jueves, 12 de marzo de 2020

Una pandemia mundial: El neoliberalismo



El coronavirus es una enfermedad infecciosa causada por el virus SARS-COVID-19. Tanto su sintomatología, como su propagación, como su gravedad son similares a los de la gripe común. Esto quiere decir que la edad y las dolencias cardio-respiratorias previas son agravantes que unidos al coronavirus pueden provocar la muerte. Los datos de infectados y recuperados, así como de fallecidos, lo demuestran.
Los primeros casos surgieron en China a mediados de enero y se han extendido por todo el planeta hasta alcanzar Europa a través de Italia.
En este punto no esta de más recomendar videos y entrevistas de 2010 a un ex agente de la CIA que indicaba que ya se había dado la orden de en unos años fomentar una nueva cepa de la gripe, con mayor tasa de viralidad para controlar a la población, y que dicha pandemia vendría desde China.
Con el virus ya danzando por este invierno primaveral que ya estamos teniendo en España los últimos años han ido quedando unas cuantas cosas claras:
Una sanidad pública envidiable pero débil
Lo primero de todo es que en España tenemos uno de los mejores sectores sanitarios del mundo, en especial la sanidad pública. Con unos profesionales altamente preparados y que siempre han tenido vocación de servicio y atención eficaz y responsable. Sin embargo, sufren -y con ellos, lo hacemos todos-, las políticas neoliberales que en base primero a una intención clara de hacer negocio con la privatización de servicios y hospitales, y después con recortes, les han quitado la motivación. Faltan camas, faltan recursos, faltan equipos y faltan profesionales, tanto médicos, como enfermeros y científicos. Y la factura de esa falta la pasamos también el conjunto de la sociedad, no sólo los pacientes. A cambio, nos han ido dejando sistemas de seguros privados que se muestran ineficaces porque para ellos, por encima del bienestar y la salud, está el afán de lucro y negocio.
Con “nuestros” votos y actitudes se han permitido tal situación y ya es hora de recobrar la dignidad y la utilidad estratégica de nuestra sanidad pública, educación pública y servicios sociales.
Recuerdo aquí que la Constitución dice en su artículo 128 que "Toda la riqueza, sea cual sea su titularidad, está subordinada al interés general", por lo que el Estado tiene potestad para tomar el control de los hospitales privados. Se trata de proteger nuestro sistema de salud y con él, el bienestar de la población, frente a las medidas que durante años lo han debilitado y parcelado para goce de capitalistas e inversores. Hay culpables con nombres y apellidos y el PP ha estado años saqueando la sanidad publica de todos para darla a manos privadas.
Modelo económico sobrepasado
En cuanto han ido llegando las cancelaciones de vuelos, actos, fiestas y eventos por el pánico por el coronavirus se ha comprobado la excesiva dependencia que seguimos teniendo del turismo en nuestro país, así como de la producción derivada a China que durante los últimos 60 años se ha llevado a cabo en occidente. Esta globalización de la explotación ha hecho que ante la bajada de la actividad en China y del modelo mundial de comercio se haya provocado el desabastecimiento de ciertos productos. Algunos de ellos básicos en plena crisis sanitaria.
La conciliación familiar, asignatura pendiente
Los que estamos en sindicatos alternativos desde hace muchos años llevamos clamando por políticas que fomenten la conciliación familiar. Los abuelos y abuelas no están, y no estaban ya antes, para cuidar de los nietos día si y día también. Hablamos de cosas tan racionales como el cambio horario, como la implementación total de jornadas completas intensivas en vez de las de horario partido y por supuesto de la reducción de la jornada laboral. Hablan de “teletrabajo” y “trabajo en remoto” cuando no atañen ni al 30% de la población activa y cuando lo principal es la multitud de horas diarias en los que no se hace trabajo efectivo en los centros de trabajo presenciales (sin contar las horas in itinere con lo que entran otros temas como el urbanismo, la movilidad, etc.).
También en plena semana de la Mujer Trabajadora queda patente, una vez más, la predominancia de la mujer como responsable de los cuidados familiares, sin que se atisbe la igualdad.
Madrid, epitome de la pandemia en España
Más allá de que los casos crecen como setas en todo el estado español y de brotes concretos en otras regiones es en Madrid donde la situación amenaza desborde. En Madrid, se juntan dos hechos incontestables que unidos alimentan la tormenta perfecta desatada. Por un lado y como vengo diciendo en este blog, la región de Madrid es un vórtice del estado español. El centralismo es el mantra organizativo del estado y toda la economía pasa por la región de las siete estrellas, con lo que atrae mucha población, inmigrante tanto nacional, como foránea. Mucha más gente vive en Madrid que la que marcan los registros de censos y encuestas.
Por otro lado, y no menos importante, ni menos repetido en esta bitácora, el neoliberalismo ha hecho de las suyas en Madrid. El PP (ayudado por Cs en las últimas legislaturas) ha ejecutado durante ya 30 años un ejercicio de privatización de la sanidad, la educación y los servicios sociales, cediendo parcelas, servicios y camas a las empresas privadas en detrimento de los hospitales públicos y de sus trabajadores.
Ambas cosas juntas nos llevan a este momento de crisis absoluta, de desplome social con unos políticos inútiles, sobrepasados y sin respuesta, que tienen cautiva a toda la población por su egoísta ideología y su manifiesta incapacidad. La sanidad pública madrileña no tiene capacidad porque se la han robado para atender la situación y las decenas de hospitales privados o públicos de gestión privada se niegan a atender a la población cuando no intentan hacer negocio. Se hace necesaria una intervención gubernamental para nacionalizarlos ya. A las bravas. La situación lo reclama.
Solo hay que ver como liberales que llevan años despotricando de lo público entran en pánico y o bien se esconden bajo las piedras o salen a clamar una intervención del estado.
Medios de comunicación de masas haciendo el ridículo
Una vez más la televisión y su labor periodística quedan en un profundo entredicho. Alimentándose de los bulos de internet y de las opiniones de los todólogos (esos tertulianos que opinan de todo en cualquier momento) la desinformación y la información errónea han alimentado un estado de pánico y miedo que ya conocemos como arma de control político y social. Lejos de llamar a la calma y utilizar la opinión de expertos y de las autoridades se han explotado el sensacionalismo de baja estofa para maximizar audiencias y clicks.
Se hace necesaria ya una llamada a la deontología periodística para tratar de devolverle a este pilar de la sociedad actual su importancia y su sostén del entramado político y social.
Un individualismo salvaje
Las escenas de supermercados vacíos y colas de personas acaparando productos han ido contra toda la lógica de la situación que estamos viviendo. Seguramente alimentados en el miedo por la televisión buena parte de la población se ha dejado llevar por la histeria cuando pese a la gravedad de la situación, en ningún momento se ha visto amenazada la distribución de productos alimenticios básicos. Al contrario, lejos de mostrar empatía, ha habido infelices para los que era más importante dejar su despensa atiborrada, sin pensar en que más personas tenían que adquirir sus raciones de alimentación (o de medicinas y equipos de protección sanitaria) cotidianas. Tampoco deberíamos sorprendernos porque llevamos 10 años viendo eso mismo.
Otra muestra execreable del individualismo capitalista ha sido ver los bares llenos o a los riders trabajar a destajo cuando se han lanzado los mensajes de contención y las órdenes de cierre de colegios y grandes eventos. Si a la gente se le ha dicho que no vaya a trabajar no es para ir precisamente de cañas o para pedir que te traigan comida basura a casa. Mequetrefe.

Si se han dado medidas coercitivas y de cuarentena es para llamar a la atención individual de los ciudadanos, para pensando en el colectivo obrar de manera inteligente y razonada. Acabar con las mascarillas, con el papel higiénico y con todos los productos perecederos de un supermercado por puro egoísmo disfrazado de atávica apocalipsis no es lo que procede. Atestar los espacios públicos de ocio es justo lo contrario a lo indicado en estas situaciones.

Hay que pensar que tenemos como ciudadanos una responsabilidad individual para el bien del colectivo y no debemos saltarla aduciendo individualismo y soberbia cuñada. Controlar la pandemia viene en buena parte de seguir las recomendaciones que dan los profesionales y las autoridades, así como de mantener la calma.
Españistan es un lugar aparte
Tampoco es que nos sorprenda en demasía, pero viendo como en otros países ha habido un cierre de posición con lo planteado por las autoridades y gobiernos, en España ya se utiliza el coronavirus como arma arrojadiza política y como medida de presión del empresauriado.
Excusarse en la pandemia para pedir excepciones fiscales y mantener el despido libre y casi gratuito que padecemos, no sólo es una muestra de la mayor bajeza moral, deslealtad institucional y anti patriotismo que destilan los de pulserita con banderita española. Es además una falta total de memoria de los ineptos que han llevado otras crisis en el estado español como el caso de ébola de 2012, el Prestige, el Yak42 o los atentados del 11M. Por citar solo unos cuantos.
Una excusa para el capitalismo
Y por último un aspecto a no olvidar. La situación económica, tanto nacional, como mundial, ya amenazaba con un colapso inminente antes de la propagación del COVID-19. Entre otras cosas por haber continuado con las políticas neoliberales, de expansión del crecimiento, de recortes del sector público, de adelgazamiento de los servicios públicos y de nula distribución equitativa entre clases y entre poblaciones. Cada vez hay menos ricos, pero más acaudalados; y cada vez más pobres, y con menos poder adquisitivo. Se estaban reproduciendo los patrones previos al estallido de la crisis, estafa económica, de 2008: burbuja inmobiliaria, nula creación de empleo de calidad y duradero, aumento de la deuda de bancos, menor capacidad de consumo de las familias, etc.
No hemos olvidado lo ocurrido estos últimos años y ahora no vamos a permitir que se repita la historia para que el capitalismo depredador en el que nos han instalado, causante de todos los males, se vaya de rositas porque pongan la excusa del virus (o de la guerra del petróleo entre Rusia, Turquia y Arabia Saudí).

Deseando que pase esta pandemia. Que los infectados se recuperen. Que no haya más fallecidos. Y que aprendamos de una vez que somos más fuertes como sociedad, que trabaja junta, con empatía y solidaridad. Y que tenemos la riqueza, cultural, científica y económica de sobra para garantizar una buena vida al conjunto de la población mundial.

martes, 3 de marzo de 2020

This Is Art: Pasión por el arte y la cultura



Ramon Gener es un cantante de ópera de tipo de voz barítono y a la vez es humanista, escritor y divulgador cultural. Natural de Barcelona en 2011 comenzó un camino para acercar y dar a conocer su arte, la ópera y la música clásica, al total de la población. Lo hizo a través de la Televisión pública catalana (TV3) con el programa en catalán Òpera en texans que se convirtió en un éxito por su forma de presentar la música culta al público generalista dentro de un medio como la televisión, tantas veces abrigo de lo zafio, cutre y miserable de la especie humana.
Pronto se hizo necesaria una versión en castellano para la2 que abrió su parrila a This is Opera. Allí, al igual que en su hermano catalán, Gener fue descubriendo a los televidentes la grandeza de la ópera. Sus temas, historia, fuentes y referencias, haciéndolo a través de la presentación de las más grandes Óperas de la historia de la humanidad. Así ligando obra con autor, contextos social, histórico y cultural a muchos neófitos en la materia nos hizo picar el gusanillo para acercarnos a los compositores y a un mundo ajeno a los estratos medios y bajos de la población, planteados desde el nivel económico y educativo.
No tardó mucho en aparecer un nuevo proyecto televisivo y divulgativo en este caso sobre el Arte y así nos llega This Is Art, cuya primera aparición vino de ese hito de la televisión moderna que es Movistar + aunque sea, lamentablemente, dentro de la televisión de pago.
Ahora ya está pudiendo verse a través de la2 y This Is Art es un evento dentro de la programación de máxima calidad. Imprescindible de ver y paladear. De compartir en las redes y en el boca a boca con familiares, amigos y conocidos.
Ramón Gener pone toda la pasión al uso de un guión que trata de acercar nuestro acervo cultural, como expresión artística de raíces greco-latinas, presentando obras, artistas, periodos y conceptos (tanto técnicos, como temáticos) usando un leiv motiv, una idea y su expresión a través de la historia del arte.
Es esa pasión en la transmisión del mensaje, en la trascendencia de lo explicado y detallado en pantalla el principal valor añadido del programa, más allá de la necesaria formación en arte que se ofrece a la audiencia con cada toma, con cada minuto de emisión. Pasión, que no es propiedad exclusiva de Gener, sino que es el denominador común del equipo que crea This Is Art. Tanto en los guiones como en la factura técnica del programa se aprecia ante todo una ilusión por hacer algo trascendente y que enganche, que sea comprensible sin caer en lo trillado, y divulgador sin tropezar con lo elitista.
La fotografía es otro gran protagonista, no podía ser de otra manera al tratar de acercar pinturas, esculturas, obras arquitectónicas y paisajes a través de la pequeña pantalla, destacando matices y colocando la obra y el mensaje, y por supuesto el autor, como centro de la divulgación cultural.
Los recorridos por museos e iglesias, calles y parques, plazas y zonas monumentales; espacios naturales y urbanos muestran en primer lugar la inmensa suerte de Ramon Gener y su equipo que han viajado hasta convertirse en clientes vip de las aerolíneas y ponernos los dientes largos por la tremenda suerte de disfrutar en tales localizaciones, la mayoría de las veces, solos, con obras y conjuntos arquitectónicos y paisajísticos, para su disfrute íntimo, sin interferencias. De esa intención se denota la creencia en el producto por parte de sus creadores. Pero también demuestra la importante labor de guión para divulgar, contando una historia -en la que Gener es el protagonista- acercándonos casi hasta poderlo tocar en nuestro salón, el Moisés de Miguel Ángel o la Capilla Sixtina en Roma.
De esta manera además del presentador, el tema, su equipo de guionistas y realización técnica, el artista y su obra, cobran especial importancia las localizaciones, minimizando las de estudio y llevando la ejecución del programa al mismo entorno en el que se enmarca el cuadro o la escultura que se explican y dan a conocer.
El viaje que hacemos desde nuestro sofá a los rincones de la cultura occidental, desde lo clásico hasta lo contemporáneo es otra de las grandes virtudes del formato que mantienen una vez más la trascendencia y vitalidad en la propuesta, gracias en buena parte a la disposición optimista y pedagógica de un presentador, Ramón Gener, se transforma a la par en guía turístico y profesor de arte (y de su historia), pero siempre armado con pasión y convencimiento en lo que hace. Acercándonos el arte, al público mayorista, del que todavía sigue siendo el más mayoritario de los medios de comunicación de la historia de la humanidad: la Televisión.
Es de agradecer un espacio así y que la televisión pública -aunque primeramente haya sido puesto en marcha por un canal de pago, eso si, distinto al resto de canales privados del país-, se encargue de su difusión y retransmisión. La2 es el canal cultural y de divulgación de la corporación RTVE y por encima de audiencias tiene la misión de presentar conocimiento y cultura como parte de su función social. Dentro de esta línea no está de más recordar que Ramon Gener y la productora Brutal Media, fueron los encargados por RTVE de crear una serie documental sobre el 200 Aniversario de la creación del Museo del Prado. El resultado, no puede tildarse de otra forma que no sea impecable, ya que nos da más y más ganas de visitar y re-visitar nuestra pinacoteca por excelencia.
This Is Art está ahora en la2, los domingos por la tarde (también en la web y en la aplicación de SmartTv), y aunque pueda parecer que tienes mejores cosas que hacer, no lo dudes a la hora de prestar atención a un programa que acerca el arte y la pasión por su comprensión y transmisión a todos nosotros. Un hito imprescindible en nuestro día a día.



jueves, 13 de febrero de 2020

Silenciar a los nostálgicos



Subida del salario mínimo interprofesional, pensiones subidas al IPC, sueldo de los funcionarios del estado subido, inicio del trámite para le ley del derecho a una muerte digna, ley contra la exaltación del franquismo, paralizado con política y diálogo el conflicto del campo español azuzado por las derechas, des-tensión el tema de Catalunya.
Éste es el bagaje del primer mes de gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos. Y no parece mal bagaje dadas las expectativas de caos y colapso que auguraban las resentidas derechitas cobardes y ultra derecha clasista a las que visto lo visto en la primera sesión de control al nuevo gobierno se han quedado con el único argumento de “Venezuela”. Sea lo que sea que signifique eso.
La agenda política la marca el gobierno desde el martes con el cambio del Consejo de Ministros de viernes al segundo día de la semana. Así evitan que durante la semana, en las tertulias de café, de trabajo, de comida se hable de lo que la oposición quiera. Este gran acierto estratégico del gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, tiene descolocados a sus oponentes, tanto políticos como mediáticos.
El anuncio de la intención del Gobierno de tipificar como delito la apología y exaltación del franquismo, tan criminal, corrupto, traicionaero y homicida como el nazismo alemán o el fascismo italiano, ya ha provocado las furibundas reacciones de los cuerpos del estado impregnados en esencia de tan detestable régimen. Medios, judicatura, miembros de las fuerzas armadas y cuerpos de seguridad del estado y partidos políticos herederos directos del catequismo franquista se han puesto en solfa no vayan a perder la oportunidad de cantar las alabanzas y amenazar con el golpismo como han estado acostumbrados estos 40 años largos ya de pseudo democracia ibérica.
Que esta gentuza aluda a la libertad de expresión es un chiste de mal gusto cuando hay más de 150.000 personas ejecutadas y desaparecidas en nuestro país y hubo más de 4 millones de exiliados por su forma de pensar y vivir. Pero es lo que tiene esa legitimidad auto impuesta con la Ley de Amnistía (siguiente paso, debería ser derogarla y pasar a juzgar los delitos de lesa humanidad, que por cierto, nunca prescriben) que sustentó judicialmente lo que socialmente impregno el franquismo durante tantos años en la educación, las costumbres y los criterios de la población.
A las ultra derechas de éste país no sólo les preocupan que sus rituales de exaltación fascista sean perseguidos y condenados por vía penal. Lo que más les duele es que de seguir avanzando en el camino de la Memoria Histórica, los privilegios y las usurpaciones al pueblo saldrán a la luz, se repararán y tendrán que pagar la traición a la clase trabajadora y al país al que dicen tanto adorar. Se les cae la máscara de democracia cuando los pones ante los fantasmas de un pasado caínita, violento y genocida y que ahora en el presente, muestran poniendo trabas a cualquier avance social que la población reclame, a cualquier mínimo atisbo de justicia social y a cualquier llamamiento de emancipación que los y las oprimidas lancen.
Las interesadas igualdades con el terrorismo etarra, o con el comunismo en la República o en Venezuela son el manoseo de uso y abuso de conceptos que contraponen única y exclusivamente para salvaguardar sus privilegios que vienen de un golpe fascista militar, de una guerra civil salvaje y traicionera, de una larga dictadura que implantó garantizó los modelos de corrupción y nepotismo y una democracia siempre amenazada por la repetición de la historia de un ejército, una iglesia, una nobleza y una burguesía perennes enemigos de la clase trabajadora española.
Todos hemos visto como la ley y su peso caía sin escrúpulos sobre unos chavales de Alsasua por una pelea de bar con unos Guardias Civiles envalentonados; sobre una diputada que defendía el derecho a la vivienda digna; sobre anarquistas y comunistas; sobre cantantes y letras; sobre humoristas y chistes; sobre tuiteros; sobre vecinos que defienden su barrio; sobre unos tirititeros que realizaban una sátira sobre la libertad de expresión. Y así mil casos más. Y también hemos visto como la ley resbalaba sobre el manto de la impunidad sobre los fascistas que asaltaron la librería Blanquera; sobre los asesinos de antifascistas o aficionados a un club vasco de fútbol; sobre los que salen a cazar inmigrantes y homosexuales.
Como decía Galeano, “la justicia es como las serpientes, sólo muerde a los descalzos”.
Tipificar como delito la exaltación del franquismo llega tarde. Y probablemente será difícil ejecutarla, mientras exista la Ley de Amnistía. Pero es necesario y un primer paso para educar a la sociedad en democracia y poder abrir los melones que la dictadura y 40 años de silencio han dejado madurar hasta que se han podrido. España necesita una revisión de su historia y una aplicación de la justicia de manera urgente, reparando a las víctimas y condenando a los verdugos ante la historia, y también a sus privilegiados herederos, cuyos privilegios vienen de aquellas matanzas.
Una buena parte de esos herederos están en las altas instancias de la judicatura y en las asociaciones “conservadoras” fachas de la justicia. Ya han expresado su disconformidad y las dudas legales sobre tal medida. Aquí es bueno recordarles que en una democracia, la justicia, lo legal o ilegal, lo moral o inmoral, lo decide la sociedad en su conjunto. Y hay cosas que son absolutamente incomprensibles en un estado de derecho. Exaltar el fascismo en una democracia es una de ellas, quizás la más importante de todas, como nos demuestran todos nuestros países vecinos.
Desde luego existe un riesgo. Poner a la extrema derecha con la bandera de la defensa de la libertad de expresión es un juego peligroso. Mas si cabe porque ya conocemos a los medios de persuasión que trabajan para ellos. No sería la primera vez que una medida coercitiva para acabar con los abusos del fascismo, se convierta años después en un arma para atacar la disidencia desde la izquierda. Que los demócratas, socialistas y comunistas nos veamos atacados por llevar una bandera republicana, una camiseta con una hoz y un martillo o por leer a Miguel Hernández, Lorca, Barea o a la pasionaria.
Para evitarlo es evidente la necesidad de perseguir, investigar y judicializar Guerra Civil, dictadura y años de plomo dentro de la Transición. Dar las herramientas necesarias a la Ley de Memoria Histórica para acabar con la impunidad y la amnistía. Pero sobretodo hace falta mucho compromiso antifascista. En las calles, en la educación y en los medios. Para enseñar, para cultivar el sentido democrático y libertario en la población y así evitar que se dejen seducir por los cantos de sirena de los clasistas y fascistas que siempre nos han considerado, a la clase trabajadora, infrahumanos a los que explotar, aprovecharse, despreciar y asesinar.
El gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos debe de continuar en esta línea marcando el ritmo político, y dentro de ese ritmo, los que creemos en ese inmenso espacio a la izquierda de estas dos fuerzas, aprovecharnos y construir un modelo revolucionario que termine con la indignidad de la clase trabajadora.
Éste gobierno de coalición tiene incontables y enormes retos que asumir. Y el próximo sin mayor demora, debe de ser la derogación de la Ley Mordaza. También es conveniente y urgente, deshacer el entuerto de mordaza digital.
Funcionando así, se lanzaría el mensaje de permitir la disidencia, la libertad de expresión, siempre dentro de unos valores democráticos y de igualdad, no empleando la nostalgia en la apología y exaltación de la dictadura franquista que tanto dolor y tanta opresión han causado al pueblo español.
Engordar el código penal, una herramienta de opresión de la burguesía y del sistema, puede no parecer una buena idea y que se vuelva en contra de la clase trabajadora. Pero lo que ya se ha demostrado como una idea fallida es permitir que la agenda y el ruido lo marquen los nostálgicos de la dictadura franquista.
España, o mejor dicho la oligarquía de derechas, ya tiene sobrada experiencia de aplicar la brocha gorda sobre el rival ideológico, es decir la clase trabajadora o los pueblos oprimidos, y que luego venga Europa a enmendar la plana y llamar la atención sobre los abusos de poder de una juridicatura reaccionaria, siempre al servicio de un estado de las cosas anti democrático. Con la Ley Mordaza ha sido una constante. Puede pasar que la libertad de expresar alabanzas a Franco y a sus secuaces asesinos sea abalada por el Tribunal europeo de Derechos Humanos. A mi, me parece harto improbable cuando no inverosímil.
Si abrir este debate sirve para poner negro sobre blanco lo que sucedió en éste país durante el último siglo bien vale la pena. Si sirve para desenmascarar a los que hoy en un escaño, un micrófono o una columna de periódico defienden la supervivencia de valores machistas, homófobos, racistas y clasistas bien vale la pena. Si sirve para ayudar a reabrir todas las fosas comunes, todos los procesos sumarísimos, todos los delitos de odio, todas las muertes por razones de ideología, bien vale la pena. Si sirve educar en memoria, en historia y en democracia a toda la ciudadanía para que puedan interpretar libremente y componer su ideario bajo una imagen certera de la historia, bien vale la pena.


miércoles, 22 de enero de 2020

Por el fútbol popular



Como el Mirandés hace 8 años la Copa vuelve a traer una de esas historias que parecen relatos de blanco y negro, utopías deportivas, partidas de football manager o ensoñaciones entre las sábanas de nuestro modesto equipo local o de barrio.
Hoy Unionistas de Salamanca recibe al Real Madrid. Hoy el fútbol popular se mide al paradigma del fútbol negocio, del poder y del dinero.



La historia de Unionistas de Salamanca empezó el 18 de junio de 2013. Ese día, a punto de cumplir 90 años, desaparecía la Unión Deportiva Salamanca. Víctima de los usos y costumbres del fútbol caciquil, de la especulación sobre el sentimiento, del desinterés de una ciudad y de la gestión inepta y corrupta de los prohombres de la patronal salmantina, todo ello aderezado con la simpatía de los políticos locales en gobierno y el masaje tonificador de las cabeceras periodísticas de la ciudad.
Para entonces el germen de Unionistas ya existía. Era la Plataforma de Aficionados de la Unión (PAU) que se habían organizado para tratar de ayudar en la continuidad de la UDS. Volvía por ese entonces a aparecer el turbio Juan José Hidalgo cuyas verdaderas intenciones era continuar como si nada hubiera pasado. Ese “nada” eran los 23 millones de euros de deuda con Hacienda y la Seguridad Social (es decir, con TODOS nosotros), proveedores, trabajadores, futbolistas y ex-futbolistas, agentes... que empezaron acumularse bajo su gerencia 15 años antes.
Pronto se unió el sentimiento de ser utilizados por el cacique y a la vez la absoluta inviabilidad de la Sociedad Anónima Deportiva por lo que el reto ya no era tanto salvar al club, como sí hacerlo con su memoria y rendir homenaje a la veracidad de lo ocurrido con la Unión, por lo que la creación de un nuevo club bajo ese planteamiento era el paso natural.
Y así, con ese espíritu el 23 de agosto de ese 2013 nacía Unionistas de Salamanca. Lo hacía además bajo un modelo de fútbol popular, con unos estatutos en los que se dejaba claro el carácter asambleario del club, su propuesta para competir en las categorías del fútbol nacional, desde la categoría más baja y hasta donde se llegará, pero siempre manteniendo la propiedad en los aficionados. Huyendo del fútbol negocio.
Al tiempo Hidalgo trataba que el club que fundó unos meses antes (Athletic de Salamanca) compitiera en el lugar de la UDS en 2ªB, hecho que la justicia tumbó. Querían seguir como si tal cosa, como si no hubiera deudas e impagos.
Para Unionistas estos años han sido de un constante crecimiento no falto de trabas y zancadillas por parte del ay-untamiento de Salamanca, que ha tratado a la institución con una falta de respeto lacerante e indigna. Tampoco han sido agradables las cabeceras periodísticas de la ciudad, rencorosas y siempre a favor de los proyectos planteados desde arriba. Es decir, con dinero por personajes de dentro y fuera de la ciudad.
En Salamanca parece que escuece que un club popular, montado por un grupo de aficionados, sin grandes fortunas detrás, sin oscuros intereses de por medio, ya no sólo tenga éxito, sino su simple existencia y competencia.
Un ejemplo claro de todo esto es el tema del campo de juego de Unionistas de Salamanca. Ya en sus propios estatutos el club manifiesta la imposibilidad de jugar en el Helmántico (estadio de la UDS) por temas económicos pero también por un respeto reverencial al “templo” donde el equipo de sus amores jugaba.
El Helmántico es un estadio privado. Al procederse la liquidación de la UDS el estadio formaba parte de los lotes que salieron a subasta para tratar de pagar las deudas del club. Valorado en 14 millones su subasta en dos ocasiones quedó desierta. En la ciudad había un debate enconado para que el ayuntamiento pujara y convertirlo en un estadio municipal. Yo mismo caía en fuertes contradicciones porque soltar ese dinero cuando la ciudad tenía tantas carencias me parecía algo fuera de lugar por mucho romanticismo y muchos recuerdos de fútbol en las estrechas gradas y sobre esos asientos descoloridos y de anárquica composición.
Al final fue un empresario mejicano que por un millón de euros quien se llevo el estadio. Además lo hizo con promesas veladas del alcalde de Villares de la Reina (alcalde también del PP que llevaba en el cargo desde tiempos franquistas) de otorgarle licencias urbanísticas y de explotación para construir un centro comercial junto al estadio.
Al tiempo pagaba por la plaza que el Salmantino (antiguo filial de la UDS) conservaba en regional, haciendo un equipo y un club a la carrera, en la que con dinero, incontables futbolistas mejicanos de por medio y la intervención directa de personajes corruptos y oscuros como Agapito Iglesias (horrenda gestión en Zaragoza donde es persona non-grata, apuestas, sobornos, compra de partidos adornan el curriculum) ha ido creciendo hasta compartir grupo segundo de la 2ªB con Unionistas.
Hoy en día el Salamanca CF juega en El Helmántico. Y Unionistas de Salamanca en las Pistas. Ambas instalaciones están separadas por 50 metros. Y esta semana y media desde que el sorteo emparejó al club de fútbol popular con el trece veces Campeón de Europa, Salamanca, con su alcalde al frente ha vuelto a ser ejemplo de caciquismo, actitud rancia y vergüenza propia de los inmigrantes que tenemos que explicar lo que pasa en nuestra ciudad y con el fútbol (y la política) en nuestros lugares de residencia.
En las Pistas está noche va a jugar el Real Madrid. Va a jugar ahí contra Unionistas los dieciseisavos de final de la Copa del Rey. No es el único partido que juega ahí. Cada 15 días la afición de Unionistas acude al campo. Y los voluntarios lo preparan antes y después para que todas las personas que hagan uso de la instalación la encuentren de la mejor forma posible.
El partido va a ser en las Pistas pese al interés manifiesto del alcalde, el PP de Salamanca y sus voceros mediáticos por trasladarlo al Helmántico. No sólo para que el mejicano hiciera negocio con el éxito del vecino repudiado. Sino también, y esto es lo más grave, para tapar la tremenda chapuza de un Ayuntamiento que tiene una instalación, las pistas, en otro municipio (Villares), pero sin los permisos necesarios para adecuar o modificarlas.
Un escándalo así debería acabar con la dimisión del alcalde y su equipo de gobierno. Si tuviera vergüenza claro. Como no es así, lo siguiente sería que Ciudadanos ante tal chapuza que ha vuelto a poner en el disparadero a la ciudad de Salamanca, empleará la llave de gobierno y mandará a la oposición de una vez por todas a los ineptos y cara-duras del PP de Salamanca.
Poco ha importando para alcalde y medios de Salamanca el que los socios de Unionistas con su directiva a la cabeza hayan apostado por jugar en las Pistas. Con o sin gradas supletorias. Con o sin mayor recaudación. El evento es en si un regalo para la afición que lleva 5 años haciendo viajes, pasando frío, lluvia y otras incomodidades en de las Pistas. No es para los arribistas de última hora. No es para los aficionados del Madrid de la ciudad y de la provincia. No es para los dueños de El Helmántico.
Es Unionistas el que se ha ganado en el campo el jugar éste partido en su casa. Es ahí donde además reconocen que tienen más posibilidades de hincarle el diente al rival. Y son los que deciden siempre que la seguridad, la RFEF y la TV (maldita televisión que ha metido el dinero en el fútbol) este garantizada. Y si no hubiera sido ahí ellos también decidían llevárselo fuera porque está en sus estatutos. En su idiosincrasia.
Si yo entiendo que haya gente que anime al otro equipo, porque están en El Helmántico o porque tienen más posibilidades de éxito deportivo o por lo que sea, no entiendo por qué no se respeta lo que la masa social de Unionistas decida. Es la misma envidia de Salamanca de siempre.
Hace seis años nacía Unionistas. Hace 5 años jugaba en los campos de tierra de la provincia. Hoy juega en Segunda División B y recibe en Copa al Real Madrid, club más laureado del mundo según la FIFA. Un sueño. Un meteoro que habla de una gestión deportiva y social con el fútbol como pasión, como sentimiento. Hecho por y para los seguidores.
La afición de Unionistas siempre llena las Pistas y ha hecho y hará incontables kilómetros para disfrutar del fútbol y animar a su equipo, dando un ambiente y un colorido por el que ya son reconocidos. Hoy disfrutarán. Se lo merecen. Y son un ejemplo maravilloso.
Disfrutad del partido. Disfrutad del fútbol. Lo más normal es que el Madrid gane fácil a Unionistas. Pero es tan bonita la idea, la filosofía y es tan segura la actitud de divertirse con el fútbol que van a tener todos los aficionados de Unionistas hoy, que ya han ganado.



Camareros: Necesarios, degradados y precarios. Una experiencia personal

Ahora que ya está aquí el veranito con su calor plomizo, pegajoso y hasta criminal, se llenan las terracitas para tomar unas...