Ayer fueron las elecciones al Parlamento europeo, y por primera vez, más allá de ejercer como votante, desarrolle un papel mucho más activo e involucrado con la votación. Por primera vez he participado en un proceso electoral, de pre-campaña (con la confrontación asamblearia y el proceso de primarias pertinente), de campaña (asistiendo a mítines, aunque menos dados al marketing que los del bipartidismo, asambleas, reuniones preparatorias, reparto de octavillas, de boletines ciudadanos y llamando al voto a mis amigos, familiares, compañeros de trabajo, etc.) culminando con el trabajo de ayer, como apoderado de Izquierda Unida en una mesa electoral del pueblo en el que vivo.
Más adelante escribiré sobre el
resultado general y total de la elección, con mi opinión a efectos
nacionales y a efectos europeos. Pero ahora voy a centrarme en la
experiencia de ser apoderado por Izquierda Unida en un colegio
electoral entre dos residencias de ancianos, y en una mesa en la que
el censo es el de una urbanización de, más o menos, lujo.
Tras dormir poco, salir a correr,
ducharme y desayunar, llegué sobre las 8:30 al colegio electoral que
tenía asignado. Y lo primero que vi no podía ser más dantesco.
Resulta que un “ciudadano” (ahora comprenderéis el
entrecomillado) seleccionado para cumplir la función de vocal en una
de las tres mesas que disponía el colegio, llegó alcoholizado y “de
empalme” al momento de la constitución de la mesa y no contento
con no mostrar las condiciones necesarias para ejercer su deber, pero
también su derecho, como ciudadano, se jactaba de ello, encarándose
con las otras personas que si iban a cumplir con su función, así
como con la Guardia Civil, que tras varios rifi rafes, consiguieron
calmar al sujeto y sacarlo del colegio minutos después, supongo con
la pertinente identificación para las posteriores sanciones.
Pasado este episodio se procedieron a
constituir las tres mesas que iba a haber en el colegio, con la
presencia en ese momento de 2 interventoras del PPSOE, 3
apoderados de IU, los dos funcionarios administrativos y 9
interventores del Partido Putrefacto. Decir, que nosotros como
representantes de IU teníamos la documentación necesaria para
ejercer como interventores, uno en cada una de las mesas, pero como
nuestros compañeros del partido nos dijeron que apoderados, pues
apoderados nos quedamos.
Por si no lo sabéis, la diferencia
entre interventor y apoderado, es que el primero tiene la obligación
y el derecho a estar en todo momento en la mesa electoral junto a
presidencia y vocales, así como para intervenir en cualquier momento
dando constancia de cualquier incidencia que se produjera, sobre todo
si va en perjuicio a su causa. Aunque tanto lo que nos habían
comentado compañeros más veteranos como la experiencia posterior
nos iba a confirmar que también como apoderados podemos dejar
constancia de cualquier incidencia o alteración, con la ventaja de
poder salir del colegio, bien para comer en el hogar, o descansar, o
como sucede con otros partidos ir a otros colegios.
Los apoderados pueden acceder
libremente a todos los locales electorales (sin tener
obligatoriamente que quedarnos en uno), examinar el desarrollo de la
votación y del escrutinio en cualquier mesa (a modo de observadores
internacionales), formular reclamaciones y protestas y pedir
certificados. Si no hay interventores de su candidatura, pueden
actuar como tal en la mesa, participando en las deliberaciones con
voz y sin voto (aunque he decir que encontré buena disposición en
los interventores y en la mesa, para que constara mi voz y también
mi voto, aunque tampoco hubo discrepancia en las decisiones).
Además y MUY IMPORTANTE,
cualquier elector o electora que
observe alguna irregularidad durante la votación puede manifestarla
en la mesa, y su protesta o reclamación se tiene que hacer constar
en el acta de la sesión.
Pues bien, ya constituidas las mesas,
empezamos con los embrollos:
Me equivoque al entrar en la mesa que
tenía asignada, y en vez de ir a la que me adjudicaron desde IU
Santa Marta, me fui a la de otro compañero. Error que se
reprodujo en multitud de ocasiones puesto que dada la disposición
del colegio, y con esos cartelones tan poco claros e ilustrativos de
lo que quieren decir, muchas personas se equivocaban a la hora de ir
a su mesa correspondiente, incluso los que llevaban la tarjeta
censal.
Y en la mesa pese a haber asistido al
proceso de constitución con la intervención de dos interventoras,
una de cada muesca del bipartidismo, a la hora de pedir la copia del
acta de constitución tuve el primer problema. No me la querían dar.
La presidenta por desconocimiento, los
vocales idem, el funcionario en ese momento por desidia (se fue de la
sala, justo cuando la pedía) y las dos interventoras que constaban,
más una tercera del PartidoPutrefacto que llegó, alegando que no me
correspondía al ser “solamente” apoderado. Y yo que sí. Hasta
que esgrimí el manual de la mesa electoral que había ojeado
mientras desayunaba y les demostré que si tenía el derecho.
Solucionado este entuerto, me dispuse a
comprobar el estado de las papeletas. En principio a simple
vista todo en orden: En la mesa todas las papeletas en tacos iguales
y con el sentido de la escritura hacia la persona que llegue a la
mesa. Eso sí muy desordenadas. No seguían un orden alfabético, ni
de representación, ni tampoco ideológico. Así que como nadie se
había atrevido a organizar los ¡¡41 montones!! No iba a ser yo.
Sin embargo, entro en la cabina y la
primera en la frente. Sólo había 8 montones, y en ninguno de ellos
estaban las papeletas de IU, Podemos y EQUO, partidos que
lógicamente me iba a cuidar de que estuvieran bien representados. De
hecho había dos montones, bien gordos, centrados y dispuestos a modo
de supermercado sueco, para que el “cliente” los pudiera consumir
de #PPSOE y de #PartidoPutrefacto, dos por cada uno,
quedando luego representados UPyD, Ciudadanos, Vox
y el Partido Extremeño (What is fuck?).
Lógicamente con toda la liturgia que
pude, cogí un taco de IU, de Podemos y de EQUO del montón de
papeletas organizadas y apiladas que acababan de dejar los vocales en
la mesa auxiliar, y de la manera más visible que pude, para que lo
vieran “las demócratas del #PPSOE y del #PartidoPutrefacto”
entre en la cabina y las coloque en la fila superior a la de estos
dos, con un separador en medio para espaciarlas, y cogí un taco de
cada uno de los lados de la misma moneda que llamamos bipartidismo
y las puse en la repisa de la cabina, boca abajo, puesto que la
repisa no iba a ser utilizada (voto directo, sin necesidad de marcar
nada en la papeleta), manteniendo así la equidad entre todas las
fuerzas políticas participantes. Salí de la cabina con la atención
de toda la mesa de votación y repetí el mismo proceso cogiendo
varios tacos (Escaños en Blanco, Movimiento RED, Partido Comunista,
diversas coaliciones, PACMA, Partido X, Bildu, CC, Prepal) y así un
par de veces más. Por fortuna, quedaron así toda la jornada, las
otras veces que entre a comprobar esta cabina. Pero avancemos en el
relato de hechos sorprendentes.
Salí a ver como les había ido a mis
compañeros de IU, y más o menos, se repetía en ambos casos las
mismas miserias de la democracia. Por lo menos en una de las
mesas teníamos a personas que simpatizaban con nuestra causa, o al
menos eso nos dijeron y así se mostraron, siempre atentos a que
hubiera papeletas nuestras, así como invitándonos a sentarnos con
ellos. Justo estábamos en la entrada del colegio y serían las 9:15.
Habrían votado unas 7 u 8 personas (curiosamente había una cola de
5 personas antes de que se abriera el colegio) cuando nos quedamos
atónitos: En tropel llegaba el alcalde y varios concejales afines al
#PartidoPutrefacto puesto que resultaba que en aquel colegio,
votaba la presidenta de las Cortes de Castilla y León. Y
obviamente, con el aviso a la televisión autonómica pertinente (ya
sabéis, publicidad subvencionada por todos para beneficio de la
casta). Pues bien, en ese momento, contábamos, ya digo 8 votantes, 3
apoderados de IU, 3 interventores del PSOE y hasta 14 personas con
el cartelito del #PartidoPutrefacto. Y que queréis que os diga,
me pareció una imagen indigna de una democracia, ese clientelismo y
ese querer salir en la foto. Y era el #PartidoPutrefacto, pero
me hubiera dado igual cualquier otro. Incluso con el que estoy
colaborando sentiría lo mismo.
Lo mejor fue que la buena señora
después de ejercer su derecho al voto, con educación saludo a todos
los participantes (presidentas de mesa, vocales, interventores de
otros partidos, y por supuesto a mí, como apoderado de IU) mientras
alcalde y concejales cuchicheaban al fondo.
Pero sigamos avanzando con la mañana.
Salimos a tomar un café, nosotros tres ya sobre las 10 de la mañana.
Estuvimos un rato charlando tanto del proceso electoral, de lo que es
Europa, así del problema de representatividad que tenemos en los
sindicatos. Siempre interesante conversar con personas preparadas y
apasionadas. Para cuando volvimos, en “mi” cabina ya habían dado
vuelta a las papeletas de IU, y las de Podemos estaban ¡¡Boca
Abajo!!. Las deje como era debido y salí al recibidor del colegio,
para después ir a la otra sala, donde había 2 mesas electorales, y
cubrir a mis compañeros que a su vez iban a cubrir a otros.
Y a continuación un momento muy duro.
Porque fue cuando comenzaron a llegar los votantes de avanzada edad y
algunos con problemas de movilidad de las residencias de la tercera
edad, a ejercer sus derechos. Llegaban acompañados, supongo con sus
cuidadoras, y acompañados por interventores del #PartidoPutrefacto.
Ya estaba con la mosca detrás de la oreja, cuando justo en ese
momento vino a mí un señor mayor, diciendo: “Tú que eres de los
míos, ayúdame hijo, que no quiero equivocarme”. Me incorporé sin
perder de vista lo que hacían los del cartelito azul, y fuimos hasta
la mesa donde estaban dispuestas las papeletas. Pregunté al buen
hombre, que a quien quería votar, y me dijo: “¿No eres tú de
Izquierda Unida?” – “si”, contesto yo. –“Pues entonces
está claro. Dame la papeleta que no veo bien”. En ese momento,
replique en alto: “¿No ve bien, usted? ¿Y qué papeleta quiere?”.
“Izquierda Unida!! Dijo él, con un tono de voz superior al de la
conversación que llevábamos”. Cogí una papeleta de IU, y se la
di, el se la acercó y la vio. Confirmo que era de IU, y dijo: “Así
es. No voy yo a votar al patrón, tras toda la vida doblando el
espinazo para él”. Y soltó una carcajada. Después la doblo,
la metió en el sobre y fue a votar.
Para entonces y gracias a que estaba
cerca, y aunque ocupado, vigilante de lo que hacían los
interventores del PP con las ancianas que querían votar, pude ver
como se mostraron muy asépticos, acompañando a la persona hasta la
mesa de las papeletas, con mirada inquisitoria hacía mi que no
faltase, para que ellas, pudieran elegir una papeleta y fueran ellas,
las que la metieran, no sin dificultad, en su sobre. Otra mirada de
la interventora (a su vez concejal del ay-untamiento de Sta. Marta) y
al ver que seguía pendiente de la escena simplemente se limito a
acompañar a esta persona, con problemas de movilidad ante la urna.
Durante los siguientes minutos, estuve
avizor comprobando todas estas operaciones, con hasta 8 ó 9 votantes
de avanzada edad, que curiosamente siempre venían acompañados por
interventores del #PartidoPutrefacto, pero por fortuna, pude
constatar que compusieron el voto en la sala, y creo que no se
produjo ningún tipo de fraude, coacción o aprovechamiento de la
condición de estos ciudadanos y ciudadanas. Aunque es evidentemente
que no puedo asegurar esto último, y que sería recomendable
disponer de un manual o una serie de explicaciones para que sepamos
reconocer estos hechos (si se producen) así como para actuar de
manera más rápida, efectiva y legal.
Unos minutos más y se produjo el
momento del día. Ya me había fijado que la presidenta de una de las
mesas, no hacía bien el proceso de voto. Recogía el dni del
ciudadano, lo pasaba al vocal y nombraba para que fuera apuntado en
el listado, así como el otro tachaba de la lista del censo. Mientras
buscaban, comprobaba palpando que el sobre era único, y antes de que
el vocal confirmará la presencia de la persona en la lista, concedía
al votante la opción de que introdujera el voto en la urna. Así lo
vi hasta dos veces, y antes de hacérselo constatar (quería hacerlo
cuando no hubiera votantes delante) llegó el error.
Como decía al principio había
votantes que se confundían al entrar y en vez de votar en la mesa
que le correspondía iban en dirección contraria y se presentaban
ante una mesa errónea. Como se comprobaba en el listado de calles, y
no encontraban la suya podían subsanar el error; pero no siempre
sucedía así, y era la intervención bien de apoderados,
interventores o vocales los que lo solucionaban. Pero en un momento
de bastante ajetreo una chica, se confundió, no consulto su calle en
el listado, y nadie pudo asesorarla, y al llegar a la mesa en
cuestión emprendió el protocolo que he descrito en el párrafo
anterior, con tan mala suerte que justo cuando introdujo el sobre en
la urna, el vocal alerto de que no se encontraba en la lista del
censo. Volvieron a comprobar y por allí no aparecía, por lo que
teníamos un problema.
Pedimos a la chica que trajera de su
domicilio la tarjeta censal (no la llevaba encima) para poder
comprobar en que mesa tenía que votar, y no así parar en las otras
mesas del colegio para buscarla. Y mientras fue a por ella (no tardo
ni 5 minutos) llego el surrealismo:
Extrañamente los interventores, tanto
del #PPSOE como del #PartidoPutrefacto, se negaban a
abrir incidencia, mientras que yo exponía que había que hacerlo si
o si. Como se sospechaba, y evidentemente fue así, que la joven
votaba en ese colegio, pero en otra mesa, la intención era, y
defendida vehementemente por dos interventores populares, de que
cuando confirmáramos que iba a otra mesa, coger a un votante “de
confianza” (amigos 24 horas después no se qué quiere decir
un votante de confianza) llevarlo a la mesa donde debería haber
votado la chiquilla y tacharla a ella allí, como a este votante en
su mesa original, y cuadrar así ambas urnas. A mi esto me parecía
una alegalidad, por lo menos, cuando no una ilegalidad. Se negaban ir
a buscar al administrador, que en principio debía de estar en la
otra sala, pero la solución no podía ser esa chapuza democrática
que querían imponer los que luego deslegitiman los procesos
electorales en Venezuela o Bolivia. Por lo tanto, me plante, sin
ningún otro convencimiento que no fuera el del sentido común, y
pedí a la mesa electoral abrir incidencia para constatar que por un
error, una ciudadana había votado en la mesa equivocada, y por lo
tanto debíamos informar a la mesa en la que sí que tenía que haber
ejercido el voto, para que allí fuera computada como ya votante, y
así saber que en la mesa donde había votado, habría un voto más,
y en la que estaba censada, un voto menos.
Por fortuna, mi explicación convenció
a presidenta y vocales y a su vez la disposición de estos, ceso el
empeño de los otros y pudimos hacer las cosas como tienen que
hacerse, ya con la incidencia, redactada por el administrador, que
llego a la conclusión de qué eso había que hacerse (y me felicitó
por ello) y con las firmas de ambas presidentas a la hora de cierre
en el acta de incidencias.
Aguantamos aproximadamente una hora más
en la mesa y sobre las 12 fuimos al bar, donde los de Izquierda Unida
de Sta. Marta quedamos (no tenemos sede), para paliar el hambre,
compartir esas primeras experiencias, y ver por dónde van los
derroteros en cuanto a participación, polémicas, etc. Y así
puestas las vivencias del resto de compañeros y compañeras, vimos
que la ausencia de papeletas de las opciones más potentes de la
izquierda, no era una simple casualidad y si rezumaba un tufo a
contubernio del bipartidismo para evitar sustos. Si, es una teoría
conspiranoica digno del mejor El Mundo anti periodismo, pero no puede
ser casualidad que en 4 centros electorales, sobre 12 mesas, todos
los apoderados de IU tuviéramos que realizar la misma operación.
Después del ágape, marche a casa a
descansar, comer, seguir un poco por twitter como iba el día, una
pequeña siesta reparadora, y a las 5 marche a mi centro a votar. Y
una vez que vote, volví al colegio que tenía asignado.
Las dos últimas horas de votación
fueron frenéticas, aumentando en ritmo de votantes según se llegaba
a la hora de cierre (especialmente en la mesa que tenía asignada,
mesa a la que acudían los vecinos de la urbanización de lujo).
Pues bien al entrar en el colegio, fui
comprobando en las dos cabinas de votación la disposición de las
papeletas, y en una tuve que volver a colocar los de IU y Podemos de
cara al votante (estaban del revés y boca abajo, por lo que no había
manera de ver el logo) y en la otra, sospechosamente volvía haber
dos tacos céntricos del PP, y no había IU. La mirada que me hecho
la interventora del #PartidoPutrefacto mítica también.
Pero ya con el ritmo de votación
elevado no hubo ninguna incidencia más. Hay que decir que para estas
horas de la jornada, pese a que el cansancio hacia mella, por lo
menos en mi caso, tanto la presidenta como los vocales, estaban muy
sueltos y animados. Cumplían su función perfectamente, con mucha
amabilidad hacia el ciudadano y parece que habían comprendido su
labor y cómo hacerla. Digo esto, porque evidentemente cuando
hablamos de más democracia, hablamos de esto precisamente. De que
los ciudadanos puedan participar en cualquiera de las fases, y en
ocasiones tendrán que llevar a cabo estas labores de gestión de los
procesos electorales. Lo hacen por un día de descanso justificado en
el trabajo, una pequeña paga, y un bocadillo y un refresco. Pero
también, y así lo creo, por un sentido del deber y una valoración
del hecho democrático que es mucho más fuerte que lo que los medios
de persuasión en conveniencia con el capital nos quieren hacer
creer. Y es importante asegurarse de que antes de la jornada tengan
la actitud pertinente (para evitar incidentes o ausencias como la
relatada arriba), así como las aptitudes necesarias (curso y charlas
de formación para la constitución, el voto del ciudadano, reconocer
incidencias y solucionarlas, el cierre de urna, recuento y
escrutinio, y transmisión de la información a la central de datos).
Esas últimas horas transcurrieron más
rápidas, porque había mucha afluencia. Y así pudimos ayudar a las
personas que iban llegando para que pudieran ejercer su derecho con
la mayor seguridad y comodidad posible. Así recuerdo que atendimos a
padres primerizos, personas mayores solas o en pareja, familias
completas que venían o hacían un impas en la jornada deportiva con
los niños, matrimonios de mediana edad, padres y madres con sus
hijos, jóvenes que votaban por primera vez y alguna zagala que me
regaló su sonrisa.
Eso sí; hubo una cosa que me llamó la
atención, y en cierto grado me solivianto y preocupo. Y lo hice sin
haber llegado a ver esta noticia. Como estuve en dos mesas, en una
junto a un interventor del #PartidoPutrefacto y en otra junto
a una del #PPSOE, me llamaba poderosamente la atención que al
igual que un vocal tachaba al votante cuando efectuaba el voto del
listado del censo, los interventores podían hacer lo mismo, puestoque disponían de listados idénticos. Incluso la interventora del
#PPSOE apuntaba el id del censo electoral en una planilla. Dirán que
no, pero la realidad es que #PartidoPutrefacto y #PPSOE se
fueron del colegio electoral con un listado de quienes habían votado
y quiénes no. Y dirán que esos datos luego los destruyen y que no
tienen ninguna finalidad. Pues si no la tienen por qué lo hacen.
Y más si además Protección de Datos, o las juntas
electorales no se preocupan de recogerlos. Pero es que estos censos
de los que disponen de antemano (en campañas municipales o
generales, te envían publicidad electoral a casa) llegan a la
jornada electoral con el listado y pueden recopilar datos, que todos
entendemos bien, que en ay-untamientos pueden resultar muy útiles
para desarrollar acciones o campañas en busca de esos votos que no
se han movilizado. Recuerdo que me preocupo mucho, pero luego en la
vorágine del recuento, se me paso pedir a la presidenta que se
hiciera cargo de esos censos (aunque desconozco si esta en virtud de
hacerlo), que en mi opinión, no tienen por qué tener y hacer
control de votantes los representantes de los partidos. Sean
minoritarios, pinzas o polos del bipartidismo.
Y entonces, eran ya las 8 de la
tarde. Hora de cierre. En ese momento se procedió a realizar el
voto de los interventores, así de cómo de la presidenta y los
vocales. Se contabilizó el voto por correo llegado a esa mesa,
comprobado y certificado toda esta parte del proceso. Y ahí es
cuando se iba a proceder al recuento.
Lo primero de todo, fue la interventora
del #PartidoPutrefacto fue a cerrar la puerta. Yo estaba en
frente de la puerta, sentado a la mesa junto a un vocal (al que hacía
mucha gracia la papeleta del “coletas”, por la de Podemos)
y la interventora del #PPSOE. Al verlo le indique que no la
cerrará, puesto que cualquier ciudadano puede asistir al recuento de
una mesa electoral de manera libre y anónima. Me espeto un “pero
si no va a venir nadie”, a lo que yo le conteste, que si ven la
puerta cerrada, entonces es seguro que nadie vendrá. El
administrador en ese momento coincidió conmigo y la puerta quedo
abierta.
La presidenta, como es de rigor
procedió a desprecintar la urna y así dar por comenzado el
recuento. Aquí vino bien, o al menos eso creo yo, la experiencia de
las dos interventoras más veteranas de #PPSOE y
#PartidoPutrefacto (la tercera no dada de alta, puesto que la
titular era más joven, aunque ambas igualadas en soberbia). La del
#PPSOE indico que la mejor manera, más fiable y rápida es que
presidenta y vocales abrieran todos los sobres y apilando las
papeletas mientras que nosotros iríamos contando los sobres. Para
los votos nulos y en blanco, los irían apilando y ya quedarían
contabilizados. Confirmado con el resto de participantes en la mesa,
decidimos hacerlo así, y aunque mi experiencia es modesta y única,
creo que fue acertado, puesto que el escrutinio se hizo rápido y
salvo un pequeño error seguro.
Y así comenzaron presidenta y vocales
a abrir todos los sobres, mientras que las dos interventoras más
veteranas, contabilizaban los sobres. Fue tedioso y largo, y eso que
la participación en la mesa no llegaba al 45% del total del censo
(ni imaginar lo que se tardaría con una participación seria), pero
evidentemente el proceso de apertura sólo lo tenían que hacer los
ciudadanos que estaban como presidencia y vocales de la mesa
(condición imprescindible de seguridad electoral y normalidad
democrática).
Una vez abiertos, y contabilizados
sobres vacios como votos en blanco y los votos nulos (con un par de
polémicas, porque aparecieron alguno con el sobre roto, y en
principio, deben de darse como nulos, llegando a la conclusión de
que si la ruptura era grande (más de 2 cm.) los descartábamos, y
sino, no), repartimos tacos de las papeletas y entre todos fuimos
agrupando papeletas por opción política.
Hecho esto, resulto que en poco tiempo
teníamos todas las papeletas separadas por candidatura, aunque
obviamente, no contabilizadas, labor a la que se dedicaron Presidenta
y dos vocales a continuación, con la confirmación contada de la
interventora “titular” en el acta del #PartidoPutrefacto. Así
tras contabilizados los tacos a buen ojo, llegamos a que nos faltaba
un voto por adjuntar. Entonces los que contamos fuimos la
interventora socialista y yo a modo de confirmación, para llegar a
los mismos datos extraídos por nuestros compañeros.
Aquí, parece ser, que la norma común
no escrita (otra alegalidad) es contabilizar un voto más como nulo y
así no abrir incidencia, puesto que no se conoce el voto, siempre
con la aceptación de interventores y apoderados presentes. Y en esas
estábamos cuando le explicaba yo (no sé porque no se atrevieron los
interventores a hacerlo) a la apoderada de UPyD que acababa de llegar
lo que nos pasaba y lo que íbamos a hacer, cuando me di cuenta, que
efectivamente faltaba un voto con respecto al recuento del censo, y
ese voto era el de la chica que por error había votado en otra mesa,
perteneciéndole en la que estábamos. Cuando nos dimos cuenta,
procedió la mesa a elaborar las actas de escrutinio e incidencias,
dispensarnos las copias y en ese momento, casi a las 10 de la noche
yo ya abandone, quedando allí los interventores de PP y PSOE
enviando por Whatsapp los datos, con el administrador y las
presidentas y vocales (en las otras dos mesas no habían acabado el
recuento).
Aunque no puedo dar datos exactos de lo
que se voto en “mi” mesa electoral (no sé si es legal, pero lo
más importante es que no me parece ético), puedo decir que salí
bastante disgustado. No eran buenos datos para la causa de construir
un país y una Europa moderna, solidaria, libre y de por, para y de
los ciudadanos, en vez de una en la que todo empiece y acabe en los
mercados. Por fortuna, estos datos estaban bastante localizados
en razones sociológicas y de espectro ideológico del censo, e
incluso llegaban a ser mejores que lo esperado por mis compañeros de
IU Santa Marta.
Consideraciones sobre el resultado de las Europeas del 25 de mayo de 2014
#Españistan ha seguido el mismo
guión del austercidio, la deuda pública ilegítima, el recorte en
derechos y libertades impuesto a Grecia, y como debe de ser lógica y
consecuentemente, a efectos políticos, sociológicos y electorales
también está siguiendo el mismo guión.
El resultado supone un batacazo del
bipartidismo en toda su extensión. #PartidoPutrefacto y
#PPSOE han caído de manera salvaje en votos (más de 5 millones)
y escaños en el Parlamento Europeo, llevando de manera inmediata a
la suspensión de la fiesta de celebración de unos y a las
dimisiones y apertura de procesos constituyentes en el otro, eso sí
con más de dos años de retraso a cuando debían de haber empezado.
Además las fuerzas de carácter nacionalista (PNV o CIU) o
regionalista (CC) que han propiciado la supervivencia del
bipartidismo, bajo el yunque del voto útil, manteniendo el estado
franquista, prácticamente inamovible, también han sufrido un
importante retroceso, que en algunos casos los ha sacado del podio
electoral de sus “naciones estado”.
El PP ha obtenido 8 escaños menos y el
PSOE 9. Si lo de uno es grave, por el castigo a su gobierno cruel,
anti social y anti democrático (el 97% de las leyes que ha impuesto
el #PartidoPutrefacto y Rajoy lo han hecho, no con su mayoría
absoluta parlamentaria sino a golpe de decreto ley), lo del otro, el
#PPSOE, castigado desde la oposición por su incapacidad para
proyectar un discurso social demócrata con la consecuente renovación
de caras y personas.
Todo esto es la constatación que el
modelo está acabado y que debemos ir hacia un proyecto
constituyente que devuelva la democracia real a la ciudadanía, y
en el que las consultas al pueblo no sean cuando les conviene
(referéndum por la Constitución Europea) y si para cualquier
aspecto que trastoque gravemente el estado del Bienestar, y la
calidad democrática del estado español (por ejemplo, ante la ilegal
modificación del art. 135 de la Constitución que pone el techo de
gasto, y antepone el pago de la deuda financiera a la inversión
social).
Me resulta curioso el caso vasco, en el
que ante la eliminación de la amenaza terrorista (todos tenemos la
ilusión de que sea definitiva) Bildu en apenas dos años ha
sobrepasado claramente al PNV, demostrando una sociedad civil
progresista, abierta, y que cree en otro modelo de estado vasco y de
sus relaciones con España y Europa.
Los partidos pequeños, IU y UPyD
han crecido, pasando de 2 a 6 y de 1 a 4 respectivamente, pero con
cantidades de votos más que interesantes.
Sin duda el gran triunfador de la
jornada, es Podemos. El partido, con tan sólo 5 meses de
vida, es el claro heredero del mensaje del 15M, y pese a
personalismos, polémicas por la escisión de IU y el desprecio del
bipartidismo hacia nuevos contendientes ha conseguido entrar con
fuerza en el Parlamento Europeo con 5 escaños. Una unión,
que pide y necesita el pueblo que sufre los desahucios, el paro
endémico, los ajustes austercidas para mayor goce de la banca y el
capital, la falta de democracia, desde la jefatura del estado hasta
el último ay-untamiento, entre Podemos e IU (más EQUO, y otros
grupos), hecha con generosidad, sin egoísmos, y con sentido del
deber, y representada en las figuras de Pablo Iglesias, Alberto
Garzón, Juan Carlos Monedero, Monica Oltra, Marina Albiol o Martínez
Villarejo puede ser demoledora para el rancio sistema franquista y la
primera piedra para la construcción de un país moderno, democrático
y garante de derechos, deberes y libertades.
Hay que hablar de Cataluña, con la
caída de CIU a manos de Esquerra que al grito de plebiscito
por la autodeterminación llamó a más personas a las urnas, y
amenaza el equilibrio de poder entre CIU, PSC y PP que tan bien ha
venido a la oligarquía burguesa catalana.
Pero no todo son luces. Hay también
sombras. Fruto de la desidia con la que se han presentado estas
elecciones, sin debate europeo y si con muchas acusaciones entre los
grandes (y sus medios de persuasión) en clave nacional, y la imagen
de una Europa anti humana y del capital (imagen que a nivel europeo
los dos partidos se han encargado de demostrar continuamente para
escarnio de la ciudadanía) han hecho que la participación no fuera
alta. Ni en España con una abstención del 54%, ni en el
resto de Europa, donde en conjunto no ha llegado al 45%.
Y si. Todavía no se ha vencido al
bipartidismo neoliberal. Tendrán muchos parlamentarios pero la
voz del pueblo ya empieza a llegar al Parlamento Europeo. Parlamento
donde en los últimos años se han empeñado en construir una Europa
que nada tiene que ver con la solución a los problemas de la gente y
si con su causa, y que ha alimentado un anti europeísmo grave,
que ha empujado el crecimiento en toda Europa de los partidos de
ultra derecha (Amanecer Dorado, segundo más votado en Grecia, tras
la izquierda de Syriza; el ascenso de los neonazis británicos,
o el del Frente Nacional, el más votado en Francia, que pone en
peligro la democracia de la República también muy condicionada en
los últimos 20 años a la relación de fuerzas bipartidistas).
Pero este es el camino. Así con lucha,
con la voz de la calle, y de las redes. Atendiendo a los problemas e
injusticias que sufre la ciudadanía, podremos construir un nuevo
modelo social en el que las personas sean el principio y el fin de
todo. Una sociedad más justa, equilibrada y libre. Una sociedad en
la que cambiemos el todo para los mercados, el socializar las
pérdidas y privatizar los beneficios, por un todo para el pueblo
y con el pueblo.
En mi pueblo, los de Coalición Canaria llaman a los abuelos para que vayan a votar, y en muchos casos incluso van a buscarlos a sus casas. No se cortan. De hecho siempre que hay campaña electoral se llevan a 300-600 abueletes a comer con dinero público y aparecen todos los candidatos de Coalición Canaria, que reparten votos, gorras, camisetas, pins, etc... Es una vergüenza.
ResponderEliminarhttp://espagnaplural.blogspot.com.es/2011/11/detras-de-las-urnas-mi-experiencia-como.html
ResponderEliminarUna anotación. Fui apoderado de Podemos en las últimas generales del 20D, y los apoderados NO PODEMOS TOCAR las papeletas, ni para colocarlas, ni para rellenar los huecos ni para nada. Te puedes meter en un lío por hacerlo. En mi colegio electoral también hubo descolocaciones, etc. pero para poner las cosas en orden se encargaba la tarea y el manoseo a los representantes de la Administración que para eso están.
ResponderEliminarTe digo esto porque PP y PSOE (no hace falta cambiarles las siglas, tengamos respeto por los que no tienen nuestras ideas, e intentemos convencerles de que vengan a nuestro campo que es más productivo que hacer que nos vean como el "enemigo") con los resultados electorales que tuvieron y que se estaban oliendo desde el principio, se mueren de ganas por que los de los partidos de izquierdas acaben fuera del colegio o dando mala imagen, acusándoles de cualquier cosa.
Para prevenir abusos de los de siempre, nada mejor que empollarse bien la LOREG.
Ah, y muchísimas gracias por ser apoderado, cuantos más seamos vigilando, más difícil cometer fraude por los de siempre.
Muchas gracias por tu comentario, Raúl.
EliminarTienes toda la razón. Ni los apoderados, ni los interventores pueden tocar las papeletas en ningún momento.
Lo único que se puede hacer es pedir permiso a la mesa y a los funcionarios. Es lo que he hecho yo en las ocasiones en las que he sido Apoderado. Y si te lo dan bien, y sino exigir, que en eso si estaríamos en nuestro derecho, que los funcionarios velen porque hayan todas las papeletas visibles y disponibles.
Es lo mismo para los sobres, es de vital importancia garantizarse de que no esetán ocupados por papeletas (normalmente del #PartidoPutrefacto, jeje).
Lo dicho, muchas gracias por tu mensaje y feliz noche y próspero año 2016 de lucha y revolución
Estoy armando un tutorial para un taller de Apoderados en estas elecciones 2019, en particular para Unidos Podemos de un Distrito. Si bien he participado en varias elecciones en España como apoderado y nunca fui adoctrinado en esta materia, pero mi experiencia ya que tengo doble ciudadanía en el otro país si participaba activamente y según mi experiencia es casi similar a la Ley Electoral de España. Como también las trampas que suelen hacer los de siempre indignos de participar en lo que se debe de llamar una Fiesta Cívica donde el pueblo quiere transparencia y se le respete. Pero bueno volviendo al artículo de vuestra vivencias ha sido muy enriquecedor y a la vez confirmando que mi participación como apoderado en España he cumplido ya que usando el mismo criterio se puede trabajar bien cumpliendo los principios de ética y seguridad que se requiere. Espero amigo de IU que sigas participando este año, desde Madrid os dejo un abrazo.
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