe, la plataforma ciudadana creada en el Bajo Aragón para reclamar y dar voz a una de las tierras olvidadas de nuestro país. Teruel punta de lanza de la España vaciada ganó las elecciones en su circunscripción por delante de PSOE y PP que tantos años han utilizado esos asientos para vivir muy bien y orquestar mayorías que controlasen Madrid aunque fuese al precio de despojar de futuro y dignidad a sus propios territorios. Qué una plataforma ciudadana en su primer intento de pugnar por unas elecciones consiga tan magníficos resultados demuestra que con trabajo y honestidad el éxito es posible, y que además, es necesario ante la situación de abandono que provincias como Teruel (y Cuenca, y Soria, y Huesca, y Palencia, y Burgos, y Guadalajara, y Zamora,... y Salamanca…) viven y padecen. Debemos aprender.
  11. Por supuesto, Pedro Sánchez pierde la mayoría conseguida en el Senado hace medio año y con ella la llave para articular los cambios constitucionales necesarios para mejorar la expresión territorial del país. Otra traición más, otra irresponsabilidad, que por supuesto tampoco olvidaremos.


¿Qué va a pasar?
La incertidumbre sigue siendo altísima. Pedro Sánchez ha ganado unas elecciones con peor resultado del que esperaba y que nunca debieron convocarse por lo que a él, como único responsable en su convocatoria, se le ha de tachar como gran derrotado. Prefirió explorar un territorio poco conocido como unas nuevas elecciones a transitar por uno totalmente desconocido como un gobierno de coalición, sobretodo si lo hace con alguien más a la izquierda. Aún con todo tiene la responsabilidad y la última oportunidad de tratar de formar gobierno
La ciudadanía se ha expresado una vez más como polarizada y ávida de pactos que superen el bipartidismo y el turnismo político dejando dos opciones:
  • Su socio predilecto tiene que ser Unidas Podemos por lo que volvemos a la casilla de salida pero con un desgaste y un fantasma fascista que no eran necesarios. Deben de ponerse de acuerdo sobre posiciones ambas debilitadas y el PSOE va a tener que tragar con ministros de Unidas Podemos y con unas cuantas normas de dignidad que van en el programa de los morados (derogación reforma laboral PP, derogación Ley Mordaza, etc.) También las posiciones iniciales de Unidas Podemos tienen que ser menos exigentes y quizás renunciar de entrada a que nombres como los de Iglesias o Garzón entren en gabinete.
    Aún con todo tras éste acuerdo se hace necesaria sumar una mayoría más amplia en la que PNV se hace imprescindible, más posiblemente Cs entroncando un cordón sanitario sobre Vox, pero también sobre el independentismo catalán.
  • La segunda opción es la gran coalición PSOE-PP altamente improbable porque podría suponer la fagocitación de éste último por parte de la ultraderecha.
Seguir jugando al despiste y desgastando la paciencia de la ciudadanía abrirá las puertas a la derecha y la extrema derecha, porque más allá de ensoñaciones de la izquierda, sin lucha y debate en las calles, ni pedagogía el fantasma del franquismo sigue persistente en no pocos millones de ciudadanos.
El 10N ya se ha cobrado su primera víctima. La siguiente debería ser Iglesias (y Alberto Garzón) quienes han de abrir sus partidos y con ellos la coalición a nuevas ejecutivas que fortalezcan esa coalición y permitan la suma de más agentes y no como hasta ahora la continúa dispersión. Como ya nos conocemos con cada renovación de viejas guardias, en la izquierda suelen salir los que no consiguen poder pero por una vez más, esperemos que la conciencia y el interés general prevalezcan en la izquierda por encima de filias, fobias e intereses personales.
Aunque parece que los partidos renovadores de la política española que surgieron tras el 15M han fallado, tampoco Sánchez ni Casado (ni ambas ejecutivas del bipartidismo) deben dormirse porque el patio interno seguro que ha quedado lo suficiente removido para que sus debilitados liderazgos no queden aún más expuestos. Es lo que tiene cuando en unas elecciones democráticas, paradójicamente, el gran vencedor es el fascismo.



viernes, 13 de septiembre de 2019

Un juego de trileros



Me encuentro sorprendido y a la vez apesadumbrado por todo lo que ha acontecido estos últimos meses. Tras la confrontación electoral total de abril y mayo yo, al igual que muchas y muchos, dábamos por hecho un gobierno socialista, con o sin participación directa de Unidas Podemos, pero bajo un programa con unas cuantas y necesarias medidas de izquierdas. Sin embargo, hemos asistido estupefactos a un juego de trileros que a servidor, ya en julio con la primera ronda de contactos y sesión de investidura, le quedo claro se abocaba a unas nuevas elecciones generales.
La victoria en las generales de abril daba a Pedro Sánchez el mandato para formar gobierno. Todo parecía diáfano y claro. El pueblo había hablado, y una vez más, expresado la necesidad imperiosa de llegar a acuerdos y pactos. De hacer política para solventar desde lo más urgente a lo más en perspectiva. Y de lo pequeño a lo grande. Y una vez más los políticos españoles han fallado a su pueblo.
  • Primero porque ante un sistema de representación política totalmente sobrepasado y desactualizado no han sabido nunca -o no han querido- darle puestas a punto y convertirlos en maquinarias engrasadas que muestren (y faciliten) la expresión popular basada en las urnas. Que de eso se trata una democracia.
  • Y segundo porque vuelven a ser víctimas del cortoplacismo y sobretodo de un afán por la supervivencia política, de mantener y ampliar los privilegios de la casta, muy por encima de las necesidades de una sociedad que no está para prórrogas, repeticiones electorales y tanto eslogan manido.
Quizás el varapalo que toda la izquierda real se llevo en las elecciones de mayo envalentonaron a Pedro Sánchez, a su equipo y a la oligarquía que lleva explotando España 80 años. Aquel domingo España volvía a la casilla de salida. Al 14 de mayo de 2011. Viendo como se conformaban ayuntamientos, comunidades autónomas y parlamento europeo parecía que el bipartidismo aguantaba el tirón, con un PP encabezando el espectro de la derecha y sometiendo a sus marcas blancas liberal y fascista; y con un PSOE dominando el centro-izquierda, con una izquierda sometida y humillada yendo irremediablemente a la irrelevancia.
Pedro Sánchez era el encargado de formar gobierno y para hacerlo necesitaba apoyos. Y en casi 5 meses sólo ha recabado uno: el del diputado de Revilla. En una situación normal, Pedro Sánchez sería el gran fracasado y debería irse a su casa dando paso a un nuevo o nueva líder del PSOE. Pero España y su alta política es cualquier cosa menos normal y aquí estamos padeciendo la estrategia de la humillación constante a la izquierda, a los millones que votamos esa opción (incluso en sus distintas vertientes ideológicas) y también a los que el 15M gritábamos que No nos representan.
Se hace evidente que más allá de fibias y fobias la coalición electoral era la mejor forma de gobierno para dotar al país de estabilidad y poder avanzar en medidas tanto políticas, económicas y sociales necesarias para mejorar la vida de la gente.
Pero Sánchez se ha negado en redondo y ha sido el protagonista de una obra teatral llena de golpes de efecto y titulares de última hora que han sido una constante campaña electoral continua, porque siempre, desde el primer momento, ha tenido claro que el 10 de noviembre, España votaba de nuevo. Y el público, el electorado, ha ido abandonando asqueado el teatro hacia otros menesteres más agradables
El tiempo se acaba y mientras nuestros políticos se enzarzan en discusiones vanas los problemas sociales y disfunciones democráticas de éste estado se agravan.
Hablo de toda la miseria generada durante los lamentables mandatos de Rajoy (corrupción, justicia de partido, destrozo de la convivencia, destrozo del patrimonio público, sobrecostes en inversiones, privatización de la sanidad, privatización de la educación, prebendas a la iglesia, sistema de pensiones, freno a las ayudas de dependencia, reformas laborales -también la de Zapatero- que han abonado el terreno a la precariedad y el paro, estafa con las eléctricas, destrozo de las renovables, subidas del IVA, bajadas de impuestos a ricos y grandes empresas, fracaso en los Objetivos del Milenio, pucherazo electoral y voto robado...). Multitud de decretos ley que hay que revertir. Hablo de paliar todas las tropelías y estafas que la crisis inacabable está dejando, cuya solución ultra liberal amplia y que fortalece un capitalismo de amiguetes insoportable. Hablo de un clima y un medio natural que se degrada a pasos agigantados y entrando ya en el terreno de lo irrecuperable. Hablo de millones de mujeres que viven su vida lejos de la plena libertad y dignidad individual y colectiva. Hablo de una España vaciada cuya situación es desesperada. Hablo de un sistema de convivencia que se va al garete mientras los balcones se llenan de banderas y a la espera de una condena al procès que puede derribar todos los puentes. Hablo de una democracia que es una dictadura oligarca de tapadillo, con cientos de miles de represaliados sin reconocer y llena de prebendas para los que se beneficiaron del fascismo. Hablo de tantas y tantas cosas que podía seguir escribiendo durante todo el día y no haría más que caer y que cayéramos todos en la desesperación y en el hartazgo.
Pero todo esto no le importa a Pedro Sánchez y a un PSOE envalentonado que ha olvidado aquel “con Rivera no” de la noche del 28 de abril. El desprecio a Podemos, sus confluencias, a su líder y a sus votantes ha sido constante.
Como clase trabajadora y movimiento político de izquierdas tenemos que aprender esta lección: Si logramos el avance y el progreso para éste país no será con el PSOE. Ni con su dirección de oligarcas baronías ni tampoco con sus bases electorales. La revolución vendrá pese al PSOE.
En éste blog he hablado muchas veces de la necesidad de que Podemos, Izquierda Unida, Equo o cualquiera que quiera hacer la revolución que España necesita, de contar, de convencer, a unas bases socialistas. Tanto ante las urnas, como en las calles. Pero desgraciadamente, me estoy dando cuenta que buena parte de esas bases son forofos de partido, sin capacidad de crítica y lo que es más doloroso, sin intención de exigir unos valores democráticos, republicanos, socialistas en lo económico y antifascistas lo suficientemente fuertes como para mantener a su partido en un centro izquierda tibio, desde el que poder construir.
Aupado por un sistema de privilegios basado en la dictadura y la idealizada transición, que se defiende como gato panza arriba. Fortalecido por unas encuestas que más allá de la desafección política no castigan su desidia y constantes atropellos. Y siguiendo una ruta marcada por su equipo encabezado por Iván Redondo y totalmente a favor de estado de las cosas, Pedro Sánchez nos lleva sin remisión a volver a votar el próximo 10 de noviembre.
Habrá repetición electoral no por un mero formalismo lingüístico o administrativo, sino porque probablemente se repetirá el resultado de bloques (aunque con mayor abstención, eso seguro). Serán nuevas elecciones, las de la XIV legislatura, y en ellas deberíamos de votar en consecuencia y hacer pagar a quienes no han podido y no han querido llegar a acuerdos respetando la soberanía popular que se expresó el pasado 28 de abril. Los que nos han fallado ya no deberían volver a presentarse (Sánchez, Iglesias y Rivera van a por sus cuartas elecciones generales) incapaces por inutilidad o por intereses y ambiciones personales de llegar a acuerdos para dotar de estabilidad al país. Y nosotros como electorado tendríamos que actuar en consecuencia. Desgraciadamente, las experiencias previas nos tienen ya prevenidos.
No sé que pasará ese día. Aunque no me creo las encuestas dudo que haya mayores cambios que dos o tres diputados arriba o abajo por fuerza, con lo que se mantendría la política de bloques y de bloqueos que estamos sufriendo. Parece que Sánchez quiera jugar con la baza de que un nuevo tercer partido “en la izquierda”, el de Errejón podía bajar aún más los resultados de Unidas Podemos, como ya pasó en Madrid, pero lo más probable es que quedará un bloque igual de repartido que el de la derecha y extrema derecha. De lo único que estoy seguro es de que estamos viviendo un tiempo de inestabilidad insultante para la soberanía popular. Y que estamos perdiendo una oportunidad para poder cambiar y recobrar y dar dignidad a las gentes que en nuestro día a día no tenemos prórrogas, ni repeticiones, ni segundas oportunidades.
Y lo que me parece más grave: Nadie habla, ni lamenta, la profunda brecha que en la confianza de la ciudadanía en la política se está abriendo. Hoy la política aburre, genera crispación, se ve con desidia y ya desinterés, una casta política a extirpar (quizás no falte razón), un juego de intereses personales por encima de lo público, de lo de todos. En definitiva, un problema. Y cuando una cosa se percibe como un problema el impulso inmediato de los humanos para solucionarlo es la extirpación y la erradicación, lo que puede abrir la puerta al fascismo otra vez.


Camareros: Necesarios, degradados y precarios. Una experiencia personal

Ahora que ya está aquí el veranito con su calor plomizo, pegajoso y hasta criminal, se llenan las terracitas para tomar unas...