Mostrando entradas con la etiqueta tolerancia. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta tolerancia. Mostrar todas las entradas

viernes, 28 de julio de 2023

El puto ruido


 

España es insoportable. Alcoy es insufrible. Lo siento. Estoy hasta los cojones del puto ruido. Ni siquiera estar en tu casa evita que el sonido estridente, inoportuno, improcedente, inesperado, intempestivo, chillón, estrepitoso, estruendoso, penetrante e incluso hasta violento te asalte y joda tu paz, tu descanso y tu vida.

Cuando no son las motos, son las obras. Cuando no los camiones, los de reparto, especialmente esas furgonetas que ya tienen el embrague averiado, y que traen las mierdas que compráis por internet. Especialmente molesto es el de la basura. Necesario, si, pero no es normal que para hacer su tarea tarde hasta 10 minutos con el motor encendido. Quizás lo que no es tan necesario es el puto whatsapp que atiende el basurero. De hecho, los móviles son otra fuente de ruido imperecedero y asaltante. Pocos somos los que tenemos el móvil en silencio, y nos enteramos si nos llaman si vibra. Suficiente. Y peor aún son las y los gilipollas que escuchan los podcasts que les mandan como audios a toda potencia como si llevasen un walkie-talkie de 400 euros. Por lo menos. Vaya panda de mataos insufribles.

Luego están las alarmas, siempre alguna intempestiva. Los ladridos de perros (con estos muchas veces se puede hacer poco, salvo procurar no dejarlos solos cabrones, pero si es obligación que limpiéis sus mierdas en la calle). Lo mismo con los niños. Sobretodo cuando son bebes. Porque ya cuando crecen, y confirman que son más subnormales que la generación anterior, porque solo saben hablar y chillar, exigir todo a gritos porque se han criado en ese ambiente de verdulería más propio de telecinco que de una sociedad madura y responsable.

Desde luego, después de haber vivido en varios sitios, estoy viviendo en la calle con más ruido de España (también las más sucia, que seguro tiene algo que ver ambas cosas, pero ya hablaré otro día de eso, de por qué sois tan guarros -no me jodas, yo no me incluyo en vuestra guarrería congénita-). Enhorabuena Alcoy. Es de coña que un pueblo venido a más como es éste tenga el volumen de ruido diario que tiene. En invierno cuando anochece se corta, pero es que en verano es continuo, las 24 horas del día, con picos evidentemente, pero es que puedes estar dormido a las 3 de la mañana y perfectamente, me ha pasado ya varias veces, te despierte algún hijo de la gran puta.

Cuando no es una moto de un niñato (me cago en la puta algún cabronazo se ha forrado desde la pandemia al recuperar las motos de cross que parecían haberse extinguido) es un puto viejo con micro-pene y un mal divorcio que ha acabado en comprarse una harley. Mi teoría es que entre ambas edades mentales están las responsabilidades, la familia, el trabajo y la mujer, el ente racional que hace que todo funcione y que está mierda de sociedad sea tolerable para las personas normales. Constato que el hombre, me refiero al espécimen masculino, es el animal más ruidoso. Cuando no tienen novia o esposa, es decir cuando no tienen la garantía de meterla, tienen que hacerse ver y pagar sus frustraciones a base de meter ruido y molestar al personal. No sé cuál es más insufrible. Ni tampoco más ridículo: el niñato cabeza-nido que no sabe llevarla y que se cree el matón de barrio, o el viejales tripón y calvo que con una motarra propia de mariquitas como los MotleyCrue se piensa que va bajando bragas por la ciudad. Y encima le habrá costado el puto riñón que le va a quedar sano. Miserable.

Y luego están los hijos de la grandísima puta que van con un coche con un tubo de escape petardando, pegando acelerones, sin el silenciador, dando por el culo a todo el vecindario, pasando al lado de hospitales, residencias, guarderías y de mi puta casa. Pero vamos a ver, me cago en vuestra puta fez, me prohibís meterme en las zonas de bajas emisiones con mi coche por diesel, por casi clásico. Y si se me ocurriése ir por ahí sin la ITV en regla me multáis con un buen sablazo. Y me estáis diciendo a la vez que las putas policías, nacionales o locales y guardias civiles no oyen a estos taraos. Que no son capaces de ponerse a multar y a poner cepos en los coches hasta que este puto ruido, totalmente insufrible pero bien fácil de evitar, acabe. Es que estamos rodeados de hijos de puta y de inútiles.

Lo peor de todo es que se lo dices a todo un teniente de alcalde, de la verdadera (h)izquierda que por favor hagan algo y te suelta tan pancho, que es “no pueden pararles y poner multas porque pierden votantes”. Y los que estamos en casa y nos sentimos atacados en la propia intimidad del hogar. ¿Es que no contamos? ¿Es que no votamos? Lo siento pero lo que no soy es gilipollas, y hay cosas que no voy a tolerar. Ni el puto ruido, ni el buen-rollismo cuqui. Mano dura para ambos.

Y luego están las de los repartidores de comida basura. Ellos no tienen la culpa. Demasiado que les ha tocado buscarse la vida de esta manera porque como sociedad hemos sido incapaces de dar buenos puestos de trabajo. Pero es que no me jodas. ¿Es que sois unos putos imbéciles incapaces de haceros una cena decente por vosotros mismos y tenéis que llamar todas las noches a que os traigan una pizza, una hamburguesa, un kebab y una mierda? Que a 10 minutos andando están todos los infra-restaurantes encargados de repartir esa porquería de viandas, ¿es que no podéis ir andando? ¿Es que os pesan tanto los huevos? Hijos de puta. No, mejor llamar y que me la traigan, porque soy clase media. Mejor disponer de un esclavo a tiempo parcial para que satisfaga mis impulsos. Y si de paso, mete ruido, contaminación acústica y de la atmosférica en el ambiente, mejor que mejor.

El tráfico en esta ciudad es absurdo. Pero no es en el único sitio. En Toledo también era ridículo. Y en Salamanca. Y no digamos en Madrid, Valencia, en muchos pueblos durante el fin de semana. Es que alegremente hemos adoptado un modo de vida que va en contra de la lógica y de lo que podríamos hacer con ciudades y pueblos desarrollados al modo mediterráneo. Es que tenemos una vida, en general, prácticamente todo el mundo que vive en las ciudades, para cumplir aquello “de los 10 minutos andando”, y sin embargo, hemos dejado que se conviertan en la media hora en coche (porque hay que aparcarlo JoseLuí) impidiendo que uno se pueda mover por sus propios medios. Pero es que todo esto inunda la ciudad de ruido y hace insoportable la convivencia y la presencia humana.

Ya es suficiente desgracia vivir en jaulas de pladur, en colmenas casi infrahumanas que no disponen la mayoría de condiciones de hábitat dignas, entre ellas el aislamiento del ruido. O te dejas una pasta en ventanas para poder aislarte del ruido exterior, niegas por lo tanto la ventilación del hogar. Pero es que dentro de la propia estructura las paredes de papel fumar van a transmitir todo los ruidos de los vecinos (pasos, golpes, arrastrones, caídas, llantos, risas, televisiones, polvos, alguna hostia, discusiones, conversaciones) en doulby sourround envolvente. Imposible dormir. Imposible descansar, leer un libro o simplemente querer estar tranquilo.

Y qué decir de las fiestas. Patronales, estudiantiles, familiares, religiosas, deportivas,… cualquier excusa es buena para mamarse, primer objetivo, y para hacer ruido, el segundo. Para molestar. Qué hay que pasárselo bien, claro que si, que es necesario y hasta mentalmente sano, pero no puede ser que esto sirva para dar manga ancha para que las comunidades donde residen las personas se conviertan en altavoces constante de ruido. Que no vivís solo vosotros. Que no estamos solos en el mundo. La música, y a mi me encanta como veis en este blog y probablemente me guste la que se emite a más volumen, no puede invadir los hogares y el descanso de las personas. Porque hay quienes tienen que trabajar, pero también hay enfermos y sus familias, que necesitan descansar. Que hay normativas a respetar, y que mientras el derecho al descanso, si que existe y está reconocido por la ONU como un Derecho Humano y por las administraciones españolas (otra cosa es que “pasen” de vigilar que se respeta) no existe ningún derecho ni a la fiesta, ni a la diversión. Que por supuesto se va a facilitar que la gente baile, se toma unas copas y se divierta, pero hasta cierto punto. Hasta el momento en el que también hay que cuidar el derecho al descanso y a conciliar el sueño o a estar tranquilo en su casa a una persona. Que la libertad no es un océano para hacer lo que te de la gana. Que tiene límites y el principal debería ser el del sentido común, pero cuando éste falla hay que aplicar el coercitivo del estado de derecho. Básicamente porque se trata de vivir en comunidad.

Aquí es importante meter a la iglesia y a todos los mea pilas que no tienen otra cosa que hacer que ir a tocar las campanas cuando les salen de las pelotas. No tiene gracia. Nadie va a ir a misa porque te pongas a replicar a las 7 de la mañana un sábado o un domingo en Lliria, o en otros pueblos del Levante, y ni siquiera tiene buen gusto ni sirve como muestra de un supuesto acervo cultural. Es molesto y atenta contra el descanso y también contra el estado aconfesional que somos. Cojones ya.

Y luego quedan los infrahumanos esos que tienen por afición tirar petardos, A muchos, a mi mismo, me encantan los fuegos artificiales y he participado en espectáculos pirotécnicos como espectador y como involucrado. Pero en recintos y momentos anunciados, preparados y diseñados para el disfrute. Es un momento, una hora a lo sumo, y ya está. Lo que no es normal y es hasta ofensivo es que estés en tu casa, y en cualquier momento, a uno de estas mierdas secas se les ocurra tirar un petardo. Es que no se puede ser más triste. Ni más hijo de la gran puta. Ojalá con cada petardo perdierais 3 dedos de cada mano. Que no hay, no existe, ninguna licencia, ni salvo conducto ni excedencia para tirar petardos en vía pública. Sea navidad, fiesta patronal, el cumpleaños de tu niña, o la boda de los catetos de susana y kevin. Ya está bien.

Y que decir del volumen de las conversaciones que cada vez es más alto. Ya no es que “seamos tan alegres, tan vitales y joviales” es que somos unos putos horteras que tenemos, que tenéis que hablar a gritos, para que en toda la maraña de ruido que va in crescendo os podáis oír. Eso o limpiaros las putas orejas de cerumen. Porque es que cada vez es más insoportable ir por la calle y tener que oír lo que hablan en una conversación a 15 o a 20 metros de distancia, sin tener que esforzarse para agudizar el oído. Solo basta con quitarse los cascos. Por cierto, usar putos auriculares para escuchar la mierda del reaguetton (o cómo cojones se escriba) que os vamos a tener que dar de hostias, primero por vuestro mal gusto, vuestra misoginia y segundo por la falta de educación. O al revés.

Dejad de gritar. Hablar con decoro y al volumen suficiente para entenderos y cuidar de hacer tanto ruido innecesario, tan molesto y tan cargante. Porque se supone que vivimos en sociedad y que componemos una comunidad donde existe el respeto, el cuidado y la tolerancia. Porque a mi ya me estáis quitando la tolerancia a base de bocinazos, petardos, bachatas, fiestas, acelerones y silenciadores de moto inexistentes.


Tenemos un puto problema como sociedad y como país con el ruido. En la pandemia, pude salir algunos días a trabajar las primeras semanas, y lo más increíble y lo que más me desubicaba era la total ausencia de ruido. Es que de repente empezamos a oír los pájaros, joder. Misma sensación cuando he ido al extranjero y en ciudades atestadas de gente había ruido, había tráfico y había muchedumbres hablando. Pero no se asemeja ni de coña a lo que sufre en este país. Y no me vale esa mierda de que tanto no será cuando los extranjeros vienen. Pues vienen precisamente a hacer aquí lo que en su puto país no pueden hacer, porque está mal visto, porque es de mala educación o porque está prohibido. Cuñao.

Necesitamos medidas mucho más serias, responsables y duras para con el infractor para acabar con el puto ruido. Y un compromiso fuerte como sociedad para concienciarnos de que esto es un problema y necesita solución urgente.

 

viernes, 15 de julio de 2016

La barbarie golpea la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad

Vuelven las banderas a media asta. Los minutos de silencio y las declaraciones grandilocuentes de que “unidos no nos vencerán”, de que “la legalidad y la democracia”, bla bla, bla... También tendrán su momento la ultra derecha para reivindicarse como guardianes de Europa, rechazar la inmigración y aprovechar el momento para sin vergüenza aumentar su tirón político con su deleznable fascismo, todo ello para justificar el rechazo a los refugiados que como ayer miles de franceses y occidentales en Niza, huían del mismo terror fanático, del mismo fascismo clerical islámico.
Ayer, en el Paseo de los Ingleses de Niza, mientras miles de personas contemplaban los fuegos artificiales que conmemoraban la celebración de la Fiesta Nacional Francesa, un franco-tunecino, armado y al volante de un camión irrumpía con alevosía y violencia segando la vida de más de 80 personas y dejando cientos de heridos. Y aumentando en la Europa occidental la sensación de miedo, pánico e inseguridad.
Parece que no aprendemos. Seguimos sin comprender que frente al terrorismo y la barbarie no cabe otra salida que no sea una respuesta firme de la legalidad y los derechos humanos. Un compromiso firme e irrompible para Europa y Occidente, garante del progreso y la libertad, la tolerancia y la solidaridad. No podemos responder a la violencia con más violencia, ni a la barbarie con más barbarie. No se debe intentar apagar el fuego con más gasolina. Lo más importante es defender la Europa, con todas sus letras, y su bagaje en la lucha contra la desigualdad y el fascismo, con máximo convencimiento en el avance de la sociedad y del ser humano y su bienestar.
Y por supuesto la acción policial y de investigación en occidente, con respeto escrupuloso a la legalidad, y la lucha militar en Oriente frente a los terroristas que están enquistando una guerra en Siria con unas consecuencias dramáticas, que siempre están yendo por detrás de los intereses comerciales de los oligopolios del petróleo, el gas, cómplices de las dictaduras árabes que encantadas avivan el avispero que hoy es Oriente Próximo. Los mismos que alentaron una guerra corrupta, suicida e ilegal contra Irak, como se ha terminado demostrando las últimas semanas, con el apoyo de los mediocres como Blair, Aznar, Bush y Barroso, quienes tienen ya también que sentarse ante un Tribunal acusados de delitos contra la humanidad y motivados por el poder y el dinero, y por dejar un mundo, mucho peor que el que recogieron a su llegada.
Liberté, égalité, fraternité es el lema de la Revolución Francesa; del 14 de julio y la Toma de la Bastilla. De no querer ser más rehén de los poderosos, en el siglo XVIII o en el siglo XXI. De no querer ser más pasto de las hogueras de la xenofóbia, el fascismo y la intransigencia religiosa. Ni tampoco de un sistema económico que nos consume cual mercancía sin importar las consecuencias, más que la del crecimiento perpetúo, el orgasmo del dinero.
Europa tiene ante sí un reto: El reto de vencer al terrorismo sin de-construir Europa, sin despedazar los acuerdos que ponian el bienestar de la ciudadanía y el avance como sociedad, como motor de la acción política. Sin embargo son las salidas viscerales como se puede ver con el auge de la extrema derecha o el #Brexit, la respuesta inmediata cargada de oido, oportunismo y sinrazón las que van calando en el europeo. Conseguir una victoria que afiance la democracia, porque sea la democracia la que yergue las columnas de esa victoria. Su legalidad y su legado en justicia, solidaridad e igualdad.
Europa ha de acoger con los brazos abiertos a los cientos de miles de refugiados sirios (también iraquíes, afganos o sudaneses) que huyen del mismo terror y barbarie que cada vez con más frecuencia está golpeando a la propia Europa. Basta ya de cortoplacismos, electoralismos, miedos y discursos de odio. Es el momento ya ineludible de cumplir los compromiso en materia de derechos humanos que tenemos como estados de derecho. 

El autor de esta matanza no es un refugiado. No es, parece ser con las primeras investigaciones, un hombre religioso, ni radicalizado. Se trataba de un franco-tunecino de 31 años, sin trabajo, y con problemas previos con la policía por peleas y trapicheo de drogas. Es decir, no es un refugiado, sino más bien otro inadaptado producto de la marginalidad y la falta de oportunidades que este sistema económico oligofrénico ha promovido.
Y mientras las víctimas, como en todas las guerras, y esta también lo es, aunque de una forma que nunca habíamos visto en la historia, las pone el pueblo. Un pueblo que tiene que unirse, no me canso de decirlo, una vez más en torno a un modelo de sociedad libre, acogedora, integradora, solidaria y progresista, que tenga como fin último el avance de su bienestar y el de todo el planeta. Es vital que lo hagamos ya para no seguir siendo las vidas que se queman bajo el fuego de lo fascismos.
Estoy apesadumbrado, rabioso y dolido, y con los familiares, amigos y víctimas del atentado de ayer en Niza. Y con los de hace 10 días en Bagdad. Con la gente de Aleppo. Con quienes yacen en Idomeni y quienes se agolpan desesperados a fronteras de alambre y hormigón.
Contra el terrorismo, legalidad, justicia y Libertad, igualdad y fraternidad.

_______________________________________________________________________

domingo, 18 de noviembre de 2007

No más fascismo sin respuesta

El pasado domingo 11 de noviembre falleció el joven de 16 años Carlos Javier Palomino, militante anti-fascista en el metro de Legazpi en Madrid. Su asesino, un soldado profesional (¿dónde están los controles para que estos personajes no entren en el Ejército?) militante a su vez de Democracia Nacional (partido que debería estar ya ilegalizado) y que había participado en una manifestación en contra del racismo. El arma del crimen un machete, con el que además causo varios heridos uno de ellos de gravedad.

Todo el país (de la izquierda por supuesto) está indignado por un nuevo acto de barbarie de estos hipócritas e imbéciles que usan, siguiendo punto por punto la ley de partidos (aquella fachada que se utiliza para unos y se ignora para otros) como decálogo de lo que es un partido o asociación anti-democrática, intolerante, salvaje y que tiene en la violencia su única voz. Pues pese a este crimen y otros muchos cometidos por miembros y simpatizantes de la infamia y el fascismo, ningún gobierno se ha atrevido a ilegalizar, ni tan siquiera ponerlo a tramite judicial, estos partidos que ante su falta de creencia en la Democracia deberían quedarse sin espacio en ella.

La historia se repite una y otra vez, las muertes producidas por la violencia fascista, al igual que las de los cerca de 1.400 compañeros que murieron en el tajo el pasado año en el estado español, no quitan el sueño de quienes dirigen las instituciones del Estado. Ni gobierno central, ni gobiernillos autonómicos, ni partidos oficiales y otras instituciones que apresuran a concentrarse y a convocar manifestaciones cuando una acción les podría afectar personal y/o políticamente, se quedan tranquilos en sus sillones, cuando la muerte violenta es de un trabajador, un joven inmigrante, o un antifascista.

Son innumerables las acciones de la extrema derecha contra inmigrantes, homosexuales, indigentes, personas de la izquierda, estas acciones fascistas se multiplican por todos los pueblos de Castilla y Estado español creando un ambiente social de miedo amplificado por medios de difusión como la COPE, el Mundo y muchos otros, que se encargan de dar la vuelta a la realidad criminalizando a los sectores sociales golpeados por el fascismo y sirviendo de portavoces de la extrema derecha policial, social y política con la que participan después en sus movilizaciones, intentando derechizar aun más la vida social y política, e intentando también que la imagen del PP, dirigido por conocidos sectarios del Opus Dei, Legionarios de Cristo y compañía, aparezca con ciertos aires centristas.

¿Por qué no se ilegaliza a estos partidos de ideología neo-nazi?¿por qué no se investigan sus cuentas y métodos de financiación? ¿Por qué encuentran en Salamanca de la mano del facha de Lanzarote el destino turístico fascista?¿Cuántas más muertes, violaciones, peleas, altercados puede soportar la sociedad española o europea para actuar contra estos desgraciaos?. Todas estas preguntas y más que se pueden venir a la cabeza, van a quedar sin respuesta, a menos, que de manera maquiavélica pensemos en que por ejemplo, el PSOE no entra a ilegalizar estos grupos porque sus votos pueden ir a parar al PP ¿¿??.

La solución es fácil y sencilla. ILEGALIZACIÓN DE TODOS LOS GRUPOS FASCISTAS, XENÓFOBOS E INTOLERANTES. Que todos sus dirigentes y militantes que han cometido crimenes de tinte político vean cumplidas sus penas de manera integra. Aunque claro, con el Código Penal de risa que nos gastamos...

Otro tema es el ya famoso: ¿Por qué no te callas? del Rey. Esta claro que "su majestad" (la mía no, eh) le esta pudiendo la presión de un año, extraordinariamente duro. Desde que saltará el año pasado por estas fechas, su cacería en Rusia (pobre Mitrofán), luctuosos hechos como el affaire de la viñeta de El Jueves, la quema de fotos "reales" en Cataluña, sus conversaciones privadas con Espe, (jeje, hija de puta), su viaje a Ceuta y Melilla (de qué se mosquea Marruecos si son dos territorios españoles reconocidos por la ONU y la población desea pertenecer a España, por qué el gilipollas del fascita rey que tienen no deja elegir libremente al Sahara Occidental lo que desea), etc. han desgastado mucha su figura, otrora intocable y moderadora. Cierto es que la provocación fue máxima, porque aunque Chavez dijera las ciento sesenta y cuatro veces que Aznar es un fascita (nada nuevo con el neo-con), intrínsecamente insultaba al pueblo español que hace 11 y 7 años, lo eligieron, además de saltarse todas las reglas de la diplomacia internacional, y las de la lógica y la coherencia, puesto con su populismo por bandera, no está él minando las libertades en su país. Aunque ha mejorado cosas en Venezuela, al igual que Fidel en Cuba, deberían de buscar su salida del poder de manera pacífica y consensuada para que ambos países consigan mejores condiciones de vida para sus habitantes dentro de la senda del comunismo no-totalitario.

De todo este embrollo de impertinencias e indiscretos insultos hay una verdad que es innegable: a Chavez le resbalaba la Cumbre, y a lo único que ha ido es a dar el espectáculo, como siempre. Aterrizaba en Santiago tarde, cantando, dándose -como siempre- distinguida importancia, y a la primera de turno, arremetía contra Aznar y la patronal española. Zapatero le pide que suavice su tono, el rey le llama distendidamente la atención, y Moratinos le comenta a su homólogo venezolano el malestar que ha producido en España los comentarios del presidente sudamericano.

Pero no contento, Chavez, a la siguiente oportunidad, importunadamente, vuelve con su cinismo a avivar el fuego prendido. Qué le importaba a la Cumbre lo que sea o deje de ser Aznar. Pero bueno, allí Chavez acudió de propaganda, a hacerse sentir. A promocionar instigadamente su proyecto para Latinoamérica, y desde luego, nunca dudó de restar valor a los acuerdos alcanzados en la Cumbre. No deben ser de su incumbencia.

Desde luego que el mundo le conoce, no tanto por su proyecto bolivariano como por su imagen de bocazas. Y desde luego, me parece acertada la posición diamantina que han adoptado tanto el presidente del gobierno español, como el rey que le acompaña. Quizá don Juan Carlos perdió los papeles, dice la prensa internacional. Quizá, el que perdió hurgadamente primero los papeles fue el mandatario venezolano, opino yo. Porque es verdad que sea o deje de ser Aznar lo que aparenta o demuestre ser, ese no es el momento ni el lugar de proferir desprecios. Porque está fuera de contexto, porque a una Cumbre se va a proponer, a construir y a aprobar, pero no a poliquetear contra ex presidentes; y porque en esa reunión se encuentran los delegados de una nación de habitantes que en su derecho a elegir quienes quieren que les representen votaron a ese señor. España no estará muy contenta cuando cambió de signo y color político en 2004, pero él debe respeto a quienes por aquel entonces sintieron la política de este país como quisieron.

Él llama fascista a Aznar. No sé si sabrá que fascista es aquel movimiento político -aunque se entienda de derechas - que identifica los intereses estatales a los principios de una ideología totalitaria que exalta los valores nacionales, la figura del dirigente principal de ese movimiento, que promueve el desarrollo de una estructura corporativa en la que sindicatos y partidos democráticos son suprimidos, y en la que las libertades individuales se suprimen para fortalecer un Estado que exige la filiación exclusiva a su partido y que estructura una política agresiva interior y exterior. Con los ojos puestos en la Venezuela del 2007 y viendo las manifestaciones en contra del proyecto de reforma de la constitución venezolana, pregunto, ¿quién es un fascista? ¿Aznar o Chavez?

Por tanto, y desde aquí, doy mi apoyo al toque de atención de Zapatero, y mi hombro a la marca y seña del rey al mandar callar a un insolente mandatario autoritario, y al levantarse e irse.



¿Por qué no te callas?

Lo mejor de este asunto han sido todas las coñas diseñadas por el ingente humor español.

Lo último, pedir respeto y honor para Carlos. Compañero no te olvidaremos. D.E.P.

Camareros: Necesarios, degradados y precarios. Una experiencia personal

Ahora que ya está aquí el veranito con su calor plomizo, pegajoso y hasta criminal, se llenan las terracitas para tomar unas...