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miércoles, 11 de noviembre de 2009

A vueltas con la Nochevieja Universitaria


Parece ya tradición que llegadas estas fechas tanto Salamanca como mi blog se empantanen en el tema de la NocheVieja Universitaria. Evidentemente yo que he participado en 6 de sus 9 ocasiones, las 3 últimas bajo el mandato económico de la Asociación de Hostelería, no estoy en contra de la fiesta. Todavía no estoy tan loco. ¿O sí? Pero mantengo firme mi opinión de anteriores entradas (2007 y 2008) y ante los hechos acontecidos en esta semana se reafirman.

Deberían estar, con nocturnidad y la habitual alevosía, algunos meses negociando ayuntamiento y hosteleros (quién sabe si algún representante del colectivo estudiantil) los pormenores para volver a "organizar" (des-organizar es lo que realmente hacen) una edición más de esta aberración fiestera. Estar de acuerdo con Lanzarote provoca en mi sentimientos encontrandos: No sé muy bien si es que me estoy ablandando o es que he empezado a mirar a la derecha al atravesar la calle. Quizás sea que empiezan a urgir los planes para llamarle "rojo" en mi próximo encuentro con tan baja personalidad, buscando la paradójica lógica. Quizás sea un ataque de lucidez al primer edil (hagáselo mirar, hombre, que no esta usted acostumbrao), o que en la hipocresía moral que se mueve este personaje en este instante haya tocado la de estar al lado del ciudadano residente, cotizante y votante censado en la capital. Dudas tengo. Parece que no se habrán puesto de acuerdo en la total de pasta o prebendas que se nos iba a llevar don Julián y por eso, añorando tiempos mejores quizás los del mequetrefe huésped de la Clerecía a decidido tirar por la calle del medio.

Yo lo que tengo claro, es que me tomare uvas, gominolas y champan cuando a mi me plazque y esto era algo que tenía pensado hacer se celebrará aquí o no la citada horterada. No me apetece pasar por el aro y no hay excusas. Quizás puede que hasta cambie el decorado, intente añadir nueva gente y no me olvide de los antiguos y antiguas. Pero no voy a colaborar más con la mafia. Decidido. Es más, vamos a rebajar el nivel de alcohol ingestado proviniente de las barras de la fiesta salmantina. Economía y salud alaban mi decisión y desconfian de mi nueva reverencia abstemia, pero sobretodo es mi conciencia la que respira tranquila porque una vez más, sigue regiendo mis designios y ahora lo hace para olvidar la hipocresía.

Repito una vez más que cada uno [y cada una] hacen con su cuerpo, dinero, tiempo y ocio lo que les da la gana. Evidentemente gracias a este axioma los "listos" del Ay-untamiento y la Asociación de Hostelería se han aprovechado y ahora que mediante misterios aparte no han llegado a un acuerdo esperan en la vetusta y pequeña Zamora perpetuar el invento. No sé yo si a los zamoranos y zamoranas tanto ajetreo les va a parecer bien. Para empezar discrepo de que 30.000 personas aparezcan por allí. No sólo por el encanto, sino por el trayecto y sobretodo por la capacidad de la patria chica de Viriato para acoger tal aumento poblacional, aunque sea nocturno. Sin embargo no tengo dudas de que a las buenas gentes zamoranas no les hará mucha gracia que por un evento patrocinado y subvencionado por sus representantes (Diputación o Alcaldía) vaya a llevarse los beneficios una empresa externa dejando para ellos los gastos (sanidad, seguridad y limpieza). También tengo claro que Salamanca acogerá su tradición, la original, la creada y nacida del seno de la Universidad, y celebrará cuando quiera, quizás multitudinaria, posiblemente varios días por pequeños grupos de amigos y compañeros, pero seguro auténtica. Los esfuerzos para tenerlo organizado me dan, verdaderamente igual. No tiene porque pasar nada más allá de un jueves o finde de fiesta "normal". La realidad es que los ciudadanos de Salamanca no tendrán tantos gastos, y seguramente descansarán más, sin una noche y un día en el que se respira a estercolero en el centro histórico.

De todo esto, lo que más me cabrea es la capacidad de organización de la juventud en general, la universitaria en particular, y las causas por las que puede o no existir esa movilización. Resumiendo, para embotijarnos, tajarnos y el resto de sinónimos de día después de una borrachera tiramos de rebeldía, agrupación, sentimiento de grupo, colectivo vícitma de las olígarquías y anunciamos que la vamos a liar que no nos van a callar o que la calle es nuestra (líbrenme del plural mayestático). Eso sí, soportamos alquileres y precios de la vivienda de emancipación abusivos sin rechistar. Nadie va a protestar por la disminución de becas, los programas del plan Bolonia que agrupan y modifican curriculumns académicos procediendo a la exponenciación de la enseñanza superior obligatoria. No mucho mejor es la educación primaria o secundaria con enseñanzas denigradas (física, ciencias, humanidades, musical, etc.) y la falta de autoridad y respeto al "maestro". El paro juvenil tampoco nos quita el sueño, ni el del lincenciado, ni del machaca de fp o el del "vente a currar con tu padre". El IPC sigue subiendo, los salarios están estancados, pero claro lo importante es pribar una vez al año en la Plaza Mayor. La innovación, el I+D+i tan manido, está tan atascado por el sistema de becarios y prácticas de estudios que sólo aumentan las riquezas empresariales gracias a muchos estudiantes que lo serán pero hoy por hoy pensando en las gominolas no se dan cuenta. La situación de Salamanca no es la de un oásis en un país en recesión precisamente, y nadie le pide cuentas a nadie; aquí no pasa nada, el paro aumenta, el Corte Inglés no da ni el 40% de los puestos que pedía, ni tenemos AVE, ni un aereopuerto en condiciones y tampoco la actividad cultural es como para celebrar algo...

Así podíamos seguir multitud de líneas ennumerando situaciones que si que merecen una protesta enérgica por parte de la juventud y el colectivo estudiantil, antes que un día de fiesta, pero está claro que algunos hipotecan su futuro por unas copichuelas. Una lástima.

Disfrutemos de la fiesta para cuando haya, haciéndola nosotros con nuestra libertad y nuestras condiciones y posibilidades y si tenemos que quejarnos, hagámoslo por lo realmente importante.

viernes, 12 de diciembre de 2008

Amistad sin más

Una noche más para alojar en la memoria porque eso es lo más valioso. Los recuerdos de risas y palabras, de niños y niñas que te otorgan algo más que horas de asueto. Así da gusto quedar, salir, anhelar ver a esa gente con la que se cuenta, se puede contar y cuentas lo bien que lo pasas con ellos y ellas. Qué no se acabe este tiempo, porque nunca fui tan vivo y tan pleno como ahora, y todo es gracias a vosotras y a vosotros, compañeros y compañeras de lucha en noche, y quienes también sabéis calmar mis héridas bajo la luz del sol y el incauto viento.

Valga este principio como compromiso de amistad eterna y duradera a toda esa gente... Qué encantadoras (y preciosas) estabáis anoche todas; Y qué gran cómplice es Dani para no perderse una ocasión, con o sin motivo, pero siempre ahí. Empezar la noche llenando el estómago como paso previo para llenar el alma. Vosotras habéis hecho tradicionales esas cenas en el mexicano, y yo que soy agradecido por naturaleza, agradezco vuestra invitación y me subo al carro de este nuevo rincón gastronómico en el que el picante no sólo lo pone la comida, sino también vuestra compañía.

Y de ahí a la Plaza Mayor. Al ágora acudimos, dicen que 35.000 personas a celebrar la Nochevieja Universitaria. Mi opinión de hace un año no ha cambiado un ápice, y sólo aquí refrescar mi lejano alegato para decir que una vez más, las autoridades de esta ciudad hipotecan una noche entera y su recinto más espléndido en beneficio de la mafia hostelera salmantina. Ayer si se permitió un macro-botellón, que tuvieron que proteger, atender sanitariamente y limpiar los empleados municipales, esos que están pagados por todos los ciudadanos... pero es el que el objetivo era el beneficio final y nocturno de los hosteleros y sus garitos, cuyo dinero no va a oler nadie del consistorio o la ciudadanía (al menos públicamente). Y no intentemos hoy, mañana u otro cualquier día reunirnos unos cuantos jóvenes en alguna plaza o parque, céntrico o de arrabal, porque pronto seremos mal vistos, seremos una actitud y tendencia subversiva y no tardarán los esbirros de la policía local para pedirnos el DNI... También la Universidad es culpable por no defender algo intrínseco y propio de su identidad como son las iniciativas estudiantiles y dejar que se mercanticilen en su nombre y publicidad. Un sólo día de fiesta radiado y mostrado a nivel nacional no va a aumentar las matriculas; sin embargo, la actitud (y precios) de la ciudad y sus legisladores si que puede cortar las alas a posibles nuevos alumnos... Y también es cómplice la juventud, quizás yo mismo el primero aunque mi motivación era estar con mi gente, por irnos ciegamente a beber, a hacer verdadero el prejuicio que nos tiene tomado el PP y la gerontocracia, sin más alternativas. Yo sigo proponiendo tomarnos las uvas, las gominolas y la sidra otro día sin tener que deberle nada a nadie, y sin tener encima que tragar con la supuesta conciencia de la mafia, por dejar 10 céntimos de los tickets a 3 euros para ONGs. ¡¡Hasta en esto se quieren reír de nosotros!!.

Y por último, un abrazo a todos y a todas, que también nos lo pasamos anoche, aunque nos dejemos llevar como el buey que tira un carro, que en nuestro caso es el provecho y fúturo de esta ciudad.

P.D.: ¡¡¡¡Niñas!!!! Quiero todas esas fotos, joe...

jueves, 20 de diciembre de 2007

La NocheVieja Universitaria y la hipocresía del alcalde-cacique


Hoy hace 7 días que se celebro La NocheVieja Universitaria. No se sabe muy bien cuando empezó esta celebración. Se dice que hace unos 10 ó 12 años un minúsculo grupo de estudiantes de la USAL, no salmantinos y que venían de distintas provincias, decidieron que debían festejar el fin de año en su lugar de residencia invernal (8 meses llegan a pasar los estudiantes en Salamanca al año) y que mejor fecha que hacerlo el último jueves del curso en el año saliente. Personalmente yo me uní a esta celebración hace 5 años, cuando después de haber visto, mientras quitaba la terraza en aquella explotadora cafetería en la que curraba por aquel entonces, a como mucho, 400 ó 500 personas enfrente del reloj, saltando y brindando con champagne tras las campanadas; después salí de fiesta por esos bares de lustroso nombre, estética hortera, música horrenda y timo seguro, donde coincidí con los “fiesteros” y me explicaron en qué consistía aquella original propuesta. Al año siguiente ya estudiando, junto a mis compañeros y amigos, celebramos plenamente la Nochevieja Universitaria, que había aumentado en número exponencial (yo diría que aquella vez en la plaza estaríamos unas 2000 o 2500 personas) pero mantenía su espíritu libre. Un año más duro aquella dicha, y tal fue su magnitud, que ya esa mafia que gobierna en la sombra Salamanca, ese cartel de estafadores, timadores, violentos y sesudos capitalistas llamada Asociación de Empresarios de Hostelería se apropiaron de ella. Lo hicieron con el beneplácito del Ay-Untamiento, que vio la manera perfecta de evitar “sanos” botellones y de cobrar por impuestos la idea de un grupo de estudiantes no salmantinos.

Y en qué consiste la Nochevieja Universitaria. Pues allá va: Celebración de las campanadas en una abarrotada Plaza Mayor (previo control de No-inclusión de bebidas alcohólicas en el ágora), regalo de las manidas bolsas de cotillón (inútiles, pesadas y no-reciclables), y lo que más le interesa a ese Sindicato del Crimen: Procesión desde la plaza a los bares asociados, para escuchar ese horror musical, en locales atestados y apestados, previa ingestión –nada económica- de adulteradas copas (su lema es ¡¡¡Viva el Garrafón!!!), como manera de enriquecimiento, auspiciado por el Ay-Untamiento liderado por el “cacique-cola”, y que encuentra de esa manera una manera perfecta de recaudación (una más) intoxicando a la juventud, de manera no ideológica pero si líquida.

Así tenemos pasados 3 años (según los promotores esta es la Tercera Edición) una festividad, que por lo menos este año han tratado de darle un tinte social (esperemos que lo recaudado vaya a ONG´s y sea bien utilizado) y más diurno (buena idea lo de la Ginkana por el centro histórico, porque de verdad, que los jóvenes no sólo queremos beber).

Y digo yo: ¿Se podía haber boicoteado la celebración del jueves día 13, para haberla hecho otro día? La respuesta es SI. Cada uno es libre de hacer, acudir y dejarse hacer lo que quiera (o desconozca). Por supuesto que todos debemos pasárnoslo bien y disfrutar (yo mismo adoro al hedonismo) pero también tenemos que tener algo de conciencia política y social que nos permita ver más allá de lo que nos enseñan. En unos momentos en los que esta ciudad se juega el pasar a ser la élite en la recaudación del país, sin haber salido del subsuelo en renta per-cápita no es lo que mejor le viene que entremos por el aro, y tod@s tengamos que divertirnos como nos dicen. No voy a caer en decir yo lo que hay que hacer. Ni mucho menos. Pero debemos ser mucho más responsables de nuestros actos ya que nuestros dirigentes locales, ni por asomo, lo son.

El evento tiene cosas positivas: Se ha logrado dar a conocer la ciudad, , sus estudiantes y las ganas de pasárselo bien, sin organizar un macro-botellón en las calles, y por supuesto (menos mal) sin peleas. Se consigue vender el único producto que tenemos en la provincia (a parte del jamón de Guijuelo) como es Universidad y su ambiente, y por primera vez en mucho tiempo, se puede asociar el nombre de Salamanca como una ciudad libre, viva y de amplio sentir progresista, frente a la ya sesgada imagen rancia y trasnochada de anteriores manifestaciones como las del Archivo. Pero claro; que le supone esto económicamente al Ayuntamiento de Salamanca (es decir, a sus ciudadanos), porque este evento se organiza por una asociación privada, que obtiene los mayores réditos sin prácticamente rascarse el bolsillo. El que haya gente que pretende estar borratxa todo el día (cada uno hace con su dinero y su cuerpo lo que quiere) le da el pretexto perfecto para canjear nuestro ocio por su riqueza. La policía, los servicios de limpieza o los sanitarios. Todos ellos pagados por el Ayuntamiento, tras una noche y un día de trabajo por la actividad de una asociación privada. Esa es la realidad. Pero en fin; fue un día de fiesta, bueno para Salamanca, sus gentes y sus visitantes. Es una manera de divertirse con cierto aire a alternativa que ya ha calado y se ha convertido en una tradición (manipulada en sus últimas ediciones) y que por el resultado general, se puede decir que estuvo bien preparada (existe la duda si por el civismo de los jóvenes participantes o por el azar).

Ahora bien. Hablemos de hipocresía (¡¡¡cojones ya!!!). Resulta que ante las manifestaciones por el tarifazo, el señor Lanzarote, actuó con tal cinismo que ni el mismismo Diógenes. Ante la negativa a dejar el balcón del Ayuntamiento de la Plaza Mayor (de todos los salmantinos) a FEVESA, ahora no ha dejado lugar a dudas para que el ágora quede a disposición de una Asociación claramente afín.

Más hipocresía aún, si tenemos en cuenta que la prohibición de beber en la calle (polémica ordenanza), con una especie de “huelga de bolis caídos” en los que no se irían a imponer las multas por consumo de alcohol en la calle durante la noche del día 13. Y claro no hay quien se explique (yo no soy bueno en matemáticas) qué: si según los periódicos del NO-DO salmantino y el concejil y sus aliados es imposible que un recinto como la Plaza Mayor albergue a más de 20000 personas. Cómo se explica que los empresarios quieran, y de hecho consigan, que la noche del día 13 se llegaran a los más de 30000 personas, contando arbolito de Navidad, escenario y policía.

Y todo esto justo un día después de que otra vez Salamanca fuera noticia por su alcalde facha y sus modales. Resulta que desde FEVESA y las distintas asociaciones vecinales se pusieron en contacto con Caiga Quien Caiga para, a través de su sección “Proteste Ya”, hacer eso, protestar por una subida de impuestos brutal, represiva y que tiene como fin recuperar lo perdido por la corrupción instalada en la alcaldía. Y el hecho es que, el bueno de Gonzo vino a Salamanca. Se entrevisto y tomo de primera mano las opiniones de los convocantes, pero también de viandantes (jubilados en la Plaza Mayor), y después de dejarnos perlas como “Si lo llego ha saber en mayo, no le voto” o “Desinjusticia” ¿?, emprendió la carrera por oír la voz de los dirigentes. Primero el responsable de seguridad y transportes, abucheado huía de las preguntas del intrépido con micrófono, escondiéndose en una cafetería. Momento que aprovechaba el alcalde para salir por la puerta de atrás del consistorio. Dos avispados salmantinos comunicaron a Gonzo la noticia y este emprendió la carrera para en la plaza Santa Eulalía, abordar al alcalde que camino de su vivienda (Calle Azafranal, hacer ruido toca) nos brindo una de las más geniales interpretaciones humorísticas vistas. Qué si no te oigo, que si en León,… Ni Tip&Coll, ni Gila (¿Es ahí el enemigo?), ni Cruz y Raya. Cacique-cola o lo que es lo mismo Lanzarote. Obviando la persecución a un alcalde que nos lleva 12 años mostrando sus modales retrógrados, fascistas y déspotas, lo más curioso es ver como se les esta poniendo el culo (con perdón) a los jerifaltes de Madrid o Valladolid al ver como su lacayo en terreno proclive al PP (buscan el 5º diputado) anuncia subidas de impuestos cuando ellos publican a luz y taquígrafos su intención de bajar los impuestos si ascienden al poder en marzo (será el de propiedades).

En definitiva, que no esta la cosa para fiestas por estos lares, por muchas ganas que tengamos todos de salir. Nos falta organización para plantar cara a una Asociación que vive íntegramente de la Universidad (para los de biología, la Asociación de Hostelería es como un parásito de la USAL) y encima nos envena. Así como para intentar plantar cara al cacique, que encima se ríe desmintiendo la subida del bus. Mi propuesta para solventar esto es sencilla: Huelga General (que pocas ganas tengo de trabajar, la verdad) en Salamanca ciudad y provincia, hasta que este impresentable dimita.

Por cierto, atiende al video del CQC: Sin Verguenza

Camareros: Necesarios, degradados y precarios. Una experiencia personal

Ahora que ya está aquí el veranito con su calor plomizo, pegajoso y hasta criminal, se llenan las terracitas para tomar unas...