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domingo, 2 de junio de 2013

Sonisphere 2013: Iron Maiden, Avantasia y el día de la marmota para el metalero españistani


 
Tercera visita al Sonisphere en tres años y segunda vez para vislumbrar, vivir y disfrutar a Iron Maiden. Hacía Rivas VaciaMadrid, emplazamiento elegido para esta edición nos encaminamos Fio, mi hermano y servidor en el saxito desde Salamanca y David desde Valencia, con la intención de disfrutar de los más grandes héores del metal, y unas cuentas buenas bandas. Pero pongámonos en antecedentes.

Fue por febrero cuando se anunció a Iron Maiden como cabeza de cartel del Sonisphere España 2013. Y no sólo eso, sino que además dieron la primicia de celebrar el festival de dos días, en dos emplazamientos distintos, Madrid y Barcelona, algo que no tiene que ser ni positivo, ni negativo, sino un experimento más y que incluso podría permitir el lujo de traer un cartel más redondo, asegurando dos fechas para cada grupo y pudiendo emplear la pasta que se gasta para rellenar dos días de festival, en rellenar un día, por partida doble, con grupos de mucho nivel.

Eso fue a finales de febrero, y hasta mediados de abril no se completo el cartel que muchos ansíabamos ya con las entradas de la mano, sólo por el reclamo de Iron Maiden. Pues bien, como digo, fueron pasando las semanas y meses hasta que se completo el cartel, sin comunicaciones desde la web o perfiles sociales de la empresa promotora. Al contrario.

Se fueron completando el resto de carteles a nivel europeo (impresionante el cartel de dos días del Sonisphere francés) y aquí un día llegamos y vimos como Tierra Santa, Voodo Six, Danzig, Red Fang, October File, Ghost y Newsted iban a rellenar las horas hasta la actuación del cabeza de cartel, y al que seguirían Anthrax, Megadeth y Avantasia, que fueron anunciados creo recordar un par de semanas después. Por cierto, después de este último anuncio, anunciaban una banda más que nunca llegó...

Ni que decir tiene que pagar 60€ por este cartel, a priori no puede parecer tan caro. El problema viene cuando ves con que grupos se han revestido la actuaición de los Maiden en Francia, Italia y Alemania, por ejemplo. Aquí tuve un problema con una web de metal que seguía, por expresar mi libre opinión sobre el cartel, y las condiciones. Ellos muy dignos, yo creo que esperando los pases vip y pases de prensa, defendían la organización y los grupos traídos de manera incondicional, y aunque me explicaron las condiciones de este festival, que a nivel europeo, funciona a modo de franquicias estatales, con los increíbles costos en organización, infrastructuras, personal, seguros, aviones, hoteles, etc. etc., que esto es #Españistan, lo cual tienen razón, y entre poco movimiento, IVA y SGAE se iba mucha pasta... pero sin querer admitir en ningún momento que los aficionados al género ya nos hemos movido dentro de este festival y sabemos como funciona.

Pero el caso es que en la tarde del viernes 31 de mayo nos pusimos en funcionamiento con las ganas de disfrutar, paladear heavy, reir, saltar y gritar; preparados con nuestros bocadillos para antes de entrar en el recinto y para después de salir de él, intentando minimizar costes y evitar perder mucho tiempo en colas, que ya conocíamos.


Ahora continuamos con la habitual crítica a los grupos que vimos para acabar con la no menos tradicional crítica y puesta en solfa del desastre de festival que montan Sonisphere España S.L.




Nuestra intención era clara: Llegar para ver a Ghost. Y así hicimos. Decir que a priori, y a posteriori con matices, el emplazamiento madrileño de este año, me pareció muy bueno: Con salidas fáciles a la A3 y M50 (aunque nunca señalizan con el cartel del festival), con bastante aparcamiento, con espacio asfaltado central, y gradas que envolvían el escenario. Quizás lo único lamentable, el viento pegando, que parece ser propio de la zona y que con la orientación del escenario daba problemas de sonido y que en el espacio central, más que pedaltado lo que era es un hoyo.

Pero allí estábamos con ganas de ver a Ghost. Quizás excesivas por mi parte, no queriendo reconocer que quizás este tipo de festivales minimizan lo que Ghost puede ofrecer y dejándolos algo descuadrados antes de ver a los Maiden. El caso es que sus dos buenos primeros discos (el primero a mi juicio excelente y sorprendente) quedaron descafeinados en una actuación muy mediatizada por el lamentable audio que había en ese momento en el recinto, y ante un público que parecía más esperar a los Maiden que paladear a los suecos. Lo cierto es que a las 7 de la tarde cuando empezó Ghost el sol reinante hizo desmerecer la puesta en escena, tan rica y fascinante, y el sonido de Hard Rock y rock setentero quedaba minimizada.

Compartiendo las primeras cervezas sonaba la intro de los suecos, el Master Ball de Jocelyn Pook, y pronto fueron apareciendo los integrantes del grupo, hasta hacer entrada el Papa Emeritus II para abrir con Infestissuman y Per Aspera ad Inferi, antes de descerrajar un Con Clavi Con Dio, excelso y metódico que sonó mucho mejor que los primeros temas de la actuación. Continuaron unos minutos más con Secular Haze, Stand by Him, Death Knell, Year Zero y terminaron con Ritual, un temazo de su primer disco que sonó fenomenal, y me dejaron con ganas de más (sobretodo de Elizabeth). Fue una actuación de suficiente raspado la verdad, quizás mediatizado por las ganas que les tengo (y mantengo) quizás por estar ubicados fuera de sitio. Tampoco ayudaron los fallos técnicos que metieron voces sampleadas a destiempo, pero aún así pondremos a Ghost como otro grupo con ganas de verlos en directo, pero en una sala pequeña, a oscuridad. Y habiendo tocado temas, como Con Clavi con Dio, Stand by Him y Ritual a tan buen nivel y clavándonos en el cerebelo ese "Satanas; Lucifer" , bien lo merecen.

Iron Maiden

Era el momento que todos estábamos esperando y poco a poco nos encaminabamos a ello, hasta que empezaron a sonar los acordes del "Doctor, Doctor", de UFO, entrada inequívoca de Iron Maiden cuyos integrantes empezaban a desfilar por un escenario de tonos azules y morados (rememorando la portada del Seventh son of a Seventh son) ante una audiencia enfervorizada. Entraba a través de las pantallas, y enlatada, la intro del Moonchild (todos los grupos lo hacen, pero meter en un concierto partes de canciones grabadas del cd original, me parece feo, y un sacrilegio cuando hablamos de Iron Maiden) y Bruce Dickinson correteaba por la parte superior del escenario, mientras la luz natural deslumbraba a los espectadores y deslucía el juego de luces de los cabezas de cartel (en #Españistan nunca pondremos a los grupos grandes de noche, verdad, será porque somos el paraíso europeo del sol, en fin...).

Dickinson soltaba la primera estrofa del MoonChild, y ya veíamos que el sonido no era el mejor. Tampoco digno de Maiden, y ni siquiera para un supuesto festival de renombre (la palabra clave, supuesto). Es más, podíamos decir claramente que el sonido era malo, y no estariamos exagerando. El viento seguía haciendo de las suyas y dificultando la audición del concierto. Los Maiden finalizaron en periódo de pruebas el MoonChild que comenzó la versión enlatada preludio de la actuación, y así sin más Dickinson descerrajó "Can I Play With Madness", siguiendo el guión dictado por Seventh son of a seventh son, que ya sonó bastante mejor, para llegar a uno de los momentos redondos: The Prisioner. La banda se encontro a gusto y exacerbo aún más al público haciéndonos olvidar el viento, el sol y el resto de los elementos no invitados, al son de los dos solos inmensons de Smith y Murray que ofrece este tema.



Subidón que se vino abajo, inexplicablemente con "2 Minutes to Midnight", donde mientras todo el auditorio se volcaba en corear y cantar el tema, se noto la ausencia de la voz principal de Dickinson, durante una estrofa entera, mientras trataba de desenredar el cable del micro del pie. Bastante dramático, aunque tener como compañeros de viaje a esta impresionante banda, minimizo el estropicio, aunque aún así, no esta de más decir que con más de 30 años tocando por todo el mundo con la banda más grande del género, debería haber bastado para sacar el micro del pie, echarle cara, seguir cantando y ya se desenredará el nudo, cuando se pueda.

Después de esto el concierto, eso sí, y como era de preveer mejoro mucho. Tanto en la intensidad ofrecida por los Maiden, como el propio sonido que por fin se ajusto, a lo que en el escenario había y a las expectativas generadas. Incluso ayudo también el atardecer, dejando ya si entrever los juegos de luces en el escenario, con los inmenos telones "temáticos" de los Maiden para cada canción, además de ya sí y por fin, eliminando el factor vislumbre en el público cuando alzaba la vista al escenario.

Llegó todo ello con la parte en la que nos devolvieron a la adolescecia, con los himnos "The Trooper" y "The Number of The Beast" que sonaron fantásticos y redondos, haciéndonos a todos los presentes parte de la fiesta, ya imparable, y que continúo sin fisuras por "Phanthom of the Opera", "Run to the Hills", "Wasted Years" y "The Clairvoyant" con el bajo de Harris, tan característico e inolvidable. El escenario cambiaba con cada canción al igual que los clásicos riffs de guitarra y así, nos encontramos con un organo en la parte superior del escenario, a la derecha de la inmensa cabeza de un Eddie, de blanco espectral. Sonaba "Seventh son of a Seventh son" y aunque probablemente pueda parecer lenta, densa y compleja esta obra, sin duda alguna, germén de lo que hoy conocemos como Metal Progresivo, mantuvo acorde todo el espíritu de los Maiden. Había quien opinaba que debía quedarse fuera del setlist, en un concierto que ya de por si, es un repaso, un todo éxitos en vivo de los más grandes, pero el propósito de este concierto, esta gira, no existiría sin este momento, homenaje y puesta en valor de uno de los hechos que más claro ponen de manifiesto en la intensa y soberbia capacidad creativa de Iron Maiden.

No bajo el espectáculo, porque otro Eddie nos "atemorizaba" y el escenario se envolvía en colores verdes y azules, resaltándolo y haciéndolo más brillante. Se mezclan los vitores con las voces simuladas del público de la intro de "Fear of The Dark" y joder, como sonó. Fantástica, perfecta, sublime, inolvidable, una vez más. Sólo puedo decir que todo lo demás sobra, por esta canción merece la pena ver a los Maiden. Una, dos, tres, mil veces, las que haga falta. Es indescriptible la sensación que te recorre con este himno histórico de nuestro género, sonando en vivo. Ahora escribiendo se me eriza la piel de tan sólo recordarlo. Si no has visto Iron Maiden, ve y paladea Fear of The Dark; si lo has visto ya, vuelve; Ambos me lo agradeceréis.

Fue el perfecto preludio a una acelerada pero no con menos pronta de calidad "Iron Maiden" que supuso el cierre a la actuación, y que calento lo suficiente nuestras voces para pedir otra al grito de la canción homónima. Y allí salieron rapidamente para regalarnos, tres bises, perfectos en la parte musical y escenográfica. "Aces High" sonaba perfecta en ritmo y guitarras, pero con falta de aliento en la voz de Dickinson, que aún así, esta vez dió todo lo que tuvo, y con eso valía para "perdonarle" aquel lío con los cables en "2 Minutes to Midnight"; el segundo bis, "The Evil That Men Do" sonó impresionante de fuerza e intensidad con una Janick Gers muy cachondo con la guitarra (lástima que su importancia "musical" haya quedado en un segundo plano) y un Harris que una vez más nos ametralló con su bajo... para cerrar como viene siendo habitual "Running Free" en un fin de fiesta redondo y coherente, por el que nos dejaban salir libres, con la sensación de haber disfrutado con Iron Maiden.

En resumen, fue un concierto de menos a más, hasta un notable alto, por parte de estos mounstruos iconoclastas del metal, cuyo gran éxito es que siempre, siempre, después de verlos, escucharlos y disfrutarlos te siguen dejando con ganas de más, y muy importante, con ganas de volver a repetir.

SETLIST: Moonchild/ Can I Play with Madness/ The Prisoner/ 2 Minutes to Midnight/ Afraid to Shoot Strangers/ The Trooper/ The Number of the Beast/ Phantom of the Opera/ Run to the Hills/ Wasted Years/ Seventh Son of a Seventh Son/ The Clairvoyant/ Fear of the Dark/ Iron Maiden/ Aces High/ The Evil That Men Do/ Running Free/ .



Anthrax



De manera sorprendente no tardaron mucho los américanos Anthrax en salir al escenario. Tan sólo 30 minutos después de que terminará la doncella de hierro, los trashers neoyorkinos ya descerrajaban su setlist mostrando que no iban a permitir que nadie se aburriese con ellos en el escenario.

Y esa fue su motivación, pura diversión, con buen trash metal como herramienta aplicada con intensidad y ese punto gamberro que hace que te lo pases genial con ellos tocando. Puede que no te gusten o no los conozcas; hasta que odies el trash metal, pero lo seguro, lo único seguro es que con Anthrax no vas a salir diciendo menudo bodrio o menuda mierda de concierto.

Aunque continuó la tónica de todo el festival con un sonido lamentable, los primeros riffs de “Amont the Living” dejaron claro que poco importaba a las huestes de Belladona tal hecho. Su vocación festiva, fiestera y festivalera era lo más importante y así los 5 integrantes de Anthrax, del que como simpre, sobresalía la imparable energía de Scott Ian que no paró de moverse en todo el concierto, y joder, desde la lejanía en la que saltaba y le daba al kalimotxo, juraría que no perdió una nota. Pero no fue el único, toda la banda dió muestras de empatía y talento que llegaron a un momento máximo cuando sono, mi favorita de ellos, “I am the law” que sonó muy grande.

Fue tras ese momento cuando las luces se apagaron un momento para volver a encenderse con los rostros de Ronnie James Dio y Dimebag Barrell entrando en una zona de homenaje que Anthrax tuvo a bien rendir a dos de los talentazos del metal que nos han dejado antes de tiempo (aunque haga ya unos cuantos años), sin que eso resentierá el sentido festivo de su actuación, pero eso sí, sin dejar de mostrar respeto en la alegación de Belladona que se cerró con “In The End”, canción de su último disco.

Como no podía ser menos, una de las grandes especialidades de Anthrax son sus versiones, en ocasiones tal cual, y en otras aceleradas y pasadas por un filtro “trash”, de grandes temas del metal, pero también del rock y el hard rock. Así nos mostraron un “TNT” de ACDC que enervó a todo el respetable y que coreo como si fueran los propios aussies los que la estaban interpretando. Y por qué no decirlo, también nos mostraron un “Rainning Blood” mejor que un año antes nos habían ofrecido los propios Slayer, en el Sonisphere 2012.

Y así llego al final de su corta, pero intensa y sobretodo divertida, actuación con su clásico cierre “AntiSocial” ejemplo de unos Anthrax en plena forma, en todos sus miembros, teniendo respeto a su profesión, a su legado, al metal y al público. Ojala vuelvan pronto por #Españistan (no se prodigan mucho por aquí) y los veamos en una actuación en una buena sala y durante más tiempo.


Megadeth
Es un secreto a voces. Ya lo he dicho muchas veces. He sido protagonista de discusión entre metaleros subidos ya de cervezas. Pero es que no soporto a Megadeth, ni su música, y sobretodo a su líder-fundador, Mustaine. No tenía ninguna expectativa con ellos, y por no esperar, ni siquiera esperaba su “Symphony of Destruction”, temazo icónico, pero que por si sólo no debería justificar la fama, en mi opinión absolutamente inmerecida que tiene Mustaine y su banda.

No dudo eso sí de que sea un guitarrista potente y virtuoso. O que lo hubiera sido. Me da igual sus affaires y envidias con Metallica, y me dan bastante lástima su peregrinar entre drogas que le llevan reventado por la vida. De los 5 grupos que pude ver en el Sonisphere 2013, todos tuvieron un sonido lamentable, pero el que se ajusto con Megadeth fue el peor con notoria diferencia.

Toda la actuación en conjunto o individualizada era absolutamente inaudible. De hecho mediado el concierto lo que se oyó muy bien fueron los pitos dirigidos a Mustaine como alma mater y principio y fin de Megadeth. Pero también pitos a Sonisphere SL por un festival de tan bajo nivel y con tantos errrores que en este momento sumaban uno más: El convocar a Megadeth al cartel de Sonisphere 2013.

Y es que fue de verguenza ajena ver a arrastrarse al pelele en el que esta convertido Dave Mustaine, que aunque si que lució brillo en algún riff o sólo aislado, no sólo fue incapaz de conectar con el público que no podía ni oirle cuando soltaba un hilo de voz para interactuar con él, sino que además, y quizás lo peor, le daba igual todo.

Por eso no dedico ni una línea más a Megadeth. Fue un espectáculo lamentable que me cuidaré de no volver a repetir ver.

Avantasia
Lo que a media tarde era un viento que dificultaba la audicón del concierto fue avanzando por la noche hasta convertirse en un frio helador, dejando la sensación térmica varios grados por debajo de la temperatura oficial, que circulaba en ese momento por los 10º grados.

Mucha gente se había marchado ya, y a mi, personalmente, no me dejaba de sorprender. Como digo hacia ya un frío del carajo, había hambre, las colas eran insufribles, y quizás se tardaba demasiado tiempo en montar el escenario del fin de festival que iba a corresponder a Avantasia.

Pero reconozco que casi dese que se anunció el cartel, este ganó muchos enteros con la incorporación del proyecto de Metal Opera de Tobias Sammet, y para mi la hora no era un impedimiento sino un objetivo.

Pero el escenario se termino de completar. Sonaba el “Also Sprach Zarathustra" de Richard Strauss como introducción. En una balustrada a la que se accedía a través de unas escaleras se colocaron los coristas (Thomas Rettke y Amanda Sommerville, colaboradora habitual de Épica). Debajo de ellos la bateria de Felix Bonkhe y el teclado de Miro Rodenberg. En la parte más baja aparece Sascha Paeth con su guitarra, junto al otro guitarra Oliver Hartman . Y tras ellos apareció el maestro de ceremonias, un Tobias Sammet, ataviado con su sombrero negro de cowboy que quería y sabía como conseguirlo animar a las almas que había en ese momento en la platea de Sonisphere 2013. Almas que sin ningún lugar de dudas, se habían quedado ahí, por ellos, por él y por Avantasia.

Basaron su corto set de poco más de una hora en sus tres primeros discos, tocando del último únicamente la primera, "Spectres", con la que abrirían la actuación y desechando temas del binomio "The Wicked Symphony"- "Angel of Babylon".

Como decía sonaba “Spectres” como primer corte, y lo hacía muy agitada e intensa favorecida por una bajada en la fuerza del viento que nos había dado el festival, y que permitió quizás las mejores condiciones, que no perfectas, para el sonido de un concierto al aire libre, pero que los técnicos de Avantasia, supieron manejar para no estropear el incomparable espectáculo del Metal que nos iban a ofrecer.

Acabada “Spectres” y al grito de “Avantasia, in Spain finally” llego el mejor momento del Sonisphere 2013: “The Scarecrow” que Sammet empleó de manera magnífica para meterse al público en el bolsillo con los casi 12 minutos de la musicada teatralidad del tema, con todos los componentes como cómplices, haciendo pasar de las partes cantadas, a las instrumentales con un derroche de interpretación perfecto que fue recogido por las guitarras, bajo, los teclados y la bateria para desglosar distintos sólos que justificaron sin ninguna duda, el viaje, el frio, el dinero, el hambre, el aguantar hasta ese momento y el soportar al viento, a Mustaine y a Sonisphere SL.

Acompañado en ese momento por Ronnie Atkis (“The Pretty Maids”), Sammet no dejó a nadie indiferente y poseyo en ese momento para él, y para su proyecto de Metal europeo, el títuo de grandes triunfadores del Sonisphere 2013.

Continuaba la actuación, y era díficil ya alcanzar ese momento acabado de vivir, pero lo cierto es que durante toda la hora que quedaba, no se alejo nada de ese instante. Y así entraron "The Story ain’t Over" con Bob Catley de acompañante, para de seguido llenar el escenario, porque un tío como él sólo sabe hacer eso, Mickael Kiske y hacerse el socio ideal de Sammet en "Reach Out for the Light" . Ver al ex- Helloween sobre el escenario fue un sorpresón mayúsculo para quien escribe, y supuso un dueto maravilloso junto a Sammet que se llevó una ovación brutal de las personas que allí estabamos alucinando de que manera con el show de Avantasia.

"Breaking Away" siguió por mismos terrenos, llegando a los compases más propiamente folk de "Farewell" y dejándonos eclipsar por la belleza de Amanda Somerville y sus incomparables voz y técnica, con todos cantando un estribillo que Avantasia finalizaron con cinco voces a cappella perfectamente conjuntadas.

Eric Martin sería el próximo en aparecer regalándonos toda la clase que posee, que no es poca, y haciendo un magnífico dueto en el increíble "Dying for an Angel". Tras él, llegaría uno de los momentos más curiosos, y es que Tobias se retira del escenario, dando paso Eric a Ronnie Atkins, quien volvería a escena para cantarse los dos un celebradísimo "Twisted Mind" que quedó sensacional aunando la elegancia de Martin con la fuerza de Atkins. 

La vuelta de Sammet para darnos las gracais por seguir allí (ya eran las tres y media de la madrugada) e interpretar "Lost in Space" que de nuevo cantaríamos voz en grito. Volvían Mickael Kiske y el power metal alemán por excelencia con "Shelter from the Rain", uniéndoseles al final Bob Catley.

Nos acercábamos al inevitable final y, aunque nos supo a poco, nos quedamos con el momento más mágico de su actuación, un "Sign of the Cross" grandioso con todo el elenco sobre el escenario, intercalando con fragmentos de "The Seven Angels" donde fue una delicía escuchar todas esas voces cantar al unísono.

Espero que pronto Tobias Sammet (parece que esta inmerso en un nuevo disco y gira con Edguy) nos regale esa gran actuación de Avantasia en España. Una actuación propia de Metal opera, en un lugar adecuado para tal evento, tanto en disposición como duración, porque no tengo ninguna duda de que será inolvidable. Avantasia, os esperamos. 


Crónicas Sonsphericas

No deja de ser una tradicción que tras paladear un festival en #Españistan haya que dejar un hueco bien amplio a la parte inevitable de quejas, situaciones lamentables y despropósitos organizativos que sufrimos los amantes del metal por estos lares, tierra de Sol, flamenco y tortilla de patata.

Llegados a esta altura de la película, esta claro que no todos podemos permitirnos pagar una entrada para un festival. Aquí hay que recordar, que mientras el festival de la franquicia Sonisphere en Francia era de 106€ con un cartel mucho mejor y de dos días, nosotros hemos pagado 65 pavos, por un cartel en el que Iron Maiden era el reclamo (aunque a mi me entusiasmo ver que iba a venir Avantasia) , pero de un sólo día, sin entrar a valorar cual es el salario mínimo francés (1.425,67 €) y el #Españistani que no llega a los 650€ al mes.

Pero una vez que hemos pagado podemos soportar cierta clase de inconvenientes con tal de disfrutar de nuestros ídolos y bandas favoritas, puesto que como decía hace un par de párrafos, en este país, en el que parece pecado el querer tocar, o el tener un sala y que en ella se puedan ver actuaciones de metal regularmente; en el que hay que luchar cada día con esa degeneración musical llamada flamenco y música pop enlatada por televisión y programas de “nuevos talentos”... pues bien, con estas condiciones se pueden soportar tardes y noches de calor abrasador o de frío helador, de hacinamiento como ganado (este año, no han querido la habitual cola para comprar los tickets de comida y bebida y así poder evitar aglomeraciones en un sólo punto. Supongo que esto era una inversión en personal y ticketaje que se han ahorrado) o aguantar condiciones insalubres. Hay quien puede soportar el comer un bocadillo, de lo que sea, helado junto a un retrete portatil tras una hora, de reloj, de larga cola (yo aquí como decía al principio y aprovechando la “especial” condición del festival decidi llevar bocadillos para antes y después). Podemos soportar que un soplapollas nos tire el litro de cerveza o por lo menos le pegue un vaivén por el que peligre la integridad física de este, sin tener que rechistar, incluso pudiendo confraternizar y hacer hasta unas risas. Son pequeñas cosas que se pueden soportar, podemos pensar. Pero no, yo ya estoy agotado de lidiar con esta empresa, de la que he sido cliente suyo los últimos tres años, y edición a edición las cosas, lejos de hacerlas mejor, constantemente se empeñan en repetir los mismos errores. Errores que tienen un único y claro motivo: El ahorro. Toda la pasta que se ahorran en contratar más personal, o en mejorar las condiciones de los espacios que vamos a compartir miles de personas, se la meten en sus bolsillos tras haberla sacado de los nuestros al mismo precio vengan 10 grupos o 22. Uno o dos días. Esta es la realidad.

Como decía al principio del post, ya conozco el funcionamiento de este festival en #Españistan, pero aún así, no deja de sorprender que se tardarán dos meses más en cerrar el cartel de esta edición, comparado con el de resto de países europeos donde ya a principios de marzo se conocía su composición.

Las redes sociales hervían pero por el público que asistía incrédulo a la desinformación más absoluta de un festival que no sólo no confirmaba todos sus artistas aún llevando ya tiempo las entradas a la venta sino que no generaba noticias, no interactuaba e incluso confundía canciones y videos de los artistas que promocionaba.

Y así estamos en el día después. ¿Qué nota le podemos dar a todo el evento? Pues bien, por el simple hecho de paladear una vez más a Iron Maiden y su gira del Seventh Son of a Seventh Son, el buen concierto de Anthrax, y sobretodo gracias, al conciertazo brutal de Avantasia, un 7. Pero es que estas tres actuaciones va toda la nota.

A Ghost le voy a dar un voto de confianza, pero el fiasco de Megadeth ensombrece toda la gestión, ya de por sí penosa, del organizador con los grupos y músicos, porque que Megadeth entrará en un cártel cuando es evidente que esta lejos de ser una banda de calidad es más que un error evidente.

Del resto de bandas, de perfil bajo para la tarde del día del festival no entro a valorar, aunque me dijeron que Newsted estuvo bien. Bandas de relleno. Espero que puedan ir ganando peso y podamos verlas en otros festivales u otras ediciones con más importancia.

Entre las cosas que me molestan tocan los huevos por ejemplo esta el hecho de que te cachen a la entrada al recinto. Te dicen que es por seguridad. Te tiran si llevas un bocadillo, o un paquete de estos alargados de filipinos (lo ví con mis propios ojos). Por supuesto te quitan si llevas latas, o botellas de plástico con, supongo, agua. Luego compras una botella de 25 cl de agua, a precio de 2 litros de gasolina, y te quitan el tapón, no sea que la vayas a rellenar... o espera, será del agua de la cisterna, porque el agua corriente esta cortada en los únicos baños de obra, habilitados. También te dicen que es por seguridad, no sea que la tires a la multitud, o al escenario, o te de por tirarle el bocata de sobrasada, chorizo o caballa al famélico Mustaine. Pero luego resulta que llegas al centro de la platea, y esta todo lleno de piedras, y cantos rodados que se pueden arrojar hacia cualquier punto y desgraciar a la desafortunada víctima. Pero te han tirado el bocadillo que con tanto amor te ha hecho tu madre, o la botella de agua que has comprado de una maquina al salir de una estación de bus o de metro, eso sí por seguridad.

Otro hecho curioso es que lo que llaman Black Circle, es una entrada distinta, más cara, en la que los que tengan a bien pagarlo, se supone disfrutarán de estar cerca de los músicos y recibir algún salivazo de Mustaine. Pues bien, en el resto de Europa hay que decir que esa posiibilidad es un aliciente para los primeros que llegan, no un sobrecoste para una entrada, y más cuando resulta que ha trascendido que mediada la tarde, antes de la actuación de Ghost, abrieron el Black Circle hasta llenar aforo para “dar mejor imagen”.

El auditorio de este año, el Miguel Rios de Rivas, no esta mal. Es un buen espacio y una iniciativa buena promovida por un ayuntamiento distinto, para poder ofrecer a sus vecinos eventos con una calidades mínimas. Si hubiera estado bien acondicionado y si su orientación fuera más oportuna sería un lugar fantástico.

Tuve la fortuna, o mejor dicho la inteligencia, de no necesitar los puestos de comida, pero quedaban claro que el precio era exhorbitadamente caro para la calidad que se ofrecía. Lo de los servicios de juzgado de guardia. Y otro punto sorprendente la escasísima iluminación que hubo en el recinto en los espacios entre conciertos.

Ya por último, y no deja de ser habitual y de los errores más perniciosos, no había ninguna información a la hora de salir del recinto para que las personas que necesitarán emplear medios de transporte público llegar, sobretodo a Madrid.

En fin, año a año, el festival de Sonisphere va dando pasos atrás que no hacen preveer un futuro muy largo para el evento, puesto que cuando trabajas, únicamente pensando en el dinero que vas a recaudar, y poco o nada en los servicios y espectáculo que vas a ofrecer a tus clientes, pues lo más normal es que tengas que echar el cierre por incompetente.



martes, 13 de marzo de 2012

Santander. Estimulante y relajante


Hacía mucho que no salía de la provincia de Salamanca. Mucho que no veía el mar. Muchísimo que no cogía el "saxito" y hacía un viaje, de mucha carretera, de estepa castellana y noche estrellada por faros de coches... Recordad aquellos días, volver a pensar, todas y cada una de las cosas que me suceden; esa reflexión pausada de pos y contras mientras conduces a 120 km/h como velocidad de crucero. Un modesto viaje que a la vez es grande e intenso; puro conocimiento de uno mismo en la soledad del vehículo, con la música, mi música, como acompañante y estimulante. Sordos dejaríamos juntos con tanto himno, tanta vehemencia.

Y el destino era Santander. La capital cantabra que albergaba desde hacía una semana a mi hermanito en un curso intensivo de inglés en la Universidad Menéndez Pelayo y en el que se alojaba en el albergue junto al Palacio de Magdalena, conjunto histórico, palaciego y residencia veraniega de AlfonsoXIII, y que enclavado en una península da abrigo a la bahía de Santander y a toda la ciudad.

Desde las 7 de la mañana que inicie viaje rumbo Norte atravesando Valladolid y Palencia, para ya en Cantabria, nada más cruzar un incipiente Ebro, mientras, casualidades de la vida, los hijos pródigos La Fuga resonaban en el interior de mi coche, parar en Reinosa, bello pueblo de montaña cantabra, cuya salida daba comienzo a un itinerario espectacular y asombroso de verdes valles, escarpadas cimas y continuidad de pueblos y localidades de puro estilo montañero.

Y así llegar hasta Santander, primero a recoger a mi hermano en el Palacio de Magdalena, para luego llegar al hotel San Glorio, ya en el centro de la ciudad, que nos ha acogido estos dos días, dado de desayunar y hotel que recomiendo vivamente, tanto por su situación, instalaciones, como también por el trato personal, especialmente de el recepcionista que nos dió validez a la reserva y registró, y que no sólo nos dió consejos sobre como aparcar por la zona y que salía más o menos económico sino que se ofreció a dejarnos su plaza una vez acabará su turno. Un crack.

Aunque era evidente que en tan sólo un par de días conocer la ciudad, con toda su oferta (cultural, monumental, gastronómica, paisajística y turística y de descanso) que ofrecía era imposible cada paseo, cada mirada ha confirmado mis prevías sensaciones de tierra bella, acogedora y especial.

Con un centro histórico de edificios limpios, que respiran en torno al puerto y paseo marítimo que limita toda la bahía hasta la península de la Magdalena, donde ya comienzan arenosas y luminosas playas, las calles (y cuestas) se van sucediendo, con detalles que no deben de escapar en cada fachada, ácera y jardín.

Pero sin duda si algo tiene Santander y Cantabria que ofrecer y es ya conocido es su gastronomía. Dejo para la siguiente ocasión una sentada en torno a un buen Rioja y un gran cocido montañés. Pero nuestras rutinas culinarias que han sido seguir la filosfía del tapeo y el ir de pintxos han dado excelentes resultados, desde unos pimientos rellenos hechos al instante de pedirlos, recientes, jugosos y sabrosos, caldos, croquetas caseras, pintxos elaborados con el mar como protagonista y la anchoa como estrella (vestida de quesos) o tabla de quesucos de Liébana, .... todo regado con buenas cervezas y profesional simpatía que hacen muy recomendable estos paseos (siempre con la guía de turno, y en eso mi hermano es un hacha) aunque a priori un vistazo a las pizarras y cartas, pueda parecer algo caro. Pero la manida relación calidad-precio es más que justificable y las sensaciones vividas en un bar de pintxos y una buena conversación no tienen desperdicio. Dentro de los cinco o seis tascas que visitamos, altamente recomendables el Fuentedé (C/ Peña Herbosa; donde degustamos los pimientos rellenos y en un local con mucha solera y apuntado que ha quedado para degustar el cocido montañés...) y también el Rampalay (c/ Daóz y Velarde) con una exquisita, ingente, variada y sugerente barra de pinchos. Ha habido más y todos ellos, tanto bares, restaurantes, como locales de copas, pubs y cervecerías tienen su encanto y no desentonan en absoluto con la ciudad.




Y si había algo que me alimentaba y esperaba era volver a ver al mar, bañarse, o simplemente caminar por la orilla de una playa como la de El Sardinero; cuidada, brillante y magnífica a la que sólo le falto un punto menos de viento y oleaje. Y es que es díficil encontrar algo en este mundo que a la vez pueda resultar tan estimulante y relajante, en el mismo momento y tiempo, como una playa; el crepitar del mar, la salinidad que cubre la respiración, las diferentes sensaciones, texturas que cubren la piel; esa paz interior y exterior que reina cuando fijas la mirada al horizonte, cuando se es consciente de que en ese traje de arena y mar de vivir un momento inigualable. Y cuando todo eso lo vives en un lugar como Santander la sensación se incrementa y dispara; la insignificancia que sientes no importa ante lo imponente del paisaje; playa y bahía rodeada de monte. Paseos marítimos de blancas balaustradas que fronterizan con casas y edificios señoriales, y todo ello abrazando el dorado de playas de marea intensa o escarpados acantilados y que al final se funden en el verde de la tierra y el azul del mar.


Especial mención, por supuesto, a mi hermanito, gran cicerone, acompañante, soldadito marinero y persona vital y tipo genial que es. Y a sus "canarios" amigos, Jenifer y David. Otros dos grandes a los que también se les va a deber una visita y que esperamos también quieran cobrársela con un poco de piedra de Villamayor.

Conocer, en estos dos días, toda la ciudad era tarea complicada (contra más los alrededores y provincia) y dado lo satisfecho que ha quedado uno, lo accesible del destino y lo realmente bueno que queda por conocer, no cabe duda de que volveré y pronto a poner rumbo a Cantabria para pasar unos buenos días de desconexión de la rutina mesetaria salmantina.

jueves, 17 de septiembre de 2009

Ferias y fiestas


Las Ferias y Fiestas de Salamanca, nunca habían sido de mi devoción más allá de algún escarceo musical, o fiestero similar al de cualquier momento del año. Y en este la programación tampoco es que fuera como para imaginar cosas nuevas, pero con ese invento de las casetas las fiestas patronales se han animado muchisimo más, aunque lo que empezo siendo una idea ingeniosa, divertida y una forma de sacar al salmantino medio, tercio, cuarto y a los orgullosos de serlo, no serlo o sufrientes por el estado de la ciudad y provincia a la calle.

Pero ya va siendo hora de mejorar; y no lo dice un tio que ha salido uno o dos días. He cenado de casetas todos los días, menos uno, y en ese comí de casetas. He visitado todas las zonas. Rúa, Dominicos, Santa Eulalia, Agustinas, Úrsulas, calle Toro, Plaza Colón y sólo me ha quedao las de la Alamedilla, donde parece ser, se encontraba el mejor pincho de feria. Así que habló con conocimiento de causa, y antes de enfrascarme y reirme de los buenos momentos vividos, capítulos a mejorar: Servicios públicos, urinarios o lo que sea, portátiles o fijos, da igual, pero es lamentable que se invite a la gente a beber en la calle y el ayuntamiento no ponga unos urinarios portátiles para que la gente micione donde no estropeé ni la vista, ni el olfato y mucho menos el patrimonio. Entrando ya en la calidad del pincho/consumición, lo primero que llama la atención es que instalen casetas baretos que no se dedican a ese menester de manera habitual. El precio ha subido, y la calidad ha bajado. Se tira de lomo en muchos de los sitios, cada vez más fino, cada vez con menos salsa. O es que no hay creatividad, que no, o no hay interes, que tampoco, o solo hay mucho morro, que seguro que si. Promover que se yo, un concurso premiando la originalidad. Así llegar a pinchos como los del Doze en la Rúa con su solomillo y morcillas con mermelada sobre cebolla caramelizada, o ese pinchazo de garbanzos con marisco es un lujo, por lo tanto para mi ganadores (no obviar a las 3 camareras más guapas de toda la feria). También muy agradable, las casetas regionales, Asturias, Extremadura y Andalucía, a mi con Salamanca me sobra todo el resto, jejeej. Esas sidras, vinos de pitarras, rebujitos, cervecitas, pinchos tardicionales, tablas de quesos... Y nuestra sidreria particular, con David de garante y amigo, corrió la sidra, literalmente calle abajo (aprenderé a escanciar, koño)... pero en otras muchas era de risa las cantidades. Chupitos de cerveza parecían, coño, no te digo que nos pongan un pilon, pero joder... así se hacen de ricos los de siempre, con la complicidad del ay-untamiento.

Y aquí volvemos a la organización. Conciertos, nefastos. Ni uno salvable o mejor dicho apetecible, porque tanto gitaneo, tanta radio-fórmula y popitos de mierda. Hay más músicas señores, y aprendan de otras ciudades, donde en 7 días de fiestas, traen actuaciones para todos los gustos!!! Más allá de que si que hubó teatro, y buenas actuaciones en las plazas y calles, tampoco estaría demás hacerlas si continúas durante el año, como asi solicitó alguno de los protagonistas, artistas en toda regla, que merecieron mi aplauso y merecen admiración y apoyo. Con el programa taurino desplazado para una semana después de las fiestas, sólo han sido las manidas casetas las que sacan a la calle a la gente, eso sí, que no falte inauguración del Corte Inglés, o de la explotación, el trabajo precario y el servilismo,...

Pero quedándonos con lo mejor, como siempre, amigos y amigas, para compartir noches y cervezas, cenas al aire libre o fiestas inolvidables. Ennumerarnos a todos requiere esfuerzo, pero no ha de ser baldío. Esos Franes, Ruth, la prima onubense de Dani, Carmen, y sus secuaces, Raúl y la Vicky, y los habituales, con más alternancias que otra cosa. También Agus, mi compañero de curro, con sus extranjeritas... o mi hermano, Nerea y su hermana; O como se hace tan necesario de vez en cuando una charla intensa y transcendente sobre la vida, lo cotidiano, lo político, el orden mundial, la paz, Cuba o la hipocresía. Er Dani confirmado como number one, y los otros creciditos en la miseria humana.

Porque hay que tener respeto y saber pasarselo bien, sin necesitar a nadie y sin ofender. Por eso no más líneas...

Cualquier momento era bueno para salir y devorar la ciudad, vivir el ambiente festivo, compartiendo alegría, risas y buenos momentos. Arrimarse a codazos a las barras para acariciar una cervecita o fresca sidra a la boca, y rebuscar algún manjar, primero para probarlo, luego degustarlo y ya por último a conciencia y sabiendo de que se trata. Porque no se puede uno engañar, hay sitios donde la actitud de estos días, te invitan a no volver, pero otros que te ganan, por lo menos para pasar una vez por su perenne local.

Y después de cenar que mejor que continuar la fiesta, gastándonos los cuartos, si, por lo que habrá que tirar pa' atras como se dice comúnmente, pero no parando de bailar, disfrutar, reir,... en definitiva, de hacer unos días especiales e inolvidables, como inolvidable es mo cushtle, lejos pero cerca, al lado de mi corazón, con quién he soñado y sueño vivir todos estos momentos y los que vayan pasando.

lunes, 29 de junio de 2009

Finde alternativo


Y es que pese a que ver a todas esas niñas wapas, que encima nos sonrien y nos tratan como iguales, -no por lo de guapos, evidentemente- de vez en cuando, no viene nada mal, pues pegarse una escapadita, un finde de descanso y relax, o un viaje para ver gente y tugurios nuevos. Y como existen múltiples opciones, y las más baratas las hemos probado pues decidimos irnos de camping, al Jerte, a pegarnos un bañito en un rio truchero, de aguas frias y claras, y en un valle que hechiza, embelesa y acobarda a cualquiera que lo visite y se convierte en inolvidable paraje de sueños y memorias a quien lo haya visitado.

La opción del camping y pasar noche a ras de suelo, con cielo estrellado, pero oculto tras la canadiense no la habíamos practicado, y pensábamos que era de las más económicas que nos podían salir. No es que nos hayamos gastado un dineral, pero con un poco de cara por nuestra parte, y una de menos por parte de los dueños del camping pues algo más se hubiera ahorrado. Pero aún así, la experiencia fue genial, y entre los preparativos, montar el show, y el show montado de la tienda. Clavar esos hierros más torcidos que la costura de una media de rejilla a las 6 de la mañana. Con los últimos rayos de luz finiquitamos la instalación de lo más parecido a casa propia que hemos tenido, creo yo, en nuestra vida, después de un cómodo viaje, por otros parajes de esta noble provincia "kansiana", disfrutando de la música y poniéndonos al día con ese Tiedra, a días de nuevo destino o de confirmación.

Y una vez allí, una vez cenados, dormidos y bebidos, disfrutamos de un gran finde de descanso, marchando de la terraza del bar, a la piscina artificial, y de alli a la natural. Con esos aspectos a mejorar, como currárnoslo más durante la semana y tener comida sin tener que andar "mendigando", con un par de aspectos a mejorar (maza, clavos rectos, manta y funda para la tienda, etc.). Pero como de todos los errores, se aprende (aunque sea, para cometerlos mejor) la experiencia es un buen cimiento para repetirla siempre que se pueda y se tenga el ánimo. Personalmente no soy un "campero". No me apasiona y tampoco me invita a hacer muchas paradas, o mucho turismo. Soy más en estos destinos de descanso y relax, y como así se ha cumplido no tengo de qué quejarme. Grave asunto para alguien como yo con este punto crítico, ácido y mordaz, que me regala conquistas, me premia con sonrisas y halaga mi indomable intelecto, acostumbrado a la barbarie informativa y las respuestas de una sociedad decrépita y anciana. Bueno que me desvío del "tema".

Esta experiencia se tiene, digo se va a repetir, y por supuesto, claro que sí, que todos y todas estáis invitados para seguir añadiendo días, noches, miradas y sonrisas a este libro sin acabar que son nuestras vidas.

miércoles, 17 de junio de 2009

Aquellas mañanas de sabado

Era una época de sueños, de vivir sin preocupaciones. Era tiempo de juegos, de desconocer las responsabilidades. Había mucha ilusión y empeño por conseguir la victoria, pero era similar al de disfrutar, de vivir experiencias y estar con la gente. Pasaba los sábados por la mañana. No había por aquel entonces noches de viernes, salvo alguna contada en la que firtreábamos con el alcohol y ni nos atrevíamos a buscar compañía femenina. No era necesario. Si que lo era y lo es, la cercanía de los iguales, de los que siempre compartimos una visión de la vida sin saberlo, y un balón en un 40x20, más de 1000 veces.

Sabíamos que éramos buenos. Jóvenes e ilusionados recogíamos la equipación cada mes de septiembre. No agradaba compartir equipo con otros. Habíamos estado juntos toda la vida. Nos conocíamos, compenetrábamos. Sabíamos donde mandar el pase, hacia donde iniciar la carrera, en que punto dejar el balón regalado para el compañero que llegaba. También eran claras nuestras deficiencias. Sabíamos de lo que eramos capaces, como equipo y como individuo. A quién, cuándo y cómo ayudar. Pero a los compañeros se les aceptaban, algo que no siempre nos sucedió. Llegaron así que me acuerde, Oscar, Dani, otros chavales no tan agraciados a nivel calidad y fichamos para nuestras vidas a Fio, Cifu que era nuestro portero y “erse” Dani. Y así hicimos equipos. Los aburridos entrenos de Toñin se alternaban con los más amenos, más de juego con Fai. Entrenando menos de dos horas y medía por semana no podíamos pensar en asimilar muchos conocimientos y rutinas tácticas para el juego ofensivo. Siempre es más costoso en tiempo y esfuerzo explotar el talento y el juego de ataque, por lo que decidimos asimilar el fútbol “vasco” de férrea defensa, dureza impenetrable y solidaridad atrás. Difícil era superar la primera línea y en la segunda esperaban con el cuchillo entre los dientes para robar o por lo menos forzar.

No éramos por aquel entonces los más dignos representantes del tiki-taka. El ataque era contra-ataque, y poco duraba el balón en nuestros pies. Eso sí no especulábamos. Se buscaba la rápida opción de ataque; el tio desmarcado, a jugársela en uno x uno, el balón largo a la espalda... transiciones rápidas que dejaban al rival sin aliento y en el que dependiendo de quien la llevara, o de las posibles oleadas se exponenciaban las alternativas de marcar. David era fuerza y potencia; capaz de llevarse varios defensas para dejar espacios y llegar como un trailer al remate; yo soy la velocidad, el individualismo. Realizo lo imposible y a veces fallo lo fácil. Podía irme de cuantos hiciera falta y juntos formábamos una primera línea defensiva brutal. Atrás Miguel, jugó con nosotros 2 años. Su energía, su anticipación era el sinónimo de guardaespaldas para todos nosotros. Borre, ponía su salida de balón y su disparo, y con mucha entrega olvidaba sus carencias físicas. Fio, es clase, llevarse la bola como acompañante, como un apéndice más de su cuerpo. Dani, el ausente, desaparecido, como si la cosa no fuera con él, su forma de ser alimentaba nuestro compañerismo y sus gotas de genialidad hacen nuestro juego espectacular. En la portería teníamos a Raúl, el Cifu; el hombre no era lo mejor del mundo para hacer un saque, pero si juntaba el día... Y así, todos juntos y sin revolver nos convertimos en equipo, gracias al Tari.

A vosotras que nos acompañáis al Torero y véis como saludamos a un tio que hay por ahí. Es nuestro mister, nuestro mister. Nos dió confianza, nos dejo volar libres, y a la vez nos enseñó responsabilidad. Nos hizo jóvenes. Éramos niños y acabamos siendo casi hombres. Nos puso al albor de la pubertad. Los primeros alcoholes le tuvieron como cómplice, ahora le reconpensamos con nuestro cariño y unas dosis enfrascadas.

Aquellas mañanas de autobús, de esperar a la puerta del banco; de viajar por esa Kansas que a veces me parece esta provincia. De subir al pabellón, quitar el agua de las goteras... Rivales a los que se cogía y coge sin miedo, los otros paquetes de Santa Marta, Armenteros, La Fuente... Goles inólvidables, partidos jugados hace 10 años que no se olvidan. Los sueños se vaciaron pero quedo el resultado de trabajar bien, poner pasión y estar orgulloso de cumplir. Sigo teniendo en la mente todo aquel partido del 5-3 contra Armenteros. Nos calzábamos las zapatillas más baratas de la tienda, porque el talento no lo daba la marca sino nosotros. Calentar con el chandal húmedo de frío. El Recinto ferial, el frontón, el pabellón de Alba, Peñaranda, aquel horrendo año jugando al aire libre con un equipo de 16 fulanos... Esquivar las alcantarillas, las goteras y los rivales. Sentir fluir la sangre, escapar el sudor y conseguir marcar. Buscábamos la victoria con ahínco, pero con respeto, coherencia y buen trabajo; ahora lo seguimos haciendo, pero con el lamento de no poder hacerlo con gente que nos llegué.

Lo que hicimos, lo que sentíamos. Deporte y amistad inseparables en un vínculo eterno. Todas esas mañanas de sábado; días de entreno, partidos... torneos, pachangas entre amigos que acaban en el vacío vaso de cerveza, o con enemigos que tienen el mismo final con la soberbía inflando ego. En definitiva, amistad y ser como somos, gracias a algo que es un placer.

lunes, 30 de marzo de 2009

Haciéndome un facebook, un tuenti...

Parece mentira que un informático deambule por el siglo XXI sin tener un perfil creado en una red social; pero como la vaguería también es santo y seña de mi personalidad, así estaba yo... Ayer enfrascado en la somnolencia vespertina, el tedio dominguero y el colapso etílico en la boca de mi estómago dedique parte de la misma (antes de salir a seguir privando) a crearme un perfil en facebook, ir añadiendo o encontrando a los amigos y amigas (también a alguna que otra conejita, jeje) e indagar sobre las visicitudes de esta red social... Así se fueron agregando los distintos y distintas, y tendrán que seguir haciendo, amén de encontrar a los que se me están escapando.

Y dentro de esta batalla entre todas las redes sociales, pues resulta que es aconsejable también hacerse un tuenti, y en esas en tratar de sacar tiempo para rellenar los formularios y todo aquello que me piden, y con la titánica tarea de encontrar alguna foto en la que no rompa la cámara. jeje.

Y bueno, contar que otro finde fantástico con los colegas y la noche como aliada. Con David, este guardia civil, jeje, de vacaciones, siendo el estilete de la fiesta, y el jolgorio, y con todos, y digo todos, empeñados en soliviantar a las ajenas, y bañar nuestras gargantas... Qué dure mucho

Por cierto, renovado, y con trabajo hasta finales de julio...

domingo, 15 de marzo de 2009

Fluidez temporal

Estas semanas transcurren con alegría, levedad e incluso rapidez. El devenir de los días, inmerso en las rutinas de una vida proletaria y también por qué no decirlo útil, son centellas en un cielo negro, que dan la luz suficiente para iluminar mi sonrisa. Trabajar, seguir conociendo gente, personas, adquiriendo experiencias personales y profesionales, saber más de varios temas, principalmente sobre informática, alimentan mis ansías en el puesto de trabajo, y aunque sigo en la angustía de no saber que pasará el día 26, dentro de 2 semanas, sigo estando entusiasmado con la posibilidad de tener la estabilidad suficiente, en un "buen" trabajo para completar mi vida.

Los horarios, el ambiente, la labor, el material, los compañeros y compañeras, la estructura, los manuales, las guías, la programación, las pruebas, compilaciones... son sucesos nuevos que han disfrazado mi rutina dándole color, forma e incluso sabor y que espero y confío no tenga una fecha final a la vista. Creo que conseguiré por lo menos cumplir este primer contrato de 6 meses y puestos a soñar..., pero entre la crisis, mi habitual pesimismo, mi no menos cotidiana vehemencia y sentido crítico que acostumbro a exponer en los peores momentos, jeje, y también una fortuna esquiva me hace no confiar absolutamente en esa posibilidad y sigo contando los días para salir de esta incertidumbre que también es mortal. Lo dicho espero poder continuar, para no volver a caer en los lodos que todavía dejan barro fresco sobre mi piel.

Y con esta brevedad en los días de la semana, los findes llegan sin solución ni remedio, y en todos ellos encuentro acontecimientos, ocio y relevancia que hacen maximizar cada minuto de tiempo libre. Y este último pues claro, no ha sido una excepción. Y con esta gente de fiesta la risa, el katxondeo, las necesarias dosis de opiáceos vitales, gratuitos y de libre acceso, se han hecho intensas y han borrado todo conato de melancolía, tristeza u odio. Así viajando por los bares en la nocturnidad salmantina uno degusta pinchos, cata cervezas y sidras, e incluso llega a vislumbrar sonrisas, miradas y cuerpos que se arriman perturbando todos y cada uno de mis sentidos, ya se han provinientes de camareras espectaculares, niñas gallegas o jugadoras profesionales de baloncesto.

Y es que en ese peregrinar, en esa ruta "xacobea" del alcohol y la horterada musical, volvimos a visitar el Torero, con suerte de que en nuestra esquina final, disfrutaban del ambiente, gran parte de nuestro Perfumerías Avenida tras la victoria vespertina en liga. Y sin vergüenza me dirigí a ellas, sólo con intención de saludarlas, recompensarlas por su entrega y espectáculo. Isa Sánchez, muy jovial, me recibió y nos reímos juntos de las "hostias" que se llevo en la tarde, la liviana Paula Palomares o de aquella técnica a José Ignacio, cuando la andaluza jugaba en León. No menos simpática fue Stampalija que se descojono con mi imitación de su posteo en la zona, fue cordial con Dani y conmigo, nos dió la primicia y además mostro un encanto muy especial. Y entre ambas, salude a Gunta Basko. La letona fue agradecida, muy simpática, y después de felicitarle por su completo juego, fue ella la que me sorprendió al sacar su cámara de fotos, y querer que me hiciera una foto con ella (joder, se supone que la famosa era ella, jeje). Miguel fue el retratista y la lástima fue que se me escapara "viva" sin darme un msn, un tuenti o un facebock... (¡cómo te pille!)

Y la noche del sábado continúo con la risa, el alcohol regando nuestras vidas, en una catarsis del cuerpo y la mente, en el que el espíritu se eleva en esas "batallas" con las féminas. Siempre serán recordadas. Ya el domingo pues ese agradable paseo por el centro con Dani, Raúl y su chica también una buena manera de dispersar nuestros entes y prepararnos para coger con fuerza una nueva rutina semanal.

En fin, que ya lo he dicho alguna vez, pero llevo una época en la que cada salida nocturna tiene sus grandes motivos de recordatorio. Qué dure así mucho tiempo.

martes, 9 de diciembre de 2008

En guardia!!!!



Cómo no hay novedad sin movimiento, cómo el miedo no me va a vencer y porque siempre se encuentran brazos sobre los que apoyar, por qué quedarse en casa y naufragar en llanto cuando hay más mundo que el que vemos, y mil y un cuentos que solviantan nuestros sueños y alma. Por eso si por la noche, algo se mueve en la ciudad, no vamos a dejarlo pasar... Nos vestiremos para la ocasión tal y como dicte el protocolo, y olvidaremos rencillas y dolores pasados para viajar en máxima velocidad a por el gozo. Ruido de fondo ha llegado a la ciudad, y por ser amigos sí, pero también y qué coño!!! por tocar de puta madre y currarse el espectáculo vamos a verlos, apoyarlos y gozar del hard rock con esas gotitas de blues y humor que te hacen sentir bien.



Hierve las sangre por sus venas recordando esta vida perra
y ahora resuenan en su cabeza tambores de guerra.
Con las manos, lentamente, busca su hacha bajo la tierra
mientras resuenan en su cabeza tambores de guerra.

La lucha está en marcha y Torru se lo kurra para no pasar frio, las guitarras arpean el alma, el bajo da cadancia y la bateria más rítmica desde la última vez de Sergio nos mete en la espiral de victoria.

Y grito, y muero y toco el firmamento.
Me quemo, me arrastro y bajo hasta el infierno.
Me hundo, me escapo, me pierdo en el silencio.
Y tiemblo y rompo todos mis sentimientos.

¡Qué placer es llegar a casa!, dejar que las sabanas abracen el cuerpo, perder la consciencia en el sueño esbozando una sonrisa, y levantarse con la luz intrépida de las ranuras de la persiana que te saca de la cama e ilumina el primer pensamiento que recae en lo bien que nos lo pasamos la noche anterior.

Y así hasta tres veces, sábado, domingo y lunes. Con hard-rock, niñas monas y Alberto; Con Dani, y alemanas, argentinas,... gemelas que te recuerdan, tías que te conocen y te enseñan el anillo, divagando, riendo, bebiendo, en definitiva viviendo. Y otra vez con Dani, y Sofia y su prima y el Richi y su gente, joder k follón...



Así da gusto. Recordaré estas noches y compañías para siempre. Las continúas de gente que se lo trabaja y se porta como es debido; tios y tias que se pueden considerar amigos, porque siempre están ahí, no esperan tu llamada para contar contigo y no necesitan que el alcohol desate la lengua para interesarse y contar algo. Como curiosidad, decir que mi vieja me espeto, aquel -¿A dónde vas cabrón?, el domingo cuando vió que me iba, igual que el Robert; y lo más curioso que en el antro este, a la hora de cierre, ese mismo domingo, la camarera le dijo que ya estaba cerrado, y yo le solte lo que vais a leer... inciertos, aleatorios y coincidentes los caminos de la vida.

Decir que mil veces he vivido el siguiente relato, extraído del Una noche más de Ruido de Fondo:
"Ya es hora de recogida, cada vez queda menos gente.
Han encendido todas las luces, ya no hay sitio donde esconderse.
La camarera limpia la barra, mientras va recogiendo los basos.
Y le va diciendo a la gente: "No servimos, ya está cerrado".
Ponme otra copa monada, que soy el que ya no sirve;
"Esta te la invita la casa", me contesta mientras sonríe...

Y otra vez se repite la historia, hoy no hubo nada especial.
Me tome las copas de siempre, seguro que alguna más.
Esta noche las almas perdidas se fueron a otro lugar.
Esta noche, como de costumbre, sólo fue una noche más...
Sólo fue una noche más.

Esta canción es un himno, y de regalo otro que también describe nuestras noches; las noches de la generación X, noches de alcohol, sustancias, sonrisas que te invitan a la lujuria para dejarte en el onanismo. Noches, muchas de ellas, de música enlatada sin sentido y de conjunto vacío. Otras que aparecen con una banda sonora plena, vital, llena de sentimientos, que te llena, te completa, te mueve. También hay noches de disturbios y violencia, por fortuna las menos, por no decir únicas. Otras en las que te des-enamoras, alguna con fecha y hora en la que te enamoras, y una en la que abrazas lo que más quieres y te das cuenta de que es imposible. Hay noches que empiezan en la cena y acaban en el desayuno; otras en las que tu cuerpo recorre el camino inverso, y amanecen con cefaleas. Pero si todas funcionan así, como estas últimas, merecen ser recordadas, y convertirlas en modelos a repetir cuando cruzas la puerta de casa y dices eso, de ¡hasta mañana!


domingo, 26 de octubre de 2008

Pletórico

Uilizo esta entrada para expresar lo bien que me sentí ayer jugando y rememorando después el partidillo de fútbol sala con los colegas. Como siempre es una buena manera de juntarnos todos, ya viejas glorias inexistentes, con kilos de más, pelo de menos y continuos vicios. Es una manera de ponernos al día y casi la única para hacerlo a la luz del Sol.

Con el pequeño balón rodando recordamos y reverdecemos viejas sensaciones y pasiones agotadas en el infinito de la memoria, de cuando soñar era gratuito y encima teníamos forma física. Ahora yo lucho por perfilar mi cuerpo en el gimnasio algo que me gusta y me ayuda a olvidar todos los malos rollos y problemas que abrigan mi espiritú y acechan mi alma tras las sombras. Las pesas, el spinning, salir a correr son rutinas semanales que mantienen el cuerpo fino y preparado y además me regalan la libertad de mente, la manera de abstraerme para pensar las posibilidades.

Y hacer deporte es súblime. Las patxangas de futbolito o baloncesto me estimulan más allá del ímpetu ganador que me domina. Soy un competidor y me duele perder tanto como si me arrancarán la vida. En ella muchas veces pierdo, ya por inercia, dejándome llevar y el deporte, la competición semanal a modo de hobbie es una manera de resarcirme de derrotas sin paliativos, por la mínima o avasalladoras. Y ayer fue el día de reverdecer viejos y caústicos laureles y me sentí a la vez como un niño y un hombre; con la esperanza de uno y la fortaleza del otro.

Y fue ponernos a jugar y a comenzar a sentirme pleno, como en mis buenos tiempos, yéndome de todos; fintas, cuerdas, regates con la cintura, ese típico mío de derecha a izquierda a velocidad de la luz para salir disparado a la porteria rival, saliendo a ambos lados, disparando, definiendo... y también luchando, con un buen despliegue físico para desmarcarme y para defender... fue bello y alentador sentirme así de vivo en algo que siempre me ha apasionado y que siempre se me ha dado bien. Los resultados fueron variados. Ganamos, perdimos, empatamos aunque más victorias que abandonos de la cancha, más bien fruto de que no podíamos llegar a todas partes, pero el resultado final fue bueno y como dijo el "borre" habíamos sido los que más partidos habíamos ganado.

Hice goles, también falle uno clamoroso, jeje, pero estaba tan pletórico que en un pase aéreo de 25 metros de miguel que iba hacía el lado izquierdo de la porteria rival, el balón se alejaba y yo en un ademán de confianza y espectáculo me tire a por él, en suerte de chilena, que sin ángulo y tras conectar plentamente el esférico (pese al incordio solar) estampe en la cruceta contraria. Joder, mira que he hecho goles bonitos en mi vida, pero si clavo ese me hubiera coronado. Y si estoy hablando de fútbol, mal pensadas...

Fue una tarde de recuerdos y sensaciones, de pasión y disfrute; de gozo personal. Risas, carcajadas, cansancio, golpes y esguinces, todos juntos ayer por la tarde, para recordar, para volver a soñar, para sonreir, para alimentar mis nuevos retos, dejar de postergar mis metas y olvidarme de lo malo para de una vez por todas seguir en pie.

P.D.; me jode no ilustrar esta entrada con alguna foto mía ejerciendo de futbolista, y sobretodo hubiera sido la hostia con la de la chilena, pero cosas del ameteurismo. Para paliar las cuentas pues un video de Ensiferum, grupazo de gothic metal sueco.

miércoles, 20 de agosto de 2008

The holydays is over


Se terminaron estas dos maravillosas semanas que he pasado por el Sur con la estimable compañía de Fio, Dani y Miguel (más la llegada de "sentarse coño" David). Han sido 15 días para el recuerdo por el katxondeo, la cantidad de gente (si y también zagalas) que hemos conocido.

Para ir y venir y sobretodo para movernos que menos que alquilar un coche. Como la ley de oferta y demanda se ha cargado a nuestro particular "Briatore", pues nos toco tirarnos por las empresas grandes, y para no salir a deuda, confiar en la pericia y en la suerte. Sin seguro a todo riesgo hemos andado por esas carreteras de Dios (sobretodo y paradojicamente aquí en Salamanca), sin ningún susto que pudiera empañar la experiencia.

En cuanto al apartamento más alegría casi imposible. Acogedor, con lo básico (menos esa campana de extracción de humos) y lo más importante con la piscina pa' quitarse las arenas. Todo ello en un residencial lleno de "giris" katxondos, majetes, en principio tranquilos pero a los que les va el temple, y también nuestros "vecinos" salmantinos y es que somos pocos pero qué bien avenidos... Luis nos dió un poco la puntilla al decirnos que su apartamento le había costado 300 € menos, pero como nos ha convencido la tierra, haremos negociaciones varias.

Recuerdo especial, también para nuestras amigas inglesas, eh Dani. Naomi y Vicky. Hacía que no hablaba tanto en inglés... vamos no puedo recordarlo porque hasta acabe pensando en la lengua de Shakespeare.

Y Benalmádena-Torremolinos muy bien. Buen sitio para veranear y pasar una temporadita. El calor sostenible. Vamos calienta pero no te empalaga. Las playas buenas. El agua estaba genial, salvo ese fastidioso escalón. Dolía un poco la arena, en la que los cuatro pareciamos una procesión de cojos. También mosqueaba el tema de las tumbonas, sombrillas y demás mobiliario hostelero que hacía prácticamente imposible acomodar la toalla y las chanclas... pero en fin, guardamos un gran recuerdo de estas playas y de los monumentos en ellos visibles (hasta pronto, Graziela, mi amiguita italiana, jeje). Además como estabamos muy cerca, y dada la cantidad de comercios, chiringuitos, restaurantes chinos, kebabs, cervecerías,... Muy recomendable los Espetos sobre todo los del chiringuito el Larry (aunque bueno para comer sardinas a la brasa no hay que volverse locos). En ya este mítico lugar también hicimos digestión de las almejas (estamos hablando de comida por fin, eh), pinchos, calamares, tortillas de camarones todo ello bien regado de cerveza... Así con la calma de la piscina, playa, la tranquilidad, el sosiego transcurrieron algunos días. El descanso es un gran invento, pero mejor y patrio la siesta. Así se vive fenomenal. Ninguna preocupación más que disipar que hacer esa tarde.

Y la fiesta qué... pues muy buena. Conocidas son mis teorías sobre este tipo de destinos turisticos y su oferta nocturna basada en las macro-discótecas y las fiestas de espuma, pero en este caso con no entrar valía. Para empezar la noche que mejor que un Botellón. Y no un botellón cualquiera, sino un Botellón en la Playa, con dos cojones. ¡Qué gustazo! tomarte tu copita, bien barata y bien sana, oyendo el ruido de las olas al romper, conversando de nuestras historias o ya intentando meter baza en cualquier jaleo que veíamos. De lunes a jueves sin problemas. En finde los problemas entre las policías locales de Benalmádena y Torremolinos que ante la afluencia de participantes y público no querían manchar el nombre de su pueblo con tan indómita costumbre (politequeos). La solución pimplar en una estrecha calle junto a un regato que separa ambas localidades. Allí conocimos a los ojos (y los pechos) más bonitos del verano, los de Raquel, la salerosa malagueña que nos aconsejo y encandiló (joder, matxo, no veas lo que me ha costado acordarme de como se llamaba).

Y después de tan bonita costumbre, había que castigar el hígado un poco en los locales, para que el hostelero no te salga con tonterías. Encontramos un garito bastante majo, con las copas a 5€ después de que nos comieran la oreja. Estaba bien de ambiente, bien de música, y bien de especímenes (no se me olvida la despedida esa de la "Tia-perfecta" abrasada de todos los incautos, aspirantes a Tony Marero que le han dicho lo buena que esta, ¡¡Cómo si no lo supiera!!). Aquí apareció un día María, la barcelonesa, bien maja, risueña y divertida. Buen rato pase con ella. Decir que lo que más nos llamo la atención del garito el primer día fue la camarera. Estaba bastante buena, pero era bastante estúpida y negada profesional. Cosas de la FP.


Y también ya que estabamos nos movemos, no. Un día fuimos a Mijas (bonito pueblo). Otro a Marbella (el día que técnicamente más calor he pasado en mi puta vida). Visitamos la capital de provincia, Málaga. Bien comunicada, y también interesante. Sólo fue una tarde. Me defraudo la playa de Malagueta (si las papeleras estan llenas y la arena esta hasta arriba de mierda, aquí fallan autoridades y ciudadanía). Nos dimos un rico paseo por el centro, viendo sus jardines botánicos, las ruinas del teatro romano y la Alcazaba. Y nos tomamos unos pinchos, yo cerveza y esta gente sangría en un sitio más que recomendable: La Vinacoteca Picasso. Acojonante la tortilla, y rompedor el salmón con queso.

Otro día visitamos una de esas ciudades que a mi me tienen embelesado. Y ahora que la he visto más. Que quede claro que no me conformo con una visita de un día, y pronto reservare dos o tres para verla en condiciones. Granada, ciudad turística por autonomasía, ofrece uno de los conjuntos artísticos más espectaculares del mundo y la hospitalidad de sus gentes. En cuanto a lo segundo, decir que fue muy resañable, tanto en la tasca donde nos tomamos nuestras tapitas, como en la terraza donde comimos, en el mirador a la Alhambra en el barrio de origen "andalusí" del Albaicín.



Y la Alhambra espectacular. Sólo pudimos conseguir la entrada para el recorrido por la alcazaba, el palacio de Carlos V y los jardines, es decir, no vimos los jardines del palacio nazarí, ni el león restaurado. Fue una pena, pero aún así impresionante. Ver todo el valle desde la colina en la que se enclava la ciudad hasta los confines de la Sierra de Ronda, y volverse y ver como despunta Sierra Nevada. La belleza de los jardines, el aprovechamiento del agua, lo recondito de la construcción y el frescor que emanaba en plena tarde de agosto fueron espectaculares. Acabamos nuestra visita cuando todavía el Sol se encontraba alto. Pero empezamos a intuir el juego de luces que se produce al descender el Sol y el ambiente, bohemio, medieval y teatral que se otorga al recinto. Volveré.

En definitiva, decir que han sido unas grandes vacaciones por la belleza de los parajes visitados, el tiempo de descanso, la belleza de las damiselas con las que nos hemos cruzado, y la amistad de esta gente. Recomiendo la zona a todo el mundo, aunque haya algunos que no se quieran enterar.

Por último, dar mi más sentido pésame, desde aquí, a todos los familiares y amigos de los fallecidos en el accidente en Barajas hoy, y desear a los heridos la más pronta recuperación sin secuelas. Un abrazo.

Camareros: Necesarios, degradados y precarios. Una experiencia personal

Ahora que ya está aquí el veranito con su calor plomizo, pegajoso y hasta criminal, se llenan las terracitas para tomar unas...