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lunes, 27 de junio de 2022

No en mi nombre

 

El lunes 6 de febrero de 2014, 14 personas murieron ahogadas en la playa de El Tarajal, en Ceuta, sin recibir el auxilio de la Guardia Civil que a cambio las recibía a pelotazos y palos. Eran 14 inmigrantes que trataban de alcanzar la costa para salvar la vida, tras naufragar la precaria lancha hinchable con la que a su vez, procuraban conseguir un futuro mejor para ellos, ellas y sus familias. 90 personas ocupaban la zodiac y lucharon por su vida ante la crueldad de los números de la Guardia Civil allí presentes, el despotismo del infecto gobierno del Partido Popular y la, por lo general, indiferencia de la opinión pública española.

Unas pocas manifestaciones en las capitales de provincia que apenas reunían a medio centenar de personas, a parte de la mayoritaria concentración en la capital del centralismo español, por respuesta. Y muchos golpes en el pecho del PSOE, su líder y de la izquierda tratando de pescar en la indignación y la rabia de la parte más activa de la sociedad civil, ante el atropello a los derechos humanos perpetrado por los fascistas y neoliberales.

Algunos pensaban que con “el gobierno socio comunista más progresista de la Historia” estás vergüenzas terminarían. Pero estaban equivocados. Incapaces de derogar la propia Ley Mordaza que ampara legalmente en España crímenes de lesa humanidad como las devoluciones en caliente; o de revertir las tropelías a las clases trabajadoras con las reformas laborales; o intervenir el mercado de la vivienda y la energía; o de garantizar por ley los servicios públicos; o de salir de la OTAN, proclamar la República o nacionalizar sectores estratégicos… Absolutamente inútiles en mejorar las condiciones materiales de la gente, también lo son en tener un mínimo de coherencia y diferenciarse de los usos y abusos de la ultra derecha.

Los inmigrantes salvajemente asesinados, y digo si, asesinados por las fuerzas de opresión del Estado marroquí con la conveniencia y bajo la supervisión de las españolas, provenían de Sudán del Sur y de Chad, huyendo de una Guerra Civil y catástrofe humanitaria, de esas que no salen continuamente en los informativos. Si en los últimos meses España ha dado asilo a más de 124.000 ucranianos, víctimas de la salvaje invasión de su país por parte de Rusia (y también del fascismo con el que se mueve su propio gobierno), de los conflictos más alejados, en África o Asia, con personas de distinta raza no se tolera ni un mínimo de humanidad, ni una mísera cantidad de refugiados. Son aparcados ante la frontera por estados para-policiales subcontratados por esta Unión Europea del capital. Hacinados en campos de refugiados sin unas mínimas condiciones, solamente asistidos por las escuálidas ayudas de las ONGs (que también luchan contra la criminalización de su actividad a ojos de los que mandan) y cuando intentan entrar en Europa, apresados, apaleados, heridos, moribundos y dejados morir como perros, para después ser enterrados sin fecha y sin nombre, como el polvo que escondemos debajo de la alfombra.

A esta descripción, “nuestro presidente de izquierdas” respondió con un clarísimo “bien resuelto”. Ya sabemos que este personaje a parte de las toneladas de marketing político está hueco de la más mínima decencia socialista. Pedro Sánchez es un producto más del sistema ultraliberal y ni su acción ni dejación, hacen ver políticas que vengan a mejorar las condiciones materiales de la mayoría ni dar mayor empaque a la democracia. Él no está para eso, como tampoco lo está la dirección federal del PSOE, ni sus retrógradas baronías caciquiles. Por desgracia, tampoco lo están unas bases que han abandonado definitivamente las anclas ideológicas de la izquierda para abrazarse al sentimiento hooligan de defensa de “su” partido.

Todo entra dentro del vergonzoso acuerdo con la dictadura Marroquí que nos pone a los pies de un sátrapa que oprime a su propio pueblo, masacra a nuestros hermanos españoles del Sahara Occidental, nos chantajea con las vidas de los inmigrantes, alberga terroristas y fundamentalistas y erosiona toda convivencia en el Magreb.

Pero y la “verdadera izquierda” qué. Qué hace y qué va a hacer Unidas Podemos y Yolanda Díaz, tras esta matanza es clave. Sin embargo, viendo que tras arrancar unas pocas medidas que den opciones a las clases más desfavorecidas, no podremos esperar más que unos cuantos tuits muy indignados pero nada de forzar la situación a un año vista. Lo primero de todo porque queda mucho para que la nueva plataforma de la izquierda se construya. Lo segundo porque en este país, con un racismo y un patriarcado tan marcados, fruto de 40 años de dictadura nacional-católica fascista y una transición a la democracia que fue la garantía de superviviencia de aquellos valores (y de quienes se lucraron y mucho bajo su amparo), sería muy difícil explicar con éxito, por qué se deja atrás un gobierno por unos africanos muertos, cuando durante tres largos años se ha sido incapaz de acercar mayor dignidad a las clases trabajadoras españolas.

El tacticismo lo empaña todo. Incluso lo que debía ser la propia coherencia y las líneas rojas de uno mismo. Si se conservará coherencia más de uno y de una debería salir hoy de ese gobierno y luchar contra él con la misma fuerza que se hizo (o se aparentaba hacer) contra el gobierno del PP en 2014. Cómo van a explicar PSOE y Unidas Podemos, o lo que venga, a sus votantes una actuación tan represiva y en contra de los derechos humanos más básicos. Cómo pueden diferenciarse de lo que harían los fascistas del PP y Vox y cómo quieren seducir a los votantes trabajadores, si no son lo suficientemente valientes para desmarcarse y ofrecer y cumplir un programa de garantía de los derechos humanos, la igualdad y la fraternidad.

En un momento de crisis total, con el imperio desvaneciéndose ahogado por su propia inmundicia, con los derechos humanos cada vez más pisoteados, incluidos aquellos que parecían garantizados (hay que aprender la lección de que si no hay lucha, no hay garantía de nada) las buenas personas tenemos que mantener la propia coherencia y exigirla a nuestros representantes y gobernantes. El crimen de lesa humanidad cometido este fin de semana, se suma a todos los que se están cometiendo los últimos años, y quienes aspiramos a un mundo más digno y decente, no podemos perdonar ni olvidar los atentados que se cometen contra los más vulnerables. Sean mujeres, sean pobres, sean inmigrantes, sean africanos, negros, magrebíes, niños, ancianos, lo que sean. No en mi nombre.

 

domingo, 24 de septiembre de 2017

La legalidad de los sin vergüenzas

El 31 de agosto, Aminatou, Bebé, Pacience, Dalloba, Clemence, Merveille, y otra compañera aún por identificar partieron junto con otras 38 personas de las costas de Nador (Marruecos) para intentar alcanzar su sueño, llegar a territorio español y poder empezar una nueva vida. Pero la tragedia, y la indignidad, las esperaba aquel día.
Los supervivientes explicaron que: “Estábamos ya cerca de la playa de Melilla, vimos acercarse a la patrullera española (Guardia Civil), no nos rescataban y sospechábamos que esperaban a que viniese la Marina marroquí. Siempre lo hacen. Como no podíamos avanzar, algunos nos tiramos al agua, para llegar a nado a la playa, para que nos rescatasen. La Marina llegó, algunos fuimos detenidos por los marroquíes, otros por los españoles. La Marina enganchó a la zodiac, tiró de ella para sacarnos de la playa de Melilla, después volcó y murieron las mujeres. Esa zona siempre es muy peligrosa, cuando intentamos llegar a la playa nos bloquean entre las dos patrulleras españolas y marroquíes, para no dejarnos avanzar, y pasan muchos accidentes. DEP mis hermanas
El gobierno del Partido Popular incluyó en su famosa Ley Mordaza una disposición que modificaba la Ley de extranjería y que permite el rechazo en frontera de los inmigrantes para impedir su entrada irregular. Esta disposición ha sido condenada por el Consejo General de la Abogacía Española, por el Consejo de Europa y por decenas de ONGs especializadas en el asilo y la extranjería.
Esta disposición es a todas luces ilegal a nivel internacional,yendo en contra del principio de no devolución que se encuentra en la Convención de Ginebra de 1951 de la que España es parte, la Ley de asilo española, la Declaración Universal de los Derechos Humanos y un largo etcétera.

Por ello pedimos la supresión de esta disposición y el cumplimiento de las normas internacionales que acaben con las devoluciones en caliente y con muertes como las de estas siete mujeres.

En el mundo de hoy hay 230 millones de emigrantes internacionales, alrededor de un 3% de la población global, frente a los 174 millones estimados en el año 2000. Desde finales del siglo XX, una creciente desigualdad territorial y social, crisis y conflictos, así como la circulación de la información que estimula la comparación y las ganas de irse, aceleraron y globalilzaron las emigraciones.
Una encuesta realizada en 2014 por la OIT en 150 países, sugiere que más de una cuarta parte de los jóvenes de la mayoría de las regiones del mundo quiere residir permanentemente en otro país. Nada más comprensible en un planeta en el que 1200 millones de personas viven en la extrema pobreza y donde a una quinta parte de la población le corresponde sólo el 2% del ingreso global, mientras el 20% más rico concentra el 74% de los ingresos.
Parece que nos lanzamos abocados a un escenario de “dos mundos”, uno en el Norte, o más o menos reconocible con lo que hoy identificamos como mundo rico, y otro en el Sur, también con matices asociado al pobre y degradado Tercer Mundo. En éste escenario, en el Norte, menos de una cuarta parte de la población mundial podrá residir por obra y gracia de la providencia de nacer al norte de una línea, con el 80% de los recursos, suficientes para garantizar unos mínimos -aunque por supuesto, con desigualdades y brechas sociales cada vez mayores, a menos que paremos el egoísmo ultra liberal- pero con el consenso y la posibilidad de habilitar fronteras, ejércitos y guardianes, unas veces más sutiles que otras, para frenar al resto de la población que malvivirá con menos del 20% de los recursos y sufrirá lo peor de la inestabilidad social, la violencia endémica, los conflictos generados por los poderosos para mantener su estatus y un cambio climático ya irrefrenable y también provocado por el consumismo y la voracidad de recursos de los ricos.
Este paradigma no difiere en mucho de la construcción geo política que pergeñaba el nazismo y aparece contrapuesto al internacionalismo y el ideal de “fronteras abiertas”.
Sólo hay que recordar la inestabilidad social y más cercano el terrorismo yihadista que aparece por Europa y cuyos autores materiales son jóvenes, desarraigados, marginados y sin perspectivas de futuro. Nacidos y criados ya en Europa, mientras sus padres alimentaron a la baja la distribución de los salarios en la Europa posterior a la caída del Muro de Berlín, ahora ellos se encuentran como víctimas de esa misma rueda, cuyo siguiente engranaje ha consistido en la des localización de la industria, la degradación del sector primario, el desmoronamiento del sector público y la precarización generalizada del mundo del trabajo bajo una fuerte terciarización de la economía.
Por lo tanto, es evidente que Europa no puede abrir de par en par las puertas sin temor a aumentar la desigualdad fruto consecuente de políticas ultra liberales que no han dudado nunca -y confiar que no lo harán en un futuro de política económica expansiva- para utilizar la mano de obra inmigrante, la vida de los hombres y mujeres que buscan un futuro mejor, para degradar las condiciones laborales de las clases trabajadoras locales. Es la lógica del capitalismo, aprovechar cualquier oportunidad para debilitar a todo aquel con quien se relaciona en los mercados, en pos de aumentar las plusvalías.
Algo que de propina provoca el auge de la xenofobia y la exaltación nacionalista, recurso éste, que hemos visto y seguimos viendo, como factor de desunión entre las clases trabajadoras. Para los poderosos, “No hay mal que por bien no venga”.
Pero bajo estos condicionantes no tenemos más que exigir y luchar por una política decente en materia de emigración. Una política que funcione bajo la moral y la ética, y que sea atrevida en detectar los problemas y plantear soluciones duraderas y que vengan a buscar un mejor reparto en la disponibilidad de recursos, así como para parar la huella que las guerras y el despilfarro ecológico ocasionan en el Tercer Mundo.
Una política que lejos de alimentar la rapiña y el egoísmo paré ya de promover conflictos y guerras por el control del acceso a los recursos energéticos y económicos en el Sur; necesitamos ya una política en materia de seguridad que considere a todos los estados, a todas las regiones, a todas las personas como iguales y garantice por igual sus derechos.
La solidaridad debe ser principio básico pero que evolucione hacia una justicia internacional capaz de frenar las agresiones y los intereses pecuniarios de “Occidente” o del “Norte” para garantizar así el futuro en el día a día de los países hoy emisores de migrantes.
Es más vital que nunca, que con un pacto mundial, frenar el calentamiento global que ya causa cada vez mayores desastres en éste llamado Primer Mundo, pero que lleva decenios lastrando el resto del planeta, con sequías o inundaciones que provocan cada vez mayores hambrunas y epidemias además de dejar inservibles más y más áreas de la tierra para la provisión de alimentos y hábitats humanos.
Sólo con humanidad y valentía, con ética y solidaridad, y con razón y ejemplaridad podemos articular unas políticas aquí y ahora en lo concreto que sean efectivas para frenar las oleadas migratorias, para regularizarlas y para evitar que cada vez más y más personas tengan que verse abocados a una aventura de incierto resultado, violenta, indigna y dura, de años y países para tener un porvenir. Se lo debemos y nos lo debemos.

miércoles, 11 de mayo de 2011

La vergüenza de Europa


En esta ocasión esta imagén no se ha producido. Nadie acudió al auxilio de una patera pérdida en la inmensidad del Mediterráneo. No ha habido rescate, ni misión humanitaria, ni dinero. Sólo vergüenza e inmoralidad. Esta es nuestra Europa.

La OTAN no sabe nada. Francia tampoco. Italia menos. Malta niega haberse enterado. Lo mismo dice la UE… Pero 61 personas (hombres, mujeres y niños) murieron de hambre y sed a bordo de una barcaza en la que huían de Libia rumbo a las costas europeas. La Guardia Costera italiana fue avisada cuando la embarcación sufrió los primeros problemas. Testimonios de algunos de los nueve supervivientes sostienen que un helicóptero militar sobrevoló el barco e incluso lanzó agua y paquetes de galletas, antes de desaparecer en el horizonte. Ningún país reconoce haber enviado ese helicóptero. Las corrientes devolvieron la barcaza a las costas libias tras 16 días a la deriva en un Mediterráneo supuestamente vigilado hasta el último metro por las fuerzas militares que ejecutan la misión bélica autorizada por la ONU. Cuesta muchísimo creer los desmentidos oficiales cuando, además, es conocido el empeño de Gadafi en facilitar la huida desesperada de la gente que intenta llegar a Europa escapando de la guerra civil y las maniobras de Berlusconi y Sarkozy para cerrar sus fronteras a los inmigrantes africanos (con el visto bueno de la Comisión Europea). La normativa marítima, el respeto a los derechos humanos y hasta el sentido común obligan a socorrer a cualquier náufrago. Es exigible una investigación a fondo de las denuncias, porque a día de hoy nadie sabe el número de víctimas de un éxodo africano que debería avergonzar a Europa.

sábado, 4 de septiembre de 2010

Cuestión de clase


¿Tiene usted clase? Usted, trabajador asalariado que se pasa el día pringando para que otros ganen dinero, y cuya máxima aspiración consiste en poder llegar a fin de mes, pagar la hipoteca y tener una jubilación decente cuando se haga mayor. Usted, trabajadora autónoma, puteada por la competencia de las grandes empresas, viendo cómo mengua constantemente su facturación, aumentan los intereses de sus préstamos y corre serio peligro de caer en el paro sin subsidio. Usted, trabajador funcionario, cuyos ya escasos ingresos han entrado en barrena hacia el recorte de presupuestos, que se va a quedar sin paga extra, sin seguro médico y sin trabajo como a los que usted sabe se les vaya un poco más la mano con la tijera, como en Alemania se les ha ido. Usted, trabajadora en desempleo, que ve cómo llega rápidamente la fatídica fecha en la que se le acaba el subsidio o los cuatrocientos y pico cochinos euros que le dan después de pasarse años currando como una enana. Usted, jubilado con la mínima, o un poquito más, o la no contributiva, que ve cómo mes tras mes su ya escasa pensión no le da ni para cenarse un paquete de pipas con sal y está pensando seriamente en sustituir las bombillas por cirios pascuales, a ver si así, de paso que reduce la factura de la luz, algún santo intercede por su ajustadísima situación económica…

Usted tiene clase. Y aunque la de cada uno sea la de cada cual, todas sus clases tienen, al menos, un rasgo en común. Ese rasgo es el derecho y la imperiosa necesidad de una adecuada cobertura social para poder vivir dignamente. Una buena nómina a fin de mes, un contrato indefinido, una asistencia sanitaria de calidad, un buen seguro de desempleo, una enseñanza pública y adecuada para sus hijos, una pensión que compense las décadas de vida gastadas trabajando en lugar de disfrutando, y que le permita pasar la que le queda en este valle de lágrimas sin sufrir las dentelladas de la miseria… Usted es, en el todo o en la parte, Clase Trabajadora. La necesidad y el derecho a la cobertura social es el rasgo común que le une al resto. Como el pegamento a los cromos de un álbum.

Y es, precisamente, esa cobertura social la que está en juego en estos momentos. En juego y en gravísimo riesgo de perderse con el infausto Tijeretazo.

¿Pero es que ese porrón de millones del presupuesto del Estado va a desaparecer, por arte de birlibirloque, de la circulación? No, la pasta no se esfuma. Va a alguna parte. ¿A dónde? Recuerde usted ahora la indecente cantidad de préstamos a bajo interés que el estado ha concedido graciosamente a los bancos, las subvenciones públicas a grandes industrias como la del automóvil, las emisiones de deuda pública a óptimo interés que son acaparadas por especuladores de talla internacional… Ahí, ahí. Ahí es donde va a ir a para nuestra cobertura social: A la gran Banca y a la Clase Capitalista.

Tras años de pasividad, los grandes sindicatos están tocando a rebato. Llaman a la Huelga General contra ese desvío del presupuesto público desde la cobertura social a manos del negocio privado. Y usted (no lo niegue) se está planteando seriamente secundarla o no. Para usted, la posibilidad de no ir a la huelga es un método de justo castigo a unas organizaciones que deberían haber defendido mejor sus derechos y no lo han hecho. Como si ahora su lucha, sus intereses y su mismísima subsistencia estuviesen contra los sindicatos.

Pero no es así. La lucha, el conflicto, siguen siendo los mismos: Las Clases Trabajadoras contra la Banca y el gran Capital especulativo. Haya o no haya sindicatos de por medio, lo hayan hecho bien, regular, mal o como el culo, las hostias se continúan repartiendo entre estas dos Clases Sociales antagonistas: La Clase que tiene derecho y necesidad de cobertura social (usted, asalariado; usted, autónoma; usted, funcionario; usted, parada y usted, jubilado) y la Clase que quiere acaparar para su propio y privado provecho esa cobertura social ante las vacas flacas que ella misma ha provocado (los banqueros y grandes capitalistas, a los que no llamaremos de usted porque no es probable que sigan este blog).

La Huelga General es uno de los cada vez más escasos métodos de lucha y presión que le queda a la Clase Trabajadora. Usted puede perder un día de trabajo, pero ellos, la Clase Antagonista, pierden el rendimiento de trabajo y el correspondiente beneficio de todas y todos los que hagan huelga. Y ahí es donde más les duele. Por ahí podemos hacerles daño. Por las pérdidas enormes que puede suponerles una Huelga General masiva.

Puede usted estar en desacuerdo con la trayectoria derrotista y gris que han seguido los sindicatos mayoritarios hasta ahora. Probablemente tenga usted razón. Pero dese cuenta de que, si no secunda usted esta Huelga General, quien va a sufrir las consecuencias es toda su Clase Social, la Clase Trabajadora. Como las lleva sufriendo desde hace años, perdiendo posiciones y derechos sin siquiera plantear batalla. Y la convocatoria de Huelga General (venga de quien venga) es el punto perfecto para afianzar posiciones y contraatacar. Para reconquistar la Cobertura Social. Para reconquistar la vida digna que usted, y usted, y usted, merecen por derecho. Es la hora de reventar el Monopoly.



Este video es un ejemplo de como funcionan las oligarquías neo-con con sus ejércitos, mass media y la ignorancia del precariado.

miércoles, 18 de junio de 2008

A favor del horror


Esta es la Europa que queremos. La que nos promueve la jornada salarial de 65 horas (petición de un "euro-diputado" socialista checo). La que iguala a los inmigrantes con los delincuentes y aplaude al delincuente de Berlusconi. La Europa a favor del alza del petroleo en contra de las políticas de ahorro energético y energías renovables. La Europa que con sus ayudas al sector agrícola y ganadero, primero mino las posibilidades del sector primario en el tercer mundo y ahora se niega a aplicar políticas intervencionistas que bajen los precios en los productos básicos. La Europa de la Sanidad y la educación privadas. La Europa de la Universidad deteriorada y prohibitiva. Esta es la Europa que nos ofrecen. La que quieren ellos, todos los neo-con, socialistas y conservadores, liberales, adalides del libertinaje y la acumulación del capital, ya sea por medio de la corrupción más salvaje o a través de esos "gangsters blancos", políticos "legales" que oprimen al planeta y a su población con el síndrome de inmunodeficiencia adquirida planetario, como es el capitalismo.

Ahora que una vez implantado el Euro, el dinero negro casi ha desaparecido. Ahora que por fin se hace caso a las ONGs y se empiezan a eliminar los aranceles al producto exterior y las ayudas al agricultor y ganadero del primer mundo (o más bien giran hacia el Este). En este momento en el que la construcción pierde fuelle y la industria se agarra a cualquier cosa para salvar sus magnificencias presupuestarias a costa de los riñones del obrero. Y he aquí que sobran trabajadores, crecen los parados y ahí que aliviantar la carga. Pero claro no vamos a arriesgar las prevendas de los que nos votan, cotizan y consumen. No. Vamos ha pisotear 75 años de derechos humanos; vamos a pervertir la legalidad. Unámonos con los grupos racistas, fascistas, neo-nazis y hagamos que todos esos rumanos, ecuatorianos, senegales, marroquíes, chinos, colombianos,... salgan de nuestras cristianas tierras. Ya no nos sirven. No les podemos explotar por cuatro duros. Ahora lo mejor para que no vengan es tratarlos como terroristas. Criminales. Crecer y expandir esos "parques temáticos" de la vergüenza y el odio como Guantanamo. Y en esa alianza entre partidos se quedaron por el camino las enmiendas y las repobraciones y solo los ecologistas y la izquierda europea (muy minoritaria en la euro-cámara) mostró su rechazo que también lo es de la gran mayoría del electorado del partido socialista europeo.. En esta farsa, participaron los eurodiputados españoles, lo cual, por parte socialista no se entiende: Si haces una regularización masiva para sacar de la clandestinidad a un millón y medio de inmigrantes, porque apruebas esto ahora. ¿Te has hecho más conservador con el segundo mandato? ¿Buscas la mayoría absoluta? ¿Buscas y encuentras el centro?

Más cárceles, centros de internamiento, billetes de avión para extradicciones. Nos vamos a quedar sin esos tenderos chinos de las 24 horas. Van a desaparecer esas mujeres del Este Europa que hacen la fresa. Adiós a los sudamericanos, pakistaníes y africanos del golfo de Guinea que nos construyen las casas. Si esos que ves en las obras sin casco, chaleco, botas o arnés. Da igual si se matan no son españoles o europeos de pro. Qué va a ser de los prostíbulos y los Gines de barrio que no podrán frotarse con una macizorra del Este de Europa por 40 euros. ¿Desaparecerán los bazares de las gentes del Magreb?. Tiene que ser así, es la ley de la oferta y la demanda. Y como ahora no hay oferta y demanda de mano de obra barata, a tomar por culo.

Planes de retorno con ayudas incentivadas en España. Los rumanos saliendo en carri-coche de sus poblados chabolistas en Italia. Sarkozy persiguiendo negros en los suburbios franceses a la espera de que la Bruni saque su disco a razón de 20 euros. Toma de huellas, estudios genéticos y antropométricos en los aeropuertos para las gentes que llegan de fuera de la Unión.


Ya sé que es esa Unión Europea
. Tenía nociones de su carácter estrictamente económico (su fundación como grupo de poder en la industria del acero frente al gigante norte-americano allá por los años 50). De tratados utópicos y bien-intencionados como Roma, a la cruda realidad de Maastricht. Disfraces de Scheglen. Impuestos abusivos a lo foráneo para defender lo propio. Tarifas únicas. Las grandes empresas y fabricas beneficiarias; los pequeños productores y los consumidores estafados (ahora se dan cuenta). La Constitución de hace 3 años, si esa que Zapatero se empeño que votásemos los primeros, y todos aquellos engañados por el bipartidismo y sus promesas de Construir Europa apoyaron. Pues esto es Europa. Los franceses y holandeses nos abrieron los ojos y los rapaces de la libertad reescribieron el guión. El Tratado de Lisboa tenía que ser aprobado en cada país (resquicios constitucionales). En todos se apoyará en las Cámaras por la lucha conservadores vs. social-democracia que hay en Europa; pero en Irlanda, su Constitución les daba el derecho al referendum sobre cualquier consulta de carácter general. Y aquí la respuesta de los irlandeses y de muchos de los Europeos: NO. No a esta Europa capitalista, depredadora, de los ricos muy ricos y los muy pobres. No a esta Europa que se acerca a la gerontocracia, la Iglesia, Guantanamo y se aleja de Africa y el Tercer Mundo, pero también de ese Cuarto mundo, esas personas que mal-viven en el primer mundo cada vez con menos recursos y más dificultades para acceder a los derechos básicos.

Si ser europeo significa ser un fascista, capitalista y xenófobo, yo no soy europeo. Si ser español significa denigrar al inmigrante y pensar como Torquemada e ir a evangelizar, tampoco soy español. Soy un habitante de un mundo que se va a la mierda, ahogado por la gula de una parte mínima y afortunada del mismo. Me gusta España. Este país es lo que es porque hace 40 y 50 años, nuestros abuelos y abuelas fueron a centro-europa a buscar una vida mejor. Nadie los tacho de delincuentes. Y aunque es cierto que aquí llegan delincuentes foráneos, resultan que son tratados como auténticos ídolos, diferenciándose de sus compatriotas en que ellos tienen dinero y los otros no. Y poco importa si ese dinero esta manchado en sangre, sufrimiento y violencia. Es dinero y es lo que nos dignifica.

Pensar ahora que como hay crisis hay que dejar de lado las 35 horas semanales (objetivo del milenio) e ir a trabajar 60 horas. Y porque no ya creamos matrix. Nacemos para trabajar y servir a nuestros señores acaudalados y adinerados gracias al otro gran invento el consumismo. Pues me niego, cuanto menos tiempo este en el tajo, más tiempo estaré disfrutando del planeta, de la vida, de la cultura o procurando que otros semejantes lo puedan hacer.

Y es que en tiempos que la crisis es patente y oscura se expulsa a todos aquellos que no son como nosotros. Dicen que durante 18 meses los pueden tener recluidos. Imaginaos lo que es un año y medio de vuestras vidas. Ahora pensar lo que supone para un hombre o una mujer que seguramente ya ha pasado otro año y medio de penurias, estafa y peligro para llegar a las puertas de Europa. A través de un cayuco, una patera, los bajos de un camión o un contenedor de carga. Apresado, con el miedo y el frío agarrados a sus huesos. Ahora otros 18 meses de hacinamiento, internamiento, aburridos, inútiles, apresados, encerrados. Sin poder enviar dinero a sus familiares en los países de origen. Aumentando las diferencias entre el primer y el tercer mundo. Menores de edad que en plena construcción de su ser arriesgan su vida para dar un porvenir a su familia, y también son tratados como basura, aparcada, en un limbo legal, sin tutores, ni formación, para después también ser deportados. Es insoportable esa idea. Movilicémonos, digamos también nosotros NO, a esta medida disgregadora, agresiva, intransigente y retrógrada. Y ya que no quieren preguntarnos que sepan que no estamos dispuestos a judicializar al 75% de la población mundial, simplemente porque busquen una vida mejor. Y es que esta directiva tiene el dudoso récord de ser la normativa que más artículos de la declaración de derechos humanos, viola.

Ni solidaridad, ni fraternidad, ni hermanamiento, ni nada. Represalias de los neo-con y sus habituales respuestas. A ellas sumarán sus efectivos policiales, clericales y periodísticos vociferos de sus mentiras y su estilo de vida. Para que promover ideas, planes y soluciones, cuando se pueden gastar 700 millones de euros de nuestros amigos empresarios en ellos mismos, y creamos más cárceles, centros de internamiento. Nuevos campos de concentración. No querías más Auschwitz, ni Maathausen, ni Treblinka, ni más guetos, pues tomar más centros de internamiento, más muros y alambradas para sueños e ilusiones.

Español y europeo, pero yo no lo siento así. No lo siento de esa manera cuando ustedes, se supone que nuestros representantes legítimos actuan en contra del pueblo y en favor de los más poderosos.

Estoy totalmente en contra de la directiva aprobada en el día de hoy (18/06) que da fondo legal al retorno de los inmigrantes sin papeles. Y lo estoy porque antes que español o europeo soy habitante de este planeta que tiene a una parte muy importante de su población denigrada y vejada simplemente por el hecho de no haber nacido al norte de una línea.

Sé muy bien que nuestra economía esta basada en esa desigualdad porque el capitalismo y el consumismo es de donde vive. Pero en vez de criminalizar a 4.000 millones de personas pobres, porque no hacerles la vida más sencilla y darle más oportunidades en sus propios lugares de nacimiento. Seguro que esos 70.000 millones de euros que van a utilizar para aplicar esta directiva vendrían muy bien al desarrollo y el progreso en países que han sufrido guerras, devastaciones, sequías, inundaciones y demás catástrofes desde que nuestros antepasados se echaron a los mares para invadirles.

Pero claro, es más fácil destruir que crear, eh!, valientes imbéciles. Acérquense al lado del pobre por una vez en sus vidas y verán lo que estas gentes sufren durante toda su vida.

Por mundo más igualitario ya.

En esta web se recogen firmas para derogar esta irresponsable ley que le pone los grilletes a los más pobres de entre los pobres. Otro mundo es posible

Y no os quedéis con este mensaje, difundirlo, porque ya es hora de que en vez de mirar para otro lado o cerrar las puertas, tendamos puentes para el crecimiento y el progreso de esos sobre los que se sustenta el advenimiento económico occidental (cosas del imperialismo).

Sigamos en la lucha por un mundo más igualitario, justo, social, sostenible. Donde todos y todas somos iguales. Basta Ya.

lunes, 23 de julio de 2007

¿El Español esta en peligro de extinción?

Vayamos por partes:
¿Estan los jovenes españoles preparados para asumir la paternidad o maternidad? Pues habiendo execrables excepciones (el amigo que llevo a su hijo a correr los san fermines, pese a ser aclamado por una plaza de toros es uno de ellos), los jovenes hemos recibido una educación lo sufucientemente seria y responsable como para ser capaces de entrar en este ciclo de vida. Lo que nuestros padres y en las escuelas e institutos se nos ha inculcado, representan valores universales y propios del siglo XXI. La tolerancia, el respeto y la responsabilidad nos han sido ofrecidos y en mayoria todas las generaciones los han asimilado sin problema. Eso sí, diferenciemos entre los que viven en ciudades y los que lo hacen en medio rural, porque aunque con más medios económicos y sociales la preparación de los que se han desarrollado en las ciudades son más efímeras y en ellos aparecen ciertos problemas de inseguridad (es una manera de explicar porque hay tanto crio con esos cochazos) y falta de desenvolvimiento ante las circunstancias de la vida. Sin embargo, los chicos y chicas crecidos en el medio rural adquieren antes esas responsabilidades (una diferencia de 5 o 6 años como media) y son capaces de desenvolverse con mayor facilidad y por ellos mismos. Como resumen diriamos que si, que estamos preparados y motivados, pero entonces, ¿cuál es el problema?.

Inevitable, la vivienda. Hagamos cuentas. Con un sueldo medio en Madrid de 1000 € (en provincias dejemoslos en 800€) por habitante. Si le añadimos que a ver quien es el guapo al que le firman un contrato indefinido. Con el precio de una vivienda normal (es decir entre 70 y 110 metros cuadrados, enclavadas en zonas a 15 0 25 minutos del centro) que rondan los 40 millones de las antiguas pesestas por termino medio, que para pagarlas y poder vivir durante el resto del mes toca alargar el pago de hipotecas hasta 50 años (se imaginan 50 años + entre 25 o 30 años cuando el español "medio" se licencia o diploma y es capaz de aspirar a su primer empleo profesional = 70 o 80 años), con las pagas extraordinarias para pagar 4 lujos y el seguro del coche (for example), casi sin vacaciones, sin poder salir de la ciudad o el pueblo, olvidándose de esos privilegios de comer fuera o ir al cine o el teatro con cierta regularidad... Todo esto me lleva a pensar 2 reflexiones:

1- Infinidad de parejas sin hijos, no por falta de ganas o estímulos hormonales, culturales o sociales, sino ante la imposibilidad de la manutención de los mismos.

2- Un país de "endeudados" con una crisis económica latente que puede provocar el desmembramiento de la economía capitalista, dejando a toda España en la calle, y con todos los pisos para los bancos, sin sus inquilinos (ya se sabe, hasta que no pagas la última letra de tu hipoteca, tu eres el inquilino de tu banco, auténtico dictador en la democracia española).

Por eso por muchas ayudas económicas del gobierno la situación es complicada. Mejor que 2500 € por hijo, mejor vendría rebajar esos 2500 € al precio medio del metro cuadrado en España. Eso si sería una ayuda estimable.

Así que el español, 100x100 español está en serio peligro. Nos queda la inmigración, tan "bien" recibida por la derecha, y que va a pagar en un futuro no muy lejano muchas pensiones en España, y también muchos sueldos vitalicios (si señor Aznar).

Bueno, mientras tanto la generación X española seguiremos luchando y quien sabe si algún día podremos hacer abuelos a nuestros padres

Camareros: Necesarios, degradados y precarios. Una experiencia personal

Ahora que ya está aquí el veranito con su calor plomizo, pegajoso y hasta criminal, se llenan las terracitas para tomar unas...