miércoles, 20 de agosto de 2008

The holydays is over


Se terminaron estas dos maravillosas semanas que he pasado por el Sur con la estimable compañía de Fio, Dani y Miguel (más la llegada de "sentarse coño" David). Han sido 15 días para el recuerdo por el katxondeo, la cantidad de gente (si y también zagalas) que hemos conocido.

Para ir y venir y sobretodo para movernos que menos que alquilar un coche. Como la ley de oferta y demanda se ha cargado a nuestro particular "Briatore", pues nos toco tirarnos por las empresas grandes, y para no salir a deuda, confiar en la pericia y en la suerte. Sin seguro a todo riesgo hemos andado por esas carreteras de Dios (sobretodo y paradojicamente aquí en Salamanca), sin ningún susto que pudiera empañar la experiencia.

En cuanto al apartamento más alegría casi imposible. Acogedor, con lo básico (menos esa campana de extracción de humos) y lo más importante con la piscina pa' quitarse las arenas. Todo ello en un residencial lleno de "giris" katxondos, majetes, en principio tranquilos pero a los que les va el temple, y también nuestros "vecinos" salmantinos y es que somos pocos pero qué bien avenidos... Luis nos dió un poco la puntilla al decirnos que su apartamento le había costado 300 € menos, pero como nos ha convencido la tierra, haremos negociaciones varias.

Recuerdo especial, también para nuestras amigas inglesas, eh Dani. Naomi y Vicky. Hacía que no hablaba tanto en inglés... vamos no puedo recordarlo porque hasta acabe pensando en la lengua de Shakespeare.

Y Benalmádena-Torremolinos muy bien. Buen sitio para veranear y pasar una temporadita. El calor sostenible. Vamos calienta pero no te empalaga. Las playas buenas. El agua estaba genial, salvo ese fastidioso escalón. Dolía un poco la arena, en la que los cuatro pareciamos una procesión de cojos. También mosqueaba el tema de las tumbonas, sombrillas y demás mobiliario hostelero que hacía prácticamente imposible acomodar la toalla y las chanclas... pero en fin, guardamos un gran recuerdo de estas playas y de los monumentos en ellos visibles (hasta pronto, Graziela, mi amiguita italiana, jeje). Además como estabamos muy cerca, y dada la cantidad de comercios, chiringuitos, restaurantes chinos, kebabs, cervecerías,... Muy recomendable los Espetos sobre todo los del chiringuito el Larry (aunque bueno para comer sardinas a la brasa no hay que volverse locos). En ya este mítico lugar también hicimos digestión de las almejas (estamos hablando de comida por fin, eh), pinchos, calamares, tortillas de camarones todo ello bien regado de cerveza... Así con la calma de la piscina, playa, la tranquilidad, el sosiego transcurrieron algunos días. El descanso es un gran invento, pero mejor y patrio la siesta. Así se vive fenomenal. Ninguna preocupación más que disipar que hacer esa tarde.

Y la fiesta qué... pues muy buena. Conocidas son mis teorías sobre este tipo de destinos turisticos y su oferta nocturna basada en las macro-discótecas y las fiestas de espuma, pero en este caso con no entrar valía. Para empezar la noche que mejor que un Botellón. Y no un botellón cualquiera, sino un Botellón en la Playa, con dos cojones. ¡Qué gustazo! tomarte tu copita, bien barata y bien sana, oyendo el ruido de las olas al romper, conversando de nuestras historias o ya intentando meter baza en cualquier jaleo que veíamos. De lunes a jueves sin problemas. En finde los problemas entre las policías locales de Benalmádena y Torremolinos que ante la afluencia de participantes y público no querían manchar el nombre de su pueblo con tan indómita costumbre (politequeos). La solución pimplar en una estrecha calle junto a un regato que separa ambas localidades. Allí conocimos a los ojos (y los pechos) más bonitos del verano, los de Raquel, la salerosa malagueña que nos aconsejo y encandiló (joder, matxo, no veas lo que me ha costado acordarme de como se llamaba).

Y después de tan bonita costumbre, había que castigar el hígado un poco en los locales, para que el hostelero no te salga con tonterías. Encontramos un garito bastante majo, con las copas a 5€ después de que nos comieran la oreja. Estaba bien de ambiente, bien de música, y bien de especímenes (no se me olvida la despedida esa de la "Tia-perfecta" abrasada de todos los incautos, aspirantes a Tony Marero que le han dicho lo buena que esta, ¡¡Cómo si no lo supiera!!). Aquí apareció un día María, la barcelonesa, bien maja, risueña y divertida. Buen rato pase con ella. Decir que lo que más nos llamo la atención del garito el primer día fue la camarera. Estaba bastante buena, pero era bastante estúpida y negada profesional. Cosas de la FP.


Y también ya que estabamos nos movemos, no. Un día fuimos a Mijas (bonito pueblo). Otro a Marbella (el día que técnicamente más calor he pasado en mi puta vida). Visitamos la capital de provincia, Málaga. Bien comunicada, y también interesante. Sólo fue una tarde. Me defraudo la playa de Malagueta (si las papeleras estan llenas y la arena esta hasta arriba de mierda, aquí fallan autoridades y ciudadanía). Nos dimos un rico paseo por el centro, viendo sus jardines botánicos, las ruinas del teatro romano y la Alcazaba. Y nos tomamos unos pinchos, yo cerveza y esta gente sangría en un sitio más que recomendable: La Vinacoteca Picasso. Acojonante la tortilla, y rompedor el salmón con queso.

Otro día visitamos una de esas ciudades que a mi me tienen embelesado. Y ahora que la he visto más. Que quede claro que no me conformo con una visita de un día, y pronto reservare dos o tres para verla en condiciones. Granada, ciudad turística por autonomasía, ofrece uno de los conjuntos artísticos más espectaculares del mundo y la hospitalidad de sus gentes. En cuanto a lo segundo, decir que fue muy resañable, tanto en la tasca donde nos tomamos nuestras tapitas, como en la terraza donde comimos, en el mirador a la Alhambra en el barrio de origen "andalusí" del Albaicín.



Y la Alhambra espectacular. Sólo pudimos conseguir la entrada para el recorrido por la alcazaba, el palacio de Carlos V y los jardines, es decir, no vimos los jardines del palacio nazarí, ni el león restaurado. Fue una pena, pero aún así impresionante. Ver todo el valle desde la colina en la que se enclava la ciudad hasta los confines de la Sierra de Ronda, y volverse y ver como despunta Sierra Nevada. La belleza de los jardines, el aprovechamiento del agua, lo recondito de la construcción y el frescor que emanaba en plena tarde de agosto fueron espectaculares. Acabamos nuestra visita cuando todavía el Sol se encontraba alto. Pero empezamos a intuir el juego de luces que se produce al descender el Sol y el ambiente, bohemio, medieval y teatral que se otorga al recinto. Volveré.

En definitiva, decir que han sido unas grandes vacaciones por la belleza de los parajes visitados, el tiempo de descanso, la belleza de las damiselas con las que nos hemos cruzado, y la amistad de esta gente. Recomiendo la zona a todo el mundo, aunque haya algunos que no se quieran enterar.

Por último, dar mi más sentido pésame, desde aquí, a todos los familiares y amigos de los fallecidos en el accidente en Barajas hoy, y desear a los heridos la más pronta recuperación sin secuelas. Un abrazo.

1 comentario:

  1. Hola guapo!

    Como bien sabes yo también he estado en Benalmádena. Era el segundo año, y la verdad es que me gusta.

    Hace unos años estuve en Granada, en Semana Santa, creo recordar. Fue como un sueño. Realmente precioso todo, me encantó y estoy deseando volver.

    Me alegro de que lo pasaseis bien.

    Besitos.

    :-)

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