Acabo
de graduarme en Geografía, Historia e Historia del Arte por
la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). He cumplido uno de
los anhelos más grandes de mi vida. Una deuda contraída con 15 o 16
años, cuando en la intersección entre los azares de los currículums
académicos y formativos y la intencionalidad e inutilidad de las
reformas educativas, perdí la posibilidad de estudiar Historia. No
deje de hacerlo de manera autodidacta y aficionada y durante todos
estos años he atendido estas inquietudes personales con unas buenas
dosis de lectura, visionados de documentales y visitas culturales.
Pero si que ante la situación socio-económica familiar y mi propia
crisis personal asociada a la adolescencia y juventud puso en los
imposibles el que yo pisara la Universidad para algo más que para un
momento.
Aún
con ello, es preciso decir que la Historia me ha apasionado
desde siempre, y la Geografía y el Arte, así como la Filosofía
o el pensamiento y praxis político y social, han compuesto el grupo
temático con el que me he nutrido desde que entendí que la
literatura sería parte indispensable de mi día a día.
En
abril de 2020, mientras la pandemia ponía patas arriba nuestras
rutinas y certezas, decidí junto a mi pareja emprender el camino que
he finalizado el mes pasado. Lo hice cuando me quede en paro (previo
paso por un ERTE) y ante la incertidumbre de cuándo volver a
trabajar. El apoyo de mi mujer, más aún, su propio impulso fue lo
que me hizo plantearme el volver a estudiar, y tratar de seguir dando
pasos hacia una reconversión profesional que lógicamente, me ha
venido costando mucho. Sobretodo su empeño fue el hacerlo con una
materia que me motivaba y gustaba desde siempre. Además, la
aportación económica de su trabajo ha resultado indispensable.
Muchas gracias, pequeña.
La
decisión estaba tomada. Iba a estudiar e iba a aprender y graduarme
en Historia. Tocaba pensar en qué universidad. Desechada la
idea de la universidad presencial porque la idea era compaginarlo con
la vida personal y el trabajo, cuando se diera, el primer impulso fue
matricularme en la UNED (Universidad Nacional de Educación a
Distancia). Pero la descarté, al comprobar que las opiniones y satisfacciones de los alumnos eran más bien escasas, y si cuantiosas
las referencias a lo desfasado de los temarios y procedimientos.
Tampoco la parte económica salía bien parada y me tocaba comparar.
Y
ahí donde ha entrado en mi vida la Universitat Oberta de
Catalunya (UOC), ligada en su grado de Geografía, Historia e
Historia del Arte, a la Universitat de Lleida. La UOC es una
Universidad, fundada en 1994 por la Generalitat de Catalunya como
parte de su construcción del estado-nación catalan y de la
necesidad de dotarse de instituciones y elementos que fortaleciesen
su propia identidad, además de garantizar la continuidad de los
derechos de los propios habitantes. Su nacimiento en torno al sistema
público de educación superior no fue pleno y desde el primer
momento de su organización se ha conformado como una universidad
privada, pero de gestión pública. Esto quiere decir que en
cuanto a las tasas, matrículas, materiales y demás cuestiones
económicas, así como de financiación, dependen de la Generalitat
que marcará los precios de todos estos servicios para todo su
espacio de educación superior. Sin embargo, en el funcionamiento
interno, tanto a la hora de las contrataciones de personal, la
disposición de materiales, plataformas, los regímenes evaluador e
interno, o las garantías educativas e institucionales se gestionan a
través de su propio patronato y órgano de gobierno, con especial
énfasis en la Comisión Académica que vigila y coordina el
funcionamiento académico, educativo, de investigación y difusión.
En
cuanto al grado de Geografía, Historia e Historia del Arte el
hecho de que su docencia dependa de la Universitat de Lleida, de
carácter público, debería haber permitido que el programa
académico y temático mirase, aunque fuera un poco, más hacia el
modelo curricular del estado español. Pero no es así y ahí surge
el principal hándicap o problema que los estudiantes detectamos al
matricularnos en el Grado de Historia de la UOC: la ausencia del
estudio de la Historia de España.
Este
es un problema y gordo, puesto que muchos de los alumnos se interesan
en este grado para completar su formación y poder así opositar a
las plazas de profesor en secundaria en todo el estado español.
Incluida Catalunya. La falta de estudios reglados sobre la Historia
de España en el grado, imposibilita, o cuando menos, dificulta la
oposición, al competir con otros compañeros que si han cursado
estos conocimientos en otras universidades.
Este
hecho además cobra mucha significación cuando al final de tu
periplo por la carrera tengas que afrontar el Trabajo Final de
Grado (TFG). Lo más normal y lógico, es que si resides en
España, te dediques a un tema que tengas cercano geográficamente,
por aquello de la consulta y trabajo sobre fuentes primarias, y que
puedas manejar en forma y tiempo (especialmente porque el TFG tiene
que completarse en un período inferior a tres meses). La falta de
esa Historia de España en tus estudios universitarios, y que
debían de dar contexto a lo que estás investigando y a punto de
publicar en tu TFG, es una dificultad extra que a veces, puede que no
se satisfaga con el sobre-esfuerzo del alumno en la consulta y
redactado. Por lo tanto, es importante tenerlo en cuenta.
Pero
centrándome en la comparativa entre estudios universitarios a
distancia, es decir, en el caso del estado español, entre la
UNED y la UOC (en estos momentos al menos la Universidad de Burgos también está implementado un modelo de educación a distancia), está la principal ventaja, que particularmente,
encontré a la hora de decantarme por una u otra. Esta diferencia fue
el método de evaluación y enseñanza. Mientras en la UNED, y
resumiendo mucho puesto que solo tomé nota desde algunos foros y
redes sociales con estudiantes de Historia, abogan por un método de
examen presencial clásico al que llegas tras haber trabajado
prácticamente en solitario todo el tiempo, en la UOC ofrecen el
método de evaluación continua.
Esta
evaluación continua sigue un programa de varias actividades durante
el cuatrimestre (entre tres o cinco, por lo común cuatro,
dependiendo de la asignatura) llamadas PECs (ahora Retos) en
las que el alumno presentará una actividad (o varias) para superar.
Lo hará trabajando una serie de materiales didácticos compuestos
por los módulos oficiales de la UOC, o recursos externos, pudiendo
ser literarios (lo más común) o también audiovisuales. La nota se
facilita en notación inglesa por letras (A, B, C+, C-, D y N, de
sobresaliente a No presentado), quedando la numérica para completar
el expediente académico.
Hay
que tener en cuenta y echarle paciencia con algunas de las cosas más
lamentables de la UOC como son los Trabajos en grupo. Vamos a
ver. Si no es para que el corrector corrija menos, qué sentido tiene
poner trabajos en los que los alumnos tienen que auto organizarse de
manera asíncrona y cuadrar sus variadas agendas, en una
universidad online cuya virtud vendida pretende ser que tu
estudias a tu ritmo y disponibilidad. No tiene ningún sentido y
lleva a la desesperación, a que tengas, me ha pasado en todos los
casos menos en uno (curiosamente la primera vez *), que coger el toro
por los cuernos, y los últimos días antes de la entrega, hacer el
esfuerzo de ordenar textos, o rehacerlos, maquetar, revisar, avisar,
administrar, etcétera, etcétera. Gestionar el tiempo y
supervisar, cuando no rehacer el trabajo de otros alumnos. Es un
despropósito que la nota individual vaya a depender de con quién te
juntes. Voluntaria o involuntariamente, que encima, es lo más común.
También
alguno de los trabajos consiste en grabarse un video o un audio. A
ver, personalmente soy más de escribir, y a mi el realizar un
ensayo me facilitaba mucho la planificación del trabajo, pero
tiene sentido hoy en día que nos motiven y pidan trabajar en el
formato audiovisual para exponer lo que aprendemos. Es una manera de
aproximarse a las formas de difusión moderna. Hay que tenerlo en
cuenta.
En
la actualidad, la evaluación continua supone el 100% del
esfuerzo académico del estudiante en un número de asignaturas cada
vez mayor. Y es que están desechando de los planes de
estudios las “Pruebas de síntesis”, esto es, exámenes
a realizar al final de la evaluación continua para demostrar que se
ha superado la materia y que hemos sido nosotros quienes lo han
hecho.
Antes
de la pandemia estos exámenes, al igual que los finales, se
hacían en sedes físicas de la UOC o de otras instituciones con las
que firman (y pagaban) convenios, con presencia física de
estudiantes, profesores, bedeles y a papel y boli. Con el
confinamiento se hizo necesario hacerlos online a través de
la plataforma. Esto a su vez ha provocado una crisis de legitimidad
para los estudiantes que nos hemos visto cuestionados por hacer
exámenes, en camisa y pantalón de pijama y pantuflas. Se han dado
casos en los que han acusado, y suspendido, a compañeras y
compañeros aduciendo que habían copiado, cuando materialmente era
imposible para la Universidad demostrarlo. Esto es un hecho gravísimo
que ha llevado a que la propia Universidad en este momento este
replanteando cómo hacer los exámenes.
En
este absurdo de la patada hacia adelante se ha acusado a alumnos de
“auto-plagiarse”, esto es, de poner en el examen las mismas
frases o contenidos que en los trabajos entregados durante la
evaluación continua. Pero vamos a ver. Lo primero de todo que
eso del auto-plagio directamente ni existe. Ni en el ámbito
académico, ni en el editorial, ni en el legal y jurídico. En
segundo lugar, si he estado trabajado durante 4 meses unos contenidos
y tengo que volver a explicarlos, por qué no voy a poder repetir lo
que ya hice y se dio como válido. Es un sinsentido.
Aquí
hay que decir que estas acusaciones en algunos casos se han
solucionado con el escalado de reclamaciones marcado por la propia
UOC, pero sobretodo, por la intromisión, previo pago del estudiante
afectado, de un escrito legal presentado por registro por abogados
especializados en estos temas de litigios con universidades. Pero hay
que tener en cuenta, que tal y como están las cosas, y cada vez más,
con el abuso que ya se está detectando de la Inteligencia
Artificial, estos hechos pueden pasar.
Particularmente,
creo que contra más exigente, segura y garantista sea la
universidad, mejor para todos, especialmente para los alumnos. Nadie
queremos que nos regalen el aprobado, ni tampoco el sobresaliente.
Pero esto no quiere decir que se instaure la sospecha sobre la cabeza
de todos los alumnos y que tengan que dar vueltas y requiebros para
mostrar su inocencia. No es poca cosa puesto que estamos hablando que
acusar de plagio o copia a los estudiantes supone una mancha en el
expediente que más adelante puede imposibilitar acceder a otros
estudios o puestos de trabajo. Poca broma.
Con
la pasta que clavan al estudiante y con las subvenciones que rascan
de la Generalitat a base de impuestos a los contribuyentes
catalanes, la UOC (y cualquier universidad) puede sufragar un sistema
online fiable y seguro. Vamos, lo que yo lo hacía en la
academia de idiomas para los certificados, creando una sesión de
usuario en la pestaña del navegador a modo de un escritorio virtual
del que deshabilitabas las herramientas externas. Solo el enunciado
que se abría desde el escritorio y el alumno a escribir, control y
registro de las aplicaciones abiertas, y hasta que no entrega el
examen, no “le devuelves” su ordenador.
Sin
embargo, están quitando los exámenes sin ni siquiera preocuparse de
cómo queda la materia. Un ejemplo sangrante me ha parecido con Arte
en la Antigüedad. Lo que supuso cuatro trabajos (uno gordo, 2 medios
y un test) más un examen de más de 600 páginas de estudio donde
literalmente te podían preguntar cualquier cosa, ahora han eliminado
el examen sin cambiar las actividades. Es decir, lo que para mi
fueron tres meses de trabajitos y dos semanas de estudiar como un
cabrón, se ha quedado en hacer los mismos trabajos. Tenerlo en
cuenta, porque a lo mejor ahora es más fácil. A mi me parece una
lástima.
Y
es que durante mi singladura por la UOC en estos años
post-pandemia lo que me han transmitido muchas compañeras y
compañeros que llevaban varios años estudiando, y lo que yo mismo
he comprobado, es que los exámenes, bueno las pruebas de
síntesis, son bastante más duras y exigentes que cuando se
hacían de forma presencial. Que ahora han estado metiendo todo el
contenido a examen, mientras antes ya marcaban el tema a trabajar en
la PS. Todo en una hora de duración. Entiendo que una
universidad trate de mejorar y ganar respeto y dureza para sus
alumnos (sus clientes) pero al final todo queda deslegitimado por la
precariedad del personal docente que repite y repite, una y otra vez,
tanto trabajos como exámenes. Esto por cierto, también pasa con las
universidades presenciales, lo digo por le tema del prestigio.
La
actividad docente de la asignatura está llevada en su totalidad por
los profesores colaboradores, aunque el diseño y
planteamiento lo haga un profesor titular. Aquí entra una de las
principales criticas que se lleva el modelo de la UOC. El uso hasta
el abuso de la figura precarizada del profesor colaborador o docente
asociado.
Esto
lleva a que la atención, evidentemente en línea puesto que estamos
hablando de una universidad a distancia, sea a la vez muy
precaria. Los profesores, por lo general, cobran una miseria por hora
trabajada y/o por alumno a cargo. Estoy hablando de menos de 3 euros
por hora, o de un total cuatrimestral de 800 euros por atender aulas
con más de 40 alumnos. Esto me lo confirmó un profesor de una
materia con el que hice buena relación en 2021. Desconozco si
han mejorado, pero lo vivido estos años hace pensar que no.
Básicamente
tener una buena experiencia con los profesores depende de la suerte.
Por lógica, solo he hecho un grado, por lo que mi versión es corta,
pero lo cierto es que salvo unos pocos casos la interacción con los
profesores ha sido penosa. En el grado de Geografía, Historia e
Historia del Arte solo puedo hablar bien de la profesora de
Iconografía. La única que desde el primer momento y sin pedírselo
nadie, organizaba clases online y las grababa para poder
visionarlas en cualquier momento si no podías acudir. Hacía, y
hace, sesiones de dudas. Trabaja los contenidos y materiales para no
repetirlos año a año, con lo que mantiene el nivel de exigencia.
Devuelve los trabajos corregidos en tiempo y con la anotaciones
pertinentes para aprender y mejorar. Y cualquier duda la atiende en
un tiempo corto, más que asumible.
He
tenido algunos otros profesores y profesoras buenas que han cumplido
bien su labor, pero por desgracia, esta es la excepción que confirma
la regla. También puedo destacar en el lado positivo a la tutora que
he tenido para el TFG. Y es que en la UOC la mayoría de las
veces a la hora de afrontar una entrega, y por ende la asignatura en
conjunto vas a sentirte solo. Esto no es del todo malo, puesto
que hará que te esfuerces, que investigues y que dediques rato a
bucear por las bibliotecas y la red para encontrar respuestas y poder
sustentarlas. Mejoraras. Es así. El problema es que esta tónica se
haga recurrente, e incluso, se agrave con el tiempo. Con el perjuicio
en la calidad de vida y estudio del alumno.
Y
por supuesto, no puede faltar como he comprobado con otros estudios y universidades a través de conversarlo con amigas, amigos,
mi hermano con dos carreras, o mi mujer, la asignatura dura del
grado. En mi caso, fue Historia Antigua, donde de manera
totalmente artificial, innecesaria y absurda se sube el umbral de
aprobado solamente para que unas señoritas, que no dudo de su
conocimiento pero si de su capacidad docente, se hagan pasar por las
más importantes del grado. No tiene sentido. Es nocivo y hace que la
gente “pase” el trámite y se olvide, de quizás la que debería
ser una de las asignaturas más estimulantes de toda la carrera. Para
rematar, luego te enteras en los foros que había alumnos VIP
que tenían acceso al email privado de los profesores, mientras tú
sufrías como un perro con un expediente final de 9,1 para
simplemente aprobar. A duras penas como me dijo la
“profesora”.
En este punto se me hace necesario también hablar de las Matrículas de Honor. Estas son concedidas a discrección por los profesores (titular y colaboradores). Pueden darlas (hasta 4) o no darlasy tienes que contentarte con ello. Al final del grado yo he conseguido una pero hasta en no menos de otras 6 asignaturas me he ido a una nota final por encima del 9.5, entre las 3 más altas, y no he recibido este reconocimiento. Es frustrante, pero hay que aprender a llevarlo aunque el objetivo, siempre al empezar el curso, es alcanzar la Matrícula de Honor, que además, trae una rebaja en el precio de la matrícula siguiente.
Porque no estamos hablando de una Universidad barata precisamente. Su carácter privado (aunque de gestión pública) hace que los precios
por matrícula, asignatura y materiales didácticos sea elevadísimo.
Voy por partes.
El
precio del crédito de estudio en primera matrícula está en 20,42
(a 2025), algo menos de dos euros más por crédito con respecto a la
universidad pública. El verdadero palo viene cuando toca pagar los
materiales que sale a casi 100€ por asignatura por una serie de
módulos más o menos actuales pero que perfectamente puede que no
sirvan para las actividades que van a proponerte. Pero es que además,
se supone, incluyen otros recursos complementarios que no son más
que escaneados de obras particulares por las que tengo dudas paguen
los derechos de autor correspondientes, y que lo raro es que sean
visibles al ojo humano. Una auténtica barrabasada pero aún así más
económico que el material en la UNED, que suele consistir en pagar
el tocho que firman los profesores y no tener ninguna interacción
con ellos hasta el día del examen.
Por
último, las tasas son ridículamente salvajes puesto que
todo, absolutamente todo, desde el momento de pre-inscripción hasta
el pago del título lo haces tú en tu casa, con tu equipo, tu línea
y haciendo todos los aportes de documentación necesarios. Y sin
embargo, te clavaran unas tasas enormes por subir adjuntos y enviar
formularios sin ningún tipo de validación legal, ni filtrado de
datos. En mi última matricula con solo dos asignaturas me cobraron
más de 166€ por gastos de “apoyo y gestión de la matrícula”.
Si lo hice todo en mi casa. Es indignante.
Esto
no garantiza que el personal de atención al alumno sea educado y
eficiente. Los administrativos y gestores, el servicio académico o
el técnico van a tratar tus consultas, dudas y quejas, por lo
general, a destiempo, con mala gana y sin darte la solución directa
(por más que se repita en otros alumnos y cursos). Esto último está
comprobado. Cuándo si te van a hacer caso es cuando están
“captándote” para ser su alumno. Entonces si, todo serán
para-bienes, preocupación, seguimiento y demás chorradas del
marketing amigo, pero cuando te conviertas en cliente lo que
encontrarás serán silencios, ausencias e inconsistencias.
Los
tutores, sobre el papel interlocutores directos entre la Universidad
y los alumnos, son víctimas también de la precariedad, la
desmotivación y la desidia, y con el tiempo, básicamente al segundo
curso, te das cuenta de que son más una molestia que una ayuda.
Siempre van a fallar a favor de obra, de la universidad, que
es quien les paga, y particularmente de los profesores con más mala
fama del grado. Es un hecho. Mi consejo, pasar de ellos.
En
definitiva, y pese a todo, yo si recomendaría matricularme en la UOC
para cursar online el grado de Geografía, Historia e
Historia del Arte. Pero hay que tener muy claro las siguientes cosas:
-
Saber
qué quieres estudiar y por qué. Revisar los planes de estudio es
fundamental y conocer qué carencias y fortalezas puede tener para
continuar tu periplo personal y profesional.
-
Evidentemente,
asumir que es online
y que vas a perder la experiencia de la educación presencial y de
la socialización con compañeros y con los propios profesores. Esto
es insustituible, pero si trabajas o estudias, o tienes quehaceres y
responsabilidades familiares, por contra la educación a distancia
te va a permitir ganar tiempo.
-
La
UOC va a hacer que tengas que esforzarte para aprender y superar la
materia. Esto no es negativo, todo lo contrario. Lo malo es que vas
a tener que hacerlo porque el método de estudio te va a dejar solo
ante el material, los trabajos y los mismos profesores.
-
Por
eso mismo, son importantes los grupos de estudiantes, organizados en
torno a canales online en las redes sociales como
Telegram. No son sustitutos de los profesores, y mucho menos,
vas a hacer los trabajos “en grupo”, pero son ayuda lectiva y
también desahogo mental cuando la cosa se vuelva insostenible. Y a
lo largo del grado habrá momentos así.
-
Es
muy cara. Es más barata que una Universidad privada tradicional, y
la gestión debe de dar cuentas a la administración pública, pero
tiene unos precios absurdamente altos en cosas como las tasas
administrativas y sobretodo los materiales, que por lo general, y
viendo experiencias de otros grados, no sirven. Lacerante es el tema
de las tasas porque aquí no tienen que pagar ni bedeles, ni
aularios, ni mesas, ni sillas, ni bombillas, ni limpiadores, ni
nada. Es un atraco y punto.
-
Dispón
muy claramente y respeta tu tiempo de estudio. Planifica el
cuatrimestre (y si me apuras el grado entero). Fija horas de
trabajo, de desplazamientos, de labores, de descanso y de estudio. Y
también de ocio. Son vitales.
En cuanto al estudio revisa
antes de matricularte el plan de estudios de la asignatura, y luego
al empezar varias veces. Usa una agenda. Marca los días que
necesites para trabajar bien los materiales (lecturas, resúmenes,
esquemas, etc.). Planifica la redacción y revisa tu trabajo. Dale
su tiempo, unos días, y procura revisarla concienzudamente antes de
entregar (presentación, ortografía, gramática, sintaxis, respuestas al enunciado, etc.). Mi consejo es que hagas las entregas el día antes de la
fecha tope. Siempre hay dudas que se han corregido en los foros y
que, lógicamente, debes contar con ellos.
Ten muy en cuenta
nuevamente el plan de estudios. Puede haber trabajos en grupo (una
desgracia), participación en foros, o el formato de entrega sea en
video o una presentación lo que puede exigirte cuando menos conocer un
poco este tipo de herramientas, con lo que deberás contar con
curvas de aprendizaje, interacciones y fallos.
-
Cuenta
con que la mayoría de las veces, por no decir siempre, tus dudas,
administrativas, formales o educativas, no van a ser resueltas en un
período de tiempo corto. Valóralo a la hora de planificarte.
-
Anota
y ten siempre presente las cuestiones formales planteadas por el
profesorado. Haz al principio de cada curso plantillas para cada
asignatura que te sirvan para hacer las entregas ajustadas a los
requerimientos exigidos (formato, fuentes, citaciones, notas,
bibliografías, portada, etc.).
-
Tómate
tu tiempo también a la hora de preparar las pruebas, ya sean de la
evaluación continua o los exámenes. Lee cuidadosamente los
enunciados por lo menos un par de veces. A mi me ha ayudado mucho
escribir en una hoja las cuestiones y los requisitos para pasar la
prueba, así como no olvidar los criterios de evaluación, que se
deben facilitar al alumnado. Es una guía imprescindible para saber
qué piden y orientarse en cómo van a evaluar.
-
Tampoco
puedes olvidar, ni desesperarte por ello aunque es lo fácil, que
las correcciones van a venir muchas veces a destiempo. Que los
feedbacks de los profesores son escasos, y en algunos casos inexistentes, pero siempre tienes que tener en cuenta la corrección
anterior.
-
En
mi grado es fundamental la citación y las referencias
bibliográficas. Trabájalas muy bien, fijando en primer lugar un
método de citación (APA 7 es el que yo he aprendido a usar y me
parece el más fácil) y anotándolas formalmente desde el principio
para evitar al final descuidos y errores.
-
Paciencia
también con la página web de la UOC. La aplicación de canvas,
después de un par de años, funciona bastante bien, aunque seguir y
trabajar en los foros exige un esfuerzo inhumano. Además, se ha perdido la referencia del total de notas, con lo cual es muy difícil hacerse una idea de cuáles son los niveles de exigencia en cada asignatura y de en qué parte de la estadística se está.
Por otro lado, la
página oficial de la institución es un verdadero caos en el que es
imposible encontrar lo que necesitas.
En
definitiva, mucho ánimo a la hora de empezar a estudiar o a volver a
hacerlo. Espero que este post sirva en tu decisión, y te
decantes por la materia de estudio, la universidad o el método que
elijas y todo sea tan placentero y satisfactorio como ha sido para
mi.
* Nota especial para Raúl y María José que más que compañeros en el grado son ya amigos para siempre. Sin vosotros este camino habría sido mucho más duro.