martes, 9 de diciembre de 2008

En guardia!!!!



Cómo no hay novedad sin movimiento, cómo el miedo no me va a vencer y porque siempre se encuentran brazos sobre los que apoyar, por qué quedarse en casa y naufragar en llanto cuando hay más mundo que el que vemos, y mil y un cuentos que solviantan nuestros sueños y alma. Por eso si por la noche, algo se mueve en la ciudad, no vamos a dejarlo pasar... Nos vestiremos para la ocasión tal y como dicte el protocolo, y olvidaremos rencillas y dolores pasados para viajar en máxima velocidad a por el gozo. Ruido de fondo ha llegado a la ciudad, y por ser amigos sí, pero también y qué coño!!! por tocar de puta madre y currarse el espectáculo vamos a verlos, apoyarlos y gozar del hard rock con esas gotitas de blues y humor que te hacen sentir bien.



Hierve las sangre por sus venas recordando esta vida perra
y ahora resuenan en su cabeza tambores de guerra.
Con las manos, lentamente, busca su hacha bajo la tierra
mientras resuenan en su cabeza tambores de guerra.

La lucha está en marcha y Torru se lo kurra para no pasar frio, las guitarras arpean el alma, el bajo da cadancia y la bateria más rítmica desde la última vez de Sergio nos mete en la espiral de victoria.

Y grito, y muero y toco el firmamento.
Me quemo, me arrastro y bajo hasta el infierno.
Me hundo, me escapo, me pierdo en el silencio.
Y tiemblo y rompo todos mis sentimientos.

¡Qué placer es llegar a casa!, dejar que las sabanas abracen el cuerpo, perder la consciencia en el sueño esbozando una sonrisa, y levantarse con la luz intrépida de las ranuras de la persiana que te saca de la cama e ilumina el primer pensamiento que recae en lo bien que nos lo pasamos la noche anterior.

Y así hasta tres veces, sábado, domingo y lunes. Con hard-rock, niñas monas y Alberto; Con Dani, y alemanas, argentinas,... gemelas que te recuerdan, tías que te conocen y te enseñan el anillo, divagando, riendo, bebiendo, en definitiva viviendo. Y otra vez con Dani, y Sofia y su prima y el Richi y su gente, joder k follón...



Así da gusto. Recordaré estas noches y compañías para siempre. Las continúas de gente que se lo trabaja y se porta como es debido; tios y tias que se pueden considerar amigos, porque siempre están ahí, no esperan tu llamada para contar contigo y no necesitan que el alcohol desate la lengua para interesarse y contar algo. Como curiosidad, decir que mi vieja me espeto, aquel -¿A dónde vas cabrón?, el domingo cuando vió que me iba, igual que el Robert; y lo más curioso que en el antro este, a la hora de cierre, ese mismo domingo, la camarera le dijo que ya estaba cerrado, y yo le solte lo que vais a leer... inciertos, aleatorios y coincidentes los caminos de la vida.

Decir que mil veces he vivido el siguiente relato, extraído del Una noche más de Ruido de Fondo:
"Ya es hora de recogida, cada vez queda menos gente.
Han encendido todas las luces, ya no hay sitio donde esconderse.
La camarera limpia la barra, mientras va recogiendo los basos.
Y le va diciendo a la gente: "No servimos, ya está cerrado".
Ponme otra copa monada, que soy el que ya no sirve;
"Esta te la invita la casa", me contesta mientras sonríe...

Y otra vez se repite la historia, hoy no hubo nada especial.
Me tome las copas de siempre, seguro que alguna más.
Esta noche las almas perdidas se fueron a otro lugar.
Esta noche, como de costumbre, sólo fue una noche más...
Sólo fue una noche más.

Esta canción es un himno, y de regalo otro que también describe nuestras noches; las noches de la generación X, noches de alcohol, sustancias, sonrisas que te invitan a la lujuria para dejarte en el onanismo. Noches, muchas de ellas, de música enlatada sin sentido y de conjunto vacío. Otras que aparecen con una banda sonora plena, vital, llena de sentimientos, que te llena, te completa, te mueve. También hay noches de disturbios y violencia, por fortuna las menos, por no decir únicas. Otras en las que te des-enamoras, alguna con fecha y hora en la que te enamoras, y una en la que abrazas lo que más quieres y te das cuenta de que es imposible. Hay noches que empiezan en la cena y acaban en el desayuno; otras en las que tu cuerpo recorre el camino inverso, y amanecen con cefaleas. Pero si todas funcionan así, como estas últimas, merecen ser recordadas, y convertirlas en modelos a repetir cuando cruzas la puerta de casa y dices eso, de ¡hasta mañana!


miércoles, 3 de diciembre de 2008

Coltán, el Oro Azul


En estos días han llegado a los telediarios, las sobremesas televisivas y también algunas páginas de los periódicos los avatares últimos de la Guerra Civil del Congo. Alarmados quedamos al ver la situación en los campos de refugiados, la violencia y lo aparentemente gratuito de sus causas y consecuencias nos horrorizaron, nos hicieron tragar la bola de comida, desviar la vista y beber un sorbo para pasar el mal trago. Pero por qué conformarse con menos de un minuto de imágenes escogidas y narración pobre y medio censurada. Para ello aproveche la oportunidad que me brindo Cuarto Milenio para conocer el único y principal motivo por el que Occidente y el capitalismo permite una disputa en una de las despensas, en el África tropical, a orillas del Rio Congo y la región de los grandes lagos africanos.

Así llegue a oír por primera vez el nombre de la palabra clave, Coltán, pronunciada por Alberto Vázquez Figueroa, que tiene grandes conocimientos y experiencia sobre el terreno. Y es que este producto mineral y su control se han convertido en el principal detonador de un conflicto que sangra África desde hace 20 años. El coltán es el mineral sobre el que se extrae el Tantalio, metal prácticamente inoxidable (en términos químicos) y que su principal cualidad es que es un súper conductor de electricidad (80 veces más poderoso que el cobre, por ejemplo). Esta capacidad conductora ha permitido la Tercera Revolución Industrial, la que paso de la tecnología a la nanotecnia, a los viajes espaciales, a la interactividad del ser humano con otros semejantes y a la disponibilidad en cualquier momento y lugar de toda la información (si, la que nos quieran dar).

Yo desconocía que era el coltán y ha sido investigando un poquito a través de la red (indómita casualidad) y de la literatura de Figueroa los usos, condiciones y circunstancias de este "mineral azul", que esta rodeando al ser humano ahora mismo, a través de toda la tecnología y los medios y equipos de consumo. El capitalismo ha hipotecado la evolución del ser humano al coltán y como hizo antes con el petróleo, ahora tampoco le ha importando denigrar más el mundo colonial, las libertades y oportunidades del 70% de la población mundial, siempre que el 30% del norte, y normalmente con la tez más clara disfruten de las ventajas de un dvd, en la pantalla plana de su cálido hogar.

Pero este maravilloso mundo portátil, comprimido, práctico e instantáneo, tiene una pega: el coltán es tremendamente escaso, y la mayor parte de su producción se encuentra en una región pobre, cuya inestabilidad política y religiosa esta siendo exacerbada para mantener barata la extracción del producto, mientras el pueblo congolés se desangra. Con yacimientos en Australia (10%), Brasil, Thailandia, China (entre los 3 otro 10%), el 80 % se encuentra en la República democrática del Congo, y más aún en las regiones orientales de Kivu, con un pasado geológico muy unido a los volcanes, que es parece ser, el factor claro para que se produzcan los yacimientos del coltán. En estas regiones siempre han sido constantes los ataques étnicos entre hutus y tutsis, bastante permitidos por la Iglesia católica y la musulmana con facciones en ambos bandos, pero a quien irremediablemente les beneficiaba la guerra. Y lo mismo sucede con los países del primer mundo. Empezando por Bélgica antigua metropolí del terreno desde tiempos de Leopoldo II y sabedor pleno de la potencia del Congo. Y es que quizás sea el Congo en su extensión total, junto a Uganda, Ruanda, Tanzania o Zaire, la zona planeta más poderosa en recursos tanto minerales (petróleo, oro, diamantes), como hídricos (qué tambien han provocado y provocarán no pocos conflictos), madereros (la sabana y los bosques tropicales) y alimenticios. Todo ello en un terreno, en la República democrática del Congo, que sixtuplica el tamaño de España, pero con sólo 40 millones de habitantes, que si hubieran tenido un desarrollo pacífico y abierto, podrían tener hoy en día la renta pér cápita más alta del planeta siempre que mantuvieran su legimitidad sobre sus recursosy un comercio justo por parte del hemisferio norte.

Pero eso el cuento con final feliz; la realidad es mucho más dura. Desde que a mediados de los 80 se conoció la super-conductividad del mineral y la inestabilidad de la región se alentaron y permitieron las continúas guerras para mantener el precio lo más bajo posible y que las multinacionales consigueran la soberanía sobre el mineral. Empresas como la HallyBurton de Dick Cheaney, American Mineral Fields, participada en un 30% por la familia Bush y que en tiempos de la Administración del jerarca permitió la venta de armas a ambas facciones enfrentadas. Pero también empresas como la Bayer, Alcatel, Compaq, Dell, Ericsson, HP, IBM, Lucent, Motorola, Nokia, Siemens y otras compañías punteras utilizan condensadores y otros componentes que contienen tántalo, así como las compañías que fabrican estos componentes como AMD, AVX, Epcos, Hitachi, Intel, Kemet, NEC. Todas ellas vieron que mientras se mantaban los unos a los otros ellos podían maxificar sus beneficios, esquilmando los recursos africanos, ignorando los derechos humanos, amparándose en la publicidad y el capitalismo, y controlando la opinión e información de lo que realmente sucedía con los emporios periodísticos.

Estos beneficios no hubieran existido sin los avatares de un mineral manchado de sangre y desvergüenza, la de unas sociedades adineradas y conservadoras instaladas en el olvido:

En realidad el mayor beneficiario del coltán congoleño durante la guerra fue Ruanda. Según informes de Human Right Watch, el Ejército regular, o bien alguna de las guerrillas que financiaba, empleaba prisioneros hutus, así como a población local, incluidos niños para la extracción del mineral en los yacimientos de aluvión que salpicaban el área bajo su control. Antes de que el mineral fuera transportado por carretera o avión a Ruanda habría pasado por cuatro o cinco comisionistas, generalmente miembros de alto rango del Ejército o de alguna de las facciones guerrilleras. Una vez en Ruanda, el mineral pasaba al departamento administrativo informal ‘Congo Desk’ y dos empresas: Rwanda Metals y Grands Lacs. La organización de Uganda en la extracción del coltán, según informes de la ONU, era mucho menos sistemática y piramidal, y también estarían involucrados altos cargos del Ejército o de las guerrillas financiadas, entre otros, por un hermano del actual presidente de Uganda.

A partir del año 2001 la ONU había enviado a la zona un ‘grupo de expertos’. Los informes por ellos elaborados proponían para acabar con la guerra la declaración de un embargo en la zona tanto de armas como de las importaciones y exportaciones de oro, diamante y coltán sobre los países invasores. De la misma forma, proponían sancionar tanto a los países como a las empresas que incumplieran con el embargo. También aconsejaba una congelación de los activos financieros de los movimientos rebeldes (aliados de los países invasores) y sus líderes y que se estableciera un proceso de certificación de origen del diamante, oro y coltán.

Los innumerables informes de diversas ONG o de la propia ONU que iban saliendo a la luz, y que acusaban a Ruanda y Uganda del expolio de las riquezas minerales del Congo, permitieron una cierta presión internacional y el establecimiento de listas negras de empresas que operaban en la zona. Así 34 empresas (27 occidentales) fueron acusadas de importar coltán y casiterita y se consiguió que la compañía aérea belga Sabena suspendiese el transporte del mineral que realizaba desde Kigali (capital de Ruanda) a Bruselas. Sin embargo, otras rutas alternativas siguieron funcionando, y un considerable porcentaje del coltán congoleño siguió saliendo al mercado camuflado como procedente de Brasil o Tailandia.

Las medidas tomadas resultaron muy poco efectivas y en el Consejo de Seguridad no se llegó a ningún acuerdo para adoptar otras más influyentes. En realidad, ni el Gobierno de EE UU ni los de la Unión Europea mostraron una voluntad política real para acabar con el conflicto en detrimento de sus intereses particulares. Más bien al contrario: muchos países occidentales siguieron ayudando a Uganda y Ruanda tanto militarmente como a través de cuantiosas ‘ayudas al desarrollo’. Por ejemplo, la agencia de ayuda británica (DFID) anunció en septiembre del año 2000 un préstamo de 95 millones de dólares sobre un periodo de tres años para ayudar al Gobierno ruandés. Resulta paradójico y difícil de comprender cómo era necesaria una ayuda a países que poseían los suficientes recursos para invadir a su vecino. En este sentido, informes publicados por la ONU en abril de 2001 estimaban que el gasto militar de Ruanda en municiones, abastecimiento y vuelos de su Ejército en el Congo rondaba los 60 millones de dólares al año, mientras otros informes también publicados por la ONU y por comisiones independientes estimaban que en el año 2000 Ruanda había ganado 40 millones de dólares por diamantes, 15 millones por el oro y 191 millones por el coltán, todos extraídos en suelo congoleño. Uganda habría ganado en sus zonas bajo control 1,8 millones por diamantes, 105 millones por el oro y 6,2 millones por el coltán.

Ruanda y Uganda no sólo se beneficiaron durante el periodo de guerra de la ayuda de los países donantes, sino que parte de sus deudas externas fue cancelada y además fueron considerados como modelos de desarrollo económico.

Por otro lado, la ayuda militar también continuó durante el conflicto, y fueron firmados planes de cooperación entre EE UU y los dos países africanos. Sorprendentemente, el acuerdo con Ruanda llegó después de que una de sus guerrillas tomase Bukavu, la capital de Kivu Sur, en mayo-junio de 2004.

Y todo esto sin entrar en lo peor; inmersos en una guerra civil de la que nadie sabe el comienzo y nada predice el final, con los adultos y muchos millares de niños empuñando las armas, son otros niños los que excarvan en la tierra, con martillo y pico para separar el coltán de la tierra inerte, en régimen de esclavitud, analfabetismo e insalubridad para hacer crecer los réditos bursátiles de compañías tecnológicas de Europa, America y Asia. Las comunicaciones requieren del coltán como producto base, haciéndose en términos económicos y sociales más importante que el petróleo (que todavía es más abundante). Su dominio puede dar la llave al dominio mundial durante el siglo XXI a la potencia que lo consiga, y todas se han lanzado en la vorágine de la maldad y el horror a controlar el coltán sin importar cuantas personas exalen su último aliento o cuantos ecosistemas se mueran, porque el empeño es "noble": qué tengamos móviles más pequeños, uno cada mes, ordendores más rápidos y menos voluminosos, pantallas más planas... y también comuncaciones más secretas, armas más sofisticadas, transoceánicas y mortales. Y este episodio histórico ha sido tan vertiginoso y espontáneo que ha obligado al ser humano, o éste se ha dejado obligar, a olvidarse del paso previo, a perder todas las virtudes y productos del momento anterior. Esto es como si en la Edad del Bronce, se hubieran olvidado de la Piedra. ¿Con qué hubieran cincelado el bronce?. Si ahora olvidamos los derechos humanos, la información escrita y pausada, la industria de productos quizás más voluminosos y menos prácticos, pero más baratos y sostenibles en aras de la velocidad y de la riqueza instantánea daremos un paso al precipio que no podremos evitar y que quizás nos atrase 100 años.

Y es que esta tercera revolución esta a punto de culminarse habiendo casi agotado su recurso básico y en un clima de tanta inestabilidad y bajeza moral, depende exclusivamente de los delgados brazos de un niño africano que separa el oro azul de la tierra muerta.



viernes, 28 de noviembre de 2008

Una idea: Deshacernos de la Televisión


He dedicado la tarde, como en los últimos viernes para colgarme de internet y ver a través de rtve.es el capítulo semanal de la serie televisiva Guante Blanco, una producción con la que el ente público trataba de reforzar su posición en el mercado de teleseries nacionales, y con la que nos ha demostrado una vez más, que más vale una audiencia numerosa y asilvestrada, antes que un producto de calidad.

Hace un mes y medio más o menos llegué a casa un miércoles algo tarde, tirando más de las 11 de la noche. Para ahogar las horas muertas puse la TV en un acto que cada día repudio más y trato de evitar con más ahínco. Pero en aquella ocasión no fue en balde y pude ver el primer episodio de Guante Blanco la principal apuesta en ficción de TVE para competir con los productos del mismo género (ficción nacional). La trama es la siguiente: Mario Pastor es un ladrón de guante blanco... y Bernardo Valle un inspector de policía... Mario no está dispuesto a dejar de robar y Valle tiene como meta descubrir su identidad y atraparle. Un particular y sofisticado juego del ratón y el gato en una serie que mostrará la realidad profesional de estos dos hombres situados a ambos lados de la ley, pero también su vida diaria y familiar.

Bernardo Valle (Carlos Hipólito) y Mario Pastor (José Luis García-Pérez) son padres de familia. Ambos adoran su trabajo. Los dos tienen equipos a sus órdenes y son personas extremadamente leales. Si se conocieran en las circunstancias adecuadas, seguramente serían amigos. Lo malo es que las circunstancias son cualquier cosa menos adecuadas: porque Mario es un ladrón de guante blanco... y Valle el inspector de policía encargado de darle caza... Todo ello aderezado con la vida familiar de ambos, plagadas de problemas, incoherencias y engaños, como todas las vidas, y en las que tratan de sobrevivir a base de honestidad y gentileza. La profesionalidad de ambos protagonistas se ve arropada por sus equipos de trabajo (interpretados por grandes actores y actrices), y por un equipo de guionistas sublime, que añade más intriga y entusiasmo a la ficción con el paso de los capítulos y minutos, multiplicando las posibles vertientes de la historia, añadiéndole dosis de dramatismo, humor, credibilidad, suspense o genialidad según sea necesario. Todo ello realizado de una manera cuidada, atractiva y sugerente; una historia capaz de entretener, divertir, y también hacer pensar, meditar al espectador a la vez que le permita ansiar el siguiente capítulo.

Carlos Hipólito y José Luis García Pérez son la pareja protagonista, consolidada, firme y de contrapunto tienen a sus equipos. En uno aparecen Leticia Dolera (muy mona) o Jorge Roelas, en el otro, en el delictivo esta Eloy Azorín, o uno de estos actores, currantes de tablas como José Ángel Égido, el entrañable Lino de Los lunes al Sol. Y la representación femenina pues dos de esas actrices que alimentaban mis sueños más próximos al onanismo como Ana Risueño o Pilar Punzano. Está última encima de estar como un queso, actúa que da miedo.

Pues esto es lo que me pasa a mi ahora mismo, que los viernes conectó el PC para ver el nuevo capítulo, porque TVE tras dos primeros capítulos los miércoles, y un tercero la noche del viernes decidió dejar la emisión de la serie para la web rtve.es. Y todo ello porque se supone que la audiencia no triunfo. El público dió la espalda al producto los miércoles (día bastante saturadillo) y el experimento del viernes, fue como no, un inmenso fracaso. Así danzamos en que la TV pública la que pagamos todos con parte de nuestros impuestos, sigue manteniendo aberraciones a la inteligencia, la dignidad y la humildad como programas de corazón o mira quién jode la marrana, con vedettes-biólogas, toreros jubilados, hijas de... o nietas de dictador inclusive, para escarnio de la audiencia y regocijo de la competencia.

Qué la inteligencia corre peligro en el mundo de la farándula en este país de la pandereta no exime que la televisión pública diera ejemplo y ejerciera como tal, es decir, de servicio público y permitiera a muchos tele-espectadores (aficionados, accidentales, ocasionales o enganchados) productos plenos de calidad y garantía de gusto estético dentro del vomitivo discurso diario que la ventana catódica destila. Pero es que de la actual TVE sólo se salvan los informativos (sobretodo La2Noticas), la serie PlutónBerbenero (en la2 los miércoles dirigida por Álex de la Iglesia), diversos programas de actualidad (Informe Semanal, 59 segundos,...) y muy escasos musicales o deportivos (plagados de anuncios y siempre mal promocionados). Esto es lo único que se ofrece, y se suma a otras pocas gotas de calidad en la parrilla como Callejeros, Matrioshki, House, Padre de Familia, Buenafuente, El intermedio, CQC (de menos calidad que el añejo de Wyoming) o Camera Cafe.

¿Y contra esto que compite? Pues la bazofia, el chascarrillo de mesa camilla, los aspectos violentos y no degradables de la especie humana. Las peripecias de las familias "señoriales", los Franco, los del torero y su padre putero, los de la tonadillera y su hijo ignagura-discotecas, la carroñeria de gente que se pega por herencias, el testimonio de la defendida de Neira... La vulgaridad moral y ética de pagar monstruosas cantidades de dinero a delincuentes condenados, no encuentra competencia porque se ampara en el analfabetismo de segunda generación, ese que tiene que enseñar a los que saben leer y escribir a pensar y reconocer. El menudeo de la intimidad y el lado más desagradable de la vida colisiona contínuamente contra nuestras púpilas, choca con el cerebro y daña la sensibilidad más sublime.

Por todo ello, amigos, amigas y ávidos lectores, juntos podemos derrotar la basura de la televisión. NO a los programas de corazón, boikot a Antena 3 y sobretodo Tele 5. Conciencia a tu familia y amigos, y sobretodo si tienes audimetro en tu televisión boicoteemos a quien nos toma como imbéciles...

lunes, 24 de noviembre de 2008

Poesía negra


El lento descenso de la luz suprema
dibuja bravas sombras y esquivos sueños.
Los árboles desnudos ante el frío y el viento
alargan sus ramas para capturar el tiempo,
nos roban el alma y la vida que se estrella en el negro asfalto.
Las únicas maderas que se sostienen sin mugre,
son las de los cadalsos;
el infame palo que sujeta la cuerda que abraza el cuello
de continúos difuntos;
o la guillotina siempre hambrienta de sangre real,
y mal nutrida por la indiferencia y el pasotismo.
La luna sonrie maliciosamente,
sabe que con ella comienza el reino de las sombras,
y su luz dibuja en la inerte tierra, monstruos y dioses,
tan sólo diferenciados por quien conserva los oídos.
Tétrico paisaje que rodea oscuras vidas de negros pensamientos,
atados a viles puñales que desangran,
cuerpos ajenos, amarillos por el dolor y el sudor,
escarmentados de la desidia y la violencia,
alientos finales que apagan la llama interna
y con ella borran días de memoria, noches de olvido
y sueños invividos.

El agua fresca y clara ha muerto en nuestro interior.
Agreste es ahora el paisaje que nos rodea y la miseria,
ceba los delgados estómagos y deja maltrechos cuerpos,
que se van a llevar las moscas.
Buitres y cuervos anhelan lancerar las entrañas de la humanidad,
sobre un seco arenal destripando cuerpos sin sangre,
rostros sin humanidad y cerebros olvidados de ideas.
Nada más va a brotar de tan horrible lugar.
La maldad ha vencido. Cantó victoria
el día que la violencia y la cobardia se aliaron para matar todas las energías.
Aquí yace el último cadáver decrépito agajado y violado,
destruido y colmado, de placeres carnales;
de festivales en sodomía y ácidos que abrieron los ojos,
ante la belleza momentánea, las palabras dulces que
tan fácil se lleva el viento.
Y una vez muertos estos ojos, en sus cuencas crecieron las larvas,
que viciaron mi interior, trepanaron mi cerebro y destruyeron el espíritu.

Truenos suenan desde que tengo uso de razón.
El momento se acerca, pero todavía esta muy lejos,
porque los rayos no resplanden en el horizonte.
La lluvia no alimenta la tierra, resbala sobre ella.
Así inicia un viaje de destrucción y horror
que birla más vidas, más oportunidades.
Los árboles inmensos en tamaño y doloridos en sequedad,
se abren con el tan sólo roce de una gota.
El estruendo es inmenso en la llanura salvaje,
donde más almas se flagelan en una suerte de soledad compartida.
Cuerpos de mil géneros y razas se mueven al ritmo de los tambores de la Puerta de Cerberos,
y Castor y Pólux ladran con las encías ensangrentadas, alimentadas por un único corazón.
La última llama de este día innombrable
termina con la esperanza de justicia,
con el hilo de perdón y misericordia,
todos caemos al abismo de las tinieblas,
para morar en la eternidad,
sin recobrar las necesarias fuerzas,
y sin conocer más que la soledad.

Mi cuerpo se desgarra en un último grito salido de las cavernas de mi garganta.
Tus manos enguantadas dibujan sobre la tierra, la primera letra de la revolución,
pero cuán errada estás, bruja del dolor, porque nadie clama venganza y resurrección.
Necesitamos una muerte rapida e indolora,
en vez de esta suerte de dolor continúo,
que me desgarra por dentro, arráncando de mis pulmones el último ansía por respirar,
abriendo mi estómago al frente, y ahogando mi hígado con mis propios intestinos.
La bilis me llega a la boca y rezuma el paladar,
donde una lengua seca y áspera ni siquiera espera la dulzura de un último beso,
por cuál indigno soy por manchar la carnosa boca de la muerte.
La espalda se arquea para exigir un brazo ejecutor
cuando continúos estertores me permiten respirar.
El alma se arrodilla y postrega al cuerpo, apoyado en la tierra
con los nudillos ensangrentados y los dedos rotos.
La ira arranca la utilidad del sexo y me niega el placer de volver a vivir,
lo que ya casi no recuerdo ahogado por el dolor.
El anhelo de un ángel redentor y salvador se evapora,
como el agua del infierno;
y sólo las lágrimas aportan frescor, perdiéndose en vaho con el paso de los segundos.
Aún así limpian las mejillas muertas del terror y el hollín,
y por unos segundos, algo en mi rostro parece humano.
Siento la sangre negra y espesa en cada vena;
el vacío en mi mente incolora el esperma,
mientras los pulmones aceleran la agonía,
y el maltrecho cuerpo bombea adredalina,
para no sucumbir como un triste ecema,
y robar algo de tiempo a la defunción.
El corazón bombea chorros mientras desvaria,
mi mente se evapora en la fundición.
Alboratado y desnudo arranco el primer traje de mi vida
y enseño al mundo mi negro corazón enjaulado como preso,
porque preso estuvo de tu amor.

domingo, 16 de noviembre de 2008

Animal de escenario


Un acto de cultura suprema, una reivindicación del arte y la música; y un ejercicio de poesía en movimiento sobre una tarima, envuelta de música de indomable calidad, versos de belleza suprema y una gestualidad arrebatadora. Así es Bunbury; Así fue anoche en Salamanca, en el Multiusos, ese anfiteatro de nuetros sueños que esta acostumbrándose a recoger lo más selecto de la música y al que ya le debo pleitesía como iglesia de la consecución de mis anhelos.

La lírica en su máxima expresión viaja aquí con Bunbury en una gira de rock & roll, de guitarras que como él nos avisó: si es la primera vez puede doler. Pero así son las primeras veces, siempre duele. Como ya dije cuando oí su disco nuevo Hellville de Luxe la sonoridad esta mucho más cercana al rock, con una banda sublime en la composición del disco, pero extraordinaria en directo. Bajo, teclados, guitarras, acústica y solista, bateria, hartados de tocar en clubes de estar en pequeñas giras, de algunos de esos verdaderos artistas de la música en este país, como Nacho Vegas o Cristina Rosenvinge. La excelencia del baterista Ramón Gacías me embargaba más que el litro de cerveza; no se pasaba nunca, no fallaba, era el acompañante de la voz de Enrique; acompasado siempre aparecía un bajo de rock&blues clásico tocado por Robert Castellanos. Los teclados con acordeón en el momento más íntimo Jorge Rebe nos mostraba algo más que talento. Alvaro Suite llevaba la guitarra solista con virtuosismo y calidad, y yo que me fijo en esos detalles, mis ojos brillaban ante el arsenal con el que la guitarra acústica tocada por un espectacular Jordi Mena nos dibujaba acordes para una vida. Felder, Statocaster, Telecaster, Gibson, y el culmen con un Banjo... Mi homenaje particular y sincero a trabajadores de la música con el talento que los hace soberbios y a todos los que los escuchamos especiales.

Y así con este equipaje, y un escenario cuidado, amante de la luz y las sombras, acogedor y místico a la vez capaz de jugar en todas las situaciones y hacer cada minuto y cada canción algo único. Bunbury y su vestimenta no deslucen, impulsan cada palabra a un estado de catarsis, pleno de emotividad y expresión. Las camisas, el sombrero, las gafas, la hebilla del cinturón son parte del personaje de un artista poliédrico, capaz de cualquier salto al vacío. El lenguaje corporal es intenso y nos sumerge a todos en un viaje al borde de lo irracional, soliviantando el corazón y dándole a la mente el alimento de los genios.

Destripa sus nuevas canciones y los éxitos ya vividos y no olvidados en una fusión de música étnica, ritmos electrónicos y psicodélicos. Una parte más contundente y otra más introspectiva; el cantante desplegó estas dos facetas sobre el escenario del recinto, todo ello revestido de un toque más guitarrero, un barniz que convenció a los espectadores, que coreaban aquel Lady Blue, pero también Sácame de aquí o El extranjero, rescatando otros temas de Flamingos y Viaje a ninguna parte en una actuación que se inició con los acordes de El club de los imposibles. La señorita hermafrodita o Sólo si me perdonas se mezclaron en la primera parte del extenso concierto con canciones nuevas como Hay muy poca gente, Doscientos huesos y un collar de calaveras o Bujías para el dolor. Y después de los bises, Salamanca espera volver a recibir a Bunbury, a su sombrero vaquero y a sus inconfundibles gafas negras.

Don Enrique nos regaló su franqueza, misticismo, espiritualidad y arte en dos horas y media de sinceridad personal y musical, en un espectáculo lleno de dinamismo, donde los ambientes se recreaban y reciclaban, del intimismo de un cabaret, al espíritu de un club de blues o una sala de rock. No hubo tiempo para el aburrimiento, y tampoco lo hay ahora para recrear lo vivido en líneas, y mucho menos para anhelar más rock&blues del mejor. Bunbury nos gritó su saludo en un ejemplo de fuerza y energía, para poco a poco conducirnos a su sensibilidad y espiritualidad, hasta llegar a despedirse de nosotros susurrándonos al oído, uno a uno, el hasta siempre.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

5 años igual

El domingo iba a arrancar el coche cuando un niño de unos 4 o 5 años paso por delante; -¡Mario, no corras!-, oí por detras la voz de la madre. El instinto me hizo girar y ver quien era, y una sonrisa se dibujo en mi rostro, mientras bajaba el cristal de la ventanilla del coche. Javi y su novia aparecían y nos vimos y saludamos. Para quien no lo sepa Javi es una especie de hermano mayor que me salió hace 5 años. Cuando decidí tener un año sabático de estudios y me dió por trabajar un año entero en una cafetería de la Plaza Mayor. Allí dentro de un ambiente viciado, malévolo y problemático este chavalote y yo nos dimos apoyo mútuo para las labores cotidianas, los ajetreos varios, las pesadillas sociales y reivindicativas y los líos de faldas y fiesta.

Y así nos juntamos en la oscura calle recordando aquel año y también viendo como iban nuestras vidas. Me alegré mucho, aunque ya lo sabía, de lo bien que marchaba para Javi y su familia, alejado ya del horror de la hosteleria y muy feliz de poder vivir junto a los que quiere. Yo sin embargo, sigo en la misma espiral, en un lapsus de tiempo eterno y movimiento vacío. No avanzar es retroceder y no tengo claro si lo hago para no llegar nunca o para tomar fuerza de coger más impulso. Sin pareja, sin trabajo estable y de lo que me gusta, en este infierno de hogar... Viví un sueño durante un año que hace 12 meses cerré porque quise. Tener razones o no, no acaba de importar, porque como siempre los pensamientos pasados son erróneos, aunque ahora más que nunca, visto el daño que tengo, lo herida de mi alma y lo agajado de mi corazón.

Así en esos minutos de reencuentro mi sonrisa, torno en mueca irreconocible viendo yo mismo lo violable de mi vida, sin más provecho que leves gotas de agua sobre la memoria. Así que tras el varapalo de recordar lo no vivido y soñar con completar este ciclo, definitivamente vamos a coger el impulso para intentar que dentro de un añito haber cumplido la mitad de los sueños que una vida, mi vida, requiere. Ser capaz o no, no importa, porque hay que conseguirlo.

Camareros: Necesarios, degradados y precarios. Una experiencia personal

Ahora que ya está aquí el veranito con su calor plomizo, pegajoso y hasta criminal, se llenan las terracitas para tomar unas...