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martes, 12 de enero de 2010

Nieve






Pasado el viento de la desidia.
Ni caballos ni carros estropean
el revuelo de árboles yermos.

Azorados por la envidia,
se miran y en gestos afean,
robustos y llorones álamos.

El viento se alejó.
Dejo de soplar en el corazón,
y con su ausencia el cielo
se precipito sin razón.
Aves callaron en silencio,
mientras nevó durante días.
El suelo vivo de colores muertos,
yació muerto ante el blanco más vigoroso.

Los ojos se estremecieron.
Vertiginoso vuelo emprendido por párpados,
inútiles para frenar la caída de la lágrima,
que me refresca tu ausencia.



El domingo, dentro de la cíclica de olas de frío (lo que tradicionalmente se ha llamado invierno), porfin nevo hasta cuajar (era la tercera vez en lo que va de estación). Y rápido anime a David, para vestirnos y abrigarnos, enfundarnos en los abrigos, braga polar al cuello, gorro en ristre, manos en guantes para jugar y fotografiar, para vivir el momento.

Yo no sé que tiene la nieve que nos hace volver a sentirnos niños. Imagino que es un material y situación propensa a la diversión y el juego. Incluso aunque más o menos estemos acostumbrado, y una o dos veces, nos despertemos con el paisaje blanco, la sonrisa y la esperanza llegan a nuestra alma. Año de nieves, año de bienes reza el refranero popular. Esperemos que así sea y que todas las sombras queden muertas y sepultadas por el agua, fría y cristalina, limpia y revitalizante que ayude a borrar todos los nubarrones y lodos y que nos ponga a cada uno en el camino adecuado.

El prado de al lado de casa se pinto de blanco y la mirada hacia adelante o hacia el cielo, era el ejercicio de abrir los ojos a la nevada. Los parques dejaron unos minutos de lado la risa y juegos de niños para embaucarse en el silencio del nuevo disfraz, y luego posterior alardear de él ante sus habituales compañeros y los nuevos con cuerpo de adulto y sentimiento de joven.

La pena que mi niña gaditana no lo pudo ver, y eso que te lo avise. Ahí que penita! Porque me hubiera encantado y fascinado jugar, divertirnos y dibujar lo que sentimos sobre la nieve.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Y van 27...

Buenas a todos y a todas y gracias por las felicitaciones en este día, 16 de diciembre en el que tuve a bien nacer hace 27 años. Esto de cumplir años es un chasco porque cada vez las cosas buenas y la diversión se hacen más caras e innacesibles y aunque siempre es bienvenido el ir asumiendo responsabilidades y completando la existencia, bastante mayor es la desazón por quizás no recuperar lo ya vivido (y bueno), anhelar tiempos pasados o incluso llegar a olvidarlos.

Para personas como yo, el ir cumpliendo etapas es importante. Más aún si el hacerlo supone como ha sido este último año, vivir cosas nuevas, ponerse a prueba y llegar a la onomástica teniendo la certeza de haber aprovechado el año de los 26, sentirme casi pleno y cuasi feliz y manteniendo la ilusión por vivir (incluso haberla aumentado). En este año ha habido fiesta, amistad, buen rollo y muchos momentos inolvidables. Se han llegado metas, iniciado escaladas y continuado la vida. También existen estancamientos. He tenido trabajo, diversión, amistades, confraternaciones (si es que existe la palabra) y por supuesto amor.

Se alimenta en mi la desdicha por no tener a la persona con la que estoy convencido pasaré mi vida junto a mi en este momento. Es temporal y un obstáculo que no impide nuestro amor y nos da más pasión, un sentimiento de mayor aprovechamiento de cada tiempo. Tengo la certeza, pequeña, de que me complementas y yo a ti en igual medida y no tengo duda de que siempre será así. El valor por luchar por ti, Anabel, me alimenta cada día, y aunque me toca enjugar lágrimas de vez en cuando, es ese valor y espíritu lo que me sirve de pañuelo.

Simplemente y para acabar agradecer a todos mis amigos por los buenos momentos vividos, los recuperados y los especiales, a Dani por tener ese ánimo para sacarme de casa. A Karmen por estar siempre ahí. A mis compañeros de curro o gimnasio por hacer especiales muchas horas que en principio sólo admitían el adjetivo de necesarias. A mis padres. A mi hermano por apoyarme, comprenderme y quererme, a parte de ofrecerme sus amistades (Tamara, David, Nerea, Lidia,...). Y a ti Anabel, por enseñarme a amar, por hacerme sentir tan enamorado y a la vez haberte enamorado. Por ser eternos.

martes, 1 de diciembre de 2009

Vivéndo un Sueño

Y si me repito rebuscando entre las rocas un misterio,
si la roca sigue murmurando su rasguido,
si repito el error de errar por los ríos de mi sangre,
si baten sus desganas las cosas,
si siempre sangra la piel,
si los abrigos siempre sangran,
si todo y nada copulan cuando roban a lo eterno
un instante,
si me saquea el tiempo en que me reitero,
será -tan solo- para encontrar una sombra
nueva.



Encontrar en un recuerdo sólo el impulso para no morir en el siguiente minuto. Sentado camino sobre el agua de un espacio ajeno. La estridencia débil y armoniosa pinta de vivo el entorno. Sonrisas nativas, que guardan sueños truncados por una realidad incontrolable, nos despiden. El ojo de cielo, profundo de todo, crea una mirada inmensa que invita. Amarillo y naranja se contonean en una danza sensual que razga de rojizo al azul. Me adueño, lo enfrasco y te dedico este atardecer . Me estás dando tanta vida, esperanza y sueños que las lágrimas descienden por mis mejillas sin freno. Las ganas de tenerte me pueden y tener en los zapatos ganas de marchar y quedarse prisioneros en un mundo que solo nos deja soñar...solo soñar...

Kilómetros de asfalto que nos separan, espejos que no distinguen la lluvia de mis lágrimas. El viaje se hace eterno porque el llanto así lo es. Imaginar tu rostro si volviera sólo para seguir acariciándote unos pocos días más es un estímulo demasiado poderoso. Vivo y muero a la vez. En el tomar una decisión. Naufragó continuamente en el dualismo entre mi cabeza y mi corazón, entre dejarlo todo y hacer lo que realmente siento, ahora de manera instantánea o por el contrario, aguantar, saber sufrir y buscar en los calendarios y las posibilidades fechas siempre limitadas para vernos y amarnos, alargando la agonía de los continuos días sin poder verte, pero sabiendo que facilitaría nuestro sueño para cuando podamos estar. Porque estar vamos a estar, no sólo eso. Vamos a Ser. No tengo ninguna duda ni más sueños de lo que siento y por todo ello voy a luchar. Estoy en la lucha. Cada acto de cada día, tiene un fin, el fin de verte dormir todas las noches.

Un camino por recorrer, un sueño que dejó atrás. Pero no me cierro a luchar por él. Esas lágrimas con las que empapó cada noche la almohada por tu ausencia, por nuestra lejanía, son gritos de silencio para desgarrar el dolor. Cada día, a cada minuto te re-invoco en mis pensamientos. Mi imaginación se agita con tu recuerdo, alimentada por la gestualidad, el cariño, la pasión y el deseo. Estoy convencido de que no puedo vivir sin ti y de que a ti te pasa lo mismo. No me asusta lo que siento porque jamás me he sentido tan pleno, tan bien y realizado.

Te quiero y voy a luchar por ti.


martes, 17 de noviembre de 2009

Sin ti...




Los días que pasan,
las luces del alba,
mi alma, mi cuerpo, mi voz, no sirven de nada...
Porque yo sin ti no soy nada,
sin ti no soy nada,
sin ti no soy nada...

(Sin ti no soy nada - Amaral)

Cómo odio ser tan absurdamente dependiente. Mira que he oído veces esta canción con la que empiezo el post, y siempre pienso que es justo lo contrario a lo que yo desearía para mí... pero al final caigo en lo mismo. En que te vas y sufro tu ausencia, lloró en una soledad vacía y viciada en sentimientos desgarradores de tiempo que dejan la oscuridad, la negruzca nitidez de mi dolor, cuando marchas con tu luz, que se ha convertido en mi fuerza.

La cama deshecha, aún caliente del último escarceo y las continuas caricias y besos que se anidan a este amor que siento. La soledad de lágrimas que mojan una piel seca, dolorida y ajada. Las grietas de mi rostro son reflejo de las de mi alma. Ambas curan y sanan cuando me miras. Estas lágrimas son el abono de mi felicidad, y sólo quiero que crezca siempre en mi corazón y mi vida; vida que no tiene sentido sin ti.

Es el eterno vaso medio vacío y medio lleno que cuando encuentras a alguien con quien llenarlo hasta el borde su ausencia provoca que se ponga al borde del precipio, y en ocasiones caiga. Nunca se rompe. Siempre el amor es más fuerte que los miedos y temores, pero estos, inevitables y fieros, le dibujan rajas y fracturas. De su profundidad, de sentir el agua entre los dedos o de verle robusto y perfecto para el uso diario varían las sensaciones, los momentos en los que mirarlo o usarlo. La lejanía no es plato de buen gusto, pero no dejo de confiar en el poder y capacidad que tengo para luchar y conseguir lo que quiero. De tu amor tampoco tengo dudas. De nuestro futuro sueños.

Estando sólo como sólo me dejas, busco refugio en amigos y amigas en todos los ocios posibles. Llegan las noches y me voy acostando tan pronto como puedo, para reencontrarnos en los sueños, donde me temo ya, somos eternos. A la mañana llego cansado tras una noche de pasión alegórica, y estiro las mantas para cubrir mi fria piel, helada sin tus abrazos. Miro alrededor, no estás despertándote junto a mi. Sólo vivo porque sé que es momentáneo, que cada día que pasa es una victoria, que más cerca estaremos juntos para siempre.

Pero me cuesta levantarme y cada día alargo el lecho donde te ame, donde te soñé, donde te amaré. El día se compone de rutinas que no llenan ni el vacío de tu sombra. Al trabajo voy llegando cada vez más tarde, cada día algo más, hasta que esta mañana ya me dió vergüenza, o me debería de haber dado. Intento y consigo abstraerme, ser profesional, hacer lo que me mandan. El coche sintoniza mis músicas que ahora son todas tuyas. Hago deporte como siempre. Consumo el gimnasio en una hora y exhausto y agujeteado salgo a buscar tu recuerdo. A veces, lo hago corriendo, donde aunque me concentró, sólo quiero llegar a dónde estas. Otras voy a casa. Allí ya ni conectó el pc, donde tantas veces nos hemos conocido. Consumo películas y discos que tan sólo me gustan a mí e intento leer pero derrotado caigo yermo ante el sueño de la noche anterior, ante la falta de aliento por tú ausencia.

Escribo porque viviendo tan al filo del dolor, la inspiración se agudiza y vitaliza. No tiene freno y la letra escrita es el curso de mis venas desangrándome a través de mis dedos. En la ausencia de luz el negro es el color predominante y en tu ausencia es la rabia la que me condimenta.

Soy feliz porque soy amado y estoy amando. Soy tristeza porque la inmediatez debe dejar paso a un sueño. Soy odio porque jamás me vi capaz de ser tan independiente y si lo soy, y el odio es miedo por verme sólo una posiblidad que tengo claro que es remota y que ya advierto no me va a resignar.

Te quiero

miércoles, 14 de octubre de 2009

Novios

Ni siquiera soñaba con que esto fuera a ser así. Me ha sorprendido. Me has sorprendido. Incluso yo mismo, me he sorprendido. Había esperado el momento de verte, de estar juntos tantos días y noches, desde siempre, desde el primer momento que tuve consciencia e intento de ser feliz. Después de hacerlo unos escasos días, ver acercar la fecha de estar nuevamente juntos era un ejercicio de ilusión y desahogo, de sueño cumplido, victorioso y exultante de alegría, frente a días grises, noches de sabanas más compañía que tu recuerdo.

Y así llegué a buscarte, recogerte o como quieran llamarlo. No me importa. Sólo me interesa tu amor, nuestra vida, nueva, común e indisoluble. Tiempo futuro construido en un presente de confianza, pasión, amor y deseo. Enseñarte mi cotidianidad ha sido un ejercicio de mirar al mañana a una vida maravillosa llena de felicidad, sueños y proyectos personales, construcción de un edificio de alegría y sentimiento.

Descubrirte Salamanca... sus rincones, garitos, sidras, cervezas y pinchos. Fiestas y costumbres. Monumentos de belleza que decoran los momentos más especiales de mi vida, porque mi vida ya no tiene sentido sino es contigo. La Catedral, la Universidad. Buscar esa ranita cumpliendo mi sueño más anhelado, pleno de belleza y sentimiento. Haciendo eterno el momento, desde atrás señalando el sitio opuesto para que tu mirada se equivoque pero tu corazón no. La Casa de las Conchas, su patio, el Patio de Escuelas, el Patio Chico,... pasear entre oro y viento es Salamanca. Doblar calles adoquinadas y sentir tu expresión ante las formas, los colores dorados como los de tu cabello, tu piel bronceada. Sentir juntos nuestra alegría, sonrisas que no apagarán las lagrimas de una despedida.

El caminar por las calles de mi ciudad con nuestros brazos entrelazados. Amarte solo con miradas y preludio de noches inacabables, inolvidables, fantasiosas. Un batido, un café. Cervezas y amistades. Incluso me sirves para recuperar viejos amigos que tras situaciones parecidas desaparecieron en las catacumbas del olvido. Pero lo nuestro es distinto. Porque soñamos mucho más y tenemos mucha más fuerza para vivir esos sueños que todas las distancias que se empeñen en ponerlos. Cada paso dado, sea corto o largo, rápido o lento, nos ha unido mucho más. Un segundo contigo ha valido toda la espera y las lagrimas derramadas. Así buscamos hacer especial y bello cada instante con las múltiples compañías que me acompañan en mi rutina, o simplemente en la soledad. Las luces de la noche iluminan monumentos y el monumento más grande que se hizo jamás al amor, qué es un beso nuestro.

Cenas en ventanas inigualables. Llevarte a la plaza haciéndote despertar de un sueño, con tu sonrisa iluminando el salón de mi ciudad. Sentir todos esos atardeceres de la mano. Y a cada momento que estoy sin ti desearte aún más, imaginar divertido una vida así. Puede parecer que estoy muy ilusionado, y es la verdad; también que soy muy inocente, y puede que lo seamos, pero nunca, jamás había sentido algo tan especial por nadie, ni tampoco me había sentido tan amado y querido. Tenemos planes futuros de vidas plenas y llenas. Pero jamás había recogido un rostro de mujer entre mis manos y visto a la mujer con la que quiero pasar toda mi vida.

Tantos sueños y visiones hechos realidad. Verte con mis sudaderas, mis pijamas. Sonreírme como lo haces, con la sonrisa más bella que este mundo jamás había imaginado, y que tu me distes a mi, en la intimidad de nuestro amor, en al altar en el que te has convertido en mi diosa. Compartir un partido del Avenida, una tarde de pinchos, unas noches de fiestas, paseos, monumentos. Domingos de relax, sábados y viernes de algarabía. Las risas de mis padres, que ahora tienen una nueva hija; o el cachondeo de mi hermano y Tamara, que tienen nueva hermana.

Por mi parte yo tengo un amor, una novia, una prometida. Tenía una amiga, una compañera, pero ahora me he dado cuenta de que eres la persona que toda mi vida he estado esperando, y esta vida que había sufrido y resistido ante tu ausencia, una vez conocida tu presencia, muere y yace sin verte, para extinguirse en la certeza de no volver a verte. Pero jamás dejaré llegar ese dolor. Lucharé por ti, porque sé que tu también lo haces y lo harás. Es una más de las certezas que me llenan, donde la más fuerte es que te amo y que tu a mi también.

Por supuesto que no quiero estropear tus sueños. No me lo perdonaría porque yo sé que soy para ti uno de ellos, el más importante y bello, pero hay otras experiencias que te quedan por vivir y debes hacerlo, aunque haya algunos viajes y destinos que yo también tenga marcado en rojo. Pero tú eres mi sueño, el más importante, el que me llenará de felicidad. Tengo otros, que tu has despertado, que había aparcado en un estante, sobretodo por imposibilidad, también que cojones, por falta de valor... pero ahora no tengo porque frenarme, tener miedo o no acercarme a lo que realmente siempre quise conocer.

Dos enamorados reescribiendo la historia más grande de todos los tiempos, eso somos tú y yo. Anabel y Angel. Enamorados, locos por vivirnos juntos y alcanzar la felicidad; porque si algo tengo claro, es que sino estamos juntos, nunca seremos felices. Te quiero, pequeña.

martes, 14 de julio de 2009

17 noches sin ti, después de 9 meses


Me ha gustado mucho esta frase que me has dicho hoy. No sé por qué, ni tampoco para qué. Quizás solo valga para escribir una entrada en el blog o en el tuenti y así tener una excusa más para ver tus fotos. Lo que si que sé, es que me muero de ganas de abrazarte y amarte. Las ganas de seguir viviendo en un sueño y no despertar de él, pese a las bofetadas de la vida, las hostias de los rivales o las caricias y besos, de otras almas que también buscan burlar el tiempo para evitar su perdición, y que nunca se dan cuenta de que cada cuerpo extraño que ocupe su cama les acerca inevitablemente a la derrota.

Habían pasado varios días desde que nos dijimos adiós. Perdida la esperanza, vino a visitarme aquella vieja amistad ya olvidada, pero no perdida: la soledad.

Y es que pese a estar rodeado de personas, y poder gritar que me siento feliz, la ausencia de no tenerte, de no conocerte, de haber existido y nunca darme cuenta de dónde podías estar, o por donde aparecerías; si es que tenías que aparecer. Estaba claro que no me iba a quedar en casa, mi habitación había escuchado ya demasiadas historias tristes, demasiados gritos, demasiados llantos. Una noche más, otras horas a añadir, a unir. Días mutilados por la rutina y rutinarios ya en echarte de menos. En viajar con la mente y darme cuenta que por mucha fuerza o valentía que aporte, las locuras sigan siendo utopías y ensoñaciones que sólo me son útiles para mirar a los ojos al destino y llamarle cabrón, y bastardo.

Demasiadas cosas en tan poco tiempo. Jamás había vivido tan rápido. Necesitar de algo que nunca se ha tenido, puede parecer el culmen de la desgracia. Pero viviendo en la inopia adquirir felicidad es tan fácil como ponerse en marcha. Aún así el sentimiento de vacío y de culpabilidad no era frenado. Luchaba hasta la extenuación por derribarlo, mirar al frente y seguir, caminar, correr... Ni siquiera quería huir de él; ya estaba hechizado bajo sus armas y sólo me contentaba conocer otras historias. Cuentos no escritos con final feliz sin rima hortera, carentes de fantasía y llenos de realidad. Historias de iguales y distintos, matizadas por el dolor y la alegría, pero con un sabor final a trascendencia; a felicidad.

Sea como fuere, en ese único instante la soledad era mi único sentimiento. Caminaba por las calles grises y me acechaba la inmensa realidad de haberte perdido. Te alejaste sin más, sin mirar atrás. Intentaba adivinarte entre la gente mientras, minuto tras minuto, mi vida seguía su curso sin rumbo fijado, y tanta abrumadora tormenta de pensamientos me impedía razonar con claridad.

Era la hora de confundirse entre las nocturnas luces de la ciudad, entre la algarabía de los locales de fiesta, mojarse en alcohol y disfrutar del tiempo que se me había concedido, tiempo para mi, para nadie más…

Tres cervezas después, con los amigos y las amigas de siempre, ya me sentía de otra manera, sin complicarme tanto la existencia con mi propia personalidad. Si acaso, el alcohol estaba mitigando los problemas que pensaba que tenía, porque realmente tanto comerme la cabeza era mi verdadero problema.

Y mientras iban pasando las horas, las copas, las risas….iba retomando mi anterior vida justo donde la dejé.

Me sentía capaz de todo.
Me sentía por fin especial.
Me sentía libre.

Pero entonces llegastes, te hicistes fuerte. Vivir, reír y soñar se conjugan bajo tu nombre. Y ahora mi único anhelo es que en algún momento pueda saber como te sientes. Hasta entonces cuento los días, prometo no ahogarme en alcohol, ni morirme en las curvas. Al descanso y el relax, quiero que le siga el frenesí de recorrer tu cuerpo, saborear tu piel, y conquistarte a base de llenar tus sentidos.

viernes, 24 de abril de 2009

Amigos y Amigas

Qué si dinero, qué si salud ¿y los amigos? Cuán afortunada es una persona por poder decir que no se siente sóla en este mundo. Poder llegar una noche a casa y decir que ha sido imprevisto, maravilloso y genial lo vivido es una de esas cosas que nunca le das el valor que se merece. Ayer como otras muchas y recientes veces, fue un día más en esa dirección.

Sentirme tan halagado por que me dejarás compartir tu alegría con los tuyos es una sensación nueva para mi... Hacía memoria y llegaba a la conclusión que nadie jamás ha reconstituido mi personalidad con tan pocas palabras, pero cargadas de ese simbolismo propio de las cosas importantes. Añadir días y situaciones a la memoria de forma que nunca perezcan por inolvidables y hacerlos con el recuerdo de tu amor hacen sentirme querido y amado, algo de lo que siempre es necesario, pero en mi caso nunca fue real.

Compartir cafés, copas, sonrisas, días de campo, noches de paseo, madrugadas de fiesta... Rodar con el kart de dani por su pueblo, jugar al trivial, al fútbol con mis colegas, ver una pelí, sentir el la calidez de tus manos... son inumerables las cosas buenas. Las malas existen, pero son pocas casi únicas. Tenemos nuestros roces, nuestras discusiones; en relaciones tan íntimas y sinceras es inevitable, e incluso necesario, que nos "ahostiemos", que nos digamos las cosas claras; existen los malentendidos y las ofensas, al mismo nivel que el cariño y el respeto, y en nuestra mano está con que nos queremos quedar. Yo siempre lucho y lucharé por guardar esto último y confío en que todos sigaís ese camino.

A veces piensó. Cómo podría haber cambiado nuestras vidas, o cómo sería si nos hubiéramos conocido desde siempre. Compartir patio de juegos y plastilinas es una opción; Otra los primeros porros y copas; aunque también se podía haber dado al revés y habernos conocido más tarde, en un trabajo, o como un loco en vuestra consulta... o en el hogar del jubilado, jaja; o la peor opción, no haberlo hecho nunca.

Hace 10 minutos Shei, mi compañera diseñadora gráfica me preguntaba, ¿qué tal fue el día de ayer? No tardé ni 2 segundos en reaccionar y decirle que fue maravilloso. El miércoles en el gimnasio riendo y entrenando (y según Raúl firtreando), por la noche de fiesta, con ese Dani que me lleva por la "mala" vida buscando compañías y risas, al borde del colapso etílico... la mañana del jueves pegada a la aspirina y el malestar general, pero que guardo con un puntito de gustazo por lo vivido en la noche anterior. Y la tarde en Galisancho, con los abuelos de Dani, el "Queco", Sofi y el artista. Dando vueltas en el kart, viendo lo bello del paraje, respirando vida... y después con las niñas, el Alberto, tomando copas, chupitos, cafés... riendo otra vez, hablando, conociéndonos, cenando una mariscada, ganando en el Trivial, jeje

Me quede con más ganas de martxa, pero como dijo Dani: "Tranquilo, que quedan muchas..."

P.D.: Siento si jugando al trivial os hice sentir mal a alguno /alguna. No fue ni mucho menos mi intención, pero es que me las sabía, joe.

Un besazo a todas, o dos o tres, y un abrazo a todos, o dos o tres también.

domingo, 15 de marzo de 2009

Fluidez temporal

Estas semanas transcurren con alegría, levedad e incluso rapidez. El devenir de los días, inmerso en las rutinas de una vida proletaria y también por qué no decirlo útil, son centellas en un cielo negro, que dan la luz suficiente para iluminar mi sonrisa. Trabajar, seguir conociendo gente, personas, adquiriendo experiencias personales y profesionales, saber más de varios temas, principalmente sobre informática, alimentan mis ansías en el puesto de trabajo, y aunque sigo en la angustía de no saber que pasará el día 26, dentro de 2 semanas, sigo estando entusiasmado con la posibilidad de tener la estabilidad suficiente, en un "buen" trabajo para completar mi vida.

Los horarios, el ambiente, la labor, el material, los compañeros y compañeras, la estructura, los manuales, las guías, la programación, las pruebas, compilaciones... son sucesos nuevos que han disfrazado mi rutina dándole color, forma e incluso sabor y que espero y confío no tenga una fecha final a la vista. Creo que conseguiré por lo menos cumplir este primer contrato de 6 meses y puestos a soñar..., pero entre la crisis, mi habitual pesimismo, mi no menos cotidiana vehemencia y sentido crítico que acostumbro a exponer en los peores momentos, jeje, y también una fortuna esquiva me hace no confiar absolutamente en esa posibilidad y sigo contando los días para salir de esta incertidumbre que también es mortal. Lo dicho espero poder continuar, para no volver a caer en los lodos que todavía dejan barro fresco sobre mi piel.

Y con esta brevedad en los días de la semana, los findes llegan sin solución ni remedio, y en todos ellos encuentro acontecimientos, ocio y relevancia que hacen maximizar cada minuto de tiempo libre. Y este último pues claro, no ha sido una excepción. Y con esta gente de fiesta la risa, el katxondeo, las necesarias dosis de opiáceos vitales, gratuitos y de libre acceso, se han hecho intensas y han borrado todo conato de melancolía, tristeza u odio. Así viajando por los bares en la nocturnidad salmantina uno degusta pinchos, cata cervezas y sidras, e incluso llega a vislumbrar sonrisas, miradas y cuerpos que se arriman perturbando todos y cada uno de mis sentidos, ya se han provinientes de camareras espectaculares, niñas gallegas o jugadoras profesionales de baloncesto.

Y es que en ese peregrinar, en esa ruta "xacobea" del alcohol y la horterada musical, volvimos a visitar el Torero, con suerte de que en nuestra esquina final, disfrutaban del ambiente, gran parte de nuestro Perfumerías Avenida tras la victoria vespertina en liga. Y sin vergüenza me dirigí a ellas, sólo con intención de saludarlas, recompensarlas por su entrega y espectáculo. Isa Sánchez, muy jovial, me recibió y nos reímos juntos de las "hostias" que se llevo en la tarde, la liviana Paula Palomares o de aquella técnica a José Ignacio, cuando la andaluza jugaba en León. No menos simpática fue Stampalija que se descojono con mi imitación de su posteo en la zona, fue cordial con Dani y conmigo, nos dió la primicia y además mostro un encanto muy especial. Y entre ambas, salude a Gunta Basko. La letona fue agradecida, muy simpática, y después de felicitarle por su completo juego, fue ella la que me sorprendió al sacar su cámara de fotos, y querer que me hiciera una foto con ella (joder, se supone que la famosa era ella, jeje). Miguel fue el retratista y la lástima fue que se me escapara "viva" sin darme un msn, un tuenti o un facebock... (¡cómo te pille!)

Y la noche del sábado continúo con la risa, el alcohol regando nuestras vidas, en una catarsis del cuerpo y la mente, en el que el espíritu se eleva en esas "batallas" con las féminas. Siempre serán recordadas. Ya el domingo pues ese agradable paseo por el centro con Dani, Raúl y su chica también una buena manera de dispersar nuestros entes y prepararnos para coger con fuerza una nueva rutina semanal.

En fin, que ya lo he dicho alguna vez, pero llevo una época en la que cada salida nocturna tiene sus grandes motivos de recordatorio. Qué dure así mucho tiempo.

domingo, 25 de noviembre de 2007

Y Antoni Daimiel dijo mi nombre

Nunca me había tocado nada. Ni loterías, ni sorteos, ni regalos, casi ni descuentos, ni siquiera cestas de navidad. Pero no por eso vamos a dejar de jugar, siempre con cabeza, y tratar de conseguir pues un premio o un dinerillo extra. Y gracias a ese afán y a un premio muy suculento, como es una camiseta de los Portland Trail Blazers negra, de Sergio Rodríguez (y firmada), pues participamos enviando un SMS a Cuatro con la respuesta a una sencilla pregunta: ¿Cuántos partidos ha jugado en playoffs Pau Gasol? La contestación, 12. Ni uno más, ni uno menos.

Y ya ni me acordaba del sorteo, ni del premio y casi de nada, cuando recibí la llamada y esa grata sorpresa. Pues nada, Antoni Daimiel, un auténtico ídolo, como periodista y persona, pronunció mi nombre e informo a todo el mundo de que había sido el afortunado.



Pues nada aquí esta el vídeo de la "publicación" y prometo unas fotos, unos vídeos y unos posts sobre esas camisetas de basket que tanto me gustan, que tanto anhelo y que ya van cumplimentando mi colección.

lunes, 5 de noviembre de 2007

Nuevo Kurro

Y hoy ha sido el primer día en un nuevo trabajo, igual por necesario e innecesario a la vez, ya que aunque, maldita la gracia, hace falta para vivir (por lo menos, con cierta dignidad), sobra de todas las cosas bellas e importantes de la vida. Sacrificar las 40 horas semanales, más las que nos dejamos yendo y viniendo, por vivir plenamente el resto de tiempo que dedicamos a nuestras pasiones, intereses y amores.

Qué difícil es afrontar ya no sólo el primer día, sino el primer mes en un puesto de trabajo como informático. Todo son dudas, aplicaciones nunca vistas, lenguajes ignorados, preguntas con un toque ¡lo debes de saber!, que disfrazan la ignorancia de quienes te mandan y enseña la tuya propia, siempre acompañada por el instinto asesino de quien se ve golpeado antes de que suene la campana. No tengo miedo a "demostrar" mi ignorancia, ni tampoco a perder la evadida confianza depositada en mi; no sé si a los 3 o 6 meses, o antes o después, este trabajo me cansará o se cansaran de mi, pero no siento más preocupación que la que pueda sentir un fatxa entre 10 sarperos. Y me explicó; aunque queremos ahora y siempre vivir de la mejor manera posible, y no hay más remedio que la de asegurándose un buen "empleo" con un "buen sueldo" y con las mejores condiciones posibles. Pero harto estoy de morir en vacíos intentos de ser quién no soy. Me encanta ser como soy, y que nadie se haga el imbécil pensando que en algo voy a cambiar. Vestiré igual que siempre, oiré mi música, expresaré mis ideas y sentimientos como así vengan de mi mente o corazón, y nunca dejaré de ser guerrillero de oficina.

Por último, ¡¡¡¡Cómo me gusta Salamanka!!!!. A pesar de esas broncas parentales que no conducen a ningún sitio, nunca las recordaré mientras días como los últimos sean los que alimenten mi espíritu. Esas ya tradicionales tardes de basket con mi hermano, aderezado con la búsqueda de gangas literarias en la feria del libro; esos pinchos, esos amores de una noche (2 en una, jajajaja), esas copas de garrafa, k siguen contaminando la noche; y esos colegas con los que pasarlas; y siempre, mi querido hermanito, dando kaña y dando abrazos.

Camareros: Necesarios, degradados y precarios. Una experiencia personal

Ahora que ya está aquí el veranito con su calor plomizo, pegajoso y hasta criminal, se llenan las terracitas para tomar unas...