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sábado, 18 de abril de 2015

Las personas y el planeta antes que el capital. Stop TTIP



Manolo se llama mi peluquero y afirma ser de derechas. Además de las derechas que no tenemos en este país. Es un tío culto, atento, sabe escuchar y le interesa la política. En los 15 minutos cada 4 ó 5 meses en las que me corto el pelo (o me afeito) o si paso a saludarle, mantenemos conversaciones muy interesantes, con buenos argumentarios que versan en ocasiones sobre la situación del pequeño comercio, los autónomos, las bases de contratación o la libertad de horarios. Muchas veces salgo de allí y le dejo pensando en que de verdad es más de izquierdas de lo que piensa.

La frutería de mi calle la regenta Carlos quien cree que es de derechas. Piensa que si vienen los de izquierdas, le quitarán la frutería. Sabe que en mi familia y yo somos de izquierdas, muy de izquierdas. Mantenemos una relación cordial porque aprendí de una ocasión en la que discutimos de política, que era mejor quedarnos en nuestros papeles de tendero y cliente. Y en definitiva, está al lado de casa, tiene buen genero, a un precio razonable y hay que mentalizarse en apoyar al pequeño comerciante de cercanía, tanto en el trato como en el origen de los productos.

Los dueños de la farmacia de toda la vida en el pueblo, son de derechas. Tienen una posición cómoda y han ido funcionando con pocos contratados y muchos becarios en prácticas. Ahora la situación es peor "por la herencia recibida" y porque hay “demasiadas farmacias en el municipio”.

La familia de un buen amigo tienen una granja en el pueblo a media hora larga de la capital. Se declaran votantes alterno del PP y el PSOE, pues no tiene claro quien le dará respuesta a su lenta agonía financiera.

Mi ex pareja es funcionaria de la Administración. Profesora concretamente. Se muestra desencantada de la política. Ella cumple con su trabajo y no quiere saber nada más.

Mi amiga Paqui trabaja también en la administración, pero en Sanidad. Es de derechas. Militante del partido en gobierno anquilosado de la región años y años. Los de izquierdas somos populistas y no sabemos estar en el mundo del siglo XXI. Llevo meses sin hablar con ella. Con la situación del complejo hospitalario de Salamanca, no le interesa conversar conmigo.

Un buen amigo es del PSOE. De toda la vida. Se muestra muy critico con algunas leyes en materia de economía del período Zapatero, le escandaliza la corrupción y se siente muy orgulloso de las leyes sociales que se aprueban con los mandatos del PSOE. Es técnico informático tiene empleo estable, bien remunerado en esta provincia y se siente seguro en su chalecito comprado en una de las urbanizaciones de la periferia.

Pues bien, está a punto de empezar una nueva era para ellos, pero no lo saben. No pueden saberlo porque es el motivo que les lleva y nos lleva a este nuevo paradigma prácticamente secreto. Se lo he ido comentando en los últimos meses y me dicen pesimista y tremendista.

En los próximos meses, cuando entre en vigor el Tratado de Libre Comercio entre EEUU y la UE (TTIP), algo que ninguno de ellos conoce, su pequeño universo se transformará:

La libertad de comercialización de los productos americanos hará proliferar nuevos supermercados, llenos de envoltorios de colorines y precios de risa. Los trabajadores precarios, que son mayoría, sólo podrán comprar a esos precios, su sueldo no dará para más. Los pequeños comercios de proximidad irán cerrando poco a poco y nuestro frutero acabará de reponedor, por 500€ al mes, en un “walt-mart”, descubriendo que la fruta que venden allí es una porquería y que él, para asombro general, es de izquierdas pero no lo sabía. Mientras Manolo, se levantará cada día sea sábado, domingo o lunes sin saber si trabajará en el espacio de peluquería masculina del “walt-mart”. Le avisan una hora antes de entrar a trabajar, y al final de cada mes redescubre que su capacidad de ahorro dista entre 10 ó 20 euros mensuales. Ambos se harán activistas de un grupo off-line, ya que las nuevas normas sobre datos de usuarios de internet los pondrían al descubierto si usaran las redes sociales.

Los acuerdos del TTIP obligarán a privatizar casi completamente la Sanidad, por lo que los trabajadores precarios, que son mayoría, no tendrán acceso a muchos tratamientos médicos, que tendrán unos precios cada vez más elevados. La farmacéutica de toda la vida verá disminuir su clientela y menguados sus ingresos, no podrá hacer frente a los créditos y pagos a proveedores. La farmacias, controladas y reguladas por el Estado, serán “liberalizadas” y nuestra boticaria, en quiebra, regalará su botica a “Procter & Johnson” a cambio de un salario de subsistencia. No le va a ir mucho mejor a Paqui, que ha pasado de la seguridad del puesto de por vida a la precariedad de ir rotando por centros privados y los antes públicos, sin conocer horarios o si el próximo mes trabajará. Ambas descubrirán con horror que ser de derechas siendo un asalariado provoca dudas existenciales severas.

La familia granjera de mi amigo, tan cuidadosos con las normas sanitarias para criar sus vacas, verá cómo el mercado nacional es invadido por toneladas de carne americana, baratísima, pero llena de hormonas. Además su pequeño huerto quedará para el autoconsumo si consiguen ocultarlo a las inspecciones privadas, puesto que todo la fruta y verdura que llegue a los mercados será tratada genéticamente y vendra de las multinacionales. Tendrá que cerrar en poco más de un año y subsistir como descargador en una distribuidora cárnica. Identificará al “libre comercio” como el enemigo del que no le defendieron ni PP ni PSOE. Abrazará la causa antineoliberal sin grandes resultados, pues la Ley Mordaza y el nuevo Código Penal impedirán protestas y manifestaciones “antisistema”.

Mi ex se verá afectada por la nueva legislación laboral que permitirá despedir a los funcionarios. Una demanda millonaria de la multinacional “All is mine” contra el Estado español por lucro cesante dejará el presupuesto estatal temblando para varios años y no habrá más remedio que despedir al 65% de los funcionarios para poder mantener los 250 cargos de confianza de cada ministro. Amargamente comprobará con estupor que su amiga Lola, que no fue capaz de aprobar las oposiciones, es ahora secretaria de un exdiputado que “trabaja” en la antes mencionada “All is mine”. Malvivirá trabajando sin contrato y descubrirá que sólo puede subsistir al margen del Estado.

Y si esta distopia futurista te parece exagerada, lee a continuación los puntos más destacados del TTIP:

La línea oficial es que esto va a crear empleo y estimular el crecimiento económico. No obstante los verdaderos beneficiarios de estos acuerdos serán las grandes empresas y no la ciudadanía.

La mejora o incluso el mantenimiento de normas relativas a la alimentación, el derecho al trabajo, la protección ambiental o los derechos de los consumidores y las consumidoras se convertiría en algo mucho más difícil.

Los cambios en las normas regulatorias afectarán a la producción y prestación de bienes y servicios (calidades, reglas de emisión de contaminación, inversiones y derechos de propiedad).

Los negociadores de la UE que se ocupan de este tratado están rodeados de los lobbies de las diferentes corporaciones multinacionales y patronales. La Comisión Europea se embarcó en más de 100 encuentros cerrados con lobbistas y multinacionales para negociar los contenidos del tratado. La Comisión Europea tuvo que reconocer esos encuentros a posteriori, y más del 90% de los participantes resultaron ser grandes empresas. Los documentos y negociaciones son opacos y secretos para el común. No se ha dejado participar a los sindicatos y a otros grupos de la sociedad civil. Ni siquiera los representantes elegidos democráticamente, los eurodiputados, tienen un acceso en condiciones de transparencia, participación e información digno a lo que se habla en la mesa de negociación.

El negociador principal de la parte europea reconoció en una carta pública que todos los documentos relacionados con las negociaciones estarían cerrados al público durante al menos 30 años. Concretamente aseguró que esta negociación sería una excepción a la Regla 1049/2001 que establece que todos los documentos de las instituciones europeas han de ser públicos. Como dice el premio Nobel Joseph Stiglitz sobre la negociación clandestina del TTIP, “no se entiende tanto secretismo, a no ser que lo que están tramando sea realmente malo”.

Porque si el tratado es tan positivo para ambos lados, se esta negociando de forma tan oscurantista y con tanto secretismo, tan lejos del debate político y social y tan de espaldas a los ciudadanos y los periodistas.

Una vez aprobado el TLC todos los gobiernos tendrán que adaptar sus normativas nacionales a los nuevos acuerdos internacionales, lo cual implicará una nueva ola de reformas laborales, financieras, fiscales, etc. que sirva a esa armonización regulatoria propuesta en el tratado. El TTIP estará por encima de la Constitución de cada país, será como una supraconstitución. Y los tribunales internacionales de arbitraje, que no están constituidos por jueces independientes, tendrán un nivel judicial más alto que los tribunales nacionales. El TTIP incluirá una cláusula de protección de los inversores extranjeros (conocida como Investor-State dispute settlement, ISDS), que permitirá a las multinacionales demandar a los estados cuyos gobiernos aprueben leyes que afecten a sus beneficios económicos presentes o futuros.

El TTIP no es sólo comercio, es un “Nuevo Constitucionalismo”, que garantiza derechos a los inversores por encima de los derechos de los ciudadanos. Aquí hay que hacer referencia a la modificación del artículo 135 de la Constitución española, que da prioridad al pago de la deuda sobre el bienestar de los ciudadanos, aprobado por PP y PSOE sin hacer la pertinente consulta ciudadana ante una enmienda constitucional.

En materia laboral, EEUU no ha ratificado seis de las ocho principales convenciones de la OIT, entre ellas las que conciernen a la libertad sindical y a la negociación colectiva. Por el contrario, todos los países de la Unión Europea han ratificado los ocho convenios fundamentales. Se habla de un proceso de mínimo denominador común en el que el resultado de la armonización será la igualación al nivel de la regulación más laxa.

Esto no va del tamaño del enchufe sino de cumplir con lo que quieren las multinacionales y lobbies comerciales: Destrozo de los derechos laborales, eliminación de los controles de tipo ecológico, de protección del consumidor. En USA no hay defensa de los derechos laborales, elemento que ha sido diferenciador y factor de construcción de la UE. En definitiva, las políticas comerciales se supeditan a todo lo demás, incluso a los derechos sociales.

Cuando se amplían los mercados la competencia se incrementa y las empresas nacionales se ven obligadas a competir con las extranjeras. Y en esa pugna acaban victoriosas las empresas más competitivas. Se va a producir un trasvase de ventas desde las empresas locales, más pequeñas, hacia las grandes empresas que son las que pueden mantener estructuras de costes y precios reducidos a lo largo del tiempo hasta que hayan logrado eliminar a la competencia local.
 
Todas las que no puedan competir y ofrecer precios más bajos tendrán que desaparecer junto con todos sus puestos de trabajo. De hecho, la Comisión Europea ha reconocido que la ventaja competitiva de algunas industrias estadounidenses generarán un notable impacto negativo en sus homólogas en la Unión Europea, pero asume que los gobiernos tendrán fondos suficientes para mitigar los costes que ello genere.

El modelo agrario europeo es muy diferente al estadounidense, tanto en su organización como sobre todo en su tamaño. En EEUU hay 2 millones de granjas, mientras que en la Unión Europea hay 13 millones. En promedio una granja estadounidense es 13 veces más grande que una europea, lo que permite a las empresas estadounidenses competir en mejores condiciones. Por eso los agricultores europeos están tan preocupados: la amenaza de una concentración de poder y riqueza en el sector es muy alta.

La estructura productiva de los países de la periferia europea está mucho menos desarrollada que en el centro y norte de Europa y es mucho menos competitiva, de modo que una mayor competencia proveniente de las empresas estadounidenses afectará fundamentalmente a España, Portugal y Grecia.

Los negociadores de Estados Unidos han señalado particularmente a la regulación sobre sanidad y productos fitosanitarios como principales objetivos a armonizar. Y es que la regulación de la Unión Europea en esta materia está mucho más desarrollada y es más rígida que la de Estados Unidos, razón por la cual una armonización a la baja será especialmente lesiva para los ciudadanos europeos. Por ejemplo en materia de cosmética pública, la Unión Europea bloquea más de 1.200 sustancias que se utilizarían en cosméticos, mientras que Estados Unidos sólo bloquea poco más de diez.

Los supermercados europeos se inundarán de productos que son habituales en Estados Unidos y que sin embargo a día de hoy están prohibidos en la Unión Europea por motivos sanitarios o ecológicos. Por ejemplo, el 70% de toda la comida vendida en Estados Unidos contiene ingredientes modificados genéticamente, algo impensable actualmente en la Unión Europea.


En materia de protección de datos, en Estados Unidos las grandes empresas pueden acceder sin límites a toda la información privada de sus clientes. Así, empresas como Facebook, Google o Microsoft tienen capacidad de utilizar esa información como deseen.
Sin embargo, en la Unión Europea hay límites que protegen ese espacio personal. ACTA y ahora el TTIP buscan romper esa regulación europea para armonizarla con la falta de límites de Estados Unidos. Este tratado de libre comercio atenta directamente contra este requisito al conceder una mayor protección legal a las grandes empresas que a los propios ciudadanos o a los estados.

Por poner sólo dos ejemplos la UE y sus Estados miembros serían presionados para permitir tecnologías peligrosas como, por ejemplo, el fracking (el fracking es una técnica controlada por las mulitnacionales frente a la energía solar que está absolutamente descentralizada y en la que por definición los propios ciudadanos a tipo individual pueden desarrollar, usar y comercializar su energía) o la modificación genética.


Van de patriotas pero la sola negociación de este tratado implica la destrucción del estado. Para el Estado hay dos riesgos esenciales: por un lado el de la difuminación absoluta en el marco del TTIP y la eventual imposibilidad de aplicar políticas distintas a los enunciados neoliberales que laten en el TTIP. Las características de un tratado como éste, dependiente además de la Unión Europea, harían materialmente imposible su modificación en el caso de que nuevas mayorías pidieran su modificación.

En segundo lugar, la privatización de la justicia, al someter todas las discrepancias sobre las inversiones exteriores a procedimientos arbitrales privados. Conviene recordar aquí la demanda que presentó Veolia contra Egipto ante el CIADI, organismo dependiente del Banco Mundial, por la elevación de 31€ el salario mínimo, lo que afecta al equilibrio económico del contrato de basuras de Alejandría. Philip Morris denunció al gobierno de Australia por poner fotos de pulmones enfermos en sus cajetillas.Una petrolifera demando al gobierno de Quebec por prohibir tras un referendum ciudadano el fracking...

Todo ello facilitará la liberalización y la privatización de todos los servicios, derechos, libertades y deberes de la ciudadanía dejándolos como meros consumidores. Estos procesos se volverán irreversibles. Es un golpe maestro de estado contra la soberanía popular. Abríriamos definitivamente las puertas de nuestra legislación al mercado salvaje y a las atrocidades que USA comete en todo el mundo en nombre de la democracia, cuando realmente lo hace en nombre del capital.

Si todo esto no te ha generado deseos de luchar contra el TTIP, creeré que no tienes sangre en las venas y que vamos camino de un neofeudalismo sin solución.



El CETA y el TTIP aumentarían el poder de las multinacionales en detrimento de la democracia y del interés público. ¡No debemos permitirlo! ¡Contamos con vosotros y vosotras, firmad la ICE!

sábado, 23 de abril de 2011

Tres caídos y uno en discordía


Comparto esta columna de el diario Público del pasado miércoles 20 abril y firmada por el ex-ministro de economía Josep Borrell sobre la situación actual de la UE y ese negocio redondo que son los rescates a los países (pequeños y casi todos mediterráneos) únicos representantes del "socialismo" (no lo que práctica Zapatero) en la Unión Europea de los 25, auténtico adalid del liberalismo económico.

Con Portugal ya son tres los países del euro bajo respiración financiera asistida, excluidos del mercado de capitales y bajo la ayuda/vigilancia de la UE y el FMI. Pero sólo suman el 6 % del PIB de la eurozona. Si se detiene el contagio, la cosa no es tan grave y Europa tiene los medios para hacerle frente. Con el permiso de Finlandia, donde un partido populista que se ha convertido en la tercera fuerza del Parlamento tras las elecciones del domingo se opone a la concesión de ayudas como la que Portugal no ha tenido mas remedio que solicitar.

Portugal no había falsificado sus cuentas públicas, como Grecia. Ni había tenido una burbuja inmobiliaria como España. Ni una crisis bancaria como Irlanda. Su problema ha sido un débil crecimiento económico durante años, pérdida de competitividad, desindustrialización y precariedad. Entre 2002 y 2008, Portugal había crecido al 0,8%, la mitad de la media europea. Y durante diez años ha tenido un déficit exterior del 10% del PIB, reflejo de su pérdida de competitividad agravada por la desaparición de industrias tradicionales como la textil frente a la competencia china. En este escenario de bajo crecimiento, las medidas de austeridad han reducido drásticamente la demanda interna y precipitado la recesión. Más austeridad ya sólo servirá para depauperar más a la población y para hacer más difícil el crecimiento, sin el cual no es posible reducir el déficit.

Esto es lo que le ha ocurrido a Portugal, como antes a Irlanda, que fue la primera en aplicar planes de austeridad que no han servido de nada porque han matado el crecimiento. Todos los ojos están puestos ahora en España. A todos les interesa que aumente la confianza en nuestro país porque España es too big to fail (demasiado grande para caer). Por eso todos se expresan de forma positiva sobre la situación económica y política de España, a la que hay que aislar a toda costa de la dinámica que empezó en Atenas y ha llegado hasta Lisboa.

Nuestra situación es bien diferente, sobre todo si se mide por la cifra clave que es el coste de la financiación, todavía por debajo del 6%. Pero de España preocupan las expectativas de crecimiento, que siguen siendo muy débiles, y el verdadero coste de la reestructuración bancaria, que sigue siendo desconocido y que los mercados estiman muy superior al que reconoce el Gobierno. Nuestro caso es diferente, pero en Lisboa se repitió muchas veces que Portugal no era Grecia y que no necesitaba la ayuda europea. Irlanda decía lo mismo antes de tener que claudicar
Portugal se ha resistido hasta el final. No quería hacer caso a las presiones discretas de los que pensaban que las medidas que tenía que tomar para reducir el déficit creaban más tensiones que las que resolvían. La situación se volvió insostenible cuando la oposición de centro derecha se negó a aceptar un nuevo plan drástico de reducción del déficit, las agencias de calificación siguieron rebajando la nota de la deuda portuguesa y de sus bancos, y los tipos de interés que los mercados reclamaban llegaron al 10%. Es decir, la asfixia financiera. Pero la puntilla se la dieron los propios bancos portugueses cuando se negaron a seguir comprando deuda pública porque su baja calificación arrastraba la suya. Dicen que el BCE les indicó que no les seguiría suministrando liquidez si la seguían utilizando para financiar el déficit publico. Naturalmente, el BCE niega haber ejercido esas presiones.

Ahora, la UE y el FMI le prestarán unos 80.000 millones de euros en unas condiciones difíciles que tendrán que negociarse con un Gobierno en funciones. Ironía de la historia, el plan que fue rechazado en el Parlamento servirá de base para las contrapartidas que la UE/FMI pedirán a Portugal para concederle su ayuda. La píldora será mas amarga que la que rechazó la oposición. Políticamente, la derecha ha hecho un negocio redondo. Primero la presión de los mercados obliga a un Gobierno de izquierdas a tomar medidas de ajuste impopulares y regresivas que aumentan la desigualdad social. Después, le retira el apoyo parlamentario y obliga a celebrar elecciones anticipadas, que seguramente ganará, para seguir aplicando las mismas políticas, o más duras aún, y dejando a la izquierda sin un discurso alternativo porque les será fácil decirle: “¿Y ustedes qué hacían?”.

Ante los tres caídos aparece un tercero en discordia. El mismo día que Portugal tiraba la toalla, el BCE subía el tipo de interés del 1 al 1,25%, antes de que lo hiciese la Reserva Federal estadounidense o el Banco de Inglaterra, y no digamos el del Japón. Claro que el BCE es el único banco central que sólo tiene como objetivo la lucha contra la inflación, sin tener que tomar en cuenta los efectos que sus medidas tienen sobre el crecimiento.

Es posible que este sea un nuevo paso en falso del BCE. El anterior fue en junio del 2008, cuando el barril estaba a 127 euros, como ahora, y decidió subir los tipos de interés porque veía venir tensiones inflacionistas. Que Dios les conserve la vista a los de Frankfurt, porque poco después el precio del petróleo se desplomaba y la crisis económica, que había empezado medio año antes en EEUU, le obligaba a bajar a toda velocidad los tipos del 4,25 al 1%.

Subir el rendimiento del capital favorece a quien lo tiene. Pero se reduce la renta disponible de los que tienen deudas a tipos de interés variable y, con ello, el consumo. Es una medida tomada para el conjunto de la eurozona que les viene bien a las economías centrales, especialmente la alemana, pero que tendrá efectos negativos en las economías periféricas débiles, a las que resultará más difícil salir de la recesión .

miércoles, 24 de junio de 2009

Bochorno


Ya está, ya pasó. Así, como un niño enfermo, acariciado por su madre al emerger de la fiebre, deben sentirse hoy nuestros líderes. Ya está, ya pasó, ya terminaron estas elecciones tan engorrosas, que a ellos les han interesado menos que a nadie. Hoy ya pueden salir a la calle, jugar con sus compañeros a apedrear a los de enfrente, sin tener que acordarse de decir de vez en cuando la palabra Estrasburgo, con lo difícil que es pronunciarla bien, encima. Por eso, han preferido atrincherarse en términos más castizos, que si la crisis, que si el empleo, que si el paro, que si el sastre, que si los espías, que si el impuesto de matriculación, que si tu plan no funciona, que si pues anda que el tuyo, que si estoy contigo, Paco.

Ha sido una campaña bochornosa, como un ensayo de elecciones generales representado por actores aficionados, que balbuceaban con un chicle en la boca sin haberse aprendido el papel. Ha sido ineficaz, irresponsable, casposa y tristísima. Habrá costado un dineral, pero eso es lo de menos. Cada vez resulta más difícil creer en Europa, esa Arcadia feliz a la que los españoles que llegamos a conocer el franquismo, aunque fuera de refilón, mirábamos como a la patria del progreso y la razón, de la civilización y las libertades. A la que miramos después como un contrapoder universal, capaz de sostener el concepto de la sociedad del bienestar frente al neoliberalismo caníbal de Estados Unidos. A la que ahora es mejor no mirar, para no ahogarse en el intento de divisar el fondo de su infinito ombligo.

Ya ni siquiera consuela hablar de la Europa de los mercaderes, porque lo que pasa va mucho más allá de la economía. Europa cansa, porque está cansada. Europa aburre, porque está aburrida. Europa, aquella doncella seducida por un dios, se ha convertido en una vieja repintada, adicta al botox y a los rayos UVA. Y da pena verla.

Europa viaja en un tren roto. Los síntomas de avería eran claros en época de bonanza. Ahora con la crisis provocando estrépitos no queda ninguna duda de que el sistema neo-liberal capitalista agoniza y con él toda la sociedad (sobretodo las clases más bajas). La campaña y elecciones europeas han tenido un tinte claramente nacional en todos los países. Por fortuna España no ha sido el ejemplo más fragrante de bajeza y ruina moral, puesto que Italia con "el papi", las ragazzas y los escándalos sexuales sigue empeñándose en trasladar Lepe a la Toscana. Pero tampoco hemos quedado mucho más allá y asuntos verdaderamente interesantes como la política agraria, la gestión de Internet o la representación y representatividad de las cámaras europeas ni se han mencionado en el tablero bipartidista español. Las interesantes propuestas de Izquierda Unida, Izquierda Anti-capitalista o Iniciativa Internacionalista apenas tuvieron eco salvo en los que no venden su voto a la foto más impactante o el comentario más casposo. Sus resultados no indican nada, como los de todas las elecciones con una participación record en lo negativo y la continúa sensación de negativa representavidad que ejercen los dos partidos mayoritarios.

Ya no es que la izquierda más radical o extrema, verdi-roja en códigos centro-europeos encuentre acomodo en una bancada que izan la bandera del PSOE. Las continúas medidas neo-liberales, e incluso derechistas, se siguen sucediendo y poco o nada se oye hablar de una intervención clara del estado en 4 campos que sufren o provocaron la actual crisis. Ni construción, ni sistema financiero (parece que ya suficientemente reglado, por fortuna), ni sector primario (extra-inflaccionado y deudor para los productores), ni sectores claves (energía, transporte, etc) van a tener que plegar velas a los dictamenes centrales. Ni autonómicos, ni tampoco locales. El librecambio exarcerbado parece que se va a librar porque resulta que las clases poderosas lo quieren, y el pueblo llano, feliz en su inopia y onanismo, aplaude las hazañas con el PC fútbol de Florentino, o arrima el voto a la derecha o ni siquiera se acerca un triste domingo a sacar el DNI de la cartera, para algo que no requiera que le suceda la VISA o la 4b.

Tampoco esto es una sorpresa. Una campaña de ideas, de calidad hubiera atraído como mucho a un par de millones de votantes en España (uno para cada polo bipartidista). Sin embargo, aguantamos estoicamente las patrañas de la derecha, los agravios de la pseudo izquierda que nos gobierna, y hasta las proclamas de los más retrógrados y pasados, con ganas de volver al poder.

Mientras tanto la calidad de vida se resiente. El lado humano de la recesión, parte de ese nuevo género mediático que ha dado en llamarse "porno de la recesión", es la historia de un descenso gradual del exceso a la frugalidad, de la holgura a la austeridad. Los super-ricos prescinden de sus aviones privados; la clase media alta recorta sus clases particulares de Pilates; las clases simplemente medias renuncian a las vacaciones y a sus veladas en la terraza del bar de Esther. En algunas descripciones, la recesión llega incluso a dibujarse como "la gran niveladora", difuminando los vertiginosos niveles de desigualdad que caracterizaron las últimas dos décadas y apiñando a todo el mundo en una única clase grande, la de los Nuevos Pobres, en la que todos conducimos diminutos utilitarios de alta eficiencia energética y cultivamos tomates en el porche de casa.

Por lo tanto, mientras el verano frie las ya perjudicadas neuronas del electorado español, y mientras no falten mesías que clamen el por qué hay tanto obrero que vota a la derecha (y añado yo, a esa pseudo-derecha de puño y rosa) se pliegan armas para la siguiente batalla (elecciones locales) no sin rebajar el nivel de tensión y crispación, y mucho menos el de idiotez suprema. Tampoco en Europa están para echar flores y me sigue sorprendiendo que los que nos han llevado a la actual situación (neo-cons que van desde la extrema derecha hasta laboristas británicos o social-democratas) han conseguido aferrarse a la plaza. Y peor aún, porque aquí no nos queda el consuelo de que los corruptos, ávaros y presuntos no sólo han renunciado o han sido renunciados a presentarse, es que además son alabados. Cuánto más robas, más te queremos, es la moraleja.

miércoles, 25 de marzo de 2009

El informe Auken contra el ladrillazo


Este jueves próximo 26 de marzo, se votará en el Parlamento Europeo el Informe redactado por la eurodiputada verde danesa Margrete Auken sobre el "frenesí urbanizador" en España. El análisis y las conclusiones de dicho informe es tremendamente crítico con el urbanismo masivo y la especulación inmobiliaria en España. Es la culminación de más de cinco años de trabajo dentro de la institución europea empujado por docenas de miles de personas, de plataformas ciudadanas de denuncia, y de grupos de vecinos afectados por todo el territorio español. Se trata de movimientos y luchas locales en activa denuncia contra los abusos urbanísticos y de defensa de la democracia municipal.

Si finalmente se llegara a aprobar el Informe Auken como es deseable, aunque no tenga efectos ejecutivos inmediatos, lo que es seguro es que sí enviará un claro mensaje político y jurídico a la sociedad y gobiernos centrales, autonómicos y municipales, ya que hace una llamada a las instituciones españolas y a las europeas para que se actúen con toda su fuerza y legitimidad contra la borrachera urbanística que ha sufrido España durante los últimos años, y que además resulta ser una de las causas principales de la dura crisis económica que sufrimos. Si se aprueba este informe, habrán de tomar buena nota del mismo los ayuntamientos, los juzgados, los gobernantes, los legisladores, y hasta la misma Comisión Europea y el Tribunal Europeo de Justicia.

El PP y el PSOE están luchando juntos y a brazo partido en contra de la aprobación del Informe Auken, que ya fue aprobado con una amplia mayoría por la Comisión de Peticiones (por dos-tercios de los eurodiputados). Pero como el PP y el PSOE quieren impedir a toda costa su aprobación definitiva, ahora sacan un "artilugio procedimental" para intentar obstaculizar su votación y aprobación por parte de la cámara parlamentaria mediante la propuesta de una votación previa de unas propias resoluciones alternativas que rebajan y moderan sustancialmente las críticas del Informa Auken, y con ello también se intenta limitar la fuerza y el largo alcance político y jurídico-legal que contiene el texto original del Informe Auken.

¿Por qué el urbanismo español es un asunto europeo?

Aunque la planificación territorial no es en si misma una problemática incorporada en las competencias de la Unión Europea, en cambio si lo es la evaluación ambiental, las condiciones de contratación pública, las condiciones de libre competencia, el blanqueo de capitales, el agua, o la protección de los hábitats naturales. Todas estas son áreas de legislación europea que afectan de lleno al urbanismo de una manera o de otra. Son muchos los ciudadanos y ciudadanas que han acudido a la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo para denunciar la vulneración de diferentes normativas de la ley y del derecho europeo comunitario. Además, también el Derecho de Petición Ciudadana está reconocido en el Tratado de la Unión Europea, y precisamente han sido las muchas peticiones ciudadanas firmadas por miles de españoles europeos las que han servido de base informativa esencial para la elaboración del Informe Auken.

¿Por qué se afirma en el Informe Auken que se viola el derecho humano fundamental de la propiedad privada?

El hecho de que un pequeño propietario se vea imperativamente obligado a participar en un proyecto de urbanización, lo quiera o no, o a pagar unas tasas de urbanización muy abusivas bajo el supuesto argumento de un "interés público" que realmente nunca se justifica, pone a la ciudadanía en situaciones de arbitraria indefensión en las que se limita radicalmente los derechos básicos a la propiedad reconocidos por las leyes. A pesar de que legalmente se establece que solo en caso de excepcionalidad pueden ser limitados estos derechos para someterse a otros fines y objetivos sociales considerados de primer orden, está claro que los campos de golf y el negocio de las urbanizaciones masivas no entran en esta categoría de objetivos sociales o de interés común. Como ha indicado José Antonio Tardio Pato, profesor de la Universidad Miguel Hernández, en su libro: "La Gestión Urbanística en el Derecho de la Unión Europea":

"... en relación con la garantía del derecho a la propiedad, creemos haber justificado argumentalmente que el sistema de agente urbanizador de la legislación valenciana, que sustituye forzosamente al propietario por el agente urbanizador en la gestión urbanística, lesiona del derecho fundamental de propiedad."

¿Por qué afirma el Informe Auken que hay muchos casos de corrupción y que la justicia española no ha respondido bien a los abusos urbanísticos?

Es de sobra conocido para cualquier lector de la prensa diaria el hecho de que "la fiebre urbanizadora" se acompaña a menudo de la corrupción urbanística, una grave lacra presente en la gestión de los Ayuntamientos de muchas partes de España, y que afecta a centenares de municipios. La justicia española, se ha mostrado hasta ahora incapaz de tratar con eficacia y premura la inmensa mayoría de los casos de las violaciones legales y de los abusos urbanísticos cometidos. Los trámites legales son lentísimos, carísimos, y tortuosos, y no suelen llegar a entrar en el fondo de las demandas y denuncias, quedándose tan solo en cuestiones secundarias y superficiales de forma y procedimiento. Los jueces casi nunca actúan con medidas cautelares de paralización de las obras antes del dictamen de las sentencias para con ello poder frenar o evitar la destrucción irreversible del territorio y los ecosistemas vivientes. Las sentencias judiciales condenatorias, si es que finalmente llegan, casi siempre lo hacen cuando el mal está hecho, es irreversible, y no tiene ya remedio.

Camareros: Necesarios, degradados y precarios. Una experiencia personal

Ahora que ya está aquí el veranito con su calor plomizo, pegajoso y hasta criminal, se llenan las terracitas para tomar unas...