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sábado, 4 de septiembre de 2010

Aznar, un mal español


Tras el 11-S, Georg W. Bush convocó a su pueblo al sacrificio. “Somos ciudadanos –afirmó compungido– con obligaciones unos hacia otros, hacia nuestro país y hacia la historia. ¡Comencemos a pensar menos en los bienes que podemos acumular y más en el bien que podemos hacer!”. En nombre de la patria sagrada, los Bush, Halliburton o el vicepresidente Cheney hicieron caja. Mientras, Irak y Afganistán se de-sangraban y Estados Unidos incrementaba su déficit, perdía prestigio internacional y hacía del mundo un polvorín amenazado.
El presidente Aznar les acompañó en aquella aventura con maneras de estadista en prácticas, lo que incluía poner los pies encima de la mesa y fotografiarse en las Azores con melena al viento y suficiencia de ungido. Todo, justificaba, para mayor gloria de la patria. Himnos eternos y banderas gigantes se recortaron en el horizonte.

Entre las muchas ideas de España, la más dañina ha sido históricamente la que ha hipostasiado el ser de la patria. No hay esencias sin escoria. Para Franco, Mola o José Antonio, media España era escoria. Y la calle, recordemos, no era de todos: era de Fraga.

La revisión histórica realizada por Aznar durante sus gobiernos reinventó retroactivamente una España esencialista guiada por designios divinos (con Isabel La Católica como icono). Una armonía preestablecida de reyes íberos, romanos, visigodos y castellanos llevaba a las obligaciones actuales. Carente la derecha de propuestas económicas propias, la patria era un buen recurso. Un discurso españolista heredado de la Restauración, elaborado en su día por minorías privilegiadas que apostaban por el sufragio censitario, pagaban para mandar a los pobres a morir por ellos en la guerra y santificaban las desigualdades sentando en su servida mesa al siempre hambriento clero.

La España que fracasó en el siglo XIX en la creación de un consenso liberal, la que tampoco pudo refundar el Estado sobre presupuestos antifascistas tras la Segunda Guerra Mundial (como hizo nuestro entorno europeo), fue reelaborada en la coartada aznarista. De ahí que sus enemigos sean los mismos que los de la Restauración: agitadores de la cuestión social (socialistas, anarquistas, sindicalistas); los que no asumen el centralismo que reduce España a Castilla; los republicanos, especialmente los críticos de la monarquía complaciente; y los que cuestionan el imperio nacional-católico (lo que da cuenta del odio de Aznar hacia Hugo Chávez y Evo Morales o explica su delirante afirmación de que en Lepanto los españoles ya combatieron a Al Qaeda). Añadamos que, pese a los intentos de reinventar una España deudora de Cánovas –con el turnismo como máximo valor–, en los planteamientos de Aznar también aparece el franquismo (y la reivindicación carlista del fracaso hispano del liberalismo), así como su filiación juvenil joseantoniana, que pueden explicar los modos soberbios falangistas, la mala relación personal con el rey (más sintonizado con el ubicuo Felipe González) o la desconfianza ante los militares constitucionalistas.

Las bases señoriales de nuestra historia, la larga dictadura que devoró medio siglo XX y la concepción patrimonialista del Estado (heredera de oligarcas y caciques) vienen con una paradoja: quienes más invocan a la patria, más lesivos resultan para sus paisanos. ¿Pudiera ser que esa España tan invocada les resultara indiferente?

A la fuerza ahorcan. Así vimos cómo Aznar, necesitado electoralmente, susurró el catalán, compartió mesa con el “Movimiento Vasco de Liberación”, abrazó a sindicalistas (enamorando incluso a alguno) y, pleno de esa empatía, confraternizó con la causa gay o asumió una visión no integrista del aborto.

Terminadas las urgencias, le regresó la patria, de manera que, tras casar a la hija en El Escorial (con Correa de testigo), no tuvo empacho en dejar fuera de los cementerios a decenas de miles de españoles asesinados tras la Guerra Civil (¿no eran España?); no puso gran empeño en identificar los cadáveres de militares muertos en Turquía (¿no se lo merecían?); enfrentó a España al mundo árabe metiendo al país en una guerra absurda y lejana; hizo de Perejil un castizo Independence Day con cabras; cuestionó los derechos laborales y recetó caridad a los fracasados. Alzó la voz contra el Gobierno en momentos complicados de la crisis, encareciendo la deuda española (ya había acusado de “pedigüeño” al Gobierno cuando se negociaban los fondos de cohesión); dejó el país sembrado de Gürtel, Fabra, Matas y Aguirre; y, finalmente, se paseó por la Melilla que no visitó como presidente a ver si ayudaba a complicar la situación.

Aznar nació a la política con una mentira (la falsa acusación de corrupción a Demetrio Madrid) y se marchó con otra (decir a los españoles que los atentados de Atocha fueron obra de ETA). ¿Quieren a la patria los mentirosos? Durante los funerales de los 191 muertos de Atocha, un padre roto gritó a Aznar su responsabilidad. A esas alturas, ya sabía que iba a trabajar con Murdoch en News Corporation (el grupo mediático que más alimentó la guerra de Irak). También que iba a gestionar varios fondos de inversión (esos que arrodillan a los países). Mientras, su yerno, coherente, hacía negocios con Berlusconi. En Madrid llovía.

Las patrias son comunidades imaginadas y las esencias son herméticas como los orígenes del lenguaje. De ahí que incumba a los que andan recreando Españas de Recaredo responder a una pregunta acerca del presidente que oraba en silencio en Silos: con la mano derecha en el corazón, ¿creen de verdad que Aznar es un buen español?

Columna extraída del diario Público, sabado 4 de septiembre de 2010

Juan Carlos Monedero es profesor de Ciencia Política de la Universidad Complutense de Madrid

Ilustración de IKER AYESTARAN

miércoles, 24 de febrero de 2010

La mala educación

No voy a ilustrar con imagénes o videos tres ejemplos acarecidos la última semana que muestran la deriva cultural, violenta y subversiva a la que se dirige el país. Ninguno de los personajes merecen aparecer más aquí en mi ventana ya sean matones de youtube, ultras o ex-presidentes del gobierno masturbadores de si mismos.

Evidentemente los gestos y palabras de tan siniestros y poco agraciados personajes se califican por sí solos y califican a quien los comete. Qué decir del Ultra-sur que increpado por la grada vitoriana, en la final de Copa del Rey de basket decidió desde el centro de la cancha lanzar tan airados reproches con una gesticualidad más propia de un simio que de un ser humano. Su corte de pelo y poses de matón le valieron para poco y más beneficioso para él y para la salud moral hubiera sido que respondiera a la provocación que estaba sufriendo con alguna cita proviniente de la filosofía helenística. Por desgracia, parece ser cierto que aunque inútil hemos dejado el sofisma por la no menos inútil yustaposición de argumentos con el falo como instrumento y símbolo.

Lo que se le paso por su rapada cabeza, le sirvió, atentos, a "John Cobra" como ilustrado ejemplo para al día siguiente volver a escandalizar a la sociedad. Resulta que al amigo, promovido por un foro en internet sobre coches y tuning, tuvo a bien volver a peregrinar a la verborrea violenta así como al gesto chulesco, dentro del escenario de la gala en la que TVE elegía a "nuestro" representante en Eurovision. Un año más el ente público decidió que para hacer el ríduclo una vez más valía la pena volver a abrir la posibilidad de representación en el festival a cualquiera y que fueran los espectadores los que votaran (se gastarán la pasta en SMSs) y poder así haciendo participes al público maximizar la audiencia. Hubo una criba previa por parte del jurado, pero aún así a la gran final llego un personaje cuyo oficio consiste en intentar por todos los medios hacerse rico y famoso sin más mérito que la violencia como gesto y ostentación, la ignorancia y la decencia como virtudes olvidadas y mucha jeta como presentación. Sin obviar que por mor del bochorno y de más audiencia, ha conseguido sus propósitos, me sigue resultando chocante y ahora ya pasado el cachondeo del chikilicuatre, lamentable que la tv pública, la que pagamos todos mantenga este tinglado y no sólo eso, sino que sea una de las potencialidades de la cadena. Que un personaje machista, encarado, mal educado, violento y por cierto, sin ningún tipo de talento musical, que es de lo que se trata o se trataba diera el cante de esta manera es un bochorno histórico. Apoyado por un foro de coches, el tal John Cobra, que ya nos había dejado perlas diseminadas por otras cadenas e internet, es un ejemplo claro de lo que la NO educación está implantada en Valencia, región de la que el PP debe sentirse orgulloso por haberla puesto a la cola en todos los rankings de educación pública estatales. Ante el abucheo por su bochornosa actuación musical respondió con un vocíferado monólogo cargado de insultos y su peculiar visión de la sexualidad y la resolución de conflictos. Salvo el honorable Iñigo, parece ser que no hubo manera de pararle, ahora que a la Tv pública le han privado de la subsistencia por vía mercantil.

Pero estos dos niñatos y subnormales, al igual que otros cuantos que andan por ahí, recibieron clases del más imbécil de todos. A José María Aznar, recordemos ex-presidente de un gobierno democrático, que nunca tuvo grandes dotes para demostrar deontológica y siempre careció de inteligencia y saber estar, en su pensionado retiro no le importo dedicarles una peineta a unos estudiantes de la Universidad de Oviedo que a su vez le increpaban. Pobrecillos que ya no recuerdan las bonanzas de la deriva neo-con, militarista y feudal en la que nos metió este personaje, en la que España se empananta en la actualidad por culpa, en gran parte, del desaguisado económico y social que dejo como herencia. Estirar la mano y más aún el dedo corazón no es el gesto de empaque político que se podía esperar de un ex-mandatario. Mucho menos valiente tras los guardaespaldas, y menos aún con el adorno de su sonrisa soberbia. Evidentemente tal escena no era digna de un centro del saber, aunque sea privado, y si más de una riña barriobajera protagonizada por los dos mozalbetes anteriores. Pero claro no tiene que ser fácil aguantar insultos y protestas aunque te paguen una millonada por ello. La siempre enferma mente de Aznar no cabilo los resultados de su gesto y menos aún desentrenada ella entre tanta abdominal, tanta vigorexia. Las tesis políticas de tal megalómano personaje nunca fueron más allá del narcisismo y la auto-felación y cualquier consejo que quiera darnos o sugerir a su delfin, el gallego, no hacen más que provocar el escarnio, la verguenza ajena y el odio entre clases, entre ideologías.

Hay semanas para todos los gustos pero sólo nos queda esperar que esta última no se repita ni se tome como ejemplo. Por fortuna ninguno de los tres personajes reune las neuronas suficientes como para vencer a un lemur a las damas, pero ante la deriva ideológica y la radicalización de las posturas más conservadoras, integristas y ultras, pueden animar al resto de primates a intentar volvernos a meter en la caverna, en la oscura represión de las ideas y la vida que ya consiguieron una vez.

lunes, 25 de junio de 2007

El Por Qué de las Guerras

Ayer tarde tuvimos una horrible noticia. Horrible siempre es, porque siempre se produce. Noticia lo fue porque nos volvió a tocar más cerca que en otras ocasiones. ¿Cuántas víctimas en estos últimos 6 años? Desde el 11 de Septiembre de 2001 cuando George Bush vio la posibilidad de lucrarse con la violencia y la guerra el número de víctimas no ha parado. 3000 personas murieron en ese ataque terrorista. 200 en Balí un año después. 191 en Madrid el 11-M. Y 50 más en Londres el 7J de 2005. Pero nadie cuenta los muertos de aquellos países en los que los misiles fabricados por el Tio Sam han caído de forma sistemática. Afganistán e Irak fueron los regímenes (dictatoriales y absolutamente reprochables) que recibieron el dolor y la horrenda violencia con la que aquellos tres "valientes", Bush, Blair y Aznar (y Berlusconi, y el polaco y el japonés y el australiano) incapaces de juntar 1 sola neurona sana entre todos ellos, obsequiaron a la población civil ya masacrada por los talibanes y Sadam y esos bloqueos internacionales injustificados, pero que siempre pagan los errores de "sus dirigentes" que se impusieron también a punta de cañón. Por eso no me extraña de la situación actual en ambos países. Nadie quiere tener a extranjeros con pistolas por sus calles. Es lógico. Aquí pasaría lo mismo. Mientras se pueda retrasar más y más el fin de la ocupación y la eficiencia de una democracia basada en la soberanía afgana e iraquí, más petroleo llenaran nuestras arcas y las de nuestros amigos de la campaña.

El Islam no es la guerra. Eso está claro. Y la Jihad no es la Guerra Santa contra el infiel. La Jihad es la lucha interior del creyente para ser un buen musulmán y una mejor persona con fe al Coran. Pero si que hay islamistas que basándose en el totalitarismo y el fascismo quieren imponer sus rancias creencias a todo el mundo. Al Qaeda es el enemigo. Eso esta claro. Antes fue el amigo y aliado frente al comunismo en Siria, Irán y Afganistán. Ahora el terrorismo domina nuestras vidas o eso quieren hacernos creer. Nunca podrán con nosotros queriéndonos alterar y gobernar desde el punto de mira de un AK47. Lo peor de todo es que la derecha (PP, republicanos, conservadores, iglesia católica) se vale de él para coartar las libertades y destrozar el progresismo y la mayor esperanzas de felicidad y alegría en la vida de las personas. Eso es otro tipo de terrorismo que se cobra por víctimas nuestras vidas. Cuando España de la mano del incompetente de Aznar entro en la guerra de Irak toda la población salimos a la calle con la misión de dar a entender que no estábamos de acuerdo con una ocupación no amparada por la marioneta de la ONU. Ahora esto también es distinto.

En Palestina y el Líbano el enemigo tiene nombre: Israel. El estado sionista, víctima injustificada del Holocausto nazi se cree en poder de dominar toda la región, desestabilizando gobiernos y poniendo en riesgo vital a toda la población. Israel ahoga Palestina con un bloqueo injusto, apoyado por USA y también por la Unión Europea que mira a otro lado como hace con Cuba o en Darfur y otros tantos lugares donde la población civil, inocente y siempre agraviada, sufre las consecuencias de reuniones en el hemisferio norte que terminan con el encendido de puros de 100 euros. En Líbano, que se empezaba a recuperar tras 25 años de Guerra Civil entre Hizbulla y Siria que pretende controlar el país por tener una salida al mar Mediterráneo, el pasado verano Israel lanzo en 30 días 14.700 bombas, algunas de racimo prohibidas por la Convención de Ginebra, sin que nadie pudiera parar la barbarie. El país quedo arrasado, devastado y con un legado de terror oculto que había que desactivar. Y esa era la misión que cumple España, bajo mandato de la ONU y junto a otras naciones en el Sur del Líbano. Y por ello murieron ayer 6 soldados españoles en terreno ajeno y sin dar un disparo. Parece una incongruencia que soldados mueran por un atentado terrorista, pero es lo que hay. En todos estos países árabes ocupados es el pan de cada día. De la guerra de Guerrillas, como la de Independencia española en el siglo XIX o en la Guerra de Vietnam, se ha pasado a la de artefactos explosivos escondidos en arbustos, coches o atados al dorso y accionados por control remoto. ¿Qué si las muertes de ayer se podrían haber evitado?. Pues seguro. Algunos dirán que con no ir, pero lo cierto es que para nuestros soldados es una manera de sacarse unos buenos "duros" y poder vivir más dignamente. Y encima, ayudamos a gente que ha estado y esta masacrada por la avaricia y la codicia de los que más tienen. Una auténtica lástima que no llevarán inibidores de frecuencia.

Pero ahora toda la sociedad debe retomar con fuerza el empuje, sin olvidar a las víctimas y sus situaciones personales, pero tampoco sin olvidar a las futuribles víctimas. Nuestros soldados deben acabar la misión por los caídos, por ellos, por los libaneses y por la paz y la libertad. Seguro que lo harán. Por desgracia lo que también es seguro es que la derecha (puto PP) tratará de sacar rédito político a esta tragedia. Ya va siendo hora de que esta sociedad despierte y tome las riendas de la democracia y saque de cualquier tipo de poder a semejante gentuza. Pero por desgracia, al igual que el recuperar las vidas de los muertos, eso es imposible.

sábado, 5 de mayo de 2007

¿Qué quieren de la Juventud?

Durante las últimas fiestas del 1 y 2 de mayo en Madrid, se produjeron una serie de altercados y disturbios callejeros entre las fuerzas de seguridad (policía nacional y policía local de Madrid) y jóvenes que deseaban en esas noches combatir el miedo, el aburrimiento y la desesperanza que cruza nuestras vidas, con un poco de diversión en paz y tranquilidad.

Los gobiernos de derechas coartan las libertades. Eso es tan cierto como el respirar. Con la mayoría absoluta en el gobierno nacional decidieron por aquella ley anti-botellón que se prohibía toda celebración "no autorizada *" con las burdas excusas de que si el descanso de los vecinos o en aras de controlar la salud pública y evitar que la juventud caiga en el alcoholismo por hábito, o en urgencias una noche por ingestión masiva. Para ello se prohíbe que es lo más barato. Se le compran buenos equipos a los anti-disturbios y ala, que arrén sin parar. No se dan alternativas de ocio; las bibliotecas, teatros, ludotecas, canchas de deportes, asociaciones culturales y juveniles todas se cierran como siempre. Y si podemos clausurar toda esta serie de servicios del ocio y la cultura para poder construir y especular con la vivienda, mejor que mejor.

El gobierno local de Madrid y el autonómico (ambos del PP) prohibieron las fiestas en la calle, tradicionales y respetadas por todos (asociaciones de vecinos) del barrio de Malasaña. El joven actual busca la diversión donde puede. Pagar 5 o 6 euros por una copa es un robo. Incluso una estafa, porque amig@s cuantas copas de garrafón nos hemos tragado sin que nadie dijera nada. Ni Sanidad, ni los ayuntamientos. Nadie. Claro como te la tragas en un garito que "paga religiosamente" sus impuestos pues resulta que te pueden envenenar con el consentimiento de las autoridades. En vez de tanto prohibir a los jóvenes y abrir tanto la mano para sus amigotes, piensen ustedes desde sus trajes azul marino y sus vestidos caros, que quizás han esquilmado a la juventud española de tal manera, en los últimos años, que es el alcohol la única salida que muchos jóvenes encuentran a su situación, o que es el único modo de diversión que ofrecen sus alcaldes y concejales, o que quizás, simple y llanamente, a mi me apetece tomarme una copa, un litro cuando y donde quiera, porque, aunque por desgracia otros no lo sean, la mayoría de la juventud española es responsable en el consumo de alcohol y de algunas drogas**

Ahora con el gobierno del PSOE resulta que la ministra de Sanidad se ha propuesto quitarnos lo que genuina mente somos: Españoles. En España siempre ha reinado la fiesta. Somos el tercer destino turístico en gran medida por la actitud del español y la española. Vivimos en la calle, bebemos, fumamos y hacemos el amor siempre que podemos. Loable sería el intento del ministerio si se preocuparán de parar las adicciones invirtiendo en programas educativos, sanitarios y psicológicos, que enseñen a la gente a beber y que les haga tener conductas más responsables a la hora de coger el coche. Pero su hecho es censurar por censurar. Por primera vez y sin que sirva de precedente estoy de acuerdo con el PP, aunque ellos seguro que lo hacen por no perder ese reducto de la derecha que se llama Castilla. Y estoy de acuerdo en el tema del vino. El vino es un producto alimentario, pero también lo es cultural. Y hay que protegerlo. Todo el vino. El selecto, y también el del kalimotxo. Porque es algo que viene con nosotros, es nuestro propio y autóctono.

Pero con el que nunca estaré de acuerdo, es con ese personajillo, megalómano, que piensa que después de 8 años de gobierno (y 4 más en Castilla y León) tiene autoridad moral para hacer lo que le de la gana y decirnos lo bueno que es él, y lo malos que somos todos los que no pensamos como él. Me la suda. Señor Aznar usted es un imbécil, y como tal solo podía juntarse con otros imbéciles (Bush y Blair). Los tres deberían estar ahora sentados en el Tribunal de La Haya contra los crímenes de guerra, por mentir a sus países y a la comunidad internacional, haciendo de este un mundo más inseguro, más coercitivo, y restrictivo en cuanto a las libertades. Sin embargo, mientras los otros dos apuran sus mandatos, en España tenemos que soportar sus aires de grandeza. Pues no resulta que al señorito le molesta el mensaje de la DGT en las autovías ("No podemos conducir por ti"), a parte, de que a usted no hay quien le escuche estando sobrio, pues si se ha tomado unas cuantas copitas de vino ya delira el amigo. España tiene un problema de tráfico ***, y si a usted no le preocupa, pues muy bien; solo espero no encontrármelo en la carretera nunca, no sea que se le haya ido la mano, payaso.

Pero volviendo al tema de la juventud, lo peor de todo es que es una muestra de que somos los grandes olvidados en la política en España. Todos merecen respeto y el trabajo de los políticos y autoridades para que sus libertades, derechos y deberes, así como su estado del bienestar estén asegurados; pero la juventud en España esta desamparada. Nuestros estudios están devaluados en Europa. La política educativa de los últimos 15 años nos deja sin poder competir en el mercado laboral europeo con el resto de jóvenes europeos. Materias como el ingles, el segundo idioma o la informática demuestran el horrible nivel de la educación primaria en España. Y una vez pasada esa etapa en la educación superior, si te decantas por las letras, no vas a recibir una formación básica en ciencias propia del siglo XXI, y viceversa.

Y el trabajo. El paro es excesivo. Los jóvenes deambulamos por trabajos denigrantes, precarios y en los que en ocasiones te juegas la vida, alargando contratos temporales y cobrando un sueldo en el 85% de los casos por debajo del nivel de formación del trabajador, que tiene que a base de horas extras buscar el fin de mes, lo que rebaja ostensiblemente el nivel de vida de la juventud española. Las condiciones laborales en España son desastrosas. Trabajos absurdos resultado de la falta de profesionalidad de los empresarios. Las empresas quiebran, el empleo se destruye, las grandes compañías siguen los dictámenes del capitalismo, abandonando el Sur de Europa (España, bahía de Cádiz, Portugal, Grecia) para continuar ampliando sus beneficios en zonas donde pueden desarrollar riqueza a cambio de denigrar las libertades (Europa del Este o Asia). Y si eres mujer, peor lo tienes, pues mientras tenga esa injusta espada de Damocles que se os afila, por ser la cuna de la vida, vuestros salarios, prestaciones, responsabilidades y libertades quedarán más aún enterradas.

Y la vivienda. Lo que es una necesidad básica, un cimiento de la vida, del estado del bienestar y la riqueza espiritual y cultural por su capacidad de asegurar el crecimiento a todos los niveles de las familias, ha acabado siendo un lujo, una manera de hacerse rico a costa de millares de jóvenes que no tenemos un acceso a la vivienda adecuado. Los españoles somos los últimos en independizarse, no por falta de ganas, y si de oportunidades, porque con un trabajo precario, y un sistema en el que el banquero se convierte en el dictador de tu vida, no te queda más remedio que tragarte lo que se cocina en la cocina de casa de tus padres, y de paso también tu orgullo.

Y lo peor es que no se encuentra respuesta por parte de los políticos que más preocupados están de llenarse los bolsillos y alargar sus mandatos antes que ofrecer alternativas y alimentar la esperanza creando riqueza y oportunidades para todos los habitantes y grupos sociales. Y especialmente para los jóvenes, ya que en las circunstancias demográficas actuales dentro de 10 años, el estado de bienestar de más de la mitad de la población tendrá que ser sostenido por el trabajo y las condiciones económicas, laborales y de vida de la población que ahora tiene entre 16 y 32 años.

Espero poder ampliar muchos de estos temas, en próximas entradas.

* No se pueden realizar fiestas, botellones, ni la gente puede estar en la calle disfrutando a no ser que nos llevemos un beneficio económico (fiesta de la cerveza en Salamanca, fiestas de bebidas, etc.).
** El cannabis debería ser legal. Y también debería existir una educación clara de los riesgos que tienen para la salud y la sociedad el consumo de alcohol y cannabis. Y explicar claramente y de verdad el riesgo de las otras drogas.
*** En España mueren 8.000 personas al año por accidentes de tráfico. Bien sea por la climatología, los riesgos del alcohol y otras sustancias (fallo de educación, prevención y control), por la excesiva velocidad (¿para qué coches tan rápidos si sólo puedo ir a 120 km/h? o ¿por qué se venden coches cuya mayor propaganda es la potencia?) o al estado de las infraestructuras viarias (fallo de los gobiernos, hace falta más inversión); lo cierto es que todos pagamos un precio muy alto, porque cuando nos echamos a la carretera nos jugamos la vida.

Camareros: Necesarios, degradados y precarios. Una experiencia personal

Ahora que ya está aquí el veranito con su calor plomizo, pegajoso y hasta criminal, se llenan las terracitas para tomar unas...