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lunes, 19 de septiembre de 2022

Legado de Campeones


Si en 2019 ya sorprendieron a propios y extraños convirtiéndose en Campeones del Mundo, lo conseguido en estas dos semanas de septiembre ha hecho realidad lo inimaginable. La selección masculina absoluta de baloncesto se proclamaba, por cuarta vez, Campeona de Europa, al vencer ayer en la final del Eurobasket 2022, a la víctima propicia, el enemigo íntimo, Francia.

Si lo vivido en China hace tres años ya supuso una gesta en la historia del baloncesto y del deporte, el éxito refrendado ayer es un ejercicio del más difícil todavía, una oda a la rotura de pronósticos. La confirmación de que el baloncesto en España tiene una salud envidiable, fortísima y unas ansías competitivas que trastocan todos los rangos de favoritos y posibles. 

El cambio de ciclo tras los JJOO de Tokio el año pasado aceleraba un cierto pesimismo en torno al equipo que tan sólo unos años antes ganaba brillantemente, y sin Juniors de Oro y una buena retahíla de bajas, el Mundial. Pero aquí estábamos ante el Eurobasket 2022, sin Pau, ni Marc, ni Navarro, ni Chacho,... ni los lesionados Ricky Rubio o Victor Claver. Pero estas ausencias no debían de arrastrar al pesimismo a nadie, y mucho menos, a la federación, su cuerpo técnico, y el núcleo de jugadores que a través de las ventanas FIBA había ido ganando presencia y experiencia a la hora de representar España.

Si algo habíamos aprendido de la experiencia del Mundial de China era que había que confiar en el equipo. Mantener unas expectativas bajas, y una exigencia en torno al crecimiento colectivo e individual y en la ganancia única de competitividad. Eso para los jugadores, mientras que los aficionados debíamos disfrutar y apoyar, y en todo caso, llegada la previsible derrota, asumir la realidad y aprender desde ella.

Pero nada más lejos de la realidad. Sergio Scariolo convocaba la mejor selección posible y se ponía manos a la obra. Lo primero de todo, y ante la baja del único gran generador de juego -Ricky Rubio-, proveer al equipo de una garantía en la creación y anotación desde el puesto de base. Como todo lo que rodea al técnico italiano parece deslizarse en el terreno de la polémica, a modo de urgencia el Consejo de Ministros otorgaba la nacionalización express, a un "desconocido" base americano de 32 años, llamado Lorenzo Brown. Brown, que había coincidido con Scariolo en los Toronto Raptors entró en la dinámica del grupo sin hacer ruido. El barullo ya lo había montado algunas voces autorizadas, como la del capitán Rudy Fernández, que ejemplificaba la desinformación y la frustración con las formas de hacer de la FEB. Una vez más.

El tiempo ha dado, de manera inconmensurable la razón a Scariolo, puesto que Brown se ha erigido en el líder del equipo, dirigiendo casi siempre, y asumiendo la tarea de puntal anotador cuando las circunstancias así lo exigían. Con Brown y en éste Eurobasket, muchos hemos descubierto, a un jugador de otro tiempo: Calmado, paciente, muy interesado en todo momento en incluir a sus compañeros en el juego ofensivo, priorizando el pase a su propio tiro, pero que cuando ha tenido que asumir la responsabilidad, lo ha hecho con pasmosa eficacia. Su lectura es sublime, y esas décimas de segundo que se guarda le hacen encontrar la mejor solución. Parece mentira que un jugador así ya en la treintena haya pasado tan desapercibido hasta ahora. Es como si su juego y dinámica no encajasen en el baloncesto alocado de hoy en día. Y sin embargo, le va como anillo al dedo.

El resto de la selección no tenía demasiadas novedades: Acabada la generación de los Juniors de Oro, eran los hermanos Hernángomez los encargados de liderar el grupo, con el acompañamiento de Rudy Fernández en la figura de capitán y de Sergio Llull como lugarteniente.

Willy Hernángomez ha asumido con una facilidad pasmosa el legado anotador de los Gasol y ha sido el referente continuo del juego del equipo. Su facilidad para anotar ha sido la viga sobre la cual sostener el edificio anotador de la selección, y con el paso de los partidos sus lagunas defensivas, incluida la alergia al contacto, han ido disminuyendo. Con justicia se ha erigido en MVP del Eurobasket 2022.

Juancho por su parte llegaba al torneo perdido. Al igual que pasa con muchos jugadores europeos que marchan jóvenes a la NBA, su progresión estaba estancada; cortada de raíz. Carne de banquillo y traspasos, su última gran aparición había sido en una película sobre el mundo del basket. Todas esas dudas se han ido despejando con bastante lentitud, todo hay que decirlo, a lo largo del torneo. Poco a poco, Juancho, ha ido ganando confianza y haciendo más cosas en el campo, hasta ayer en la final, salirse con 29 puntos, un 7/9 en triples (convirtió 7 seguidos fallando sólo el primero y el último, con 6 seguidos) y ser básico en la victoria.

Rudy Fernández ha entendido muy bien su papel de capitán y líder espiritual del grupo, dando ejemplo, en las facetas de brega y lucha, sin olvidar su capacidad triplista. Puede parecer algo menor en este baloncesto moderno que calcula hasta la milésima, las posesiones, los rendimientos, porcentajes y ocupaciones, pero cuando Rudy Fernández se jugó su espalda tirándose a por un balón que se escapaba por la línea de banda, enchufó a todo el equipo. Un ejemplo inmejorable, con el éxito de ayer completa uno de los palmares más impresionantes del baloncesto de selecciones: Dos veces campeón del mundo, Cuatro veces campeón Europeo (más dos bronces y una plata); dos platas y un bronce olímpicos.

Sergio Llull estaba llamado a ser importante, pese a su titubeante campaña provocada entre otras cosas, por las lesiones. Y una lesión lo sacó de la convocatoria final a una semana de empezar el torneo. Una baja más que por contra propició la recuperación del primer descarte del verano, el base Alberto Díaz. Y Díaz ha sido fun-da-men-tal en este éxito. Sólo un dato: entre 8os, 4os, semis y final, su "Más-Menos" es de 76. Con su intensidad en pista, su capacidad defensiva España se convertía en inexpugnable. En ataque ha dirigido sus minutos con seguridad y cuando ha asumido tiros ha mostrado una gran efectividad. Uno de los hombres señalados con la nacionalización de Brown, se ha cumplimentado con él de forma inmejorable. Atrás queda qué es lo que ha pasado realmente, y es algo que sólo los protagonistas sabrán. Pero si a continuación voy a loar la labor de Sergio Scariolo, no debemos olvidar en su debe, el descarte de Alberto Díaz quien ha sido fundamental.

El resto del equipo buenos jugadores ACB, algunos con más experiencia que otros, y a todos, que les ha costado (les sigue costando) hacerse un hueco con importancia en los equipos de la primera liga española. Es ya la hora de que los clubes profesionales miren al talento local y lo potencien, le dejen trabajar. Está demostrado que da éxitos.

Jaime Fernández (excelso ayer en la final), Darío Brizuela (con rol de microondas), López Aróstegui (buen trabajo defensivo pero debe aportar mucho más en ataque), Joel Parra o Sebas Sáiz (brega y buenos minutos), Pradilla (mucho futuro aquí) y Usman Garuba que llegaba en muy baja forma, tras su primer año NBA (donde apenas ha jugado) y que con el paso de los partidos ha mejorado y ganado enteros en confianza e importancia.

Todos bajo la batuta de Sergio Scariolo. El técnico italiano tenía ante sí un reto mayúsculo, hacer que este grupo compitiera y creciera. Y vaya si lo ha hecho. Sabedor de que el talento, aún importante, era inferior al demostrado por jugadores pasados, Scariolo y su equipo técnico, ha apretado aún más en el apartado táctico.

En un Eurobasket espectacular, con muchos partidos brillantes y memorables, el trabajo defensivo de España ha destacado sobremanera. La variedad en defensas, hombres y planteamientos otorgaban al equipo un plus de competitividad, que unido a la confianza mutua entre jugadores y técnicos, nos ha regalado a los aficionados no sólo unos resultados increíbles. Es que además, España ha jugado muy bien al baloncesto.

El trabajo colectivo, el juego de los cinco jugadores, en defensa y en ataque es lo que ha hecho Campeón a España. Y es una muy buena noticia para todos los que pensamos que el baloncesto es mucho más que un concurso de mates o triples, o la mega estrella jugando al yo-yo durante 20 segundos. Este es un juego rico y completo en el que todas las facetas, la psicológica, la física, la técnica, la táctica, lo individual y lo colectivo se entremezclan haciéndolo, por lo general, imprevisible y apasionante. Por desgracia, estamos acostumbrados a planteamientos que olvidan uno o varios de esos conceptos. Por ello victorias como la de ayer, o la de hace tres años son tan buenas noticias. Incluso para la FIBA.

España ganaba ayer a Francia. El viernes a Alemania. Los dos, buenos grupos de jugadores NBA (y con minutos) y Euroliga. En el caso de Francia, jugando francamente mal y cegados en su superioridad física. Buscando aplicar el relato de los USA team con mucha defensa física pero ningún trabajo colectivo. Alemania, que había jugado muy bien y variado todo el torneo, sucumbió en las trampas de Scariolo que dejo anotar a su base estrella Schroeder a cambio de que no se sumarán más compañeros. Al final, agotado y desquiciado no sumó cuando más falta hacía. España se deshizo de Finlandia en 4os en auténtico partidazo, ante un conjunto, el finés, sin tanta tradición pero con mucho futuro por delante.

Cayó Lituania en 8os, el día clave, por la dureza ya conocida de ese cruce que ya nos íbamos a ver con los equipos del grupo apriori más fuerte. Pero los lituanos, pese a su tradición, presentaban un grupo sin trabajo del colectivo, empeñados en su tremenda calidad individual, pero desperdiciando situaciones con dos pivots que no pueden jugar juntos pese a ser titularísimos NBA (Domantas Sabonis y Valanciunas). Antes en la primera fase en Tiblisi, España dejó buenas sensaciones y margen de crecimiento con victorias ante Bulgaria, Georgia, derrota con Bélgica, y victorias frente a Montenegro y Turquía para ser primera de grupo.

Y cayeron las grandes favoritas: Eslovenia, Serbia y Grecia. Las tres mediatizadas por tener a megaestrellas NBA como Doncic, Jokic o Antetokoumpo, colosales jugadores, pero que no entienden, o han olvidado, que en Europa hay que contar con el colectivo. En el baloncesto FIBA no puedes pretender anotar 30 puntos todos los partidos. Aquí se defiende. Desde el primer partido y desde el primer minuto. Cuando llegaron los cruces varios de estos jugadores presentaban cansancio y dolencias. No habían incluido a más jugadores en el juego ofensivo, entrenados por sospechosos como Pesic o Itoudis (también Ataman que cayó en 8os sin explotar a una selección turca de sobre el papel, notable talento). Fallaron y se vieron superados por muy buenos equipos que están creciendo por la periferia del continente, como Finlandia (impresionante Markanen), la sorpresa en semifinales de Polonia, parece que recuperamos a la mejor Italia o la República Checa.

Frente al individualismo, el colectivo. Frente a la exhibición, la constancia. Ante el marketing y todo lo externo, el trabajo. Hemos vivido un Eurobasket espectacular, coronado por la victoria de la selección española, pero sobretodo hemos visto y vivido que todavía sigue siendo importante tener claro que esto es un juego de cinco jugadores contra cinco jugadores.


Por otro lado, dos apuntes:

1. Con la medalla de ayer, la Federación española termina un verano de ensueño: 10 medallas, 10 finales, en 10 campeonatos, incluidos mundiales y europeos. Hay equipo, hay presente y hay futuro (también en femenino). Sintámonos orgullosos y exijamos a los responsables de los equipos profesionales que apuesten por el producto patrio que hará que haya más público, más expectación, más compromiso y más ingresos.

2. Para desgracia de los aficionados, Mediaset ha retransmitido el Eurobasket una vez más. Parece ser ya la última, ojalá, porque ha sido una tortura aguantar unas retransmisiones que más allá de la señal del propio organizador ha faltado continuamente al respeto al público, al juego y a sus protagonistas. Deseamos que la TV pública recoja el guante y apueste por los torneos internacionales, y los cuide, porque de ser así funcionará.


martes, 17 de agosto de 2021

JJOO Tokyo 2020. Unos juegos de la pandemia

 


 La tenista Naomi Osaka, que curiosamente antes ya había hablado de sus problemas con la presión, enciende el pebetero en el estadio olímpico de Tokyo 2020 durante la Ceremonia de Inauguración

 

Los JJOO Tokyo 2020 terminaron el pasado domingo 8 de agosto de 2021. Lo hicieron un año después de su fecha original prevista motivado por la pandemia de la COVID19 que tan en solfa a puesto nuestras vidas. Se inauguraron dos semanas antes en forma de alivio de las empresas COI “S.A.” y JJOO Tokyo 2020 “S.A.”, toda vez que la rumolorogía estuvo disparada ante una nueva suspensión, cuasi seguro definitiva.

Los Juegos se desarrollaron sin público y gracias a la ingente labor de los voluntarios que entre otras cosas permiten las ingentes ganancias de los organizadores. A ese nutrido volumen de personas que acompañaron y asistieron a los deportistas del mundo durante estas dos semanas hay que añadir a una tropa también inmensa que garantizo los controles sanitarios en la villa olímpica y antes y después de las competiciones. Una vez más, y está vez, más que nunca, sin ellos, sin el voluntariado, los Juegos habrían sido imposibles.

Y es que estos Juegos tan especiales, tan de asterisco, se han desarrollado con la pandemia y sus consecuencias a flor de piel. Más que nunca, y por lo que deberían ser también recordados, la cita olímpica en la capital japonesa ha traído a la palestra la importancia de la salud mental y la gestión de la presión que sufrimos en el día a día. Han sido deportistas de todas las disciplinas las que han relatado su íntima relación con la presión este último año extra de Olimpiada y cómo les ha afectado en su vida deportiva, profesional y también, personal.

Simon Biles fue la primera, que no única, en hablar ante los medios de presión y de miedo. De no tener la certeza de encontrarse en sus mejores condiciones para competir y para gestionar la brutal exposición mediática -que como ya he hablado por aquí es gigantesca para los deportistas olímpicos durante esos quince días- y en cómo esas circunstancias ponían en riesgo ya no tanto su desempeño deportivo como su salud.

Biles fue renunciando a diversas competiciones por no encontrares en sus mejores momentos, agobiada y acuciada, por los medios, los patrocinadores, también la historia, pero sobretodo por una pandemia que nos está dejando al borde o traspasado ya, de la depresión y la locura.

La gimnasta estadounidense recibía a la vez la comprensión y solidaridad de cientos de millones empezando por compañeras y rivales, pero también las criticas y el odio de periodistas y aficionados capaces de opinar de todo sin tener ni puta idea de nada.

Hablamos de salud y de vida. De competir con garantías y también con una alegría consolidada. De poder divertirse ejerciendo su actividad, para la que tanto se han preparado, que tanto han esperado. Y sin embargo, Biles nos puso a todos en el horizonte de las dificultades y problemas mentales, de una presión atroz que llega a bloquear y paralizar y cuyas consecuencias no siempre reciben la misma atención mediática.

Fue la primera pero no la única. Desde el suicidio de una ciclista en pista neozelandesa al no ser seleccionada por su país (Oliva Podmore), a la rajada de Marta Xargay publicada tras la eliminación de la selección femenina de baloncesto, numerosos deportistas, hombres y mujeres, han disertado ante los micrófonos y las redes sociales sobre lo que es su día a día y de la necesidad vital de ser escuchados y comprendidos que tienen.

Pero sobretodo han sido las mujeres las que en el avance de su día a día por la igualdad efectiva de derechos y oportunidades han empleado el escaparate de los Juegos para mostrar su día a día, con sus miedos, ansiedades e incertidumbres.

No todo son victorias, de hecho lo más común es perder, pero si que todas y todos, deportistas y personas en el mundo real, tenemos que lidiar con estas sensaciones que nos atrapan y nos paralizan. A veces, muchas de ellas, conseguimos doblegar los miedos, las pesadillas y los giros desconocidos. Otras, algunas pocas de ellas, nos vencen nos dejan lastrados y nos arrastran en una espiral de dolor, sufrimiento y desesperación.

Si los JJOO Tokyo 2020 han valido para poner la salud mental en el podio de nuestras preocupaciones bien habrán servido. Si por contrario, si dejamos que todo lo relativo a la salud mental vuelva al lado oscuro, a la zona de los tabús y los silencios daremos pasos atrás con dramáticas consecuencias.

Y en ello hubo muchos momentos primorosos, pero sobretodos ellos destacan la competición de salto de altura masculino, donde el italiano Tamberi y el quatarí Barshim, realizaron el mismo concurso, y ante la disyuntiva del desempate, decidieron compartir el oro. Un gesto que los engrandece más que cualquier victoria de sus carreras deportivas. Porque ejecutan un ejemplo olímpico de cooperación y de alegría. Porque sabedores que su participación se iba a emborronar con el desempate decidieron subir juntos a lo más alto del podio.

Su gesto ha recibido comentarios de todo el mundo. Muchísimos a favor pero también enconados en contra. Vivimos en un mundo ultraliberal, individualizado hasta la nausea, en el que nos dicen que tenemos que competir unos contra otros porque ese es el secreto del avance social. Esa mentira se tambalea cuando dos atletas deciden compartir un oro. Frente a esos ejemplos deportivos en los que se emplea hasta lo pornográfico vocabulario militar (vencer, humillar, verdugos, masacre, dominar) se trata de pasar por “normal” y “común” lo que es una lógica neoliberal de menos de 50 años de historia, absurda y que nos está condenando a la indignidad y viendo el cambio climático a la extinción, contraria al devenir colectivo que se ha convertido en una utopía. Y esa utopía está más cerca de cumplirse y recuperarse con el gesto de Tamberi y Barshim en el podio de Tokyo.

Si nos centramos en materia deportiva hay que destacar sobretodo al atletismo donde el nivel está más alto que nunca como demuestran unas marcas de “meeting” en practicamente todas las pruebas y con tres records del mundo (triple salto femenino con Yulimar Rojas con Ana Peleteiro bronce, 400 metros vallas masculino, con el noruego Warhol y también en femenino con la americana McLaughlin).

Pero no podemos olvidar la primera medalla de un atleta hindú, Chopra, oro en jabalina masculina; la primera vez que una mujer logra tres oros olímpicos, la polaca Wlodarcyzk en martillo; una pértiga rendida al fenómeno Duplantis; una velocidad donde sigue el dominio jamaicano; la holandesa de ascendencia somalí Hassan ganando el oro en 10.000 y 5.000 (y un bronce en 1.500); el tremendo nivel del atletismo italiano (y en muchos otros deportes más) con un oro en 100 metros y otro en 20km marcha femenino…

Djokovic no podía emular a Steffi Graff y se quedaba sin su “Golden Grand Slam” al perder en semifinales (luego perdió el bronce con Carreño) tras ningunear la situación de Biles el día anterior. Francia se mostraba preparada los JJOO Paris 2024 al sumar muchas medallas, especialmente plata y bronce en baloncesto masculino y femenino y dos oros en balonmano. Una nueva generación americana se veía superada en la piscina por Australia con Emma Mckeown a la cabeza. En gimnasia Rusia recuperaba el cetro por equipos tanto en masculino como femenino. La USA Basketball mantenía el oro olímpico y el ecuatoriano Carapaz ganaba el oro en ciclismo en ruta, mientras el esloveno Roglic ganaba el de Contrarreloj. Y muchos más resultados que podéis consultar aquí.

¿La participación española? Pues lo de siempre, lejos de lo que por potencial debería de ser pero aún así, meritorio y digno de mención por las dificultades que en este país se tienen. Se mantuvieron las 17 medallas de Rio 2016, pero en esta ocasión sólo 3 oros (dos de ellos en deportes “nuevos” como escalada deportiva y kárate). La veterana selección de balonmano masculino consiguió un bronce y la de baloncesto cayó en cuartos. El fútbol arrancó una plata con más pena que gloria. En la natación el oasis de Mireia Belmonte no ha podido brillar esta vez acuciada con muchas lesiones este último año. En natación sincronizada presentamos un equipo nuevo con la necesidad de aprender. Muchas decepciones, alguna sorpresa y el remo y la vela consolidados como los deportes que más éxito olímpico han traído al deporte español.

Ya lo he dicho antes. Falta, como el comer, una política poli-deportiva en este país que nos ponga en camino del éxito y poder competir (o por lo menos quedarnos cerca) con países de nuestro entorno. Invertir en educación y deporte. Y otorgar las mismas posibilidades de practica para toda la población, sin que dependan de su lugar de procedencia, su sexo o la cuenta bancaria de su familia. Sólo así se conseguiría cantidad para extraer calidad, y lo seguro sería acercar a muchas mas personas a estilos de vida saludables que traerían nuevas oportunidades y bajarían los gastos sanitarios.

Quedan ya menos de tres años para los JJOO de Paris 2024 y allí habrá que ver con qué competimos. También cuantos grandes deportistas internacionales llegan. Y quiénes van a ser las nuevas y nuevos campeones emergentes. Empieza una olimpiada extremadamente corta que sigue a una dolorosamente larga. Y mientras tanto cada día nos toca intentar disfrutar con el deporte, para seguir adelante, sobrepasar esta pandemia y este mundo caótico, deshumanizado y en claro peligro que estamos dejando.

lunes, 26 de junio de 2017

Eurobasket 2017: El deporte femenino que no para de ganar




Afortunadamente se está convirtiendo en una sana y agradable costumbre dedicar unas líneas cada verano a la selección femenina de baloncesto.
Desde hace varios años, podíamos decir 15, los éxitos se suceden gracias a un proyecto que ha ido aunando, con sus altibajos, varias generaciones ganadoras de mujeres deportistas. Su última victoria, ayer, el Eurobasket 2017, que se ha venido celebrando en Praga durante la última semana.
En primer lugar, es necesario acordarse y felicitar a quienes han hecho y hacen posibles estos éxitos. A las jugadoras que ponen pasión por el baloncesto. A las familias, padres y madres que muchas veces gestionan una agenda complicada para hacer que las niñas y jóvenes puedan continuar haciendo deporte. A los monitores deportivos y entrenadores de formación, que comparten esa misma pasión y transmiten los hábitos y conocimientos para que las chicas se desarrollen, como jugadoras, y también como personas. Y lo hacen muchas veces con problemas de impagos y problemas laborales. A los directivos, de clubes importantes o humildes y escuelas municipales que muchas veces con escasez de recursos tratan de que todo funcione y las niñas puedan seguir jugando los sábados y entrenando durante la semana. A los árbitros, imprescindibles, también formadores y educadores, que merecen reconocimiento y respeto. A los funcionarios y las administraciones y federaciones que ponen todo lo necesario: instalaciones, equipamientos, seguros... A los medios que trabajan en el baloncesto femenino tratando de ayudar en su rentabilidad como altavoz de su día a día que ayuden a mejorar las condiciones de todas y todos. Y a los aficionados que vibramos con cada partido, cada éxito, ya sea en un pabellón internacional, o en una modesta cancha de colegio.
Ayer, en Praga, España pasaba por encima de Francia y se proclamaba Campeona de Europa. Un Oro al que han precedido una plata olímpica el año pasado en Rio, un bronce europeo en 2015, una plata mundialista en 2014 y otro Campeonato de Europa en 2013 en Francia y ante las anfitrionas de quienes, al igual que con los chicos, nos hemos convertido en su némesis.
Para lograrlo España desplegó una vez más su baloncesto rápido en transiciones, aguerrido e intenso, y a la vez pleno de virtuosismo. Atacando con intención de hacer daño en todo momento. Incisivo y acertado, creció de la mano de una Alba Torrens (MVP del Torneo) que como siempre demostró un brillante arsenal de recursos para anotar. Poco a poco fueron entrando más jugadoras a aportar, siempre llevando la iniciativa por delante de la defensa gala, dejando sin efecto ni la potencia física ni el recurso a la extrema dureza. España anotaba con fluidez, tanto por dentro como fuera, e incluso cuando Torrens se atascaba o descansaba aparecía Anna Cruz, secundaría de lujo, que ayer desesperó al banquillo rival. Y para rematar, para apuntalar la victoria, llegaron los puntos de Sancho Lyttle. La nacionalizada, una vez más puso toda la implicación posible, y junto a su clase, y a ese físico tan privilegiado apareció en ataque para cerrar el partido y culminar así de redonda, una actuación que sólo por su trabajo defensivo merecía el calificativo de brillante.
Y es que, parafraseando a Lucas Mondelo, "es en la defensa donde nacen las victorias". España volvió a ahogar a su rival en base a un libreto defensivo variado en lo táctico y de trabajo grupal en lo efectista, con Nicholls y Sancho -también Gil- de cierre del aro y apoyo en las ayudas, pero donde también brillan las exteriores muy agresivas a balón, lo que permitió muchos robos, apartado en el que destacó, también Sancho Lyttle, que anuló la incidencia de la "gigante" Ciak, al birlarle varios balones.
De este modo, España, con un juego alegre y de fundamentos en ataque, y tenaz y brillante en defensa, apuntaló la victoria final con ventajas en torno a los 10 puntos al descanso que llegaron al final a la veintena entre la alegría hispana y la absoluta impotencia y resignación de las galas.
Un nuevo éxito a añadir al increíble palmarés de Lucas Mondelo, quien tras el fiasco de no clasificarse para los juegos de Londres 2012, cogió las riendas de la selección con la clara misión de reforzar la idea de equipo en lo deportivo y de hermanamiento en lo personal. Con un baloncesto rico y brillante, y con un cuidado exquisito en las relaciones, España ha completado un ciclo olímpico majestuoso coronado con la plata en Río y ha comenzado de la mejor manera el que terminará en 3 veranos en Tokio. El Eurobasket conseguido ayer es una viga más para reforzar el edificio del baloncesto femenino español, donde Mondelo, como arquitecto principal, tiene la misión de ir engranando distintas generaciones brillantes de jugadoras, "hartas" ya de ganar competiciones internacionales en categorías inferiores y que llegan al profesionalismo en una liga nacional, depauperada y fuera de los circuitos mediáticos habituales, por lo que se hace necesario y justo recuperar su retransmisión en Tv y su redundancia en los medios deportivos.
Anoche fue, en principio, el último partido de Laia Palau, capitana y jugadora con más internacionalidades de nuestro baloncesto, y si algo está claro, es que el relevo está asegurado. Por ejemplo, para el año que viene, con Mundial a celebrar en España (increíblemente, no se conocen aún las sedes; otra de esas cacicadas que José Luis Sáez y sus acólitos de la FIBA también han sabido perpetrar) y donde no cabe ninguna duda de que este equipo nos hará disfrutar y casi con toda seguridad llegará a las rondas finales en lucha por las medallas (mínimo exigible).

sábado, 30 de agosto de 2014

Así llega España al MundoBasket 2014

Hablando de baloncesto y estando por medio Estados Unidos decir que cualquier otro equipo es el favorito a la consecución del título es cuando menos atrevido, por mucho forofismo trasnochado que se quiera dar por parte de los medios, por mucha condición de anfitrión, por mucho lustre en forma de títulos (tanto individuales como colectivos) o por muy díficil que les hayan puesto las cosas en los últimos envites oficiales a los yankees. Pero es que en el caso de España, todo eso y mucho más, son las cartas de presentación del combinado nacional ante este, el presumiblemente, último torneo internacional en el que este maravilloso grupo de amigos coincidan (a menos de que tengan fuerza y ganas para un último asalto al Oro Olímpico en Rio 2016).

España presenta para este MundoBasket el uno x uno, prácticamente, de su mejor selección, la que más talento tiene. El debate en la convocatoria se centro exclusivamente entre Mirotic e Ibaka, por la condición de nacionalizados de ambos (a parte de ocupar la misma posición interior), y hoy por hoy, le guste o no a la recua de periodistas futboleros, el congoleño de los Thunder es mejor jugador que el montenegrino ex del madrid, tanto en recursos ofensivos, como sobretodo en potencia fisica y lo que puede dar al equipo. Cerrado este capítulo algunos pensamos que Corbacho con su rol de tirador (y alero alto, aunque no excesivamente buen defensor), Mumbrú (otro del Oro de 2006 que podía haber entrado por los méritos hechos durante el año y porque ha sido el mejor 3 español del año), Carlos Suárez (otro 3 que poco a poco empieza a parecerse al jugador que debía de ser) o Pau Ribas (tremenda la temporada suya, y con un rol de perro defensivo importante) podían haber tenido hueco, en vez de un Abrines, de mucho talento, pero que explotó muy tarde en el curso baloncestístico 2013/14 y que además viene a reforzar una posición hiper explotada: el escolta, en detrimento de otra, la de alero, en la que estamos cojos desde la marcha de Carlos Jiménez.

Vamos con el Uno a Uno de cada jugador de España, resaltando virtudes, defectos, estado mental y físico, que se espera de cada uno y cual es el rol.

4. Pau Gasol




El jugador más determinante de la historia del baloncesto español llega en plenitud de condiciones fisicas y mentales. Solucionado su futuro, con su contrato en Chicago Bulls para los dos próximos años, y olvidados los dos tortuosos últimos años en los Lakers, con problemas físicos que se acercaban a lo crónico, Pau quiere encontrarse y reconciliarse con el baloncesto. Aspirate claro a MVP del torneo ha de ser el faro y guía del baloncesto que juegue el equipo. A unas condiciones antropométricas únicas, una inteligencia sublime y un talento excelso para anotar, asistir e intimidar le suma la máxima motivación por lo antes descrito y por querer dejar la selección con otro entorchado mundial. Cerrando la zona, junto al otro pivot (ojo a la intimidación con Marc e Ibaka), abierto para dejar hueco a su compañero interior, desde el poste alto, poste bajo donde es dominante, juego entre pivots... Todo esto y bueno ofrece Pau. El 20+10 (más 3 asistencias y tapones) son un hecho.

Ficha técnica: 34 años, Sant Boi del Llobregat (Barcelona); Chicago Bulls (NBA); Última temporada (Ángeles Lakers, NBA): 60 partidos; 17.4 ppp, 10 rpp, 3 app; 155 partidos internacional.

5. Rudy Fernández



Tengo la sensación de que el último gran Rudy se vió en la final Olímpica de 2008. Desde entonces al jugador espectacular y talentoso que teníamos le ha venido sustituyendo una versión que tiende a la desaparición cuando los partidos se ponen calientes, con multitud de problemas fisicos (de hecho, llega corto de preparación) y que está más preocupado de simular, de provocar y protestar que de jugar al basket, algo que hace, o hacía, tremendamente bien. Tener un Rudy, en esa "versión 2008" jugando como alero o como escolta (sumando a final de partido con Navarro) es un lujo para España que no debe permitirse dejar como "Eterna Promesa" si se quiere ganar a un equipo de 12 jugadores NBA. La explosividad en ataque y las buenas lecturas en defensa y ayudas de Rudy son armas bien interesantes para el conjunto, en el que bien tirando desde lejos o penetrando como aquel joven de la penya, podría servir para abrir las defensas ante la potencia interior. Además en defensa, tener a un Rudy sin molestias fisicas e integrado en la idea de conjunto podría valer para suplir las carencias de otros de sus compañeros en la defensa 1x1 y en el rebote defensivo.

Ficha técnica: 29 años, Palma de Mallorca; Real Madrid (ACB); Última temporada: 39 partidos; 13 ppp, 3.6 rpp, 2.7 app; 172 partidos internacional.

6. Sergio Rodríguez



El MVP en curso de la Euroliga ha recuperado todo el brillo, talento, las ganas e improvisación de aquel Chacho de antes de ir a la NBA. Seguirá sufriendo en defensa, pero ¿qué más da? Su sola presencia dinamita cualquier partido, cualquier escenario, otorgando rapidez y haciendo imprevisible lo que el equipo que él dirige pueda ofrecer. Y teniendo tales compañeros el resultado es por definición bueno. Además le ha añadido a su juego una mejora en el tiro magnífica (sobretodo frontal y también tras bote). Del Eurobasket del año pasado salió reforzado porque lo hizo todo bien e incluso el solito estuvo a punto de ganar las semis al posterior campeón, Francia. Su dinamismo, imaginación y talento; su sonrisa, son armas que el equipo español tiene y debe mostrar dando un baloncesto mucho mejor, excelso y ganador. Quizás para un final de partido apretado jugar con un backcourt Navarro-Chacho sea atrevido por lo que pueden sufrir en defensa. Pero alguien duda de que no te ganan el partido en ataque.

Ficha técnica: 28 años, Tenerife; Real Madrid (ACB); Última temporada: 45 partidos; 12 ppp, 2 rpp, 5.6 app; 91 partidos internacional.

7. Juan Carlos Navarro



Libra por libra el mejor jugador de la historia del baloncesto español (en mi opinión). Uno de los mejores anotadores puros de la historia del baloncesto. Evidentemente los problemas físicos de los últimos años (que le obligaron a parar por primera vez en su carrera de un verano de selección en 2013) pueden pasarle factura, pero él es capaz de todo. Bombas, triplazos, tiros inverosimiles, tras bloqueo, tras bote, llegando al contra ataque... el arsenal es primoroso. Además en los últimos años ha mejorado muchisimo su visión de juego 5x5 lo que le ha valido para mejorar notablemente su ratio asistencias-perdidas. Otro que no es un defensor, pero poco importa cuando se tiene un talento innato para anotar. Es un líder dentro del grupo, y no extrañaría que se jugase el último tiro. Pero hasta llegar a él su acierto y clase puede sacar del partido a cualquiera.

Ficha técnica: 34 años, St. Feliu del Llobregat (Barcelona); FC Barcelona (ACB); Última temporada: 39 partidos; 11 ppp, 2.2 rpp, 3 app; 216 partidos internacional.

8. José Manuel Calderón



De los que he visto jugar en la preparación, el que peores sensaciones me ha dado. Orenga parece querer llevarlo al territorio del escolta, para dar más minutos a Ricky y Sergio, pero Calde no esta para eso. Calde, como base titular debería dar la primera dosis de intensidad, tanto defensiva (cuando él "baja el culo" todo el equipo lo nota y defiende más) como en ataque donde su seguridad tanto en el pase, como la penetración, como en el tiro son notables. Ese Calderón, "Mr. Catering", ante todo director es el que necesita el equipo, siendo el sostén a la ortodoxia en contraposición a sus compañeros bases más jóvenes y tendentes a la anarquía. Aún así, que el extremeño este bien físicamente es lo más importante, para ya luego tener acierto exterior y poder ser ese baluarte defensivo y de intensidad, para cuando las cosas se pongan serias.

Ficha técnica: 32 años, Villanueva de la Serena (Badajoz); New York Knicks(NBA); Última temporada (Dallas Mavericks, NBA): 81 partidos; 11.4 ppp, 2.4 rpp, 4.7 app; 172 partidos internacional.

9. Felipe Reyes



Tras volver a entrar en la dinámica de la selección (renunció acabada la final olímpica de Londres 2012) a Felipón le esta costando entrar. Parece que el trio de los Gasol + Ibaka puede monopolizar el juego interior, pero nadie duda de que si un día hace falta, Felipe sale a pegarse con cualquiera. A ponerselo díficil debajo del aro. A acaparar todos los rebotes (sobretodo los ofensivos). A sacar un 2+1. A desesperar al rival, primero con un triple y luego al poste bajo. Él es un ganador nato. Quizás el "más ganador" de los 12 convocados, y nunca se rinde. Por eso siempre es necesario. Su intensidad y ganas serán bienvenidas y que a nadie le extrañe que vaya ganando minutos e importancia. De cuarto pivot, Felipe Reyes es un lujo para España, que si las condiciones lo requieren puede adelantar puestos con total garantía, porque, Felipón, siempre está preparado.

Ficha técnica: 34 años, Córdoba; Real Madrid (ACB); Última temporada: 41 partidos; 10 ppp, 4.7 rpp, 1 app; 199 partidos internacional.

10. Victor Claver



El alero nato del equipo. Lo tiene todo: Físico, talento, riqueza táctica. Pero le falta lo más importante: corazón. Va a ser su sexto año con la selección y salvo el año pasado, con las ausencias que hubo, y dejando una sensación de "si pero no", Claver no pasa del rol de agita toallas. Y este si que es un lujo que no nos podemos permitir. Porque para competir con los "treses" claros, no podemos meternos en una dinámica de mandar a pegarse al "Rudy de turno" con jugadores más grandes, constantemente, porque en vez de ganar un buen alero, lo que hacemos es perder un gran escolta. Si Claver consigue empezar dando 10 ó 15 minutos buenos como alero, primero en defensa (en ataque no debemos tener problemas) y rebote (es un gran reboteador) puede acabar jugando un rol importante en la consecución del éxito, lo que a su vez, le daría mayor rango y mejoraría su posición en su depauperada aventura NBA. Claver tiene un tiro de 3 aceptable, también bueno a media distancia y condiciones para ser un "matador" sublime, pero aquí le falta contundencia, preso quizás de su carácter menos efervescente que el de otros compañeros. Esperemos que ya, más pronto que tarde, acabe llegando ese Victor Claver, completo, de suma de talento, fisico, madurez y ganas.

Ficha técnica: 26 años, Valencia; Portland Trail Blazers (NBA); Última temporada: 21 partidos; 2.2 ppp, 1.9 rpp, 0.6 app; 97 partidos internacional.

11. Ricky Rubio



Tras su primer año completo en la NBA, y ya recuperado de su grave lesión de rodilla en el año rookie, es el momento de que Ricky recupere su confianza y la de todos los amantes al baloncesto a los que deslumbro con su irrupción hace ya 7 años. Ricky sigue mejorando su tiro, mantiene esa imaginación y visión de juego que le hacen ver la jugada antes que nadie. También en defensa, donde sus largos brazos y rapidez de movimientos es una tortura para el ataque rival. Todas estas maravillosas condiciones tienen que destacar sobre ese poso de descontrol y desbarajuste ofensivo, que dejan sus minutos en cancha. Ricky Rubio puede y debe ganar en seguridad, y lo puede hacer sin perder su espectacularidad, para no sólo confirmar un trio de bases único y diverso, sino también para que las dudas no se cierren sobre su carrera.

Ficha técnica: 23 años, El Masnou; Minesota Timberwolves (NBA); Última temporada: 82 partidos; 9.5 ppp, 4.2 rpp, 8.6 app; 96 partidos internacional.

12. Sergi Lull



El base-escolta del Madrid es un derroche. Lo es físico, en el que su velocidad y potencia son un puntal y estilete del juego de su equipo. Y también en plano anímico, puesto que el balear, no se aminala, no cede y no tiene miedo. Es otro que poco a poco ha de mejorar la toma de decisiones, sobretodo en cuando pasar y cuando lanzar, intentando dejar en anecdóticos, esos "pases-saltando" para mejorar su ratio pérdidas-asistencias. Llull debe de ser la espoleta de la segunda unidad del equipo, dandole con su entrada máxima intensidad a ambos lados. De la dicotomía base-escolta también sería interesante que buscará una mayor definición (yo abogo por un "2") y dejar su capacidad de dirección para momentos puntuales.

Ficha técnica: 26 años, Menorca; Real Madrid (ACB); Última temporada: 44 partidos; 14 ppp, 2.2 rpp, 3.7 app; 92 partidos internacional.

13. Marc Gasol



El pivot titular del equipo. El mediano de los Gasol es un seguro de prestaciones inmaculadas. A su presencia en la zona, le suma una lectura e inteligencia en la aplicación de los movimientos, suyos y ajenos, que le valieron ser Defensor del Año NBA en 2013, y para plantar un muro frente al aro propio. Además esa inteligencia se plasma al otro lado y es capaz, al igual que Pau, de distribuir el balón desde el poste bajo y la bombilla con una clarividencia asombrosa. Aunque posee un tiro a media distancia solvente, más que interesante y necesario, va a ser su capacidad al poste bajo, bien posteando, bien 1vs1 o en movimiento tras bloqueo. Para mi no hay dudas, Marc Gasol es el mejor pivot del momento.

Ficha técnica: 29 años, Sant Boi del Llobregat (Barcelona); Memphis Grizzlies (NBA); Última temporada: 59 partidos; 14.6 ppp, 7.2 rpp, 3.6 app; 145 partidos internacional.

14. Serge Ibaka



El hispano-congoleño es otro que ha ido evolucionando y añadiendo virtudes y puliendo defectos a su juego. Sin duda alguna, su intimidación, con esas condiciones físicas tan sobresalientes van a causar estragos en los juegos interiores de este mundial. Intimidación, rebotes y también puntos. Bien culminando contraataques, acciones en mate, tras rebote ofensivo o con ese tirito en suspensión que mejora cada año. Ibaka es un baluarte en la zona hispana sobresaliente, y compone junto a Felipe y los hermanos Gasol el mejor juego interior de este Mundial, por calidad y variedad,y una amenaza seria a la supremacía que Estados Unidos viene ostentando.

Ficha técnica: 24 años, Brazzaville (Congo); Oklahoma City Thunder (NBA); Última temporada: 81 partidos; 15.1 ppp, 8.8 rpp, 1 app; 43 partidos internacional.

15. Álex Abrines



El rookie del equipo no ha podido debutar en la prepración por una lesión, pero su plaza no ha peligrado. Orenga esta convencido con él, y es lógico puesto que el chaval tiene un talento tremendo, que exploto en los últimos meses de la temporada pasada tras pasar un par de años de banquillo impuestos por un Xavi Pascual que no hace amigos entre los jóvenes que entrena. Un anotador nato, sobretodo de 3 y en penetración, ha de mejorar tanto su lectura, como sobretodo en defensa. Parece evidente que desarrollará un papel de tirador y abrelatas aunque tendra sus minutos como alero donde puede sufrir ante "3" puros que haberlos haylos en el torneo. Abrines, máximo exponente de la siguiente generación de jugadores españoles, recibe el premio de disputar el mundial junto a la generación más laureada del baloncesto español, también como puente y tránsito para este relevo generacional que, presumiblemente, va a llegar acabado el torneo.

Ficha técnica: 21 años, Palma de Mallorca; FC Barcelona(ACB); Última temporada: 42 partidos; 7 ppp, 1.5 rpp, 0.9 app; 0 partidos internacional.

Entrenador: Juan Antonio Orenga


1-6 es el balance de Orenga en ACB. Fue con Estudiantes en la 2005/06 y desde entonces ha estado vinculado con la Federación en las categorías inferiores. Desde 2012 es el seleccionador nacional absoluto y particularmente no me dejo una grata sensación en el primer torneo que disputó logrando el bronce en el Eurobasket 2013 de Eslovenia. Orenga es un hombre de Palmi y de Sáez, un hombre que no va a medrar en el espiritu del equipo, en el clan de amigos, imponiendo disciplina, entrando en tareas más allá de la cancha de baloncesto o simplemente haciéndose notar.

Como seleccionador, prácticamente con el equipo al completo sin renuncias y con buena parte de los nombres puestos ya desde la federación (interesante saber en que ha medrado la actitud de representante sindical de Mumbrú con el affaire del Bilbao Basket) no ha tenido mucho que hacer, y parece que con la autogestión del grupo como norma instalada desde que salió Aíto en 2008, parece que en la cancha su trabajo queda en entredicho.

Entre las cosas que echo en falta tres básicas:
  • Una rotación clara. Primera Unidad (Calde-Navarro-Claver-Pau-Marc); Segunda Unidad (Chacho-Llull-Rudy-Felipe-Ibaka); dos jugadores (Ricky, Abrines aunque yo hubiera traído a Corbacho o a Pau Ribas) con roles defensivo (o "abrelatas") para completar y paliar desajustes y que según avanza el partido y hasta su resolución se pueden combinar para buscar la victoria. Esta asignación de roles la tenía Pepu cuando esta generación mejor baloncesto jugó, continúo con Aíto y hasta Scariolo en la famosa serie de 4os, semis y final de Polonia 2009 tuvo que tragar con ella. Pero Orenga no y a mi juicio esto influye en el desbarajuste que en multitud de ocasiones acompaña al equipo.
  • Jugar mejor. Parece fácil pero es la clave. En ataque crear un sistema en el que todos participen aportando lo que mejor sepan hacer; distribuir bien el balón en la jugada 5vs5 para consiguir hacer tiros buenos y libres y que suban los porcentajes y evitar las continúas pérdidas de balón. Hasta ahora el equipo juega a rachas (eso sí, cuando encadena dos seguidas o próximas saca al rival de turno) y acciones individuales. En defensa, recuperar el orden de 2006. Cierto es que faltan los dos baluartes de aquella defensa, Jiménez y Garbajosa, pero España alterna momentos de brillantez defensiva con otros en los que la desidia lleva a errores infantiles que hace "que todos nos hagan puntos".
  • Como culmen de todo lo anterior ganar el último cuarto. Esto parece una tontería, y muchas veces se llega a final del partido con todo resuelto, pero es una demostración de hambre y ganas de agradar, de mandar un mensaje a los rivales de que se viene a por todas. A ser campeón del Mundo.

Esperemos que Juan Antonio Orenga, con la inestimable ayuda de un estudioso del basket y un crack del scouting como Sito Alonso, consiga dar con la tecla para hacer más redondo al equipo y acercarlo a la imbatibilidad y a la medalla de oro. Ganar y convencer es la clave.

A parte de la gira, tiene los dos primeros partidos de puesta a punto, Irán y Egipto, que no deben hacer peligrar la victoria en ningún caso y si fortalecer ideas, ajustar rotaciones y movimientos y asignar roles. Después, con Brasil, empezará verdaderamente el Mundial para España. Es favorita a llegar a la final por su lado del cuadro, al igual que USA Basketball por el otro, pero en caso español el camino va a ser tortuoso y duro. Brasil, Francia y Serbia... y de cruces a priori Argentina, Grecia, Croacia o Puerto Rico. No va a ser fácil, y son equipos que ante un día ramplón en el tiro, y sino se pulen esos pequeños desajustes, pueden derrotarnos.

Como digo el título es el objetivo, la final el mínimo exigible, pero lo primero es ganar a Brasil. Perdón a Irán, y luego a Egipto... y luego...

Camareros: Necesarios, degradados y precarios. Una experiencia personal

Ahora que ya está aquí el veranito con su calor plomizo, pegajoso y hasta criminal, se llenan las terracitas para tomar unas...