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martes, 11 de febrero de 2025

Graduado en Historia: Por qué estudiar Historia en la UOC


 

Acabo de graduarme en Geografía, Historia e Historia del Arte por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). He cumplido uno de los anhelos más grandes de mi vida. Una deuda contraída con 15 o 16 años, cuando en la intersección entre los azares de los currículums académicos y formativos y la intencionalidad e inutilidad de las reformas educativas, perdí la posibilidad de estudiar Historia. No deje de hacerlo de manera autodidacta y aficionada y durante todos estos años he atendido estas inquietudes personales con unas buenas dosis de lectura, visionados de documentales y visitas culturales. Pero si que ante la situación socio-económica familiar y mi propia crisis personal asociada a la adolescencia y juventud puso en los imposibles el que yo pisara la Universidad para algo más que para un momento.

Aún con ello, es preciso decir que la Historia me ha apasionado desde siempre, y la Geografía y el Arte, así como la Filosofía o el pensamiento y praxis político y social, han compuesto el grupo temático con el que me he nutrido desde que entendí que la literatura sería parte indispensable de mi día a día.

En abril de 2020, mientras la pandemia ponía patas arriba nuestras rutinas y certezas, decidí junto a mi pareja emprender el camino que he finalizado el mes pasado. Lo hice cuando me quede en paro (previo paso por un ERTE) y ante la incertidumbre de cuándo volver a trabajar. El apoyo de mi mujer, más aún, su propio impulso fue lo que me hizo plantearme el volver a estudiar, y tratar de seguir dando pasos hacia una reconversión profesional que lógicamente, me ha venido costando mucho. Sobretodo su empeño fue el hacerlo con una materia que me motivaba y gustaba desde siempre. Además, la aportación económica de su trabajo ha resultado indispensable. Muchas gracias, pequeña.

La decisión estaba tomada. Iba a estudiar e iba a aprender y graduarme en Historia. Tocaba pensar en qué universidad. Desechada la idea de la universidad presencial porque la idea era compaginarlo con la vida personal y el trabajo, cuando se diera, el primer impulso fue matricularme en la UNED (Universidad Nacional de Educación a Distancia). Pero la descarté, al comprobar que las opiniones y satisfacciones de los alumnos eran más bien escasas, y si cuantiosas las referencias a lo desfasado de los temarios y procedimientos. Tampoco la parte económica salía bien parada y me tocaba comparar.

Y ahí donde ha entrado en mi vida la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), ligada en su grado de Geografía, Historia e Historia del Arte, a la Universitat de Lleida. La UOC es una Universidad, fundada en 1994 por la Generalitat de Catalunya como parte de su construcción del estado-nación catalan y de la necesidad de dotarse de instituciones y elementos que fortaleciesen su propia identidad, además de garantizar la continuidad de los derechos de los propios habitantes. Su nacimiento en torno al sistema público de educación superior no fue pleno y desde el primer momento de su organización se ha conformado como una universidad privada, pero de gestión pública. Esto quiere decir que en cuanto a las tasas, matrículas, materiales y demás cuestiones económicas, así como de financiación, dependen de la Generalitat que marcará los precios de todos estos servicios para todo su espacio de educación superior. Sin embargo, en el funcionamiento interno, tanto a la hora de las contrataciones de personal, la disposición de materiales, plataformas, los regímenes evaluador e interno, o las garantías educativas e institucionales se gestionan a través de su propio patronato y órgano de gobierno, con especial énfasis en la Comisión Académica que vigila y coordina el funcionamiento académico, educativo, de investigación y difusión.

En cuanto al grado de Geografía, Historia e Historia del Arte el hecho de que su docencia dependa de la Universitat de Lleida, de carácter público, debería haber permitido que el programa académico y temático mirase, aunque fuera un poco, más hacia el modelo curricular del estado español. Pero no es así y ahí surge el principal hándicap o problema que los estudiantes detectamos al matricularnos en el Grado de Historia de la UOC: la ausencia del estudio de la Historia de España.

Este es un problema y gordo, puesto que muchos de los alumnos se interesan en este grado para completar su formación y poder así opositar a las plazas de profesor en secundaria en todo el estado español. Incluida Catalunya. La falta de estudios reglados sobre la Historia de España en el grado, imposibilita, o cuando menos, dificulta la oposición, al competir con otros compañeros que si han cursado estos conocimientos en otras universidades.

Este hecho además cobra mucha significación cuando al final de tu periplo por la carrera tengas que afrontar el Trabajo Final de Grado (TFG). Lo más normal y lógico, es que si resides en España, te dediques a un tema que tengas cercano geográficamente, por aquello de la consulta y trabajo sobre fuentes primarias, y que puedas manejar en forma y tiempo (especialmente porque el TFG tiene que completarse en un período inferior a tres meses). La falta de esa Historia de España en tus estudios universitarios, y que debían de dar contexto a lo que estás investigando y a punto de publicar en tu TFG, es una dificultad extra que a veces, puede que no se satisfaga con el sobre-esfuerzo del alumno en la consulta y redactado. Por lo tanto, es importante tenerlo en cuenta.

Pero centrándome en la comparativa entre estudios universitarios a distancia, es decir, en el caso del estado español, entre la UNED y la UOC (en estos momentos al menos la Universidad de Burgos también está implementado un modelo de educación a distancia), está la principal ventaja, que particularmente, encontré a la hora de decantarme por una u otra. Esta diferencia fue el método de evaluación y enseñanza. Mientras en la UNED, y resumiendo mucho puesto que solo tomé nota desde algunos foros y redes sociales con estudiantes de Historia, abogan por un método de examen presencial clásico al que llegas tras haber trabajado prácticamente en solitario todo el tiempo, en la UOC ofrecen el método de evaluación continua.

Esta evaluación continua sigue un programa de varias actividades durante el cuatrimestre (entre tres o cinco, por lo común cuatro, dependiendo de la asignatura) llamadas PECs (ahora Retos) en las que el alumno presentará una actividad (o varias) para superar. Lo hará trabajando una serie de materiales didácticos compuestos por los módulos oficiales de la UOC, o recursos externos, pudiendo ser literarios (lo más común) o también audiovisuales. La nota se facilita en notación inglesa por letras (A, B, C+, C-, D y N, de sobresaliente a No presentado), quedando la numérica para completar el expediente académico.

Hay que tener en cuenta y echarle paciencia con algunas de las cosas más lamentables de la UOC como son los Trabajos en grupo. Vamos a ver. Si no es para que el corrector corrija menos, qué sentido tiene poner trabajos en los que los alumnos tienen que auto organizarse de manera asíncrona y cuadrar sus variadas agendas, en una universidad online cuya virtud vendida pretende ser que tu estudias a tu ritmo y disponibilidad. No tiene ningún sentido y lleva a la desesperación, a que tengas, me ha pasado en todos los casos menos en uno (curiosamente la primera vez *), que coger el toro por los cuernos, y los últimos días antes de la entrega, hacer el esfuerzo de ordenar textos, o rehacerlos, maquetar, revisar, avisar, administrar, etcétera, etcétera. Gestionar el tiempo y supervisar, cuando no rehacer el trabajo de otros alumnos. Es un despropósito que la nota individual vaya a depender de con quién te juntes. Voluntaria o involuntariamente, que encima, es lo más común.

También alguno de los trabajos consiste en grabarse un video o un audio. A ver, personalmente soy más de escribir, y a mi el realizar un ensayo me facilitaba mucho la planificación del trabajo, pero tiene sentido hoy en día que nos motiven y pidan trabajar en el formato audiovisual para exponer lo que aprendemos. Es una manera de aproximarse a las formas de difusión moderna. Hay que tenerlo en cuenta.

En la actualidad, la evaluación continua supone el 100% del esfuerzo académico del estudiante en un número de asignaturas cada vez mayor. Y es que están desechando de los planes de estudios las “Pruebas de síntesis”, esto es, exámenes a realizar al final de la evaluación continua para demostrar que se ha superado la materia y que hemos sido nosotros quienes lo han hecho.

Antes de la pandemia estos exámenes, al igual que los finales, se hacían en sedes físicas de la UOC o de otras instituciones con las que firman (y pagaban) convenios, con presencia física de estudiantes, profesores, bedeles y a papel y boli. Con el confinamiento se hizo necesario hacerlos online a través de la plataforma. Esto a su vez ha provocado una crisis de legitimidad para los estudiantes que nos hemos visto cuestionados por hacer exámenes, en camisa y pantalón de pijama y pantuflas. Se han dado casos en los que han acusado, y suspendido, a compañeras y compañeros aduciendo que habían copiado, cuando materialmente era imposible para la Universidad demostrarlo. Esto es un hecho gravísimo que ha llevado a que la propia Universidad en este momento este replanteando cómo hacer los exámenes.

En este absurdo de la patada hacia adelante se ha acusado a alumnos de “auto-plagiarse”, esto es, de poner en el examen las mismas frases o contenidos que en los trabajos entregados durante la evaluación continua. Pero vamos a ver. Lo primero de todo que eso del auto-plagio directamente ni existe. Ni en el ámbito académico, ni en el editorial, ni en el legal y jurídico. En segundo lugar, si he estado trabajado durante 4 meses unos contenidos y tengo que volver a explicarlos, por qué no voy a poder repetir lo que ya hice y se dio como válido. Es un sinsentido.

Aquí hay que decir que estas acusaciones en algunos casos se han solucionado con el escalado de reclamaciones marcado por la propia UOC, pero sobretodo, por la intromisión, previo pago del estudiante afectado, de un escrito legal presentado por registro por abogados especializados en estos temas de litigios con universidades. Pero hay que tener en cuenta, que tal y como están las cosas, y cada vez más, con el abuso que ya se está detectando de la Inteligencia Artificial, estos hechos pueden pasar.

Particularmente, creo que contra más exigente, segura y garantista sea la universidad, mejor para todos, especialmente para los alumnos. Nadie queremos que nos regalen el aprobado, ni tampoco el sobresaliente. Pero esto no quiere decir que se instaure la sospecha sobre la cabeza de todos los alumnos y que tengan que dar vueltas y requiebros para mostrar su inocencia. No es poca cosa puesto que estamos hablando que acusar de plagio o copia a los estudiantes supone una mancha en el expediente que más adelante puede imposibilitar acceder a otros estudios o puestos de trabajo. Poca broma.

Con la pasta que clavan al estudiante y con las subvenciones que rascan de la Generalitat a base de impuestos a los contribuyentes catalanes, la UOC (y cualquier universidad) puede sufragar un sistema online fiable y seguro. Vamos, lo que yo lo hacía en la academia de idiomas para los certificados, creando una sesión de usuario en la pestaña del navegador a modo de un escritorio virtual del que deshabilitabas las herramientas externas. Solo el enunciado que se abría desde el escritorio y el alumno a escribir, control y registro de las aplicaciones abiertas, y hasta que no entrega el examen, no “le devuelves” su ordenador.

Sin embargo, están quitando los exámenes sin ni siquiera preocuparse de cómo queda la materia. Un ejemplo sangrante me ha parecido con Arte en la Antigüedad. Lo que supuso cuatro trabajos (uno gordo, 2 medios y un test) más un examen de más de 600 páginas de estudio donde literalmente te podían preguntar cualquier cosa, ahora han eliminado el examen sin cambiar las actividades. Es decir, lo que para mi fueron tres meses de trabajitos y dos semanas de estudiar como un cabrón, se ha quedado en hacer los mismos trabajos. Tenerlo en cuenta, porque a lo mejor ahora es más fácil. A mi me parece una lástima.

Y es que durante mi singladura por la UOC en estos años post-pandemia lo que me han transmitido muchas compañeras y compañeros que llevaban varios años estudiando, y lo que yo mismo he comprobado, es que los exámenes, bueno las pruebas de síntesis, son bastante más duras y exigentes que cuando se hacían de forma presencial. Que ahora han estado metiendo todo el contenido a examen, mientras antes ya marcaban el tema a trabajar en la PS. Todo en una hora de duración. Entiendo que una universidad trate de mejorar y ganar respeto y dureza para sus alumnos (sus clientes) pero al final todo queda deslegitimado por la precariedad del personal docente que repite y repite, una y otra vez, tanto trabajos como exámenes. Esto por cierto, también pasa con las universidades presenciales, lo digo por le tema del prestigio.

La actividad docente de la asignatura está llevada en su totalidad por los profesores colaboradores, aunque el diseño y planteamiento lo haga un profesor titular. Aquí entra una de las principales criticas que se lleva el modelo de la UOC. El uso hasta el abuso de la figura precarizada del profesor colaborador o docente asociado.

Esto lleva a que la atención, evidentemente en línea puesto que estamos hablando de una universidad a distancia, sea a la vez muy precaria. Los profesores, por lo general, cobran una miseria por hora trabajada y/o por alumno a cargo. Estoy hablando de menos de 3 euros por hora, o de un total cuatrimestral de 800 euros por atender aulas con más de 40 alumnos. Esto me lo confirmó un profesor de una materia con el que hice buena relación en 2021. Desconozco si han mejorado, pero lo vivido estos años hace pensar que no.

Básicamente tener una buena experiencia con los profesores depende de la suerte. Por lógica, solo he hecho un grado, por lo que mi versión es corta, pero lo cierto es que salvo unos pocos casos la interacción con los profesores ha sido penosa. En el grado de Geografía, Historia e Historia del Arte solo puedo hablar bien de la profesora de Iconografía. La única que desde el primer momento y sin pedírselo nadie, organizaba clases online y las grababa para poder visionarlas en cualquier momento si no podías acudir. Hacía, y hace, sesiones de dudas. Trabaja los contenidos y materiales para no repetirlos año a año, con lo que mantiene el nivel de exigencia. Devuelve los trabajos corregidos en tiempo y con la anotaciones pertinentes para aprender y mejorar. Y cualquier duda la atiende en un tiempo corto, más que asumible.

He tenido algunos otros profesores y profesoras buenas que han cumplido bien su labor, pero por desgracia, esta es la excepción que confirma la regla. También puedo destacar en el lado positivo a la tutora que he tenido para el TFG. Y es que en la UOC la mayoría de las veces a la hora de afrontar una entrega, y por ende la asignatura en conjunto vas a sentirte solo. Esto no es del todo malo, puesto que hará que te esfuerces, que investigues y que dediques rato a bucear por las bibliotecas y la red para encontrar respuestas y poder sustentarlas. Mejoraras. Es así. El problema es que esta tónica se haga recurrente, e incluso, se agrave con el tiempo. Con el perjuicio en la calidad de vida y estudio del alumno.

Y por supuesto, no puede faltar como he comprobado con otros estudios y universidades a través de conversarlo con amigas, amigos, mi hermano con dos carreras, o mi mujer, la asignatura dura del grado. En mi caso, fue Historia Antigua, donde de manera totalmente artificial, innecesaria y absurda se sube el umbral de aprobado solamente para que unas señoritas, que no dudo de su conocimiento pero si de su capacidad docente, se hagan pasar por las más importantes del grado. No tiene sentido. Es nocivo y hace que la gente “pase” el trámite y se olvide, de quizás la que debería ser una de las asignaturas más estimulantes de toda la carrera. Para rematar, luego te enteras en los foros que había alumnos VIP que tenían acceso al email privado de los profesores, mientras tú sufrías como un perro con un expediente final de 9,1 para simplemente aprobar. A duras penas como me dijo la “profesora”.

En este punto se me hace necesario también hablar de las Matrículas de Honor. Estas son concedidas a discrección por los profesores (titular y colaboradores). Pueden darlas (hasta 4) o no darlasy tienes que contentarte con ello. Al final del grado yo he conseguido una pero hasta en no menos de otras 6 asignaturas me he ido a una nota final por encima del 9.5, entre las 3 más altas, y no he recibido este reconocimiento. Es frustrante, pero hay que aprender a llevarlo aunque el objetivo, siempre al empezar el curso, es alcanzar la Matrícula de Honor, que además, trae una rebaja en el precio de la matrícula siguiente.

Porque no estamos hablando de una Universidad barata precisamente. Su carácter privado (aunque de gestión pública) hace que los precios por matrícula, asignatura y materiales didácticos sea elevadísimo. Voy por partes.

El precio del crédito de estudio en primera matrícula está en 20,42 (a 2025), algo menos de dos euros más por crédito con respecto a la universidad pública. El verdadero palo viene cuando toca pagar los materiales que sale a casi 100€ por asignatura por una serie de módulos más o menos actuales pero que perfectamente puede que no sirvan para las actividades que van a proponerte. Pero es que además, se supone, incluyen otros recursos complementarios que no son más que escaneados de obras particulares por las que tengo dudas paguen los derechos de autor correspondientes, y que lo raro es que sean visibles al ojo humano. Una auténtica barrabasada pero aún así más económico que el material en la UNED, que suele consistir en pagar el tocho que firman los profesores y no tener ninguna interacción con ellos hasta el día del examen.

Por último, las tasas son ridículamente salvajes puesto que todo, absolutamente todo, desde el momento de pre-inscripción hasta el pago del título lo haces tú en tu casa, con tu equipo, tu línea y haciendo todos los aportes de documentación necesarios. Y sin embargo, te clavaran unas tasas enormes por subir adjuntos y enviar formularios sin ningún tipo de validación legal, ni filtrado de datos. En mi última matricula con solo dos asignaturas me cobraron más de 166€ por gastos de “apoyo y gestión de la matrícula”. Si lo hice todo en mi casa. Es indignante.

Esto no garantiza que el personal de atención al alumno sea educado y eficiente. Los administrativos y gestores, el servicio académico o el técnico van a tratar tus consultas, dudas y quejas, por lo general, a destiempo, con mala gana y sin darte la solución directa (por más que se repita en otros alumnos y cursos). Esto último está comprobado. Cuándo si te van a hacer caso es cuando están “captándote” para ser su alumno. Entonces si, todo serán para-bienes, preocupación, seguimiento y demás chorradas del marketing amigo, pero cuando te conviertas en cliente lo que encontrarás serán silencios, ausencias e inconsistencias.

Los tutores, sobre el papel interlocutores directos entre la Universidad y los alumnos, son víctimas también de la precariedad, la desmotivación y la desidia, y con el tiempo, básicamente al segundo curso, te das cuenta de que son más una molestia que una ayuda. Siempre van a fallar a favor de obra, de la universidad, que es quien les paga, y particularmente de los profesores con más mala fama del grado. Es un hecho. Mi consejo, pasar de ellos.


En definitiva, y pese a todo, yo si recomendaría matricularme en la UOC para cursar online el grado de Geografía, Historia e Historia del Arte. Pero hay que tener muy claro las siguientes cosas:

  1. Saber qué quieres estudiar y por qué. Revisar los planes de estudio es fundamental y conocer qué carencias y fortalezas puede tener para continuar tu periplo personal y profesional.

  2. Evidentemente, asumir que es online y que vas a perder la experiencia de la educación presencial y de la socialización con compañeros y con los propios profesores. Esto es insustituible, pero si trabajas o estudias, o tienes quehaceres y responsabilidades familiares, por contra la educación a distancia te va a permitir ganar tiempo.

  3. La UOC va a hacer que tengas que esforzarte para aprender y superar la materia. Esto no es negativo, todo lo contrario. Lo malo es que vas a tener que hacerlo porque el método de estudio te va a dejar solo ante el material, los trabajos y los mismos profesores.

  4. Por eso mismo, son importantes los grupos de estudiantes, organizados en torno a canales online en las redes sociales como Telegram. No son sustitutos de los profesores, y mucho menos, vas a hacer los trabajos “en grupo”, pero son ayuda lectiva y también desahogo mental cuando la cosa se vuelva insostenible. Y a lo largo del grado habrá momentos así.

  5. Es muy cara. Es más barata que una Universidad privada tradicional, y la gestión debe de dar cuentas a la administración pública, pero tiene unos precios absurdamente altos en cosas como las tasas administrativas y sobretodo los materiales, que por lo general, y viendo experiencias de otros grados, no sirven. Lacerante es el tema de las tasas porque aquí no tienen que pagar ni bedeles, ni aularios, ni mesas, ni sillas, ni bombillas, ni limpiadores, ni nada. Es un atraco y punto.

  6. Dispón muy claramente y respeta tu tiempo de estudio. Planifica el cuatrimestre (y si me apuras el grado entero). Fija horas de trabajo, de desplazamientos, de labores, de descanso y de estudio. Y también de ocio. Son vitales.
    En cuanto al estudio revisa antes de matricularte el plan de estudios de la asignatura, y luego al empezar varias veces. Usa una agenda. Marca los días que necesites para trabajar bien los materiales (lecturas, resúmenes, esquemas, etc.). Planifica la redacción y revisa tu trabajo. Dale su tiempo, unos días, y procura revisarla concienzudamente antes de entregar (presentación, ortografía, gramática, sintaxis, respuestas al enunciado, etc.). Mi consejo es que hagas las entregas el día antes de la fecha tope. Siempre hay dudas que se han corregido en los foros y que, lógicamente, debes contar con ellos.
    Ten muy en cuenta nuevamente el plan de estudios. Puede haber trabajos en grupo (una desgracia), participación en foros, o el formato de entrega sea en video o una presentación lo que puede exigirte cuando menos conocer un poco este tipo de herramientas, con lo que deberás contar con curvas de aprendizaje, interacciones y fallos.

  7. Cuenta con que la mayoría de las veces, por no decir siempre, tus dudas, administrativas, formales o educativas, no van a ser resueltas en un período de tiempo corto. Valóralo a la hora de planificarte.

  8. Anota y ten siempre presente las cuestiones formales planteadas por el profesorado. Haz al principio de cada curso plantillas para cada asignatura que te sirvan para hacer las entregas ajustadas a los requerimientos exigidos (formato, fuentes, citaciones, notas, bibliografías, portada, etc.).

  9. Tómate tu tiempo también a la hora de preparar las pruebas, ya sean de la evaluación continua o los exámenes. Lee cuidadosamente los enunciados por lo menos un par de veces. A mi me ha ayudado mucho escribir en una hoja las cuestiones y los requisitos para pasar la prueba, así como no olvidar los criterios de evaluación, que se deben facilitar al alumnado. Es una guía imprescindible para saber qué piden y orientarse en cómo van a evaluar.

  10. Tampoco puedes olvidar, ni desesperarte por ello aunque es lo fácil, que las correcciones van a venir muchas veces a destiempo. Que los feedbacks de los profesores son escasos, y en algunos casos inexistentes, pero siempre tienes que tener en cuenta la corrección anterior.

  11. En mi grado es fundamental la citación y las referencias bibliográficas. Trabájalas muy bien, fijando en primer lugar un método de citación (APA 7 es el que yo he aprendido a usar y me parece el más fácil) y anotándolas formalmente desde el principio para evitar al final descuidos y errores.

  12. Paciencia también con la página web de la UOC. La aplicación de canvas, después de un par de años, funciona bastante bien, aunque seguir y trabajar en los foros exige un esfuerzo inhumano. Además, se ha perdido la referencia del total de notas, con lo cual es muy difícil hacerse una idea de cuáles son los niveles de exigencia en cada asignatura y de en qué parte de la estadística se está.
    Por otro lado, la página oficial de la institución es un verdadero caos en el que es imposible encontrar lo que necesitas.


En definitiva, mucho ánimo a la hora de empezar a estudiar o a volver a hacerlo. Espero que este post sirva en tu decisión, y te decantes por la materia de estudio, la universidad o el método que elijas y todo sea tan placentero y satisfactorio como ha sido para mi.

 

* Nota especial para Raúl y María José que más que compañeros en el grado son ya amigos para siempre. Sin vosotros este camino habría sido mucho más duro.

miércoles, 21 de noviembre de 2018

Me duele Salamanca


He pasado unos días en mi Salamanca natal. Más allá de festivos, puentes y findes, es en una semana con sus días de diario, de comercio y actividad rutinaria donde se palpa y contrasta la realidad de una ciudad y provincia, que continua su lenta agonía hacia el punto de no retorno.
Cuando los paseos y las conversaciones se hacen más distanciadas entre sí, es cuando uno advierte el deterioro de todas las cosas: El estado de las carreteras, las decenas de negocios tradicionales que cierran, su sustitución en algunas ocasiones por las franquicias que homogenizan los centros de las ciudades (gentrificación), las borracheras y pelas nocturnas, la bajada de calidad del ocio, los polígonos que nunca fueron industriales apagándose entre naves “de los chinos” y pistas de padel,...
El nivel de pérdida de la esencia, del valor de la ciudad es inabordable. Esta semana mientras paseaba veía como El Corrillo había cerrado. Un lugar único de ocio nocturno, donde he visto decenas de conciertos y me acercaron el jazz por primera vez. Antes fueron otros bares. Librerías como Hydria o la mítica Cervantes. Radyre. Tiendas de todo tipo, pero sobretodo las que marcan el carácter y la singularidad de mi ciudad. Una Salamanca desolada.
No hay futuro y la despoblación es el mantra de cada día, con casi 8 personas -eminentemente menores de 35 años- abandonando la ciudad y provincia. Emigrando, casi seguro para no volver jamas. Perdiendo la riqueza humana y el futuro de quienes ansiamos construir nuestros proyectos de vida en la tierra donde crecimos y de la que somos, en términos económicos, inversión.
Cada vez que sale una estadística del INE (Instituto Nacional de Estadística) es una palada más en el ataúd de esta tierra. Se constata con datos como Salamanca es una provincia y/o ciudad “viejas”, sin oportunidades, sin crecimiento poblacional y con un éxodo en marcha de jóvenes sin remisión.
Nuestra” clase política local y provinciana son parte importante del problema, cuando no mejor, de las causas que provocan la dolorosa situación. Entre las preocupaciones de la retahíla de estómagos agradecidos que en todos los partidos sin excepción, han representado a la población en alguna de las administraciones (o cuando menos han aspirado a), está sin duda el colocarse, el vivir mejor sin pegar palo al agua y en lucrarse de la democracia y de Salamanca. Hay ejemplos paradigmáticos que podemos ver en el PSOE de Melero, o en esa izquierda salmantina -a la que debo un escrito para poner en su sitio- donde las cuitas, y sobretodo las aspiraciones, personales han prevalecido por encima de las necesidades de partido y territoriales.
Y qué decir del PP. Con un alcalde, el actual, entregado desde hace 8 años en ocupar cargo en Valladolid; con el anterior preocupado en compadrear con sus amiguitos y amigotes constructores. Con el presidente de la Diputación yendo de ayuntamiento en ayuntamiento sin soltar el cargo. O con su vicepresidenta económica montando un emporio personal a costa de las instituciones y de la democracia. Por no hablar de los que allende de las lindes han ocupado cargo en Madrid siendo palmeros de las disputas nacionales y sin entregar ni el más mínimo tiempo e interés a las cuestiones “charras”. Y son sólo unos pocos ejemplos, pero validos para demostrar que su nula capacidad de gestión -de lo de todas y todos se entiende-, su avaricia desmedida y su visión rancia y caduca han impedido progresar debidamente a ciudad y provincia, convirtiéndola en un lugar aburrido, antiguo y lo que es peor sin futuro.
Son pocos los políticos que se han tomado en serio el mandato de su ciudadanía para mejorar las condiciones y el futuro de Salamanca, y muchos, demasiados, los que han medrado para progresar en sus aspiraciones personales. El caciquismo, la corrupción y el matonismo son sus virtudes. La desidia, el conservadurismo y la cutrez “nuestros” defectos.
Por lo tanto, y como bien dice Ignatius Farray, “la democracia es el sistema que garantiza que no seamos gobernados mejor de lo que merecemos”, es de recibo considerarnos a nosotros, ciudadanos y ciudadanas de Salamanca corresponsables de lo que aquí pasa.
No vale ya mirar para otro lado. Somos cómplices necesarios -evidentemente algunos más que otros- por permitir con nuestro voto y nuestra omisión de socorro, la situación de laminación que vivimos en estas tierras. Aquí se dan mayorías insultantes a personas que nos llevan robando desde que el mundo es mundo. No se les exige nada y se revalidan sin discusión, mientras se arremete, a veces con violencia, a quien plantea algo distinto, aunque sea un poco de dignidad para Salamanca y sus gentes.
Salamanca es y siempre ha sido fascista, y contra eso es muy difícil luchar. Al salmantino y salmantina medios lo que más le gusta es criticar al vecino; husmear que es lo que hace; despotricar si intenta algo nuevo o distinto; rezar (esto mucho) porque le salga mal; y cuando efectivamente le sale mal porque no tiene apoyo de sus vecinos, restregarle por la cara que ya se lo había dicho.


El paro en Salamanca es insoportable. Se pueden pasar meses y meses, a mi me ha pasado, yendo al INEM, siguiendo las ofertas por internet, pateando polígonos entregando curriculums en mano sin que te llegue una oferta. Si eres mayor de 55, directamente te recomiendan que trates de buscar la jubilación anticipada (le ocurrió a mi padre hace unos 4 años, no sé ahora como está la cosa). Si eres menor de 30 tienes ante ti un panorama desolador con cifras entorno al 60% y con escalofriantes datos como que para hacer un año trabajado en Salamanca, tienes que firmar 6 contratos.
La cosa no mejora en demasía porque estés en una edad intermedia. No hay trabajo. Y lo peor es que no hay expectativas de que vaya a cambiar en breve espacio de tiempo. Más aún, en la orgía de privatizaciones y adelgazamiento del sector público no se aprovisionan las plazas amortizadas.
El sector primario es olvidado en una zona de latifundios y tierras baldías. Más allá de los mataderos de Guijuelo, nunca ha habido y nunca habrá una industria agro alimentaria como en otras provincias de Castilla y León. Las dificultades para el sector artesano son colosales comparadas con las que tienes por ejemplo en Toledo (lo sé por experiencia). Sólo hay mísero comercio de grandes superficies y una legión de bares y comerciales. Todo en una provincia donde sólo la universidad, al año, licencia a 8.000 personas.
No hay industria, porque nunca la ha habido, y en este momento para los bien pensantes de Madrid y Valladolid, Salamanca, o mejor dicho, el Campo Charro es un sitio perfecto para montar una mina a cielo abierto, aunque reviente un espacio natural significativo y un folclore y modo de vida ancestral. Para el PP, al igual que para sus medios de desinformación como La Gaceta o el Salamanca 24 horas (redacción de estómagos agradecidos al calor de las subvenciones públicas en forma de publicidad) lo más importante es presumir de “salmanticidad” poniendo la bandera de España en el balcón, pero no defendiendo a nuestros convecinos y menos poniendo en duda la única inversión que esta gentuza ha sido capaz de traer en décadas.
La principal industria de Salamanca es el funcionariado. Complejo hospitalario que sufre el neoliberalismo y las presiones de la privatización y el manejo de las emociones de los pacientes y habitantes, contra sus trabajadores y servicios. Y la Universidad de Salamanca que pierde prestigio desde el mismo momento en que se admitieron más universidades en la región y que palidece entre rectorados más inanes ante todos los problemas que la comunidad universitaria (trabajadores, alumnos actuales y futuros alumnos) tienen.
Con el tema de las infrastructuras se puede hacer un capítulo aparte, por supuesto extensible a otras regiones y ciudades del interior del estado español. Todo se convierte en propaganda electoral. Se monta un (mini) aeropuerto, teniendo un regional a una hora y un internacional a dos, y una macro estación para trenes rápidos, para dar una patina elitista a lo que deberían ser derechos de todas y todos. A cambio han desmontado en gran medida la red de mercancías, con su supuesto “puerto seco” que sería genial para tener trabajo y anclar la vida de las personas al territorio. Se han desecho de las conexiones de la ciudad por tren (Gijón-Sevilla, Porto-Barcelona pasando por Irún o Zaragoza) para legarnos un tren “modernísimo” de velocidad medio-alta que la mayoría de las veces no llega a su hora. Y no hablemos de las carreteras, que ya sean del tipo que sean, se deterioran mientras la responsabilidad del mantenimiento se licúa entre administraciones y concesionarias.
En materia de cultura hay que hablar del deterioro constante del patrimonio arquitectónico de Salamanca y de multitud de sus municipios, por el que ya nos han dado toques de atención organismos como el Consejo de Estado o la UNESCO. Mientras sólo saben hablar de los Papeles de Salamanca (que no son más que los “papeles” usurpados a sus legítimos dueños, administraciones y personas opositoras al golpe militar y al posterior y nefasto régimen) las actividades culturales son meras anécdotas en el transcurrir de los espacios, los contenedores sin contenido, que se heredaron de la Capitalidad cultural europea de 2002.
Cierran librerías y abren cada vez más bares, muchos de ellos franquicias, que ya sabemos que pagan por debajo de lo estipulado por el sector. Las calles se arreglan para que cada vez haya más terrazas, mientras desaparecen los bancos y los árboles. Se persigue a la disidencia. Se protegen las despedidas y se castiga el arte.
El ocio nocturno de Salamanca ha experimentado una bajada de calidad notable que cualquiera que vuelve a la ciudad después de unos años constata. Todo son barras de consumo masivo, sin calidad, sin repertorio en la oferta. Y si no macrobotellones financiados por el Ay-untamiento que para contentar a sus allegados no le importa cargarse la seña de autenticidad de la comunidad universitaria o una fiesta tan propia y a la vez maltratada, como el Lunes de Aguas.


Me duele Salamanca. Me duele punzante como una daga en mi pecho. Su afilado y beligerante conservadurismo que nos ha metido en una espiral de atraso, conformismo y bajeza. Lo rancio, cutre y zafio revive su edad de oro en lo que fue luz de la razón y orbe del mundo.
Me duele Salamanca, por tantas y tantos que hemos salido, desilusionados y cansados de no poder construir nuestro futuro en las tierras donde crecimos.
Me duele Salamanca, como al viejo filósofo y rector. La siento agonizar ya casi inerte sin vida, porque triunfó muerte y murió la razón. Porque vencieron y con su fuerza bruta, junto a la desidia del paseante, no les hizo falta convencer, ni tampoco persuadir.


lunes, 21 de junio de 2010

Manifiesto frente a la crisis

¿Vamos a permanecer callados?

Ninguna persona debería permanecer en silencio cuando los poderes financieros se empeñan en recortar derechos sociales imponiendo medidas claramente injustas a los gobiernos elegidos por la ciudadanía.

Un compromiso que ahora nos lleva a denunciar unas medidas que se quieren hacer pasar por buenas e inevitables pero que sabemos que además de responder solamente a los intereses de los poderosos van a ser ineficaces para hacer frente a la crisis.

Esta declaración lo hacemos porque tenemos la convicción de que la interpretación que se hace de la crisis y las medidas que se están tomando ante la grave situación que estamos viviendo no son las adecuadas para hacerle frente respetando principios elementales de la democracia y la justicia social.

Queremos que la ciudadanía entienda que esta crisis no es simplemente un hecho circunstancial, sino la expresión de un modo de vida y de organización de todo el sistema social y económico que es material y humanamente insostenible.

La crisis la ha provocado un sistema financiero concebido y regulado para que la principal fuente de beneficio de la banca y los poderes financieros sea la especulación. Por eso será imposible salir de la crisis como se quiere salir: sin cambiar las reglas del sistema financiero, sin acabar con los paraísos fiscales, sin vigilar y controlar a la bancos y dejando que sigan siendo ellos quienes impongan el modo de funcionar de la economía mundial. No podemos consentir que la ciudadanía que nada ha tenido que ver pague los platos rotos por los bancos.

La crisis ha tenido un efecto especialmente grave en nuestro país porque los gobiernos consolidaron en los últimos años un modelo económico basado en la construcción, en la explotación masiva e irracional de los recursos naturales y en la desigualdad y muy dependiente de los designios de las grandes corporaciones y burocracias europeas. No podremos salir de la crisis si se sigue incentivando el mismo tipo de actividad económica.

También estamos comprobando que la crisis hace evidente la fragilidad de nuestra democracia porque en lugar de la deliberación predomina la imposición y porque los poderes financieros y económicos se imponen continuamente a las instituciones representativas. Ceder a la extorsión de "los mercados" es debilitar aún más la democracia y así solo se saldrá de la crisis con menos bienestar y justicia.

Se quiere hacer creer a la ciudadanía que las medidas que se están adoptando son las únicas posibles pero la experiencia de otros países nos permite afirmar que eso no es verdad y que cuando se adoptan solo conducen, como acaba de decir el premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz, "al desastre". Sabemos, por el contrario, que hay otras salidas a la crisis mucho más eficaces y favorables para el bienestar.

El conocimiento de lo que está ocurriendo y el sentido común nos dicen que lo primero y principal es devolver el crédito a empresas y familias y que para ello es necesario que el Estado disponga de fuentes seguras de financiación. Es inmoral e inaceptable que el dinero que los poderes públicos dan a los bancos al 1% para que financien a la economía solo lo utilicen para comprar deuda pública al 5 o incluso al 10% o para seguir especulando. Por eso defendemos la banca pública que la crisis ha demostrado que es más necesaria que nunca.

Sabemos que la reforma laboral que se prepara solo con el propósito principal de debilitar el poder de negociación de los trabajadores no es lo que se necesita para crear empleo. Tratar de salir de la crisis reduciendo los salarios y las rentas de la mayoría de la población es como querer salir del hoyo tirándose de los pelos. Son esas rentas quienes mantienen el gasto que permite que la economía se mantenga en pie, de modo que reducirlas para aumentar los beneficios de los bancos y las grandes empresas (que en el primer trimestre de 2010 han aumentado un 25%) es la antesala de una larga y dolorosa depresión económica.

Sabemos que los recortes de gasto público que se proponen no son los más eficaces ni los más justos y que, en todo caso, hay otros que se podrían haber recortado primero, como los militares. Y sabemos que existen otros mecanismos de obtención de ingresos cuya carga no recae sobre los más desfavorecidos sino sobre aquellos que provocaron la crisis, o sobre los que disfrutan de ingresos o riqueza muy superiores a la mayoría de la población.

Quienes conocemos cómo funciona esta sociedad, la historia y la naturaleza de los auténticos poderes que toman las decisiones somos conscientes de la dificultad de tomar hoy día medidas diferentes a las que proponen la patronal y los grandes financieros. Pero la experiencia también nos enseña que cuando la ciudadanía se empodera y conoce bien lo que pasa a su alrededor es capaz de influir y de torcer las decisiones que le obligan a ir por los caminos que no desea transitar.

Por ello reclamamos también más debate y diálogo social para que la ciudadanía sepa lo que pasa, para que disponga de información plural y pueda optar y decidir con fundamento. Reclamamos, por tanto, que los medios de comunicación públicos cumplan con la tarea a la que están llamados y abran urgentemente debates sobre la crisis en los que no se difundan siempre las mismas ideas de quienes detentan el poder sino las diferentes concepciones y propuestas sobre lo que está ocurriendo y sobre la mejor forma de hacerle frente.

Con este convencimiento, nos comprometemos a contribuir con nuestra actividad universitaria para que la sociedad tome conciencia de que las medidas que se están adoptando NO PERMITIRÁN RESOLVER LA CRISIS porque solo se encaminan a facilitar que los de por sí más privilegiados obtengan más cómodamente sus enormes beneficios. Y, sobre todo, a aportar y difundir esas OTRAS FORMAS DE HACER FRENTE A LA CRISIS que respetan el bienestar y la justicia y que además son mucho más eficaces para combatir sus efectos tan negativas sobre la población más desfavorecida.

Como muestra de este compromiso suscribimos esta declaración que haremos pública próximamente para mostrar nuestro rechazo a las medidas que se vienen adoptando.

lunes, 16 de junio de 2008

Contra el proceso de "Bolonia"


Muchos de vosotros no estareis muy informados sobre este plan que cambiará todo el sistema universitario tal como lo conocemos.

Esto no es casualidad. La desinformación y la tardanza en definir la aplicación y efectos del plan han sido la norma desde que comenzó la tramitación de este, de hecho aún hay aspectos que no han sido aprobados. Sin embargo podemos definir una líneas generales sobre el plan Bolonia que se resumen en lo siguiente:

1- Mercantilización de la enseñanza: Con Bolonia se pretende que las universidades tengan un grado alto de autofinanciación, lo que implica la participación de la empresa privada en la educación. Esto para carreras como ADE puede ser visto con buenos ojos, pero esto supondrá que carreras como Filología, Historia del Arte, Filosofía... que no resultan interesantes para las empresas esten condenadas a la desaparición. Además, la Educación es un derecho y debe ser un servicio público al servicio del bien común y no de los intereses privados.

2- Imposibilidad de compatibilizar estudios y trabajo: El plan Bolonia obliga al alumnado universitario a asistir a un MÍNIMO del 80% de las clases.
Pensadlo, es como volver al colegio!! Esto, además de acabar con la clásica autonomía de que se dispone actualmente en la universidad,
hace imposible compatibilizar estudios y trabajo. Esto afecta sobre todo a los estudiantes con un nivel económico más bajo y a los estudiantes de otras comunidades o países, a los que les será imposible costear su estancia.

3- Grandes dificultades para alumnos del sistema antigüo: A los que el plan Bolonia no les pille por un año,
no les ofreceran docencia para las asignaturas que tengan suspensas de un curso para otro, es decir, que si alguien suspende una asignatura en la convocatoria extraordinaria tendrá que prepararla por su cuenta con la única ayuda de 1 o 2 tutorías al mes.

4- Desaparición de las actuales becas: A partir de ahora tendremos que hipotecarnos para poder estudiar.
Las becas serán sustituidas por becas-préstamo, lo que significa que una vez accedamos al mercado laboral tras haber obtenido el título tendremos que devolver el dinero prestado con parte de nuestro sueldo, es decir, salir hipotecados de la universidad.

5- Los Posgrados (2º ciclo en las nuevas estructuraciones de las titulaciones) van a tener precios desorbitados. En un principio fueron fijados y aprobados por el Ministerio en 1800 euros, pero a consecuencia de las movilizaciones estudiantiles han rectificado.
Los estudiantes que quieran acceder al Posgrado tendrán que desembolsar la módica cantidad de 1400 euros por curso.
Además será obligatorio para la obtención del título de Grado realizar 1 año de prácticas en empresas o instituciones. Y estaremos todo ese año trabajando gratis, porque se ha decidido que las prácticas no sean remuneradas.

Aparte de esto cada titulación tiene sus propias diferencias y es más que aconsejable que os informeis ya sea por internet o mediante los delegados.

Con este plan España trata de 'converger' con Europa en el sistema educativo. Queda muy bonito sobre el papel, pero
¿Merece la pena renunciar a una de las pocas cosas buenas que tiene el sistema público español para converger con Europa?
¿Que pasa que si nos da por converger con Estados Unidos va a haber que copiar su sistema sanitario? No señores, aquí hay cosas
que estan por encima de la convergencia europea.

Muchos os dirán que Bolonia ya está impuesto y que no hay nada que hacer, pero si hay un verdadero y rotundo

movimiento estudiantil en contra de Bolonia, en contra de la esclavización por parte de las empresas de los estudiantes, en contra de la privatización de la enseñanza... no podran implantarlo, pero necesitamos movilizarnos todos.

Además podeis ver esto como un regateo, si de entrada aceptamos que Bolonia es una realidad inamovible no conseguiremos un buen 'precio'.

Debemos exigir la desaparición de Bolonia, y si hay que negociar en base a esto se hará.

jueves, 20 de diciembre de 2007

La NocheVieja Universitaria y la hipocresía del alcalde-cacique


Hoy hace 7 días que se celebro La NocheVieja Universitaria. No se sabe muy bien cuando empezó esta celebración. Se dice que hace unos 10 ó 12 años un minúsculo grupo de estudiantes de la USAL, no salmantinos y que venían de distintas provincias, decidieron que debían festejar el fin de año en su lugar de residencia invernal (8 meses llegan a pasar los estudiantes en Salamanca al año) y que mejor fecha que hacerlo el último jueves del curso en el año saliente. Personalmente yo me uní a esta celebración hace 5 años, cuando después de haber visto, mientras quitaba la terraza en aquella explotadora cafetería en la que curraba por aquel entonces, a como mucho, 400 ó 500 personas enfrente del reloj, saltando y brindando con champagne tras las campanadas; después salí de fiesta por esos bares de lustroso nombre, estética hortera, música horrenda y timo seguro, donde coincidí con los “fiesteros” y me explicaron en qué consistía aquella original propuesta. Al año siguiente ya estudiando, junto a mis compañeros y amigos, celebramos plenamente la Nochevieja Universitaria, que había aumentado en número exponencial (yo diría que aquella vez en la plaza estaríamos unas 2000 o 2500 personas) pero mantenía su espíritu libre. Un año más duro aquella dicha, y tal fue su magnitud, que ya esa mafia que gobierna en la sombra Salamanca, ese cartel de estafadores, timadores, violentos y sesudos capitalistas llamada Asociación de Empresarios de Hostelería se apropiaron de ella. Lo hicieron con el beneplácito del Ay-Untamiento, que vio la manera perfecta de evitar “sanos” botellones y de cobrar por impuestos la idea de un grupo de estudiantes no salmantinos.

Y en qué consiste la Nochevieja Universitaria. Pues allá va: Celebración de las campanadas en una abarrotada Plaza Mayor (previo control de No-inclusión de bebidas alcohólicas en el ágora), regalo de las manidas bolsas de cotillón (inútiles, pesadas y no-reciclables), y lo que más le interesa a ese Sindicato del Crimen: Procesión desde la plaza a los bares asociados, para escuchar ese horror musical, en locales atestados y apestados, previa ingestión –nada económica- de adulteradas copas (su lema es ¡¡¡Viva el Garrafón!!!), como manera de enriquecimiento, auspiciado por el Ay-Untamiento liderado por el “cacique-cola”, y que encuentra de esa manera una manera perfecta de recaudación (una más) intoxicando a la juventud, de manera no ideológica pero si líquida.

Así tenemos pasados 3 años (según los promotores esta es la Tercera Edición) una festividad, que por lo menos este año han tratado de darle un tinte social (esperemos que lo recaudado vaya a ONG´s y sea bien utilizado) y más diurno (buena idea lo de la Ginkana por el centro histórico, porque de verdad, que los jóvenes no sólo queremos beber).

Y digo yo: ¿Se podía haber boicoteado la celebración del jueves día 13, para haberla hecho otro día? La respuesta es SI. Cada uno es libre de hacer, acudir y dejarse hacer lo que quiera (o desconozca). Por supuesto que todos debemos pasárnoslo bien y disfrutar (yo mismo adoro al hedonismo) pero también tenemos que tener algo de conciencia política y social que nos permita ver más allá de lo que nos enseñan. En unos momentos en los que esta ciudad se juega el pasar a ser la élite en la recaudación del país, sin haber salido del subsuelo en renta per-cápita no es lo que mejor le viene que entremos por el aro, y tod@s tengamos que divertirnos como nos dicen. No voy a caer en decir yo lo que hay que hacer. Ni mucho menos. Pero debemos ser mucho más responsables de nuestros actos ya que nuestros dirigentes locales, ni por asomo, lo son.

El evento tiene cosas positivas: Se ha logrado dar a conocer la ciudad, , sus estudiantes y las ganas de pasárselo bien, sin organizar un macro-botellón en las calles, y por supuesto (menos mal) sin peleas. Se consigue vender el único producto que tenemos en la provincia (a parte del jamón de Guijuelo) como es Universidad y su ambiente, y por primera vez en mucho tiempo, se puede asociar el nombre de Salamanca como una ciudad libre, viva y de amplio sentir progresista, frente a la ya sesgada imagen rancia y trasnochada de anteriores manifestaciones como las del Archivo. Pero claro; que le supone esto económicamente al Ayuntamiento de Salamanca (es decir, a sus ciudadanos), porque este evento se organiza por una asociación privada, que obtiene los mayores réditos sin prácticamente rascarse el bolsillo. El que haya gente que pretende estar borratxa todo el día (cada uno hace con su dinero y su cuerpo lo que quiere) le da el pretexto perfecto para canjear nuestro ocio por su riqueza. La policía, los servicios de limpieza o los sanitarios. Todos ellos pagados por el Ayuntamiento, tras una noche y un día de trabajo por la actividad de una asociación privada. Esa es la realidad. Pero en fin; fue un día de fiesta, bueno para Salamanca, sus gentes y sus visitantes. Es una manera de divertirse con cierto aire a alternativa que ya ha calado y se ha convertido en una tradición (manipulada en sus últimas ediciones) y que por el resultado general, se puede decir que estuvo bien preparada (existe la duda si por el civismo de los jóvenes participantes o por el azar).

Ahora bien. Hablemos de hipocresía (¡¡¡cojones ya!!!). Resulta que ante las manifestaciones por el tarifazo, el señor Lanzarote, actuó con tal cinismo que ni el mismismo Diógenes. Ante la negativa a dejar el balcón del Ayuntamiento de la Plaza Mayor (de todos los salmantinos) a FEVESA, ahora no ha dejado lugar a dudas para que el ágora quede a disposición de una Asociación claramente afín.

Más hipocresía aún, si tenemos en cuenta que la prohibición de beber en la calle (polémica ordenanza), con una especie de “huelga de bolis caídos” en los que no se irían a imponer las multas por consumo de alcohol en la calle durante la noche del día 13. Y claro no hay quien se explique (yo no soy bueno en matemáticas) qué: si según los periódicos del NO-DO salmantino y el concejil y sus aliados es imposible que un recinto como la Plaza Mayor albergue a más de 20000 personas. Cómo se explica que los empresarios quieran, y de hecho consigan, que la noche del día 13 se llegaran a los más de 30000 personas, contando arbolito de Navidad, escenario y policía.

Y todo esto justo un día después de que otra vez Salamanca fuera noticia por su alcalde facha y sus modales. Resulta que desde FEVESA y las distintas asociaciones vecinales se pusieron en contacto con Caiga Quien Caiga para, a través de su sección “Proteste Ya”, hacer eso, protestar por una subida de impuestos brutal, represiva y que tiene como fin recuperar lo perdido por la corrupción instalada en la alcaldía. Y el hecho es que, el bueno de Gonzo vino a Salamanca. Se entrevisto y tomo de primera mano las opiniones de los convocantes, pero también de viandantes (jubilados en la Plaza Mayor), y después de dejarnos perlas como “Si lo llego ha saber en mayo, no le voto” o “Desinjusticia” ¿?, emprendió la carrera por oír la voz de los dirigentes. Primero el responsable de seguridad y transportes, abucheado huía de las preguntas del intrépido con micrófono, escondiéndose en una cafetería. Momento que aprovechaba el alcalde para salir por la puerta de atrás del consistorio. Dos avispados salmantinos comunicaron a Gonzo la noticia y este emprendió la carrera para en la plaza Santa Eulalía, abordar al alcalde que camino de su vivienda (Calle Azafranal, hacer ruido toca) nos brindo una de las más geniales interpretaciones humorísticas vistas. Qué si no te oigo, que si en León,… Ni Tip&Coll, ni Gila (¿Es ahí el enemigo?), ni Cruz y Raya. Cacique-cola o lo que es lo mismo Lanzarote. Obviando la persecución a un alcalde que nos lleva 12 años mostrando sus modales retrógrados, fascistas y déspotas, lo más curioso es ver como se les esta poniendo el culo (con perdón) a los jerifaltes de Madrid o Valladolid al ver como su lacayo en terreno proclive al PP (buscan el 5º diputado) anuncia subidas de impuestos cuando ellos publican a luz y taquígrafos su intención de bajar los impuestos si ascienden al poder en marzo (será el de propiedades).

En definitiva, que no esta la cosa para fiestas por estos lares, por muchas ganas que tengamos todos de salir. Nos falta organización para plantar cara a una Asociación que vive íntegramente de la Universidad (para los de biología, la Asociación de Hostelería es como un parásito de la USAL) y encima nos envena. Así como para intentar plantar cara al cacique, que encima se ríe desmintiendo la subida del bus. Mi propuesta para solventar esto es sencilla: Huelga General (que pocas ganas tengo de trabajar, la verdad) en Salamanca ciudad y provincia, hasta que este impresentable dimita.

Por cierto, atiende al video del CQC: Sin Verguenza

Camareros: Necesarios, degradados y precarios. Una experiencia personal

Ahora que ya está aquí el veranito con su calor plomizo, pegajoso y hasta criminal, se llenan las terracitas para tomar unas...