domingo, 17 de julio de 2016

Salvemos la neutralidad de la red en Europa


Esta petición para salvar la neutralidad de la red en Europa viene de una persona muy especial: Tim Berners-Lee.

Puede que no conoczas ese nombre, pero la verdad es que estás leyendo estas palabras gracias a esa persona. Tim Berners-Lee está considerado como el “padre” de la Web, que el pasado diciembre cumplió 25 años.
Fue él quien implementó un método para que un cliente pidiese una página web a un servidor, y este a su vez tenía que entregársela; de esta manera nació el protocolo HTTP, que seguro que te suena porque esas siglas aparecen al principio de todas las direcciones de páginas web. También fue el creador de la primera página web de la Historia.

Tim Berners-Lee, el creador y defensor de la Web

La aportación de Tim Berners-Lee a la historia de la computación es inmensa e incalculable; por eso es perfectamente comprensible que, cuando Tim Berners-Lee ve que su creación está en peligro, haga todo lo posible por actuar.
La petición pública publicada hoy de su puño y letra es una súplica para salvar la neutralidad de la red, que está en serio peligro después de las nuevas reglas en las que está trabajando la Comisión Europea.
Estas nuevas reglas se acordaron el año pasado y fueron bastante polémicas. Aunque la Comisión Europea asegura que estas reglas se encargarán de salvaguardar la neutralidad de la red frente a los deseos de las compañías, la realidad es muy diferente, y abren la puerta a serios abusos en Internet.
Las nuevas reglas giran en torno a una cuestión semántica, dividiendo el “Internet Abierto”, que la mayoría usamos a diario y en el que todo el tráfico tendrá que ser tratado igual, con el “Internet especializado”, en el que será posible la discriminación de tráfico dependiendo de las necesidades de las compañías.
El interés de las compañías por saltarse la neutralidad de la red quedó patente esta misma semana, cuando las principales operadoras europeas “secuestraron” el desarrollo de 5G hasta que la Unión Europea implementase las leyes que ellas consideran mejores para el mercado.

Por qué la neutralidad de la red está en peligro

Según Tim Berners-Lee, las reglas propuestas por la UE incluyen serias lagunas que las compañías pueden aprovechar para no cumplir la neutralidad de la red; en concreto, Berners-Lee ha detallado cuatro puntos que la UE tiene que arreglar con carácter urgente.
Con las llamadas “vías rápidas”, una operadora podría ofrecer una velocidad y una calidad de línea superior a aquellos servicios y webs que pagasen una cuota. Por lo tanto, si visitamos una página que no ha pagado, notaremos una mayor lentitud respecto a las que sí han pagado.
La innovación sufriría un duro golpe con las vías rápidas, ya que las startups que estén empezando, los pequeños negocios, o simplemente ciudadanos normales que quieran montar una web o servicio estarían en desventaja respecto a las grandes empresas.
Las reglas europeas prohíben las vías rápidas en Internet, pero los llamados “servicios especializados” son una excepción. Por lo tanto, según Berners-Lee la UE debería modificar el texto para aclarar que los “servicios especializados” nunca podrán referirse a la navegación normal por Internet, y revisar periódicamente qué se considera un servicio especializado y qué no.



El zero rating

El zero rating consiste en que una operadora puede elegir no contar los datos que consume una app para el cómputo mensual. Por ejemplo, si una compañía elije dar zero rating a Whatsapp, no nos cobrará los datos que consumimos con esa app.
El zero rating es similar a las vías rápidas, en el sentido de que las operadoras elijen a quién benefician y a quién no, y también pueden beneficiarse a si mismas fomentando sus propias apps y servicios frente a la competencia.
Las reglas europeas afirman que el zero rating puede ser dañino para la industria, pero no lo prohíben explícitamente; en vez de eso, dejan en manos de cada país la decisión de prohibir o permitir el zero rating. Por lo tanto, la UE debería incluir una prohibición de esta práctica en todo el mercado europeo.

Discriminación de tráfico

Las reglas europeas incluyen una previsión de lo que está permitido en caso de que exista una congestión en la red; en ese caso, las operadoras pueden categorizar el tráfico en clases y dar prioridad a un tipo de clase por encima del resto, pero sólo como último recurso.
Berners-Lee está de acuerdo con esta previsión, pero cree que, como el texto no incluye ninguna prohibición explícita a categorizar el tráfico cuando no hay congestión, las operadoras podrían aprovechar esa laguna para decidir qué tipo de tráfico quieren fomentar y cuál quieren perjudicar.
La solución sería establecer reglas generales para la gestión de tráfico, aunque no haya congestión.

Protección del acceso a Internet

Si una empresa te ofrece un servicio aparte de la conexión a Internet, las reglas europeas le permiten usar una parte de nuestro ancho de banda para hacerlo funcionar. Por ejemplo, si contratas una línea de 200 MB y contratas televisión por Internet, ese servicio se “comerá” parte de los 200 MB.
Todos los servicios adicionales ofrecidos deberían incluir su propio ancho de banda, no coger el que ya hemos contratado. Eso es porque son dos productos diferentes, y de hecho las leyes europeas ya existentes especifican que los servicios adicionales no pueden reducir la calidad del servicio principal que hemos contratado. Si la UE no corrige esta parte, estaría contradiciéndose a si misma.

Cómo puedes ayudar a salvar la neutralidad de la red

Tim Berners-Lee pide tu ayuda para hacerle ver a los reguladores europeos que están cometiendo un error. Afortunadamente, estas reglas aún no son finales y pueden ser modificadas, pero no queda mucho tiempo.
El próximo 18 de julio a las 14:00 CEST se cerrará el periodo en el que la ciudadanía europea puede opinar sobre las nuevas reglas de la neutralidad de la red. Para ello, podemos usar páginas como https://www.savenetneutrality.eu/es/ y https://www.savetheinternet.eu/es/ para enviar un mensaje a nuestros representantes políticos.
En ambos casos es muy fácil, sólo tienes que rellenar una plantilla, introducir tu nombre (puede ser opcional o requerido dependiendo de la web), tu dirección de correo y tu país. Opcionalmente, puedes escribir un mensaje por tu cuenta, o puedes aprovechar la plantilla que ya está escrita.
Quedan pocos días para que nuestra opinión se haga notar.

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viernes, 15 de julio de 2016

La barbarie golpea la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad

Vuelven las banderas a media asta. Los minutos de silencio y las declaraciones grandilocuentes de que “unidos no nos vencerán”, de que “la legalidad y la democracia”, bla bla, bla... También tendrán su momento la ultra derecha para reivindicarse como guardianes de Europa, rechazar la inmigración y aprovechar el momento para sin vergüenza aumentar su tirón político con su deleznable fascismo, todo ello para justificar el rechazo a los refugiados que como ayer miles de franceses y occidentales en Niza, huían del mismo terror fanático, del mismo fascismo clerical islámico.
Ayer, en el Paseo de los Ingleses de Niza, mientras miles de personas contemplaban los fuegos artificiales que conmemoraban la celebración de la Fiesta Nacional Francesa, un franco-tunecino, armado y al volante de un camión irrumpía con alevosía y violencia segando la vida de más de 80 personas y dejando cientos de heridos. Y aumentando en la Europa occidental la sensación de miedo, pánico e inseguridad.
Parece que no aprendemos. Seguimos sin comprender que frente al terrorismo y la barbarie no cabe otra salida que no sea una respuesta firme de la legalidad y los derechos humanos. Un compromiso firme e irrompible para Europa y Occidente, garante del progreso y la libertad, la tolerancia y la solidaridad. No podemos responder a la violencia con más violencia, ni a la barbarie con más barbarie. No se debe intentar apagar el fuego con más gasolina. Lo más importante es defender la Europa, con todas sus letras, y su bagaje en la lucha contra la desigualdad y el fascismo, con máximo convencimiento en el avance de la sociedad y del ser humano y su bienestar.
Y por supuesto la acción policial y de investigación en occidente, con respeto escrupuloso a la legalidad, y la lucha militar en Oriente frente a los terroristas que están enquistando una guerra en Siria con unas consecuencias dramáticas, que siempre están yendo por detrás de los intereses comerciales de los oligopolios del petróleo, el gas, cómplices de las dictaduras árabes que encantadas avivan el avispero que hoy es Oriente Próximo. Los mismos que alentaron una guerra corrupta, suicida e ilegal contra Irak, como se ha terminado demostrando las últimas semanas, con el apoyo de los mediocres como Blair, Aznar, Bush y Barroso, quienes tienen ya también que sentarse ante un Tribunal acusados de delitos contra la humanidad y motivados por el poder y el dinero, y por dejar un mundo, mucho peor que el que recogieron a su llegada.
Liberté, égalité, fraternité es el lema de la Revolución Francesa; del 14 de julio y la Toma de la Bastilla. De no querer ser más rehén de los poderosos, en el siglo XVIII o en el siglo XXI. De no querer ser más pasto de las hogueras de la xenofóbia, el fascismo y la intransigencia religiosa. Ni tampoco de un sistema económico que nos consume cual mercancía sin importar las consecuencias, más que la del crecimiento perpetúo, el orgasmo del dinero.
Europa tiene ante sí un reto: El reto de vencer al terrorismo sin de-construir Europa, sin despedazar los acuerdos que ponian el bienestar de la ciudadanía y el avance como sociedad, como motor de la acción política. Sin embargo son las salidas viscerales como se puede ver con el auge de la extrema derecha o el #Brexit, la respuesta inmediata cargada de oido, oportunismo y sinrazón las que van calando en el europeo. Conseguir una victoria que afiance la democracia, porque sea la democracia la que yergue las columnas de esa victoria. Su legalidad y su legado en justicia, solidaridad e igualdad.
Europa ha de acoger con los brazos abiertos a los cientos de miles de refugiados sirios (también iraquíes, afganos o sudaneses) que huyen del mismo terror y barbarie que cada vez con más frecuencia está golpeando a la propia Europa. Basta ya de cortoplacismos, electoralismos, miedos y discursos de odio. Es el momento ya ineludible de cumplir los compromiso en materia de derechos humanos que tenemos como estados de derecho. 

El autor de esta matanza no es un refugiado. No es, parece ser con las primeras investigaciones, un hombre religioso, ni radicalizado. Se trataba de un franco-tunecino de 31 años, sin trabajo, y con problemas previos con la policía por peleas y trapicheo de drogas. Es decir, no es un refugiado, sino más bien otro inadaptado producto de la marginalidad y la falta de oportunidades que este sistema económico oligofrénico ha promovido.
Y mientras las víctimas, como en todas las guerras, y esta también lo es, aunque de una forma que nunca habíamos visto en la historia, las pone el pueblo. Un pueblo que tiene que unirse, no me canso de decirlo, una vez más en torno a un modelo de sociedad libre, acogedora, integradora, solidaria y progresista, que tenga como fin último el avance de su bienestar y el de todo el planeta. Es vital que lo hagamos ya para no seguir siendo las vidas que se queman bajo el fuego de lo fascismos.
Estoy apesadumbrado, rabioso y dolido, y con los familiares, amigos y víctimas del atentado de ayer en Niza. Y con los de hace 10 días en Bagdad. Con la gente de Aleppo. Con quienes yacen en Idomeni y quienes se agolpan desesperados a fronteras de alambre y hormigón.
Contra el terrorismo, legalidad, justicia y Libertad, igualdad y fraternidad.

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jueves, 14 de julio de 2016

Carta a un asesino

 
Foto filtrada tras la corrida del día 9 de julio en Pamplona, en San Fermín

Estimado Sr. “El Juli”,

Me llamo Ángel Luis Domínguez de profesión soy informático y ahora estoy ejerciendo como concejal de Izquierda Unida – Los Verdes en el Ayuntamiento de Santa Marta de Tormes. En Salamanca. Tierra de toros. Y soy amante de la naturaleza, de los entornos y ecosistemas naturales, de las plantas y de los animales, y por supuesto, también de los toros. Acabo de leer sus declaraciones con atención y voy a escribirle unas palabras.

En primer lugar quiero que quede claro e inequívoco. Lamento profundamente la muerte de su compañero, Victor Barrio. Una muerte que jamás debería haberse producido. Como la de decenas de toreros y profesionales más. La de miles de aficionados que pierden la vida en un festejo popular sustentado en una arcaica lectura que justifica el maltrato animal por diversión; como la de millones de seres vivos, toros, cabras, pavos, gallinas, ocas, patos que murieron sufriendo por la diversión humana más irracional y bárbara.

Su nombre u apodo me sonaba. Prácticamente el único, junto al de José Tomás o Enrique Ponce, que me suenen del mundo de la tauromaquía, ya que no soy aficionado a estos eventos y huyo cuando se producen cerca y cambio de canal asqueado y abochornado cuando sale algo en televisión. Con respecto a mí, es posible que saque conclusiones y certezas sobre que soy un radical, un hippie y un comunista. Y no le faltará la razón. Me apasionan la lectura, la historia, la filosofía y si tengo que elegir donde esta mejor un toro “de lidia” sin duda tengo claro que en la dehesa, en el monte, nunca en una plaza de toros, repleta de afilados cuchillos y energúmenos violentos sin un mínimo de empatía y racionalidad. Y de esta idea y estas aficiones saco conclusiones y certezas que me hacen decirle que las declaraciones que acabo de leer está llena de despropósitos, falsedades y demagogia barata. Y sobre todo, de ignorancia. Me ha hecho usted pasar vergüenza ajena, y por eso estoy aquí, perdiendo mi mucho más valioso que el suyo, tiempo, escribiéndole.

Habla usted como “matador profesional”, que ya es en sí un disparate, y se queja de que la imagen de los toreros está hoy día vilipendiada, de que no hay libertad, de que existe una persecución política e ideológica, etcétera. Dice que Europa le maltrata (cuando buena cantidad de las subvenciones de la PAC en vez de ir a otras actividades productivas del campo español van a las ganaderías de lidia emparentadas con casas nobiliares y con personajes que entre el papel couché y la lista de defraudadores de hacienda se complementan). También dice que tiene usted derecho al trabajo, algo que, siguiendo su lógica, también podrían reclamar los mafiosos y los proxenetas. Este era un país libre, o algo así, añade con todo el resentimiento que le da (algo hasta cierto punto comprensible) ver cómo su siniestra profesión tiene los días contados.

Porque le diré que lo que se opone a todo lo que usted intenta torpemente defender se llama progreso moral y compasión. Usted no se va a poder jubilar como matador porque haya una revolución antitaurina que la hay, sino porque la sociedad avanza en su moral, en sus costumbres, y ustedes no lo hacen. Ese mismo avance a eliminado de su escenografía los Autos de fé, las luchas de gladiadores o las justas a muerte. Ya casi nadie puede ver cómo sufre un animal. Intoxica y miente cuando dice que el toreo es del pueblo, que no tiene ideología y que es de artistas y poetas. ¿Compara usted la literatura, la pintura y la música con la masacre de un noble animal porque a determinados artistas (Picasso, pone de ejemplo; un genio malvado y sádico) les gustase dicho espectáculo y los trataran en sus obras? ¿Un novelista que también retrate el crimen hace del asesinato cultura? Creía que no se había atrevido a tanto, pero vi que sí cuando nos amenaza con una ridícula imitación de Bertolt Brecht: ‘hoy van a por los toros, mañana será otra modalidad artística’. O Hemmingway, que vivía extasiado por el “valor” de los toreros, hace 70 años... O si me dice alguien actual, y de izquierdas, como Sabina, un hombre devorado por el personaje y que ya hace demasiado tiempo que nadie se toma en serio.

¿Y qué es eso de que el toreo no tiene ideología? ¿Pero cómo se atreve? La España más cutre y rancia es la que salta en procesión, y la que reverbera espumarajos por la boca cada vez que se pone en algún medio tradicional en tela de juicio la viabilidad de la tauromaquía, su sostenibilidad económica, su sentido estético y artístico o si es compatible con un estado moderno y democrático. Es la derecha antidemocrática, fascista, orgullosa de un pasado genocida la casi única promotora y defensora de la tauromaquía. Y la que la sostiene con indignantes e ingentes cantidades de dinero público.

Nos llama antiliberales a los que pedimos la abolición de la salvajada con la que usted se gana la vida. Pero, ¿qué sabe usted de liberalismo? ¿Es liberal no tener compasión por los seres vivos que sufren igual que yo? ¿Es liberal que yo mire para otro lado cuando están siendo descuartizados entre aplausos nobles rumiantes indefensos en cosos de mi país? Los liberales (desde el punto vista clásico del término, de la concepción del siglo XVIII) tenemos dos principios troncales que sustentan la libertad y el libre albeldrío del hombre (y la mujer), que son la tolerancia y la compasión, hacia los animales humanos y hacia los animales no humanos. Eso es más importante que toda la catarata de artículos de derecho que cita en su misiva de forma torticera.

Las corridas de toros, señor El Juli, son una brutalidad objetiva, un ejemplo agonizante del pueblo bárbaro que fuimos y por el que muchos, mujeres y hombres, luchamos por cambiar para legar un lugar mejor para vivir. Por lo menos uno que no de vergüenza ajena. No hay éticamente por donde defender nada con una mínima lógica, más allá de lo que siempre dice Sabina: "Al que no le gusten los toros que no venga". Se tortura y mata a un gran rumiante hasta la muerte. Punto. Ni arte ni milongas.

Muchos consideramos que el progreso hacia una sociedad más igualitaria y justa debe ir necesariamente ligado a un desarrollo moral hacia la defensa de los Derechos Animales. Debemos dejar atrás el antropocentrismo que sitúa al ser humano como animal superior y en torno al que gira el resto de la naturaleza, sin más fin que la de servir al egoísta y su rueda de progreso material quedando, la Naturaleza, el entorno y las especies animales y vegetales, como meros utensilios y desechos. Es imprescindible invertir la relación hombre-naturaleza situando al primero como perteneciente a la naturaleza en su condición de especie animal y no considerando a la naturaleza y las distintas especies de animales una posesión de la raza humana. La naturaleza no pertenece al hombre; el hombre pertenece a la naturaleza.

Es fundamental considerar el respeto al Medio Ambiente y a las especies animales una cuestión de estado, para demostrar y demostrarnos como seres racionales que conocen su estatus en el orden de las cosas y garantes de que las generaciones venideras puedan disfrutar y así mismo responsabilizarse de la superveniencia de nuestro hogar común, el planeta Tierra y sus distintos habitantes.

Pero además es nuestro deber enriquecer el acervo moral y ético con el que transitamos, desarrollando bajo un debate sosegado una posición en el que el respeto hacia todos y todas sea identitario a un hombre moral y empático que se mueve con la razón como motor.
 
Además, también estamos hartos del empleo de dinero público para la sustentación de esta salvajada que no es más que la luctuosa y mediocre forma de ganarse la vida, y muy bien, de los rancios y caducos de siempre, que durante siglos han lastrado las posibilidades y el bienestar en el campo de Andalucia, Extremadura y esta Salamanca cutre y atrasada que sufro y me duele. Si tan rentables fueran las corridas y otros festejos taurinos populares como el lamentable de Tordesillas, como se encargan en decir, las empresas privadas, a las que están encantadas de regalarles nuestros derechos y servicios públicos se harían cargo de este esperpento. Pero la realidad es que la tauromaquia como es natural se muere; y sino lo hace de repente, sino lenta y ruidosamente, es porque esta sociedad española sigue con el germen del fascismo instalado en el hipotálamo, lo cual explica otras muchas cosas que no vienen al cabo, pero que si ha llegado usted aquí le invito a leer sin salir de esta bitácora usando el menú de la derecha.

El toro, por si usted no lo sabe, no es bravo, es un rumiante especializado en la huida. De no estar cerradas las puertas de la plaza, se marcharía lejos, a pastar con el resto de sus congéneres. Embiste, entre otras cosas, por miedo. Por terror y porque se le provoca con el tormento. Porque antes de salir a la plaza a los toros les untan los ojos con vaselina y prácticamente no ven, porque les golpean los riñones con sacos terreros, porque les afeitan los cuernos, porque se les clava una divisa que hacen que salgan desesperados de dolor a la arena. Porque salen adormecidos por un cóctel de opiáceos y anestésicos que desconexionan sus respuestas musculares, haciéndolo más lento, previsible, e incluso, como me comento un subalterno con el que tuve la desgracia de alternar, “hacer que su embestida sea más segura”. El resto, la escalofriante puya del picador, las banderillas, etcétera, ya lo conoce. Todo eso duele mucho. Muchísimo, igual que le dolería a usted, porque su sistema límbico (el sistema cerebral del dolor, busque en Wikipedia) es exactamente igual al tratarse de un mamífero grande. Señor El Juli, su combate es falso, y encima está amañado.

¿Le gusta la historia? Le contaré algo al respecto muy interesante. Usted es católico, imagino, como todos los matadores. Pues verá, el papa Pío V, en el siglo XVI, dijo esto en una bula: “Esos espectáculos donde se corren toros no tienen nada que ver con la piedad cristiana; por ser espectáculos cruentos y vergonzosos, propios no de hombres, sino del Demonio”. Emplean ustedes siempre un argumento lamentable también para esto: los toros son una tradición puramente española. Mentira. Ha habido corridas de toros en todos los países de Europa, sólo que las abolieron hace casi tres siglos (Inglaterra, por ejemplo). En España también se abolieron cuando hubo reyes más o menos ilustrados que vieron que semejante atrocidad nos alejaba de la Europa culta y refinada, como fueron Carlos III y su hijo, Carlos IV. Fue Fernando VII, el monarca más nefasto de la historia de España, el que volvió a introducir las corridas en España, junto con el absolutismo y la Santa Inquisición. El pack completo. El toreo actual a pie, el suyo, el amanerado de medias, luces y manoletinas, se lo debe a ese repugnante traidor y asesino monarca. Hoy día sólo hay corridas en España, el sur de Francia y en los países latinoamericanos con las élites más carcas e insolidarias, como las españolas de hace 50 o 60 años.

Por el respeto que de todos merecen los verdaderamente discriminados, no anime a la carcundia patria a salir de ningún armario, porque haría de nuevo el ridículo al ver que son cuatro gatos los aficionados a esa siniestra fiesta. Empleen el dinero de las subvenciones públicas en formación, en buscar un trabajo digno. No apelen más a la tradición (¿acaso no lo es la ablación del clítoris en Somalia?) ni al liberalismo. Ah, y no diga tampoco aquello del sufrimiento de los demás animales, las gallinas en las jaulas y todo eso, porque le adelanto que tampoco me gustan nada, y que compro huevos de gallinas del campo, que es donde deberían estar los toros.

Atentamente,

Viñeta de Forges, en EL PAÍS, del 17 de septiembre de 2013

martes, 12 de julio de 2016

La picaresca y el absurdo del país idiota



Hace un mes escribía esto, con un claro afán de no tener que volver a dedicar tiempo, primero a cabrearme y luego “descabrearme” toda vez que preparo, escribo, corrijo y al final leo con agrado tras publicar. Sin embargo, #Españistan se supera. Me supera. Te supera. Nos supera a todas y todos. No es un país, un estado o un espacio físico, no. Es un concepto mental de la indignidad, de la sinvergoncería orgullosa, consciente y feliz de serlo; del sufrimiento y penar de todos quienes no pensamos así, a quien nos duele, lamentamos y añoramos una sociedad mejor, más plena, democrática y solidaria. Una sociedad y país que se desprendiera de una vez de los harapos y la mugre y fuera capaz de reconocer la ignominia, denunciarla, castigarla en todos los ámbitos y obligar a un avance en la moral que de continuo se traduciría en un progreso en el bienestar, los niveles de vida y en como nuestras sociedades, desde lo más pequeño, hasta lo más grande, pasando por lo loca, regional y nacional, consiguen de una vez por todas garantizar la libertad y la mejora de condiciones de vida de todas y todos.
La penúltima, porque la última siempre se está cocinando y se dispensará gradualmente del contenedor de mierda que este país, es que a Messi le declaran culpable de defraudar a Hacienda una millonada, pero con una pena irrisoria de 21 meses de cárcel y una multa rídicula tras la regularización de lo defraudado, que ni castiga, ni intimida, ni sirve como llamada de atención, escarmiento o aviso a pasados, presentes y futuros defraudadores. A Messi, que se declara como un tonto y botarate, con tal de eludir responsabilidades, y sobretodo castigos y a su padre, cada mes en la cárcel le sale a 500.000€. A Rafa, un granadino que lleva un mes y medio en la cárcel por robar 76€ hace 4 años, de momento le ha salido a 38€. Entre ambas cantidades puedes elegir el punto donde la igualdad entre ciudadanos se va al estercolero.
No contentos con esto, en el Barça a su directiva no se le ocurre nada mejor que salir en su defensa con un comunicado de apoyo y una campaña en redes en la que pide a los aficionados que se solidaricen con el defraudador porque dicen que toda la culpa es de su padre. Se va casi de rositas con una pena de sólo 21 meses después de evadir 4 millones de euros a la caja de todos y todavía hay que hacerle la ola para consolar al nene.
Tiene delito que se aplauda al delincuente pero es lo que ocurre secularmente en nuestro país, de Madrid a Barcelona, sin ir más lejos las pasadas elecciones, en las que casi ocho millones de personas aplaudieron con su voto a un partido que navega en la corrupción desde los tiempos franquistas. No hay que olvidar que somos el país de la picaresca. De aquí es ese género literario, único en el mundo, dedicado a contar las pillerías, bravuconadas y travesuras de los granujas.
Se desprecia la inteligencia y se premia a los listillos, se hace burla al que cumple con sus obligaciones y se celebra a quien se las salta. Es tradición nacional reírle las gracias al pícaro, al que se libra de pagar, engaña al ingenuo y al honrado, sisa unos folios por aquí o inventa un trapicheo para pagar menos por allá. Y ahora el club de fútbol más exitoso del país, referente en todo el mundo, pide a su parroquia que abrace a un evasor multimillonario que nos ha intentado robar a todos y a los forofos sólo les ha faltado darle un euro como si fuera Lola Flores.
Supongo que los Community Manager del club catalán se pusieron las manos en la cabeza y trataron de quitar la idea de la cabeza a la directiva (sino lo hicieron, lamentables profesionales son) que está acostumbrada con sus tejemanejes con las instituciones catalanas de usar éxitos deportivos, equipo, afición y legado como emblema nacional catalanista siempre que el flujo de poderes y dineros sea intenso y bidireccional.
Luego nos quejamos de que pagamos muchos impuestos, los ricos pagan poco, los políticos nos roban y nos gobiernan ladrones, pero hay gente a la que se le olvida cuando va a las urnas o al campo de fútbol con la banderita de su equipo, nación o partido. No tenemos dinero para servicios públicos básicos ni para las pensiones pero gana las elecciones el partido de Bárcenas, Soria, la financiación ilegal y la amnistía fiscal a los grandes evasores como Messi. Quizá si la gente supiese que cada uno de nosotros pagamos entre 800 y 1000 euros más de impuestos al año para compensar lo que otros defraudan, se les quitaban las ganas de aplaudirles y votarles.
También si supieran que la mayor parte de los recortes de la crisis -que han provocado tanto dolor, incluso muerte- se podrían haber evitado si se atajara el fraude de las grandes fortunas, dejarían de reírles las gracias. Si empezaran a pensar lo que les cuesta a su propio bolsillo o a su propia vida, a lo mejor ya no iban a jalear a Messi a la puerta del juzgado, a la Infanta y a los compi yoguis a su entrada en el palacio o a Rajoy al balcón de Génova. Peor que ser un país de ladrones es que además somos un país de idiotas que aplauden a los pícaros que les estafan. Insoportable.
Como el Lazarillo de Tormes, algunos se creen muy listos porque se comen las uvas de dos en dos, pero el ciego se las come de tres en tres mientras ellos callan. Muy pícaros pero muy pánfilos. Aclaman al multimillonario que les roba. Eligen al político que les engaña. Es el Síndrome de Estocolmo. En este país, hay secuestrados que adoran a sus secuestradores.

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jueves, 30 de junio de 2016

El #Brexit como síntoma de una Europa antisocial y fascista

El pasado jueves día 23 el Reino Unido aprobaba por un 51'9% (frente a un 48'1%) salir de la Unión Europea en un referéndum denominado #Brexit que ha instalado a Europa y también Occidente en el miedo y que ya ha empezado a tener su influencia como por ejemplo en el resultado de las elecciones generales del pasado domingo en España.
Las consecuencias inmediatas de la decisión fueron las caídas de las bolsas europeas (con el refuerzo del Dolar y el Renmimbi, la moneda china), los beneficios de los especuladores que cambiaron libras el día antes cuando las encuestas daban la victoria al #Brexit, y la pérdida de valor de los miles de millones de los ahorros de los trabajadores británicos y de quienes trabajan allí.
Además ya tiene consecuencias políticas como la dimisión del Primer Ministro el conservador Cameron, principal impulsor de la consulta, dentro de su escalada al chantaje a la UE y que ha quedado relegado por las opciones xenófobas, populistas y descerebradas del ala más extrema de un partido conservador que ya saborea los pingues beneficios para la oligarquía británica explotando a la clase trabajadora ante el nuevo paradigma de un divorcio que se plantea difícil y de riesgo.
También en las filas del laborismo, el nuevo liderazgo más izquierdista de Jeremy Corbin sale tocado, tras no haber podido articular una campaña en favor de la permanencia en la UE victoriosa.
Y por supuesto, y con razón, tanto Escocia como Irlanda del Norte ya han expresado formalmente la petición de un referéndum de independencia de la corona británica, ya que en ambos territorios se votó y de manera mayoritaria por la permanencia. Lacerante es el caso escocés, donde el año pasado en el referéndum de independencia el principal argumento a favor de quedarse en el Reino Unido fue la expulsión de facto de la UE (una amenaza muy extendida también en casos como el catalán y el vasco, por cierto) y ese temor hizo que los escoceses decidieran quedarse, hasta este momento en el que se ven fuera de la UE y dentro de los dominios de Londres, escenario más que indeseable.
Nunca la relación entre la UE y el Reino Unido ha sido fácil. Ya desde el primer momento, la unión de los países del centro de Europa (Francia, Alemania, Italia y BE-NE-LUX) articulaban un tratado para defender su industria del ácero (material clave en los años 60) ante el poderío de la industria británica. Con los años se limaron asperezas y tras varios años de consultas, referéndums en contra y reuniones tanto secretas como al más alto nivel se fraguó la inclusión del Reino Unido en la ya Comunidad Económica Europea, aunque siempre con claras reticencias desde las islas, como por ejemplo con las firmas de los tratados, la puesta en marcha de los Espacios Comunes (Sanidad, Educación o el espacio Schegen) o la defensa a ultranza de la libra esterlina () frente el Euro (€).
De este modo y con constantes amenazas de abandono de la Unión, Reino Unido ha ido imponiendo ventajas en la relación entre ambas partes que siempre han sido azoradas cuando las cuestiones de política interna hacían tambalear las mayorías conservadoras, mucho más proclives a soliviantar los sentimientos nacionalistas y sembrar dudas sobre el proyecto europeo. Y en uno de esos chantajes se enfrascó el Primer Ministro en 2012 con la defensa de los espacios de sanidad en la nueva Europa, así como la apertura de fronteras ante las presiones migratorias en el sur y por las crisis de refugiados (políticos y económicos) que el neoliberalismo está creando en toda la periferia europea. Pero sobre todo eran las cuestiones económicas las que llevaron a Cameron a jugar con fuego y quemarse el pasado jueves. Por un lado las aportaciones a los rescates a las economías del sur (aquí ya he hablado varias veces que lo que realmente se han rescatado han sido los balances de los bancos alemanes... y británicos). Y sobretodo las nuevas políticas fiscales que se aventuraban en aquel momento de pleno estallido de las burbujas financieras que ponían en peligro el excesivo patrimonio de las familias ricas inglesas, así como los pingues beneficios que los paraísos fiscales adheridos a la corona británica pululan en el interior de Europa (Isla de Mann, Gibraltar, Malta, etc. y la propia City Londinense).
El órdago de Cameron era claro: Amenazar una vez más a Europa con la salida del Reino Unido, algo que no era el Primer Ministro británico que lo hacía, pero añadiendo la convocatoria del referéndum. Aquí es donde la medida de los riesgos de Cameron ha pecado de excesiva confianza, ombliguismo, tacticismo o quizás soberbia, porque la “nueva Europa” de Merkel, girada ya su centro decisorio hacía Berlín y Frankfurt no tuvo ningún problema en jugar la partida. Y aquí es donde han entrado los populistas más radicales, y por que no decirlo también los más grotescos, de la derecha británica. Una suerte de charlatanes fascistas, ultraliberales y demagogos que emplearon un discurso xenófobo, alarmista y falso para instalar en el miedo al populacho británico.
Con la amenaza del terrorismo llamando día si y día también en las puertas de Europa les resulto muy fácil engañar a un electorado, tremendamente numeroso, con la amenaza de la inmigración. El Reino Unido, fruto del imperialismo de los siglos XVIII y XIX ha recibido numerosas comunidades inmigrantes (hijos de la metropolí) que han enriquecido notablemente su sociedad, pero que es muy fácil de utilizar cuando tu mensaje va dirigido, machaconamente, a ciudadanos sin estudios o estudios básicos, sin trabajo ni expectativas de futuro en comunidades degradadas y abandonadas (fruto de la marcha por los designios neoliberales de los tradicionales centros fabriles, no por la llegada de inmigrantes). Jubilados con pensiones mínimas, y las comunidades agrícolas de Gales (curiosamente las zonas que más dinero han recibido de la UE no sólo de Britania, sino de toda la Comunidad) han sido el caldo de cultivo que han tomado la decisión (por todos los británicos).
En contra estudiantes, los profesionales cualificados y los funcionarios, y como decía hace unos párrafos Escocia o Irlanda del Norte donde el porcentaje de permanencia se ha ido al 80% (al 98'1% en Gibraltar). Todos ellos ahora se lamentan ante los insultos y las celebraciones de los partidarios del #Brexit que han puesto en una encrucijada de terribles consecuencias al pueblo británico y también a Europa.
Una Europa que una vez más, y cada vez serán más, ha pagado su excesivo conservadurismo, su capitalismo desaforado, las políticas de recortes y la austeridad cruel para con los ciudadanos. Ese modelo de Europa que se demuestra fracasado y nauseabundo y que está generando entre otras deleznables cosas, un continente a varias velocidades a consideración siempre de los más poderosos, las multinacionales y el dinero, orden supremo que todo lo rige para los inmorales que están tomando las medidas.
Y mientras tanto el fascismo avanza por Europa, la semana pasada en el Reino Unido, como antes por Hungría, Polonia, Austría... el Frente Nacional en Francia ya ha pedido un “Frexit” y en Escandinavia también ganan las posiciones más radicales de extrema derecha.
Todo ello por una Europa construida para el orgasmo continuo del dinero, donde valen más, mucho más los beneficios de los accionistas y su seguridad financiera, que los derechos de la ciudadanía y la garantía democrática. Esa Europa que está invitando a todos los pueblos a olvidarse de ella y caminar sólo.
Por supuesto que esa no sería la solución. En este mundo globalizado, no valen ni las aventuras en solitario ni las uniones artificiales creadas bajo el paraguas ficticio del crédito. Europa necesita reconstruirse, pero no repitiendo los mismos errores, sino creando una unión donde la justicia, la solidaridad y la democracia sean las garantías asumidas por todos los miembros no sólo en participación, sino también en defensa y promoción.
Como siempre en la historia, Europa puede y debe ser el génesis de un nuevo modelo de sociedad, más fraterna, libertaria, respetuosa, tanto con el distinto, como con el Medio Ambiente.
Y sin embargo tenemos a la Europa del capital enterrando, quien sabe si definitivamente, el sueño de la Europa fraternal y las sociedades del bienestar nacidas tras los desastres de las Guerras Mundiales tan lejanas en el tiempo pero que ya aparecen en un horizonte empujadas por el fascismo y la avaricía.
Tras el #Brexit, la Comisión Europea ya presiona a Reino Unido para tratar el divorcio de la manera más rápida sabiendo que se acercan elecciones en Alemania (el año que viene) y que está crisis política puede castigar a los conservadores alemanes, perros guardianes de los intereses económicos de quienes han impuesto una crisis social permanente a todos los demás.
Llegados a este punto, no puedo más que acordarme del Referéndum griego que en próximas fechas cumplirá un año. Syriza, con Tsipras y Varoufakis a la cabeza preguntaron a su pueblo si querían más austeridad, más sumisión, más indignidad. Si querían que lo público, lo de todos, y lo que nos da la igualdad de oportunidades como la educación, la sanidad o los servicios sociales pasaran a ser cuentas de beneficios y nichos de mercado de las multinacionales extranjeras. Recuerdo la reacción visceral en contra de todos los medios del capital, de los partidos tradicionales embobados en el neoliberalismo y de una Comisión Europea amenazante, cruel y sin piedad, pisando la democracia allí donde nació. Y ahora que han funcionado con un halo de indiferencia ante la amenaza del #Brexit Británico y resignación una vez confirmado.
Pero el proceso desde luego va a ser largo, penoso y va a dejar muchas víctimas, y por desgracia, no sólo en forma de políticos que pierden su cargo. Muy al contrario, todos vamos a ser los perjudicados, especialmente los británicos que van a vivir 10 años, por lo menos, ante un nuevo paradigma, para el que ni estaban preparados, ni existen protocolos, ni ejemplos y que van a traer consecuencias tangibles como la disminución en la esperanza de vida, la menor calidad de vida o el respaldo a la democracia.
Ante todas estas amenazas, no es la primera vez, ni será la última, escribo que es necesaria y clave, la unión, reivindicativa, dura y beligerante de toda la izquierda, más allá de banderas nacionales y fronteras territoriales. Tenemos los mismos problemas. Somos la carne de cañón de los mismos usurpadores, avariciosos e inmorales a los que no les importamos una mierda. La clase trabajadora europea tiene que unirse en la lucha activa en las calles con las herramientas de conflicto tanto laboral como social de las que disponemos y somos legítimos dueños. Nos jugamos Europa, nos jugamos un modelo de vida y nos jugamos el avance de la sociedad, el progreso para construir poco a poco un entorno donde todos y todas puedan ser felices.
Si no lo hacemos la derrota y la desilusión serán nuestro signo, porque en contra a la situación de las clases populares, las oligarquías, no tienen bandera, trabajan y funcionan al unísono para hundirnos en la miseria, porque lo único que les interesa es el dinero.

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miércoles, 29 de junio de 2016

Algo bonito


Aquí donde yacen las palabras sin sentido.
De donde no se evocan recuerdos sin dolor.
Ahora que de la fragua de la luz, nace el amor.
La añoranza de un destino que se repite.

Buscando e investigando constante por el mundo.
Nunca llegando al abandono vencido por el temor.
Siempre con prudencia e ilusión gritando este clamor.
Luchando para que la rutina no te venza y debilite.

En este ataúd con puerta y mínuscula ventana,
desnudo e inmisericorde mis pensamientos,
rebotan y encorajinan mi cuerpo y mente,
me falta tu boca. Anhelo tus palabras y tus besos.

Me hago daño caminando,
comprendiendo que te extraño.
Sólo y abandonado, comparando
las otras parejas felices y juntas.

El desasosiego de no tenerte cerca.
A quien amo y deseo.
Las risas extrañas que retumban en mi cabeza,
azorado me dejan por paladear tu ausencia.

Los días son lentos y pasan pesados.
Interminables bajo el sol de verano,
que arde y no calma
se ensaña,
y se divierte sin freno
con mi cuerpo huérfano de tus manos.

La rutina araña mi alma
Y me faltan tus ojos y tus manos,
tus palabras,
con las que encuentro calma,
aprendo y encuentro sosiego.
Reanudo en paz mi calma.

Pero son las noches,
endiabladas y ruidosas.
Donde en la soledad de la cama,
el frio abrazo de las sabanas,
me recuerdan la distancia,
la necesidad de nuestros sueños.

Soy el hombre, orgulloso,
que puede afirmar, sin rubor ni vergüenza.
Qué se equivoca en las distancias.
Qué añora lo que nunca se atreve a afirmar que busca.

Encontrar a través de letras reflectantes,
La necesidad de amarte.

Como el despertar comatoso.
Me contagio de esperanza.
Al hallar excelencia.
A volver a saborear lo que olvide nunca.

Vencer a mis enemigos entendiendo.
La necesidad de amarte.

Sólos, quizás simples y ufanos.
Ilusión, alegría y convencimiento.
De que es bajo tus besos.
Como cada día quiero que empiece.
 
Es nuestro momento.
La necesidad de amarte.

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Camareros: Necesarios, degradados y precarios. Una experiencia personal

Ahora que ya está aquí el veranito con su calor plomizo, pegajoso y hasta criminal, se llenan las terracitas para tomar unas...