No voy a ilustrar con imagénes o videos tres ejemplos acarecidos la última semana que muestran la deriva cultural, violenta y subversiva a la que se dirige el país. Ninguno de los personajes merecen aparecer más aquí en mi ventana ya sean matones de youtube, ultras o ex-presidentes del gobierno masturbadores de si mismos.
Evidentemente los gestos y palabras de tan siniestros y poco agraciados personajes se califican por sí solos y califican a quien los comete. Qué decir del Ultra-sur que increpado por la grada vitoriana, en la final de Copa del Rey de basket decidió desde el centro de la cancha lanzar tan airados reproches con una gesticualidad más propia de un simio que de un ser humano. Su corte de pelo y poses de matón le valieron para poco y más beneficioso para él y para la salud moral hubiera sido que respondiera a la provocación que estaba sufriendo con alguna cita proviniente de la filosofía helenística. Por desgracia, parece ser cierto que aunque inútil hemos dejado el sofisma por la no menos inútil yustaposición de argumentos con el falo como instrumento y símbolo.
Lo que se le paso por su rapada cabeza, le sirvió, atentos, a "John Cobra" como ilustrado ejemplo para al día siguiente volver a escandalizar a la sociedad. Resulta que al amigo, promovido por un foro en internet sobre coches y tuning, tuvo a bien volver a peregrinar a la verborrea violenta así como al gesto chulesco, dentro del escenario de la gala en la que TVE elegía a "nuestro" representante en Eurovision. Un año más el ente público decidió que para hacer el ríduclo una vez más valía la pena volver a abrir la posibilidad de representación en el festival a cualquiera y que fueran los espectadores los que votaran (se gastarán la pasta en SMSs) y poder así haciendo participes al público maximizar la audiencia. Hubo una criba previa por parte del jurado, pero aún así a la gran final llego un personaje cuyo oficio consiste en intentar por todos los medios hacerse rico y famoso sin más mérito que la violencia como gesto y ostentación, la ignorancia y la decencia como virtudes olvidadas y mucha jeta como presentación. Sin obviar que por mor del bochorno y de más audiencia, ha conseguido sus propósitos, me sigue resultando chocante y ahora ya pasado el cachondeo del chikilicuatre, lamentable que la tv pública, la que pagamos todos mantenga este tinglado y no sólo eso, sino que sea una de las potencialidades de la cadena. Que un personaje machista, encarado, mal educado, violento y por cierto, sin ningún tipo de talento musical, que es de lo que se trata o se trataba diera el cante de esta manera es un bochorno histórico. Apoyado por un foro de coches, el tal John Cobra, que ya nos había dejado perlas diseminadas por otras cadenas e internet, es un ejemplo claro de lo que la NO educación está implantada en Valencia, región de la que el PP debe sentirse orgulloso por haberla puesto a la cola en todos los rankings de educación pública estatales. Ante el abucheo por su bochornosa actuación musical respondió con un vocíferado monólogo cargado de insultos y su peculiar visión de la sexualidad y la resolución de conflictos. Salvo el honorable Iñigo, parece ser que no hubo manera de pararle, ahora que a la Tv pública le han privado de la subsistencia por vía mercantil.
Pero estos dos niñatos y subnormales, al igual que otros cuantos que andan por ahí, recibieron clases del más imbécil de todos. A José María Aznar, recordemos ex-presidente de un gobierno democrático, que nunca tuvo grandes dotes para demostrar deontológica y siempre careció de inteligencia y saber estar, en su pensionado retiro no le importo dedicarles una peineta a unos estudiantes de la Universidad de Oviedo que a su vez le increpaban. Pobrecillos que ya no recuerdan las bonanzas de la deriva neo-con, militarista y feudal en la que nos metió este personaje, en la que España se empananta en la actualidad por culpa, en gran parte, del desaguisado económico y social que dejo como herencia. Estirar la mano y más aún el dedo corazón no es el gesto de empaque político que se podía esperar de un ex-mandatario. Mucho menos valiente tras los guardaespaldas, y menos aún con el adorno de su sonrisa soberbia. Evidentemente tal escena no era digna de un centro del saber, aunque sea privado, y si más de una riña barriobajera protagonizada por los dos mozalbetes anteriores. Pero claro no tiene que ser fácil aguantar insultos y protestas aunque te paguen una millonada por ello. La siempre enferma mente de Aznar no cabilo los resultados de su gesto y menos aún desentrenada ella entre tanta abdominal, tanta vigorexia. Las tesis políticas de tal megalómano personaje nunca fueron más allá del narcisismo y la auto-felación y cualquier consejo que quiera darnos o sugerir a su delfin, el gallego, no hacen más que provocar el escarnio, la verguenza ajena y el odio entre clases, entre ideologías.
Hay semanas para todos los gustos pero sólo nos queda esperar que esta última no se repita ni se tome como ejemplo. Por fortuna ninguno de los tres personajes reune las neuronas suficientes como para vencer a un lemur a las damas, pero ante la deriva ideológica y la radicalización de las posturas más conservadoras, integristas y ultras, pueden animar al resto de primates a intentar volvernos a meter en la caverna, en la oscura represión de las ideas y la vida que ya consiguieron una vez.
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