jueves, 1 de agosto de 2019
La EGB a los treinta
miércoles, 17 de junio de 2009
Aquellas mañanas de sabado
Sabíamos que éramos buenos. Jóvenes e ilusionados recogíamos la equipación cada mes de septiembre. No agradaba compartir equipo con otros. Habíamos estado juntos toda la vida. Nos conocíamos, compenetrábamos. Sabíamos donde mandar el pase, hacia donde iniciar la carrera, en que punto dejar el balón regalado para el compañero que llegaba. También eran claras nuestras deficiencias. Sabíamos de lo que eramos capaces, como equipo y como individuo. A quién, cuándo y cómo ayudar. Pero a los compañeros se les aceptaban, algo que no siempre nos sucedió. Llegaron así que me acuerde, Oscar, Dani, otros chavales no tan agraciados a nivel calidad y fichamos para nuestras vidas a Fio, Cifu que era nuestro portero y “erse” Dani. Y así hicimos equipos. Los aburridos entrenos de Toñin se alternaban con los más amenos, más de juego con Fai. Entrenando menos de dos horas y medía por semana no podíamos pensar en asimilar muchos conocimientos y rutinas tácticas para el juego ofensivo. Siempre es más costoso en tiempo y esfuerzo explotar el talento y el juego de ataque, por lo que decidimos asimilar el fútbol “vasco” de férrea defensa, dureza impenetrable y solidaridad atrás. Difícil era superar la primera línea y en la segunda esperaban con el cuchillo entre los dientes para robar o por lo menos forzar.
No éramos por aquel entonces los más dignos representantes del tiki-taka. El ataque era contra-ataque, y poco duraba el balón en nuestros pies. Eso sí no especulábamos. Se buscaba la rápida opción de ataque; el tio desmarcado, a jugársela en uno x uno, el balón largo a la espalda... transiciones rápidas que dejaban al rival sin aliento y en el que dependiendo de quien la llevara, o de las posibles oleadas se exponenciaban las alternativas de marcar. David era fuerza y potencia; capaz de llevarse varios defensas para dejar espacios y llegar como un trailer al remate; yo soy la velocidad, el individualismo. Realizo lo imposible y a veces fallo lo fácil. Podía irme de cuantos hiciera falta y juntos formábamos una primera línea defensiva brutal. Atrás Miguel, jugó con nosotros 2 años. Su energía, su anticipación era el sinónimo de guardaespaldas para todos nosotros. Borre, ponía su salida de balón y su disparo, y con mucha entrega olvidaba sus carencias físicas. Fio, es clase, llevarse la bola como acompañante, como un apéndice más de su cuerpo. Dani, el ausente, desaparecido, como si la cosa no fuera con él, su forma de ser alimentaba nuestro compañerismo y sus gotas de genialidad hacen nuestro juego espectacular. En la portería teníamos a Raúl, el Cifu; el hombre no era lo mejor del mundo para hacer un saque, pero si juntaba el día... Y así, todos juntos y sin revolver nos convertimos en equipo, gracias al Tari.
A vosotras que nos acompañáis al Torero y véis como saludamos a un tio que hay por ahí. Es nuestro mister, nuestro mister. Nos dió confianza, nos dejo volar libres, y a la vez nos enseñó responsabilidad. Nos hizo jóvenes. Éramos niños y acabamos siendo casi hombres. Nos puso al albor de la pubertad. Los primeros alcoholes le tuvieron como cómplice, ahora le reconpensamos con nuestro cariño y unas dosis enfrascadas.
Aquellas mañanas de autobús, de esperar a la puerta del banco; de viajar por esa Kansas que a veces me parece esta provincia. De subir al pabellón, quitar el agua de las goteras... Rivales a los que se cogía y coge sin miedo, los otros paquetes de Santa Marta, Armenteros, La Fuente... Goles inólvidables, partidos jugados hace 10 años que no se olvidan. Los sueños se vaciaron pero quedo el resultado de trabajar bien, poner pasión y estar orgulloso de cumplir. Sigo teniendo en la mente todo aquel partido del 5-3 contra Armenteros. Nos calzábamos las zapatillas más baratas de la tienda, porque el talento no lo daba la marca sino nosotros. Calentar con el chandal húmedo de frío. El Recinto ferial, el frontón, el pabellón de Alba, Peñaranda, aquel horrendo año jugando al aire libre con un equipo de 16 fulanos... Esquivar las alcantarillas, las goteras y los rivales. Sentir fluir la sangre, escapar el sudor y conseguir marcar. Buscábamos la victoria con ahínco, pero con respeto, coherencia y buen trabajo; ahora lo seguimos haciendo, pero con el lamento de no poder hacerlo con gente que nos llegué.
Lo que hicimos, lo que sentíamos. Deporte y amistad inseparables en un vínculo eterno. Todas esas mañanas de sábado; días de entreno, partidos... torneos, pachangas entre amigos que acaban en el vacío vaso de cerveza, o con enemigos que tienen el mismo final con la soberbía inflando ego. En definitiva, amistad y ser como somos, gracias a algo que es un placer.
lunes, 26 de noviembre de 2007
La Televisión: Cáncer para la juventud
El pasado fin de semana fallecía la víctima número 69 de la violencia de género. Su caso tenía una peculiaridad. 5 días antes había pasado por un "programa de TV" (de telebasura mejor dicho) engañada por la producción del programa quien se había puesto a disposición de su ex-pareja, maltratador y condenado por ello, en busca de una futura reconciliación. El resultado ante la negativa de la mujer ya ha quedado comentado.
Y justo ayer se celebró el día contra la Violencia de Género en el que todo el país, incluidos mujeres y muchos hombres, se echaron a la calle para en actos llenos de simbolismo y respulsa, denunciar el machismo intransigente del Siglo XXI que corroe nuestra sociedad. Desde aquí mi más enérgica repulsa a estos desalmados manipuladores e imbéciles dictadores de sala de estar.
Pero es la TV lo que ocupa mi odio hoy. Ignorando sus labores y responsabilidades sociales solo busca el "share" más alto, para ver como su tiempo publicitario cotiza más caro y poder maximizar los beneficios. No existen series ni programas específicos para público infantil o adolescente. Salvo honrosas excepciones (La2 y no siempre) los únicos dibujos animados en horario protegido (de 16 a 21) son propios para adultos ("Padre de Familia"), y las series, las que no siguen una temática escabrosa y violenta propias para horarios nocturnos de prime time, las propiamente citadas como juveniles, proclaman unos valores que nunca deberían llegar a oídos de jovenes y niños. Pero el peor ejemplo lo aportan las TVs nacionales con sus programas de producción propia. Todos siguen la temática del "corazón". Personajes con pocos valores culturales o sociales que ofrecer, lenguaje obsceno e inapropiado, situaciones plenas de humillación, violencia o intolerancia, realitys que denigran las libertades, los derechos y obligaciones... Este es el panorama con el que los niños y jovenes pueden encontrarse si deciden encender la TV en horario de ""supuesta protección". Gracias a este fenomenal trabajo de El País, se ponen de manifiesto las iregularidades que cumplen no solo las TVs, sino también las autoridades, ya que pese a existir un texto legal competente, sigue sin cumplirse una normativa que si hace 4 años era necesaria, hoy por hoy es imprescindible.
En definitiva, va siendo hora de que las autoridades competentes (Ministerio de Educación, defensor del menor, defensor del pueblo) tomen las medidas oportunas para remediar ese terrorismo en ondas hertzianas que invade las mentes y corazones de nuestros infantes e infantas.
Camareros: Necesarios, degradados y precarios. Una experiencia personal
Ahora que ya está aquí el veranito con su calor plomizo, pegajoso y hasta criminal, se llenan las terracitas para tomar unas...