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sábado, 19 de julio de 2014

Fucks FIFA



Ordem et Progresso. Orden y Progreso reza la bandera de Brasil, país en el que hace una semana termino la Copa Mundial de Fútbol con la victoria final, parece ser (dadas algunas opiniones "ilustradas", ya que no habré visto ni un 1% del total de minutos de fútbol que han soltado por televisión) que justa visto lo visto en el terreno de juego, de Alemania. Vamos, como en la vida misma.

Pero este no va a ser un post futbolero tradicional. No va a tratar sobre cuestiones tácticas o técnicas. Tampoco sobre la infoxicación a la que nos induce el sistema con el fútbol, y otros opios, como protagonista absoluto cegando la capacidad de discernimiento, critica y la autogestión informativa sobre lo verdaderamente importante. Desde luego no va a ser uno de esos posts que celebran la belleza y espíritu puro de este deporte, prostituido en su élite y esferas superiores, pero que sigue guardando un placer innenarrable a la hora de jugarlo y disputarlo, además, de guardar pequeñas historias de grandeza y autenticidad en las que se habla de deporte y no de negocio. Este post, viene a exponer y expulsar la rabia interna por el uso abusivo de este deporte, y sus miserias para cegar a millones de personas en todo el mundo de lo realmente importante. De esta situación que han llamado crisis, y que como se puede ver en la hemeroteca de esta mi bitácora en red, no es más que una estafa masiva y globalizada para esclavizar a millones de seres humanos dejando sus condiciones de vida a la altura del barro y los derechos humanos y sociales sepultados por las malas hierbas. Y en este caso, particular, se añade el negocio de una organización mafiosa, sin un funcionamiento democrático, que a efectos prácticos opera como una empresa codiciosa y multinacional, dejando su cuerpo fiscal (tanto en impuestos, como en responsabilidades) a los de una fundación sin ánimo de lucro.

A mi, ya lo sabéis, me gusta el fútbol. Me gusta jugarlo. De hecho, ahora tengo un "mono", unas ganas de echarme un 5x5 o un 7x7 increíbles. Lo que no me gusta es el ultra profesionalismo, los millones, muchos de ellos públicos y/o que vienen de actividades ilegales y mafiosas, que impregnan de miseria moral a quienes lo disfrutan. Y odio la sobrexplotación continua que sufrimos con el fútbol como monotema. Durante la participación de la selección española, los medios de comunicación tuvieron a bien llenar las redes sociales con hagstags y promociones para animar a los millonarios de "la roja" (aunque lo uso Luis Aragones, nunca un nombre fue tan desafortunado). Si este tipo de acciones las hubieran hecho para apoyar a los que luchan contra los deshaucios, los 6 millnoes de parados, contra la #CorruPPcion, o contra las prospecciones en búsqueda de petróleo y gas anti naturales y anti la opinión de la ciudadanía, estos problemas ya habrían desaparecido. En cambió con el balón rodando (o sin él, porque los medios del sistema pueden hablar de cualquier gilipollez relacionada con el fútbol pero sin él, para embrutecer, aún más, a la plebe) tenemos la perfecta dormidera para que el sistema siga su espiral de recortes y usurpando libertad y derechos a la ciudadanía. Por eso era el momento ideal para el paripe del cambio de rey.

Lo que ha pasado en Brasil, ya ocurrió en Sudáfrica. Es verdad, y tengo que pedir disculpas, porque allí como #Españistan ganó, no nos preocupamos. La diferencia es que aquí y ahora gracias a la experiencia sudáfricana y a la griega con los JJOO de 2004, ya todo el movimiento anti globalización, anti capitalista y pro derechos humanos estábamos en movimiento desde el mismo instante en que se adjudico la organización de este Mundial de Fútbol (y los JJOO 2016) porque sabíamos lo que iba a ocurrir en Brasil.

Brasil ha tenido en los últimos 30 años un crecimiento económico brutal, convirtiéndose en miembro de pleno derecho del grupo de países emergentes. Como es habitual dentro de la ruleta trucada en la que el capitalismo neoliberal convierte la economía, tal aumento de la riqueza no se ha distribuido de manera equitativa entre los distintos estratos sociales, llegando a provocar una sociedad notoriamente desigual, en la que un 3% de la población acapara el 86% de la riqueza nacional, y en la que además, por las especiales condiciones geográficas y demográficas brasileñas un 56% de la población malvive en infravivienda (hablamos de las famosas favelas y de las zonas tribales del norte en la cuenca del Amazonas).

Fue a partir de 2002 cuando por fin la verdadera izquierda asaltaba el poder al ganar las elecciones de ese año el Partido de los Trabajadores de Lula da Silva. Así se iniciaba una época de gobiernos anti imperialistas en América del Sur que han potenciado las relaciones comerciales y diplomáticas entre ellos fuera del discurso del padre yankee y entendiendo su labor de gobierno como una herramienta en busqueda de la justicia social y el bienestar ciudadano de una región olvidada y deprimida que parecía destinada unicamente a ser el huerto y granja de Estados Unidos, así como una remesa interminable de mano de obra barata. Buena parte de los primeros años del gobierno de Lula tuvieron como fin buscar la equidad social, promoviendo planes en educación y sanidad (escuelas y centros médicos rurales, alfabetización y red de saneamientos en las favelas, programas de nutrición infantil y adulta, servicios sociales con especial atención a los hábitos sexuales y el riesgo de embarazos y enfermedades de transmisión sexual) así como un reparto más justo de la riqueza (mayor carga impositiva para los grandes salarios y fortunas patrimoniales, programas de becas para pobres), establecer un marco legal menos lesivo para los intereses del proletariado, potenciando mejoras en seguridad y salubridad laboral, así como una política de salarios más justos (promoviendo un salario mínimo y renta básica para las pensiones) y un cuidado especial del medio ambiente y los espacios naturales cariocas. Todo esto en política interior.

Sin embargo, en política exterior, a la red de relaciones estratégicas en defensa del mercado común que supone América del Sur con países como Venezuela, Ecuador, Argentina y el Chile de Bachelet, comenzo un proceso aperturista en el Occidente clásico (Estados Unidos, Canada y la UE) para promocionar una especie de "Marca Brasil" como lugar atractivo para inversiones que fomenten un empleo de calidad y cualificado, así como un mercado prioritario para muchos productos del hemisferio norte. Y dentro de esa política de imagen estaba la celebración de grandes eventos.

Lo que empezó con un proceso de visitas papales, congresos y certamenes deportivos de carácter minoritario, llevo a la candidatura de los JJOO para 2016 y a la organización del Munidal de fútbol 2014, solicitado en el año 2008. Y allí ambas organizaciones, COI y FIFA, entendieron Brasil, como un destino fantástico para continuar con sus prácticas habituales. Brasil, de la mano de sus gobiernos del Partido de los Trabajadores, les prometió mano de obra (más barata que la que podían encontrar, por ejemplo en Europa), una política de infrastructuras (aeropuertos, metros, autopistas) que se justificaban en las necesiades intrínsecas brasileñas, y por supuesto en espacios y contenedores deportivos para la celebración de los eventos, para que en ellas también pudieran entrar constructoras y contratistas que participan en los mismos fondos de inversion que la FIFA o el COI. Y por último dentro de uno de los paraísos turísticos mundiales (la ambivalente Brasil recibe a 50 millones de turistas al año) el potencial consumista del propio ciudadano brasileño, con la llegada masiva de turistas ávido del espectáculo deportivo propuesto.

Y para llevar todo esto a cabo, el Partido de los Trabajadores cambió su en cierto grado su política, lo que unido a distintos casos de corrupción (que a diferencia que los de "nuestro gobierno" han solucionado con expulsiones de partido, investigaciones y condenas judiciales) les hizo bajar en popularidad.

Lo que ha pasado y esta pasando en Brasil ahora mismo es que un país con graves problemas en materia de sanidad, educación, empleo, vivienda y seguridad se ha llevado a cabo el mayor gasto de la historia de los mundiales para construir instalaciones, estadios e infrastructuras y transportes, de dudosa rentabilidad posterior. Los vendedores callejeros han sido despojados de su medio de vida para dejar espacio a los patrocinadores oficiales de la FIFA. Y más de 150.000 brasileños han sido desplazados de su vivienda (su infra vivienda) para dejar paso a la maquinaria del dinero de al FIFA. La policía brasileña limpia con dureza favelasy las calles de niños pobres (se han denunciado incluso asesinatos) para dar buena imagen a los visitantes. Todo ello y más, mientras la FIFA saca del país los beneficios del evento para "tributarlos" en Suiza, dejando a los brasileños las pérdidas y los gastos, mientras la conflictividad en las calles crece, silenciada por los medios, como ocurre con las protestas de aquí, pero que les ha servido para ir obteniendo ciertos reditos en forma de derechos y prebendas rescatadas al gobierno local. Curiosamente, tras la eliminación de Brasil del torneo, nos quisieron vender, los altercados, que en todos los partidos y actos que tenian en el Mundia su explilcación se han ido produciendo, como fruto del descontento de los aficionados por el resultado deportivo. Aunque no discuto que alguno los hubiera, la realidad es que las protestas llevan en Brasil más de un año, por lo que todo esto no es más que otro insulto a la inteligencia desde los medios del sistema neoliberal.

Rapidamente entendieron muchos de los brasileños lo que se les venía encima, y lo que la organización de estos eventos les iba a ocasionar. Cuando el ayuntamiento de Sao Paulo, acuciado por las deudas de la construcción de un estadio de futbol, la ampliación del aeropuerto, la construcción de un monorrail desde la estación central de transportes hasta el estadio, más la ampliación de autopistas y viales. Pues bien, cuando el ayuntamiento decidió sufragar parte de estos costes con la subida un 40% del precio del billete de autobus, la ciudad, el estado y todo el país estalló en colera. La protesta ocupo las calles, se organizo y se hizo patente el malestar de la población brasileña que ha visto como su bienestar social quedo relegado a un segundo plano para el enriquecimiento de ese ente llamado FIFA (y también en lo correspondiente el COI).

Cuando los brasileños comprendieron la que se les avecinaba también salió a la luz las protestas de Grecia y Sudáfrica, donde pasados los eventos, se ha demostrado que COI y FIFA se llevaron los millones por la celebración de los mismos y las deudas quedaron para las poblaciones locales. Se habla, fuentes no oficiales, puesto que la FIFA al no estar considerada una empresa, no tiene un ánimo de lucro controlable, de 3500 millones de beneficio que se embolso la FIFA tras el mundial de Sudáfrica, justo o muy parecida a la cantidad, esta si auditada de deuda que esta afrontando el pueblo sudafricano fruto de la construcción y mantenimiento de infrastructuras, tanto campos de futbol y estadios infrautilizados como medios de transporte deficitarios. Más grave es lo de Grecia, donde 15 días de JJOO dejaron una brecha en las arcas públicas de más de 4500 millones de euros, en un país que por poner sólo dos ejemplos, ha visto desde 2008 caer en 10 años su media de esperanza de vida y en el que la malnutrición infantil alcanza el 40% de la población en edad escolar. Y esto en la Europa de los 12.



A los brasileños pobres, los de las favelas les han obligado a dejar atrás sus viviendas, mejor dicho infraviviendas, para que se pudieran construir diversos estadios de fútbol, o ampliaciones de autopistas y redes de metros para las avalanchas de un mes de mundial. Han estado sufriendo en los últimos años retrasos en los transportes por las obras y a su vez subidas en los precios del transporte público. En los tres últimos años, igual que el gobierno de #Españistan, han bajado los montantes de becas escolares, sólo para que se pudieran ir pagando los plazos de obra pública y fastos para gusto de la FIFA. A su vez han comprobado como sus clubes de fútbol tradicionales se han ido borrando de la utilización de diversos estadios, por el alto coste de mantenimiento, desdechando así una de las justificaciones políticas de la celebración del mundial. Un caso particularmente sangrante, es el de la ciudad de Belo Horizonte, donde el club local incapaz de llenar un estadio de 16.000 espectadores en el centro de la ciudad, y al que le ofrecian el estadio mundialista donde se han jugado 5 partidos del mundial, de 40.000 espectadores y a ¡25 kilómetros del centro de Belo Horizonte!

La agencia tributaria brasileña estima que dejarán de recaudar 150MILL de dolares durante el mundial. Además en toda la inversión no ha habido capital privado, dado los pocos réditos, o ninguno, que sacarón en Sudáfrica o en los últimos JJOO de Londres. Toda la inversión la ha puesto el pueblo brasileño. Como es posible que la construcción de estadios e infrastructuras (aeropuertos, metros, autopistas) pueden mejorar la vida de la población local, dentro de una sociedad tremendamente polarizada y desigual, con una penosa restribución de la renta y una entrega a las élites financieras y oligarcas brasileñas de toda la inversión, en detrimiento de lo público. Se ha invertido en el mundial, para gloria de la FIFA y las oligarquías locales y globales, dejando atrás a la población local, donde el coste de la vida se ha duplicado en pocos años mientras que los salarios se mantienen prácticamente igual.

Y no todo es coste económico que se reflaja en lo social y en lo político. También hay una factura ética. Por poner algunos ejemplos en Brasil los turistas que llegan a ver el mundial tienen tarifa cero en el transporte público. Los brasileños que han pagado el dispendio y tienen precios abusivos para sus condiciones. Esta desigualdad ha sido centro durante un año de las protestas en Brasil, pero no ha sido noticia en ningún medio del sistema en occidente, para evitar que se disipará el efecto llamada al evento futbolístico.

Pero hay más. Hay quien no duda de que el turismo sexual, una de las lacras más execrables y vergonzosas que existen ha tenido un repunte con la celebración del Mundial. Han aparecido paquetes turísticos con entradas a partidos de futbol, visitas turisticas a los lugares más emblemáticos como la playa de Copacabana o el Cristo de Corcovado, pero también a los suburbios y zonas de fiesta donde la prostitución es más asequible para el turista europeo y norteamericano. Y también la infantil. Mujeres, niños y niñas brasileños sufren la explotación sexual por su doble condición de víctimas del hecho violento sexual y de víctimas de la desigualdad y la pobreza. El turismo fomentado en el evento tiene una oferta no publicitada pero ímplicita en occidente que incluye el sexo barato. Sin embargo podemos decir que el plan brasileño para evitar la trata de niños y niñas contra la explotación social ha tenido un presupuesto de 4 millones de dolares, por los más de 10.000 millones que ha costado el estadio de Fortaleza.

Toda la ola de protestas de Brasil que conveniente y "extrañamente" ha estado solapada en los medios occidentales ha sido una constante desde 2007, momento en el que Rio fue designada como anfitriona de los JJOO 2016. Ya en ese momento comenzaron las movilizaciones por parte de asociaciones estudiantiles, sindicatos alternativos y movimientos ciudadanos e indignados brasileños de corte anti-globalizacion, anti-capitalista y anti-fascista. Pero fueron las protestas por las subidas y las malas condiciones de los transportes fueron las más multitudinarias, y las que colocaron el foco de la información alternativa al sistema sobre lo que estaba pasando, y el por qué había que apoyar al pueblo brasileño. Y bajó esa publicidad poco beneficiosa empezaron las operaciones de represión por parte de la policia brasileña. Hay datos escalofriantes: 885 muertos por cada año por la acción de la policia brasileña en el proceso de limpieza de pobres, represión de las protestas. Uno de cada 5 ciudadanos de Rio de Janeiro ha muerto desde el año 2007, desde el momento en el que se proclamo la candidatura de rio como anfitriona de los JJOO de 2016.

Por todo esto y más, se hace perentorio e inevitable que los movimientos ciudadanos y la revolución contra el neoliberalismo y el capitalismo depredador y suicida que nos imponen como sistema único, también pongan en su punto de mira organizaciones como la FIFA y el COI. Estas organizaciones supra-nacionales, funcionan como auténticas multi-nacionales acaudalando inmensas fortunas con los eventos que celebran, y que debemos recordar son por el propio hecho intrínseco y natural del ser humano, patrimonio de todos los hombres, y no deberían ser negocios claros de complejos empresariales que no tendría que tener otro objetivo más allá de la promoción del deporte, con sus hábitos de salud y esparcimiento, y que sin embargo funcionan a modo de conglomerados, sin ningún tipo de democracia interna, acaudalando millones y millones en cuentas en Suiza y otros paraísos fiscales.

Si queremos tener deporte se hace necesario promover organizaciones, desde asociaciones y clubes locales, hasta federaciones nacionales como internacionales, en las que prime el propio deporte y su promoción como algo beneficioso para el ser humano, en su salud y en su bienestar, no en la celebración de eventos para por un lado ser opio de la ciudadanía, y cobrarse esa labor de cerrar el campo de visión del pueblo con millones y más millones.

lunes, 26 de septiembre de 2011

No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros XI

Indispensable y altamente recomendable para entender la situación de este país, Hispanistán, el programa completo, repartido en 4 cortes, de ayer domingo 25 de septiembre de 2011 de Salvados, de Jordi Évole, alias "El Follonero" que funciona perfectamente a modo de resumén de por qué existe la desafección con la clase políticas y las instituciones, y sirve de repaso somero, a esa costumbre que tiene la política nacional de tomar a los ciudadanos por gilipollas. Por favor, vedlo:



Primer corte, con el periodista Daniel Montero, autor del libro "La Casta" donde se ejemplifican todos los desmanes de la clase política española:



Corte, con la entrevista en el Senado del senador por Orense adscrito al BNG Xose Manuel Bouza, en el que demuestra que el senado es algo así como un asilo o museo de vijeas glorias, que únicamente opera como un pozo sin fondo en el que tirar los dineros y recursos públicos de todos. Momento cumbre, al oír pedir a un senador, la disolución y desaparición de un senado, y como la Constitución no se puede cambiar para eliminar Senado o diputaciones, pero sí para satisfacer a los mercados, para que nos sigan jodiendo. Cumbre.



Primera parte, de la entrevista a Durán i Lleida donde entre otras perlas nos deja un "mis hijas van a vivir peor que yo"... sin dolerle la decencia lo más mínimo para dimitir al día siguiente al soltar semejante soflama que demuestra que no ha hecho su trabajo nada bien. También destacalbe o mejor dicho, desechable la aparición de Celia Villalobos, que no se sabe muy bien que hace ahí, a parte de seguir cobrando y chupando del bote.



Segunda parte de la sinvergonzeria democristiana, algo así como el islamismo moderado, de Durán i Lleida, que no lo olvidemos es algo así como el político mejor valorado en este país, lo cual habla muy mal de este país.




¿Salvar el Estado del bienestar?


Los portavoces de los dos partidos mayoritarios, PSOE y PP, justificaron en las Cortes españolas la constitucionalidad de la medida que aprobaron (esa en la que se han saltado, precisamente la Constitución para dejar al pueblo sin voz, ni voto), que fuerza al Estado a tener un equilibrio presupuestario, con el argumento de que se “requería tal medida a fin de salvar el Estado del bienestar”. Según ellos, una medida que obligará a realizar recortes sustanciales del gasto público (del cual el gasto público social es el mayor componente) para eliminar el déficit del Estado es necesaria para salvar al escasamente financiado Estado del bienestar. Puesto que España es el país de la UE-15 (el grupo de países más ricos de la UE) que tiene el gasto público social por habitante más bajo, es difícil de entender cómo mayores recortes de tal gasto –que el equilibrio presupuestario exige– van a corregir el enorme déficit de gasto público social de España.

Una respuesta a esta contradicción podría ser la aportada por dirigentes conservadores de persuasión neoliberal, como dirigentes del Partido Popular, que han subrayado que el descenso del gasto público (incluyendo el social) estimulará la economía y con ello aumentará el crecimiento económico y, por lo tanto, los ingresos al Estado, incluyendo el gasto público social. Pero como bien han señalado Joseph Stiglitz, Paul Krugman, Dean Baker y toda una larga lista de economistas que poseen mayores conocimientos económicos que tales dirigentes políticos, las políticas de recortes de gasto público (incluyendo gasto público social) en este momento de recesión son contraproducentes, pues reducen todavía más la demanda de bienes y servicios, que está estancada como resultado de que la población está enormemente endeudada y, por lo tanto, tiene escasa capacidad de compra y consumo. Grecia, Irlanda y Portugal están mostrando que la reducción del gasto público les está abocando a una continua recesión. De ahí que el argumento de que recortando en momentos de recesión el gasto público se facilitará la recuperación económica es poco creíble. En realidad, la propia experiencia española demuestra el error de tal supuesto. Los recortes de gasto público están contribuyendo al estancamiento de la economía española.

Igualmente sorprendente es la argumentación, bastante extendida entre dirigentes del PSOE, que señala que los cambios supuestamente introducidos por su candidato, Alfredo Pérez Rubalcaba, salvan tal reforma porque garantizan la supervivencia e incluso refuerzan el Estado del bienestar. Así, Felipe González señaló recientemente (30-08-11) que, aun cuando la propuesta inicial del Partido Popular –que era exigir un déficit cero en los presupuestos venideros– era un “disparate”, saludó, sin embargo, la propuesta final aprobada, gracias a la intervención del candidato Rubalcaba, que permitirá un déficit de un 0,4% del PIB. Tal porcentaje es, a todas luces, excesivamente bajo. En realidad, en los últimos 20 años, tal como ha subrayado David Lizoain, ni la zona euro, ni la OCDE en su conjunto tuvieron un déficit estructural inferior al 0,4% ni un sólo año. Alemania lo consiguió sólo un año, EEUU, tres años, Reino Unido, cuatro, y España, también cuatro, a costa, por cierto, de tener el gasto público por habitante más bajo de la UE-15.

Se podría argumentar que los países escandinavos de tradición socialdemócrata, y muy en particular Suecia, han sido países con gran número de años con superávit en sus presupuestos nacionales. Ahora bien, su carga impositiva es mucho mayor que en España y los ingresos al Estado representan un porcentaje mucho mayor del PIB que España. Las cifras hablan por sí mismas. En España, tales ingresos representan sólo un 32% del PIB, mientras que en Suecia son un 52%. En realidad, si España tuviera la política fiscal de Suecia, su Estado ingresaría 200.000 millones de euros más, cantidad suficiente para eliminar el déficit del Estado y corregir el enorme déficit de gasto público social de España.

Es poco probable, sin embargo, que las fuerzas que están pactando el déficit del 0,4% favorezcan un incremento sustancial de los impuestos y de su progresividad (los ricos en España tributan sólo el 20% de lo que tributan los ricos en Suecia). En realidad, durante estos últimos 15 años, ambos partidos han estado reduciendo los impuestos, debilitando su progresividad.

El tipo efectivo del IRPF que abonan las rentas más altas se ha reducido en 18 puntos, la gran empresa tributa un 10% menos por sus beneficios y la banca se ha beneficiado de la enorme tolerancia, cuando no complicidad, de las autoridades públicas hacia el fraude fiscal.

De todo lo dicho es difícil concluir que las medidas propuestas salvarán el Estado del bienestar. En realidad, lo que estamos viendo ahora es la repetición de lo que ocurrió en el periodo 1993-2008. La reducción del déficit público, requerido por el criterio de Maastricht, se consiguió a costa, no de aumentar los impuestos (que en realidad bajaron, sobre todo en las rentas superiores, reduciéndose un 37% para las rentas de más de 300.000 euros, pero sólo un 1,7% para la mayoría de la población que tributa al Estado), sino de disminuir el gasto público y sobre todo el gasto público social.

Durante aquel periodo, la diferencia de gasto público social por habitante entre España y el promedio de la UE-15 aumentó considerablemente, de forma que en 2007, al inicio de la crisis, tal déficit de gasto público social de España con el promedio de la UE-15 era mayor que en el año 1993, cuando se iniciaron las políticas de austeridad. En España, los déficits públicos siempre se han reducido a costa de su Estado del bienestar. Creerse que ahora va a ser diferente es ignorar el temor del Estado español (tanto central, como autonómico) a enfrentarse con aquellos colectivos de mayores ingresos (que obtienen sus ingresos de las rentas del capital) y que no aportan al Estado lo que aportan sus homólogos en la UE-15. Así de claro.

El hecho distintivo es que no han querido un neoconservadora Constitución Europea. Desoyen las voces que claman un cambio en el sistema político del país, totalmente desactualizado y desfasado, en un país que no tiene nada que ver con lo que era la España posterior a la DICTADURA franquista. De eliminar el Senado o las diputaciones nada; de incluir la dación en pago, tampoco. Menos de fijar un precio por las casas. Y para colmo, se institucionaliza el despilfarro, la sodomía en las cuentas públicas y el fraude, desautorizando a Hacienda, y lavando la imagen pública frente a los paraísos fiscales, pero sin hacer nada, ni mucho menos acabar con la ingeniera fiscal en un momento en el que es plausible y real, el hecho de que no todos estamos ajustándonos el cinturón de la misma manera, y los culpables de esta situación, viven holgadamente.

Los recortes

Los gobiernos autonómicos de derecha (PP y CiU) que están impulsando recortes en la educación y la sanidad pública intentan convencer a los ciudadanos de que los ajustes son inevitables. No es cierto. Claro que hay que mejorar los desequilibrios presupuestarios, pero destruir plazas de profesores o cerrar hospitales es una decisión política, no una verdad revelada. Y nadie impide a dichos gobiernos subir impuestos o eliminar desgravaciones fiscales para recaudar el dinero que necesiten para garantizar la calidad de los servicios sociales básicos.


El ataque contra la educación y la sanidad pública responde al credo neoliberal. Cuando Esperanza Aguirre lanza su declaración de guerra contra los profesores, cree que es una operación que le ayudará doblemente en su objetivo de deteriorar la enseñanza pública: al reducir el número de profesores es evidente que empeora la calidad y, además, aprovecha las protestas para propagar una mala imagen de los centros públicos y extender así el miedo entre los padres, de forma que se planteen enviar a sus hijos a colegios concertados o privados.

Se trata, por supuesto, de convertir la educación en un negocio. Y por eso se plantea con descaro la posibilidad de ir eliminando la gratuidad de la enseñanza. Pero no sólo. La derecha sabe que para lograr esa hegemonía cultural que teorizó Gramsci es fundamental inculcar sus valores a los jóvenes. Y frente a la neutralidad de la educación pública, a nadie se le escapa cuál es la ideología de más del 90% de los colegios concertados o privados.

De entre las muchas pancartas vistas por tv, periódicos, o en las dos manifestaciones en Salamanca a las que tuve le placer de asistir, destaco en mi conciencia una por encima de todas. Decía así: Un profesor de menos hoy, son cuatro policías más mañana. Incuestionable.

Que profesores, padres anónimos y reconocibles, e incluso alumnos, se hayan postulado del lado de la escuela pública es una gran noticia. Es el momento de no callar más y reclamar lo que es justo y necesario para salir de esta gran estafa que llaman crisis, y cuya salida jamás podrá venir del recorte de gasto público, sanidad o educación, es decir, y con un poquito de historia, desautorizar el "New Deal" de Roosvelt de los años 30 y 40 del siglo pasado en Estados Unidos, y si fomentar un negocio denigrando los servicios sociales y la sanidad y educación. Yo no tengo muy claro, por qué tengo que pagar el colegio de los pijos, y por qué las clases pudientes que llevan a sus hijos a colegios del Opus donde los separan por razón de sexo, no son los que más aportan, porque pueden y a los que encima en Madrid, la derechona, les facilita desgravaciones fiscales de auténtica vergüenza mientras en los colegios públicos los niños se hacinan en números mayores a 30 en barracones, a la hucha, para facilitar que todos y todas, tengamos las mismas posibilidades.

Desmontar la sanidad y la educación públicas son una herramienta más para falsear la democracia, puesto que no hay democracia si no hay igualdad, y la igualdad viene de que todos puedan ser atendidos correcta y profesionalmente en un hospital, y que nuestros hijos e hijas, puedan en base a su esfuerzo y talento, y en ayuda de padres, profesores e instituciones, llegar a maximizar su crecimiento personal, moral y social. Las huelgas se producen y reproducen ante un ataque inaúdito a la figura del profesor, atacando su dignidad tanto personal, como profesional, mientras que los cabrones que hacen tales afirmaciones se dedican a robar, mentir y a despilfarrar en obras faraónicas el dinero de los contribuyentes.

Dinero formado en su inmensa mayor parte por los impuestos pagados por los trabajadores. Por lo que las manifestaciones se han sucedido, se suceden y seguirán haciéndolo hasta que todos podamos tener una educación en todas sus etapas gratuitas (por lo menos accesible, algo que tampoco el Plan Bolonia ayuda) y de calidad para dar a todos, niños y niñas y jóvenes, las mismas posibilidades.

Dinero que no encontrará en la Sanidad Pública tampoco su destino. Ajustes en las pagas. Recorte del número de camas; de ambulancias en zonas rurales. Hablan de copago en la visita sanitaria o en la farmacia, pero curiosamente callan el copago de tanto coche oficial. De tanto banquete. Cada vez más personas con escasos recursos tienen más díficil el acceso a la sanidad básica, y esto parece que no preocupa a ninguno de nuestros políticos, que no olviden, son nuestros REPRESENTANTES, lo que no quiere decir que seamos sus esclavos, y si más bien, que nosotros seamos sus jefes. Lo cierto es que nuestro sistema política quiere un sistema sanitario a la americana, y no lo digo precisamente, por la profesionalidad de los médicos que vemos en las series. Sino más bien, una sanidad recortada, en la que haya que contratar un seguro privado para tener una atención médica básica, o una receta que puede ir desde un antigripal común, a una medicina para una enfermedad crónica. Todo ello empeorará la calidad de la vida de millones de personas. No son esos los millones que les preocupan. Lo necesario es una subida de impuestos a los que más tienen.

Y aquí van argumentos para desmontar las falacias que han ido soltando en los últimos días: Por orden de aparición en cualquier debate de barra de bar –o de tertulia de la tele– sobre el recuperado impuesto de Patrimonio.

1. “No va a solucionar la crisis”. Tampoco va a curar el cáncer, ni evitará el cambio climático. Pero en el último año que estuvo en vigor, el impuesto de Patrimonio recaudó 2.121 millones de euros: son 600 millones más de lo que ahorró el Gobierno con la congelación de las pensiones. Incluso la versión descafeinada que planea recuperar el Gobierno –sólo para patrimonios de más de un millón de euros– supondrá una recaudación anual de mil millones: más de lo que cuesta al año la ayuda de 400 euros para los parados de larga duración.

2. “Los ricos de verdad no lo van a pagar”. ¿De dónde salía entonces el dinero que antes recaudaba este impuesto? Y aunque algunos ricos se escapen, ¿eso implica que no hay que intentarlo? ¿Acaso el hecho de que exista el fraude fiscal obliga a renunciar a los impuestos? ¿Por qué algunos aceptan este delito como algo tan inevitable que ni siquiera merece la pena combatirlo?

3. “Subir los impuestos crea paro”. Pues España es récord absoluto en paro, a pesar de las sucesivas rebajas de impuestos y de tener una de las presiones fiscales más bajas de Europa.

4. “Castiga a la clase media”. Con su anterior regulación, sólo pagaron este impuesto el 5% de los contribuyentes: algo menos de un millón de personas. Si se eleva el mínimo exento, sólo lo pagarán 90.000 grandes fortunas: el 0,2% de la población.

5. “Es electoralista”. Entonces estamos ante el primer caso de la historia donde subir los impuestos se usa para pedir el voto (lo verdaderamente electoralista fue suprimirlo en 2008 o no recuperarlo antes). ¿No suele ser al revés? ¿No es más populista prometer rebajas fiscales imposibles de cumplir?

Adiós a la lucha de la temporalidad

Entre las infinitas causas que describen el sistema productivo español, está su mayor lacra que es la temporalidad y precariedad en las contrataciones, lo que lastra todo el resto de la economía. Si a eso le sumamos el miedo al despido y el paro, y la mentalidad tan nuestra (y de nuestros empresarios) del dinero fácil, y la ausencia en consecuencia de inversión en I+D+i, tenemos como resultado el paisaje desolador que se fragua al hablar de economía en esta noble piel de toro.

Para acabar con la temporalidad, en 2006 se limitó el tiempo que un trabajador podía estar contratado temporalmente con una empresa, con independencia de que se tratase o no, de contratos legales, estableciéndose que si excedía de 24 meses en un periodo de 30, adquirirían la condición de fijos.

Sin embargo, el legislador parece haber cambiado sus prioridades, y medidas como la jornada laboral de 35 horas, han pasado al banquillo. La crisis económica y las desproporcionadas cifras de desempleo le han inclinado por dar la bienvenida a cualquier empleo. Cualquier contrato de trabajo que se firme es bueno; temporal o indefinido. Ya no se busca un empleo de calidad. El trabajo temporal o precario resulta igualmente aceptable. De ahí que ya no se persiga el encadenamiento de contratos. Recordemos que estamos ante contratos temporales legítimos, que responden a sus propias causas y cumplen el resto de requisitos exigidos por las normas. Lo que sancionaba el Estatuto de los Trabajadores era la "temporalidad excesiva", el "uso inmoderado de la contratación temporal". Pero ahora lo que importa es el mantenimiento del empleo.

Por ello el pasado mes de agosto el legislador decidió suspender la medida recogida por el artículo 15.5 del Estatuto de los Trabajadores durante dos años. ¿Qué significa esta suspensión? Básicamente que en ese periodo ningún trabajador podrá alcanzar la condición de fijo por la aplicación del artículo (acumular 24 meses en un periodo de 30 meses en virtud de más de un contrato temporal); lo que no debe confundirse con las restantes medidas que tratan de "controlar" la contratación temporal. Los límites temporales a los contratos eventual y de obra o servicio siguen siendo aplicables y convierten en indefinido a cualquier trabajador temporal que los sobrepase. Igualmente el contrato temporal "ilícito" transforma en indefinido al trabajador que lo firme.

La solución es una reforma laboral basada en un contrato abusivo sin indemnizaciones y que eterniza la precariedad, para hacer que la sobrecualificada juventud española, para tan estéril mercado laboral, alargue contratos y prácticas en empresa hasta la friolera de 30 años. Y se quedan tan panchos. Definitivamente nos toman por gilipollas, y sólo quieren que aminore el número de las listas del INEM, aunque eso traiga más explotación, esclavitud, e impida que el sector poblacional más consumista (no lo digo yo lo dicen aquí), baje considerablemente su poder adquisitivo. Otro muro para parar el motor de la pobre economía española: el consumo interior.

Las medidas son tan desastrosas que ya organismos internacionales las ponen como desastrosas y garantizan precariedad, recaídas y continúas recesiones. Es la misma receta de siempre. La que nos metió donde estamos y de la que son responsables otras organizaciones internacionales que sirven a interés mucho más oscuros y privados, como por ejemplo el FMI o el Banco Central Europeo.

Cuando la banca provocó un desastre global los bancos centrales y las autoridades de todo el mundo se volcaron en su ayuda y no hubo problemas para proporcionarles casi gratuitamente billones de dólares para salvarlos. Además de las inyecciones de liquidez oficiales, se ha sabido que la Reserva Federal proporcionó en secreto 16 billones de dólares a grandes bancos de todo el mundo. Cuando la crisis provocada por los bancos hizo un roto en las finanzas de los estados, las autoridades europeas y el Banco central Europeo los obligaron a financiarse en los mercados al interés que imponían los especuladores y la banca. En lugar de dedicar el dinero que recibían del Banco Central Europeo al 1% para financiar a empresas y consumidores, prestaron a los gobiernos a tipos mucho más altos, echando sobre las espaldas de sus pueblos una losa que terminó siendo insufrible. Solo España tiene previsto pagar, como poco, 27.000 millones de euros en 2011, si es que la factura no sube en los meses próximos.

 Así hundieron a países como Irlanda, Portugal o Grecia y ahora, cuando esa deuda estatal se hace tan pesada que es posible que algunos bancos no puedan cobrarla porque ya están en peligro Italia o España, los banqueros reclaman de nuevo ayuda. Y allí están otra vez sus todopoderosos salvadores: el Banco Central Europeo, la Reserva Federal de EE UU, el Banco de Inglaterra, el Banco de Suiza y el Banco de Japón acaban de anunciar que volverán a dar a la banca europea todo el dinero que necesite. Para que siga extorsionando a los gobiernos y arruinando a los pueblos.

Una muestra más de la infame y criminal discriminación de los poderosos que mueven los hilos del mundo a su antojo para favorecer siempre a los mismos.

Lo seguirán haciendo mientras las gentes de todo el planeta no salgan de una vez a las calles para poner fin a estas injusticias increíbles.

El hecho es que mientras las derechas empozoñan con la misma basura de siempre (entiendáseme bien, considero basura, la manera de utilizar los tradicionales recursos simbólicos y del terror para desviar la atención de lo realmente importante: EL DESMONTE DEL ESTADO DEL BIENESTAR. PAra ello tienen los toros o el terrorrismo, donde no tienen ningún tipo de vergüenza en utilizar la justicia en su beneficio propio. Lo peor de todo es que atizando estas llamas consiguen réditos para pasarnos la tijera a los servicios sociales de todos los demás...) la ciudadanía sigue cociéndose a fuego lento, tomando iniciativas, informándose cada vez más y por supuesto como medida directa indignándose.

Un hecho consustancial y que podía haber sido aislado, fue el intento por parte de la pinza PPSOE de acceder al sistema informático de elaboración de noticias y contenidos de los telediarios de RTVE. Tal desvergüenza no debería de salir gratis, y más con el clamor que provocó en las redes sociales, que ardieron ante tan zafio intento de manipulación y censura por parte de la derecha, con la incomprensible ayuda del mudo centro. Parece ser que en Ferraz, el único que creía en una televisión pública profesional, seria, con criterio propio, libre y ajena a los hilos de los partidos era Zapatero, y en la derecha más de lo mismo. Si ya Galicia, Valencia, Madrid, hasta Castilla La Mancha (qué gracia me hace ver a un tipo como Nacho Villa que en los debates de 59 segundos, defendía la tesis de lo inútil y prescindible que son las tv públicas, siendo ahora director de la tv de la autonomía manchega... hipócritas), ahora que ya se ven entrando en la Moncloa, no pueden dejar de salivar ante el hecho de volver a controlar todo el espectro audiovisual...

Por supuesto les salió mal. Obviamente lo volverán a intentar. No lo conseguirán. Este es otro ejemplo de que el movimiento 15M esta vivo, y pese a la retorcida y ya cansina, cantinela de "que los antisistema se han apropiado del 15M" para desvirtuarlo y despreciarlo utilizando la misma estrategia que Gadaffi o Saer al Saad en Siria, somos más fuertes que nunca, cogiendo más responsabilidad, con el mismo ánimo no, sino aumentado, viendo que nuestras reclamaciones son escuchadas por la población, por quien nos interesa, y aceptadas. La movilización continúa y el propósito es claro: Dar mayor libertad, igualdad y democracia a una sociedad que ha estado mucho tiempo adormecida, y a la que parece se han acostumbrado a ningunear y expropiar.

En este país, llevo diciéndolo mucho tiempo hacen falta guillotinas para que los individuos que acceden a las administraciones públicas, sepan y tengan conciencia que desmontar el estado del bienestar, despilfarrar en beneficio propio (tanto económico como en recocimiento), mentir a la ciudadanía y hacer naufragar el balance de las adminstraciones tiene un coste. De momento aspiramos a que tenga un coste electoral, algo que el último ejemplo con la corrupción no quedo muy claro, la verdad, pero gestiones políticas como las de Camps, Aguirre, Chaves, el tripartito, CIU, Feijoo o Zapatero no pueden ser gratis. Esperanza Aguirre arranca el curso despidiendo a más de tres mil docentes de la escuela pública madrileña. Es el 12% de los profesores de secundaria, uno de cada ocho. La Comunidad de Madrid calcula que ahorrará 80 millones de euros al año, un dinero que, dice Aguirre, “evitará recortes en otras partidas esenciales para la enseñanza”. Curiosa disculpa. ¿Acaso hay algo más esencial en la enseñanza que los profesores? Lo hay: las subvenciones a la escuela privada.

Algo de hemeroteca, que la memoria es el mejor antídoto contra la mentira. Hace menos de un año, la Comunidad de Madrid aumentó las deducciones fiscales para los colegios de pago. Hasta entonces, estas ayudas sólo iban a familias pobres que matriculasen a sus hijos en centros privados (si es que tal especie existe). Pero Aguirre modificó la ley para beneficiar a las familias con rentas más altas y ahora, por ejemplo, un matrimonio con dos niños que declare ganar menos de 120.000 euros al año se puede desgravar hasta 1.800 euros por el colegio privado. En total, este regalito cuesta 90 millones de euros anuales: diez millones más de lo que Aguirre dice que ahorrará con los despidos en la escuela pública.


Como el PP se ve tan ganador el 20N que ya ni se molesta en ocultar sus planes, el modelo madrileño está siendo transplantado al resto de sus autonomías, con De Cospedal –esa política austera que sigue cobrando un segundo sueldo como secretaria general del PP– como alumna aventajada. No hay dinero, dicen. Depende de para qué. La misma Aguirre que despide maestros quiere una policía autonómica en Madrid para combatir las protestas del 15M. Es el modelo “liberal” en su peor esencia: todo se privatiza, salvo los porrazos.

Pero incluso, pese a estar en Hispanistán, ¿por qué no aspirar a unas elecciones que dierán el varapalo que se merecen PPSOE y nacionalistas, y todas esas caras que estamos cansados de ver desde hace más de 20 años? Lo que los PIGS (Portugal, Irlanda, Grecia y ESpaña) necesitan lo han prometido en la Francia de Sarkozy o en Dinamarca. Y mira tu por donde la gente ha decidido que para salir de una situación en la que el neoconservadurismo nos ha metido, no se pueden echar más paladas de políticas neoliberales. Para salir de un agujero no se puede seguir cavando. Para salvar un bote de que se hunda, no se pueden ir haciendo más agujeros en su cubierta.

Las cifras y promesas electorales bailan de un lado al otro, y por lo menos los únicos que se han atrevido a vaticinar una promesa, pero con la cara oculta de una subida de impuestos ha sido IU. A mi, personalmente, me parecen una serie de medidas extraordinarias, para eso: para crear empleo, y no sólo un empleo de temporalidad y precariedad, que para eso el PP es genuino con su especulación y la creación de burbujas, sino también un empleo más o menos estable dentro de la vorágine y el descontrol que el capitalismo neoconservador ha instaurado.

Ahora bien, rebastes muy bien que todo ello tiene como contrapartida una posible subida de precios, siempre y cuando, claro esta, que de una vez por todas y con la presión de la ciudadanía, y de las administraciones, se empiecen a controlar las ganancias que los empresarios obtienen y por las que por cierto, no llegan a cotizar un 20% de lo que hacen sus homólogos suecos, por ejemplo (las grandes empresas) y ni un 50% las pymes.

Si a estas medidas, se les da alimentación con dinero público que debe de salir de la pertinente subida de impuestos, con progresividad y persecución del fraude, ya sea en el iva de las pymes o en los paraísos fiscales.

Por lo tanto, creo quizás con un punto de inocencia, que la subida de precios, no debería de ser tan soberana como planteas, siempre y cuando todos y digo TODOS asimilemos la carga de la salida de esta crisis, porque hasta el momento las grandes fortunas, empresarios y especuladores, no sólo la han provocado, sino que encima no se han apretado el cinturón ni una miaja, llevando toda la carga, la ciudadanía y el pueblo llano, ahogándonos a todos en una espiral de precariedad y pobreza. Mientras los que ya eran muy ricos han hecho en muchos casos negocios redondos, con la llamada crisis. Quizas si, las cifras sean optimistas, pero a ver si sólo va apoder tirarse a la piscina González-Pons. Y sin embargo, IU si que la partida ecónomica para tales gastos la ha especificado con la subida de impuestos progresiva y la lucha contra el fraude.

El 15 de Octubre nos vemos

13 de Noviembre 2010, en una cafetería de Túnez dos activistas sociales se lamentan de la situación política en su país. El paro es insoportable, la corrupción está extendida en todos los resortes del poder y el régimen lo controla absolutamente todo. Nadie se mueve, en un ambiente depresivo y ausente de esperanza. Dos meses después, el gobierno es derrocado por la población.

15 de Abril 2011, cualquier ciudad del estado español. Dos activistas se lamentan de la situación en su país: sindicatos domesticados firman recortes, millones de parados sin futuro, nadie se mueve, no hay capacidad de protesta desde la izquierda social, todo el mundo parece resignado. Un mes después, surge el 15M. En ambos casos, a escasas semanas de producirse un vuelco en la dinámica de la protesta social, éste parecía del todo improbable. Hoy podemos estar a las puertas de un nuevo salto, las causas que motivaron el 15M están siendo alimentadas por el sistema con gasolina.

El panorama actual en el estado español está muy lejos de estabilizarse, todo apunta a una profundización mayor de la Crisis, extensión del sufrimiento y nuevas medidas antisociales que retroalimentará el descontento social y sensación de nulas perspectivas de mejora.

La previsión meteorológica apunta a fuertes tormentas:
  • El Mundo camina hacia una segunda recesión, posible Gran Depresión, alimentada por la aplicación de medidas de austeridad sobre la economía real.
  • El 97% de los ciudadanos rechaza los recortes sociales.
  • La asesora de Artur Mas apunta a una inminente explosión social.
  • El 70% de los parados actuales en Catalunya se quedarán sin prestaciónentre Octubre y Marzo de 2012.
  • Se prevé incremento del Paro en España hasta, al menos, casi el 21%.
  • Las políticas de recortes y derechos sociales se incrementarán, lo cuál generará mayor profundización de la Crisis empujando a millones de ciudadanos a la desesperación.
  • Millones de jóvenes, el músculo de cualquier revuelta, saben que este sistema no les ofrece futuro, España es el estado con más paro juvenil más alto de Europa. Como mucho, picotearán precariedad.
Así pues, el caldo social que se materializó en el 15M va a subir mucho la temperatura.

Ese incremento del conflicto social difícilmente se canalizará en forma de estallido social desorganizado como en algunos barrios franceses o recientemente en Inglaterra. El descontento ha encontrado una forma, difusa, de organización y, por ello, es mucho más preocupante para el poder.

El incremento de la protesta en la calle ya no se limita a meras manifestaciones controladas por los agentes sociales del régimen. Las acciones multitudinarias son imaginativas, descaradas, masivas, lo que las hace increíblemente molestas para el sistema. De momento no se ha optado, inteligentemente, por una represión directa y total ya que las consecuencias de ello serían previsibles. Pero esperar que se diluya la protesta por si sola es extremadamente ingenuo. Más temprano que tarde se va a producir un fuerte incremento, paulatino o sorpresivo, y al sistema no le quedará otra opción que reaccionar con represión contra una población harta de agresiones sociales, sufrimiento e identificación de responsables privilegiados.

Como en Túnez, como aquí hace unos meses, nadie puede saber cuándo ni qué será la última gota que hará pasar las protestas a un nivel mucho mayor y con mucha mayor participación. Podemos estar a semanas o meses vista.

Pero pasará. El 15 de octubre nos vemos

 


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lunes, 29 de agosto de 2011

No somos mercancía en las manos de políticos y banqueros X

De los indignados se ha dicho que somos sediciosos, agresivos, que somos pulgosos y lujuriosos, que somos ilegales, perroflautas, violentos y delincuentes; que somos unos golpistas como Tejero, totalitarios, antisistema, que tenemos entrenamiento en kale borroka de ETA, que somos una guerrilla urbana. Y que somos cuatro gatos malcontados, unos niñatos enrabietados, y batasunos, que somos los cachorros de Rubalcaba, que somos ratas, que somos insalubres, que somos delirantes… Eso sí nadie de estos ha dicho que queremos, que reclamamos de verdad.

Cuesta encontrar un colectivo más insultado en menos tiempo. Y cuesta todavía más encontrar a una movilización más inmune a las calumnias. Hace un mes, cuando aparecieron en escena, las encuestas en la prensa daban un mayoritario respaldo social a este movimiento y a sus reivindicaciones. Este fin de semana, tras una durísima campaña en su contra, una nueva encuesta ha corroborado que mantienen intacto ese respaldo ciudadano; ni siquiera estas toneladas de manipulación y propaganda han bastado para sepultarnos.

Desde la derecha –de donde salen la mayoría de estos insultos–, primero elogiaron el espontáneo movimiento. Después, aseguraron que era una operación de Rubalcaba para las municipales. Más tarde los ridiculizaron como pulgosos pacifistas y por último nos tacharon de proetarras violentos. Cada tres o cuatro días, más o menos, pronostican el fin de este movimiento; siempre con el mismo acierto. Como los que protestan han sido siempre los mismos, cabe preguntarse si se puede ser a la vez pacifista, violento, etarra y esbirro de Rubalcaba. La contradicción hasta en los insultos da la medida adecuada del miedo que a algunos les provoca esta protesta. Y sobretodo de lo "buenos" periodistas que son, y la calaña informativa que tenemos que padecer en el país de la telebasura.

Uno de los lemas más oídos es: "Lo llaman Democracia y no lo es". Pues bien, hasta que punto podemos hablar de la democracia real que palpamos y sentimos desde la Unión Europea y sus instituciones de carácter neoliberal recalcitrante, y que funcionan como siervos de los mercados y esclavizan a los seres humanos. Dos cifras para no perdernos. La primera: para salvar al sistema financiero de los errores que provocó su propia voracidad suicida, Europa inyectó 311.400 millones de euros en sus bancos. El total de dinero movilizado por los socios de la UE en 2008 y 2009, tras la caída de Lehman Brothers, alcanzó los 3,7 billones de euros si sumamos también los préstamos y los avales y garantías no ejecutados que pusieron sobre la mesa las naciones europeas para respaldar a sus irresponsables banqueros. Por entendernos: 3,7 billones de euros es más dinero que el PIB de España (1,1 billones) y el de Alemania (2,4 billones) juntos.

La segunda cifra: el rescate a Grecia costará 110.000 millones de euros y no es un regalo desinteresado. Salvamos a Grecia para salvar de nuevo a la banca europea. También para evitar que la deuda soberana se encarezca aún más y el terremoto se lleve por delante al euro, de sur a norte. Los griegos pagarán el préstamo a sus socios con un 4% de interés. Y con su sangre.

Comparen ahora, si es que se quieren enfadar, el incondicional rescate a la banca europea y mundial –que en estos tres años de crisis apenas ha padecido reforma alguna– con los dolorosos recortes que hoy exigimos a Grecia. El “rescate” que impone la UE francoalemana a su supuesto socio tiene un nombre médico: ensañamiento terapéutico. Consiste en recetar dolor y más dolor a un paciente que se da por perdido. ¿Podrá acaso la anoréxica economía griega pagar lo que debe con una nueva dieta?

En el mejor de los casos, los ciudadanos griegos tienen por delante un lustro de recesión. En el peor, un corralito argentino. Es cierto: gran parte de la responsabilidad es suya. Al menos tanta como la que nunca han asumido por esta crisis los banqueros.

La realidad es que España y Grecia son los países donde más se ha encarecido la vida desde la llegada del euro. El gráfico de debajo viene a decir a grandes rasgos que somos europeos para cobrar, pero que practicamente seguimos estando en la autarquía de las dictaduras, que ambos países sufrieron en la segunda mitad de siglo XX, y los salarios poco o nada tienen que ver con el precio de la vida. O de la bolsa de la compra. Las subidas salariales por efecto de los vaivenes del IPC no son más que una falacia neoconservadora, puesto que en ningún momento desde la llegada del euro el famoso redondeo al alza que hemos sufrido, y que cualquiera puede comprender si piensa y analiza lo que cobraba y compraba hace 10 años y lo que cobra y cobra actualmente, es una realidad palpable a la hora de pagar, pero de la que nada se sabe en el momento de cobrar.

Indignado no. Hasta los cojones

Sé que puede parecer una expresión machista pero, en realidad, sólo refleja el estado de ánimo en el que me encuentro y mi brutalidad innata no me permite encontrar mejores formas de decir las cosas ni de que me entiendan quienes deberían hacerlo y ya se han acostumbrado al delicado y romántico término "indignado", acuñado por Stéphane Hessel.

A finales de año cumpliré 29 años; no tengo perro ni flauta, afortunadamente tengo trabajo. Un hermano que es fantástico. Estuve enamorado y ahora me siento genial, animado y vigorso. Vivo en una provincia y ciudad que resulta agotadora y sin ningún futuro, lo primero achacable a la mentalidad de la plebe, lo segundo a los políticos que ha tocado soportar; y, a pesar de todo esto, estoy hasta los cojones.

Si ayer hubiese estado en Madrid, habría cogido mi inexistente flauta, habría llamado a mi imaginario perro y me habría tirado a las calles a gritar mi hartazgo.

Porque, sí señores, estoy hasta los mismísimos de los hipócritas políticos que nos gobiernan, de una constitución obsoleta que nos hizo creer en sueños de democracia, de una ley electoral hecha a medida de un sistema bipartidista que ignora a las minorías, de que la corrupción sea el pan nuestro de cada día, de que los problemas económicos recaigan sobre los pobres, de que a nadie se le ocurra subir impuestos a los que más tienen en lugar de recortar derechos a los que no tienen nada, de que se rían de uno por querer un mundo mejor, de que los bancos gestionen nuestras vidas, de que el Papa quiera darme lecciones de moral y, encima, se pasee con nuestro dinero por nuestras calles, de que esas calles no sean de todos y no se pueda circular por ellas libremente, de que en el siglo XXI todavía existan reyes y principitos que no han sido elegidos por nadie y que mantienen privilegios de cuna, de que la democracia sea un término que los políticos utilizan a su antojo sin escuchar al pueblo al que gobiernan, de que los verdaderos delincuentes sean los poderosos y puedan delinquir a sus anchas sin que la justicia actúe contra ellos, de que se compren y vendan armas con total impunidad mientras en África la gente muere de hambre, de que se expolie a ese continente y se declare a sus habitantes "ilegales" en el resto del mundo, de que nos hayamos acostumbrado al sufrimiento de los demás amparados por un falso "estado del bienestar" que nos mantiene alienados, de que la "Comunidad internacional" bombardee pueblos en nombre de la libertad y mantenga a dictadores por conveniencia económica, de que la prensa manipule la información en función de quien le paga, de que en el parlamento no se escuche la voz del pueblo sino la de unos manipuladores que sólo defienden su propia conveniencia, de que haya intereses por encima del trabajo, la educación y la sanidad, de que cualquier atropello sea posible en nombre de los mercados, las primas de riesgo, la Unión Europea o el Sistema financiero, de que los ricos sean cada vez más ricos y los pobres cada día más pobres, de que la vida la disfrute sólo una minoría mientras la mayoría lucha por sobrevivir, de que se me descalifique por creer que las cosas sólo pueden mejorar si tiramos abajo este sistema ...

Por todo esto y algunas cosas más, estoy hasta los cojones.

Para rematarla, algún iluminado decidió ayer que ya estaba bien de protestas y que era hora de actuar con violencia contra quienes no la emplean y sólo exigen sus derechos.

Bien, pues de ese tipo de decisiones y de quienes las toman, estoy también HASTA LOS COJONES.

Me apetecía decirlo aunque a nadie le importe.


Un dato muy claro: Grecia es el estado del mundo con un mayor ejército en comparación con su población. El conflicto que justifica tal dispendio en su eterno affair con Turquía en todas las islas del Mar Egeo, o el Mar Jónico. Su principal proveedor es Alemania, quien sistematicamente ha ido boicoteando cualquier tipo de medida en los distintos foros internacionales como Unión Europea, Naciones Unidas o incluso en la OTAN, que pudiera facilitar una resolución pacífica del conflicto y que permitiera a los griegos, evitar esa mentira que la derecha utiliza tan bien como es el patriotismo, la nación, la unidad y el orgullo de la patria, para desmontar todos los servicios sociales (ahora con la complacencia y exigencia de la UE y los mercados). Alemania prefiere la guera y la bronca entre turcos y griegos, siempre y cuando su chiringuito sea el beneficiado.

¿Liquidamos el estado de bienestar?

Me ha sorprendido leer hoy un artículo de Carlos Rodríguez Braun en Expansión hablando sobre si liquidamos el Estado del Bienestar. En dicho artículo se afirma que liquidarlo no haría que la sanidad, la educación, las pensiones y los seguros de desempleo desaparecieran sino que serían más eficientes. Y que los más desfavorecidos serían atendidos no por el Estado (que según él lo hace mal) sino por personas como Teresa de Calcuta. Voy a desmontar la sarta de barbaridades que ha dicho este hombre.

Primero, el autor ha afirmado sin proporcionar ningún otro dato que si el Estado no invirtiera en dichos servicios serían más eficientes. Hay casos que demuestran lo contrario, como la sanidad en EEUU, que es un disparate precisamente por no existir alternativa pública. La sanidad privada pura tiende a aumentar sus costes, a expulsar a los sanos y a aumentar las cuotas, a no ser que esté estrictamente regulado. E incluso en EEUU existe la sanidad pública para jubilados y desfavorecidos.

Los seguros de desempleo privados pueden sonar muy bonitos sobre el papel, pero en la práctica sería algo parecido. La gente con empleo precario tendría que pagar unas primas muy altas, ya que hay más riesgo de despido, y posiblemente no podrían pagarlos por sus bajos sueldos. Si los que tienen empleos más estables tuvieran primas altas para compensar al final se arriesgarían a no tener seguro, y el sistema sería insostenible.

Sobre las pensiones, existen dos problemas. El primero es el de la rentabilidad. La bolsa española está a niveles de finales de los años 90. Las personas que hubieran invertido en la década pasada en planes de pensiones habrían tenido pérdidas importantes. El sistema privado no está exento de tener problemas. Y por otro lado necesitaríamos un periodo transitorio para toda la gente que está jubilada y que no se hizo estos planes porque estaban las jubilaciones públicas. ¿De donde sacamos el dinero? ¿O les cobramos a los trabajadores de hoy las cotizaciones para los pensionistas de hoy y no les damos nada en el futuro? No es un tema fácil, el Estado se gasta más de 100.000 millones de euros al año en este tema.

Y sobre la educación, está muy bien hablar de eliminar la pública y bajar los impuestos, pero para muchas familias sería inasumible pagar la educación simplemente por bajada de impuestos. La educación es cara, por eso se lleva tanto dinero de los impuestos. ¿Qué haríamos, eliminar la educación obligatoria y el que pueda pagársela bien y el que no que se dedique a empleos sin cualificación?

Y sobre los pobres, los más desfavorecidos, citar a Teresa de Calcuta cuando hizo su labor en un país en desarrollo sin un Estado del Bienestar como en España me parece bastante demagogo. Es cierto que las ONG realizan su labor de ayuda, pero el Estado también dedica recursos que si desaparecieran harían la sociedad más extrema, con más diferencia entre pobres y ricos, cosa que no interesa a nadie (tampoco a los ricos, que tendrían más miedo a la criminalidad o a las posibles revoluciones que vimos en épocas de más injusticia social).

Sinceramente, creo que se puede y se debe hablar de los excesos que ha cometido el Estado (un aeropuerto por provincia, por ejemplo), ver si los impuestos son suficientes, ver si es necesario que haya servicios gratuitos o si hay que implantar el copago (educación y sanidad), ver si el seguro de desempleo está bien diseñado para que el parado tenga incentivos a la búsqueda de empleo… pero de ahí a decir que viviríamos mejor sin Estado del Bienestar….


No es deuda es un negocio

Hace tiempo que diversos economistas, teóricos, pensadoras y personas que pretendemos informar, formar y movilizar, estamos advirtiendo sobre la deuda llamada pública, es decir la deuda de los estados, así como sus negativas consecuencias para los pueblos. La asociación CADTM lleva unos años haciendo una magnífica labor en este sentido. La deuda atenazó durante decenios a África y sigue haciéndolo, también a América Latina, mediante la aplicación de planes del FMI y del Banco Mundial. Ahora lo que significa la ruina del pueblo y el negocio de los bancos y los especuladores financieros se traslada a Europa, tras haber sido arrojados a patadas los “expertos” del FMI y neoliberales de muchas de las repúblicas de Latinoamérica a las que quisieron acabar de esquilmar.

Los fondos de “ayuda” del FMI y los tristemente famosos rescates no se establecen sino para pagar los préstamos que bancos y fondos de inversión realizan a gobiernos, empresas privadas y bancos de los países endeudados, garantizándose de esa forma el que cobrarán con intereses sus deudas, muchas veces leoninas.

El rescate para poder pagar la deuda griega es para garantizar el cobro de bancos franceses y alemanes del dinero alegremente prestado a los gobiernos de la derecha que llevaron al país a la quiebra. En el caso español, están incluidos todos los pufos de la burbuja inmobiliaria.

¿Pero quién paga las deudas? Los pueblos y ¿cómo las pagan? Pues con planes de ajuste y ahorro y mediante privatizaciones. Esto no es nuevo, y Stiglitz, que lo conocía de primera mano, lo denunció ya hace varios años. También Eric Toussaint tiene magnifica literatura al respecto.

El problema nuestro es qué propuesta sensata hacemos con respecto a la deuda del Reino de España. La Conferencia de Bruselas del 31 de mayo pasado, convocada por Attac Francia, Attac Alemania, CADTM, Transform y Solidaires, con apoyo de GUE, la izquierda del Parlamento Europeo, exige la auditoría previa, así como quitas y moratorias. Igualmente se denuncia el fabuloso negocio que la deuda produce a los prestamistas, pues gracias a las agencias de calificación -que colaboran con ellos, pues son privadas y por tanto están en el negocio-, entre otros factores, provocan sustanciosas subidas de los intereses y encarecen hasta la usura el valor de los bonos de deuda que salen a subasta.

Los gobiernos sin excepción en Europa -excepto Islandia, que además no está en la UE- garantizan los pagos y devoluciones ahorrando en servicios públicos y vendiendo el sector público, con lo que el negocio es redondo: en primer lugar los bancos garantizan sus beneficios y compran bienes y servicios públicos para hacer negocio con ellos y enriquecerse ampliando su base de negocio.

¿Cuál es pues el resultado final? Que se incrementa aún más la bestial transferencia de rentas de las clases populares a las poderosas y capitalistas. Hablando en román paladino, los trabajadores y trabajadoras, las personas paradas y pensionistas, las pequeñas empresas, garantizan el negocio de la gran banca y las grandes fortunas a base de ver reducidos sus salarios, sus pensiones y empobrecerse cada vez más, lo cual a su vez es una rueda endiablada, pues impide la salida de la crisis, pero sin embargo las y los ricos y los fondos de inversión cada vez obtienen más y más beneficios.

¿Qué entiendo debiéramos proponer ante este desaguisado? Pues que el gobierno, tanto español, como griego, que los gobiernos de Europa, hagan como hicieron algunos gobiernos latinoamericanos y se nieguen a pagar la deuda. QUE NO PAGUEN LA DEUDA.

¿Qué ocurrirá si no pagan? Pues muy sencillo, que los bancos deberán volver a negociar, introducir quitas y moratorias y mientras tanto se puede auditar, por instrumentos públicos e independientes, el monto real de la deuda pública. Pero esto debe ir acompañado de dos medidas urgentes, que ni debemos ni podemos olvidar, y son el establecimiento de las ITF, es decir impuestos sobre los movimientos de capital, y la supresión real de los Paraísos Fiscales. En esos lugares hay mucho, mucho dinero, y no hace falta que sigan robándole de la pensión a nuestros abuelos y abuelas, basta con suprimir los paraísos fiscales.

Es necesario emprender una acción política seria y decidida, una acción sindical de clase y comprometida con los intereses de las clases trabajadoras y paradas, y una constante movilización ciudadana. Por eso, el 23 de Julio, día en que llegan las marchas a Madrid, debiéramos ir todas y todos allí a recibirlos y exigir al gobierno que no pague la deuda, que se niegue y ya veremos qué pasa. Por que ni podemos estar peor, ni en mucho tiempo vamos a estar mejor. Hay que exigirles que dejen de escuchar solo a los mercados y comiencen a escuchar a la gente, al pueblo trabajador.

Las políticas neoliberales son la crisis y el desastre, es imprescindible construir ya una amplia red antineoliberal, y si no están dispuestos a hacer caso y gobernar con justicia, cosa que dudo profundamente, ¡¡que se vayan todos!!.

Al contrario que muchos de los partidos políticos, sobretodo mayoritarios o nacionalistas, el 15M si que está planteando alternativas, nuevas ideas y propuestas para salir de la crisis económica y social, pero también para mejorar la salud y calidad democrática de España.

Más de 500 personas participaron este miércoles en Sol en la primera sesión del Debate del Pueblo en el que varios colaboradores del Movimiento 15-M han hablado de algunos temas que, en su opinión, no se han tratado o no se han querido tratar en el debate que ha tenido lugar en el Congreso.

Una portavoz ha explicado que este Debate del Pueblo, convocado por la asamblea general de Arganzuela y que también se celebrará este jueves a la misma hora, "es necesario porque los problemas de los ciudadanos no encuentran eco en el debate del Congreso de los Diputados, lastrado por los cálculos electorales y el marketing político".

En ese sentido, los organizadores han querido propiciar el debate y el pensamiento crítico entre los ciudadanos para no aceptar sumisamente el discurso interesado de que solo existe una política.

El debate de las víctimas del sistemaTom, de la comisión de economía, uno de los primeros en intervenir, ha remarcado que la diferencia entre los dos debates es que en el del Pueblo participan las víctimas del sistema, mientras que en el del Congreso, los beneficiados.

También ha explicado que el sistema mundial se basa en un crecimiento económico infinito, cuando en realidad, los recursos del planeta son finitos y ha remarcado que las políticas de competitividad solo aumentan las tasas de ganancias de las empresas pero no el empleo.

Ricardo, también de la comisión de economía, ha explicado que las políticas de ajuste impuestas por Europa, no solo son evitables, sino que además son perjudiciales para salir de la crisis económica.

Ha basado esta premisa en que la deuda pública del Estado no es realmente alta, alrededor del 60 por ciento del PIB, cuando la de Alemania y Francia rondan el 80 por ciento.

Es la deuda privada de las empresas españolas la que alcanza cuatro veces el valor del PIB, siendo la deuda externa de la banca la mitad de esa enorme suma, por lo que no son necesarias políticas de ajuste de la deuda pública, sería necesario, en su opinión, mayor gasto público.Íñigo, del grupo de economía, que se reúne todos los lunes a las 19.00 en la plaza del Carmen, ha dicho que la economía es responsabilidad de todos, por lo que deberíamos pasar más tiempo pensando en qué gastamos nuestro dinero, y hacerlo de una forma responsable.

Luis, del grupo de economía, ha detallado un informe con 22 propuestas abiertas para salir de la crisis económica que se puede consultar en la página web del movimiento 15-M acampado en Sol.

En un acto de apoyo a Grecia, se ha contactado con los administradores de stopcartel.gr, grupo que ha grabado muchos de los vídeos streaming de los disturbios en Grecia, según una de las organizadoras del evento.

En la conexión, los participantes del Debate del Pueblo han mostrado su apoyo y solidaridad con la situación que se está viviendo en el país, el mismo día en que el Parlamento heleno ha aprobado nuevas medidas de recorte y subida de impuestos.


La austeridad en los salarios... claro en la de los obreros

La nueva directora gerente del FMI, Christine Lagarde, cobrará 383.000 euros por año, un 11% más que su antecesor. En su contrato se explica que esta modesta cantidad completamente libre de impuestos está destinada a que mantenga “un nivel de vida apropiado a su posición”. El FMI, por recordar cosas desagradables, es quien receta “austeridad” y “contención salarial” como ricino obligado para salir de la crisis. El FMI es también un organismo internacional que tiene entre sus objetivos fundacionales “promover un empleo elevado y un crecimiento económico sostenible” o “reducir la pobreza en el mundo entero”. Sin duda ese 11% de aumento para el salario de su nueva jefa va “ligado a la productividad” del fondo y responde a lo bien que van esos retos en el mundo, precisamente por los ajustes que aplica el propio FMI (a los demás).

Con todo, el sueldo de Lagarde se queda en nada cuando se compara con lo que cobra el exdirector gerente del FMI bajo cuya controvertida gestión se gestó la crisis actual. Hablo de Rodrigo Rato, hoy presidente de Bankia. Esta nueva entidad financiera a punto de salir a bolsa es una empresa privada y, como tal, tiene derecho a decidir cuánto paga a sus directivos. Sin embargo, Bankia es una empresa privada algo especial: creada de la privatización de varias cajas que, a su vez, han sido apuntaladas con dinero público. No han sido tampoco los accionistas quienes han nombrado a Rato.

El sueldo exacto de Rato es un misterio, pero sí se sabe que entre los tres primeros ejecutivos de la entidad ganarán 10,15 millones de euros. Incluso si esa cifra se repartiese a partes iguales –cosa harto dudosa, siempre cobra más el presidente que sus subordinados– el sueldo de Rato no bajaría de tres millones de euros al año: al menos diez veces más que Lagarde.

Pero no quedan aquí las suspicacias. Los que hoy están en la oposición y mañana desgraciadamente en el gobierno (pese a que desde fuera se pregunten quién es Rajoy) no tienen ideas, y encima se permiten el lujo de insultar a los únicos que las plantean: El 15M y los jóvenes españoles. Tampoco las tienes el "candidato" que sólo busca tocar las migajas en la izquierda, pero que en los últimos 4 años no tuvo, ni la voz, ni la autoridad para plantar cara a los mercados, por la gente, por la ciudadanía y también por la izquierda, la decencia y la justicia social. Por fortuna, muchos creemos que un voto al 15M es posible.

Pero lo auténtico es que con el adelanto electoral, poco a poco se van conociendo algunas propuestas de la derecha y es que realmente da miedo. No cabe duda que leyendo algunas consignas baratas y ya archiconocidas, recetas de toda la vida, que alimentaron la "primera burbuja inmobiliaria" y que no cabe duda volverían a provocar el desastre que de momento tratamos de solventar. Lo de plantear soluciones reales y medidas que vayan en una reconversión del sector económico del país, no les interesa. No permite la especulación, ni la corrupción. Además eso de plantearse subir los impuestos a las clases altas da muy mal rollo. Y encima dice que esa medida generaría más desempleo. Sin vergüenzas.

Cuando los mercados funcionan con tanta fuerza y están tan metidos en el subconsciente y en la vida real, que incluso indignados, favorecemos el negocio. Pero la realidad es que al chispa ya prendió y la primera ola ha llegado a la costa y no se ha parado. Lo que ha sucedido desde el 15 de mayo hasta ahora ha sido la primera ola. En adelante va a seguir una tempestad que va a cambiar los cimientos del sistema económico y de la propia sociedad, para humanizarla y construirla desde una base de respeto, justicia social, libertad y dignidad para todos los seres humanos del planeta y para la propia salud del mundo.

Hasta el momento a la primera perplejidad de las autoridades y de sus voceros habituales precursores del pensamiento único, le ha seguido la indiferencia y la falta de atención del presidente saliente por el lado de los medios y los micrófonos, y la violencia y los desalojos por detrás, para deshacerse de ese grano en el culo que somos los indignados. La represión ha sido brutal, también con motivo de la inoportuna y pueril visita papal, y pese algunas actitudes por parte de los indignados totalmente reprochables y condenadas ya de antemano, la respuesta a la indignación y los planteamientos e ideas y resoluciones asamblearias ha sido la fuera bruta, las porras y coacciones por parte de la policia.

Lo cierto es que no hay visos de mejora. Y si de una recesión mundial. Por mucho que se quiera decir y aunque no es menos cierto que los abusos de la patronal se llevaban produciendo desde hace mucho tiempo y con la convenencia de las distintas administraciones (el número de inspectores laborales se han reducido en un 35%) y sin embargo se siguen desmantelando los servicios sociales o precarizando otros muchos, como por ejemplo las becas de investigación.

Yo ya no sé si la solución es que los ricos espaoles como en Francia y algunos casos en Alemania, tengan que pedir que les suban los impuestos ante la desidida de sus gobiernos, aunque creo que son medidas publicitarias, de cara a la galeria. Lo unico claro es que ahí muchas mentiras:

“España tiene los recursos, pero no tiene el coraje político de recoger esos fondos” (Vicenç Navarro)

Hemos asistido en Santander a una conferencia del catedrático Vicenç Navarro, titulada “El modelo social europeo ante la globalización”. Ha sido una conferencia llena de datos muy reveladores y que merece la pena compartir.

La fuente empleada es Eurostat, probablemente la más fiable, pero que tarda en ser actualizada, y por ello los datos son todos de 2008.

La conferencia ha empezado describiendo la situación de distintos países europeos, para sustentar la tesis de que los países que tuvieron una dictadura en la segunda mitad del Siglo XX, como Portugal, España y Grecia, más Irlanda, que ha seguido políticas de extremismo neoliberal, necesitan equiparar sus cifras de gasto público a las del resto de Europa, en lugar de limitar el déficit por vía constitucional.

Empecemos con el análisis comparativo del gasto público:

Con estos simples datos puede verse cómo España es el segundo país de la UE con menor gasto público, sólo detrás de Irlanda. Navarro ha dicho: “Por mucho que se repita que en España el Estado despilfarra y que hay que adelgazarlo, no deja de ser mentira, y el que diga otra cosa, que lo demuestre con datos.”



El segundo ejemplo es el del empleo público:



Como se ve en los datos de Eurostat, España no tiene siquiera un funcionario por cada 10 personas, y Suecia tiene uno por cada cuatro personas. Si España tuviera un 25% de empleados públicos, como Suecia, se crearían 5 millones de puestos de trabajo y mejorarían en gran medida los servicios públicos.

El tercer elemento de análisis es la tasa de pobreza, con la hipótesis de que el Estado no interviniera con políticas de igualdad y con los datos reales de pobreza tras la intervención del Estado. Como es lógico, cuanto más diferencia haya entre ambas, mayor política redistributiva.

España sale muy mal parada en ese indicador. Las políticas de transferencias de la UE disminuyen la pobreza en 9 puntos, la de Suecia en 14 y la de España sólo en 4. España tiene, antes de transferencias públicas, una tasa de pobreza menor que la sueca y que la media europea. Sin embargo, por la falta de políticas redistributivas, es el que más pobreza tiene tras la intervención del Estado.

Y por último, Navarro ha mostrado una interesante comparación entre la contribución que paga un trabajador y un millonario en cada lugar:

Tomando como referencia a Suecia y comparandola con España, vemos que un trabajador español paga el 74% que uno sueco, y sin embargo un millonario paga sólo un 20% de lo que paga un millonario sueco. Si España tuviera la política fiscal sueca, ingresaría 200.000 millones de euros más que ahora.
Respecto a la economía de EEUU, cabe resaltar dos datos que ha comentado Navarro: en primer lugar, ha dicho que antes de que Reagan ganara las elecciones, el 1% más rico de EEUU tenía el 7% de la riqueza. Hoy día, ese 1% tiene el 24%. Y por otro lado, ha comentado que en el único Estado de los Estados Unidos que no ha tenido problemas de liquidez es Oklahoma, que tiene un banco público.


Pero V. Navarro no se ha limitado ha describir este negro panorama, sino que ha propuesto alternativas a las políticas de recortes sociales. Entre sus propuestas para incrementar los ingresos públicos, estaban las siguientes:

  • 2.948 millones gravando beneficios financieros

  • 6.900 millones de impuestos finalistas por sanidad (pago por uso de la sanidad al Estado, no a una empresa concesionaria privada)

  • 2.552 millones manteniendo el impuesto de sucesiones

  • 862 millones modificando las multas en función de los ingresos del infractor, que ya está funcionando con éxito en Finlandia

  • 985 millones, con un impuesto de 5 euros por cada vuelo que salga de los aeropuertos españoles

  • 643 millones recuperando el nivel de imposición a las rentas altas previas a las rebajas del Gobierno actual.

  • 63.000 millones combatiendo el fraude fiscal


No necesariamente hay que compartir todas las propuestas que hace Navarro, pero cuanto menos, está bien conocerlas, por su originalidad y como prueba de que hay otras formas de salir de la crisis distinta de las políticas que se están desarrollando actualmente. Para saber más, podéis visitar su blog: www.vnavarro.org.

Lo cierto es que se pitorrean de nosotros, de los indignados y de los que no lo están. Cómo se puede llenar tanto uno la boca con la legitimidad y la madurez para aplicar decisiones cuando pasas olímpicamente de la ciudadanía, agachas las orejas y acatas lo que digan ya sea Merkel, los mercados o el Papa y encima te atreves a plantear la posibilidad de tocar esa biblia de piedra llamada constitución española para darles gusto a ellos. Por qué a ellos, y no a todos cuando se os pidió que aprobaráis la dacción en pago, para saldar las deudas hipotecarias con los bancos, esos cabrones que rescatasteis con nuestro dinero, y que siguen sin prestarlo. Y encima os atrevéis a hacerlo sin consultar al pueblo. En Francia hace 220 años sacaron las guillotinas a las calles y corrió la sangre. Nosotros estamos ya movilizados y pedimos que nos pregunten si queremos que destrocen, denigren y machaquen el estado del bienestar. Grecia estaba ya en la lucha, y ahora lo esta España. Lo estuvo todo el magreb contra esas dictaduras tan convenientes y sigue Siria frente al dictador amigo del Juancar. Chile sigue en la lucha por su futuro, como Londres, arde por la desigualdad racial y social que acontecen en sus guetos. Se acabaron ya los desmanes, la falsa igualdad que permite una justicia a la carta; la falta de responsabilidad y moral política. La publicidad es una palada más para tumbar al capitalismo, tan ocupado de secuestrar nuestra vida. La información fluye y sabemos cómo y dónde consumir. Y si el capitalismo tiene a bien decidir en qué gastarselo y que "causas" promover, nosotros ya sabemos que hacer.

Qué nada ni nada de las autoridades económicas y del liderazgo financiero y neoliberal crean que a partir de ahora van a tocar al pueblo e intentar seguir pisándolo, sin obtener la respuesta y la lucha de la ciudadanía.

Yo no he vivido por encima de mis posibilidades

En el debate de su investidura como presidenta de Navarra, la candidata soltó una afirmación que se ha hecho un lugar común entre muchos políticos y economistas y que me irrita especialmente. Lo dijo replicando al portavoz de Izquierda-Ezkerra: "Todos somos en parte responsables de la crisis porque hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”.

Lo bueno de repartir la responsabilidad entre todos es que al final la culpa no es de nadie. El castigo de la crisis económica nos ha caído encima como algo fatídico, es cosa del destino, qué se le va a hacer, cada uno que apechugue con lo que le toque, se lo ha merecido. Nada de buscar culpables, nada de poner castigos. Así que todo el mundo puede seguir en sus mismos puestos: los banqueros, los economistas, los políticos, los parados.

Es un argumento tramposo hasta la náusea y en lo que a mí se refiere lo niego rotundamente. Yo no he vivido por encima de mis posibilidades. Llevo muchos años viviendo incluso un poco por debajo de mis posibilidades. Llego a fin de mes sin gastarme todo mi sueldo e incluso he logrado ahorrar un poquito. Hace más de un cuarto de siglo que no he pedido prestado y no debo nada a nadie. Pago al contado y no compro cosas con dinero que no tengo. La última vez que pedí dinero fue con la única hipoteca que he tenido para comprar mi vivienda; la pagué religiosamente e incluso la cancelé de forma anticipada. No he comprado más inmuebles, no he jugado a la bolsa, no he invertido mis ahorros en fondos especulativos. He pagado mis impuestos puntualmente, además sin posibilidad alguna de defraudar ya que cobro del erario, y además he contribuido a algunas oenegés.

No me quejo sobre mis posibilidades; vivo razonablemente bien y no he sentido la necesidad, que por lo visto otros tienen, de endeudarme para hacer viajes exóticos o alojarme en hoteles de lujo asiático, para cambiar de coche cada par de años y cada vez comprar uno más potente, más rápido, más todoterreno, más caro, para renovar el vestuario cada temporada y el mobiliario cada pocos años, para comprar un apartamento en la playa o para sacarme el título de piloto de helicóptero. Soy de costumbres simples y de gustos vulgares y baratos. Pero lo que no trago es tener que compartir la supuesta culpa colectiva de haber vivido por encima de mis/nuestras posibilidades.

Y si me quieren acusar de individualista y de ignorar que también como sociedad hemos llevado un estilo de vida por encima de nuestras posibilidades colectivas, que también ha habido unos gastos públicos excesivos, también rechazo mi culpa. Nunca he votado por los que nos han gobernado (soy un perdedor crónico), pero además me he opuesto y he criticado en privado y en público sus decisiones económicas. He censurado la desregulación de los mercados, la especulación financiera, la burbuja inmobiliaria, el desarrollismo a ultranza, las inversiones desmesuradas de dudosa utilidad social (llámese AVE, aeropuerto de Ciudad Real, circuito de velocidad de Los Arcos o museo de los sanfermines), bajar los impuestos a los ricos, tolerar el fraude fiscal y permitir los paraísos fiscales, los sueldos millonarios de ciertos responsables económicos o políticos, el gasto militar y las guerras de los últimos cuarenta años. La verdad es que los que mandan, y la mayoría de la población, no me han hecho ni puñetero caso. Como soy demócrata me aguanto, pero no me siento responsable de los chandríos que han hecho otros con mi opinión y mi voto en contra.
Ojo, si hablamos de ser responsables en otro sentido, no como culpables, sino como comprometidos, si hay que echar una mano para ayudar a recomponer el desastre, estoy dispuesto. Si hay que pagar más impuestos, se pagan, pero todos, incluidos los que vienen escaqueándose desde hace siglos. Si hay que trabajar más, se trabaja. Si tenemos que vivir por debajo de nuestras posibilidades una temporada, se hace, yo ya tengo costumbre. Si hay que ser solidario, que hay que ser, voy el primero. Pero culpables, no lo somos todos. A los culpables sí que hay que pedirles sus responsabilidades personales, sean políticas o sean penales, sin que se escabullan camuflándose en la muchedumbre y en el pecado colectivo.
Por lo tanto yo, Ángel Luis Domínguez Nacimiento, me declaró "No culpable" de la crisis financiera actual, ni tampoco ya de la escasa realidad democrática de esta ciudad, de este país, continente fisico o político, o de este planeta. Ya estoy indignado, y movilizado, sumando pequeñosa granos de arena para conseguir cambiar este mundo y hacerlo un lugar mejor para tod@s.


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